Seres Mágicos
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 13 de Marzo del 2017
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Capitulo 15
El mejor consejo viene de un Alma
Cuarta parte
Autora: Mary C
Los meses y días pasaron y las visitan no dejaron
se seguir, no eran todos los días pero
podía ver a mi hijo en ocasiones dela última
tardo unas semanas en regresar y lo hizo cuando Marcos se puso mal
estaba todo tembloroso envuelto en las sabanas de su cama él tenía 15 años en
ese momento.
Me salí del cuarto por un termómetro cuando entre
Sebastián, estaba sentado en la cama con su mano en la frente.
- Sebastián: mmm tienes fiebre… oye que te piensas, porque te enfermas siempre?
- Marcos: lo siento – dijo con la cabeza gacha
- Tobías: abre
- Marcos: mm – respondió haciendo una mueca, tener fiebre alta era ida al médico segura
- Sebastián: ¿qué? ya no se lo ponen por el trasero?
- Marcos: Sebas cállate – grito rojo de verguiza
- Sebastián: era una pregunta
- Tobías: anda abre la boca – le dije a Marcos que estaba rojo y con lágrimas en los ojos, el estar enfermo no le ayudaba se ponía más sensible – viniste a cuidar a tu hermano?
- Sebastián: si, para eso estoy – me dijo con una sonrisa
A lo que le respondí también con una sonrisa,
apenas sonó el timbre del termómetro se lo quite no había mucha fiebre pero
estaba tembloroso y pálido.
- Tobías: tendremos que ir al médico, vamos tienes que cambiarte
- Marcos: pero casi no tengo fiebre – dijo al ver el termómetro
- Tobías: no me importa, estas pálido y tiemblas mucho, anda a cambiar
Con caras y quejidos pero le ayude a cambiar pues
no quería ir a médico, no le gustaba… creo que ya los odiaba pero no podía
hacer nada para calmar ese miedo que les tenia, prefería que se quedara unos
días internado o que le dieran medicamentos o inyecciones, ya una enfermedad se
había llevado a uno de mis hijos era algo a lo que le tenía mucho miedo.
- Tobías: ¿cree que puedas vigilar a tus hermanos un rato? – le pregunte a mi almita protectora
- Sebastián: tú déjalo en mis manos… bueno más o menos jejeje – dijo moviendo sus manos pues no podía tomar nada con ellas
Salí y le dije a los chicos que iba a llevar a su
hermano al médico que se cuidaran y deje a Abel a cargo pues era el mayo de los
dos.
Llegue al médico y metieron a Marcos rápido ya
tenía expediente y casi siempre que lo llevaba me lo atendían de inmeiato pues
solía empeorar si no recibía atención pronto, empezaron con estudios de sangre
y los básicos así como dejármelo en una
cama con suero.
- Doctor: tu hijo se va a tener que quedar toda la noche en observación, por si quieres llamar a alguien para que vigile a tus otros niños – me dijo su médico de cabecera que ya me conocía de memoria e incluso nos tuteábamos
- Tobías: llamare a mi hermano es el que está más cerca… ¿ya sabes que tiene?
- Doctor: aun no… los estudios están aún en proceso, pero por como se ve prefiero que se quede toda la noche – eso me alarmo y calmo al mismo tiempo porque bueno pasara lo que pasara estaban mucho médicos en el hospital – ya veré con los resultados si se tiene que quedar más tiempo o mañana mismo le damos el alta
- Marcos: paa yo no me quiero quedar – se quejo como siempre
- Tobías: hijo necesito saber que estas bien – le dije abrazándolo, sabía cómo se sentía – anda trata de descansar, voy a hablar con mi hermano para ver si puede ir a recogen a los chicos, sé que están en buenas manos pero Alex es cosa seria – le di un beso en la frente y me salí del cuarto
A los primeros que llame fue a mis chicos les dije
que le avisaran a Sebastián que su hermano se quedaría en el hospital toda la
noche y que llamaría a su tío para que fuera a recogerlos, apenas me comunique
con el me fui con Marcos.
- Tobías: ¿cómo te sientes?
