Carrusel: Cap. 8; Autora Nicole

Carrusel

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 12 de Marzo del 2018.

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Capítulo 8

Autora: Nicole

Paulo había terminado de cumplir su penitencia en el rincón de su habitación. El niño estuvo sollozando un rato hasta que se calmó y se tiró a la cama bocabajo.

• No puedo creer lo que me acaba de pasar, ¡Que idiota he sido! Como mi padre me atrapo tan fácilmente, ¡DEMONIOS! Y mañana tengo clases y no sé cómo voy hacer para sentarme – dijo con rabia, parándose  nuevamente de la cama y comenzó a caminar por todo el cuarto, no encontraba nada para hacer y se estaba aburriendo, cuando de repente la chica que se encargaba del servicio de la casa y de vigilar a los niños, cuando sus padres no estaban abrió la puerta sorpresivamente y encontró al chiquillo en paños menores., pues este se había sacado los pantalones, definitivamente en aquellos momentos eso le incomodaba
• OIGA SEÑORITA, ¿COMO DIABLOS SE ATREVE A ENTRAR A MI CUARTO, SIN ANTES TOCAR? – dijo tapándose con una cobija
• Perdón niño, no se ponga así, yo solo venía a decirle, que lo llaman al teléfono – respondió la muchacha pasándole un pantalón mas cómodo
• ¡Está bien! Pero que no se repita ¿entendió? Y ¿quién me llama? – dijo más amable Paulo
• No sé, la verdad no quiso dar el nombre, pero dice que es un amigo suyo de suma confianza
• Sí, ya sé, quién es. Se puede retirar – dijo el niño a la sirvienta haciendo un gesto con la mano, como diciendo adiós, adiós
• ¿Qué pasó japonés? – atendió el llamado, cogiendo el teléfono que estaba en su habitación
• Hola Paulo, yo solo llamaba para informarte, que tu tarea está terminada, solo tengo una duda con el último ejercicio ya que, no si está bien, pero mañana consultamos con María Cretina – hablo Koki jugando con el cable del teléfono tumbado en el sofá
• Ya deja eso como esta Kokimoto, no tengo ganas de nada – dijo de mala gana
• ¿Te ocurre algo?
• Me siento mal…
• ¿Mal? – pregunto extrañado, si habían vuelto bien del cole –  Pero cuando llegaste a mi casa estabas perfectamente, no entiendo
• Si, como dijiste, estaba… ahora ya no
• Pero ¿qué te paso? Bueno si se puede saber
• Está bien, te diré, mi padre me acabo de castigar, ya sabes – le dijo así porque a él no le gustaba dar detalle de esas cosas, pero Kokimoto entendió a qué se refería
• ¿QUEE? – y de un brinco se puso de pie – No lo puedo creer, pero ¿Qué fue lo hiciste ahora, que tu papá se enojó tanto así?
• Yo no hice nada, toda la culpa es de Marcelina
• Otra vez, ya decía yo que las mujeres solo sirven para meterlo a uno en problemas – respondió como gran pensante
• Si Koki tienes toda la razón, y tú, ¿qué estás haciendo eh? – le pregunto cambiando de tema
• Que más, hablar contigo
• Si ya lo sé, pero aparte de hablar conmigo ¿Qué haces?
• Ah eso, bueno estoy esperando a mis padres, que ya no demoran, y luego voy a pedir permiso para ir a la casa de David, ¿Quieres venir? – le pregunto entusiasmado
• No puedo salir, estoy castigado
• ¡Qué mal, que suerte tengo de no tener un padre tan estricto como el tuyo! – se alegro Kosi sinceramente
• Si ya se, oye, pero me parece que tu papá es un poco distraído que ni se entera de nada de lo que haces – comento Paulo
• Si es que él anda bien ocupado con el trabajo y aunque me porte mal, ahí está mi mamá para defenderme, ella no deja que él me castigue – respondió feliz de tener una madre tan amorosa
• Vaya suerte que tienes japonés, yo en cambio, tengo que soportar de todo tipo de castigos – dijo quejumbroso
• ¡Oh, eso sí que no suena nada agradable! bueno los castigos de mi papá solo son hacer el aseo de toda la casa y ejercicio físico.
• ¿Quieres decir que nunca te han pegado, ni siquiera un poco? – le pregunto Paulo sorprendido
• Pues la verdad, si me pegaban, fue cuando tenía como 4 o 5 años y no tan fuerte, pero ahora tengo 8 y sé lo que está bien y lo que está mal, no necesito de castigos para entender
• Bueno, si tú lo dices. ¡Qué privilegiado eres!
• Pues sí, no me tengo que preocupar por ese tipo de cosas

Y así ambos se colgaron al teléfono bastante rato charlando sobre un montón de cosas comparando a sus padres entre si; mientras tanto el papá de Koki estaba viviendo un autentico estrés imaginado que la salud de su hijo se resentía.

