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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 14 de Noviembre del 2016
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Capitulo 10
“Familias”
Tercera
parte
Autora:
Mary C.
Julio:
El mocoso se
fue, así que me quede solo por un rato, Luis estuvo cuidando a Eliot pero
después fueron llegando todos mis nietos y mi nuera, estaban de regreso todos
ellos de la escuela.
- Luis: eee silencio, sin hacer tanto arguende – dijo mi hijo haciendo una mueca con el dedo para que le tomen atención
- Ania: papá tu hijo no me quiere dar…
- Luis: Ángel, comparte – advirtió
- Ángel: yo lo compre, ella se gastó su dinero en tonterías – dijo escondiendo lo que compro
- Ania: cual tontería si me pediste dinero para pagar – y se quedo en silencio, Angel acababa de darle un patada disimulada
- Ángel: ya, ya, ya pues toma…
- Luis: para pagar ¿qué?
- Ania: nada – dijo nervioso y para suerte suya ingreso su primo
- Omar: hola tío – saludo dejando la mochila en una esquina – ¿cómo esta mi hermano?
- Luis: está bien, duerme. Así que sin escándalo por favor
- Omar: tío – dijo antes de que Luis se marche – ¿me prestas tu carro?
- Luis: como para ¿qué?
- Omar: para ir al centro con unos amigos – prefirió ir con la vedad por delante, eso era bueno
- Luis: según tengo entendido tu padre dijo que nadie tenía permiso para salir, y no porque ya tengas permiso quiere decir que puedes ir a donde quieras, eres menor
- Omar: es un rato
- Luis: lo siento, pero si no tienes permiso… no
- Omar: tu estas a cargo no me puedes dar el permiso tú? – pregunto queriendo torcer la cuerdas a favor
- Luis: ¿y luego estar con broncas con tu papá?, no.
- Almelia: ¿qué paso?
- Luis: tu sobrinito que quiere el carro.
- Almelia: y porque no se lo prestas, su papá le presta el coche… es responsable y tiene la licencia.
- Omar: por eso amo a mi tía – dijo con una sonrisa
- Luis: su papá dijo no permisos
- Almelia: ¿sigo siendo la tía favorita?
- Omar: aacc – respondió desganado
- Almelia: aa ¿eso es un no?
- Omar: tía ya sabe que usted es mi tía favorita, de todos mis tíos y tías usted es la mejor.
- Luis: ¿y yo?
- Omar: de mis tíos no se hace uno.
- Luis: mira este mocoso… fuera que tengo mucho que hacer.
- Passs, passs, passs –
- Omar: aiiiitío, ya ve porque de todos ninguno
- Luis: tú quieres una paliza completa ¿verdad?
- Omar: tío va a despertar a mi hermano y tiene que descansar – advirtió cambiando de tema – bueno … muy tarde, ya lo despertó – Eliot se estaba parando de la cama.
- Luis: hijo perdón ya te despertamos, ya ves todo por tu culpa
No
pude evitar reír al escucharlo, había cosas que no cambiaban, de pequeño
siempre usaba ese “ya ves, todo por tu culpa” cuando se metían en problemas,
siempre poniendo un puchero en la boca porque era él bebe de casa y aun así no
se escapaba de una buena nalgada si lo merecía.
- Luis: bueno ya que despertaste tienes que comer, no te pares.
- Eliot: no soy invalido, gracias al cielo no perdí también las piernas
- Luis: pero te puedes caer, estas débil – agrego queriendo ayudarlo
- Eliot: voy al baño – Eliot se soltó como podía
- Luis: pues te llevo – se ofreció muy solicito
- Eliot: perdí las ganas – contesto mi nieto con verdadero fastidio, pero bueno no hay nada peor que no poder hacer las cosas por si mismo
- Luis: si tienes que ir, te acompaño – insistió
- Eliot: yo solo puedo ir… ya te lo dije – agrego enojándose cada vez peor
- Almelia: deja que te acompañe yo – se presto
- Eliot: tía el baño está aquí
- Omar: que exagerado, ven te ayudo – se ofreció pensando que su hermano aceptaría su propuesta
- Eliot: otro
- Omar: solo te dejo adentro del baño, no queras que te limpie el culo – agrego medio riendo lo que irrito peor a Eliot
- Eliot: ¡estúpido!
- Omar: tarado
- Eliot: imbéci.
