Hermanastros
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 14 de Julio del 2018.
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Capitulo 18
Confesiones
Autor: Pablo
Amalia:
Las cosas habían sido una locura desde que
volvimos de la luna de miel, Isaac había estado el día anterior insistiendo con
ir a la competencia de triar hasta el cansancio, Marco y Gian se la habían
pasado como perro y gato y Renzo había estado más apegado a mí que de costumbre
porque se negaba a hablar con Sergio después de que castigara a su hermano por
pelear con Marco, por eso fue un alivio para mí que mis suegros quisieran
hablar con Sergio, las cosas no mejoraron pero al menos cuando estaban a mi
cargo los mellizos y Marco solían portarse mejor que con mi esposo, a
diferencia de Isaac que últimamente no se portaba bien si Sergio no estaba,
aunque esta vez también había estado tranquilo.
La
aparente tregua entre los chicos y la preocupación por los mensajes que me
había mandado Sergio sobre la cena con sus padres hizo que no estuviera tan
atenta a mis hijos como debería y las pruebas estaban en frente mío. Debí ir
tras de Marco apenas salió corriendo a su cuarto y no estar discutiendo con
Sergio.
Mi
niño estaba hecho un desastre, con las ojeras demasiado pronunciadas y una
mirada muy triste; él que estaba acostado ahí no parecía ser Marco, pero no
sabía cómo hacer para ayudarlo porque ni siquiera sabía que había pasado, al
menos no todo.
- Marco por favor necesito saber que paso – repetí cuando estaba más calmado pero cada vez que intentaba hablar renovaba si llanto
Después
de curar su mano lo lleve al cuarto y lo dejé parado al lado de su cama
mientras cambiaba las sabanas, en un principio la cantidad de sangre me había
impactado y estaba a punto de llamar una ambulancia pero cuando vi que no había
penetrado hasta el colchón supe que no era tanto como se veía, pero aun así
debía de llevarlo al médico cuando regrese Sergio, no vaya a ser que se lesiono
algún tendón. Después intente hacer que Marco se recostara pero cuando me
acerque a él vi que estaba llorando de nuevo, así que decidí sentarme en la
cama y que él se acostara usando mis piernas de almohada.
Marco
había llorado delante mío pocas veces en comparación a Isaac desde que vivíamos
juntos, porque era más grande, porque solía ocultarlo, pero sobre todo porque
él era mas de los que se enojan que de los que lloran; por eso esta vez me
estaba alarmando. Parecía que el mundo lo había aplastado al punto de llorar
con una angustia sin precedentes y parecía muy agotado.
- Hijo ¿qué paso? – repetí acariciando su frente sudorosa en un intento de separarle las manos porque tenía la impresión de que se estaba sofocando en su afán de que no lo viera llorar
- No pasoó na daa – me respondió respirando cortado
- Vamos Marco, no me voy a enojar si me cuentas – lo animé, intente fingir seguridad, una que claramente no sentía pero quería al menos saber que había pasado antes de que Sergio volviera porque necesitaba mediar entre ellos. Podía amar mucho a mi esposo pero se estaba comportando como un idiota y si volvía a tener otro de sus arranques de macho alfa era capaz de tomar a los chicos e irnos el resto de las vacaciones a donde nos extrañe, a ver si se le sacudía un poco el cerebro – va a volver tu papá y quiero saber que decirle para que no se enoje – no sé si era lo correcto pero jugué la carta del policía bueno, ya no sabía qué hacer para sacarle palabras y claro que no me espere su reacción
- NO ME IMPORTA QUE SE ENOJEE – me grito parándose de golpe – NO ME IMPORTA NI ÉL NI MI ¡MAMÁ! – y se acercó a la pared donde tenía una fotografía con su madre y la arranco para estrellarla contra el suelo – no quiero volver a ver a ninguno de los dos – su reacción me había impactado y cuando vi lo que hizo me invadió una rabia violenta, estaba a punto de enseñarle por las malas que no me podía gritar de esa manera y que las cosas no se rompían, cosa de la que seguro me iba a arrepentir después, pero cuando vi que estaba descalzo y además acababa de dar un paso, así como vino, el enojo se esfumo para en un instante frenarle el paso
