Carrusel: Cap. 1; Autora Nicole

Carrusel

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 20 de Enero del 2018.

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Capítulo 1

Primer día de clases

Autora: Nicole

Era un lunes resplandeciente por la mañana, los pájaros cantaban anunciando el nuevo día, todos los niños de Sao Paulo-Brasil se dirigían a sus respectivas escuelas, parece que hoy es el primer día de clases en casa de los Rivera, un niño de tez oscura conversaba con sus papás.

• Hola Papá, hola mamá, buenos días – dijo con una enorme sonrisa en los labios
• Buenos días hijo – respondieron ambos padres sentados en el comedor
• Estoy muy contento, porque hoy es el primer día de clases y tengo ganas de ver a mis compañeros y profesora – habló el niño con mucho entusiasmo
• Si hijo, que bueno, me alegro mucho, ya vas en tercer año –  dijo José sonriendo
• ¡Si papá estoy muy ansioso, me tengo que ir! – exclamó el muchacho y sé despidió de sus progenitores
• Hasta pronto hijo que disfrutes mucho tu día – dijeron ambos

Mientras en casa de Cirilo sus padres continuaban con sus labores cotidianas, María Joaquina Medsen estaba presumiendo frente al espejo de su habitación sus nuevos accesorios que lucían lindos en sus delicadas y blancas manos, se colocaba además un brillo labial posando coqueta y lanzando un beso al aire, su padre de pronto entra al cuarto y le informa que se le hace tarde.

• Hola hija ¿qué estás haciendo que demoras tanto? – dijo en el marco de la puerta
• Es que tengo que verme muy hermosa, hoy no es cualquier día papi – se defendió ella
• Hija a la escuela no se va a modelar sino a estudiar, así que apúrate
• ¡Ay que fastidio! – exclamo ella detrás de su progenitor

El doctor Medsen dejó a su hija en la Escuela Mundial, ella estaba tan inconforme pues, ese no era su ambiente, extrañaba a sus amigas y su antigua escuela de niñas ricachonas, pero su padre decidió llevarla allí como un castigo para que aprendiera a relacionarse con otros niños así no fuera de su misma clase o color; como era de esperarse, apenas llegar la niña pretenciosa estaba sentada mirando con cara de asco el lugar dónde iba a pasar cuatro años de estudios y al montón de chiquillos correteando de aquí para allá y a una directora de nombre Olivia que gritaba sin cesar intentando imponer disciplina a su modo, al otro lado de la escuela Paulo Guerra y Kokimoto colocaban bichos en las mochilas de Laura, Valeria, Carmen y Marcelina, quienes cuando se enteraron empezaron a gritar alarmadas… Marcelina se enteró que su hermano tenía que ver y le reclamo.

• Paulo le voy a contar todo a mamá y a papá – dijo ella algo enojada
• Haz lo que quieras idiota – replicó él alejándose serio

Mientras tanto en la oficina de la directora Olivia a la profe Helena le explicaban las normas de la escuela y le enseñaban el salón de clases, le hablaron también de cada uno de los estudiantes con los que tendría que lidiar ese año. Cuando la señorita Fernández llego al salón se topó con tremenda algarabía, el salón patas para arriba, iba a entrar para dar inició a la clase, pero Cirilo se lo prohibió pues el piso estaba húmedo a propósito para que ella resbalara, pero quien resbalo fue el chiquillo de tez oscura. La educadora no quería ganarse enemigos en su primer día, por lo que trapeo el piso y paso la lista de asistencia y luego los mando a la clase de deportes, allá Kokimoto le subió la falda con una varita a Bibi, Carmen y Laura causando el enojo de estas que lo corretearon y entre las tres le rayaron la cara utilizando unos marcadores permanentes, al llegar a la siguiente clase que era música toda la clase incluyendo la profesora se rieron de él y a pesar que Helena quien estaba allí le preguntó quién le había hecho aquellos garabatos, no confesó nada ya que, de hacerlo se hubiera metido en un lío grueso.