- Marcos: bien, ya vamos a casa pa – me dijo queriendo bajarse de la cama
- Tobías: no hasta saber que tienes hijo – ataje su intentona volviéndolo a acostar – sabes que nos evitaría muchas venidas al médico si comieras mejor ¿verdad? – le dije a manera de regaño es con él era una batalla las verduras
- Marcos: aaaggg
- Tobías: no hijo es la verdad tienes que poner de tu parte corazón, si no te grito para que te comas las cosas no te las comes y me dejas todo en el plato
- Marcos: pero si como – se defendió enfadado
- Tobías: a regañadientes y a nalgadas
- Marcos: paaaa – dijo apenado pues una enfermera estaba
- Tobías: pues a ver si así entiendes – Marcos solo apretaba las manos, los ojos los tenia llorosos, me arrepentí de decir lo que dije pero ya era tarde – trata de descansar anda – le acaricie el cabello
Era bastante tarde 2 de la mañana, ya me habían
dado los resultados de los análisis y Marcos tendría que quedarse dos días en
hospital con medicamentos por vena para poder controlar la infección intestinal
que descubrieron, por su falta de
defensas se complicaban. Marcos dormía y despertaba sin dar un buen sueño.
- Marcos: pa tengo sed
- Tobías: deja te traigo agua – murmure y me salí por un poco de agua, cuando volví y le pase el vaso Marcos lo soltó… una reacción inesperada.
- Sebastián: deberían tener más cuidado
- Tobías: aaacc hijo no aparezcas así – dije recuperando aire
- Marcos: ¿por qué no mandas una señal de humo antes??
- Sebastián: ni que fuera mago o ninja… y, ¿cómo estás?
- Marcos: yo estoy bien, pero papá no me cree
- Sebastián: ¿que tiene? – dijo ignorándolo
- Tobías: gastroenteritis, menos mal aun no le ha dado diarrea, principios de anemia, y sus plaquetas están un poco bajas…
- Sebastián: tienes todo el repertorio y tú diciendo que no tienes nada – le dijo a su hermano mirándolo fijamente – ya ves por no cuidarte lo que pasa, te van a tener todo el día aquí metido
- Tobías: dos días
- Sebastián: wooo ya ves, si te cuidaras eso no pasaría – dijo regañándolo, era extraño ver como Sebas regañaba a Marcos pues casi se veían de la misma apariencia y del mismo tamaño aun asi Sebas era un poco más alto – y ¿ya le están dando medicamento?... ¿qué vas hacer? ¿trabajas mañana?
- Tobías: le hable a tu abuela para que viniera a cuidarme a tu hermano en lo que yo estoy en el trabajo – contesto con algo de fatiga, estaba cansado y tenía que ir del hospital directo a trabajar – pero saldré antes, ya recuperare las horas después
- Marcos: perdón
- Tobías: ¿por qué pides perdón?
- Marcos: por hacerte perder el tiempo – dijo con la cabeza gacha y los ojos húmedos
- Tobías: no me hacer perder el tiempo, jamás pidas perdón por ocupar tiempo de mi vida – le dije abrazándolo con cariño, Maros realmente estaba triste – mi tiempo es tuyo y de sus hermanos – agregue besando su frente – si algo te tienes que disculpar es por no comer como debes y por no cuidarte – recalque a ver si ahora entendía – si te sientes mal me dices apenas eso empiece no cuando ya está más avanzado – le recomendé, es que Marcos tendía a ocultarme las cosas – me enoja de verdad que me ocultes eso, creí que ya habíamos hablado del tema y que te había quedado claro, es más me lo estoy pensando ahora mismo volver a dejarte en mis piernas y darte las nalgadas que te estas ganando a ver si así entiendes – le dije con aspereza y Marco se puso a gemir – es que no entiendes Marcos – y me puse a limpiarle los ojos – tus estudios médicos hablan por ti, no estas comiendo, yo no sé qué le haces a la comida – le dije sin soltar su rostro
- Sebastián: tirarla si no le gusta – me chismeo el otro
- Marcos: ¡cállate Sebastián!, cállate – estaba molesto-
- Tobías: AAAA??? ¿Tiras la comida??
