Stargate
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 16 de Abril del 2016.
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Capitulo dos
Autora: Gloria
En la oscuridad de su
cuarto Daniel meditaba. Podía haber perdido la batalla pero no la guerra, claro
el rival a derrotar era un Coronel del ejército y padre sobre protector, pero
él era un estudioso de las tácticas militares solo necesitaba un buen plan
medir bien los riesgos y un poco de suerte no estaría mal.
Cuando
comenzaba a sentir que podía alcanzar su meta una sombra cruzo por su mente si
era descubierto, si su papá se enteraba de todo era hombre muerto. ¿Pero que
podía esperar?, cuáles podrían ser las consecuencias?, pues las de siempre:
reclusión en su habitación por tiempo indefinido, tareas extras en la casa, un
sermón de horas y lo peor una paliza memorable, ¡diablos!, no podía arriesgarse
a eso no lo soportaría tenía que medir cada paso a seguir no podía cometer ningún
fallo, con ese último pensamiento en mente Daniel concilio el sueño.
La
semana para la familia O’Neill se veía tranquila por lo menos eso pensaba Jack
no tenía mucho trabajo solo una montaña de papeles que revisar y el fin de
semana libre como hacía mucho tiempo no lo tenía, quizás debería ir
planificando el cumpleaños número 15 de su hijo, era sin dudas un
acontecimiento especial pero después de la conversación o mejor dicho discusión
de hace unos días no estaba muy seguro
que sus planes fueran bien recibidos por el adolescente.
Jack
había pensado en salir a acampar con su hijo enseñarle todo lo que sabía sobre
pescar y un poco de cómo sobrevivir en la naturaleza, en fin tener tiempo de
calidad con Dani algo entre hombres, pero según se daban las cosas quizás
Daniel estaba pensando en dar una fiesta e invitar a un montón de chicos y como
era su cumpleaños él no iba a poder negarse a considerarlo.
La
mente de Daniel en cambio tenía un solo pensamiento en mente y ese era la
puesta en marcha del plan perfecto para salir de casa ir a la fiesta de Julia y
volver antes de que su papá siquiera sospechara que algo extraño estaba
pasando. Lo primero que debía saber era la ubicación exacta de su Padre esa
semana, cosa que no era muy difícil de averiguar su padre era un militar y todo
para él debía ser planificado detalladamente por lo que en esta familia los
horarios de las comidas eran los momentos en que Padre e hijo conversaban.
En
realidad no era lo que se pueda llamar conversación, más bien era su Padre hablando
sobre lo que se venía en la semana siempre dándole indicaciones de lo que tenía
que hacer y lo que esperaba de él. Daniel podía casi escuchar a su padre decir:
Dani no te olvides que esta semana te toca lavar los platos y regar el jardín,
recuerda que tu toque de queda es a las 21:00 no a las 21:15 tienes reloj así
que úsalo.
Tal
como lo había previsto Daniel en la cena del Lunes su padre le informó de todas
sus actividades de la semana incluyendo claro la del viernes.
- Entonces hijo cuáles son tus planes para esta semana – habló Jack
- Nada nuevo papá pensaba pasar a la biblioteca mañana y el jueves hay un grupo de estudio por la tarde – dijo Daniel descuidadamente
- Casi me olvidaba el miércoles voy a llegar tarde así que no me esperes para cenar, seguro que la reunión se va a demorar siempre que se discuten presupuestos se toma más tiempo en ponerse de acuerdo – Jack miró a su hijo que comía tranquilamente la cena demasiado tranquilo para su gusto podía pensarse que era un padre paranoico pero Jack conocía muy bien a Daniel
- Lo que no significa pequeño que vas a estar dando vueltas hasta tarde te quiero en la cama a las 22:00 – una réplica se hizo sentir rápidamente
- Papá a las diez! gimió Daniel no me puedo quedar a ver una película
- No pequeño – dijo Jack
- Está bien – hizo una mueca mostrándose todo lo indignado que podía pero en el fondo esto era genial tenía el miércoles para poner en marcha su plan
El
miércoles Daniel literalmente voló a casa quería tener tiempo de sobra para
fijarse en cada detalle de su plan de huida y regreso a casa. Primero la huida
pensó, no iba a ser fácil su cuarto estaba en el 2 piso necesitaba una cuerda,
unos guantes y un poco de práctica. La cuerda y los guantes los encontró en el
garaje y la práctica la iba a ser en ese momento puso manos a la obra miró su
habitación en busca de algún mueble lo suficientemente pesado para soportar su
peso y lo único que vio fue su escritorio pero no creía que pudiera soportar la
bajada y luego la subida pero podía ponerle como peso tantos libros como fueran
necesarios entonces amarro la cuerda al escritorio y la pasó por el marco de la
ventana eso hacía un contrapeso, finalmente Daniel pudo bajar y subir de su
cuarto con relativa facilidad. Muy bien asunto huida y regreso solucionados.