- Omar: ricitos de oro – ese era un apodo desde niño a raíz del pelo rubio algo largo que tenia y que se le hacían rulitos en las puntas
- Eliot: sabes lo que me dijo tu novia, que lo tenías muy pequeña – dijo al final con el fin de molestarlo, necesitaba vaciar su frustración en alguien y su hermano era la pieza perfecta
- Omar: ¡mentira! – cayo redondito como era de esperarse
- Eliot: ¡¡¡uuu virgen!!!
- Omar: púdrete – dijo rojo, enojado
- Almelia: a ver si ya paran de tanto amor, o yo voy a ser la que termine dándoles una – los amenazo mirándolos serios
- Eliot: el empezó – lo acuso cruzándose de brazos
- Luis: nosotros nunca nos faltamos al respeto y ustedes se dicen cuanta pendejada – dijo Luis moviendo la cabeza
- Omar: en sus tiempos la cosa era muy distinta.
- Luis: pues no tanto…
Omar
ayudo a Eliot a llegar al baño dejándolo dentro y cerrando la puerta, la verdad
era que mis nietos si tenían una boquita bastante suelta. A los minutos salió
Eliot del baño y Luis lo ayudo a llegar a la cama y poco después le llevaron un
plato de sopa de verduras.
- Eliot: me gustaría una hamburguesa.
- Almelia: lo siento nada de alimentos procesados, ni carnes, ni comidas rápidas para ti – dijo con algo de pena, pero eran ordenes del médico – y quita esa cara, cariño vas a ver que pronto eso va a cambiar.
- Omar: eso o te acostumbrar – respondió el otro mirándolo con una sonrisa
- Luis: PASSSSS
- Omar: auuu tioo grrr
- Luis: es un aviso
- Oscar: ándele ya se lo sonaron por metiche
- Luis: y aquí está el próximo
- Oscar: no, si yo ya me iba
Nunca podía estar mucho tiempo con mis hijos y mis
nietos, los iba a ver de vez en cuando,
pero en el mes que llevaba en el lugar sabía que de los hijos de Francisco
ninguno se llevaba tan bien, Omar y Eliot se hablaban como amigos que llevan
una camaradería bastante pesada por su forma de hablarse, Eliot y Oscar casi
siempre estaban de pique; Oscar era medio flojito para hacer las cosa, muy
desordenado y le valía la palabra privacidad; eran cuatro hombres en esa casa
así que estar en calzoncillo era algo normal hasta que Francisco empezó a
llevar a su novia… Eliot era casi lo contrario que Oscar era bastante ordenado,
trabajaba mucho por un buen resultado pero era bastante terco y con un genio
bien plantado, aun así era juguetón y muy amable y al igual que su hermano
menor no llevaban muy bien la palabra vergüenza o les valía en algunas
ocasiones. Omar era el mayor… era más vergonzoso para hablar de algunos temas o
desnudarse incluso frente a sus hermanos, era
el de buenas calificaciones, sus hermanos le decían el diccionario de la familia, el más
tranquilo de los tres pero aun así no dejaba de ser juguetón como cualquier chico cuando está en el plan de molestar a
sus hermanos.
Así
que aquí estaba provechando todo lo que podía, por eso no me aparte de ellos
por todo el mes, no me habían asignado a otro protegido sabiendo que este era
importante para mí, era como un pago por todo el tiempo que llevaba siendo
Guía, muchas veces teniendo que lidiar con tres protegidos a la vez, por periodos de tiempo más cortos,
en cambio este llevaba ya más de un mes,
eran digamos como mis vacaciones… y las estaba disfrutando aunque no me gustara
ver a mi nieto tirado en una cama sin fuerzas, no solo era mi nieto sino que
también era mi protegido y teníamos un lazo que nos unida con más fuerza…
- Julio: sigues muy cansado – le pregunte, es que Eliot se acostó, lo dejaron solo por un rato que fue cuando aproveche para hablar con él
- Eliot: ¿que no te vas? – me respondió fastidiado
- Julio: sabes que no – le respondí como si no notara su mal humor – ¿Te sientes bien? – le pregunte cuando cerró sus ojos y puso cara de dolor
- Eliot: no… solo, solo estoy cansado
- Julio: bien descansa yo me quedare contigo
Eliot
quedo dormido al instante, pero empezaba
a respirar con dificultad así que le puse la máscara y me quede
viéndole… ese “solo estoy cansado” era un “estoy cansado de la vida” lo
entendía muy bien, aunque no me lo dijera con esas
palabras. Y era frustrante para mí porque por más que trataba de hablar con él,
decirle que todo iba a mejorar, que lo podría sobrellevar, él no se sentía con
ánimos de avanzar y solo tenía ganas de desaparecer del mapa, estaba agobiado lo
sabía… y lo peor solo me quedaban dos días para estar con él, no le dejaría
morir, eso no, no vería a mi nieto
partir y a uno de mis hijos deshacerse
por ello.
