sábado, 29 de diciembre de 2018

Regalo de Navidad: Un diciembre para recordar; Autora Nicole

Regalo de Navidad
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de Diciembre del 2018.
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Un diciembre para recordar
Autora: Nicole

Eh Ave María pues, ¿cuándo será que el muchachito va a aprender?, se preguntó papá colocándole un poco de alcohol en el trasero, Brian vio las estrellas, luego Alexander  colocó una pomada que le aliviaba bastante, esta era la segunda vez que lo hacía en el día  porque  el niño había sido castigado con la alpargata durante una semana, de mañana y de  noche por volarse de casa  tres días consecutivos con sus amigos de la cuadra, después de la semana de castigos don Alex decidió curarle el sentadero como solía hacerlo cuando el correctivo era fuerte, aquella vez estaba tan enojado que casi pierde los estribos iba a reventarle el culo a varazo limpio en donde lo pillara, afortunadamente sus padres estaban de visita y lo calmaron antes que el señor saliera en busca de su indisciplinado  hijo,  cuando fue por el chiquillo y regresó  todavía enfadado con  muchas  ganas  de  darle unos buenos con la correa, pero la abuela intervino  sugiriendo que mejor  usará  la suela de cabuya, el señor Piedrahita luego de serenarse  acepto, total era su mamá quien se lo pedía,  eso sí, le aseguró al incorregible sardino que no solo le iba a poner el jopo como un tomate, más bien se lo iba a dejar señalado en condiciones que pudiera recordar toda su vida la pela que iba a darle y no era mentira, le dejo la piel de cola en severas condiciones.

  • Prometo que no lo vuelvo a hacer más pues – aseguró como siempre, su progenitor solo movió la cabeza de lado a lado, sabía que era una más de sus promesas vacías,  pero al menos pasaría un buen tiempo para que el mocoso no sé metiera en un lío serio. Brian Alexis intentó incorporarse, pero su cucho lo detuvo.
  • Quieto home, que todavía no he terminado – el chico se sintió un poco avergonzado, no de que su padre lo viera total, ya le había visto el culo de todos los colores, además estar desnudo frente a sus familiares masculinos no le daba pena, lo que sí le ponía caliente la cara, era el hecho de estar tumbado en las rodillas de su padre a sus dieciséis años, lo  que  se estaba haciendo rutinario en  los últimos meses, pues el niño todavía no se dejaba educar del todo,  se preguntaba mentalmente  si los Montoya,  los gemelos Jaramillo, otros amigos o quizás algunas de las chicas que no fueran las Cardona, eras corregidos de aquella manera, su padre en pleno siglo veintiuno entendía las cosas así, tan cansón, tan jodón con las benditas normas que no había forma de hacerle entender, pero al final padre es padre y Brian todavía vivía con él, así que tocaba adaptarse a las reglas aunque no le gustaran, sus abuelos biológicos y de crianza tenían el mismo concepto y utilizaban la frase que más el muchacho odiaba: “Cuando el culo quiere juete el mismo lo solicita” Eh Ave María, que  manera de dejarle claro el mensaje a los no juiciosos como él, pensaba el apodado vicioso
  • Listo pues, ya terminamos por el momento, en la noche antes de dormir te vuelvo a aplicar – ahora si el mozalbete se levantó, su padre lo abrazó dándole un beso en la frente, luego salió hacía la sala para ver televisión
  • Buenas tardes señorita ¿Buscaba a Brian? – preguntó amablemente al ver a la novia de su hijo con su mujer en la sala conversando
  • Hola don Alexander que más, ¿cómo le va? – Saludo sonriente – acá conversando con doña Sandra y sí, vine a invitar a Brian a una fiesta. Ya sé que faltan varios días para navidad, pero mis padres organizaron una comida, con rumba y todo en la casa de mis tíos en Bogotá y quería pues que usted le quitara el castigo a él, digo solo por esté fin de semana nos vamos desde el jueves en la noche, faltan por ahí, menos de  ocho días para eso, luego cuando el regresa lo castiga de nuevo – el señor Piedrahita la miró perplejo, ¿será que todavía no estaba enterada de lo que hizo ese descarado como para venir a invitarlo a una farra como si nada?, es que ese desvergonzado merecía estar encerrado durante cinco meses como mínimo – por favor diga que si – añadió la sardinita con ojos de gato con botas
  • Lo siento niña – dijo con su tono de voz más amable – mi hijo está castigado por desobediente entre otras cosas, así que pues, no tiene mi permiso para salir y menos a otra ciudad
  • Está bien, comprendo – mencionó con un semblante triste –  ¿puedo verlo al menos un ratico?, es que quiero hablar con él
  • Pues claro mamita, faltaba más – habló Sandrita – Mijo avísele a su hermano que Ariadna lo busca – aprovecho cuando vio a su otro hijo pasar para la cocina
  • Listo ma, ya le digo

