Stargate
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 16 de Abril del 2016.
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Capitulo 1
Autora: Gloria
La hora de cenar en
la casa de los O´Neill era por lo general muy tranquila, era la hora en que
padre e hijo compartían las vivencias del día.
Lamentablemente
para Jack su niño tenía otra idea para la cena:
- Así que papá ni te imaginas quien me invito a su fiesta de cumpleaños – dijo un emocionado adolescente que no se podía quedar quieto en su asiento
- No me lo imagino Dany, pero algo me dice que lo voy a saber pronto – dijo Jack sin dejar de mirar su plato de comida, todavía con la esperanza de una cena en paz
- Antes de que digas nada solo escúchame SIIIII – ojos suplicantes miraron al militar que no pudo evitar sonreír, sin duda alguna su hijo era su única debilidad
- Tienes toda mi atención, pequeño
- Ok, mira estaba con Mike en el laboratorio de ciencias terminando nuestro proyecto, cuando se acerco a nosotros Amanda, la amiga de Julia la chica más popular de la clase para invitarnos a la fiesta de cumpleaños de Julia – Daniel tomo una respiración para seguir con su relato – bueno no me invito técnicamente a mi, invitó a Mike pero como yo estaba junto con él dijo muy cordialmente que yo también podía ir
- Entonces Dany debo entender que quieres ir a esa fiesta de cumpleaños
- Que si quiero ir – dijo un muy entusiasmado adolescente – Papá es la fiesta del año claro que quiero ir es la oportunidad para que me traten como igual y no como un niño, sabes que es difícil ser el menor de la clase
- Dany eres el menor de la clase porque eres brillante hijo, sé que es difícil para ti tener compañeros mayores pero ya habíamos hablado sobre esto, que vayas adelantado en tu clase no significa que eres mayor. Solo tienes 14 años puede que vayas a clases con chicos de 17 años pero tú sigues siendo un niño.
- Lo sé papá sé que tengo casi 15 años – Jack no pudo evitar reír ante la declaración de su hijo – y también se que tenemos reglas y por eso yo pensaba que quizás tú podrías darme permiso para ir a la fiesta con Mike? – Jack miro cuidadosamente a su niño, diablos si que estaba creciendo rápido, si parecía que ayer estaba ayudándolo a montar en su bicicleta no podía evitar pensar en su Dany como un pequeño niño, bueno quizás era hora de cambiar la imagen en su subconsciente y poner una de un adolescente hiperactivo. Pensándolo un poco mejor creo que no estaba dispuesto a dar todavía ese paso.
- Pienso Dany que es bueno que tengas amigos en tu clase y que puedas interactuar con tus compañeros es lo más natural – Dany casi salto del asiento
- Entonces me darás permiso – casi grito
- Claro pequeño tienes permiso para ir al cumpleaños de esa chica solo que tienes que estar en casa a las 9 de la noche que es la hora acordada de tu llegada
- Vamos papá el cumpleaños comienza a eso de las 11
- Bueno Dany entonces creo que no podrás estar presente en esa fiesta
- OHH papá eso es injusto sabes que después de 1 año en ese curso es la primera vez que me invitan a una de sus fiestas – Dany dijo suplicante
- Lo siento Dany tu sabes lo que pienso las reglas están hechas para cumplirlas y además un niño de 14 años no tiene nada que estar haciendo fuera de casa después de las 11 de la noche, no es seguro
- Ese es el problema sabes, tú me vez como un niño Y YO NO TENGO 5 AÑOS – dijo Dany casi gritando la frustración y la rabia eran evidentes en su rostro, Jack se quedo en silencio, echándose para atrás en el respaldo de su silla meditó sobre la escena no podía creer que su dulce niño se había convertido en un adolescente en medio de una rabieta, de niño Dany no fue muy dado a tener rabietas Jack solo recordaba unas tres hasta ahora.