Esa
noche Francisco llego tarde y subió a ver a su pequeño, y aun cuando Eliot
estaba despierto fingió dormir para no tener a su padre a su lado, Eliot que se
sentía triste y decepcionado por su padre y no sabia como lidias con esos
sentimientos, eso y su salud no estaban hundiendo y a la vez, ver a mi hijo
esta de la misma forma decepcionado de el mismo, me hacía sentir muchas cosas
que pensé no volver a sentir, pero no podía intervenir con él, solo me quedaba
mirar y fue lo que hice, velar el sueño de Eliot cuando por fin se durmió y ver
a mi hijo retirarse a su alcoba sin decir una sola palabra a su hijo porque
este no le daba chance.
Al
otro día viernes Francisco fue a trabajar temprano, mientras Lucia mi esposa o mi viuda o ex viuda ya que ella
se había casado 7 años después de mi muerte, estaba cuidando a nuestro nieto
hasta que Francisco llego en la tarde y se
quedó un rato en la habitación, Eliot parecía dormido así que no intento
despertarle, ambos mi hijo y yo lo contemplábamos y estuve a punto de hablarme,
menos mal le llego una llamada que me salvo de esa tentación…
- Francisco: ¡no puede ser! – dijo frustrado rascando su barba – lo siento de veras, pero… oye – hizo una pausa en su conversación – vamos es que yo no contaba con esto, es mi hijo y siempre va estar primero – dijo medio enfadado – me gustaría que lo entendieras, no me puedo partir en dos – dijo al final y después de un largo silencio agrego – ¿porque no vienes? Te preparo algo y comemos aquí, estaremos un rato los dos – y entendí que no era del trabajo, era una llamada personal seguro su novia – vamos piénsalo y me dices – dijo y espero un rato más – está bien, te espero – agrego antes de colgar
- Eliot: vete no te necesito – murmuro Eliot sacando a mi hijo y a mi mismo de mis ensoñaciones – te puedes ir a pasear con tu novia cuando quieras – agrego con aspereza – tus hijos nunca te han importado, así que no porque yo este así quieras tenerme lastima, ¡no la necesito! – dijo dándole la espalda a su padre, porque se giro sobre su cama al volver a tumbarse
- Francisco: ¡oh hijo… que tonterías dices, no es lastima…
- Eliot: si es, porque te sientes culpables – le dijo mordiendo las palabras lastimado, porque en parte tenía razón, Francisco tenia sentimiento de culpa – asi que no lo hagas, ahora vete… por favor – agrego irónicamente
- Francisco: no me voy a ir – dijo con frimeza
- Eliot: cier-to, este es tu cuarto, me-jor me voy yo – contesto agitado al hacer un brusco movimiento, pero que no le impidió parándose de la cama para salir, lo que desespero a mi hijo
- Francisco: ¡basta Eliot!, tú sabes que no son así las cosas hijo – le dijo tratando de agarrarlo, pero Eliot lo esquivaba como podía – es este es tu cuarto el tiempo que sea necesario – agrego logrando cogerle del codo – te estás agitando, vamos recuéstate y cálmate te puede hacer daño – dijo con la voz un poco temblorosa por el miedo, algo que solo yo pude detectar
- Eliot: no te hagas el que se preocupa, que tu y yo sabemos que estaría mejor muerto – lo acuso con los ojos ya rojos, estaba a punto de llorar y se limpio los ojos en un intento de liberarse de esa supuesta debilidad – así no gastabas en tonterías – le dijo por el oxigeno y las cosas que ahí estaban para mejorar su salud – así po-drías salir con tu noviecita – al final sus sentimientos lo traicionaron, no pudo evitar reclamar a su padre, mientras Francisto procuraba ponerle la máscara en la cara sin excito, Eliot se negaba en redondo – no hace ni tres años lo de ma-máa agg, aaagg – empezó a gemir y respirar mucho mas agitado haciendo aun lado y otro la cara y forcejenado con su padre
- Francisco: basta… basta, ¡basta Eliot! – decía Francisco viendo como se ponía azul la boca de su hijo y le temblaba el mentón y la mano, estaba a punto de una convulsión – ¡póntela! – grito Francisco y logro colocarle la máscara de oxígeno porque ya le era difícil hablar, se veía cansado por lo que se quedó bien dormido en menos de diez minutos
