martes, 9 de junio de 2020

Odio amarte tanto: Cap.2 Autora Nicole

¡Odio amarte tanto!
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 9 de Junio del 2020. 
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Capítulo 2
¡Yo no me doy por vencido!
Autora: Nicole

  • Neil tenemos que conversar – escuchó que su padre había entrado a su habitación sin siquiera tocar y estaba realmente enojado por lo que le contó su esposa sobre su hijo y su enojo aumento al ver la habitación de su hijo echa un desastre, pero paciente como era pudo controlarse bien.
  • Ahora no estoy de humor para nadie – replicó el chico.
  • Es importante, así que te pido que colabores hijo, por favor – pidió amable el sr. Leagan, recogiendo un par de objetos destrozados, colocándolos en una esquina y después puso una silla en su lugar y se sentó.

Mientras tanto en el hogar de Pony…

  • ¡¿Pero qué le pasa a ese malcriado?! Es que no tiene vergüenza, venir a meterse sin permiso a mi cuarto y encima besarme a fuerzas, y todavía dice que quiere que hablemos, después de como se ha comportado conmigo ¡Es un cínico, de verás!  En mi vida conocí a un muchacho tan descarado como Neil! ¡Ah, y está más loco de lo que se ve, sí piensa que lo voy a perdonar, no señor, eso no va a pasar nunca! – Hablaba Candy con Klimt al lado, quien solo movía sus ojitos haciendo pequeños ruiditos – Bueno, pero no le puedo guardar rencor tanto tiempo, no es lo correcto, eso no fue lo que me enseñaron mis madres, además debo admitir que se veía muy guapo con ese abrigo del mismo color que sus ojos tan lindos y expresivos, su aroma también se sentía delicioso y su forma elegante de vestir; siempre impecable, hasta parecía un príncipe; uno moreno muy apuesto ¿Cómo no lo note antes? Creo que consideraré volver al colegio San Pablo – mencionó ella de repente suspirando con un leve sonrojo, pero reaccionó luego moviendo la cabeza lado a lado – ¿Pero qué rayos estás pensando Candy?, ¿Dejar tus estudios de enfermería por un chico como Neil? Además, ¿cómo puedes encontrar atractivo a alguien que te ha hecho la vida imposible desde que te conoció?, ¿acaso perdiste la cabeza? Entiende que Neil es malo, egoísta, grosero, maleducado, vil y despreciable ¿No es así Klint? – dijo cargando al animalito mirándolo fijamente para que le diera la razón, pero  Klimt la miraba confundido.

La chica se cambió las ropas por unas más cómodas y se acostó esperando conciliar el sueño.
A la mañana siguiente…

  • ¡Demonios como me duele! Papá tiene la mano fuerte – decía Neil mientras se frotaba las nalgas con ambas manos – hace tiempo no había recibido una tunda de esa manera, esto fue muy vergonzoso – se le subieron los colores, ya se sentía grandecito para ser tratado como un niño pequeño por su padre, vamos que ni más chico papá se había atrevido   Tendré que andar con más cautela de ahora en adelante, mi mamá es una chismosa, no tenía que ir a quejarse con mi padre respecto a mi comportamiento. Eliza es peor que yo, se comporta como una cualquiera y no le dicen nada, es injusto – protestaba el muchacho limpiando ahora sus ojos con un pañuelo.