- ¡Te vas a lastimar! – le dije y casi a empujones lo volví a subir a la cama, cuando estuvo arriba pude respirar, eso evitó que le dé una paliza y en cambio pensara en lo que había sucedido, algo había pasado con su madre y me lo había perdido – ¡por que estas enojado con tu mamá? – pregunte directamente y se paralizó, creí que iba a volver a explotar como hace un momento y casi por instinto mi mirada se fue directo a una zapatilla que había en el suelo, pero en vez de eso Marco hizo un puchero con los labios digno de aquella versión de sies años que había conocido de él mismo cuando no era más que un niño mimado y llorón, solo que en vez de un berrinche esta vez solo se recostó en la cama y comenzó a llorar de nuevo – Hijo, no puedes seguir llorando así – era más un pedido que otra cosa –por favor – seguí, lo giré para que me viera y él se dejó hacer – sabes que cuando me cuentas te sientes mejor y que yo voy a respetar tu privacidad – dije haciendo alusión a las dos veces que habíamos hablado sobre su madre
Ésas
veces no estaba tan mal como ahora, o al menos no parecía. La última fue cuando
me confesó que sabía que su madre solo lo buscaba cuando necesitaba exhibirlo
en programas de televisión o en revistas, pero no dejaba de justificarla
diciendo algo bueno de ella por cada cosa “mala” que decía.
Aquella
vez había llorado mucho y me pidió que no le dijera nada a Sergio y yo había
respetado aquella promesa aun cuando sentía que no era lo correcto, pero por
otro lado no iba a conseguir nada al contarle. Solo desatar otra lucha en donde
Marco quedaría al medio como cada vez que Sergio y Raquel discutían.
- ¿Soy tan mal hijo? – me preguntó y mi corazón se detuvo, aquellas cuatro palabras acababan de desgarrarme por dentro – ¿tan basura soy?, ¿tan mal hijo para que ni mis padres me quieran? – dijo esta vez con rencor en la voz
- Claro que no eres mal hijo Marco y tus padres te aman –rebatí… vaya manera de amar tenían esos dos, pensé, pero no había peor sentimiento que no sentirse amado por los padres, y yo no quería que un dolor como aquel afectara a mi hijo – hoy tu papá se equivoco como a veces yo también me equivoco porque somos humanos, pero te ama y tu mamá también – dije al último, aunque no quería defenderla hacia esto por Marco – no sé lo que paso entre ustedes aunque me imagino que se pelearon pero ella te ama
- ¡NO LA DEFIENDAS! – levantó la voz pero sonó mas a suplica que con el enojo que pretendía demostrar golpeando la cama con los puños, luego rompió en llanto una vez más y fue entonces que me contó lo sucedido, la llamada, lo que ella le había dicho sobre que él era un extraño y como se lastimo la mano
En
ese momento dejo de importarme ser una figura pública, no me importaba mi nuevo
circulo social o el de ella. Cuando viera a esa mujer le iba a enseñar como
tratábamos a las perras de su clase en mi antiguo barrio. Iba a estar fuera de
cámaras un buen tiempo después de que les ponga las manos encima.
A
medida que Marco me contaba se fue apoyando de nuevo en mi y quedamos e la
misma posición de hacia unos momentos con su cabeza sobre mis piernas hasta que
escuche ruido en la sala.
Me
di cuenta de que Marco se había dormido y aun no habíamos comido pero preferí dejarlo
descansar y advertir a los demás que no lo molestaran. Todavía no decidía que
hacer con lo que me había contado Marco, no me parecía algo para tener bajo la
alfombra además de que me preocupaba que él había considerado realmente dejar
la casa para vivir con su madre.