El
sábado era mi último día, el día que solo podía pasar una cosa y era por lo que
estaba en esa casa, las cosas se tenían que solucionar ya, esta era mi ultima
oportunidad y lo iba a logra anque vaya al infierno con ellos, bueno, pero no
tuve que ir tan lejos, acompañe a mi familia en sus planes; todos iría de
acampada al aire libre, era perfecto para la salud de Eliot, tenían el permiso
del médico para llevarlo a un lugar tranquilo con aire puro y que además lo
saque de su depresión, aun así, ellos cargaron el tanque de oxígeno por recomendación
y solo considerando que iria la la
esposa de Esteban que era enfermera, en realidad era ella la que estaba
atendiendo al muchacho siguiendo al pie de la letras las indicaciones de su médico;
hubiera sido bueno que uno de mis hijos fuera medico pero ninguno
opto por aquella profesión por lo difícil que resultaba ser y el único
que estaba interesado en ese campo era Omar que
tenía cabeza para los estudio y le gustaba mucho, pero él tenía apenas 16 años, aun así yo podría
asegurar que de haber sido medico ua no mas, hubiera dado con la cura de su
hermano, pese a eso, estaba convencido que en el futuro Omar sería el mejor
médico de la ciudad y ayudaría a su hermano en todo.
Con
todo listo estaban a punto de ir de viaje a las propiedades de los suegros de
Esteban donde irían a pasear, Esteban pero se encontraría con Francisco para
ayudarlo con las cosas de Eliot, aunque todos en la familia tenían la esperanza
que el aire limpio fuera suficiente y no necesiten usar nada de lo recomendado
en caso de urgencia, así que todos estaban entusiasmados con el viaje, todos
excepto Eliot.
- Eliot: yo no quiero ir – se quejo por millonésima vez, con cara de pocos amigos, cada vez mas enfadado y rebelde, aunque con pocas posibilidades de pelear y escapar, cosa que hubiera ocurrido de estar sano
- Francisco: anda hijo – volvió a decir mi hijo armado con toda la paciencia que se pueda tener al saber que nada puedes hacer por un hijo en las condiciones de Eliot – te hará bien estar al aire libre – agrego tratando de acariciarlo, recibiendo un gesto esquivo de Eliot – tienes un mes encerrado, del hospital aquí y de aquí al hospital, anda… vamos, todos estarán allá, será divertido, dale una oportunidad a esto – sonrió pese a todo y no sé cómo pero lo consiguió porque yo ya estaba que rascaba las paredes
- Eliot: está bien, está bien.
- Francisco: super – dijo con alegría – tu tío vendrá en un rato más a ayudarme, ya tengo tu maleta y tengo empacado un tanque de oxígeno – le explico mientras Eliot intentaba caminar al baño, había dejado que se pare para ver que hacia – ¿Te ayudo con el baño?
- Eliot: NO – respondió con brusquedad
- Francisco: bueno – dijo mi hijo levantando las manos, quizás no queriendo que cambie de opinión, después de todo no quería obligarlo a nada porque cuando Eliot se enfadaba no podia respirar bien
Así
que Francisco le ayudo a llevar la ropa al baño y a entrar a la tina que estaba
cubierta con algo acolchado por temor a que se cayera por el cansancio, Eliot no
se bañada de pie por la misma razón desde que salió del hospital y la puerta no
tenía seguro, como prevención Francisco había quitado la chapa para que Eliot
no cerrara por dentro u procuraba estar cerca, muy pendiente de cualquier
sonido en el baño y ahora no fue la excepción
- Francisco: ¿ya terminaste? – le pregunto al ver la hora, Eliot estaba tardando mucho
- Eliot: ya caaa sssi – musito muy suave Elios y Francisco penas escucharle hablar así entro de golpe – no he ter mi nado… sal – grito lo poco que podía
- Francisco: tranquilo hijo, deja que te ayude – abrió la llave del agua y le ayudo a enjabonarlo y lavarle el cabello.