Mauro corrió al cuarto de su hermano a avisarle la novedad

  • Parce, te busca tu novia – informó ya dentro de la habitación – Quiere pasar a verte
  • Está bien, decile que venga

Mauricio salió y así lo hizo mientras Brian se colocaba unos calzones algo holgados.

  • ¡¿Quiubo mi amor?! ¡Que más…! – ya dentro del cuarto, se acercó a él, lo beso en el cachete mientras le acariciaba el cabello aprovechando que  estaba acostado de medio lado
  • Pues más o menos mi reina – mencionó con tristeza, tratando de buscar la posición más cómoda, Ariadna Sofía lo miró, e hizo una mueca de dolor, sabía que solo era alpargata, pero dos jornadas por una semana como le había explicado su suegra, ¡Juepucha! eso debía ser terrible pensaba la nena
  • Hable con tus papás sobre una fiestecita de navidad que mi familia está organizando para este fin de semana, pero ellos me dijeron que no te pueden quitar el castigo, lo siento mucho mi corazón
  • Entonces pa qué  que me decís eso en estos momentos, con las ganas que tengo de salir, ehhhh
  • Bueno pues papito, vos estás castigado, igual en esas condiciones no podés ir a ningún lado – Vicioso frunció el ceño con ese comentario y le explicó
  • Sí, pero la fiesta es el fin de semana, tengo por ahí como siete  días para recuperarme, yo quiero estar con vos home, más ahora que me he ganado a tus papás – bueno eso era lo que él pensaba – A lo bien mi princesita que ya me estoy portando muy juicioso
  • Sí como no, cuénteme una de vaqueros pues… aunque no puedo negarte que como sos me encantás – expresó suspirando enamorada – pero creo que es mejor que respetés la decisión de tu papá, lo vi muy serio y no creo que cambie de opinión
  • Ehh, que pereza home, este cucho mío es un… – Iba a decir algo, pero se contuvo su chica lo miró sería y añadió
  • Brian Alexis ni se te ocurra hablar mal de tu papá, que él se preocupa mucho por ti
  • Sí, pero no me deja hacer nada, no puedo salir a ningún lado sin que me tenga que estar vigilando, todo el tiempo la misma cantaleta, que avise pa dónde voy, que pida permiso con tiempo, que esto, que lo otro, la misma joda siempre –  golpeó con el puño cerrado los cojines que allí había
  • Bueno ya relájate pues, tu papi solo quiere lo mejor para vos aunque ahora no lo comprendás, a mí también me castigan sin salir y me azotan cuando me porto mal, pero por eso no voy a quejarme de mis padres, es que no hay derecho, al final lo hacen por nuestro bien. Además  hay gente que ni los tiene vivos, nosotros tenemos esa dicha; es maravilloso, a mí a veces los cuchitos me parecen cansones también, pero jamás los ofendería ni faltaría el respeto. Brian  te amo  y me duele mucho lo que te ha pasado en esta semana, pero no podés negar que no te lo buscaste; es que salirse así tres días no es una falta chiquitica, no señor, ¡Vos sos un descarado con letras mayúsculas!
  • No  pues,  lo que me faltaba; vos  echando cantaleta, es que todos me van a andar regañando, primero mi papá, después mi mamá, luego los abuelos, y hasta mi propia novia
  • Algo maluco te pudo haber pasado, agradecé que no te dieron cuero;  eso era lo que hubiera hecho mi papito si fueras su hijo. Dale gracias a mi chuchito (Jesucristo) lindo que tu papá te tiene harta paciencia, a lo bien que esa cola se merecía la correa en lugar de la alpargata y no me digás que no, que es muy cierto – Oigan a esta, le pareció poco que me pelaran durante una semana, penso… claro como no es suyo el trasero, ¡tan brusco el cucho, eh!, se le revolvió todo de solo recordarlo – ¡Así que ya sabe mijito, juicioso pues! – advirtió ella imitando a su señora madre
  • ¡Habló Sandra, ah!, ya no me regañe pues – reclamó haciendo un puchero que a su prometida le pareció gracioso
  • Ay pero que niño tan consentido, que ternura vos, como para coger así a  picos a picos – sonrió ella cerrando los ojos, lanzando besos al aire   gesticulando con ambas manos cerca de la cara, Brian se sonrojo con una sonrisa medio nerviosa, finalmente ella salió de la pieza se despidió del cuñado, y los suegros