• Hay tío la verdad me quede muy preocupado por Kokimoto, en serio espero que se mejore, ayúdelo por favor – dijo Jaime al Doctor Miguel
• No te preocupes hare todo lo posible para que a el niño no le vuelvan a dar esos terribles dolores
• Si lo más importante es saber que tiene Koki, para luego ayudarlo a recuperarse – dijo Daniel
• Oh Señor Medsen, olvidaba decirle que mi hijo es un poco reacio a dejarse atender por médicos, en parte es culpa mía y de mi mujer que nos acostumbramos a curarlo con remedios naturales – confeso el sr Mishima un poco avergonzando
• No se preocupe Sr Mishima, yo sé cómo tratar con los niños, confié en mí
•  Si tío, no se preocupe, yo he escuchado que el papá de María Joaquina es el mejor médico de la ciudad – habló Adriano
• Oh gracias chico, pero no es para tanto. Seguro lo escuchaste de boca de mi hija, ¡esa niña! Ya le he dicho tantas veces que no presuma de eso

Así iban los chicos conversando amenamente junto con los adultos, cuando de pronto en medio del camino, la gasolina del carro se estaba acabando, por lo que decidieron parar en una estación que había allí cerca.

• Oh lo siento, olvide llenarlo en la tarde, dijo Medsen
• No se preocupe Señor podemos esperar, no creo que Kokimoto se muera, si demoramos solo un poco – dijo Jaime
• JAIME CIERRA LA BOCA, como puedes hacer esos comentarios – le regaño Daniel
• Ya está bien, solo lo dije en broma…

En Casa de Alicia…

• Oye Alicia ¿ya terminaste con el problema 2?
• No todavía, ¿por qué?
• Es que no entiendo ninguno – dijo Laura
• ¿Cómo que no entiendes? Laura, presta para acá – Carmen le quito la libreta de la mano – la pregunta dice: ¿Cuántas partes forman el entero? Y tu colaste la respuesta D, que dice: ninguna de las anteriores, cuando la respuesta es la B, ósea 5 partes
• Ay Carmen, deja eso… las matemáticas no son nada románticas – y acompaño su respuesta con una suspiro
• Laura ya empezaste – dijo Alicia riendo
• Pero, si es la verdad y tanta practica ya me dio hambre
• Ay Laura tu no cambias… ve a la cocina y sírvete algo, estás en tu casa
• Gracias Alicia…

Había pasado ya como 40 minutos y Koki y Paulo seguían charlando al teléfono ajeno a la llegada de su padre.

• Oye Paulo la otra semana, me voy a quedar a dormir en tu casa
• Si, está bien, y ¿ya pediste permiso?
• No, pero ya luego le digo a mis papás
• Ya, pero no demores tanto
• Si, oye olvidaba decirte – En lo que Kokimoto hablaba se escuchó el ruido de un carro que se estacionaba en el garaje de la casa, luego el padre de Koki, comenzó a tocar el timbre de la puerta y a llamar a su hijo
• Kokimoto… Kokimoto ven abrir la puerta que deje las llaves en la oficina
• Ay qué pasa con este niño, siempre es lo mismo. Seguro está en el dōjō, por eso no me escucha
• ¿Quién demonios es ese tal dōjō?
• Jaime dōjōno es ninguna persona, sino un lugar destinado a la meditación y al budismo zen, así como también a la practicas de artes marciales del Japón tales como – Daniel no termino, ya que fue interrumpido
• Ya Daniel silencio por favor… tanta palabrería me vuelve loco – grito Jaime y todos los presentes se quedaron petrificado
• Está bien Jaime, ya cerré mi boca, pero tampoco necesitabas gritar
• Bueno si, les ofrezco disculpas.
• Kokimoto… Kokimoto… seguía llamándolo su padre
• Señor que le parece si damos la vuelta y lo buscamos donde usted dice, habló Medsen
• Perfecto vamos….
• Olvidaba decirte que tenía planeado hacer una expedición a la casa abandonada que está a 3 cuadras de la escuela, y quería ver si te apuntas, yo voy…
• KOKIMOTO, ABRE LA PUERTA  – se escuchó un grito desde la parte de atrás de la casa, que hizo que el niño brincara de la cama de un susto
• ¿Aló? Japonés estas ahí… ¿Aló?...
• Si, si estoy aquí
• Me decías que ibas
• Ahora no Paulo tengo que colgar, llego mi padre. Te llamo después – Cerró el teléfono
• KOKIMOTO… ¿DONDE RAYOS ESTAS METIDO?
• YA VOY… ESPERA, ESTOY OCUPADO
• Ocupado, ¿Que estará haciendo ahora?
• Vamos Señor, no se preocupe vamos a regresar donde estábamos, ya su hijo nos abrirá la puerta – se fueron caminando hacia la fachada de la casa

Kokimoto se paró de la cama y fue hasta la sala, luego se asomó por la ventana y vio la figura de su padre junto con el Señor Medsen y los tres niños; sus amigos y compañeros de clase. Se quedó como estatua unos segundos y luego dijo bajito:

