lunes, 12 de septiembre de 2016

El divino Divo: Cap. 1; Coescrita: Gloria y Marambra


El Divino Divo

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 12 de Septiembre del 2016
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Capítulo 1

Autoras: Gloria y Marambra


Sebastián Smythe de 16 años con cara de pocos amigos escuchaba como sus padres se encerraban por tercera vez en esta semana en la alcoba principal, nuevamente a “discutir cosas de mayores” como le habían dicho a él, como si fuera un niño de 5 años al que hay que dorarle la píldora y no se diera cuenta que no era otra cosa que “volver a pelear”, solo que esta vez intentaban no subir el tono de voz, a raíz de las muecas que hizo su hijo ante sus anuncio, pero no podían ocultar sus sentimientos… las cosas en su matrimonio no iban bien desde hace mucho tiempo.

Y apenas cerraron la puerta, Sebastián se tiro de espaldas sobre su cama cerrando los ojos pensando en la fiesta del colegio… No es que ha Sebastián no le afectara todo lo que pasaba en su  casa pero en estos tiempos los divorcios eran algo de lo más común, entre sus amigos más de la mitad tenían una familia mono paternal.

Más bien lo que le preocupaba al adolescente eran cosas más mundanas como ¿dónde iba a vivir ahora?, ¿podría elegir con quién?... Y por sobre todo que beneficio podía sacar él de todo esto.

Al poco rato sintió la puerta abrirse y el golpe al cerrarse, rápidamente se incorporó de su lecho y dejo su puerta medio abierta, lo que era prácticamente una invitación para que sus padres entraran a hablar con él,así que para fingir que no se sabía nada de su nueva pelea, se puso sus audífonos y busco un libro para ojear despreocupadamente. De algo tenía que servir sus dotes actorales del colegio.

Y tal como Sebastián quería sus padres estaban parados en la puerta pidiendo permiso para entrar, el chico se hizo el distraído pero solo por un minuto

  • Lo siento – se sacó los audífonos – no quería escuchar sus conversaciones – dijo seriamente, Sebastián era un maestro haciendo que sus padres se sintieran los peores del mundo y surtió efecto ambos se miraron con cara de culpables, mientras Sebastián  interpretaba el papel de su vida, él era la victima perfecta
  • Hijo – dijo con voz un poco chillona y el rostro tenso, Mauricio el padre de Sebastián, dándose ánimos, aquello no era fácil ni como pareja, peor como padre –  quiero… quiero que sepas antes que nadie que hemos decidido darnos un tiempo – ya estaba, lo hizo, lo soltó de golpe, claro que no como lo hubiera querido, pero por mucho que lo pensaba sabía que no había forma de anunciar una separación sin que sea brutal, así que nada, solo quedaba esperar que decía Sebastián – separarnos – dijo cambiando en el último minuto no quería mencionar todavía la palabra divorcio,  y el ambiente se quedo momentáneamente quieto como si ambos, Mauricio y Nora, esperasen que Sebastián estalle en un ataque adolescente con gritos, llanto, maldiciones, berrinche, malos modos… lo que sea, digamos que se habían preparado para una hecatombe y estaban conteniendo la respiración
  • Papá, mamá – dijo Sebastián quitándose teatralmente los audífonos e incorporándose de su lecho y tras un hondo suspiro agrego – no tienen que darme ninguna explicación….
  • Sebastián – musito Nora con el amen en la boca – …Hijo claro que te debemos todas las explicaciones, eres lo más importante que tenemos y te hemos fallado – agrego a punto de llorar mientras abrazaba a su único hijo.
  • ¡OH Mamá! – expresó Sebastián devolviendo el abrazo y poniendo cara de circunstancias, bueno no es que no se sienta triste, total llevaba 16 años viviendo con el mismo hombre y con la misma mujer que le dieron la vida, no era fácil – no te preocupes por mi… intentaré entender todo esto, solo dame un poco de tiempo para asimilar… denme un poco de tiempo papá

Agrego mirando a su padre con algo de pena, después de todo su padre parecía que quería abrazarlo y no se animaba, quizás porque siempre rechazaba sus muestras de cariño desde que entro a la adolescencia, y cuando su madre se separo por fin, finalizando aquel gesto tan maternal, Sebastián se acerco a su padre y le regalo un corto abrazo de comprensión, y su padre aprovecho la ocasión para apretarlo a su cuerpo, podrían estar las cosas demasiado malas entre Nora y él, pero amaba y adoraba a su hijo y eso no cambiaría ni aun cuando el sol se congelara.

Después de aquello, ambos adultos salieron de la habitación de su hijo destrozados,  pensando en lo que había pasado, no en su pelea, sino en la actitud de su hijo y volvieron a comentar como en los viejos tiempos aquel detalle y para variar sin gritar.

  • Me siento el peor padre del mundo – dijo el padre.
  • Nunca pensé que Sebastián se lo tomara tan bien, nuestro hijo está madurando – dijo Nora

Y mientras sus padres se marchaban, en su habitación Sebastián pensaba en su nueva vida con más libertad, obviamente como todo adolescente empezó a fantasear con las ventajas que esto suponía, inicialmente las económicas una mesada algo más abultada no  estaba nada mal y porque no, dos mesadas en vez de una, se merecía eso por daño emocional se dijo, incluso sonrió ante ese descabellado pensamiento, es más podía ver la escena, donde un juez dictaminara aquello incluyendo el  llanto derramado por el divorcio, imaginando una escena similar al programa de TV que solía mirar su madre La Dra. Polo, pero fuera de aquella broma de mal gusto si se jugaba bien sus cartas quizás incluso pueda obtener un automóvil para su cumpleaños o mejor una motocicleta… total era más cool.

