martes, 14 de mayo de 2019

Cardos y florecillas: Microcorto 6; Autora Nicole

Cardos y florecillas
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 14 de Mayo del 2018.
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Capando clases
Sexta parte
Autora: Nicole

Nota de autor: Hola fans de esta historia, espero les guste, el final será lo mejor, espero me dé tiempo para culminarlo, tenga mucha paciencia. Feliz cumple Marambra aunque atrasado, Estrella espero que te guste este capítulo, espero haberte complacido, aunque siento que el padre del mentiroso sea blandengue jejeje. . Otra cosa el lenguaje que hablan Mauro y el Brian se llama parlache(una variedad del habla que utilizan los jóvenes de las comunas populares de Medellín en su comunicación, es como el equivalente al lunfardo en Buenos Aires, entre paréntesis pongo el significado de lo que quieren decir jejeje. Ahora pues disfruten.

Carlos con la correa de cuero doblada en dos,  se acercó a la habitación que compartía con su señora esposa; tocó varias veces, pero las niñas no respondían al llamado, ambas estaban muy nerviosas, todavía llorosas; el señor Cardona decidió sacar las llaves del bolsillo de su pantalón y finalmente abrió la puerta. Encontró a las muchachitas cara a la pared en su esquina correspondiente, dio un largo suspiro y antes que sus hijas se movieran de sus posiciones, dejó el cinturón en la cama, luego camino primero hacía  Ariadna para darle un cálido abrazo, la sardinita se giró correspondiendo hacía la muestra de cariño de su progenitor; pegó su cabeza en el pecho de este gimiendo bajito.

  • Ya mi amor,  no más lágrimas, papá está con vos mi chiquita – y allí estaba él consolando a la más consentida y manipuladora de las cinco hijas que tenía, todo el enojo se le fue apenas entro en el cuarto, es que ver semejante cuadro, lo único que daban ganas era de confortarlas, sabía que su mujer les había dado bien duro, no había necesidad de volver a repasar nada
  • Papito me… me… duele mucho – mencionó ella sin despegarse de su padre – No… no me pegués por… por favor – suplicó con la voz todavía quebrada
  • Tranquila mi princesita, papá no está más enojado   dijo dándole un beso en la cabeza, la soltó y fue con su otro capullo de rosas
  • Ya pequeña, ya pasó amor – hizo lo mismo con Catica, la más rebelde de las cinco, pero ahora estaba sumisa y sensible, aquellos azotes de ninguna manera fueron un chiste
  • Me… me… portaré… me portaré bien… te, te, lo juro papacito – prometió sinceramente – pero por favorcito… no, no, me vayás a pegar vos también – rogó con los ojos aguados, mirando fijamente a su padre mientras sus manos apretaban ambos brazos
  • Calma mi niña, no voy a hacer tal cosa
  • Pe… pe… pero mamá dijo que…
  • No te preocupes mi amor, yo hablaré con ella, por lo pronto descansen – dijo él, preparándose para salir, cuando Ariadna lo detuvo
  • Papi ¿podés conseguirme una pomadita por favor?
  • ¿Te duele mucho corazón?
  • Si papi, me duele harto – aseguró colocando una mano detrás del sentadero, pero sin llegar a sobarse, ya que eso empeoraba la sensación de dolor – Mamá, me… me… pegó muy fuerte
  • Muestre a ver – pidió él

La chica dudó un momento con ambas mejillas rojo escarlata, su padre le dijo que no era necesaria la pena, de cualquier forma alguna vez él la había nalgueado sin los calzones puestos, pero eso no evitaba que sintiera vergüenza, así que  luego de meditarlo unos largos minutos decidió subirse la falda que traía puesta dejando ver alrededor de la piel magullada feas  marcas en los cachetes y en el final de la cola aquello no se veía nada bien, pero bueno él tampoco podía conseguirles ese alivio instantáneo, pues entonces de nada iba a servir la paliza, ellas se portaron mal y tenían que asumir las consecuencias, Cata hizo lo mismo que su hermana, dejo ver los cardenales que se habían formado en la piel lastimada, Carlos tragó saliva, enserio cuando Carmen se enojaba era peligrosa, se pasaba y aunque el parcito eran unas verdaderas descaradas, ella debía calmarse antes de castigar aquello iba a durar un mes por lo menos.