- Creo Daniel que es mejor que termines tu cena, ya es tarde y mañana es día de escuela – Jack dijo cada palabra muy lentamente
- Pero papá es que ni siquiera lo vas a pensar – Dany miró a su padre desafiante
- Daniel te dije que termines tu cena esta discusión terminó no vas a esa fiesta – recalco, ya estaba bueno de aquello pensó Jack
- No papá tu terminaste esta discusión arbitrariamente yo solo te pido que por lo menos intentes ser un poco menos estricto y que confíes en que me puedo ¡cuidar! – grito perdiendo las formas, Jack se mantuvo en silencio pero su mirada era peligrosa Dany se dio cuenta e inmediatamente se arrepintió de haberle gritado a su Padre, pero ya estaba hecho y además estaba cansado de que siempre lo tratara como a un niño, después de todo él iba a cumplir 15 años en un mes más
- Daniel Jackson O’Neill vete a tu cuarto ahora!! – Dijo Jack severamente pero sin gritar, Daniel se levantó tan rápido que en el impulso boto la silla
- Entonces me avisas cuando quieras que baje – grito frustrado el adolescente dando la espalda a su Padre, no se dio cuenta que un muy enojado Jack llego a su lado, solo sintió el dolor en su trasero provocado por una fuerte nalgada. Lagrimas llenaron sus ojos y Daniel tuvo que usar todo su esfuerzos para que no cayeran por sus mejillas quedando paralizado a medio camino
- Daniel date la vuelta – muy lentamente el niño dio la vuelta pero clavo sus ojos en el suelo – mírame hijo – en cámara lenta Daniel poso sus ojos en su papá – sabes que no voy a permitir que me grites ni que me faltes al respeto, estoy consciente que no eres un niño pequeño pero ni por un minuto pienses que te voy a dejar hacer lo que quieras, eres menor de edad y te guste o no yo soy responsable por ti, ahora vas a subir a tu cuarto y te quedarás ahí, te queda claro hijo
- Sí Señor
Jack
finalmente se sentó a terminar su comida sintiendo los pasos de su hijo
llegando a su cuarto y el portazo monumental que dio a la puerta, realmente el
niño estaba empujando sus límites.
En
qué momento Daniel pasó de un dulce niño a un adolescente irrespetuoso, ya
estas viejo Jack y aquí estas sentado en la mesa comiendo solo, con tu hijo en
su cuarto pasando su rabieta. No pudo sino sonreír al hacer memoria y recordar
como si fuera ayer cuando tomó por primera vez a su hijo en brazos tenía solo
18 meses.
Años atrás……..
Jack
O’Neill estaba solo en el comedor de su casa había pensado mil veces en
cambiarse a otro lugar más pequeño quizás un departamento más cerca de su
trabajo y además que la mayor parte del tiempo estaba fuera de la ciudad ya que
aceptaba gustoso cualquier misión que lo sacará de la ciudad.
Se
sentía solo, su vida era un desastre solo tenía su trabajo. Después de haber
sido tan feliz con su esposa e hijo ahora ya no tenía a nadie su hijo estaba
muerto y su esposa se había ido lo más lejos que pudo del lugar que tanto daño
le había causado, no la podía culpar si él hubiera tenido la fuerza para
abandonarlo todo también habría salido corriendo pero antes que su propio dolor
Jack era un militar altamente calificado y no iría a ninguna parte sin que el
alto mando así lo decidiera y hasta ese momento él estaba designado en ese
lugar quizás era una forma de pagar por todos sus errores.
Todos
los días se levantaba con el único fin de ir al trabajo donde se había ganado
la fama de trabajólico e inflexible todos le temían pero si es que había que
estar en alguna misión que implicará algún peligro entonces todos querían estar
en el equipo del teniente O’Neill.
Así
pasaban los días, meses y años de Jack tratando de borrar cualquier recuerdo
que le hiciera daño tejiendo su caparazón para que nadie pudiera entrar lo
suficiente para dañarlo de nuevo.
Todo
iba bien esa semana así que cuando llego el viernes solo se acomodó en su
sillón favorito para descansar, ese era su plan hasta que sonó el teléfono
pensando en no contestar y dejar que la contestadora hiciera su trabajo. Pero
no pudo se levantó para coger el maldito aparato.
- O’Neill – casi grito – Buenas noches habló con el Señor Jack O’Neill
- Si, con él
- Sr. O Neill mi nombre es Elena Hammond soy abogada y me gustaría tener una charla con usted en persona, que le parece si viene a mi oficina mañana de sábado – Un confundido Jack se queda en silencio unos minutos
- Espere déjeme entender una abogada que quiere verme en su oficina un día sábado – respondió
- No trabajo para ninguna institución pública Sr. O’Neill yo soy una abogada que trabaja en forma privada – le informo la mujer revisando el expediente de Jack
- Disculpe mi franqueza Sra. Pero ¿qué diablos quiere de mi?, hasta donde recuerdo no estoy metido en ningún juicio – contesto sin dejar de hacer lo que tenía en manos
- Tranquilo Sr. O’Neill lo que tengo que informarle es algo que prefiero tratar en privado y en persona además debo decir que estoy contra el tiempo con esto
- Está bien logro intrigarme deme la dirección y estaré ahí a primera hora – no podía negarse, su curiosidad salto
Esa
había sido la llamada más extraña que Jack O’Neill había recibido, sin dejar
que lo afectara y pensando que quedaban pocas horas para dilucidar el misterio,
Jack logro dormir plácidamente.