- ¿Podemos hablar? – me preguntó Sergio y yo solo asentí para seguirlo al despacho, había muchas cosas que yo también tenía que hablar con él
Issac:
Mamá
me hizo unas señas antes de ir a la oficina junto con mi papá, no entendí que
quería, creo que era que no entremos a mi cuarto pero hasta que me di cuenta
los mellizos ya se habían metido.
- Llama a mamá para que nos vengan a buscar – dijo Gian mientras empezaba a meter la ropa que trajo de nuevo en su mochila
- No quiero... mejor llámala tu – le respondió Renzo acostándose boca abajo en mi cama
- Te dije que la llames ¡IDIOTA! – Gian se enojo y saco a su hermano de la cama a tirones – ni siquiera estas preparando las cosas así que al menos ¡haz eso!
- TE DIJE QUE NOO – Renzo se enojo y lo empujo, siempre se estaban peleando pero nunca de verdad y al menos yo jamás había visto tan enojado a Renzo, el que se enojaba siempre era Gian – si tienes tanto apuro llámala tu, porque yo no quiero irme, el que está enojado con Sergio eres tu ¡no yo! – él hablo entre dientes apretando la mandíbula y creo que Gian se asusto, tenía los ojos muy abiertos y la boca casi igual por eso no me espere que vaya a reaccionar como lo hizo
Apenas
Renzo termino de hablar Gian le dio con el puño en medio de la cara y el otro
debió estar más enojado de lo que creía porque en vez de echarse a llorar en
silencio como hacia cuando se peleaban, le salto encima y empezaron a pegarse.
En
ese momento Marco se despertó y se sentó en la cama, se lo veía mareado y yo no
sabía si sostenerlo o seguir tratando se separar a los mellizos. Cuando Gian me
empujo para que no me metiera decidí ir con Marco, justo a tiempo porque se
puso pálido y vomito casi sobre los mellizos que estaban en el suelo. Al menos
con eso se termino la pelea porque los salpico.
- ¡PERO QUE TE PASA ESTÚPIDO! – gritó Gian levantándose de un salto como Renzo, que empezó a sacarse la remera manchada, me reí porque, pues porque para mí era gracioso, hasta que Gian me empujo
- ¿De qué te ríes acoplado de mierda? – en ese momento dejé reírme, ellos habían entrado “legalmente” a la familia antes que yo pero tampoco eran familia de sangre. No sé porque pero me sentó muy mal que me lo dijeran ellos y estaba a punto de pegarle, quería hacerlo pero él era más grande y si lo hacia mi papá después se iba a enojar conmigo y no quería que eso pase; pero cuando vio que no hacía nada se le dibujo una sonrisa burlona y me ayudo a decidirme a partirle la cara y cerré los ojos y el puño
- Aghh – gritó y del impulso se hizo para atrás, primero me sorprendí hasta que vi que Marco había sido más rápido que yo y le había pegado
- A mi hermano no le digas así – le dijo amenazándolo con el puño; que me defienda quería decir que no la había cagado tanto con Marco, creí que al regresar de aquel tonto pasero, no encontraría a mi hermano, que se habría ido con su mamá o mínimo estaría tan enojado que no me iba a hablar por mucho tiempo, pero no tuve tiempo de alegrarme porque apenas Marco le pagó a Gian, él le devolvió el golpe
- No te metas defectuoso – dijo antes de partirle la cara
Al
principio creí que Gian se había pasado con la fuerza, fue impactante ver caer
a Marco con peso muerto al suelo, parecía que lo habían noqueado, pero segundos
después todo cambio.
