martes, 5 de septiembre de 2017

Dear... ¿Daddy?, Regalo de Cumple: Para Chany ; Autora Marambra

“Dear… ¿Daddy?”
一一一一一一一一一一一一一一一
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 5 de Septiembre del 2017.
Etiqueta: A/a (adulto mayor, adulto joven)
Advertencia: Spank homo
一一一一一一一一一一一一一一一
Capitulo especial 2
Regalo de cumpleaños
Autora: Marambra

  • ¡AHORA METETE A LA CAMA! – ordeno Lautaro muy enojado todavía con el rebenque en la mano, esa maldita cosa una vez más había sido soltada de su clavo para sentar presencia en la piel de Gilber, pero esta vez no fue solo un solitario rebencazo como  las previas oportunidades, ¡no señor!, esta vez se llevo la paliza entera con aquello… Lautaro le había dado cinco inolvidables en el trasero antes de mandarlo a la cama con el culo pila, como si fuera un niño pequeño
  • Daaaadyyyyy please – gimoteo con los ojos anegados de lágrimas y abiertos como platos, no quería que Lautaro se vaya así sin oír su versión de los hechos
  • ¡CORTÁLA GILBERT! CORTÁLA... sha he oído suficiente – le corto ya no más sin moverse de la puerta, bueno había oído a todos menos a Gilber, es que considerando lo que paso no tenía derecho a opinar según él – además tengo que llamar a Ethan y preguntarle a qué hora podés ir a su hotel para que te disculpés como es debido y como espero que hagás – advirtió y Gilber se avergonzó
  • Nouuu, no le llames por favooor – rogo, tratando de interponerse entre él y la puerta
  • Hacete a un lado Gilbert, sha hemos hablado… ¡ve! a la cama mejor – advirtió sin gritar, se notaba que Gilber había pasado una noche de pesadilla y su llegada a casa no fue mejor, a si que quería que duerma y hablar luego – ve a dormir, por favor – agrego
  • Pero no quiero que le llames Lautaro, te lo ruego no le llaaames – definitivamente Gilbert esta vez perdió las formas
  • No, Gilbert, ahora mismo no tenés ni voz ni voto en esto, así que  sho no voy a discutir contigo sobre mis decisiones, tu solo acatás  lo que sho disponga y pare de contar – respondió decidido, si su muñeco estaba pensando que con solo la paliza era suficiente estaba arando en el desierto, él iba a llevarlo al hotel o traer a casa al doctor Van Lauder para presentar sus disculpas y más le valía que sea una sincera disculpa, porque si iba a revivir el bochorno de hace un momento, lo iba a sonar de lo lindo sin importarle una mierda que ya lo haya calado, solo que Gilbert estaba en otro tren, el tren del capricho y la vergüenza y no iba a permitir que Lautaro por muy churro que este lo maneje de esa manera, antes muerto, pero se equivoco, Lautaro no lo iba a matar, le iba a dar una buena zurra
  • PERO NO SEAS PUES ¡BOLUDO! YO NO…– y eso fue todo, nunca antes Gilbert había faltado al respeto a Lautaro de manera verbal como lo estaba haciendo ahora mismo, y claro Lautaro no iba a discutir nada más con él, menos en ese estado
  • He dicho ¡A LA CAMA! zass zaass ZZASS – sonó el rebenque una vez más en el trasero
  • BUAAAAA – y una vez más grito Gilbert dando un brinco hacia atrás y esta vez sí corrió como pudo a la cama a riesgo de caerse de cara por tener el pantalón y la ropa interior enredados en los pies como una ironía a su valentía, pero todo sea por evitar una nueva tunda y menos de nuevo con aquella cosa y se tiro a la cama preguntándose, ¿cómo fue tan estúpido para hablarle así de esa manera a Lautaro, si aun tenía esa horrible cosa en la mano?, ¿qué era suicida acaso?

Y se subió la ropa como pudo y se tiro sobre el lecho no solo a llorar en voz baja sino a dormir, estaba muy cansado y la verdad el cuerpo le dolía horrores no solo por la paliza que acababa de darle Lautaro sino por pasar la noche en vela en el piso de la carceleta en la que amaneció y todo por culpa de Ethan Van Lauder que no entendió que lo ocurrido en el hotel no era un secuestro sino un intento desesperado de Lucio para que le haga caso y se fije en él, obviamente cuando paso no parecía una mal plan, pero ahora con el culo caliente de la paliza y las neuronas en su lugar se daba cuenta de lo que hicieron y no le quedo más que reconocer que lo que hizo fue una total estupidez y tenía que agradecer el hecho de que Ethan haya retirado los cargos cuando Lautaro se presento en la comisaria dando la cara por él… una vergüenza total.
Por su parte Lautaro había bajado a su oficina a guardar el rebenque lo más lejos posible de sus manos, es más se planteo la idea de regalárselo a alguien, pero por otro lado decidió que mejor lo colgaba ya no en la sala sino en el dormitorio principal que compartía con Gilbert justo frente a la cama para que el chiquillo cada que lo vea se piense mejor la próxima vez que Lucio lo convenza de seguir con sus locuras, a estas alturas  ya no le preocupaban los celos, sino ese enojo que los padres experimentan cuando sus hijos tienen cerca un amigo que significa problemas y ulceras gástricas; con ese pensamiento en la cabeza hizo una cosa impensable, cogió el teléfono de Lucio y con el mismo aparato le saco una foto al rebenque, hurgo los botones logrando dar la con la clave del muchacho y lo puso como fondo de identificación de su Waths app, a ver si con eso cada que le llame a Gilbert, este se lo piense mejor al ver el rebenque como icono de identificación de Lucio, después de eso marco el numero de Ethan con cierta aprehensión, y era dable, para ambos fue una sorpresa encontrase en la comisaria bajo el mismo caso.