  • Si ves papi, mirá como nos volvió mamá – habló Catalina, levantándose nuevamente la falda, en aquellos momentos le daba igual que su padre le mirara el rabo
  • ¡Ay mis amores! – exclamó botando el aire de nuevo – miren no puedo traer esa crema que me piden hasta que pasen un par de días más pues, recuerden que ustedes actuaron mal y pues todo tiene resultados  mis pequeñas. Una pela siempre debe doler para ser efectiva – les recordó con seriedad, pero sereno – Les prometo que cuando pase el tiempo correspondiente hablaré con su mamá para que le cure sus colitas ¿De acuerdo?
  • Bueno pues, ya que – se resignaron ambas y el señor finalmente partió hasta la sala a conversar con su señora esposa que estaba viendo un documental sobre cómo educar a los hijos cuando estos están en la adolescencia

Esperó que aquello terminará y conversó con su mujer, le explicó porque no era conveniente darles una segunda tunda a sus hijas, que ya la vara había hecho efecto en aquellos mal portados traseros, que su castigo sería dejarlas sin salir por lo menos un mes. Claro tendría que comunicárselos en las próximas horas, pero no quería atormentarlas pues ya tenían suficiente por el momento con semejante pela, Carmen estuvo de acuerdo aunque no compartía la idea, pensaba que al menos si no les daban la segunda cuera, por lo menos una nalgueada a mano limpia no estaba de más, así eliminarían de la cabeza del par de mocosas arbitrarias cualquier otro intento de escape de sus responsabilidades, es que ella las quería traer marchando derechitas, pero tampoco podía desautorizar a Carlos en sus decisiones o castigos.
Mientras tanto en casa de la familia Piedrahita-Tabares estaba Alexander conversando largo y tendido con su hermano Oliver Correa, que tenía veinte minutos de haber llegado, apenas lo llamo Alex al teléfono voló a buscar al sinvergüenza de su hijito, y ahí estaba el señor Correa escuchando atentamente cada detalle, primero con un semblante tranquilo para luego cambiar su rostro por uno de disconformidad a medida que avanzaba el relato y es que aunque el señor era paciente con sus hijos la mayor parte del tiempo, se sintió ofendido, engañado, manipulado, en fin el títere de Juan Camilo su primogénito, jamás pensó que algo así pasaría; había depositado su confianza dándole más privilegios que a sus otros dos  hijos  como por ejemplo dejarlo salir con sus amigos a divertirse sin presionarlo con horas de llegada y otras cosas que siempre los padres imponen a los hijos, le prestaba el carro cuando lo necesitara siempre y cuando estuviera en buenas condiciones, pero ser tan permisivo fue su error dándose cuenta en ese preciso momento. El jovencito estaba más blanco que un papel sudando frio con ganas de hacerse pis o del dos en los calzones, ahora sí que no tenía escapatoria. Su padre se veía distinto, no era el Oliver que él conocía quien decía: no te preocupes no te voy a castigar por esto o aquello. Ahora tenía mirada de juez, de dictador.

  • A ver pues…  atrévase  a decirle a su papá que  no  es  cierto lo que me dijeron los padres de esas niñas – mencionó Alexander mirando a su sobrinito que no sabía dónde esconder la cabeza, Oliver esperaba que todo fuera un malentendido, él tenía a su hijo mayor en un pedestal, que Juan Ca era el ejemplo de los desordenados de Navid y Charlie, pero no fue así, Cami confesó la verdad, ya para que mentir, eso solo podría empeorar las cosas
  • Todo lo que dijo el tío Alex es cierto papá – dijo Camilo con un hilo de voz, dirigiendo la mirada hacia sus tenis, y no hubo más que nombrar por parte de Oliver Iván que agradeció el tiempo a su hermano y le informó a su hijo que saliera rápido para el auto, mejor dicho el de Sofí porque el de él aún no la había mandado a reparar
  • Papá yo este… bueno… – no se movió ni un milímetro, en su lugar quiso hablar algo
  • Juan Camilo Correa Tabares no se lo vuelvo a repetir, me hace el favor y se sube al carro, pero en bombas  el chiquillo hizo lo que su cucho pidió sin rechistar

Mientras tanto…

  • Póngale cuidao pues – dijo Brian a Mauro – voy a enseñarle lo básico parce – añadió, su hermanito tragó saliva, todavía nervioso, pero asintió para darle a entender al mayor que estaría dispuesto a copiar toda la explicación – si ves esa vieja que viene por allá, la mona,  de la cartera roja
  • Sisas llave, la de la faldita de cuadros – mencionó Mauro que estaba detrás de unos arbustos junto a su hermano cerca de la Estación el Prado

El primogénito de Alexander estaba contento que su hermano estaba un poco más tranquilo o al menos esa era la impresión que mostraba el chico, así que Brian Alexis, le indicó a su compinche que iba a empezar él para que viera como era la vuelta, Mauricio estuvo de acuerdo en todo, entonces pues, el mayor tomo acción, se acercó a la mujer y robó su cartera de la manera más simple, la joven de aproximadamente veinte años reaccionó tarde, el adolescente iba como el corre caminos con el bolso en la mano. Solo alcanzó a oír los gritos de la muchacha llamando a la policía, entre otras frases como: ¡Me robaron, por favor alguien ayúdeme!, pero que va, eso estaba lejos de suceder.

