El recuerdo
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 3 de Julio del 2017
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Capítulo 2
Entre dos fieras
Autora: Chany
Recuerdo
ese día con detalles, fue seis días después de prometerle a papá no volver a
"esa casa" y dos promesas se rompieron ese día. Estaba cocinando a
las apuradas porque papá saldría de trabajar en media hora y yo no quería que
sospeche que había salido, era sábado y se suponía que yo no tenía nada que
hacer fuera de casa y menos sin su permiso. Mi corazón no lograba regularse y
seguía latiendo a toda velocidad sin enterarse de que ya estábamos en casa, a
salvo. Estaba cortando papas para hacer un puré y acompañar las milanesas que
mi papá había dejado en la mañana porque todavía no me dejaba freír cosas,
decía que era peligroso.
Estaba
tan nervioso que me lastime un dedo con el cuchillo y aunque no fue profundo la
sangre empezó a salir a chorros, la situación me estaba desbordando, mi cabeza
estaba por explotar, me faltaba el aire y cuando no pude más, me largue a
llorar sobre la mesa mientras apretaba mi dedo ensangrentado con un repasador.
Crucé los brazos sobre la superficie de madera y llore sin pensar en qué
pasaría si papá abría la puerta en ese momento, era el peor día de mi vida y
creo que hasta ahora lo sigue siendo. Mi vida se caía a pedazos y yo pensaba
que si lograba hacer el puré antes de que papá volviera podía fingir que nada
había pasado y seguir con mi vida en la ignorancia pero feliz, estaba tan
arrepentido de haber desobedecido a papá y haber vuelto a esa casa del
infierno, pero ahora ya no había marcha atrás sino seguir hacia adelante, lo
malo es que yo no veía como hacer aquello, seguir para adelante tampoco me
parecía una tarea fácil ese momento.
La
media hora pasó y papá no volvió. En algún momento yo había dejado de llorar y
estaba en un limbo con la mente en blanco y con un repasador bañado en sangre
que al menos había dejado de salir. Tenía muchas cosas en las que pensar pero
tenía miedo de hacerlo, de que todo lo que me había dicho ese hombre horrible
sea verdad y que mi vida sea una
mentira, ya no sabía ni quién era yo.
El
tiempo pasó, no sé cuánto y yo seguí en mi limbo hasta que la puerta sonó. Me
levante de la mesa y camine como pude, me dolía el cuerpo y estaba algo
mareado. Llegué a la puerta en lo que me pareció una eternidad y abrí fingiendo
estar bien por las dudas sea papá aunque me extrañaba que golpee en vez de
entrar, pero no era papá, era la tía Mile. Había aprendido a tocar la puerta a
pesar de tener llave porque a diferencia de mi papá que se bañaba y se vestía
en el baño, yo salía en toalla y me vestía sobre la cama y al no tener paredes
un día ella entró y me encontró con mi traje de Adán haciéndonos pasar una
vergüenza horrible a los dos porque yo ya tenía doce y hacía mucho tiempo que
ella no vivía con nosotros y más aún que no me veía en cueros. Ella entró cargada
de bolsas y como siempre empezó a hablar sin detenerse para tomar aire al
menos. Papá y yo solíamos contar cuantas palabras podía pronunciar sin hacer
una pausa aunque casi siempre terminábamos por perder la cuenta.
- Hola Jhonny MUAK – me lanzo un beso en el aire mientras ponía su compra sobre la mesa – me llamó tu papá, el camión que tenían que cargar se retrasó por un accidente en la ruta y acordaron quedarse para hacer el trabajo, así el chofer no tiene que esperar hasta mañana para partir, el pobre hombre estuvo varado en la ruta por una hora y para el colmo recién salía de una protesta que lo freno dos ciudades atrás así que les pidió que por favor lo esperen. Y ya sabes cómo es tu papá que no sabe decir que no y se quedó con el gordito ese que usa patillas para esperar al camionero. Me pidió que venga a avisarte y a ver qué comas. Me dijo que dejo milanesas y que… ¿no hiciste el puré?, no importa, menos mal traje arroz cocinado porque se me fue la mano con las porciones. Jajaja MUACK
Entro
hablando y me dejó en la puerta con la sensación del beso que me dio en la
mejilla y luego se paseo por la casa desenvolviendo el paquete con arroz en una
cazuela blanca y puso la plancha para calentar las milanesas sin aceite como me
enseño papá y después dio vueltas por todos lados mientras hablaba y recogía el
poco desorden que teníamos en casa.
Mila
era otro motivo por el cual no podía creer que lo que me dijo ese hombre sea
verdad. Mi papá era un hombre bueno que ayudo a su hermana a estudiar en la
universidad mientras trabajaba para mantenernos a ambos. Mila me llevaba apenas
doce años así que era una niña cuando yo nací. No había entendido hasta ese día
porque mi papá se hacía cargo de ella cuando mi abuelo estaba vivo y tenía un
muy buen pasar económico.