Bajo
al jardín tendría que dejar su mochila con la ropa cerca del garaje que era
donde pensaba cambiarse el pijama busco un escondite lo bastante seguro para
que su papá no lo viera a simple vista, se alegro de pensar que su padre nunca
ponía la alarma de la camioneta por la noche ya que odiaba despertarse con
semejante ruido cuando el gato del vecino se le ocurría hacer una excursión al
jardín de los O’Neill.
Subiendo
nuevamente a su cuarto para darse una ducha Daniel se cuestionaba la huida
porque no salir por la puerta de la cocina que era la más alejada de la
habitación de su padre pero no confiaba en poder hacer todo el recorrido sin
emitir el más mínimo ruido especialmente el de abrir y cerrar puertas su Padre
era particularmente sensible con el ruido que hacen las puertas y en general no
debía olvidar que la audición era una de las mejores armas de su padre.
Descartada la posibilidad de una huida menos riesgosa a favor de una salida
silenciosa se encamino ahora a la cocina para comer algo y luego ir a la cama, no
era buena idea desafiar a un Coronel cuando se planeaba tal rebelión.
Pasada
la medianoche Jack llego a casa cansado y con un dolor de cabeza declarado, no
tenía hambre así que subió a su cuarto lo único que quería era darse una ducha
después de una muy larga jornada de trabajo, pero antes quería ver a su hijo
pasó por el cuarto y vio luz dio un suspiro y abrió la puerta. El pequeño
estaba dormido con un libro entre las manos y sus anteojos puestos no pudo
evitar sonreír ante la escena lentamente se acercó a la cama tomo el libro y lo
fue a dejar al escritorio que ya tenía encima una cantidad considerable de
cosas entre ellas Jack no pudo dejar de notar el peluche que traía Daniel el
día que se conocieron, ya no ocupaba un sitio importante en la habitación del
ahora adolescente pero tampoco había sido dejado de lado era junto con el
camello que le había traído de Egipto los dos únicos juguetes que permanecían
en la habitación de Daniel en recuerdo de su infancia.
Se
quedo en silencio un rato mirando a su hijo dormir siempre era relajante para
un Padre ver dormir a su hijo sin preocupaciones y seguro. El dolor de cabeza
desapareció y Jack camino hacia la cama nuevamente dejando al perro de felpa en
el velador en ese momento Daniel despertó.
- Hola papá
- Hola pequeño – miró extrañado a su padre con el juguete en la mano – Te lo quieres robar – Jack sonrío – creo que ha tenido mejores días – Daniel sonrío
- Si eso parece pero ha sido un compañero fiel
- Lo sé pequeño – dijo Jack mirando a su hijo con todo el amor reflejado en su mirada – ahora duerme recuerdo haberte dicho que te quería en cama a las 22:00
- Pero si estaba en cama a las diez pero no dijiste quédate dormido a las diez así que estaba adelantando un poco…
- Claro chico listo ahora duerme – Jack le dio un beso en la frente a su pequeño, le sacó los anteojos para ponerlos en el velador y apago la luz
Daniel
tomo nota mental debía recordar que su padre siempre pasaba por su habitación
para chequearlo mientras dormía, solo tenía que saber a qué hora pasaba por su
cuarto esperaba que fuera antes de la una para poder estar por lo menos 3 horas
en la fiesta ya que su regreso debía ser a las cuatro para tener el tiempo
suficiente de llegar y borrar las evidencias.
Finalmente
llego el día de la fiesta. Daniel llego a la escuela temprano y fue directa a
la sala donde sabía encontraría a Mike.