Pasó la semana de curaciones, el muchacho cada vez con más ganas  de salir a rumbear a Bogotá, todavía guardaba esperanzas que le dieran permiso, pero claro el chiquillo no sabía cómo conseguir las cosas, a veces su impaciencia arruinaba todo lo  planeado,  así que  allí  teníamos  al  esquizofrénico como  también  era conocido  por sus colegas, discutiendo en la sala de casa con su progenitor como de costumbre.

  • Ya le dije que no va para allá, ¿En qué idioma tengo que hablarle pues? – Alexander le preguntó muy serio
  • Pero ya me pegaste, me encerraste. No es justo que me prohibás salir a divertirme, yo me he portado bien toda la semana. Dejáme ir por favor
  • ¡Qué no, carajo! ¡No seás cansón! – Pero que terquedad de muchachito pensó el padre
  • Mamá, deme usted el permiso – hablo cada vez más rebelde, aprovechando que su madre pasaba hacia la cocina
  • Mijo su papá ya le dijo que no, además tampoco quiero que se vaya a Bogotá, usted no conoce esa ciudad, mejor espera la navidad que es la otra semana
  • Yo ya he ido a Bogotá, cuando ustedes me mandan con mis tíos y ahora sería casi lo mismo porque iría con los papás de mi novia
  • Brian no vayamos a empezar – intento hacerlo entrar en razón, pero con él eso era misión imposible
  • No, no vayamos a empezar no mamá. Yo quiero ir, y eso pienso hacer – gritó molesto
  • Váyase pues, haga lo que se le dé la gana como acostumbra a hacerlo  y verá – advirtió su padre, el muchacho se retiró a su habitación, empezó a vestirse y arreglar algunas cosas dentro de su morral

Tenía la intención de largarse sin importar lo que sus padres dijeran, ahorita su hermano andaba jugando futbol con los parceros, su hermanita con el tal Pablo Emilio que le caía tan mal ese man, ah, pero su papá si le daba libertad a ellos, a él que era dos años mayor lo traía cortico, pero aquello no iba a impedir que se volará con su amada a Bogotá, así tuviera a los pesados suegros detrás de él, le daba igual, podría salir a rumbear y conocer mejor la ciudad, ya que con sus tíos eso era impensable, lo cuidaban lo mismo o peor que sus padres y todo porque sus cuchos les dieron esa autorización, es que ya nadie confiaba en él, eran años de mentiras y enredos en los que andaba la mayor parte del tiempo metido, nadie le creía las carretas que echaba, su reinado se había terminado, su progenitor había conseguido controlarlo nuevamente, cosa que el peladito se rehusaba a aceptar, de manera que se estaba terminando de alistar cuando sonó el teléfono.

  • Entonces que cocinerito ¿Todo bien?
  • Sisas llavecita ¿En qué andás? – preguntó Anderson
  • Más aburrido guevón…
  • ¡Uuuuh! ¡¿Qué te paso?!
  • ¿Sabés qué? el cucho me volvió a castigar, ya estoy es mamado de lo mismo ¡Ahh…! – vocifero con fastidio
  • Bueno pues, eso no es ninguna novedad parce,  pasó en noviembre, también en octubre y si no me equivoco en septiembre, por ahí los primeros días del mes; cuando llegó su cucho a la casa de Martí. Marce  agachó la cabeza ahí mismo, entonces todos éramos muertos de pena ajena
  • ¡Uy no, parce! las vergüenzas que me hace pasar mi papá, pero bueno eso ya paso
  • ¿Y cómo te fue esta vez? supongo que mejor  ¿cierto?
  • ¿Cuál mejor home?  Imagináte que me las dio por una semana – explicó todos los detalles, total Ryan era su mejor amigo y confidente
  • ¡Una semana, ah, que dolor parce! – hizo un gesto de dolor con la boca e involuntariamente se llevó una mano a la nalga – ¡Pórtese serio hermano! – añadió
  • ¿No lo he hecho pues toda la semana? – porque estabas castigado, pensó su amigo al otro lado del teléfono, pero no dijo nada – parce, que ni juicioso mi papá me deja salir ni a la esquina, sino es detrás mío, todo el tiempo papi, todo el tiempo
  • Es que pues, a veces así son los papás – no sabía cómo explicarlo que él solito se lo había buscado por abusar de la confianza que le dio en un principio – llave voy a acompañar a mi abuela al centro, hablamos luego
  • Listo, nos pillamos pa Navidad
  • Bueno, chao pues – se despidió