  • Si, buenos días – contesto la voz soñolienta de Tano al otro lado del teléfono, paso una horrible noche en la comisaria y no por ser acusado sino para denunciar un caso de secuestro
  • ¿Ethan? – murmuro Lautaro, ambos se conocían de sus años de universidad en Boston aunque no estudiaron la misma carrera, se habían separado cuando Tano se recibió y se reencontraron cuando Lautaro se enfermo y la presión se disparo por estrés en un viaje de negocios a Bolivia siendo Tano quien lo atendió de emergencias, en aquella oportunidad retomaron su amistad y ocasionalmente se reencontraban en vacaciones, como ahora – te habla el negro… Lautaro – dijo afligido – ¡che!... quería se suspendás tu viaje a Granada y te vengás a casa, tu  y  tu flaca a pasar tus vacaciones aquí en vez del hotel donde estas, en parte para recordar los viejos tiempos y segundo para resarcir el daño que causo Gilbert y que este tenga la oportunidad de disculparse contigo  por lo de anoche – le explico y Ethan se incorporo del lecho que compartía ahora mismo con Yanina a quien lo ocurrido le causo un ataque de risa, después de pasado el susto claro
  • Hola Lautaro, tranquilo – bostezo Ethan semisentado en la cama – no es necesario, me basta con lo que…
  • No no no no no – corto de inmediato Lautaro – insisto, tú y tu flaca se tienen que venir a mi casa, no puedo dejar que se vayan a otro lado con tan mala impresión y me den la oportunidad de compensarles el mal trago y darle a Gilbert la oportunidad de hacer lo correcto – les explico mientras Tano y Yanina oían al escandaloso de Lautaro a través del altavoz, dándose cuenta que aquello era importante para el pobre hombresho estoy muy avergonzado con lo que paso, se me cae la cara de vergüenza… que la cara no más ¡el apeshido entero!, vos no sabés lo mortificado que estoy – le decía atormentando por teléfono, tratando de justificarse – yyyy que se sho lo qué carajos pasa por la cabeza de este pelotudo, pero una cosa sí es segura, cuando la caga, la caga a lo grande, pero hoy definitivamente me rompió los huevos y no solo me hincho las pelotas y él se fue de jeta a la concha de su madre, tanto que le rompí el orto con el talero que me dio mi viejo de recuerdo – le explico
  • ¿Cómo? – pregunto Tano sin entender, es que Lautaro hablaba a mil por hora – no entendí nada
  • Que le di una paliza al llegar a casa y ahora está con el culo pila y rojo – y Tano frunció el ceño porque aun no captada del todo aquella verborragia gaucha, pero más por qué Lautaro le haya dado una paliza al chiquillo que resulto ser su pareja y no su hijo como creyó en un inicio cuando lo conoció – que le saque la mierda con el rebenque que tengo de adorno en mi pared, pero si el muy gil se está imaginando que con eso estoy servido, ya va cagando mangos en el patio, porque lo que es sho, no me voy a conformar con menos que una disculpa como se debe a ti y a tu mina por el fiasco de anoche en la terraza… así que ¿a qué hora te venís? – y listo, esito fue todo, Lautaro decidió por Tano y Yanina el resto de sus vacaciones, a Yanina le encanto la idea y Tano resolvió que ¿por qué no?, total Lautaro era un gran hombre y buen amigo
  • Bueno a tanta insistencia, ¿después de almuerzo te parece bien? – le pregunto pidiéndole a Yanina una lapicera y papel – dame tu dirección y nos vemos en horas de la tarde, te voy a dar una llamada cuando salgamos del hotel
  • Mejor te venís antes para morfar entre amigos – contesto Lautaro mirando la hora – es más… alistá tus pilchas sobre la marcha, bancá tu cuenta con el hotel que sho paso por ti en hora y  media…