- Vine a las apuradas mi amor así que mejor comes y te pones con las tareas así no hacemos renegar a tu papá – Me dijo cuando se dio cuenta de que no me había movido del lado de la puerta. Mientras yo pensaba ella seguía hablando pero no sé que habrá dicho porque jamás llegue aprestarle atención, estaba en otro mundo… mi mundo
- Ya voy – respondí dejando el repasador con sangre en la pileta para lavarlo luego y fue entonces que ella reparo en mi semblante y en mi dedo
- ¿Qué te pasó? – me pregunto alarmada y yo le explique lo que había pasado mostrándole que no era nada grave, pero ella siempre supo leer mi mirada y se dio cuenta de que algo más sucedía – no es solo es, algo más te pasa – sentencio convencida y yo negué con la cabeza sin convérsela – ¿qué te pasa chiquilín? – y uso ese apelativo de mi infancia acariciando mi mejilla para que confíe en ella – te peleaste con tu papá? – no sé porqué la pregunta me hizo llorar o tal vez fue su abrazo, la cuestión es que pensé que si seguía así me secaría de tanto llorar y mi pecho seguía cargado. Entonces hablé. Trate de liberar en algo mi conciencia sin importar si mi tía entendería de mis palabras
- Hice algo que él me prohibió – solté y ella esperó paciente a que le dijera que era eso que había hecho y yo pensé en decirle que había ido a la casa prohibida para medir su reacción y de paso obtener respuestas, después de todo por su edad ella podía confirmar o desmentir a ese viejo maldito, pero no fui capaz de seguir. Y cuando me preguntó que había hecho solo negué con la cabeza, tenía miedo de que todo sea verdad
- Ven vamos a sentarnos – me dijo y me llevo al sofá, yo la seguí como si fuera un muñeco sin darme cuenta de lo que iba a hacer hasta que fue tarde
- HAAAA AGGGG aaaggg – grité y cerré los ojos con fuerza mientras apretaba los dientes para aguantar el dolor. Sentarme revivió con fuego las marcas que de seguro tenía y despertó el ardor que se había convertido en una molestia sorda
- ¿QUÉ PASA? – Se alarmó Mila sin entender durante los primeros segundos. pero después supo que pasaba – quiero ver – me dijo agarrándome del brazo – quiero ver qué fue lo que te hizo – exigió y como yo seguía negando con la cabeza mientras me frotaba la pierna, incapaz de tocarme la piel lacerada, ella empezó a forcejear conmigo para bajarme el pantalón
Yo
tenía trece años y aunque ella tenía veinticinco éramos de la misma estatura,
además ella era delgada y yo aunque también era delgado, era un bruto que se
había pegado un estirón y no media la fuerza y en mi lucha por conservar la
ropa y la dignidad la golpee en la cara haciéndola gritar. Me quedé estático,
me asuste tanto que no pude ni siquiera preguntarle si se había lastimado y
ella aprovecho mi pánico para inclinarme sobre el brazo del sofá y bajarme el
pantalón. No necesito ver mucho para horrorizarse, yo no me había visto ni me
vi después, pero sabía que debía estar horrible si apenas se veía la mitad de
doloroso de lo que era. De todas formas no hacía falta bajarme el pantalón
porque la espalda la tenía igual.
- ¡AAAHH! – no gritó, fue más bien una expresión de horror y se tapó la boca antes de terminar de decir – hijo de puta – y se quedó en silencio casi un minuto – ¡vámonos! – ordenó y empezó a tirar de mí, pensé que iba a acusarme con mi papá pero luego entendí que ella creía que él me había golpeado y me trataba de alejar de papá – ¡no puedo creer que te haya hecho esto! – me dijo enojada – no entiendo cómo mi hermano fue capaz, justo ¡ÉL! – y se puso a llorar a la par conmigo, cuando vio que no me podía arrastrar fuera de la casa
Con
esas palabras entendí que estaba culpando a papá, entonces intente aclarar las
cosas, pero ella estaba muy nerviosa para escuchar y yo muy asustado para
hablar bien.
- Mi papá no es así – le dije – esto fue mi culpa por favor no le digas nada – le rogué y ella creyó que yo lo estaba justificando y yo creí que me había entendido
- No hay nada que justifique este maltrato – me dijo dolida mientras me abrasaba y yo trataba de hacerme pequeño para que ella pudiera protegerme
- Lo seeé, yo intente defenderme pero es más fuerte – le confesé reviviendo el terror que había sentido horas atrás, entonces el miedo me invadió de nuevo y no pude hacer más que temblar, pensando en lo iluso que había sido al volver a esa casa y después en pensar que era algo que podía meter bajo la alfombra y seguir como si nada
Mila
me estaba mojando la cara y guiándome para respirar cuando papá entro por la
puerta, chocando con el cuadro patético que seguro dibuje en brazos de mi tía.