Brian cerró el teléfono terminó de vestirse y salió apurado hasta la puerta principal, su padre volvió a recordarle sutilmente lo que iba a pasarle si se atrevía a desafiar su autoridad, Sandra suspiro estresada, ¿Por qué ese niño tenía que ser tan terco? Se lo preguntó varias veces, luego se retiró a su pieza, le estaba empezando a doler la cabeza.
No había pasado ni dos minutos cuando el abuelo del muchacho toco la puerta, iba a visitar a su familia nuevamente. Alexander le abrió, enseguida saludo a su hijo, luego  se acercó a su nieto; con cariño le toco el cachete como si fuera todavía un chino (niño) de cinco años, el sardino apartó la cara bruscamente y se paró de la silla alejándose de su abuelo.

  • ¿Qué le pasa pues Brian? ¿Por qué esta así de antipático? –  el señor estaba desconcertado, no esperaba una reacción de su nietecito
  • Está enfadado porque no lo deje ir para Bogotá
  • ¿A Bogotá a qué mijo?
  • Una fiesta que organizaron los padres de Ariadna, pero no va porque está castigado todo el mes – le recordó, el padre de Alexander sabía lo que había hecho el sinvergüenza de su nieto por eso estuvo de acuerdo con aquella decisión, su hijo estaba educando bien a  ese  chino   tan  caprichoso y altanero – Brian venga para acá – llamo a su primogénito
  • ¿QUEÉ?
  • ¡Qué no, señor! Se demora más, pero se expone menos – lo jaló del brazo colocándolo frente a su abuelo – Discúlpese –  Alexander quería cortar la patanería de su hijo de una vez, nadie tenía porque aguantarle sus groserías
  • ¿Por qué? Que no he hecho nada malo
  • No es necesario mijo – el abuelo se sintió un poco incómodo
  • Claro que lo es, este niño tiene que aprender a respetar a las personas. ¡Haber pues, discúlpese! – insistió, pero el mocoso no quería dar su brazo a torcer – ¡Que se disculpe carajo! – dijo al tiempo que le soltaba cinco buenas nalgadas que le hicieron llenarse los ojos de agua, más  por  humillación que por dolor – plaf plaf plaf plaf plaf
  • Disculpáme abuelito, no quise reaccionar así – dijo sinceramente, todavía  con los ojos aguados
  • Ya mi niño, no tengo nada que perdonarte, te amo – lo abrazo y esta vez el chico se dejó querer

Pasaron las horas y los días, Brian no fue a Bogotá, aunque hasta lo  último  estuvo a punto de hacerlo, pero claro aquel jueves por la tarde revivió  en su mente una de las azotainas más largas de su vida.

  • ¿Será que hago caso o me vuelo? – Se preguntó por un momento dando vueltas en su habitación – A lo bien que sí,  igual  la vida es mía. En el fin de semana quiero bailar, en el fin de semana quiero gozar ay vámonos 

Anuncio cantando una canción mientras se movía imaginándose la música, pero algo en su corazón le impedía  dar el primer paso, así fue como recordó todo lo sucedido.