Su padre había sido severo con él, pero no era como sí no se lo hubiera buscado, ya que cuando fue a conversar con él,  se comportó irrespetuoso y eso no se podía dejar pasar. Tampoco le podía permitir hacer lo que se le daba la gana, tenía que respetar las normas; últimamente andaba más  salido del tiesto de lo normal, pero todo eso era responsabilidad de ambos padres, Sarah lo había consentido demasiado, permitiéndole ser mentiroso, caprichoso e intransigente con quienes lo rodeaban, se había convertido en un rebelde gracias a ella y por supuesto a él, que simplemente no pasaba tiempo con su hijos por sus constantes viajes de negocios; casi nunca estaba en casa,  sin embargo el señor Leagan pensaba que nunca era tarde para enmendar los errores que había cometido con ellos, se consideraba un hombre justo, quería mucho a su hijo, pero habían ocasiones que se pasaba de la raya y tenía que ponerle un alto, todavía estaba a tiempo, para él, todavía era un niño, si no lo corregía ahora, de adulto tendría problemas mayores.
Neil se despertó tarde, se había trasnochado pensado en la rubia pecosa, no podía sacarla de su mente. Afortunadamente estaban de vacaciones de medio año por lo que no tendría obligaciones escolares, así que se tomó una ducha, se alistó rápidamente cogiendo un pantalón y una camisa que no había involucrado en desorden de la noche anterior,  y aunque con fastidio ordenó su cuarto lo mejor que pudo, total era parte del castigo, su padre le había advertido, y no le quedaba de otra porque  la mucama no lo iba a hacer por él como siempre. Neil cumplió, luego bajó a tomar su  desayuno y en medio del mismo, pensó en su jornada del día, moviéndose constantemente en su asiento, pero aun así incómodo como estaba, las advertencias de su madre y los rechazos de la rubia pecosa, no se le quitaba la idea de ir a verla e insistir una vez más, yo  no me doy por vencido, yo no me doy por vencido;  se repetía internamente varias veces, y en el primer descuido de sus progenitores sobre todo de Sarah y de su hermana o bueno sobre esta última, fue lo que creyó porque con Eliza nunca se sabe, es una arpía y como el tipito ese con el que estaba saliendo no vendría hoy a verla, ella buscaría fastidiarlo de alguna forma, pero a lo mejor solo era paranoia de su parte por lo que decidió no inventarse más películas en su cabeza. Después de todo, él y su hermana eran uña y mugre, no esperaría una traición de ella, de cualquiera incluso de sus padres, pero no de Eliza, se fue con ese pensamiento. Salió por la puerta principal, escogió de nuevo uno de los carros, él de color rojo, era su favorito, en medio camino pasó por una floristería y escogió el mejor ramo de rosas blancas que encontró.
Una hora más tarde ya se encontraba otra vez en el hogar de Pony con el enorme ramos de rosas, pero no entraría ni a la casa, ni mucho menos a la habitación de la chica, está vez sería paciente algo tan difícil para él, pero al menos lo intentaría. De manera que cuando vio que Candy salía a caminar como en dirección a la colina, se le acercó y la cogió de la mano.