  • ¿Me copió? – Mauro movió la cabeza de arriba para abajo en señal de aprobación, el vicioso capto el mensaje y le dijo – Ahora le toca a usted
  • Venga… primero miremos que hay dentro de  ese  bolso – Brian puso los ojos en blanco, que ocurrencias tenía su hermanito, pensó
  • Eso lo vemos después, por lo pronto toca bajar de (aerrebatar por la fuerza – lo corto enseguida
  • Bueno pues…  aún dubitativo estaba dispuesto – Está bien, pero y ¿a quién le voy a robar? – pregunto mirando de un lado a otro a un potencial cliente
  • ¡Fresco papi! – tranquilícese le dijo y procedió a enseñarle – páreme bolas home… ¡¿Si ves ese man que llego ahí?!  Esquizofrénico señalo un caserón de corte italiano, allí estaba el señor de no más de cincuenta años que se acaba de sentar para escansar, al parecer tuvo un pesado día de trabajo, mostraba un semblante cansado, Brian le indico a su hermano que fuera a cumplir con la primera parte de su trabajo, después irían a robar una tienda departamental o negocio pequeño

Mauricio se apresuró a hacer lo que le tocaba, trato de mantenerse confiado todo momento, se acercó a la víctima que noto algo extraño cuando que el chico trató de engañarlo, de manera que los nervios traicionaron al jovencito y sacó del bolsillo de su pantalón la lata, una navaja y amenazo al señor que si no le daba la billetera lo cortaba, pero Mauro no contaba que ese tipo sabía artes marciales, de forma que lo desarmo en un santiamén, el mocoso se quedó paralizado sin saber qué hacer cuando reaccionó el hombre con un fuerte acento extranjero le dijo que se esfumara sino iba a llamar a la policía. Mauricio salió corriendo hasta donde estaba Brian.

  • Grandísimo imbécil…
  • ¡Imbécil sos vos, que me mandaste a robar a ese tipo! Pude haber muerto – empujó a su hermano con rabia y agregó dándole la espalda – ¡me vale chimba!
  • Un momentico malparido, vos de acá no te movés – lo cogió del cuello de la camiseta tirando de él violentamente – y no se te ocurra volver a empujarme GONORREA – Mauro se soltó como pudo, el vicioso era más alto y de constitución más gruesa, aparte le llevaba dos años de diferencia lo cual le daba ventaja, pero el adolescente de catorce años estaba con la piedra afuera, y también ofendió a su hermano
  • ¡Vos quien te creés pues GRAN PIROBO HIJUEPUTA!
  • Me salió pues muy alzaito (altanero, buscapleitos) ehh! – reclamó vicioso su hermano lo miraba con odio en los ojos por lo que el Brian decidió hacerlo recapacitar, necesitaba su ayuda – No se me destiña pues,(desteñirse: estar de mal genio) no quise hablarte así, venga mi hermanito querido – aquello si sorprendió a Mauricio, su hermano sí que era excéntrico con razón también le apodaban esquizofrénico
  • No me vas a convencer tan fácil, ya te dije que no pienso seguir en esto – dijo apartándose
  • ¡Mucho faltón usted Ahj! Haga lo que quiera, pero no cuente más conmigo cuando necesite plata – Brian no iba a rogarle total, tenía otros socios, de pronto Anderson le prestaba algo de dinero para su vicio
  • Bueno está bien pues, voy a seguir solamente porque no soy un incumplido, pero a ti no te tengo miedo marica ¿entendés?
  • Ehhh, pero no me grite mijo – dijo Brian y comenzó a explicar sus nuevos planes

Mientras tanto en el cuarto de Juan Camilo un enojado Oliver se estaba quitando la correa de sus pantalones, nada más escuchar aquel sonido, los latidos del corazón del mayor de los Correa se aceleraron  y  sus piernas no dejaban de temblar.