- Eliot: yo, puedo shifff – Eliot empezó a llorar de pura frustración, enojado con su cuerpo
- Francisco: si, se que puedes pero necesitas el oxígeno – le dijo poniéndole la marcara – ya estas, es más rápido si dejas que alguien te ayude, anda ya estas, ven.
- Eliot: n-o aagg – dijo enfadado rompiendo la marcarilla del oxigeno
- Francisco: no seas terco Eliot – dijo Francisco a manera de suplica
Y
trato de sacar a Eliot de la tina pero
este se negaba, los minutos estaban corriendo y si Francisco no hacía nada… su
hijo moriría en sus manos, es que Eliot
por luchar contra él empezó a agitarse y a ponerse morado alrededor de los
labios, Francisco trato de colocarle la toalla para poderle sacar tratándole
con mucho cuidado como si se fuera a romper, sobre todo al ver la cicatriz
bastante visible de unos 40 centímetros que había a lo largo de uno de los bordes
costales producto de la cirugía de urgencia que recibió Eliot por una complicación
pulmonar, el absceso que se formo y era la raíz de que tenga dificultades
respiratorias y esto era lo que lo hacía actuar tan desesperado y tan lento, mientras
Eliot no se dejaba ayudar, no quería la ayuda, se estaba dejando morir y entre
mas forcejeaba mas se agotaba.
Francisco
medio le envolvió en la toalla y lo saco del baño cargándole hasta la cama
donde le soltó y empezó a jalar la máscara del oxígeno que trato de ponerle al
darse cuenta que rompió la otra marcarilla, pero Eliot usando la fuerza que le
quedaba apartaba las manos de su padre.
- Francisco: vasta Eliot, deja te lo pongo – Eliot solo negó con la cabeza ahogándose – entonces póntelo tu hijo, por favor – Eliot volvió a negar – ¿qué quieres? Morir – dijo en un intento de que Eliot reaccione
Pero
Eliot no dijo nada, ni siquiera se quejo, todo lo dijo con la mirada, él no
quería depender de nadie, estaba cansado de luchar sin sentido, de no poder
hacer nada por su cuenta… llevaba un mes en esa misma condición y lo cierto es que
nadie le garantizaba que eso cambiaria. No quería tener a su padre atado a esa
vida, estaba molesto con él pero tampoco planeaba castigarlo de esa
manera, era lo que yo pensaba, creía que
ya había castigado mucho a su padre sabiendo que no tenía la culpa de lo que le
paso… aunque le culpara, no todo era su responsabilidad.
- Francisco: por favor, por favor – dijo tratando de ponerle la máscara nuevamente y lo consiguió, pero Eliot se resistía a respirar, a dar una buena bocanada de aire – Respira, Eliot… respira por favor, no me hagas esto – rogaba Francisco viendo como su hijo se ponía cada vez mas azul, hasta que dejo de respirar, Eliot dejo de hacerlo – RESPIRA RESPIRA…
Fin…
no dejaría que eso pasara.
Me
aparecí en frente de los dos, los ojos de Francisco se quedaron bastante
abiertos, me reconoció, porque le pude escuchar en un susurro.
- Francisco: papá..
- Julio: ya está bueno de hacerle al tonto los dos
Tome
a Eliot con ambos brazos haciéndole parar y tirando la toalla al piso, ya vería
yo que respirara a si tuviera que obligarle a ello, le incline un poco
recargándole en mi cuerpo deteniendo con una mano la máscara de oxígeno y
sosteniéndole a la vez con el mismo brazo.
- Julio: respira – le dije enojado – PASSSSS, PASSSSS, PASSSSS
- Eliot: auuuaaagggg, aiiiii, auuuuuaaaacccc – tres palmadas fuertes directo en las nalgas fue lo que necesito, con cada “auuu” que pronunciaba se llevaba un bocado de aire a la boca empezando a llenar el pulmón antes de que también colapsara.
- Julio: usted no me va hacer esas burradas que ya está bueno, te me dejas esa mascara y respiras o te voy a dar una buena paliza – lo amenace
- Eliot: buaaa – se sobo el trasero
Le
deje la mano bien marcada, no le di más porque tampoco quería hacerle llora de
mas, eso era más que suficiente para que reaccionara, se dedicó a llorar bajito
con la máscara puesta escondiendo la cara entre mi pecho… las amenazas
funcionaban muy bien.
