Seres Mágicos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 13 de Febrero del 2017
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Capitulo 12
El mejor consejo viene de un Alma
Primera parte
Autora: Mary C.
Tobías:
Tantas veces me había equivocado que no las podría contar con los dedos
de las manos, me equivocaba en el amor, me equivoca en cuidar a mis hijos, en
educarlos, en cuidar de mí mismo.
Esos pequeños y grandes consejos eran los que me
estaban ayudando a sobrellevar las cosas, eran los que me habían hecho parar
aquella bala que nunca salió disparada, aquellos con los que dejara de tomar
hasta desfallecer, aquellos que me hicieron dejar de fumar, los que me hicieron
estar al 100 por ciento con mis hijos, aprender a escucharles y aprender a
estar cuando me necesitaban, fueron esos consejos los que me hicieron entender que no era el
peor padre de todos pero que las equivocaciones llevan consecuencia, que el
perdón es eterno al igual que el amor y que la realidad no se puede cambiar
pero si se puede transformar.
Todo esto lo he aprendido… y no lo aprendí con los
tantos años que ya tengo, los aprendí en
tan solo un año el más difícil de mi vida y con los años en los que los
consejos no dejaron de mover mis pasos,
siempre pensé que ya me había pasado lo peor cuando me dejo la madre de
mi primer hijo por irse con un hombre más maduro que le diera casa y lo que
ella pedía y no quisiera saber nada de su hijo y claro que con solo 17
años las cosas no eran fáciles para ninguno,
vivíamos con mis padres en aquel tiempo, lo mismo ocurrió cuando perdí a
mi segunda mujer porque una enfermedad que le aquejara… pero no, no todos los
males había llegado a la puerta de mi casa, aun faltaban algunas cosas mas que
tenían que sucederme.
Nueve años atrás…
Yo con 34 años, tenía ya casi cuatro años de la
muerte mi segunda esposa, me centraba en las cosas importantes que era mi
trabajo y mis hijos, cuatro hijos,
Sebastián de 16 años hijo de mi
primera mujer la cual me abandono… es un chico
muy hablador, juguetón, respondón,
alegre y en algunas veces grosero pero siempre un buen hijo. El segundo es
Marcos de 12 renegaba por todo, delicado para las comidas, enfermizo, muy
juguetón. Abel tiene 10 años muy
tranquilo y reservado con las personas pero en su círculo de amistades era muy
abierto, amable… pero enojado hacia buenos berrinches y en ocasiones tomaba
malas decisiones. Alex de 8 años era él bebe de casa el que llamaba la atención
de todos, igual que el mayor no le paraba la boca para hablar, muy inteligente,
muy llorón cuando no conseguía lo que quería pero también era muy alegre y algo
manipulador.
Aquel tiempo, venia saliendo con una mujer, tenía
un año ya que nos tratábamos, ella era cinco
años más chica que yo, muy guapa que trabajaba de cajera en un centro
comercial, fue la tercera vez que me enamore,
salimos por algunos meses sin que nadie más lo supiera, tenía los tres
años de viudo cuando la conocí a ella y solo meses después empezamos a
salir.
A los seis meses de empezar a salir le dije que
quería que conociera a mi familia, quería que ella formara parte de ella y que
mis hijos la fueran conociendo. No sé qué paso o si no era el momento indicado
para presentarla porque ninguno de mis hijos acepto esa relación, el mayor
menos que nadie que cuando la vio dijo que porque había llevado a una zorra a
casa y mi reacción fue soltarle una cachetada fuerte alcanzando a lastimar su
labio.
- Tobías: quiero que te disculpes – le dije
- Sebastián: no – me respondió con su mano en el rostro, dándose la vuelta para marcharse
- Marcos: yo me retiro – dijo enojado
- Abel: mmm con permiso – murmuro y también salió corriendo
- Alex: es bonita pero no es mamá, no la quiero aquí que se vaya – dijo con la voz temblorosa, con esa que está a punto de llorar
- Tobías: Alex – le dije asombrado, pero él pego carrera a su cuarto – perdón por todo esto, te pido una disculpa yo hablare con ellos, ven pasa toma asiento – dije avergonzado por aquello a Bony
- Bony: creo que sería mejor si me retiro no quiero incomodar a tus hijos
- Tobías: hablare con ellos, por favor pasa – al final acepto y algo incomoda entro y se quedó sentada en la sala, en lo que yo iba a los cuartos de mis hijos pillando al primero de todos – Alex quiero que me apagues ese video jugo y bajes a saludar – le ordene parándome frente suyo
- Alex: no quiero – me respondió enojado
- Tobías: Alex – dije con la voz un poco mas firme, en tono de advertencia
- Alex: ¿porque?