- Marcos: no
- Tobías: y tu porque no me habías dicho eso antes
- Sebastián: le vi dos veces hacerlo, el me prometió que nunca más lo haría pero veo que no cumple sus promesas – me respondió con calma, sentándose en la cama de su hermano apenas sin peso – lo siento hermanito pero de este lado doy todo mi apoyo a que te den esa paliza porque tu prometiste que nunca más lo harías – suspiro triste – yo me morí por una enfermedad – dijo y se callo un rato, quizás esperaba que yo diga algo pero no pude – digamos que la enfermedad y las distintas circunstancias tuvieron que ver… de todos modos mi vida ya estaba destinada a una muerte temprana – anuncio con los ojos fijos al techo – pero tú no te estas cuidando así que la paliza si te hace falta – y recupero su tono cotidiano, como si lo que dijera antes nunca lo hubiera mencionado, imagino que descubrió que si o si tenia que morir – y no me veas así, estarás casi de mi tamaño pero soy más alto que tu – le dijo y le hizo cosquillas o bueno intento hacerle cosquillas a su hermano
- Marcos: es que no me gustan las verduras
- Tobías: ni las frutas, ni las legumbres, ni nada, porque ni carme comes – le dije elevando la voz pero no tanto pues era tarde y estábamos en el hospital
- Marcos: si como carne – dijo bajito
- Tobías: salchichas y jamón no es una carne nutritiva Marcos PASSSS, PASSS – y no me pude aguantar las ganas de dejar caer mi mano, le di dos palmetazos en la pierna
- Marcos: auuuaiii shhff
- Tobías: no te gusta comer y no te gusta tomar medicamentos pues ¿que quieres que haga?, ¿qué te dejen en el hospital con vías toda la vida? – le pregunte enfadado – ¿que la medicación sea toda por las vía?, dime ¿que quieres Marcos? – ahora que lo pienso me estaba alterando y no era el caso – porque yo no te entiendo hijo, ¿no te quieres un poquito? – y Marcos me miro fijamente – no te gusta venir al hospital pues entonces cuídate, ¿me entendiste?, porque eso si te digo Marcos si no me cambias te voy a dar una paliza todos los días y te me vas a sentar a comer y no te me vas a parar para nada de la mesa – es que él mocoso solía ir y venir de un lado a otro con todo pretexto sin terminar de comer nada y para distraer – y los medicamentos ya me encargo de que todos sean inyectados porque tampoco voy a estar discutiendo para ver si te quieres tomar las cosas que ya no tienes 8 años – y Marcos se rompió, no se imagino que lo retara en el hospital
- Marcos: buaaaaa
- Tobías: aagg – y se puso a llorar pero yo me salí porque realmente estaba enojado con él.
Me fui a caminar un rato y después me quede fuera
del cuarto, tenía la puerta abierta así
que podía ver a Sebastián que abrazaba a Marcos consolándole y les escuche
hablar.
- Sebastián: ya no llores… tú tienes la culpa hermanito, no debes hacer eso, te tienes que cuidar – le volvió a decir como siempre
- Marcos: pero es que me cuesta mucho comer… no me gusta – era el más raro de mis hijos, no quería comer nada
- Sebastián: y ¿qué prefieres?... ¿estar aquí todo el tiempo?, ¿qué te estén inyectando o dando medicamentos amargos?, ¿o estudios médicos que no te gustan que te hagan?, o estar desnudo casi todo el tiempo con apenas una bata – bueno, el enumero todo lo que a mi hijo no me gustaba
- Marcos: noo
- Sebastián: pues entonces no seas tan burrito y cuídate
- Marcos: lo intentare
- Sebastián: no, no lo intentes Marcos, ¡hazlo! – nunca antes me había dado cuenta de lo maduro que era mi hijo en algunos aspectos de su vida, esta era una de esas – hazlo por ti, hazlo por papá que no quiere verte aquí – le recomendó – ¿tú crees que le gusta verte aquí?, ya sufrió mucho por una muerte no le des otro motivo para que se rompa en pedazos hermano piensa un poquito
- Marcos: buaaa lo hare… hare lo mejor que pueda de verdad buaa.