Tras eso se despidió sin dar tiempo a replicar a Ethan ni a Yanina, que decidieron que mejor hacían caso, total eran las once de la mañana ya; por su parte Lautaro tras dar una mirada rápida a la despensa y ver que no le quedaba casi nada decidió que recogería a Tano y su mujer del hotel y se irían a almorzar a un lugar neutro para que Gilbert se sienta más cómodo y fluya la disculpa sin presionar, porque conociéndose como era él mismo, si esto ocurría en la casa y la disculpa de su muñeco tardaba demasiado o no era de su agrado, quien sabe no iba a aguantarse y le daba un jalón de orejas delante de su amigo.
Y pensando en eso se fue al dormitorio que compartía con Gilbert para advertirle que estaban saliendo ya no más a recoger a Ethan y su novia al hotel y lo que esperaba que hiciera, así que mejor se apuraban; pero ver a Gilbert boca abajo sobre la cama y con un rio de lágrimas en la almohada y los ojos hinchados como focos decidió que mejor le dejaba que descanse un poco, dejarle una nota escrita y que lo espere listo para ir a almorzar a su regreso, a ese paso tendría que recoger a Tano, poner el pretexto de dejar las maletas en casa y recoger a su muñeco para salir a alguna terraza de esas para disfrutar de una buena paella.
Ya estaba por darse la vuelta cuando Gilbert se giro destapándose la espalda y el trasero, se había quitado toda la ropa como era su costumbre para dormir y Lautaro se mordió el labio por dos cosas, el deseo de asaltarlo y hacerle el amor pero sobre todo tentado de buscar en el baño un ungüento para los moretones, es que Gilbert tenía una sola marca que se estaba pintando de morado en el pliegue donde desgraciadamente habían caído los tres últimos rebencazos cuando lo mando a la cama a raíz del insulto que le dio el muchacho; al parecer de le fue la mano y con ese pensamiento deslizo un poco más la sábana para ver su obra en pantalla, el resto del trasero del muchacho estaba muy rojo con algunos rectángulos más oscuros que otros, pero ese del pliegue era el único que estaba seguro duraría unos cuantos días pintado en la piel, en eso Gilbert estiro la pierna causándose dolor lo que hizo que frunza el ceño dormido como estaba y vuelva encogerse mientras se quejaba lo que empujo a Lautaro a buscar aquel ungüento que guardaba en el botiquín y ponérselo haciendo despertar a Gilbert.

  • ¡Quieto! – le ordeno – te pongo esto y te vestís sha no más, que vamos a salir en una hora – le explico y Gilbert se quedo callado sin moverse sintiendo los dedos suaves de Lautaro frotar aquella cosa fría y pegajosa que olía a alcohol alcanforado sobre su trasero, sobre todo a nivel del pliegue, cerrando los ojos para que no vea las ganas de llorar que de nuevo le acudía, se sentía tan mal por lo que había sucedido que no tenía como hablar al respecto, así que prefirió callarse