  • Brian Alexis venga para acá – le habló su padre
  • Papá venga yo le explico, yo… yo… le iba a pedir permiso, pero…
  • ¡A mí no me salga con carretas ahora, que yo nací de noche, pero no anoche! – dijo cogiéndolo con fuerza de la muñeca, mientras, tomaba asiento en la cama de su cuarto
  • Déjeme hablar pues, ¿Que no tengo derecho a hacerlo? – el jovencito era muerto de los nervios
  • Silencio, va a aprender a respetarme y a obedecerme cuando yo le hablo – dicho aquello empezó a desabrochar los pantalones y se los bajo junto con los interiores hasta las rodillas – Te vas a acordar de está el resto de tu vida ¡Grandísimo descarado! –  Seriamente le cogió del mentón para que el sardino lo mirara – prepará tu cola, porque no te vas a poder sentar cómodamente durante una semana – con esas palabras lo tumbo en su regazo, después le terminó de sacar la ropa, quitó las medias y los tenis que cargaba, le subió un poco más la camiseta para tener mejor vista del culo y poner castigarlo a gusto. 

Así  pues nalgas peladas, bien levantadas, sin previo aviso Alexander empezó a estampar la suela de cabuya en tandas de diez, primero en un cachete,  luego en el otro, sin hacer ninguna pausa, el chiquillo cogió la almohada que para su suerte estaba cerca y la mordió con fuerza para evitar chillar desde el principio, pero era imposible a medida que avanzaba la tunda, el trasero no solo se le calentaba, le empezaba a doler, luego a escocer, que duro  sentía cada zapatazo, su cucho le estaba dando con ganas, no tenía  piedad alguna, como ocurría la mayor parte del tiempo si eran faltas graves,  eran pelas de antología,  cuando terminó de zurrarlo, lo hizo parar para colocarlo cara a la pared.

  • Veinte minutos –  le indicó – Esto no acaba aquí, te he dado la primera paliza del día de hoy;  en la noche te corresponde otra y así va a ser hasta que pase una semana – agregó, Brian tragó saliva llorando como magdalena con ambas manos en el jopo, su padre quiso terminar todo allí, correr e ir a abrazar a su hijo, pero tenía que ser estricto para dejar en claro a ese culicagado que no se mandaba solo.

Llego la noche, entro a la pieza, su hijo estaba sentado sobre un cojín, con los ojos rojos pues ya había lloriqueado un rato.

  • Brian Alexis me hace el favor – volvió a llamarlo, ubicándose en la cama, el adolescente se paró del asiento y se llevó una mano a la nalga
  • Papi me duele mucho – se atrevió a decirle
  • Y más le va a doler, venga de una pues, no me haga las cosas más difíciles – el muchacho no le quedó de otra que hacer lo que le pidieron. De nuevo en la misma penosa posición, su padre volvió a bajarle  el calzoncillo que era lo único que cargaba puesto en aquellos momentos, lo acomodó bien y empezó a aporrear el colorado culito; igual de severo que en la mañana, pero iniciando desde las flexuras haciendo al vicioso chillar desde el primer azote
  • AHHHH, AHHHH, YAAAA PAPI, YAAA, VOY… VOY A… OBE… OBEDECER, ME… ME… ME… PORTARÉE… BIEN…. ¡LO JURÓ! – Chilló, pataleo, berreo, claro sin meter las manos, ya estaba advertido, si hacía eso iban a empezar de cero. Eh Ave María como dolía y picaba aquella cosa, y pensar lo que esperaba
  • PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP  – diez certeros cayeron en la nalga izquierda – PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP  –  la otra mitad en la derecha
  • AU, AUUU, AUUUU, AUBBUAAAAAAA YA, YA, YAAAA PER…PERDOON – llorando mares, sin parar de sorber sus mocos afligidos con la retaguardia incendiada a tope
  • PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP – volvió a la parte baja del sentadero, que tortura pensaba el mozalbete y no había cuando su señor padre acabara, parecía que le iban a arrancar la piel – PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP  – esas últimas sonaron en el centro, lo ayudó a pararse y lo puso en el rincón por veinte minutos

El señor Piedrahita se sentó en una silla a chequear que el mocoso cumpliera, después lo acostó boca abajo en la cama a esperar lo que fue la semana completa de muendas.

  • Nooooo la chimba, ni por el chiras me vuelven a pegar así, ¡Que dolor tan verraco, ah!volvió a su realidad, mejor no sé fue con su novia,  a pesar de las tremendas ganas de rumbear que tenía

Llegó la Navidad, Brian Alexis Piedrahita Tabares la paso rico en compañía en compañía de sus familiares y amigos de él, de sus hermanos, de sus padres y el resto de los familiares en fin la casa estaba taqueada de persona, Ariadna fue un ratico a visitarlo, comieron, bailaron, conversaron, romancearon  y disfrutaron.