- Tobías: porque no tengo 4 hijos malcriados así que bajas – ordene frunciendo el ceño
- Alex: no quiero, no quiero – se puso a brincar con las manitas apretadas
- Tobías: que bajes – le quite el juego de las manos y le di tres nalgadas – PASSS, PASS, PASSS
- Alex: buaaaaaa – se puso a llorar
- Tobías: y sin llorar que no te he dado para que llores en cambio lo puedo hacer – le amenace sin subir el nivel de mi voz
El primero tuvo algunas dificultades, con Abel fue
más fácil aunque no bajara de buena gana, Marco en cambio bajo con no sé
cuántas maldiciones en boca que no alcanzaba a entender… suspire para tomar
aliento, el ultimo estaría muy difícil así que fui por mis llaves ya que Sebastián se había encerrado en su
cuarto.
- Tobías: Quiero que bajes y pidas una disculpa – le ordene apenas abrí la puerta – no voy a tolerar estas tonterías y mucho menos semejante lenguaje – le hable con calma y paciencia anqué algo enojado por las palabras que había dicho anterior mente, pero Sebastián permaneció sentado en su cama abrazando una almohada que le tapaba la mitad del rostro tenía una mirada pesada, estaba enojado, pero yo había decidido que aun así iba a obedecer – quiero que bajes y pidas una disculpa hijo, no me hagas enojar y perder la paciencia – agrego, pero Sebastián solo movió la cabeza en señal de que no bajaría y yo perdi la paciencia – ¡claro que vas a bajar! – le dije y agarrándole del brazo, haciendo que se pare y como al más pequeño le di algunas palmadas – PASSS, PASS, PASSS
- Sebastián: grrr yaaaa – murmurar
- Tobías: ¡baja! – volví a insistir
- Sebastián: NO – respondió con carácter y yo decidí que No le daría a escoger, así que me empecé a quitar el cinto a lo que él solo se hizo hacia atrás – no me pegues – me pidió con la voz temblorosa, sin saber si era enojo o miedo
- Tobías: quiero que bajes ¡ya! – le dije cansado de su comportamiento pero aun manteniendo el mismo tono, no solía gritarles
- Sebastián: noooo – me dijo moviendo su cabeza negativamente
- Tobías: ya te dije que vas a bajar no te lo estoy pidiendo ¡te lo estoy ordenando! – y tomándole por el brazo lo gire y le solté tres cintos fuertes en el trasero – ZASSSS, ZASSSS, ZASSSSS
- Sebastián: aauuu, aiii ya, ya bajoooo – gimió con los ojos aguados de impotencia
- Tobías: pues ya estás en eso – respondí impaciente
Mis otros tres hijos me estaban esperando en el
pasillo, no habían ido a ver a Bony así
que cuando baje con el ultimo los encamine.
- Tobías: saben qué hacer cuando hay visitas, así que sean educados y preséntense por favor
- Alex: ¿y me vas a regresar mi juego? – me pregunto Alex mirándome fijamente
- Tobías: si te presentas como se debe y dejas de ser un malcriado si – respondí, con tal que haga lo que le pedía, pero sin intención de cumplir, un castigo es un castigo
- Alex: soy Alex, tengo ocho años y por tu culpa mi papá me pego – dijo viéndola feo
- Tobías: ¡Alex!
- Alex: Perdón por mi comportamiento – dijo mas como burla que como disculpa – ya está, ¿me das mi video juego?
- Tobías: no, estás castigado una semana sin esto – respondí y puso un puchero y los ojitos con lágrimas, pero no lloro, era como si quisiera demostrar que era valiente
- Marcos: soy Marcos el segundo hijo de papá tengo 12 años – y después solo le vi mover la boca sin entender ni pisca lo que decía pero nada bueno supongo
- Abel: soy Abel tengo 10 y…. buenas tardes – dijo sin saber que más decir
El que tardo lo suyo fue Sebastián que la acribillo
con la mirada como si lo que estuviera frente a él fuera algo desagradable y no una persona.
- Sebastián: perdón por mi comportamiento… con permiso.
- Tobías: Sebastián
- Sebastián: solo dijiste que bajara y me disculpara no me pienso quedar
- Abel: él es Sebastián es el mayor, tiene 16 años.