Cuando
mi hermano cayó al suelo me preocupo que había aterrizado cerca de unos vidrios
que no había notada antes, era un cuadro que tenía una foto de Marco son su
madre y que antes estaba en la pared. Pero todo eso dejo de tener importancia
en cuanto la convulsión empezó. Era la primera vez que yo estaba tan cerca de
él en un momento así, la última vez había estado en la misma habitación pero el
sofá y mi papá no me dejaron ver. Su cuerpo se puso rígido y empezó a temblar
por un tiempo que parecía eterno y con cada segundo su piel se ponía mas pálida
y sus labios y alrededor de los ojos tenía un color cada vez mas oscuro. Odiaba
pensar aquello pero parecía muerto.
No
fui consciente de en qué momento empecé a gritar para llamar a mi mamá pero el
primero en aparecer fue papá que me apartó y puso de costado a Marco; desde
entonces el tiempo volvió a la normalidad porque parecía que se había parado.
Papá me pregunto algo, debió darse cuenta que no podía entender nada y dejó de
insistir. Cuando el cuerpo de Marco al fin se relajó él lo levantó del suelo
con algo de esfuerzo y lo puso en la cama.
- Perdón yo… perdón no quise – gimoteo Gian y me di cuenta de que estaba llorando y con cara de susto aunque él ya había visto convulsionar a Marco antes, pero creo que era la primera vez que yo lo veía llorar a él
- ¿Qué no quisiste Gian? – preguntó mi papá y debió darse cuenta o suponer porque cambio la cara – ¿le pegaste? – dijo frunciendo el ceño y levantándose de la cama de Marco
- Él… es que… él empezó – acuso señalándome con el dedo y sentí que alguien me agarraba el brazo,
Era
mi madre, mamá nos estaba sacando a Renzo y a mi del cuarto, él no estaba
llorando pero si se veía muy asustado.
- Vamos – me dijo tirando un poco de mi pero yo no quise salir y me fui a la cama de Marco. Ella me miro mal pero no insistió porque en ese momento papá gritó y Renzo pareció salir de shock y empezó a llorar
- ¿LE PEGASTE? – volvió a preguntar y esta vez lo agarro del brazo con fuerza
- AUUUU – se quejo Gian, parecía que de verdad le había dolido y mamá le lanzó una mirada de advertencia a papá antes de hablar y salir del cuarto llevándose a Renzo
- Voy abajo – dijo
Las
cosas quedaron muy tensas, papá seguía sosteniendo a Gian con fuerza, lo supe
por la cara de dolor que tenía el melli, eso no pintaba bien, ya sabía yo como
terminaban las cosas cuando papá llegaba a ese punto de cabreo.
Deje
de mirar que hacían ellos para acercarme a Marco, él estaba despierto y me
miraba.
- ¿Estás bien? – le pregunté y él cerró los ojos asintiendo muy cansado, estaba de costado así que escondió la cara en la almohada, supe que quería estar solo pero yo estaba demasiado asustado como para perderlo de vista y el demasiado agostado para pedirme que me vaya; me arrepentí de la pelea que habíamos tenido y de echarle en cara cuando había que cuidarlo, si ver lo que le pasaba era feo seguro era peor vivirlo
- ¡¡PERO ÉL EMPEZÓ!! – Grito Gian intentando zafarse del agarre, no sé qué le había dicho mi papá pero hizo desesperar a su hermano
- SABES PLAF PLAF QUE A EL PLAF PLAF PLAF NO HAY QUE GOLPEARLE LA CABEZA – dijo papá, zarandeando a Gian y con una habilidad que yo odiaba de sacó el cinturón con una sola mano y lo doblo – ZAS ZAAS ZAAS – le pegó y Gian se quedo quieto y en silencio, como si no le hubieran pegado pero cuando vio que lo estaba mirando se puso rojo, de vergüenza y rabia supongo
- ¡ENTONCES QUE NO BUSQUE PELEA! – le respondió y logró soltarse – no es justo, él es mayor que yo y ¡me pegó primero! ¿por qué me tiras la bronca a mí y a él nada? – un poco de razón tenía y en otro momento tal vez lo hubiera defendido pero ahora estaba enojado y no estaba en plan altruista
- Lo que yo haga o deje de hacer con mi hijo no es de tu incumbencia – le dijo papá agarrándolo de nuevo pero esta vez de la muñeca
- Entonces yo me arreglo con el papá y ¡no te metas! – Gian tomo la mano de papá con su mano libre para que lo suelte pero parecía que mi papa ni lo sentía – sueltaaa ¡me duele!