  • Bájate los pantalones y los calzoncillos – pidió su padre con voz calmada, pero tenebrosa, es decir Camilo esperaba que hubiera por lo menos un diálogo antes del castigo como solía hacer cuando ellos eran unos niños de menos de diez años, pero bueno ya estaban grandes reflexionó el muchacho aunque así tuviera veinte años, recibir una pela nunca era grato y mucho menos de esa manera Estoy esperando Juan Camilo… – el señor Correa, tenía el cinturón enrollado en la mano, no habría ningún tipo de contemplaciones, iba a incendiarlo como se merecía; Juan hizo lo que su progenitor pidió, con harta pena bajo sus blue jean y el slip blanco hasta medio muslo quedándose de pie con un cúmulo de pensamientos que iban y venían que no se dio cuenta cuando su padre lo jaló del brazo, para después cogerlo de la cintura dejando su culo bien expuesto, Oliver levantó el cinto y lo descargó con fuerza considerable iniciando en las flexuras
  • ¡AGGGGG! – Juan Ca no pudo evitar quejarse e intento liberarse de la presa de su papá, pero esté lo tenía bien sujeto y descargó tres seguidas en el mismo sitio, el sardino gritó como loco aquello tres cuerazos se clavaron mucho más fuerte que los anteriores.
  • ZAASSS, ZAAASSSS, ZAAAASSSS, Quédate quieto
  • AU, AU, AU, AUUUUUUUUU PAPUAAAA YAAA – apretó el culito empezando a suplicar al sentir que siete seguidos besaron nuevamente la parte baja del sentadero, que tortura, llego a pensar que tal vez su padre se las iba a marcar todas allí, tenía tiempo que no probaba el cinturón, así  que en aquellos momentos comprendió porque Navid era tan chillón cada que lo pelaban con el cuero, claro ahora lo estaba viviendo en carne propia
  • ZAS, ZAS, zas, zas… zas, zas, ZAS, ZAS… zas, zas, zas, zas… ZAS, ZAS, ZAS, ZAS – los correazos sonaron en tandas de cuatro de nuevo en el final del rabo, Oliver le iba a dar una lección memorable a su primogénito, estaba muy molesto y decepcionado con su actitud, no iba a ser el pendejo que había sido con sus hijos, sobre todo con Camilo porque le mintió de la manera más descarada, ¿desde cuándo estaba ese mocoso jugando con él?, ¿cómo se atrevía a engañarlo, faltarle el respeto así? ¿Qué miércoles le pasaba a ese peladito? encima ni siquiera se presentó a clases por irse a perder el tiempo con esos amiguitos vagos todos, pero con esa paliza se aseguraría de corregirlo y vaya que lo estaba haciendo Juan empezó a patalear cual niño pequeño de cinco años, mientras los lagrimones le  recorrían toda la cara y el culo lo tenía con las clásicas líneas blancas que se forman alrededor de la piel enrojecida, pero aún con el lamento y los berridos del mayor de sus hijos Don Oliver siguió en su labor
  • ZAS, ZAAS… zas, zaas… zas, ZAAS… ZAS, ZAAS – dos en una nalga y luego dos en la otra, así continuó varias veces más, Camilo empezó a rogar, sí a rogar porque no había manera que su cucho parara, el peladito sentía ambos cachetes hinchados a punto de estallar.
  • PA…PA… PAPI PEERDOOOONN POR… POR… DIOS… NO  MÁS… NO MÁS – estas últimas suplicas hicieron que Oliver soltara a su sardino, Cami se apoyó en la cama mientras papá se ponía la correa en su sitio. El niño pensó que todo había acabado sin parar de llorar se quedó esperando el consuelo que no llegó, el señor Correa cogió del brazo a su hijo nuevamente, se sentó en la cama y lo tumbó sobre su regazo, lo descalzó, terminó de sacarle la ropa que estaba enrollada en los tobillos y procedió a darle una nalgueada de antología
  • PLAS, PLAS, plas, plas, plas, PLAS, plas, plas, PLAS, PLAS PLAS, PLAS, plas, plas, plas, PLAS, plas, plas, PLAS, PLAS PLAS, PLAS, plas, plas, plas – veinticinco azotes de manera pausada, pero certera  se clavaron en el cachete izquierdo, Camilo vio las estrellas, lloriqueando y sacudiéndose cual culebrilla en las piernas de su padre – plas, plas, plas, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, plas, plas, plas PLAS, PLAS, plas, plas, plas, PLAS, plas, plas, PLAS, PLAS – las siguientes palmadas fueron a parar en los pliegues
  • ¡AY, AY, AY ¡MA… MADRE MÍAAA, VIRGEEEN SANTÍSIMAAA! DIOOOOSSS MÍOOO MÍ, MÍ, MÍ, LINDOOOO BUAAAAAAA – en medio del llanto a  Camilo se le salió lo religioso del alma, pero es que después de tremenda fueteada con la correa no era para menos, en ocasiones intento meter una mano para salvar su retaguardia de la aporreada que estaba recibiendo, pero aquello fue inútil su progenitor con maestría se la apresó en la espalda y prolongó el correctivo
  • PLAS, plas, plas, plas, plas, PLAS, PLAS, plas, plas, PLAS PLAS, plas, plas, plas, plas, PLAS, PLAS, plas, plas, PLAS – la siguiente tanda fue a dar al cachete derecho, los gemidos de Camilo no cesaban, su padre sintió bien calientes y marcadas sus posaderas, por lo que decidió repartir la última tanda de nalgadas en las flexuras  PLAS, plas, plas, plas, plas, PLAS, PLAS, plas, plas, PLAS PLAS, PLAS, plas, plas, plas, PLAS, plas, plas, PLAS, PLAS – Terminó, dejando a Camilo en sus rodillas hasta que se calmara, cuando el llanto se convirtió en sollozos su padre lo levantó, y le advirtió que la próxima vez que se la pasara por la cabeza actuar como un irresponsable, mentiroso descarado, atrevido etc