Me acerque y abrace a Marcos, no me gustaba verle
así, no me gustaba verle en un hospital, les tenía miedo pero aun así no hacía
nada por mejorar su calidad de vida y era lo que me enojaba pero lo abrace
fuerte, besando con fuerza su cabeza.
- Sebastián: Marquitos si no te pones las pilas te van a sonar – repito con una sonrisa y un guiño imagino para aligerar el ambiente
- Marcos: voy a cambiar se los prometo
- Tobías: eso espero mi amor, eso espero de verdad.
Apenas salió Marcos del hospital me lo lleve a casa,
en las mañanas se quedaba mi madre o mi hermana a cuidarlo y yo me quedaba
todas las tardes y las noches con él, le cumplí mi promesa toda las
medicaciones se las pedí al médico inyectadas y vigilaba cada movimiento, cada
bocado que daba cosa que también estaban haciendo mi madre, mis hermanos y mi
Sebas. Y aun con caras y gestos estaba dando su mejor esfuerzo por comerse
todo, para lo que le sufrió más fue para las medicaciones pues ya tenía las
nalgas todas picoteadas y al final ya lloraba pues le dolía el trasero y no se
dejaba inyectar.
- Marcos: ya no, que me las den tomadas papá te prometo que no reniego y me las tomo todas shhff.
- Tobías: no hijo, ya faltas pocas, terminemos los medicamentos como son.
- Marcos: pero papá ya me duele, tengo moretes en el trasero.
- Tobías: yo sé que si hijo – le dije acariciándole el cabello – pero a ver si te sirve de lección y comes mejor sin tener que decírtelo
- Marcos: pero si estoy comiendo – se quejo
- Tobías: si lo sé, pero también hace un años estabas comiendo bien por las nalgadas que te llevaste y regresaste a las mismas andadas, anda ya hijo tu abuelita ya preparo la inyección – le dije con calma y cariño
- Marcos: noo, papi… abue por fa
- Nancy: anda corazón entre más rápido mejor
- Marcos: noo.
- Tobías: hijo ya
- Marcos: nooo
Respire profundo y me senté en la cama tardando lo
mío para poderlo dejar en mis piernas atrapando sus pies con los míos y
dejándole el calzoncillo debajo de las nalgas, estuve tentado a darle tres
nalgadas fuertes pero solo lo apreté con más fuerzas tenia moretitos en las nalgas
a causa de las inyecciones anteriores y no eran uno o dos eran varios pues era
de piel blanca y era más notorio que se marcara.
- Tobías: ya tranqu
- ilo hijo, ya, no aprietes las nalgas hijo se va a romper la aguja… Marcos ¡ya! – le dije regañándole un poco
- Marcos: noo.
- Nancy: ya esta buena jovencito PASSSSS – Mi madre acabada de soltarle una buena nalgada y después desinfecto rápido y encajo la inyección Marcos solo lloraba pero el líquido paso sin problemas
- Marcos: buaaaa
- Tobías: ya está, anda duérmete un rato Marcos… ya hijo ya paso
Me daba penita verlo llorar pero sabía que si en
ese momento me ponía a cambiarle el medicamento no funcionaría nada de lo que
quería dejar claro, aún le faltaban cuatro tomas pues eran tres por día.
Así que los siguientes días también fueron
difíciles, pero la última ya estuvo más resignada a que sería la última y no
hizo tanto escándalo.
- Sebastián: ya Marcos ya terminaste toda la medicación ya ves
- Marcos: si pero me duele el trasero – dijo mientras se agarraba las nalgas
- Sebastián: pues eso es tu culpa hermanito y eso que papá no te dio una paliza
- Marcos: shhfff
Pobre Marcos pinchar tres veces al dia , eso es sadismo puro, estoy enojada con Tobias... jeje pero de alguna manera tiene que aprender, a ver si ahora lo hace
ResponderEliminarBuuaa pobre Marcos!!
ResponderEliminarYo lo comprendo porque las verduras no saben buenas!!
Pero que triste que todo su medicamento se lo mandaran inyectado!!
Esos instrumentos del maaal pobrecito
ResponderEliminarQue bueno que ya no le tocan mas.
Andrea
Esos instrumentos del maaal pobrecito
ResponderEliminarQue bueno que ya no le tocan mas
Andrea