Amor sin medidas: Cap. 6; Autora Egly

Amor sin medidas

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Noviembre del 2017

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Capítulo 6

Protocolo forzado

Autora: Egly

Observaba el piso con gran detenimiento hasta eso parecía elegante, caray como había cambiado su vida, Chava se encontraba en su nueva recamara de su nueva casa, se preparaba para dormir, su mente estaba agotada, otro día como esos y terminaría demente, hace dos días solo eran él y mama, ahora perdió a su madre a cambio tiene un padre, dos tíos y dos abuelos.

Cuando Armando lo dejo al cuidado de la nana durante un bien rato logro sentirse cómodo, la nana era una persona humilde y bondadosa, de su padre no supo nada hasta después del mediodía, casi una hora después, cuando regreso lo hizo acompañado de otras dos personas, él sabía quiénes eran, aparecían en muchas fotos de Facebook de Xavier, eran sus abuelos. A primera vista sintió temor, eran imponentes, con mirada dura y tenían en sus ojos una sombra de duda, ellos ya sabían quién era el, se puso de pie del taburete donde se estaba comiendo una enorme copa de helado que la nana le había invitado, se sometió a aquella dura mirada por un largo instante.

• Salvador – por fin su padre se animaba a hablar, se paró atrás de él y le puso las manos sobre los hombros – ellos son mis padres, mi mamá Nicole

Salvador entendió la indirecta, los presento como sus padres y no como sus abuelos, eso significaba que ellos estaban indecisos sobre él, dudaban si decía la verdad al declararse hijo de Armando, o si no creían en que no tuviera con quien más quedarse, o si simplemente no querían ser abuelos, sea cual sea la razón dolía…

• Buenas tardes Salvador – dijo Nicole dándole la mano, no podía despegar la mirada de aquel niño, era hijo de Armando sin lugar a dudas, no pudo encontrar diferencias entre ellos, solo en edad.
• Hola – Chava no había levantado la vista de sus zapatos, tenía miedo, lo estaban evaluando, juzgando, deseo con todas sus fuerzas que la tierra se lo tragara, tomo la mano de Nicole pero no la vio en ningún momento
• Y él es mi padre, Augusto – Armando tampoco estaba cómodo, sentía a Salvador bajo sus manos muy tenso, el chiquillo estaba sufriendo y él no podía hacer nada para ayudarlo
• Hola Salvador – la voz de ese hombre era fuerte, se estremeció cuando la escucho, su padre lo sintió porque apretó sus hombros para tratar de tranquilizarlo, pero fue todo lo contrario, lo estreso puesto que no sabía cómo quería que se comportara,  así que solo estiro la mano y tomo la de aquel hombre, pero no dijo nada
• Bien – continuo Nicole, quien quiso tomar el control de la situación, veía que su hijo estaba a punto de perder los estribos – bienvenido seas Salvador, siéntete como en tu casa – le dijo pero Chava lo sintió como un saludo forzado – Elena le puedes pedir a la cocinera que prepare algo especial para la cena por favor – Elena y Nicole eran amigas, Nicole la trataba como a una hermana a la que le pedía consejo y escuchaba sus opiniones, pero cuando había más personas en la habitación, por petición de Elena, se trataban como patrona – empleada, ya que esta no quería que la tomaran como confianzuda o igualada
• Por supuesto, ¿algo en especial? – la nana dirigió la vista al invitado de honor de aquella ocasión, quería que el niño se sintiera cómodo y que se le borrara aquella carita de tristeza que traía desde que entro en aquella casa, Nicole capto la idea, tenía que mostrar un acto de buena voluntad hacia aquel niño, pero aún no se convencía de todo ante aquella situación, no sabía que pretendía la madre o si era una trampa para casar a su hijo, pero aun así Armando les había pedido que lo ayudaran y para ello tendría que hacer un esfuerzo por ver con buenos ojos a esa criatura que al final de cuentas era el que menos culpas tenia
• ¿Qué te gusta comer Salvador? – vaya fue muy seca, más que invitación sonó a orden – que tal pizza, ¿se te antoja?
• Si, señora gracias – el chico seguía sin dirigirle la mirada, pero bueno no podía pedir más
• Ven Salvador te voy a presentar a mis otros dos hijos – dijo para salir del paso, ella tampoco se sentía cómoda

Al entrar en la sala tanto Nicole como Augusto hicieron una mueca de disgusto, ya que a pesar de que todo estaba en relativa calma les molesto la actitud de sus hijos menores, los dos clavados al teléfono celular sin voltear a ver a nadie y sin intercambiar palabra, pero muy seguramente intercambiando likes a las mismas fotos por el dichoso Facebook, era el colmo.