• Qué bueno que no dijiste nada japonés – le dijo Paulo ya camino a casa
• Sí, pero ahora como me quito esto de la cara, no puedo llegar así a mi casa – dijo el oriental –  ¡demonios, las mujeres son unas escandalosas! – exclamó moviendo la cabeza
• Olvida a esas tontas. Mañana nos vengamos – dijo Guerra con una sonrisa malévola
• No lo sé Paulo, ¿Y si nos atrapan?
• No seas gallina Kokimoto, yo tengo todo bien calculado – agrego con una sonrisa muy convencido de su plan
• Si tú lo dices…
• ¡Claro! ¡Soy el genio del crimen! – contesto elevando las cejas cómicamente – bueno amigo te dejo, son más de las 2:30 pm, debo llegar a casa para jugar con el nuevo video juego que me compro mi papá. Hasta mañana – se despidió

Llegando a casa Paulo toco el timbre y abrió la puerta su mamá como siempre con una sonrisa y curiosa por su primer día de clases.

• Hola hijo ¿cómo estás?
• Muy bien mamá
• ¿Cómo te fue en la escuela?
• ¡Todo bien!
• ¿Qué tal la profesora?
• Normal
• ¿Y tus compañeros?
• Todos bien lo único malo son las niñas escandalosas de la clase – se quejo como si fuera la peor cosa del mundo
• ¿Y cómo te portaste hoy?
• Muy bien, mamá la señora sabe que yo siempre me porto bien ¿A qué viene el interrogatorio? – pregunto mirando a su madre con el ceño fruncido
• ¿Cómo dices?
• Que acabo de llegar y me estás preguntando muchas cosas a la vez – la mamá de Paulo dio un largo suspiro y añadió –¿así? pues no parece porque ya me dijeron que le llenaste las mochilas de las niñas de insectos ¿Puedes hacerme el favor de decirme por qué y para qué hiciste eso?
• Ya te fue la idiota de Marcelina con el chisme, ¡Maldita sea, siempre es lo mismo! – dijo pateando una silla de madera que tenía cerca
• ¡Me le baja al tonito jovencito! – dijo Liliam bastante seria – Te he dicho mil veces que no me gusta esa actitud que has tomando hacía tu hermana –  añadió mirándolo fijamente a los ojos
• Es que Marcelina es una idiota de mierda
• ¡Paulo Guerra! – su madre lo llamo por su nombre completo, mientras tiraba de su oreja derecha y lo llevó a rastras hasta el sofá de la sala
• ¡Suéltame Lilian! ¿Quién te has creído?  ¡Mierda me duele! – gritaba el niño, que se logró liberar del agarre de su madre e intento salir corriendo y dejar a su madre con la palabra en la boca, pero está fue más rápida y a pesar del que el niño era alto para su edad y de buena complexión física pudo dominarlo y de un tirón lo colocó boca abajo en sus piernas, le bajó los pantalones y el calzoncillo hasta medio muslo y empezó a azotar duramente, pero sin rabia las posaderas del muchachito
• PLAS, PLAS, plas, plas,  PLAS, PLAS, PLAS, plas, plas, plas, PLAS… – la lluvia de palmadas cayeron todas en las flexuras haciendo que Paulo se empezara a quejar y se retorciera intentando salir inútilmente de las rodillas de su progenitora
• PLAS, PLAS, plas, plas,  PLAS, PLAS, PLAS, plas, plas, plas, PLAS… – mas nalgadas besaron ahora el centro del trasero del chico que empezó ahora sí a disculparse sinceramente, esperando que su madrecita parará lo antes posible, pero ella sabía que aún su hijo no había aprendido su lección y para asegurarse, cogió el cepillo de madera que para desgracia de Paulo estaba en el sofá al lado de su madre y así sin previo aviso empezó la tanda de cepillazos todos en la parte baja de las nalgas
• crack   a mí   crack me  crack  respetas crack  ¡grosero!  crack  no pienso crack tolerar crack  este tipo  crack  de  comportamientos crack  y tampoco crack  voy a crack  permitir  crack  que hables  CRACK mal  CRACK de CRACK tu CRACK hermana CRACK, CRACK, CRACK, CRACK, CRACK,  CRACK – cayeron las últimas seis;  tres en la nalga derecha y tres en la izquierda

Paulo pataleó y berreo con ganas, su madre decidió finalmente soltarlo, le subió la ropa y envió a su cuarto castigado, el chico se tiró a la cama boca abajo sollozando y con mucha rabia hacia su hermana.

• ¡Grrrr maldita Marcelina, me las vas a pagar! – exclamó golpeando su almohada con el puño