Dejando de lado el resto de lo que verdaderamente debería preocuparse, por ejemplo con cuál de sus padres tenía que vivir, si le preguntarían a él y tenía que escoger ¿con cuál de ellos se iría? y si eso tendría algún impacto en las emociones de sus padres como padres, eso que suelen a veces pensar… “prefirió irse con su padre porque le da más dinero que yo”, o “prefirió quedarse con su madre porque no le dice nada cuando se porta mal”; o pensar por ejemplo que sucederá con la casa, si sus padres se iban a divorciar ¿venderían la vivienda?, de ser así, ¿dónde se trasladarían?, si se trasladaban, ¿tendría que dejar la escuela?.

Nada de lo que valía la pena ponerse a meditar paso por su cabeza, solo las grandes ventajas de esta nueva libertad… y hablando de eso, una gran sonrisa curso su rostro, el inminente divorcio de sus padres implicaba una cosa que no pensó hasta ese momento, que ya no los tendría a ambos sobre su cuello controlando cada uno de sus pasos, por lo que escoger a uno o al otro significaba la misma cosa: que estaría solo la mayor parte del tiempo y por ende podía hacer lo que le diera la gana sin tener que preocuparse por ejemplo de llegar a una hora determinada porque a esa hora estaría su padre o su  madre en casa, o tener que pedir permiso para salir de casa cuando no estaban ellos, si quería salir el saldría y nadie se iba a enterar de aquello, ¡OH POR DIOS!... iba a gozar de su libertad, eso era un hecho.

Pero, abajo en la sala, sus padres pensaban exactamente lo mismo pero bajo una óptica diferente: El hecho de que estén viviendo cada uno por su lado, no teníapor qué significar que iban a descuidarlo, después de todo, Sebastián era su único tesoro.
      
  • ¿Ya sabes a donde te vas a quedar? – pregunto Nora con cautela a Mauricio – no es que quiera entrometerme Mauricio, pero sería bueno que Sebastián tuviera a su padre cerca – agrego para evitar malos entendidos, preocupada por las repercusiones que pueda tener la separación en su hijo Sebastián; y su marido todavía algo shockeado por toda la situación se quedó pensando cómo había llegado a todo esto, se habían pasado peleando por tanto tiempo, pero nunca pensó en que llegaría el momento real de separarse, okey fueron siempre las amenazas que iban de un lado a otro como balas en un campo de batalla, pero jamás creyó que aquellas tontas amenazas dejen de ser eso y ser una cruda realidad y tener que abandonar lo que era su hogar.
  • No lo sé aún Nora – respondió agobiado – ayer visite un piso a unas cuantas cuadras de aquí, pienso que sería un buen lugar para vivir – y se quedo algo asombrado de su respuesta, era interesante poder mantener una civilizada charla con Nora, por lo general solían estar a gritos en donde les pille la incomodidad – y quiero estar cerca de Sebastián, No quiero que las cosas cambien tanto para él – respondió Mauricio y Nora hizo memoria, eso era exactamente a 4 cuadras de la casa sobre la misma vereda y ante el gesto que hizo Nora que no supo si era de alivio o enojo, Mauricio agrego rápidamente – No es lo que piensas, no voy a estar metido acá – dijo a manera de excusa algo asustado, además no quería que Nora piense que: o se estaba echando atrás o quería vigilarla, como últimamente lo acusaba – se que no tenemos la misma relación que cuando era un niño y que no soy su persona favorita últimamente, pero apenas tiene 16 años y quiero estar a mano por si él me necesita con algo de las tareas o las cosas del colegio… o si tú necesitas que te ayude con su manejo – agrego ofreciendo sinceramente su apoyo, ellos habían quedado en que Sebastián inicialmente quedaría con Nora hasta que concluya el año escolar, por lo menos hasta que el muchacho decida
  • Pues me alegra que saques  el tema a colación… estaba pensando que quizás necesitamos ayuda con esto – Mauricio la miró algo confundido  – Deberíamos llevar a Sebastián a un Psicólogo, para que pueda hablar de sus sentimientos, de cómo se siente con todo esto, algo que no nos va a decir a nosotros – Mauricio que no quería comenzar otra pelea con Nora al negarse a hacer algo pensó que lo mejor era seguirle la corriente, aunque él no era de ese tipo de padre que si el niño lloraba se estaba traumando por algo
  • Claro, si tú consideras que es importante

Le contesto a Nora con evidente alivio para los dos, porque para ella aquello era un tema que la tenia atormentada, después de todo Sebastián venia teniendo una actitud que dejaba mucho que desear, parte por su adolescencia, parte las peleas de ambos y seguro que cuando ya su padre se traslade, las cosas iban a empeorar, así que esto tenían que discutirlo entre ambos y no estaría mal recibir ayuda de un tercero, un profesional... antes de que se separen ella quería estar segura de que Mauricio iba a estar presente en la educación de Sebastián porque podrían querer mucho a su hijo pero Sebastián no era ningún santo y Nora temía que se le fuera de las manos.




3 comentarios:

  1. Nueva historia! Un principio prometedor aunque no conozco el original,

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  2. Se ve interesante la historia!!...
    Jajaja el chico sólo pensó “libertaaaaaaadd" jajaja...

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