- Julio: porque no hiciste nada? – aun tenia abrazado a Eliot y mi hijo estaba confuso a escasos pasos – Francisco… Francisco te estoy hablando, sabias que hacer, ¿porque no lo hiciste? – mi hijo dio un brinquito en su lugar
- Francisco: porque no quería cometer el mismo error – contesto refiriéndose al día en que lo castigo y su hijo colapso
- Julio: lo que paso, pasó – le dije, no quería tampoco echar más leña al fuego, yo tampoco estuve de acuerdo con lo que hice, aun cuando yo lo hice en el pasado, pero los años y la muerte enseñan algo – No se te paso por la cabeza hacerlo?
- Francisco: si, pero…
- Julio: pues espero que no haya próxima, porque si no lo haces, la paliza te la vas a llevar tú en estas mismas condiciones – Entendió a que “condiciones” me refería… con el calzoncillo abajo como cuando niño… porque quedo completamente rojo ante la idea bajando la mirada avergonzado como cuando era chiquito – y usted jovencito la próxima le doy la paliza completa que no le va hacer daño llorar un rato con la máscara puesta, al contrario…– le dije a mi nieto, aunque jamás haría una cosa así, otra cosa es ver a uno de los suyos sufrir
- Francisco: si, si eres – dijo como dándose cuenta recién de quien era yo
- Julio: tu padre, claro, quien más – le dije con una sonrisa – cuida a mis nietos, unas nalgadas no le van a matar, si a ustedes no les mataron a ellos tampoco, y usted a portarse bien porque si no, vengo y me lo sueno. Vas a ver que todo va a mejor, no desesperes – le dije con la voz tranquila y dándole un beso en la frente, me sonaron una campanita, señal de que era todo lo que me permitirían y que tenía que regresar.
- Julio: carajo…
- Esteban: ¿Francisco que paso? no…. ¡¡¡Papá?!!!
- Julio: me encantaría poder hablar pero me tengo que ir… cuídense y cuiden a mis nietos. Los amo mucho, a mis cuatro muchachitos, cuiden a mi muchachito
Le
di un beso a Eliot en la cabeza y desparecí no por voluntad propia.
- Alfredo: uno te da la mano y tú te agarras la pata.
- Julio: aggggrr…tenía que aprovechar el momento. ¿Que me van hacer?
- Alfredo: sabes que se te pueden sancionar…
- Julio: sin protegidos por un tiempo.
- Alfredo: para ti serian vacaciones, así que tendrás cuatro este mes… y créeme que el castigo pudo ser peor… puedes perder tu puesto…
- Julio: no abuses Alfredo, ¿porque cuatro?
- Alfredo: son hermanos
- Julio: grrrr… ¿puedo regresar a ver a mi último protegido?
- Alfredo: puedes verle pero no hacerte presente ante ellos
- Julio: bien – con eso me bastaba
- Alfredo: empieza con los niños esta misma noche.
- Julio: si – dije fastidiado
Me
retire y fui a ver qué pasaba, no había tardado ni cinco minutos. Pero parecía
que no me había perdido de mucho. Francisco estaba abrazando a Eliot tapándole
con la sabana y sosteniendo la máscara.
- Francisco: ¿cómo te sientes? ¿Ya estas mejor?
- Eliot: shii si, esto y me-jor. El, él me pego. Le dijiste… papá… es… es el abuelo?
- Francisco: sí. Un Ángel nos visitó el día de hoy – Esteban tenía la cara de no comprender nada, pero al escuchar hablar de que lo que vio no fue un sueño… entro ya que se había quedado plasmado en el mismo sitio desde que llego-
- Esteban: no fue un sueño… ¿ustedes también lo vieron?
- Eliot: / Francisco: si.
- Eliot: el venía a verme muy seguido – confeso
- Francisco: tienes tu Ángel personal, que envidia
- Eliot: pues te lo regalo, aun me duele
- Esteban: ¿que te duele?
- Francisco: papá se lo sonó porque mi desobediente no quería ponerse la máscara.
Y
solo para comprobar que lo que vio, lo que escucho y que ese sentimiento de
alegría era verdadero Esteban paro a su sobrino
y le levanto la sabana dejando ver las nalgas con tres manos bien
marcadas una en cada cachete y otra repartida entre los dos.