¿Cuánto tiempo paso?, ¿segundos, minutos?... ¿horas?, parecía que una eternidad para ambos envueltos en el silencio, cada uno sumido en sus pensamientos, Gilbert con la idea de que Lautaro se estaban empezando a cansar de él y Lautaro con la idea de que había sido un bruto con el muchacho, ¡ya!… era un adulto, tenía 20 años pero aun así era un crío respecto a él, y se quedo pensando en eso, en que muchas veces incluso hoy en la comisaria Yanina había pensando que Gilbert era su hijo lo mismo que los policías y comparando el grosos de sus propias piernas bien entrenadas respecto a las flacas de Gilbert se daba cuenta de una cosa que ahora mismo resaltaba en perspectiva, él era mucho más corpulento y grande que el mocoso al que estaba frotando un ungüento anti moretones en el culo y que no había tomado aquello en cuenta a la hora de castigarlo al llegar a casa, lo había sonado fuerte en base a su edad, no a su constitución y al parecer lo había lastimado un poco... nada que un macho de su constitución no aguantara claro, solo que Gilbert era más bien un poco más delicado.
Pero por otra parte pensaba en el tamaño de la cagada en que se metió Gilbert y de lo que ahora mismo hubiera ocurrido de no ser por Pablo, un ex de Lautaro y que daba la casualidad era subinspector en una de las comisarias de los Mossos d`Esquadra a donde fue a parar Gilbert y Lucio cuando Yanina denuncio el rapto de Ethan… vaya fiasco que se mandaron los dos mocosos y que menos mal conocía a Gilbert y accedió oír las explicaciones del caso y llamar a Lautaro antes de que los pongan a disposición judicial, a estas horas estaría bajo custodia policial hasta el lunes.
Cuando Lautaro se entero casi le estalla la úlcera gástrica que empezó a nacer cuando Gilbert había resuelto desobedecerle respecto a Lucio; habían discutido en un momento de su relación cuando Lautaro creyó que Lucio era el agarrón escondido de Gilbert y éste tras el malentendido y todo lo demás le dejo en claro a Lautaro que no iba a cortar la amistad que tenia con ese muchacho solo porque a él no le gustaba, fue ahí que Lautaro empezó a dejar los celos de lado y preocuparse más bien porque Gilbert no se metas en problemas por las desatinadas acciones del otro mocoso; pero esta vez se habían pasado de la raya ambos; y saber que Ethan estaba metido en el embrollo solo podía significar una cosa: Lucio y sus locas ideas.
Claro que Lautaro sabia que Lucio andaba tras los pasos de Ethan, lo había conocido de vista pero no había tratado con él justo en su casa hace unos meses atrás, en una cena a la cual Lautaro lo invito cuando Tano llego a la ciudad a raíz de un congreso de cardiocirujanos y que coincidió a los pocos días con la fiesta sorpresa que Gilbert y sus amigos querían dar a una amiga en común que también conocía Tano, ya aquel entonces el pseudo adulto de Lucio ya se había encaprichado con el médico y le importo un rábano que fuera hetero y planeo un encontrón con él en la dichosa fiesta, al final Tano se había disculpado y no asistió al evento dejando a Lucio alborotado y almidonado, Lucio juro que a la menor oportunidad se saldría con la suya  y cuando supo que iba a venir de vacaciones a Barcelona por un mes decidió que ese mes iba a dedicarlo en cuerpo y alma en lograr que el médico se fije en él después de su frustrado intento de seducirlo meses atrás.
Así que cuando Gilbert estuvo al tanto de la llegada de Ethan a Barcelona tras oír una conversación que mantuvieron Lautaro y Tano, calientito se lo fue a contar a Lucio, quien se tomo a pecho montar la tarea de vigilar de los pasos de Tano hasta hacerse una idea de su rutina, claro que eso era imposible porque Tano no tenía una agenda escrita y salían con Yanina el rato menos pensado debido a su embarazo; ahora… ninguno de los dos pensó en eso, ni Gilbert ni Lucio tomaron en cuenta a Yanina, pera ellos era un pequeño detalle en el camino; así que cuando tuvieron la oportunidad de abordar a Tano cuando por fin lo vieron solo en una terraza a pocos pasos del hotel donde se alojaban para cenar, Gilbert le hizo llegar a Tano a través del camarero una nota con un chocolate en forma de corazón que decía que debía subir al carro.

  • ¿Al carro? – murmuro Tano desconfiado
  • ¡OH! por favor no desconfié señor, es una empresa seria que hacen regalos sorpresa y dan un paseo turístico a nombre de alguna persona ligada a usted, y debo decirle que efectivamente han contratado sus servicios ayer – y eso confundió totalmente a Tano por una razón, Yanina y él iban a cenar con bastante frecuencia a esa Terraza porque preparaban verduras y carne a la plancha que casi era lo único que podía comer Yanina debido a su alergia y su embarazo, estaban ya cinco días en Barcelona y estaban planeando ir al día siguiente a Granada, hasta ahora no se habían visto con Lautaro porque éste por fuerza mayor tuvo que viajar a Lisboa volviendo recién esa misma mañana, por lo que Ethan desecho la idea de quedarse en casa de Lautaro mientras no estuviera su anfitrión, así que pospusieron su encuentro para dentro de una semana más a raíz del viaje a Granada – apuesto a que lo monto su esposa – agrego el camarero con una sincera sonrisa, el joven los había atendido desde que dieran con el local a su llegada