Los chicos regresaron a su cuarto y ninguno bajo
hasta que fuera a dejar a Bony a su casa, cuando llegue a casa hable con los
cuatro aclarándoles que Bony era mi novia que esperaba que algún día fuera algo
más que eso, y no fueran groseros, que
le dieran la oportunidad de conocerla.
Los chicos no dijeron mucho, la mayor parte del
tiempo me ignoraron o estaban pendientes de otras cosas. En la noche fui hablar
con Sebastián que era el mayor y fue el más grosero de todos, estaba en su cama
con una revista en sus manos y los audífonos puestos por lo que no se enteró en
que momento entre, me le quede viendo por un rato prestando más atención a su
labio… le había pegado fuerte, me senté en la cama y solo me miro por unos
segundo y siguió con su revista, le agarre la cara quitándole de las manos la
revista y los audífonos.
- Tobías: no quiero que vuelvas a ser grosero, evita esto por favor – le dijo como si le pidiera un favor a su favor – ¿te duele? – le dije mientras le acariciaba el rostro, Sebastián solo movió los hombros como si no le diera importancia así que eso era un si para mí – porque le dijiste eso si no la conoces, fue grosero, sé que eres mejor que eso
- Sebastián: y tú la conoces
- Tobías: si – le respondí y el solo me quedo mirando, con una mirada muy adulta, que por un momento me hizo sentir un crio que tenía que explicarse – la estoy conociendo cada día más, me gusta y quiero estar con ella, ¿tan malo es que yo este con alguien? – le pregunte
- Sebastián: puedes estar con algo mejor – me contesto y volvió a coger su revista dejándome con una sensación de vacío, no entendía porque su comportamiento pero le deje, le dije que se acostara era tarde y me quede pensando en su respuesta… por un momento me dio la impresión de que quería decirme algo
Las semanas transcurrieron, Alex era un pequeño chantajista que se
comportaba bien si le daba algo, pero no tarde mucho con el juego unas buenas nalgadas
y santo remedio para que dejara de chantajearme, además Bony solía
llevarle cosas, y con eso se fue ganando
de poco en poco a los más chicos. Alex
se creía intocable, no solo porque era el que se portaba mejor con Bony y creía
que tenía a papá de su dado para todo,
sino también porque era el pequeño, cosa que no era así ya que era al
que más le regañaba o le llamaba la atención.
- Sebastián: mira enano no te puedes meter a mi cuarto y tomar mi computadora – dijo Sebastián con fastidio en la voz
- Alex: fue un rato nada mas
- Sebastián: si, un rato en el que borraste tres de mis archivos de tareas
- Alex: se pueden recuperar… tú ya los has recuperado antes
- Sebastián: no es el chiste, no puedes tocas mis cosas tengo trabajos de la escuela pequeño mocoso – le dijo enojado buscando su trabajo supongo en la papelera de reciclaje de la máquina
- Alex: pues guarda tus cosas en otro lado
- Sebastián: es mi computadora y la tengo para las tares, si quieres jugar usa los video juegos – le oí responder a mi hijo mayor
- Alex: que envidioso eres, le diré a papá que me compre una
- Sebastián: dile, a ver si así me dejas la mía
- Marcos: ja y resulta que a ti te va a compra y a mí no… estas bien mal del cerebro – comento Marcos girando su dedo en la sien
- Alex: papáaaa – ahí iba las quejas
- Tobías: ¿por qué tanta gritadera?
- Alex: me compras una laptop
- Tobías: ¿dónde las regalan para ir por una? – de verdad que este niño creí que con solo pedir lo tendría todo
- Alex: papi a Sebastián le compraste una – me dijo saltando en uno de sus pies
- Tobías: Sebastián la usa para la escuela, ya que tengas 15 años te compro una así como a tus hermanos les comprare la suya… antes no jovencito – le dije con toda la calma del mundo
- Alex: QUIERO UUUUNA, BUAAA CÓMPRAME UUUNA – y me armo un berrinche
- Tobías: Para el berrinche Alex – lo trate de calmar
- Alex: quiero una Laptop cómprame una papi – dijo jalándome la camisa
- Tobías: no.
- Alex: BUAAA BUAAAAA
Ya había tenido tres berrinches de él en lo que iba
de la semana, ya un cuarto ya no, con las dos manos le baje de un tirón el
pantalón y el calzoncillo y así como estaba parado le di de palmadas, todas
fuertes.