- Entonces Mike no te vas a olvidar estaciona el auto a una cuadra de mi casa y me esperas yo estaré allí lo más rápido que pueda no debería ser más allá de la una – Daniel hablaba muy seriamente
- No lo puedo creer Dani en verdad vas a escapar de casa, ¿estás seguro?
- Claro que lo estoy – dijo Daniel molesto
- Bueno niño es tu trasero el que está en juego no el Mío, conozco a tu padre y personalmente yo no me arriesgaría de esa manera con el Coronel O’Neill – Dani lo miró con el ceño fruncido
- Vamos Mike no te estas echando para atrás por miedo a mi papá
- Claro que no Dani solo te estoy advirtiendo es mi deber de amigo
- Se lo que hago Mike además lo tengo todo planeado mi papá no se va a enterar de nada – dijo Daniel muy seguro de sí mismo o por lo menos eso quería demostrar
Ambos
adolescentes siguieron caminando hacía la sala de clases este iba a ser un día
largo. El día se le hizo eterno a Daniel pero finalmente estaba en casa,
inmediatamente puso en marcha la fase final de su plan primero la ropa en la
mochila y escondida cerca del garaje, la cuerda amarrada al escritorio, para
que no se viera a simple vista puso una ruma de ropa sucia en el suelo sabía
que su papá lo iba a regañar ya que como buen militar que era detestaba el
desorden pero él se iba a comprometer a hacer el aseo de su pieza a fondo el
fin de semana.
Jack
O’Neill llego a casa como siempre cansado pero con la perspectiva de un fin de
semana de descanso que lo tenía de buen humor. Para su sorpresa encontró a su
hijo también muy feliz mirando un programa de TV obviamente sobre
civilizaciones antiguas que eran ya casi una obsesión para Dani, quizás su hijo
estaba madurando recordó que en toda la semana no menciono el tema de la dichosa
fiesta ni una palabra por intentar hacer que cambiara de parecer.
En
la cena como siempre ambos contaron su día y lo que tenían planeado para el fin
de semana, Jack no menciono los planes para el cumpleaños de Daniel todavía no
tenía claro si a su hijo le iba a gustar, quería tantear mejor el terreno.
Mientras
Padre e Hijo recogían y lavaban los platos Daniel comenzó a hablar sobre su
tema favorito sobre Egipto y los faraones sobre las nuevas excavaciones que se
estaban llevando a cabo y de cómo le gustaría volver al país en donde nació
pero esta vez como un egiptólogo.
Para
Jack escuchar hablar a su hijo con tanto entusiasmo le recordaba de quien era
hijo Daniel a pesar de que en su corazón era suyo sabía que había mucho de
Melburne y Claire en él era algo que llevaba en la sangre el gusto por la
arqueología la pasión que ponía en cada cosa que él hacía, lo hacía sentirse
orgulloso de él. Mirando como su hijo
hablaba con toda su pasión gesticulando con las manos para poner más énfasis en
sus puntos, Jack no pudo sino sonreír.
- Hey pequeño – dijo Jack interrumpiendo la clase magistral de Daniel – ya es tarde – miro el reloj en la pared de la sala – la charla esta interesante pero es hora de dormir
- Ya te aburrí verdad con todo esto de las excavaciones en el valle de los muertos – Dani dijo en tono de disculpa – Jack pasó su mano por la cabeza de su hijo y le despeino el pelo en señal de cariño
- Claro que no Dany jamás me aburro de escucharte – le dio un beso en la frente – pero es tarde así que a la cama
- Está bien, está bien me voy a acostar
- A dormir pequeño nada de leer, ni encender la computadora a dormir
- Si papá – Daniel subió lentamente a su cuarto
Bien
las cartas estaban tiradas, Daniel estaba acostado en su cama deseando que el
juego comience no tendría que esperar tanto sabía que su padre vendría en
cualquier momento a su habitación lo había hecho desde que lo recordaba, para
arroparlo en invierno o para revisar que todo estaba bien, cosa de padres.
Y
no se equivoco Jack O’Neill cumplía con su ritual diario desde que tomo a ese
pequeño y se convirtió en su hijo, por lo que vio Jack, Daniel estaba durmiendo
tranquilamente así que salio del cuarto para un muy merecido descanso.
