Una familia cualquiera: Cap. 13; Autora Marambra

Una familia cualquiera

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 14 de Octubre del 2018.

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Capitulo 13

Autora: Marambra

• ¿Qué han hecho? – la enojada voz de Claudio sobresalto a los mellizos a la hora del recreo, ambos chicos estaban tan concentrados en la revista porno que de contrabando estaba circulando en su aula, que no se dieron cuenta que su hermano mayor venia a pasos agigantados a su encuentro con el ceño fruncido y la suspicacia titilando en los ojos; para Claudio sus hermanos hicieron algo, ciertas cosas no eran simple coincidencia cuando ellos estaban cerca
• ¡Mierda Claudio! Acabas de darme un infarto – respondió Samuel poniendo su mano en el pecho en un teatral acto que denotaba que realmente se había asustado y no era broma, el chico se puso pálido y Claudio obviamente achico peor los ojos, ahora todas sus dudas se disiparon, nadie le quitaba de la cabeza que sus brillantes hermanos hicieron algo… y algo malo de paso
• ¿Qué hicieron? – volvió a preguntar y los chicos lo miraron raro, para eso Bernardo ya había guardado sigilosamente las revistas en medio de sus archivadores escolares, esos que acababan de entregarle porque ya estaban calificados y no necesitaban ser presentados hasta nuevo aviso – ya pues, no es broma – murmuro Claudio al ver que ninguno de los chicos dijo nada, y se miraron uno al otro en un código secreto tildando de loco a Claudio por hacerles esa pregunta – ¿Qué hicieron? – repitió convencido de que algo habían hecho, colocando su mochila en el piso, le tocaba gimnasia después del recreo; de apurado no trajo su pequeño neceser y metió su ropa deportiva en una bolsa nylon en su mochila, por eso cargaba con ella en la hora del recreo para cuando toque el timbre ir con eso al gimnasio y cambiarse en los vestidores, en cambio Bernardo había sacado la suya con la única finalidad de camuflar el contrabando
• ¿Porque preguntas eso? – murmuro Samuel distrayendo a la perdiz

Aunque maquinando en su cabeza que pudieron haber hecho, llegando a la conclusión que no habían hecho nada en toda la mañana ni el resto de la semana, a excepción de los escasos 4 minutos anteriores que Bernardo tardo en recibir las revistas y meterlas en la mochila para entregarlas al siguiente grupo, así que nadie podía aun saber su pecado, ellos habían tomado las previsiones del caso, y de eso hace dos semanas, para entender… ambos habían sacado las revistas que Claudio compro con el dinero de su fideicomiso que dejo su abuela, y como ya las habían visto, decidieron intercambiar el tesoro con quien quiera y pueda, así que se aliaron  con otro grupo montaron un pequeño negocio, rentaban las revistas a lo largo del día y las volvían a llevar a casa y dejar en su sitio por si acaso Claudio las eche de menos y hasta ese día todo iba sobre ruedas.

• Porque algo han tenido que hacer – respondió Claudio, mirándolos fijamente y empezando a enojarse, tenía que saber que hicieron para así salvar su trasero por si acaso, es que últimamente sin querer o queriendo se veía involucrado en sus desmanes y terminaba quiera o no castigado por culpa de ellos y estaba harto de eso, pero sobre todo no quería sorpresas de último minuto estos días, porque era clave portarse bien para que su padre le de permiso y viajar con Yolanda y su familia el fin de semana a una cabaña que tenia la familia de su chica
• Y según tú ¡que hicimos! genio – esta vez fue Bernardo quien satisfecho de guardar las revistas, dejo a sus pies su mochila que para mala suerte era similar a la de su hermano mayor
• ¿Y cómo se supone que voy a saber eso? – pregunto Claudio enojado
• ¿Entonces porque nos acusas? – Bernardo puso cara de aburrimiento cuando le pregunto aquello
• Porque el papá está en la dirección, genio – y Claudio se dio el gusto de devolverles el sarcasmo, disfrutando el panorama cuando los chicos se pusieron pálidos y se giraron para ver hacia el pabellón que llevaba a la dirección y justo vieron a su padre caminar con hombros tensos al portón de salida – y ¿ahora me van a decir que han hecho? – insistió achicando los ojos
• Yo no hice nada – respondió Samuel muy seguro reponiéndose del susto, pensando que si la cosa hubiera sido con él, alguien lo hubiera mandado llamar a la oficina del director, detalle que no se dio, además él era impecable con el colegio a diferencia de Bernardo, así que la acusación era casi impensable  
• ¿Yo hice algo? – en cambio Bernardo miro fijamente a Samuel haciendo aquella pregunta, pero sin sarcasmo o burla o tono de juego en la voz, el no recordaba hacer algo malo, pero con lo despistado que era quizás hizo algo que no escapo al ojo de su hermano como a veces pasaba y que muchas veces se salvo por él justamente
• ¿Tienes el descaro de preguntarle? – Claudio no podía creer lo que oía, era el colmo que le este preguntado a su mellizo aquello – ¿acaso el tiene que saber lo que haces?
• Es solo para confirmar algo que se me haya olvidado – dijo sin sentir el menor signo de vergüenza continuando con su excusa – tengo tantas cosas en mi cabeza que no presto atención a los detalles, además en el cole y en la casa tengo mi fama, una fama que debo cuida – agrego y Claudio hizo una mueca, si bien en casa ya no comparaban a los chicos entre sí en voz alta, aun tenían algunas etiquetas colgando en el cuello, incluso él había reservado unas cuantas que aunque las pensara nunca las diría en voz alta
• No, no creo, además nos hubieran mandado llamar a la dirección – y con eso Samuel lo saco de las dudas
• ¿Entonces porque está aquí? – la pregunta hecha por Claudio era más para sí que para ellos
• Habrá venido a saludar – murmuro Samuel frunciendo también el ceño, porque él también tenía la misma certeza que Claudio, no era casualidad y entonces empezó a sentirse inquieto
• Si, seguro… como si papá se fuera a saltar el trabajo solo para venir a saludar al director – contesto preocupado
• ¿Y porque no? – como siempre Bernardo acababa de tirar por un tubo la preocupación – quizás les trajo magdalenas para desayunar jajajja

Y aquello distrajo a Claudio de pensar en otras posibilidades pero tampoco pudo reclamarle nada porque el timbre acababa de sonar anunciando que el recreo había terminado y los tres hermanos en su apuro por volver cada cual a los suyo no supieron en qué momento intercambiaron las mochilas hasta que fue demasiado tarde.

Claudio apurado entro al área de gimnasia para cambiarse y cuando ya se había quitado la ropa quedándose solo con los bóxer abrió la mochila distraído sin encontrar su equipo deportivo y aun confundido vació todo el contenido de su mochila al piso, desesperado porque tenía examen bimestral de gimnasia y con ello desparramo las revistas en medio del pasillo justo cuando el profesor de gimnasia entro a los vestidores para apurar a los chicos cuando todos sus compañeros decidieron silbar y aullar como lobos al ver las revistas a vista y paciencia de quien quiera y claro a Claudio le falto manos para esconder aquello mientras sentía su cara encenderse de vergüenza…

• ¿Y se puede saber que significa esto?...