- Tobías: PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSS
- Alex: buaa aauu abuaa buaagg
- Tobías: ¡ya basta de tanto berrinche Alex! – eleve un poco la voz, pero segui en mi tarea – PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSS
- Alex: BUAAA AAGGGG BUAAA AAHHHH
- Tobías: no se puede tener todo solo porque el joven lo pida – PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSS
- Alex: BUAAA AAGGGG BUAAA AAHHHH
- Tobías: ya no quiero más berrinches – y por fin termine de castigarle y le subí la ropa, después de eso solo se tiro al sofá más cercano a llorar – ¿y por qué esta tan emberrinchado por una computadora? – les preguntes a sus hermanos que solo se quedaron quietos viendo todo el berrinche, a los tres más chicos les castigaba muchas veces en presencia de sus hermanos así que no era nuevo y con Alex era pan de cada día
- Sebastián: porque tomo mi laptop y se pone a eliminar mis cosas, las puedo recuperar pero no tiene porqué estar mandando lo que le estorba a la basura, un día de estos no voy a poder recuperar mis archivos – no estaba molesto pero si cansado de que el mocosito no entendiera, no era la primera vez
- Tobías: no le prestes la computadora hijo – le dije como consejo
- Sebastián: no se la preste papá, él entro a mi cuarto y la saco para ponerse a jugar
- Tobías: Alex otra vez que toques la computadora de tu hermano o la mía te voy a dar de nalgadas toda la semana ya está bueno con tu comportamiento – lo amenace
- Alex: buuaaa yo también quiero una papi buaaa… porque él tiene y yo no
- Tobías: porque tú tienes 8 años cuando cumplas 15 te compro una como a él se la compre, porque entro a la preparatoria no antes y no te la voy a compra a ti solo porque sí – le dije con paciencia tratando de que entendiera
- Abel: ¿a mí también me vas a comprar una? – me pregunto desde detrás de Sebastián
- Tobías: cuando tengas 15 años y entres a la preparatoria si campeón, antes no – le dije acercándome a él y acariciándole el cabello
- Abel: ¿y para la escuela?
- Tobías: están los libros, están las bibliotecas y solo si de verdad necesitan una computadora porque el maestro les pida algo, pueden usar la de escritorio que está en mi recamara solo esa, la laptop está prohibida tocarla – advertí, pensando en mis archivos, ahí tenia cosas del trabajo y cuentas importantes los cuales no quería que fueran a borrar o perder por culpa de los virus
- Sebastián: que avaro, tú tienes la Laptop ¿por qué no les dejas la de escritorio? – me dijo como si fuera la persona más coda del mundo
- Tobías: en la de escritorio también tengo información importante… ya veré después – respondí y aun asi me puso cara de que era codo – por el momento solo si es para trabajos de clase la pueden usar y con mi permiso…
Después de un rato Alex más calmado se acerco y me
abrazo, como siempre quería que lo consolaran cosa que hice, lo senté en mis
piernas pero no le celebre el berrinche me puse hablar con él.
En fin, los chicos estaban muy tranquilos, siempre
y cuando no mencionara a Bony o que la llevara a casa así que trataba de no
llevarla y cuando lo hacia los mayores se me desaparecían, los dos más chicos a
veces se ponían a preguntarle cosas pero no eran de mucho interés, pero al rato
se marchaban, era claro que no les agradaba y yo no sé qué haría cuando les
dijera que teníamos planes de casarnos.
Mi ojos estaban deseando ver esto publicado desde que me enviaste tu borrador para el antojito, y por fin lo podemos compartir con el resto, muchas gracias Mary, es un magnifico relato.
ResponderEliminarMarambra
Que mal que el padre quiera meter de cabeza ya a esa mujer, como se nota que no tiene instinto, si sus hijos no la soportan es por algo, son sus corazoncitos tiernos que adivinan que algo no anda bien.
ResponderEliminarYa estoy deseando leerte Mary, tu siempre nos sorprendes con algo sobrenatural y espiritual que nos lleva a la reflexion y apuesto a que esta sera una de esas magnificas experiencias
Estarán Nicolas y Saul en esta historia?, es que no los mencionaste Mary y yo adoro a esos chicos, pero como dice primer parte esperare los otros capítulos.
ResponderEliminarPero que conste, estoy intrigada con esta historia.
Uuuff si cuando los hijos se proponen pueden armar tremendos berrinches jajaja que pena para el papá...
ResponderEliminarMaryyy estoy deseando leer lo que le sigue!!
Ya sabes que Nicolás y Saúl son de mis favoritos!!