  • Otra vez tú, ¿Pero es que no te cansas nunca? – se jaló bruscamente al darse cuenta de quien se trataba.
  • Candy mi amor – pronunció él.
  • ¡No quiero saber nada de ti Neil! – respondió tajante.
  • ¡Candy, escúchame! – insistió él ahora con exigencia.
  • ¡No me molestes! – lo encaró.
  • Eres muy difícil, como odio eso de ti – Aventó el ramo al suelo y lo pisó molesto, sin darse cuenta se le había salido el cobre, se recriminó internamente por eso, poniéndose luego rojo escarlata, a la niña le pareció chistoso, seguía siendo el mismo maleducado de siempre, que desilusión, se decía para sí la nena – Candy yo… yo no quise decir eso, es que tengo muchas ganas de estar contigo, no me siento bien – añadió abrazándola de repente con impulsividad acostumbrada.
  • ¡Neil, contrólate! – dijo separándose con mucha dificultad.
  • Lo siento – apenado de nuevo bajó la cabeza, en su vida había actuado así por alguien, pero maldita sea, esa chica lo hacía perder el juicio, que ganas tenía de tocarla, de besarla hasta dejarla sin aliento. ¡Odiosa Candy del demonio! ¡¿Por qué mierda tenía que actuar siempre como la ofendida, como la niña buena?! Eso era lo que más detestaba de ella, pero también lo que más lo enloquecía al punto de crear en su imaginación las fantasías más pervertidas existentes y las que estaban aún por existir – Solo quiero que me escuches –  levantó la mirada tímidamente.
  • Está bien, está bien voy a escucharte, pero luego te irás y no volverás a molestarme más nunca en tu vida. ¿Entendido?
  • Sí, sí  mi amor, digo Candy, lo que tú digas – aseguró él quedándose unos minutos en silencio, pensando que debía decir que no sonara brusco. Algo que la convenciera definitivamente.
  • ¿Y bien Neil, que querías que escuchara de tu parte?  ¿Ahora no vas a hablar? ¿No me digas que te comieron la lengua los ratones? – dijo ella cortante con ironía en su voz
  • ¿Desde cuando eres tan ácida? – cuestiono él, con su clásica sonrisa. 
  • Lo aprendí de ti – se defendió ella.
  • Sí tienes toda la razón Candy, te enseñé tantas cosas, que ahora me arrepiento – mencionó él cerrando los ojos  dando un largo suspiro, luego preguntó – ¿Te parece sí damos una vuelta? ¿No te gustaría tomarte algo?
  • Pero no le he pedido permiso a la señorita Pony o a la hermana María – dijo ella medio angustiada – No puedo salirme así sin avisarles.
  • Yo lo hice y no estoy armando líos por eso, como sí tuvieras tres años – murmuró él y Candy enojada le pegó con la mano abierta en el hombro mientras le decía:
  • ¡¿Te saliste sin permiso?! ¡¿Y sí te pasa algo en el camino?! Es que eres un inconsciente, preocupar de esa manera a tus padres, ¿no podías esperar para hablar conmigo un poco antes que regresaras a Londres? Me refiero, por ejemplo dos días antes que se terminaran tus vacaciones – ambas vacaciones para suerte de Neil habían coincidido – ¡Dios mío bendito! Sí la señora Leagan se entera que estás conmigo, te va a matar y a mí de paso. ¡Sí que estás completamente loco! – La dulce Candy se pasó con los regaños pensó el muchacho, pero no pudo evitar sonreír, amaba cuando ella se preocupaba por él – Yo no le veo lo gracioso, es que no te importa nada.
  • Me tiene sin cuidado lo que mi madre haga – se encogió de hombros mientras Candy abría la boca sorprendida, Neil era terrible desde niño, pero al menos no era tan irrespetuoso con ella, salvo las veces que le mintió para salir ileso de alguna perversidad cometida – Me importa es hablar contigo, y no podía esperar tanto tiempo.
  • Bueno, que le vamos a hacer, no tienes remedio, espera aquí que voy a informar sobre mi salida – anunció ella.
  • Tranquila nena, te espero – respondió él mientras pegaba la espalda en el tronco del padre árbol.

Candy entró a la casa y aviso sobre sus planes con Neil, las dos encargadas de la casa Pony se opusieron en un inicio, pero acabaron cediendo con las explicaciones de la rubia pecosa, eso sí,  le dijeron que se cuidara de los impulsos de ese muchacho. Candy aseguro que no habría ningún problema pues ella se sabía defender muy bien y luego de  cruzar un par de palabritas más, pasaron quince minutos hasta que salió nuevamente al patio.

  • Buenas noticias para ti, me dijeron que puedo ir contigo aunque todavía no sé ¿por qué estoy accediendo? – se cuestionó cruzada de brazos, agregando, ahora con ambas manos en las caderas – Ah olvidaba decirte, la señorita Pony y la hermana María me advirtieron que me cuidara de ti, dicen que no tienes modales, que eres un incorregible, sí eso fue lo que  dijeron – Neil soltó una carcajada.
  • ¡¿Se te hace gracioso que alguien piense esas cosas tan feas sobre ti?! – encima se siente orgulloso, que chiquillo este, pensaba la muchachita.
  • No te preocupes nena, ya estoy acostumbrado, pero te demostraré que de ese mocoso, grosero, pedante y egoísta que conociste la primera vez no queda ni la sombra – Vamos a ver, sí es cierto, pensó ella nuevamente con un leve rubor en sus mejillas, no sabía porque de repente se sentía extraña ante su presencia, era un sentimiento ambivalente – Por cierto, se dé un lugar en el centro de la ciudad dónde podemos conversar con tranquilidad – habló él y tomó de la mano en lo que la llevaba hasta su auto; le abrió la puerta del copiloto,  ella se subió, luego él también tomó asiento y partieron.