• ¿Pero qué rayos significa esto?¿Que hace el papá de María creída con mi padre, y quien invito a Jaime, Adriano y a Daniel a visitarme? yo creo que aquí está pasando algo muy extraño y no me gusta nada – En lo que hablaba se fue directo a la puerta principal y la abrió
• Hijo ¿dónde estás? ya llegamos – El padre de Koki, el Doctor Miguel y los niños que encontraron la puerta abierta; entraron a la casa
• Estoy aquí – el padre de Koki, se asomó un poco y encontró al niño sentado en el piso en una esquina
• ¿Qué haces ahí? haber levántate – Lo ayudo a pararse, no era que el niño no pudiera hacerlo solo, sino que su padre es muy servicial – Te voy a presentar a una persona, que viene a ver como sigues – Koki, se levantó y dijo sorprendido
• Así? Y se puede saber ¿quién es?
• Es el Doctor Medsen padre de tu compañera María Joaquina
• Hola pequeño ¿cómo estás – Saludo el doctor
• Hola Koki, ¿cómo sigues?¿Estas mejor? – preguntaron los niños
• Saluda Hijo – le dijo su padre
• Hola señores – dijo sin mucha emoción y luego añadió – Me disculpan todos, pero tengo que hablar con mi padre a solas – jalo a su padre del brazo para tratar de llevárselo hasta su cuarto
• No hay problema esperamos acá – dijeron todos
• ¿Cómo que hablar a solas? Escúchame bien Kokimoto, lo que tengas que decir, me lo dices aquí y punto – respondió su padre
• Nooo… es un asunto privado
• Ya dije que me lo dices delante de ellos o te lo guardas para ti, ¿entendido?
• Ya, está bien como digas, yo solo quiero saber ¿Qué hace este señor aquí? – Todos se quedaron sorprendidos ante tal pregunta
• Kokimoto ¿Qué clase de pregunta es esa?
• Una pregunta tan sencilla y fácil de responder como cualquier otra
• ¡Ay Kami! – Ay Dios quiso decir Mishima y suspiró – Mira niño en primer lugar, me vas cortando esa actitud y en segundo el señor viene a ver qué es lo que te causa tanto dolor de estómago. Te lo dije desde que entre a la casa, así que espero que seas un chico bueno, obediente y educado con el Doctor, ¿de acuerdo?
• Mira padre, no quería ser grosero, pero tú y yo habíamos quedado en que no llamarías a ningún médico, solo en un caso urgente, ¿Por qué me sales con esto ahora? – le pregunto enfadado
• Porque cambie de opinión y además estoy muy preocupado por tu salud y me pareció una excelente idea que el señor te atienda
• Pues no me parece, uno no cambia de opiniones de buenas a primeras, no necesito ningún médico, yo me curo solo. Y además ya estoy bien – y se cruzo de brazos
• Nada de eso, el señor te va a atender y porque así lo he decidido y no se hable más – y el también se cruzo de brazos
• Koki hazle caso a tu papá, mira que el Doctor Miguel, es el mejor médico de la ciudad – dijo Daniel con alegría
• Es cierto japonés, no seas terco – habló Adriano
• NO ME INTERESA, YA DIJE QUE NO – y salió huyendo a su cuarto, luego se encerró
• KOKIMOTO VUELVE AQUÍ – chillo su padre avergonzado  – Ay disculpen que vergüenza, siempre se pone así cuando le hablo de médicos y hospitales – se diculpo haciendo unas cuantas reverencias –  lo siento voy a buscarlo y a tratar de tranquilizarlo un poco
• Sí, no se preocupe acá lo esperamos – dijo Medsen
• ¿Qué será lo que le pasa a Kokimoto? esta diferente él no es así – dijo Jaime
• A lo mejor está nervioso
• ¿Tú crees Daniel? yo lo que creo es que Koki se está pasando de la raya, ¿ves cómo le hablo a su padre? ¡Madre mía! Yo si le contesto así a mi jefe estoy más que frito – dijo Jaime
• Sí, pero ten en cuenta que está enfermo y además nervioso, no lo puedes culpar – Daniel tan comprensivo como siempre.

El padre de Koki, se fue caminando hasta la puerta de la habitación del niño.

• Kokimoto ábreme por favor, necesitamos conversar – el padre del niño pico la puerta
• NO, YA DIJE QUE NO
• Uf – suspiro Mishima – Kokimoto Mishima no estoy para juegos, abre esa puerta. Es una orden – pero el niño ni se inmuto – Ay paciencia, este chiquillo me va a volver loco
• Muy bien tú lo quisiste así, voy a buscar las llaves, abriré esa puerta y te voy a llevar a las malas a donde el médico.
• Noooooooooo está bien, está bien ya voy – Abrió la puerta
• Bien, sabía decisión hijo, ahora tú y yo vamos a aclarar algunas cosas….