Ahora
Daniel solo tenía que esperar, sintió la puerta de la habitación de su padre
cerrarse conocía muy bien los rituales nocturnos del Coronel así que solo tenía
que esperar. Por fin movido por la adrenalina Daniel sin casi saber muy bien
como estaba en el garaje cambiándose de ropa y poniendo una banca para saltar
la reja.
Una
vez en la calle sintió lo que era una
sensación entre libertad y rebeldía tomo su celular para enviar un mensaje a
Mike que decía: estoy en camino!! Era una tontera porque estaba a media cuadra
del auto de su amigo pero hacerlo era una declaración por escrito de su recién
lograda independencia. Finalmente Subió al auto junto a Mike…
- Lo hiciste no lo puedo creer – dijo Mike mirando a Daniel con la boca abierta, Daniel solo sonreía con suficiencia
- Claro que lo hice te dije que nada me impediría salir este viernes ni siquiera toda una tropa de Militares
- Daniel, amigo eres o muy valiente o muy estúpido
- Bueno vamos a seguir aquí hablando o vamos a ir a la casa de Julia – Daniel miro atentamente a su amigo – Tienes toda la razón amigo hay muchas chicas que nos espera
Daniel
y Mike llevaban casi 2 horas en la fiesta del cumpleaños de Julia, y hasta
ahora había valido la pena, todos estaban ahí era seguro que ese era el evento
del año si eras alguien en la secundaria claro, Daniel se sorprendió al darse
cuanta que la mayoría de sus compañeros lo saludaban. Él no era ni por lejos un
chico popular es más era el niño sabelotodo
del curso o por lo menos eso era lo que escuchó una vez decir a Mark uno
de los chicos más populares. Pero en todo este tiempo Daniel se había esforzado
por ser aceptado como uno más aunque para eso tuviera que pasar por encima de
la autoridad de su papá era un costo que estaba dispuesto a pagar aunque fuera
doloroso.
Pero
aunque Daniel quería ser uno más había puentes que no iba a cruzar para sentirse
incluido como lo eran las drogas o el alcohol eso era algo que si su padre se
enteraba ni siquiera quería pensar en las consecuencias, además el alcohol y
las drogas disminuirían su capacidad motriz y eso era importante en su plan de
regreso a casa no iba a fallar en el último minuto.
Así
que paseándose con una cerveza en la mano Daniel sonreía y conversaba
animadamente y cuando nadie le ponía atención simplemente dejaba la lata en
algún rincón.
En la casa de los O’Neill
Jack
daba vueltas en su cama en un dormir intranquilo, era una pesadilla su niño
lleno de sangre inconciente hasta que de un salto despertó tardo unos minutos
en recuperarse del susto, pero la angustia permaneció en su corazón. Hacía años
que Jack no tenía una pesadilla de ese tipo de las que te dejan con la
aprensión y angustia.
Sabiendo
que no iba a poder quedarse dormido de inmediato salio en busca de un vaso de
agua estando en la cocina se dio cuenta que solo una cosa iba a aliviar un poco
su angustia y eso era ir a ver a Daniel así que subió las escaleras tratando de
hacer el menor ruido posible abrió la puerta en la oscuridad del cuarto de
Daniel se podía ver un bulto de mantas.
Al
abrir un poco más la puerta esta genero una suave corriente de viento ya que la
ventana estaba abierta, dejando entrar un poco de luz. Algo estaba mal el
Coronel O’Neill se acercó a la cama para darse cuenta del engaño, volvió su
atención a la ventana abierta para ver la cuerda.
Jack
O’Neill se quedo parado en medio de la habitación de su hijo tratando de controlarse
y pensar, salir a buscarlo fue su primera reacción sabía exactamente donde
estaba ahora necesitaba la dirección, salió rápidamente y marco un número que
se sabía de memoria.
Ya
en la camioneta se puso en camino con la única idea de sacar de una oreja a
Daniel de esa dichosa fiesta y darle unas buenas nalgadas. Pero cuando llego a
lo que sin duda alguna era el lugar de una fiesta de adolescentes se quedo en
la camioneta pensando en cómo era que llego a esta situación, sonrío ante el
ingenio de su hijo, después de todo era un chico inteligente logró engañarlo
por completo.