Mientras tanto…

  • Neil salió mamita, y lo más probable es que este con Candy, mi pobre hermanito ha perdido la cabeza por esa tonta dama de establo, jamás pensé que Neil cayera tan bajo. Humillándose por esa – decía Eliza envenado a su madre que no necesitaba mucha ayuda.
  • ¡Esto es el colmo! – Exclamó la señora Leagan echando chispitas por las orejas – ¡Que niño tan cínico, me desafió y volvió a irse! No le importó para nada lo que hablé ayer con su padre. Pero si cree que se lo voy a pasar, está muy equivocado. Irse por enésima vez detrás de esa Candy, está vez ha llegado demasiado lejos, deja que te encuentre Neil Leagan y te vas a enterar – habló con enojo incontrolable mientras abría el armario y cogía una gruesa correa de cuero del padre de Neil – Tú y Candy, me las van a pagar – anunció saliendo estrepitosamente de su cuarto, solo le había dado tiempo de coger su cartera. Cuando estuvo en el patio delantero habló con Steward su chofer para que la llevara a recorrer la ciudad, tenía que buscar a su terco hijo a como diera lugar. Eliza por su parte, se quedó observando el movimiento desde la ventana hasta que el vehículo se alejó lo suficiente en lo que esbozaba una sonrisa burlesca.


N/A: Espero que les haya gustado este capítulo y me hagan saber que opinan, si les agrada como va quedando la historia o qué quisieran ver. De repente, como les gustaría que  se comportaran los personajes. Bueno algo que quiero aclarar es que Candy está en Chicago en la escuela de enfermeras de Mary Jane y Neil, él sí se mantiene en el colegio San Pablo, eso sí no hace alguna tontería y lo expulsan XD. No sé ya veré o tal vez se salga, todavía no sé, veré como pasan los acontecimientos,  pero ambos coincidieron en sus  vacaciones y ella decidió pasarla en la casa Pony que es el lugar que más ama y él en la casa de sus padres en Chicago. Nos leemos.

8 comentarios:

  1. Neil en modo Hinata jajaja. Rojo y tímido ante la presencia de Candy. Para no creerlo! Pero me gusta como lo describes

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    1. Noooo, nada que ver con ella, ahí sí que no jajaja. Me alegro que te guste.

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  2. Va a haber lemmon en está historia? Eso espero mucha suculencia. Ja la Candy que no quiere y quiere la cosa jajaja. No hay tantos relatos de está fic una lástima porque me encanta la pareja ya ya cansa tanto Terry x Candy sin ofender a las fans.

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    1. No lo sé, tal vez lime. Pero sí habrá romantic time!! Sí hay historias de ellos, en fanfiction o wattpad, hay unas buenas, pero no con temática spank por lo menos hasta el momento no he leído. A mi me encanta el personaje de Neil y lo shippeo mucho con Candy, pero también lo shippeo con Flammy incluso con Annie por un fic que leí el otro día de ellos bien hot!! La verdad que soy multishipper cuando me gusta un personaje.

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  3. Quise decir no hay tantos relatos de está ship.

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  4. Amiga sabes que no conozco a los chicos!!
    Pero con tu descripción me basta jejeje...
    Pobre chico se lo van a shingar bien bonito y como ya me picó la curiosidad pues voy a seguir leyendo!!
    Nota: sigo esperando a los futbolistas 🙊😅

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    1. Gracias amiga!!! Trato con está historia de ser lo más descriptiva, detallista y narrativa posible jejeje! Espero no se te haga muy pesado el cuento, jejeje, ya se que eres más de dialogos, pero también habran los mismos, no te preocupes!!
      Ya leerás que pasa con el chico, el spanking es ligh, pero de que habrá, habrá.
      Sobre los jugadores, por ahí te avisaré sí hay noticias de ellos. Un abrazo!!!

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  5. Me parece excelente la pareja de Candy y Neal. Continua tu historia, por favor. Ojalá hicieran más historias de ellos.

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