En la oficina del abogado
- Muchas gracias por venir Sr. O’Neill tome asiento por favor – indico la joven abogada indicándole una silla
- Gracias – dijo Jack poniéndose cómodo
- Muy bien ya que estamos aquí y no queriendo quitarle más tiempo como ya le había comentado soy abogada – decía la mujer mientras removía unos papeles – y trabajo en forma privada me encargo de cumplir con los últimos deseos de mis clientes siempre que se pueda claro – decía ella sin que el pobre hombre entienda de que iba el asunto, ¿clientes?, ¿privado?
- Sra. Hammond espere – dijo el militar poniendo su mano sobre el escritorio de la mujer, impidiendo que sigua en lo suyo – me gustaría que me dijera de una vez porque es tan urgente que yo esté aquí sentado en esta silla y no en mi casa disfrutando de mi fin de semana
- Ok veo que es una persona que no le gusta irse con rodeos – sonrió ella algo nerviosa – bueno mis clientes son los Sres. Melburn y Claire Jackson ¿los conoce?
De
inmediato le vino a la mente Melburn claro que lo conocía por un tiempo fueron
muy buenos amigos lo conoció en una de sus misiones y después se lo fue
encontrando en las partes más insólitas de este mundo que como Claire decía
solo pueden frecuentar un arqueólogo o un militar, así fue que forjaron una
amistad un poco inusual ya que no se veían casi nunca debido a sus respectivas
carreras. Todo claro entes de la catástrofe que significó en su vida la muerte
de Charlie y el alejamiento de Jack del mundo fue en ese periodo oscuro que perdió
comunicación con casi todos los amigos que le quedaban entre ellos Melburn y Claire.
- Si conozco a Melburn y Claire pero hace años que no tengo comunicación con ninguno de ellos – respondió pensando cuando fue la última vez que charlaron o se vieron
- Lo sé, es por eso que me costó mucho dar con su paradero Sr. O´Neill – replico la abogada tranquilamente – los militares no son muy dados a compartir información de sus funcionarios
- Bueno ahora si que me tiene intrigado – confeso Jack queriendo llegar al meollo del asunto – me va a decir de una vez que pasa aquí
- Lamento informarle que los Sres. Jackson sufrieron un accidente fatal en una de sus excavaciones que llevaban a cabo en las afueras del Cairo – como Jack mantuvo silencio la abogada continuo – todo lo que poseían lo dejaron a nombre de su único hijo Daniel que tan solo tiene 18 meses de edad – le explico con calma – lo que quiero decir Sr. O’Neill es que Melburn y Claire Jackson lo nombraron tutor de su hijo Daniel y además dejaron una clausula abierta para una futura adopción si usted así lo desea – paralizado era una palabra que podría describir mejor el estado de Jack O’Neill
- ¿Me quiere decir que Melburn y Claire me dejaron la custodia de su hijo a mi? – pregunto incrédulo, eso era para no creer, ¿que demonios estaban pensando los Jackson para dejarle a él semejante tarea? – ¿un… un hombre que no ven hace más menos 4 años? – aquí había gato encerrado, pensaba – lo lamento pero creo que hay un error – dijo Jack levantándose de la silla con clara intensión de salir de ese lugar
- Aquí tiene los papeles que ratificarán lo que le estoy diciendo, por favor léalos – Elena le paso una carpeta a Jack quien se tomo todo su tiempo en leer y re leer los documentos en todos figuraba su nombre por un momento creyó que todo esto era una broma de muy mal gusto o quizás había cruzado a la dimensión desconocida
- Usted tiene razón abogada, eso es lo que dicen estos papeles – respondió levantando la vista de los mismos
- Sé que esta noticia no se recibe todos los días Sr. O’Neill como para procesarla pero estamos contra el tiempo hay un niño que está en camino y yo necesito saber si usted está dispuesto a ofrecerle un hogar – un hogar Jack casi soltó una carcajada ante lo irónica que le resultaba la pregunta sintió que si existía un Dios en este mundo este se estaba riendo en su cara