Tiempo atrás……
La
casa del Teniente O’Neill se había convertido en menos de un mes en una mini
guardería el suelo estaba cubierto de juguetes y las puertas del 1 piso tenían rejas de
seguridad para evitar que un pequeño y extremadamente curioso Daniel pudiera
entrar y hacer de las suyas.
Es
cierto que la vida de Jack era un caos pero uno muy encantador el niño le había
robado el corazón desde la primera vez que lo tuvo en sus brazos. Sin siquiera
cuestionarse tomo a Daniel en sus brazos y firmo todos los papeles que lo
convirtieron oficialmente en su hijo, tuvo la oportunidad de cambiar el
apellido del pequeño y convertirlo en Daniel O’Neill pero prefirió respetar la
memoria de Melbourne y Claire ellos no lo habían abandonado sin duda alguna lo
amaron así que Daniel paso a ser Jackson O’Neill.
Un
pequeño Dani corría por la sala a la cual Jack había despojado de casi todos
los muebles convirtiéndose así en el territorio del niño entre risas parecía
mantener una conversación muy entretenido en un idioma que solo su perro de
peluche entendía, pronto Jack no escuchó nada eso era muy malo cuando se tenía
un pequeño de 20 meses así que dejo los platos y salió a ver qué pasaba con su
hijo y lo vio encaramado en la repisa tratando con sus pequeñas manos agarrar
un libro en un segundo tomo al pequeño en brazos y lo acunó más para
tranquilizarse él que para reconfortar a Daniel que lo miraba extrañado.
- Esto no es tuyo Dani – Jack tomo el libro que casi se cae y miro a su hijo, el niño miro nuevamente el libro
- ¿no mio?
- No los tuyos están aquí mira – Jack se sentó en el suelo puso a Dani en su regazo y comenzó a hojear un libro infantil pasando por todo tipo de dibujos mientras Dani lo miraba atentamente señalando los que más le llamaban la atención
- Auto – balbuceo
- Si Dani es un auto – así padre e hijo siguieron mirando el libro hasta que Jack decidió que era hora de preparara Daniel para la cama
- Muy bien Dani que te parece un baño – el niño lo miró y sonrío
- Bub Bub – fue lo único que se entendió entre risas
- Si Dani un baño con muchas burbujas – haciendo señas con sus brazos Dani trataba de llamar la atención de Jack pero él estaba preocupado de llenar la tina y buscar todos los implementos del baño, hasta que escucho una vocecita que sonó como un
- Jac Jac – miro al pequeño sonriendo y vio pequeñas manos retorcerse en el aire en clara señal de que quería que lo tomaran en brazos, se escuchaba las risas del niño
- Ven acá Dani ¿qué quieres ahora? – pregunto
- Cuak cuak
- Quieres tu patito de goma – un señal afirmativa de una pequeña cabeza se hizo notar
- Bien… pato tenemos todo solo nos falta Dani, ¿dónde está Dani? – el niño estaba jugando con la cortina de baño – no veo a Dani patito creo que tendrás que nadar solo en la bañera – la risa de Dani inundaba el baño, salió de su improvisado escondite y dejo que su padre lo pusiera en la bañera, después de unos 15 minutos de burbujas y risas por fin Dani estaba limpio y Jack muy mojado
Ahora
la lucha para colocar el pijama al pequeño, que no dejaba de moverse mientras
Jack ajustaba el pañal y buscaba el pijama en la cama solo para darse cuenta
que lo había olvidado en la otra pieza.
- Bueno pequeño quédate quieto voy a buscar tu pijama y vuelvo – Jack solo necesitaba de 2 minutos para ir y volver, pero antes de que pudiera hacer nada sintió un llanto desgarrador dio la vuelta para ver a Dani en el suelo, tomo rápidamente a Dani en sus brazos acunándolo suavemente, pero el niño no dejaba de llorar. Sintiéndose el peor padre del mundo Jack mecía a su hijo tratando de consolarlo con palabras suaves mientras con una mano frotaba su espalda, cuando sintió que su hijo se estaba calmando lo fue a poner en la cama nuevamente para revisarlo quería ver si con el golpe le iba a quedar algún hematoma, pero al intentar despegarse de Daniel este se había convertido en su segunda piel con sus manitos agarraba fuertemente la camisa del militar y con un susurro de voz dijo un claro
- No papa… no papa
El
mundo de Jack se detuvo nuevamente Dani lo había llamado papá por primera vez.