  • Mi amor que bueno que me hiciste caso, ves que todo es mejor así  – le dijo Ariadnita abrazándolo por la cintura
  • Claro mi chimbita,  siempre sigo tus consejos, estás hecha una mamacita mi reina.
  • Vos también estás muy lindodijo ella plantándole un beso muy apasionadoTe amo Brianañadió.
  • Yo a vos mucho más hermosatambién le dio un rico pico, luego se separó porque tenía algo que hacer desde que inició la rumbaYa vengo bebe, no demoró nadase fue por una botella de aguardiente, ¡que ganas de chupar  tan verracas sentía!
  • ¡Vida hijueputa!Exclamo con mucho enojo con el botellón  vació  en la manoQue gente tan conchuda, encima que acaban con toda la comida, se me toman el chorro, pero eso pasa porque  mi papá se pone a  invitar a esos montañeros ahdejo la botella dónde la encontró y se fue dónde Ryan que estaba con Dannita
  • Perro, necesito que me ayudés homedijo con desespero ¡Que más cuñada…!¿cómo estás?
  • Bien graciassaludo ella seria, estaba en el mejor momento con su chico y su cuñado interrumpiendo así
  • Brian, es que bueno, mi amor dame cinco minutos ¿sí?La chica lo miró con cara de confusión y desanimo seguro se iría con el Brian a ver otra mujer, como que lo desconfiada se lo había pegado su hermana la segunda
  • Dejá las explicaciones para después, hágale, hágale vamoshizo que dejara a la novia, todo con tal de conseguir licor
  • ¿Qué pasó pues?preguntó ansioso Ryan
  • Tranquilo home…
  • ¿Cuál tranquilo? Acabo de dejar a mi chica sola, a ella no le gusta que haga eso
  • No sea marica parce, no se deje patronear, que viejas  hay por todos lados
  • Bueno pues, ¿Pa que me necesita?
  • Papi me tomaron el chorro y necesito que vayás a conseguirme una botella de las grandes, aquí en el puestico del Efraín, que queda al frente de la casa de la metida de doña Petra, hace me el favor pues, que el cucho no me deja salir Anderson acepto, Brian le dio el dinero y se fue a hacer la vueltica
  • Brian Alexis Piedrahita Tabares, venga aquí inmediatamente –  gritó el padre
  • ¡Ay marica y ahora que fue lo que hice!Exclamó nerviosoYa voy papáy apareció de una, al lado de Alexander que se encontraba parado con cara de pocos amigos al lado de la vitrina cerca de la cocina
  • Me hace el favor y me dice ya mismo ¿por qué miércoles se terminó está botella de aguardiente?preguntó molestoesto, señor escúcheme bien era de don Panchole explico, esquizofrénico, pensó que su padre lo había comprado para todos por la navidadmire Brian, nosotros aquí tenemos completamente  prohibido tomar  licor. Así que quiero escuchar de su boca una buena explicación, sino vamos a tener problemas
  • Papá yo no tome nada, lo juro, ¡¿por qué me tenés que regañar home…?!protestó,  ahora  seguro  se iba a ganar  una buena pela y está vez sin razón
  • Haber pues, sópleme un ojopidió su progenitor
  • Papi como me vas a poner en esas, acaso no confías en mí pues
  • Te conozco bien ¡Que me soplés un ojo o hablamos en el cuarto!Brian así lo hizo, su padre se disculpó pues se dio cuenta que  su hijo había dicho la verdad y él no le creyó, el chico aprovechó para volver a reclamarlelo siento mijo no fue mi intención
  • Está bien pues, pero informáte primero, a lo mejor fue Mauricio y vos ni enterado, pero claro,  a mí siempre me toca llevar del bulto
  • Ya mijito, ya pues, ya sé que me equivoque, no séas rencoroso, que si te regaño es por tu bien…
  • Brian no había del más grande, te traje estele gritó el Chef a su amigo al que vio de espaldasAh, hola don Alexander, es que bueno yo pensé… yo pensé,  que a lo mejor ustedes querían celebrar con un poquitico de aguardientico, vea  que es de buena calidad, si quiere le dejo probarlo a usted primero. A lo bien, que no se va a arrepentirsonrió nervioso al percatarse de la presencia del señor, ya  no sabía qué decir
  • Este bobo ya la embarropensó el Brian, deseando desaparecer
  • Preste haber acá  –  le arrebató la botella, se fue al fregadero, la abrió  y vació todo su contenido. Al vicioso casi le da algo, luego su cucho le hizo la última advertencia de la noche¡Brian! Poneme cuidao a lo que te voy a decir: No te pasés de avión conmigo que no nací ayer,  y  ni  se  te ocurra tomar un  solo  trago  jamás muchachito  porque dónde te pille en esas,  te cojo a juete ¿Me entendés?
  • Si señordijo resignado
  • Y usted muchachito no me abra los ojos que no le voy a echar gotaseso iba con Ryan Anderson que estaba realmente asombrado con la reacción del padre de su mejor amigo
  • Camine pues, vaya a divertirse con su  – apenas se dio la vuelta, le soltó una fuerte y sonora nalgada delante del amigo
  • AUUUU, papá volvete serio homedijo indignado