- Eliot: tío, dé-jame – Francisco solo puso una mueca al ver las nalgas de su hijo.
- Esteban: jajajaja… aaag esa mano como la odiaba, pero nos hizo ser lo que somos – dijo con orgullo, eso me decía que no había hecho tan mal trabajo – woou, me hubiera gustado verle más tiempo, lo extraño, aunque no extraño eso, pero si vino personalmente a dejarle marcado el trasero, mi muchacho algo hiciste
- Francisco: se estaba dejando morir – respondió con un nudo en la garganta y sin pensarlo dos veces se acerco a su hijo a abrazarlo con fuerza – Hijo yo te quiero mucho, ya perdí a mi padre, a tu mami, no me hagas eso tú también – dijo con la voz velada
- Eliot: yo no quiero tenerte atado.
- Francisco: hijo me ataste a ti desde que naciste
- Eliot: yo quiero hacer las mismas cosas de antes, quiero salir, jugar, hacer deporte, comer lo que me guste – se puso a llorar – no tener que vivir con esto toda la vida, no tener que necesitar ayuda hasta para llegar al baño
- Esteban: date un tiempo, tienes que recuperarte y ganar fuerza para que puedas mejorar todo.
- Francisco: Tienes que recuperarte. Además no me digas que te da pena que te ven desnudo que lo que eres tú y Oscar nunca han tenido vergüenza en ese aspecto – dijo Francisto cambiando el tema para distraer a Eliot de su llanto
- Eliot: no es lo mismo a estar desnudo y pasearme en bóxer porque quiero a estar desnudo porque me tengan que ayudar con el baño
- Francisco: para mí si es lo mismo a fin de cuenta les veo desnudos desde que nacieron
- Esteban: el único pudoroso fue el mayor
- Eliot: es que es virgen jeje – sonrió de pronto
- Esteban: grosero, no te burles de tu hermano y usted no debería estarlo presumiendo, que esta chiquito para eso – lo reprendió medio en serio medio en broma
- Eliot: es virgen porque quiere
- Francisco: tiene más vergüenza y aun así no está en edad y tú tampoco
- Esteban: si un globito roto puede traer un bebe, y estas chiquito aun para eso.
Me
era tan grato verles de nuevo y felices, en paz y aunque mi tiempo en esa casa
había terminado, no por ello dejaría de ir a visitarles de vez en cuando, la
vida de mi nieto no corría ningún peligro así que me retire sabiendo que los
que se quedaban le cuidarían muy bien.
Bueno Mary C. esta hermoso el capitulo que nos has regalado, me gusta mucho la trama y estoy feliz de que las cosas mejores para Eliot, esperemos que pronto se recupere, pero creo que después de la llamada de atención de su abuelito adorado, las cosas irán mejor para todos.
ResponderEliminarUN abrazo y en espera de mas
E leído todos tus capítulos me da pena cada uno de ellos pero este me hiciste saltar las lágrimas
ResponderEliminarTERRY
OH que corto se me hizo esta mision, esperemos que los proximos niños sean igual de llorosos... es decir que nos haces sentir triste y feliz al mismo tiempo.
ResponderEliminarFue una buena historia, no te pierdas.
Que buen final para la mision de este guia, lograr que su nieto recapacite, y lo mas lindo que sus hijos lo hayan visto aunque sea un momentito y sepan que los cuida, me he imaginado a mis seres queridos muertos viniendo a visitarme y sacarme de algun lio o darme fuerzas cuando estoy enferma...
ResponderEliminarEN realidad es un lindo pensamiento que aleja el miedo a la muerte.
Me gusta tu trabajo Mary.
Ginebra
Mary me encanto el capi, adoro que el joven abuelo mande las reglas por el caño y ayude a su nieto y a su hijo. Claro que el que avisa no traiciona y el advirtió que se debía romper reglas las rompería.
ResponderEliminarAhora seguro vamos a estar entretenidas cuando lo veqmos lidiar con tanto protegido y ensimq con Nicolás
Mary me encantan tus historias!!!
ResponderEliminarEsta fue increíble!!
Que bueno que Julio pudo ayudar a su nieto y ufff con esa amenaza a los dos no se vuelve a repetir el berrinche fe no ponerse el oxígeno!!!
Ya quiero saber más de esta buena historia!!!