Y con eso pues, Ethan no desconfió se monto a la movilidad pensando que adentro estaría Yanina y que su salida a caminar sola viendo tiendas de ropa, sola mientras el descansaba tenía mucho que ver con esta supuesta sorpresa, solo que cuando abrió la puerta y vio a Lucio en un diminuto tanga ALTER Ring String Galaxy Negro que no dejaba nada a la imaginación lo primero que hizo fue desviar su mirada de la pelvis del muchacho que se notaba a leguas depilado, segundo se disculpo creyendo que se equivocaron al entregar la nota y tercero quiso bajar de la movilidad, pero cuando Lucio se abalanzo sobre él mordiéndole la boca en un beso espectacular Tano empujo al joven tras reaccionar queriendo huir y volver a la mesa donde tenía que encontrarse con su novia, pero Lucio lo agarro de la mano jalándolo hacia adentro pidiendo ayuda de su compinche y Gilbert empujo a Tano adentro tras golpearle la cabeza sin querer y todo el mundo empezó a gritar SECUESTRO.
Justo a vista y paciencia de Yanina que empezó a gritar como una loca desquiciada y la gente llamo a los Mossos d`Esquadra y se monto una carrera a toda velocidad sobre el Passeig de Gracia, cosa que no hizo gracia a nadie, finalmente la cordura hizo click en la cabeza de Gilbert y freno, entregándose a la policía con las manos en alto gritando que era una broma, Ethan con el estrés a full y preocupado por Yanina explico a grandes rasgos lo que había sucedido y quería volver cuando antes al hotel, pero obviamente no le dejaron porque tenía que sentar denuncia y los llevaron a todos a la comisaría más cercana, menos mal la policía llevo a Yanina hasta el puesto policial que tenia a los detenidos; fue cuando Pablo, el ex de Lautaro reconoció a Gilbert y movió la cabeza y decidió interrogar a los dos muchachos por separado y oír su versión antes de tomar acciones, además bastaba ver al pobre de Lucio llorar asustado de la situación y de lo que diría y haría Mariano con quien recién había regresado, el hombre lo quería a ley y  le daba libertad en muchas áreas incluida la sexual por su problema médico de erección, pero en el trato entraba el hecho del permiso de antemano y si se faltaba a esa regla Lucio podía irse olvidando de sentarse cómodo una larga temporada como de fiestas y reuniones y lo llevaba castigado a su oficina a trabajar.
Cuando los dos jóvenes contaron la misma historia por separado y concuaso con lo que dijo Ethan, Pablo llamo a Lautaro para que venga a pagar la fianza y se pueda llevar a Gilbert a casa, desgraciadamente Lautaro estaba aun en Lisboa y no había vuelo disponible hasta las 8 de la mañana; teniendo que ir con las maletas en la mano directo a la comisaria sobre las 9 de la mañana misma hora en la que citaron a Ethan para comparecer y ver si retiraba su denuncia o seguían adelante con el proceso. Menos mal, Ethan entendió a la perfección lo sucedido y en vista de quienes se trataban desestimo la denuncia y se despidió de Lautaro con la promesa de verse la próxima semana.
Aquello tranquilizo en gran parte claro esta a Gilbert lo mismo que Lucio, pero Gilbert sabía perfectamente que no iba a librarse tan fácilmente de Lautaro, sabía que estaba más que enojado bravo como él solo, y no era porque tuviera que pagar doble multa la suya y la Lucio, o que haya hecho una locura, sino que haya preferido quedarse en casa y no acompañarlo de viaje solo por ayudar a Lucio en seguir adelante con esa estupidez.

  • Subí – le ordeno Lautaro a Gilbert apenas freno la movilidad en el garaje, cuando por fin dejaron a Lucio en la puerta de su casa, Lautaro tuvo que llamar a Mariano para darle la buena nueva pues noche antes el chico se había negado en redondo dar el nombre de sus padres o de Mariano para que vengan a la comisaria, pero Lautaro no se lo iba aponer fácil, había hablado con Mariano sobre lo que hizo Lucio y allá ellos como se entendían  – estoy hablando contigo Gilbert – repitió con aquella peligrosa calma que precede al temporal – subí… nada más
  • Pero es que yo quiero saber
  • ¿Y qué querés saber?, ¡ja!... ¿qué es lo que querés saber? ¡Decíme!… ¿querés saber lo que voy a hacer con vos? – y eso era justo lo que Gilbert quería saber – voy a romperte el culo con el talero – le dijo sin la más mínima emoción y menos remordimiento, asustando a Gilbert que por el tono que uso Lautaro sabía que su marido no estaba jugando –  eso es lo que voy a hacer con vos, te voy a enseñar a joder pero bien jodido  y vamos a ver si con esto se te cura la maña de estar boludeando con ese gil, hijo de puta de Lucio y te comportás a la altura de tus antecedentes – anuncio haciendo que Gilbert sienta un nudo en el estómago – y ahora ¡SUBÍ! QUE NO TE LO VOY A VOLVER A REPETIR – grito

Y Gilbert puso pies en polvorosa y Lautaro no se lo pensó dos veces tampoco, ahora mas que nunca estaba decidido a escarmentar a su muñeco y apenas estaciono entro a la sala y descolgó el rebenque y con eso en la mano subió las escaleras a paso firme con dirección a su dormitorio, había llegado la hora de la verdad.