• Xavier, Lucí, les presento a Salvador – los dos muchachos seguían prendidos al teléfono ignorando el llamado de su madre, algo que Augusto no iba a tolerar, ese par de maleducados requerían una llamada de atención, se acercó a ellos con prisa y sin previo aviso les dio tremendo jalón de patillas
• Auuu pa, ¡que pasa!... porque – reclamo Xavier sobándose con mucha energía, Lucí sintió el jalón pero a decir verdad su padre no le dio fuerte, por ser mujer y la consentida de papá se le toleraban muchas cosas
• Su madre les está hablando – ambos adolescentes voltearon hacia su madre esta tenia de los hombros a un muchacho a quien nunca habían visto
• Hijos les presento a Salvador, él es hijo de Armando, a partir de ahora vivirá con nosotros – ante aquella información Chava volteo a verla con sorpresa, su padre no lo hizo partícipe de sus planes, por lo que no se enteró que también el viviría ahí, sintió temor de que lo abandonara en aquel lugar, con aquella gente que sentía no lo quería

Tanto Xavier como Lucí no reaccionaron a la noticia, no lo entendieron precisamente y dado que no mostraron reacción alguna y ante toda la angustia que Armando venia cargando desde hace muchas horas, pensó que estaban rechazando a Salvador su hijo, se sentió enojado por ello, ya que no podía consentir que esa criatura fuera humillado, por lo que se acercó a su hijo con aire de protector, pero Augusto se di cuenta de la reaccion del mayor y les dio un pequeño empujoncito a sus hijos menores para que reaccionaran, Xavier fue el primero en hacerlo

• Hola, Salvador mucho gusto, yo soy Xavier – le extendió la mano con una sonrisa en la boca, él por naturaleza aceptaba todo lo que se le presentaba, él ya había aceptado a aquel chiquillo
• Hola – contesto en un susurro sin levantar la vista hacia el otro muchacho, estaba a punto de llorar quería volver a casa
• Yo soy Lucí – lo saludo plantándole un beso en la mejilla, algo que sorprendió muchísimo a Salvador no esperaba que alguien lo recibiera con amabilidad a ningún lado que fuera

Durante toda la mañana mientras esperaban la hora de la comida, los chicos estaban en el dormitorio de Xavier, intentaban sacarle información acerca de cuál era la historia que encerraba, pero poco lograban porque el chiquillo contestaba como si le cobraran por cada palabra emitida, durante cerca de hora y media que jugaron con el wii no lograron satisfacer todas las dudas que tenían acerca de su llegada a esa casa, Chava estaba intranquilo.

Armando no había dicho si el también viviría en esa casa, por lo que no sabía que destino le amparaba de ahora en adelante, además él no jugaba, no sabía, nunca había tenido la oportunidad ya que su madre opinaba que ese tipo de juegos eliminaba la posibilidad de ser niños a los niños, porque los enclaustraba frente a una televisión y un control y una vez enganchados no había poder humano que los moviera de ahí, por lo que se sentía aburrido junto aquellos, además le molestaba que quisieran saber más de lo que él mismo sabia de su vida.

Ahora en su nueva recamara de su nueva casa, aun no tenía la certeza de con quién viviría, si con su nueva familia extraña que no lo quería cerca, solo o con su nuevo padre al que tampoco le agradaba; su vida estaba de cabeza, sentado en su nueva cama evaluaba los términos de su situación, su padre solo le había hablado para decirle cuál era su recamara y un hasta mañana.

• Hasta mañana – Armando suspiro por el murmullo dado por respuesta, el chico estaba sobre la cama con la cabeza agachada con ganas de llorar nuevamente, no había logrado romper el tempano de hielo que se formó entre él y el chico. En lugar de avanzar, retrocedía en sus intentos de acercarse a su hijo.

Nicole y Augusto observaron a su hijo mayor descender las escaleras, nunca lo habían visto con esa expresión de derrota, Armando siempre ganaba porque siempre lograba ver el lado positivo de cualquier situación y ahora ese hombre con los ojos rojos de cansancio y frustración que se acercaba a ellos estaba muy lejos de ser un ganador.

Armando se abrazó fuertemente a su madre, era de esos abrazo en el que desesperadamente buscas consuelo, apoyo, fortaleza, y su madre le correspondió lo abrazo dándole todo el amor que como madre podía dar a un hijo que necesitaba de ella.

• No te preocupes hijo pronto se acostumbrara – dijo Nicole medio adivinando lo que pasaba, después de todo el chico no cruzo palabra alguna con su padre en la mesa, así que no encontraba las palabras para consolar a su hijo
• Si veras que sí – dijo Augusto – dale tiempo a que comprenda su nueva vida, cuando te conozca y aprendan a ser padre e hijo será como si lo hubieras criado desde que nació – no eran las palabras más atinadas, pero Armando comprendía que tampoco era una situación cómoda para ellos y que intentaban ayudarlo, por lo que no lo tomo a mal
• Dios te escuche papa, Dios te escuche…..