- Yo ¿como abogada? – casi se ríe de la sugerencia, pero esta mujer estaba loca?, pero al ver la cara seria de la mujer tuvo que explicar sus razones – soy la persona menos indicada para criar a un niño en primer lugar soy un soldado al cual asignan a misiones fuera del país por lo menos 3 veces al año sin tope de duración – si, su vida era ir de base en base sin plantar raíces, ni novia tenia – y en segundo lugar estoy seguro que existe algún familiar que usted pueda encontrar para que se haga responsable de esa criatura
- No los hay Sr. O’Neill – respondió ella con la cara petrificada – y la verdad es que si usted no se hace carga del menor este será dado en adopción – le informo y Jack trago saliva imperceptiblemente, eso fue chocante hasta para el mismo – como es un niño muy pequeño creo que tiene muchas posibilidades de ser adoptado rápidamente, pero nunca se sabe – dijo al mismo tiempo para teñir la duda
- Mire no es que yo tenga nada en contra de los niños pero no puedo hacerme cargo, realmente no puedo – parecía que Jack se estaba tratando de auto convencer que estaba haciendo lo correcto no solamente pensando en él sino en el niño que clase de padre había sido él le había fallado a Charlie no estaba dispuesto a pasar por eso de nuevo. No él no iba a ser tutor de ningún niño ni siquiera del hijo de Melburn Jackson. Jack se levantó de la silla buscando la salida
- Sr. O’Neill por favor no se vaya – se paro rápidamente impidiendo que salga – si usted no puede hacerse cargo del niño entonces tiene que firmar unos papeles renunciando a sus derechos sobre el niño
- Está bien dígame donde debo firmar – dijo fatigado ya por irse, no le gustaba mucho este asunto
- La verdad Sr. O’Neill yo no estaba preparada para que usted renunciara a la custodia tan…
- Tan rápido ¿quiere decir? – pregunto
- Bueno si y sin siquiera querer conocer al pequeño – eso no se lo esperaba ni ella
- El hecho de conocerlo no cambiaría en nada mi decisión
- Está bien – dijo ella resignada, no podia obligarlo a hacer nada fuera de su voluntad – pero esta semana voy a estar ocupada, los servicios sociales siempre son un lío y tengo que ir a buscar al niño – le explico mirando su agenda – que le parece que nos juntemos el lunes 3 de la tarde en el aeropuerto
- ¿En el aeropuerto? ¿Por qué en ese lugar? – frunció los ceños curioso y en sospecha
- Le diré… porque yo me voy a comprometer a tener esos papeles lo más rápido posible siempre y cuando usted conozca a ese niño, si usted piensa que conocerlo no va a cambiar su decisión entonces no pierde nada – dijo elevando una ceja como preguntando ¿pone en duda eso?
- ¿Me está chantajeando? – Jack tuvo una extraña sensación en la boca del estomago
- No, solo quiero cumplir con mi deber conozca al niño por lo menos véalo una vez, por favor – si lo estaba haciendo pero nunca lo reconocería en voz alta
Jack
meditó por unos minutos en realidad que mal le hacía conocer al pequeño,
ninguno pero no le gustaban los métodos de la abogada, en fin sentía ahora
cierta curiosidad por conocer al pequeño Daniel Jackson.
En el Aeropuerto…
Como
no podía ser de otra forma el vuelo estaba retrasado llevaba casi 1 hora
esperando junto a la abogada. Finalmente anunciaron la llegada del vuelo en el
cual venía Daniel. La abogada le explicó que una mujer de nombre Pamela, que
trabajaba como niñera en una agencia fue la encargada de ir al Cairo y traer al
pequeño a lo que sería su casa
Jack
no pudo dejar de sentir lástima por el pobre niño solo en un país que no
conocía y con personas desconocidas eso podía asustar a cualquiera. Entonces
desde la multitud de gente que venía saliendo cargando sus maletas divisó la
cabeza de un pequeño niño que venía en brazos de una señora de edad,
inmediatamente su corazón se aceleró era él. Por alguna razón que hasta ahora
no sabe explicar Jack O’Neill se quedo paralizado sin siquiera moverse para
ayudar con las maletas a la mujer que cargaba a Daniel. Bien finalmente está
aquí – sonrío la abogada mirando al niño estaba despierto agarrando fuertemente
un perro de peluche – Sr. O’Neill – llamó la abogada dándose cuenta por primera
vez que ella se había acercado a ayudar a la niñera y que el militar se había
quedo atrás por un momento pensó que el hombre iba a salir corriendo.