  • ¡Quitáte la ropa! – le ordeno cerrando la puertas tras de sí mirándolo fijamente, no iba a discutir nada con Gilber, no ahora, ahora iba a calentarle el culo a pulso, pero Gilbert no se movió de donde estaba, permaneció quieto sentado en la cama mientras Lautaro contaba mentalmente hasta diez en la cabeza, no iba a darle más de diez segundos para cumplir su orden, diez segundos que sirvieron también para que él evalúe a cabalidad la traza de Gilbert, que ahí donde estaba sentado con la ropa arrugada y sucia, vistiendo un polo de manga corta blanca y unas bermudas caqui no era precisamente el modelito de la temporada, más bien parecía un crio quinceañero a quien someter no le iba a costar nada, pero dentro suyo prefería realmente que Gilbert obedezca como el adulto que se suponía, era – diez – murmuro al cabo de su conteo y empezó a acercarse a su mocoso y Gilbert se paro como un rayo rebotado de la cama empezando a retroceder y jalar la mano tras suyo para liberarse de Lautaro cuando este le cogió de la muñeca con una fuerza y torpeza nunca antes experimentada, Lautaro realmente estaba cabreado
  • Lautaro por favor, deja que te explique – le pidió cuando Lautaro lo hizo parar de un solo tirón
  • NO, las explicaciones sobran ¿sabés vos?... ¡sobrán! – agrego y de un jalón en la cinturilla de los pantalones voló el botón de las bermudas haciendo que Gilbert se arrepienta de no haberse puesto cinturón e inmediatamente después, los pantalones cayeron al suelo
  • NOOO LAUTARO, POR FAVOR – grito cuando vio que Lautaro cogía el mango del rebenque en la diestra, no se había fijado que hasta ese momento solo colgaba del lazo envuelto en su muñeca – DEJA QUE TE EXPLIQUE, DEJA QUE TE CUENTE LO QUE PASOOO – repetía mientras Lautaro apretó sus muñecas y lo suspendió en el aire, ventajas de su gran altura respecto a Gilbert y luego de eso calco el rebenque con toda la fuerza que podía, cinco veces nada más, no hacía falta ser un bruto
  • NO… ¿ME ENTENDÉS? NO QUIERO SABER NADA – advirtió Lautaro rozando las ganas de volcarlo boca abajo y calentarle el culo antes de usar el rebenque, pero había decidido no mezclar nada
  • PERO YO QUIERO CONTARTE LO QUE PASO – insistió Gilber, pero aquello cayó en saco roto, Lautaro no quería saber nada así le levanto el rebenque y calco el primer azote de todos cuando el pantalón cayo a sus pies
  • NO… NO  VAS ZZZASSS – advirtió soltando el primer rebencazo de todos en medio de las nalgas, dejando pintado un rectángulo bastante rojo y esponjoso en la piel
  • BUAAAAAAAA – chillo Gilbert anegando los ojos de llanto sin poder creer la cruda que estaba viviendo ese momento, los azotes que le había dado Lautaro en el pasado con esa cosa no eran nada comparado con lo de ahora, realmente la había cagado como solía decir su gauchito cuando estaba enojado
  • A VOLVER ZZZASSS – y un nuevo cimbronazo le cruzo el trasero un poco más abajo del previo dibujando igual marca y consiguiente igual reacción, que Gilbert se encoja tratando de huir, cosa imposible teniendo las manos suspendidas hacia arriba – A HACER BOLUDECES ZZZASSS
  • AUUU AUUU YAAAA LAUTARO YAAAA
  • CUANDO ZZZASSS
  • POR FAVOOOR YA NOOO AAAGGGG – rogo tratando de zafarse a como dé lugar, total no tenía ni idea de cuantos azotes quería darle Lautaro y eso le asustaba sobremanera, no creía que fuera a salir bien parado de esto o aguantar
  • NO ESTOY ZZZASSS  EN CASA – y lo soltó pero no se aparto de él, se quedo parado frente suyo mirando sus reacciones
  • AAAHHHHH – y Gilbert se quedo momentáneamente sin respirar apretando las nalgas como si pudiera esconderlas, fue cuando lo mando a la cama

Y ahora estaban aquí de nuevo en un nuevo escenario.