Su papá lo puso a marchar como soldadito mi hermano, bueno voy con mi novia que pronto se tiene que retirar, nos pillamos.

  • Listo llavemientras su amigo regresaba con su cuñada, él fue a despedirse de su novia
  • Mi amor ¿Dónde estabas? Me tenías preocupada, ya casi me tengo que ir, pero te quería entregar tu regalo tomá
  • Gracias mi reinalo iba a abrir, pero ella lo detuvo
  • No amor lo abrís mañana.
  • Pero ¿por qué?
  • Ay tan impaciente el niñole pellizco el cachetico
  • Bueno pues, te hago caso, nos vemos en año nuevo mi chimbita, solo que está vez yo voy a tu casa
  • Listo bebe, nos pillamosapenas se fue, el Brian no aguantó la tentación y abrió el regalito, luego leyó la notica que allí había
  • Amor, espero que esta cremita sea de mucha utilidad para lo que queda del año y el próximo que ya está encima, estoy segura que esa traviesa  cola la va a necesitar en algún momento. Un beso y  bien portado pues
  • Oigan a está, dizque crema para el sentadero, que yo soy bien juicioso home.
  • ¡Brian Alexis! ¡¿Por qué le tocó la nalga a Martica? !Eh, este culicagado no respeta a nadiedijo Sandra enojadaEsta sí no se la rebajo, Sofí muestre haber la correale pidió a su hermana, ella  se  la sacó  del pantalón, Sandy la tomó y salió a buscar a su hijo para darle una lección.
  • No, mamá déjeme que le explique pues… no es lo que usted piensa… me equivoque, es que  ella  de espaldas se parece mucho a Ariadna, yo no soy como mi primo Navid, mamá por el amor de Dios no me vaya a pegar, que usted es muy bruscaallí teníamos al Brian en bombas por toda la casa, hasta salió al patio, huyéndole a la furia de su madre,  buscando también un lugar para esconderse y no pasar una gran vergüenza en Navidad con tanto público.


Feliz Navidad a todos, Dios me los bendiga y les permita cumplir todos sus sueños, los quiero un montón.
Nicole.

4 comentarios:

  1. Pobre chico lo iban a matar jajajaja

    Terry

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  2. Bueno, es que el chico es tambien un salvaje, asi que todo va a su altura, jajajajja
    Gracias por tu aporte Nicole, me gusto el relato, perdon por no comentar antes, estuve con visitas en casa
    Marambra
    feliz año nuevo para ti y fiesta de reyes que es hoy

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  3. Estoy de acuerdo con marambra y bueno pues creo que Brian se lo buscó, pero ese cucho es un brusco ome una semana de pelas pobre, me causo mucha risa que la mamá también se lo quería pelar, definitivamente fue un diciembre para recordar parce.

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  4. waaaaooo pero que capi me he encontrado!!!!
    Muy bueno amiga me gustó que por fin les pongan orden a los muchachos!!!
    Me encanta llegar y encontrar estos capis tuyos, no sabes como me alegras la noche flaquita porque me divierto un buen con las ocurrencias y contestaciones de tus chicos jajaja
    Así que espero encontrar más capis y sobre todo de mis favoritos que son los de fútbol....

    Estrella

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