- Está bien – le respondió soltándolo con fuerza y casi tira al mellizo con el impulso – apenas venga por ustedes le voy a decir lo que hiciste.
- ¿Qué?... ¡Noo! – Gian cambio la cara de repente por una de susto, el abuelo le pegaba siempre con el cinto así que me dio algo de lastima
- Es lo que querías – papá se veía muy enojado, dijo eso y le dio la espalda a su hermano
- No Sergio… no es justo… Tu no le vas a hacer nada a Marco y el papá me va a pegar – entonces se animo a agarrar a papa de la manga de la camiseta que traía puesta
- Lo hubieras pensado antes – dijo entre dientes mientras movía el brazo para que Gian lo suelte – ve a la sala o a donde te plazca porque no quiero verte
Nunca
había visto a papá tratar así a alguien, menos a sus hermanos. Fue chocante
verlo actuar así porque aunque se enojaba fácil y era algo bruto a veces, nunca
era cruel y creo que ahora lo estaba siendo. Gian lo miro unos segundos y
corrió a la sala.
- Me.. me vieeronn– susurro Marco y no entendí de que hablaba así que pregunte mientras papá se acercaba para escucharlo
- ¿Qué? – le dije y Marco trago algo de saliva y hablo con esfuerzo como si estuviera durmiéndose
- Me vieeron, vieron lo defectuoso que estoy – repitió dejando caer las lagrimas… entonces comprendí que mi hermano estaba tocando fondo y no quería verlo así… ¡derrotado!, el era mi hermano mayor y si bien en muchas cosas actuaba como si el mayor fuera yo, era a él a quien yo recurría cuando tenía miedo o algún problema, el me cuidaba y me animaba… verlo tan frágil era simplemente doloroso
- ¿De qué hablas Marco? – papá estaba tan perdido como yo pero entonces me acorde de lo que había dicho Gian antes de pegarle
- Gian le dijo así... que estaba defectuoso – le aclare a papá aunque me parecía una tontería que Marco estuviera tan afectado por un inulto, para mí era más grave el golpe que lo que le había dicho, sobre todo porque en la cara se le estaba formando un morado anormal
- ¡Ohh! ¡Marco! sabes que no es así – dijo papá haciéndose un hueco en la cama para abrazarlo desde atrás dejándolo al medio de nosotros – Tienes una condición nada más – dijo acariciándole el cabello
- No es cierto – reclamo con la voz ronca – y ahora no solo lo saben sino que me vieron
- No Marco, no es así – discutió papá un poco desesperado
- Si es – dijo, no estaba siendo rebelde, más bien parecía que iba a llorar – no digas eso que no es cierto
No
me gustaba el drama pero menos me gustaba ver a Marco así. Siempre lo molestaba
y le decía cagón porque sabía que así lo podía convencer de hacer las cosas que
yo quería pero Marco no era miedoso o llorón sino todo lo contrario. Era él
quien me consolaba a veces, el que me defendía. Era extraño verlo así y lo peor
es que tal vez yo tenía un poco de culpa. Todos lo habíamos estado presionando.
Cuando lo escuche gemir tratando de no llorar me recosté más cerca, me propuse
ser mejor hermano, no volver a pelar y todas esas maricadas que seguro no iba a
cumplir pero quería que Marco este bien.