  • ¿Estás enojado todavía? – murmuro Gilbert, vaya pregunta más idiota se contesto a sí mismo, era un hecho de que Lautaro estaba bravo, es que el silencio al que lo condeno durante todo el trayecto de venida y la paliza que le dio no le gusto ni tantito, prefería los gritos y todas las pachotadas que pueda decir su pareja cuando estaba molesto
  • ¿Tú qué crees? – respondió Lautaro sin dejar de frotar una vez más el ungüento y Gilbert se volvió a quedar callado apretando los labios y mirando el suelo, se sentía pésimo – Gilbert miráme – le pidió haciendo que se tumbe de espalda – ¿tú que creés? – y Gilbert no pudo evitar llenar los ojos de lágrimas, quizás hubiera sido preferible fingir que dormía – no estoy enojado más, estoy preocupado Gilbert – y con eso capto la atención del muchacho que se animo a mirarlo a los ojos pestañando para eliminar todo rastro de humedad en las pupilas – ¿te imaginás si esto hubiese pasado con otro tipo?, ¿alguien que no conozco de nada?, ¿alguien que no quiera aceptar una simple disculpa y peor creer que fue una chorrada de esas de pibe pija caliente? – le reflexiono y Gilbert por primera vez desde que planeara aquella tontería con Lucio pensó en aquello – ahora mismo no estarías aquí con el culo pila y llorando como un mocoso, estarías en la cana con antecedentes que pueden fácilmente joder tu futuro y fundir tus oportunidades, ¿eso querés?, decíme, ¿eso querés?
  • Lo siento, yooo no – murmuro Gilbert compungido y mortalmente avergonzado, sin poder evitar gemir de nuevo pero esta vez de vergüenza y pena, casi seguro que Lautaro esta vez lo pondría patitas en la calle
  • No pensaste en nada de eso como siempre – termino Lautaro mirándolo fijamente, hundiendo al chico con esas simples palabras pero sin darse cuenta – ¡mirá! Gilbert – dijo tras un breve lapso observando a Gilbert encogerse sobre sí mismo, para eso ya se había sentado incómodamente en la cama y se había cubierto el cuerpo hasta casi el cuello, se sentía vulnerable obviamente – no es por joderte, pero creo que tenés que ponerte a pensar y actuar como un adulto, no tenés 15 años pibe, tenés 20, sho a tu edad ya estaba empezando a ganar mi guita – y fue decir eso para Gilbert se largue a llorar esta vez como una catarata y Lautaro se arrepintió de decir eso, la vida de Gilbert no había sido fácil, su padre lo había tirado a la calle prácticamente cuando se entero que era gay, se la paso prácticamente mendigando por largo tiempo
  • Entiendo lo que me quieres decir – dijo Gilbert
  • Gracias a Dios – respondió Lautaro mirando el techo en claro signo de conformidad, cosa que confundió al chico
  • Solo – murmuro relamiéndose los labios – solo dame dos días por favor para buscarme un sitio y llevar mi ropa – le contesto creyendo sinceramente que Lautaro lo iba a echar de su vida y con razón, no hacía nada más que meterse en líos y ni siquiera tenía un empleo ni a tiempo parcial
  • Alto, alto, alto… ¿qué me estás contando pibe?, ¿pensás que te quiero fuera de mi vida? – le pregunto buscando sus ojos y obligándolo a mirarlo, pero Gilbert se achico en sí mismo sin dejar de hacer rodar lagrimas y mocos por su cara, ¡Dios! se estaba sintiendo una mierda y no podía contestar, él no quería irse del lado de Lautaro, lo amaba y claro Lautaro al verlo y leer el lenguaje corporal se dio cuenta que ahora mismo Gilbert no necesitaba más sermones sino consuelo, total ya lo había cascado de lo lindo – te amo Gilbert – le aseguro abrazando al chico con todas sus fuerzas y en respuesta Gilbert hizo sonar un gemido que estremeció todo – sha, shaaa, basta de llanto ¿he? – le pido secando sus ojos con su pañuelo – a este paso voy a tener que adoptarte en vez de pedirte que te cases conmigo y buscar otro tipo grande como sho para cuidarte – le dijo y Gilbert casi se atora, ¿había oído bien?
  • ¿Alguien como Pablo? – pregunto tímidamente y por primera vez sintiendo la punzada de los celos pinchar su corazón, había reconocido al poli de unas fotos que Lautaro tenia guardado en su cajón, y sabía que era su ex
  • Si alguien como Pablo, porque Pablo sha está casado – le contesto y ambos se quedaron en silencio, fue cuando Lautaro cogió el rostro de Gilbert entre sus manos y hablo esta vez seriamente – ¿sabés porque me enoje tanto?
  • Porque soy un boludo como dices siempre – contesto Gilbert triste
  • No, así boludo me gustas – agrego pero rápidamente retomo el tema en sus manos – Porque quería llevarte a Portugal, quería ir contigo a la gruta de la Virgen del Lourdes y pedirte con su venia que te casés conmigo, pero en vez de eso, tu preferiste quedarte aquí con Lucio a planear raptar a Ethan, ¡por Dios Santo!... a ¡Ethan!… el tipo mas hetero que el mismísimo Papa y sus encíclicas, pero no importa la gruta de la Virgen o este lecho, total ambos escenarios son igual de buenos para pedirte que te casés conmigo, que seás mi prometido oficial y en un tiempo largo o corto seas mi marido con todas las de la ley
  • ¡LAUTAAAAAARO!

Brinco Gilbert de la cama a su regazo así como estaba desnudo sin importarle el dolor que sentía en el culo y si alguien le hubiese preguntado si la paliza valió la pena, ahora mismo diría que sí, gritando de alegría bajo el cuerpo del hombre que amaba mientras este le hacía el amor salvajemente.

  • ¿Oye? – pregunto minutos después aun tirado de panza en el lecho
  • ¿Mmm? – contesto Lautaro mirando la hora, tenias apenas 20 minutos para ducharse y salir a buscar a Tano
  • ¿Por qué ibas a pedirme que me case contigo en la gruta de una Virgen? – pregunto curioso Gilbert jugando con los vellos que rodeaban el ombligo de su amado
  • Porque soy un hombre religioso, y aunque no haya un solo cura que quiera bendecir mi unión contigo, se que Ella lo hará porque es madre y como madre ama a su hijo y quiere lo mejor para él – respondió con los ojos cerrados disfrutando de los últimos ronroneos de su gato cimarrón, teniendo que salir de la magia cuando tocó la alarma, él había programado la alarma justo para entrar a la ducha y salir a buscar a Ethan al hotel – bueno basta de nostalgias, mejor nos apuramos que vamos a ir a buscar a alguien para ir a almorzar – le dijo
  • ¿A quién? – quiso saber estirándose a su lado
  • A Ethan Van Lauder – agrego y a Gilbert casi se le cae la boca de susto – te vas a portar como el caballerito que sos ¿entendido?, porque Ethan aparte de ser mi amigo es mi médico y quiero hacerle una consulta – le dijo cerrándole la boca con un beso – y vas a disculparte de él y de su señora como es debido – le advirtió y Gilbert no tuvo más opción que aceptar aquella orden