El presente…
Jack
O’Neill sacó su celular, después de todo no era capaz de humillar a su hijo en público
yéndolo a buscar para que todos sus compañeros vieran como lo sacaba de una
oreja, así que uso la tecnología y envío un mensaje de texto. En la fiesta Dani
miraba la hora todavía tenía un poco de tiempo, sintió el vibrar de su celular
en el bolsillo de su pantalón sacó el aparato extrañado quien podría enviarle
un mensaje a estas horas, miro el número del remitente y casi bota el vaso que
tenía en la mano abrió el mensaje y leyó. Busco frenéticamente a Mike tenía
solo un par de minutos para hablar con él.
- Que pasa niño pareces que un camión paso por encima de ti – Mike miraba a Dani con diversión.
- Mi papá está afuera – fue lo único que logro decir
- Oh mierda – dijo Mike
- Creo que es mejor que salga nos vemos – dijo Dani en su voz no había ninguna emoción
- Yo te acompaño – ambos amigo caminaron a la puerta
El
camino a casa fue en silencio padre e hijo no se miraron uno por vergüenza y el
otro por estar muy enojado. Llegando a la casa solo se escucho la voz de Jack
O’Neill en un tono que no dejaba lugar a dudas.
- Sube a tu cuarto Daniel – todavía en Shock Dani se quedo parado sin saber que esperar ni atinar a moverse – Daniel dije a tu cuarto AHORA!!
Dani
subió las escaleras de dos en dos maldiciendo su mala suerte y temiendo por su
futuro nunca había visto a su padre tan enojado. Una vez en su cuarto saco un
pijama del cajón de ropa y se sentó a esperar, sin duda alguna Jack subiría a
su habitación. Mientras en la cocina Jack intentaba controlar todas sus
emociones para poder hablar con su hijo. Daniel sintió la puerta abrirse y a su
padre entrar sin poder mirarlo a la cara. Jack suspiro con resignación.
- Mírame hijo, quiero que me mires cuando te estoy hablando – lentamente Daniel levantó la cabeza y miro en dirección a su padre mientras que las primeras lágrimas caían por sus mejillas. Jack se sentó al lado de Daniel en la cama respiro profundo – Me engañaste Daniel no solo me mentiste sino que pasaste por sobre mi autoridad para satisfacer un capricho…Estas castigado no hay más salidas con amigos solo de la escuela a la casa, sin llamadas sin computador sin nada más que tu y tu cuarto por un mes. Si te vas a portar como un niño desobediente entonces te tratare como uno – dicha esta última frase Jack tomo a Daniel por el brazo y lo puso sobre sus rodillas
- No papá por favor
- Swat Swat Swat
- Por Favor Papá no hagas eso – Daniel sollozaba mientras trataba de salir de la incómoda posición en que se encontraba
- Swat Swat… Daniel quédate quieto sabes muy bien que te ganaste esta paliza Swat Swat Swat Swat
- Papá me duele por favor para – Daniel sollozaba cada vez más fuerte pero eso no impedían que las nalgadas siguieran sin parar
- Sé que te duele hijo y realmente espero que ese dolor que sientes ahora te sirva para recordar por que estas en esta posición Swat Swat Swat
- Papá yo lo siento – dijo Daniel entre sollozos – lo siento yo no se en que estaba pensando
- Swat Swat Swat
- Papá siento haberte engañado no lo volveré hacer lo juro
- Swat Swat Swat – Daniel ya no sabía que decir para que su padre parara de golpear su trasero.
Finalmente
los Swat dejaron de oírse para dejar a los sollozos de Daniel como único
sonido. Jack estaba destrozado era la primera paliza real que le había dado a
su niño antes de eso solo le había dado un par de palmadas para corregir ciertas actitudes pero nunca unas palmadas como las de ahora.
Era cierto el refrán que niños pequeños problemas pequeños niños grandes
problemas grandes, esperaba haber dejado una buena impresión en el niño ya que
no quería volver a repetir esto de ser posible nunca más.
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