- Es cierto… soy defectuoso – repitió e hizo a un lado la cara, avergonzado
- ¡Que no! De donde sacas esa estupidez – dijo papá ya desesperado y Marco lo miro por un momento como si estuviera a punto de contarle algo pero después bajo la mirada y volvió a esconder la cara en la almohada
- De nadie – respondió ahogado por tener la cara cubierta
- ¡De donde! – insistió papá al darse cuenta que había una respuesta
- No importa – dijo Marco tratando de que papá lo suelte porque lo estaba intentando girar
- Marco de donde – siguió y esta vez logro dar vuelta a Marco para que lo vea de frente, hubo unos segundos de silencio y Marco frunció el ceño intentando que papá lo deje en paz pero como no lo consiguió al fin habló
- De tu mamá – su voz sonó ronca y al final termino en un sollozo, Marco se quebró finalmente y comenzó a llorar – ella dice que estoy defectuoso!
- No hijo – papá lo abrazo haciéndome a un lado, de todas formas ya me había apartado para darles algo de intimidad – no es así, ella no dice eso – decía desesperado por borrar esa aseveración, como si mi hermano se hubiera inventado, hasta yo pensé eso, pero el rostro de mi hermano, su mirada cargada de dolor porque nuestro padre no le crea me hizo inclinar la balanza, hasta ese momento el respeto que le tenía a esa señora cayó como un castillo de naipes sobres mis pies, porque podía entender que conmigo sea especial, pero que diga eso de su propio nieto me afecto mucho
- Yo la escuche – respondió al final molesto, se ponía irónico y sarcástico cuando estaba sensible y deshizo el abrazo de mi padre, su mirada cargada de pena y necesidad de comprensión ahora se torno hosca – ella le dijo a “tus hermanos” – entrecomilló – que estoy defectuoso y ellos no me dejan en paz desde entonces – finalmente revelo la razón de su malestar con sus supuestos “tíos” y se aparto del lado de nuestro padre dándose la vuelta para taparse hasta la cabeza, una señal de que no quería absolutamente nada con nadie
- Co como, ¿cuándo escuchaste eso? – supongo que papá no terminaba de creer. Yo tampoco, sabía que la abuela era molesta y conmigo siempre hacia diferencias o me hablaba de manera más distante que a mi hermano. Que se refería a mí como “el hijo de la mujer de Sergio” y no como su nieto aunque el abuelo me había pedido que les dijera abuelos a ambos pero yo sabía que a ella no le gustaba que se lo diga. Pero con Marco no era así, ella lo consentía casi como a los mellis a menos que se pelee con ellos
- Cuando me diagnosticaron – dijo al final y papá volvió a abrazarlo, al menos no estaban peleando, creí que iba a pasar un buen tiempo hasta que Marco perdone a papá pero ahora no parecía estar enojado con él
Yo
me quede pensando en las palabras de Marco, el diagnostico se lo habían dado
hace cuatro años. Apenas unos meses después de que mis abuelos adopten a los
mellizos. En esa época mi papá y mamá eran novios y yo todavía no lo llamaba
papá pero como era amigo de Marco me invitaba mucho a su casa y a veces íbamos
a la casa de los abuelos. Marco se llevaba bien con los mellizos y de repente
las cosas cambiaron. Siempre había creído que papá tenia razón y Marco estaba
celoso; de hecho había intentado que se lleven bien como papá me había pedido
cuando me hablo por ese entonces.
- ¿Te puedo pedir un favor Isaac? – me pregunto una tarde tomándome por sorpresa
- Claro señor
- No me llames señr, solo Sergio de acuerdo?
- Si señ… Sergio.
- Marco anda peleando mucho con los mellizos desde que los adoptaron, creo que esta celoso – me dijo, yo tenía 9 años en esa época y no entendía muy bien lo que había pasado, solo que doña Paraguaya había muerto y ahora ellos eran hijos de los abuelos de Marco.