- ¡¿Qué le pasa?! – gritó alarmado al verme en ese estado, se acercó hasta nosotros casi corriendo y yo pensé que por fin podía sacarme ese peso de encima, pero Mila se adelantó empujando a papá que trastabillo al no estar preparado
- ¡Eso te pregunto yo!... ¡Pedazo de mierda! – grito y fue la primera vez que escuche una mala palabra de su boca
- ¿Qué mierda te pasa? – respondió papá siguiendo con las palabras malsonantes – ¿qué le hiciste? – pregunto queriendo ir hasta donde me encontraba. Yo comenzaba a marearme de nuevo y no podía moverme del lugar, sentía las manos y la cara entumidas y no me salían palabras para pedirles que no se peleen
- ¿Qué le hice yo?... Pedazo de infeliz, lo magullaste entero y me preguntas que le hice yo? – gritó mi tía y parecía que quería arrancarle los ojos a mi papá – ¡¿cómo pudiste?!
- ¡Yo no lo magulle! – respondió enojado mi papá sujetando las muñecas de la tía que estaba prácticamente sobre mi papá y logro alejarla un poco. La escena era tan violenta que las piernas se me acalambraban de los nervios y el miedo. Jamás los había visto pelear así y nunca más se repitió – le di unas nalgadas hace unos días, no estuvo bien pero si supieras porque fue lo entenderías
- NOOO… NO HAY NADA QUE JUSTIFIQUE ESTO – volvió a gritar Mila poniéndose entre mi papá y yo cuando el intentó rodear la mesa para acercarse – ESAS NO SON NALGADAS! ALGO TUVISTE QUE USAR PARA DEJARLE ESAS MARCAS… ¡HIJO DE PUTA! – repitió sin darse cuenta que su madre también era la suya, entonces la cara de mi papá paso del enojo al espanto y se puso blanco
- ¿Cómo?... ¿qué marcas? – preguntó en shok pero Mila lo tomo como hipocresía o un intento de mentira y cuando él intentó acercarse de nuevo ella lo abofeteo
- ME LO VOY A LLEVAR Y NO LE VAS A VOLVER A VER UN PELO – y fue cuando sentí como si un resorte me hiciera saltar y me metí al medio de Mila y papá, yo no quería separarme de mi padre
- NOOO PAPÁ – grité y lo abracé enterrando mi cara en su pecho – NO DEJES QUE ME LLEVE – le pedí y me puse a llorar otra vez, o tal vez no había parado de llorar en ningún momento y no se si fue eso o que sucedió, pero mi tía dejo de gritar y de jalarme, como si me diera la oportunidad de explicar
- ¿Qué pasó? – preguntó de nuevo, papá no entendía nada – ¿qué te pasó? hijo – me preguntó directamente y respondí buscando refugio en él, sin importarme si él se enojaba conmigo, necesitaba sus brazos, y sobre todo que me dijera que todo era mentira, que él no era capaz de mentirme
- Fui a la casa... volví... fui a la casa del abuelo…
... creo que mis suposiciones cambiaron, en fin a seguir leyendo para entender :)
ResponderEliminarMuy buen capitulo, pero quisiera saber mas :)
¡Chayyy! me las pagarás como lo dejas así y que le hizo ese pedazo de monstruo ...no tardó porfa
ResponderEliminarUn besote
Wow me encanta! Esta historia promete mucho pero me dejaste con mas dudas, que fue lo que le hizo y que le dijo el abuelo al peque para que termine en ese estado.
ResponderEliminarErina
Yo dejo mi comentario recien, Chanita estoy muuuuy curiosa y espero que pronto aclares mis dudas, quiero saber que paso con el abuelo y el padre del niño y porque le pego a Jhonny
ResponderEliminarMarambra
Gracias por los comentarios y para su tranquilidad sepan que esta historia no va a quedar a medias porque hoy la termine. Solo edito unos detalles de tipeo y ortografía pera enviar. Grscias a los que se engancharon de nuevo con algo que escribí. Es un lujo para mi tener gente que lea lo que disfruto al escribir.
ResponderEliminarEsa es una muy buena noticia Chany, porque de verdad esta de lujo, pero tanta tensión me tiene apretando el estómago, me encanto...
EliminarImagino que el jueves tendremos el final en las manos, jjajaj
Pero eso no te exime de tus responsabilidades con Nacho (jajajjaj) perdoooon, pero tenia ganas de decirte eso, jajaj
Seré paciente lo prometo, se que estas ocupada, pero es que hay que decir la verdad, una vez que te enganchaste, se vio el lujo de escritora que eres.
Ginebra
Creo que se está publicando sólo los lunes esta historia y todavía falta para el final. Yo ya lo escribí pero como somos malvadas marambra y yo lo dosificamos para que dure jeje
EliminarJoder él abuelo es un hijo de la china.... Ok no diré groserías, intentaré aguantarme grrr
ResponderEliminarEl abuelo lo lastimó u.u
ResponderEliminarEsta muy interesante así que voy a seguir leyendo!!!
jajajaja siiii estoy de acuerdo con que se extraña a Nacho!!
Joder...definitivamente lo dejaste en la mejor parte, no se vale correre leyendo el dia de hoy para saber en que va
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