Le iba a dar una juetera con el látigo de tres tiras o el zurriago.  A Camilo casi le da un yeyo, es decir un desmayo de esos terribles solo escuchar a su padre hablar así. Oliver Iván  salió de la pieza dejando a un Juan Camilo bocabajo reanudando el llanto hasta que quedó dormido mientras en Cali Sofí descansaba en la pieza del hotel  junto a sus otros dos sardinos quienes estaban de bruces sin calzones esperando la semana de castigos que tendrían a penas lleguen a Medellín.


4 comentarios:

  1. Bueno Nicol, ya esta como lo editaste, espero te guste, a mi particularmente me causo curiosidad su anuncio, pero ya estuviste haciendo eso desde hace tiempo, enseñar el idioma propio de Colombia que por cierto es divertido. Ahora ya puedes decirle a EStrella que esta listo, lo publique nuevo porque no podía reeditar sobre el anterior, se desconfiguraba todo y se oscurecía la pantalla, lo malo perdiste el comentario de Terry.
    Un gran abrazo, me gusto tu capitulo y gracias por tu aporte, estamos reviviendo, jejej
    Marambra

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    1. Ay mi amor, gracias por corregir, y por cierto disculpa la pataleta que te arme por correo, pero te juro que moría si no se corregía, bueno está historia se está terminando y claro que no abandoné el barco nena, pero es que tengo muchas cosas que hacer y no me da tiempo para escribir además que pierdo la inspiración a cada rato, ah el acento es paisa como ves y sí es gracioso, pero el parlache es como te explico un lenguaje usado por los jóvenes en los sectores marginales de Medellín, el uso de palabras raras, pero solo lo usaré en algunas ocasiones porque los personajes con tanto juete van a quedar más ajuciados que el mismo Harry Potter o Daniel de Carrusel jajaja. Lo que pasa es que Estrella me pidió que a Camilo le dieran una buena y este capi se lo dedique a ella XD. Y bueno el comentario de Terry me lo grabé en mi cabecita. Ups! Creo que me extendí

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  2. Jajaja ni fue un comentario que decía mucho ,ya sabes niña yo no sé qué decir cuando los castigos son muy fuertes pero también quiero que sepas que lo leí jajajaja un beso

    Terry

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  3. 😍🙂💙🖤 aaawww amiga que lindo detalle!!
    No sabes lo emocionante que es ir leyendo y encontrar un regaloooo 😍🙂💙🖤 todo porque quiero volver a escribir pero primero quiero estar al corriente con la lectura...
    Me encantan tus historias, tus acentos y tus diálogos!!
    Son mega divertidos y siempre cuentas algo nuevo!!!
    Y bueno los castigos también son muy buenos y es que ellos se lo buscan y me encanta porque agarras parejo jajaja tanto niñas como niños
    Jajaja pobres chicas temblaron cuando su papá entró con la correa y bueno quien no se asustaría jajaja y más con la cueriza que les había puesto su mamá!!
    Muchas gracias amiga y no cambies sigue siendo tan divertida y espontánea como siempre!!

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