No
sabía si mi hermano les tenia celos pero lo creí posible porque yo mismo los
envidiaba, no porque perdieran a su madre obviamente, sino porque ellos eran
parte de la familia y yo no. Claro que si me ponía a pensar Marco no tenía
motivos como los míos pero en ese momento tenía como una obsesión por caerle
bien a mi papá para que quisiera ser mi padre o algo así y me tome aquello como
una misión prácticamente, forzándome e intentando forzar a Marco a llevarse bien con los mellis.
Claro
que eso nunca había funcionado y yo no podía entender porque, pero ahora a raíz
de esta confesión se ve todo más claro; jamás me habría imaginado que la abuela
podía decir algo así de cruel sobre Marco pero le creía a mi hermano, y estaba
pensando en eso cuando la mano de mi padre tomo la mía y me sacudió un poco
para lograr mi atención, es que yo aun estaba en shock creo.
- Issac… ve abajo un momento por favor – me dijo y lo mire frunciendo el ceño como si las palabra llegaran desde lejos, no creo que mi padre se diera cuenta, más bien parecía apurado – necesito hablar con tu hermano a solas ¿bueno? – agrego y no me quedo más remedio que asentir y me fui
Pero
justo cuando bajaba a buscar a mi madre entraban por la puerta los abuelos
ajenos a todo lo que había pasado en casa… supongo que ahora iba a explotar
todo.
Waooo por Dios!!! Creí que no íbamos a saber más del gran drama que había sucedido con Marco y he aquí una actualización por demás interesante y con grandes revelaciones. Me duele mucho todo lo que sufre Marco y lo que un adulto marca en un niño con su impunidad de adulto cuando lo menosprecia. Muy lindo capi. Gracias Pablo. No nos dejes esperando tanto
ResponderEliminarGrace
Vaya sorpresa que actualizaras yo ya crei que no lo ibas hacer , pobre marcó en ese momento se ve la peor escoria pero tampoco creo que Sergio supiera eso pero en tantos años pudo averiguar y no pensar que eran celos y en ese momento de primera lo tuvo que creer buen capitulo me gustó mucho sigue pronto el siguiente lo dejaste en lo mejor
ResponderEliminarNo sabes como estoy odiando a la abuela, como puede ser tan mala, no trata bien a Isaac y tampoco a Marco... estoy muy molesta con esa mujer.
ResponderEliminarPobre Marco con razón llego al limite, tiene que cargar con el rechazo de su madre y también con lo que su abuela provoco con sus comentarios.
Se que es la madre de Sergio pero eso no le da derecho a tratarlos asi, espero que Sergio abra los ojos de una vez y haga algo, ya es suficiente de defender a "sus hermanos" e intentar salvar el matrimonio de sus padres cuando su hogar se cae a pedazos.
Erina
Cuanta razon tienen. Esya vez no voy a defender a nadie. Jaja gracias por los comenrarios. Voy a tratar de no tardar tanto
ResponderEliminarPerdon Pablito....
ResponderEliminarSin tiempo no puedo hacer lo que me gusta y no pude poner comentarios a nadie.
Pero decirte que mi corazón a estallado de alegria al saber que continuaste la historia, y una segunda vez por como esta poniéndose esto.
Sera que es el momento de reclamar?, de ser mas padre que hijo?... sera que la abuela hace las paces con Marco, será que Issac deja de tener celos? y entiende un poco mas a su hermanastro, sera los tiastros se ponen la mano al pecho y dejan de fastidiarlo?
Que sucederá con ellos si la abuela se enferma?
Son muchas cosas que tienes que contar así que ponte las pilas, y a trabajar se ha dicho, jejeje.
Marambra
ME ENCANTO
Waaaoo ya tenia mucho que no sabía de estos chicos...
ResponderEliminarPobre Marco aveces enterarse de cosas a escondidas o por terceros es peor.. Porque duele más la traición que la ofensa
Que feo que tenga una abuela tan miserable, odio mucho a esa mujer!!
Ojalá Sergio se ponga a la altura de lo que su hijo necesita y lo apoye y defienda como se merece!!