Solo que Gilbert no podía quitarse eso que tenia rondando en la cabeza que nada tenía que ver con la disculpa que tenía que ofrecer, ya había asimilado que tenía que hacerlo le guste o no,  hasta que se animo a formular su pregunta en voz alta cuando ya ambos estaban en la movilidad rumbo a Passeig de Gràcia.

  • Oye… ¿Estás mal de la próstata? – le pregunto Gilbert confundido
  • ¿Cómo? – respondió desviando una fracción de segundos la mirada para mirarlo a la cara
  • Es que dijiste que le harás una consulta y pues yo pense...
  • Ethan es cardiólogo, no es urólogo, además no estoy enfermo, ¿qué te hace pensar eso? – pregunto con curiosidad
  • Es que últimamente estas no solo viejito sino cascarrabias y pensé que te estaba dando la andropausia

Contestó frotándose el trasero y riendo a pierna suelta a su lado, contagiando de su picardía a Lautaro.




Siguiendo con la tradición… Lautaro y Gilbert para ti Chany, un abrazo, feliz cumpleaños amiguita, que todos tus sueños se hayan realidad.
Y un abrazo especial con todo el cariño del mundo para Pablo, un avido lector y especial amigo.

Con cariño:
Marambra





10 comentarios:

  1. Te quedo increíble me gusta mucho esta historia eres una buena escritora puedes escribir de cualquier tema y siempre hacernos pasar un rato agradable pero es una pena que sea solo en el cumpleaños de Chany también quiero hacerle un llamado a Chany
    Querida amiga sabes que te admiro pero quiero pedirte un favor que cumplas los años una vez a la semana por lo menos jjaajjj
    Feliz cumpleaños ya se que lo pasaste bien.
    Otra cosa más metiste en la historia a tu amigo Pablo?

    ResponderEliminar
  2. Esta vez no avisates menos mal que yo leo en la intimidad te buscas unas buenas imágenes me encantan
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Es verdad Terry tendría que cumplir años mas seguido aunque no se si a Guilbert le guste la idea jaja que el pobre aparece para que lo casques nomas. Y ahora ya es todo señorito comprometido!!!
    Me meto leer a Pablo de cana jaja. Seguro era una vida paralela xq la única vez que estuvo en una patrulla fue en el asiento trasero jajajaja. No pudo ser mejor Marambra Muchas muchas gracias.
    Se que me perdí y que estoy en deuda con el blog y con Terry y Mousse por tener estacionado su regalo pero saben que mi vida estuvo de cabeza y eso me dejó poco tiempo pero a pesar de todo me puedo atrasar en leer y escribir pero jamás voy a abandonar el blog que tuve la suerte de ver gestar.
    Gracias por el regalo Marambra y gracias a las chicas del grupo también.

    ResponderEliminar
  4. Chany bien que te gusto, muy interedante la vida de Gilbert, hasta a mi me dolió la paliza que se llevo, ay pero para que hace eso.

    ResponderEliminar
  5. Me rei tanto cuando lei como secuestraron a Ethan, solo de imaginar la cara que puso ja ja ja.
    Esta historia me encanta!!! por favor tienes que actualizarla mas seguido.
    Erina

    ResponderEliminar
  6. Que buen regalo el tuyo Chany, de lujo; hacia mucho que no sabiamos nada de esa pareja y llegan en el momento perfecto.
    Igual me encanta, la tienes que continuar Marambra, una segunda o tercera temporada jajaj.

    Oli

    ResponderEliminar
  7. jajajajaja ah que locura hicieron ese par jajajaja
    Marambra nos tienes que contar como le fue a Lucio porque sólo nos contaste como le fue a Gilbert jajaja
    Que buen regalo te lanzaste amiga!!
    Que bueno que Chany compartió con todas el regalo jejeje

    ResponderEliminar
  8. Ciertooo tenemos que saber cómo le fue a Lucio!!!!

    ResponderEliminar
  9. OH... pedazo de regalo el tuyo Chany.

    Que bueno quedo este capitulo, muy divertido, muy ingenioso y sabroso, tuvo de todo, rapto, intento de seducción, metedura de pata, castigo, llanto compensación y pedida de mano.
    Gilbert no puede decir que Lautaro no lo ama que con cada cosa que se mando, esta ahora de novio.
    Y si, cuéntanos de Lucio que ya desperto curiosidad.

    Ginebra

    ResponderEliminar