Elena
Hammond lanzó un suspiro, esto parecía un caso perdido si el hombre estaba en
estado de shock tendría que quemar su último recurso y hacer las respectivas
presentaciones tomo a Daniel en brazos y se acercó al militar.
- Jack O’Neill le presento a Daniel Jackson – el niño miro detenidamente al hombre para admiración de Jack en sus ojos no había ni una pizca de miedo solo curiosidad
Antes
de que Jack pudiera decir o hacer cualquier cosa la abogada se las ingenio para
dejar a Daniel en los brazos de Jack así por primera vez los que iban a ser
padre e hijo se miraron por lo que pareció una eternidad. El niño no lloró ni
hizo ningún gesto de estar incomodo en los brazos del hombre que lo miraba con
tanta curiosidad. Para poner fin a esa conversación silenciosa que parecían
estar llevando a cabo Jack y Daniel el niño finalmente hizo algo que dejo
sorprendidos a la abogada y la niñera le sonrío al militar y el militar le
devolvió la sonrisa acunándolo más en sus brazos mientras el pequeño Daniel le
mostraba el peluche que llevaba en su mano derecha.
- woof woof – dijo Daniel mientras miraba a Jack y al perro de felpa sin dejar de sonreír. Entonces sin que nadie tuviera el tiempo de decir nada más el teniente Jack O’Neill dijo
- Muy bien pequeño amigo creo que es tiempo de ir a casa debes estar cansado
Tiempo presente…
Terminada
la comida Jack limpio la cocina y se dirigió a la habitación de su hijo, se
detuvo frente a la puerta dio un suspiro para abrir la puerta casi al mismo
tiempo que la tocaba era su manera de pedir permiso y respetar la privacidad
del adolescente. Encontró a su hijo recostado en la cama leyendo un libro, Jack
entro en la habitación ambos se miraron
y antes de que Jack siquiera hablara el niño comenzó con su discurso.
- Papá yo lo siento no quise faltarte el respeto y mucho menos haberte gritado – dijo un arrepentido Daniel – se que solo quieres cuidarme pero también me gustaría que me entendieras y que me dieras una oportunidad de demostrarte que puedo ser una persona responsable – Daniel termino de hablar casi en un susurro sin poder mirar a los ojos a su padre
- Escúchame hijo – dijo Jack mientras con su mano derecha acariciaba la cara para terminar levantando el mentón para poder verlo a los ojos – Sé que no fue tu intención hacer ese berrinche – sonrío Jack – y créeme que estoy muy consciente de que eres un adolescente pero no me pidas que te vea como un adulto porque para mí tú serás siempre mi niño, es algo con lo que vas a tener que vivir Dany – ahora fue Dany el que sonrío – con respecto a la fiesta Dany yo no te voy a dar permiso para que vayas y antes de que me des tus argumentos te daré los míos – corto la intentona del chico dejándolo con la boca abierta – en primer lugar es una fiesta para chicos mayores y no es muy difícil de saber que abra alcohol y muy posiblemente drogas – Daniel abrió la boca, pero su padre se anticipo – no soy ingenuo Dany se que los adolescentes consumen drogas y que es en las fiestas donde frecuentemente la encuentran. No quiero que te veas expuesto a eso todavía – Daniel miró a su padre y supo que su batalla estaba pérdida. Por experiencia Daniel sabía que su padre era un hombre que no cambiaba de opinión solo por una súplica y él no tenía argumentos de peso más que las ganas de ir. Poniendo en la balanza los últimos acontecimientos se dio cuenta que la había sacado barata por lo menos no estaba castigado
- Ok papá lo acepto, no me gusta pero entiendo tus puntos – Jack sonrío y palmeo la cabeza de su hijo en muestra de cariño
- Siempre supe que tenía un hijo inteligente… ahora a dormir niño ya es tarde – Daniel se acomodo en su cama mientras su padre lo cubría con las mantas antes de salir Jack escuchó las palabras que hacían que su corazón latiera con más fuerza
- Te quiero papá
- Yo también Dany, yo también...
Que bonita historia estás contando
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