Mis Gemelos: Cap. 250; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 10 de Noviembre del 2016

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Capítulo 250

No, Dios dijo: truco…

Autora: Marambra

• ¿Mamá estas en casa? – pregunto Logan con un nudo en la garganta

Había frenado en medio de la nada a pocos kilometro de la hacienda con ganas de arrojar, el estrés lo estaba matando al punto del dolor en la boca del estómago, que sentía que lo único que podría calmarlo sería vomitar, ¡diablos!, ni siquiera Harry había llegado a alterar sus nervios de tal manera como este encuentro que estaba por suceder con su padre; ¿miedo? se pregunto Logan, por supuesto, pero no a su padre en sí, sino a las consecuencias de sus actos y era recién que entendía con claridad las palabras que su padre pronunciara siendo un mozalbete después de la primera paliza que le diera a razón de su travesura con María.

• Yaaa paaapi, yaaauuu ujj ujj… meee dueele AUUUU – se había quejado cuando el cinto había besado una vez más su piel ante el enojo de su padre – aaauuu ayyy ayyy AAYYYY – recordó llorar a mares y frotarse los ojos y a su padre cogerle las muñecas aun teniendo el cinto en la mano mientras lo sacudía un poco para que lo mire mientras él hablaba antes de salir de su alcoba
• Claro que duele… es una paliza – le había dicho – una paliza que recibes porque eres un niño nada más – había sentenciado mirándolo a los ojos – una paliza para que aprendas a ser responsable y no hacer tonterías – y le sobo el poto todo rojo con la misma mano que lo azotara – que cuando sea adulto y la cagues como ahora, el dolor será inimaginable y no por una tunda sino por tus actos y las lágrimas no serán suficientes para limpiar tus mierdas y entenderás lo que es ser responsable y la diferencia con hacerse responsable”

Y después de eso salió de su dormitorio enfadado y enfermo de haber castigado a Logan por lo que debería ser el momento más hermoso, sublime y casi divino de su hijo, un secreto recelosamente guardado en la memoria y no mancillado como lo estaba ahora a vista y paciencia de tantos que buscaban a la muchacha… a María pensando que se ahogo en el turbión que bravo llego de las cabeceras del río, imaginando todos lo que seguramente hizo el hijo del patrón…

• ¡Logan!, ¿pasa algo hijo? – murmuro Clara alarmada al sentir la voz de su hijo como ahogada, ¿qué estaba pasando?, se apuro en sentarse, no quería perder el conocimiento como cuando le dijeron que su marido estaba en coma – no me mientas – susurro preocupada, la pobre mujer estaba tensa, venia viviendo de sobresalto en sobresalto desde que Logan llegara – ¿estás bien? – le había preguntado angustiada
• NO; no lo estoy – respondió en un impulso de buscar consuelo, en un impulso de sentirse amparado buscando lo que todos lo humanos buscan pese a sus años… el calor y el consuelo de quien te dio la vida
• ¿Qué paso, que ha sucedido? – dijo Clara imaginándose un montón de cosas, menos mal Logan se dio cuenta de que sus palabras no fueron las acertadas
• Mami, ¡maaami! MAMI escucha – le dijo al oír los sollozos de su madre – estoy bien, no me pasa nada malo… excepto que me siento angustiado por encontrarme con papa – confeso y Clara se quedo callada – ¿puedes venir a recogerme a la entrada de la hacienda por favor?, no quiero entrar solo, sin tu ayuda creo que no podre hacerlo, no podre dar la cara a mi padre… te necesito mamita – musito y Clara aguo los ojos, hace tanto tiempo que no le decía algo tan dulce como eso y sacando fuerzas de donde podía respondió
• ¿Donde estas exactamente? – pregunto
• Estoy justo en el portón principal, en la movilidad del abuelo Arturo – respondió mirando el interior de la hacienda que muy poco cambiara de aspecto desde que se marchara, es más, aparte de la piscina que Rubén puso para sus gemelos y la baranda más alta en el balcón de Iván de hierro forjado colonial y cambiara los cristales comunes por esos modernos que regulan la luz y el calor, el resto estaba como cuando lo dejo, flores de jazmín inundando de perfume el ambiente, el trino de las aves en las copas de los árboles, algunos monos titis en las palmeras del fondo y el mugido del ganado que se paseaba por las pasturas del campo, la inmensa paz que le brindaba aquella vieja casa... nada había cambiado pensó sintiendo su corazón latir acelerado; estaba a segundos de ganar o perderlo todo… a papá, a mamá, a sus hijos, todo…
• Estaré contigo en un minuto – murmuro mamá

Tras aquello colgó el teléfono y se apuro a salir, pero antes se fijo en su marido y lo vio tumbado en la hamaca dormitando bajo los mangales, abrazando el viejo y percudido peluche de Iván… sin duda extrañaba al mozalbete de su nieto como lo hacia ella y buena fe de eso dio el suspiro que pego antes  de darse la vuelta; sintiendo que de algún modo de este encuentro dependía el futuro de su hogar, y tras cuadrar los hombros, dando una última mirada a su esposo desde el balcón de su alcoba, decidió que si de ella dependía, haría lo que esté en sus manos para que los resultados sean favorables y con ese pensamiento rondando en su cabeza fue al encuentro de su hijo al portón principal.

Y ahí estaba Logan que apenas vio a su madre apago el cigarrillo que tenía en la boca más por hacer cualquier cosa que por el mero placer de meterse humo a los pulmones y sonrió para sus adentros al ver a su madre fruncir el ceño ligeramente al verlo con aquello en los labios, recordando de pronto que en su casa no había cigarros en ninguna parte y los que había eran dos o tres en el cajón de papá de alguna fiesta o en el de su madre para sus plantas, como sea, tiro el supuesto vicio al suelo y lo aplasto con la punta de sus botas y miro a su madre una vez más antes de abrir sus brazos, pero la miro como ahora era exactamente, comparándola con la madre de su niñez, viendo que ella había cambiado en todo sentido y no se debía solo a que ahora tenía el pelo algo corto y algo cano o a que su expresión estuviera surcada de pequeñas y finas líneas de expresión, sino por la tristeza que la abordaba… mamá había perdido su brillo, estaba como un poco ajada y en pocas semanas había envejecido lo que debería en años, producto de la pena y el dolor y una punzada aguda aguijoneo su pecho, su corazón le grito que no solo era por su padre sino por él mismo.

Como sea abrió los brazos para recibirla en un abrazo largamente añorado, es que volver a casa y luego tener que marcharse por el bien de sus gemelos no fue fácil, fue más bien duro y doloroso por eso no dudo en recibir el abrazo de su madre cargado de amor, sintiéndose niño pese a tu edad, su estatura… dos cabezas más grande que mamá y el doble de peso visto en cuestiones de tamaño, en resumen podría ser un oso y su madre una ardilla, pero él la necesitaba más que cualquier cosa, sobre todo ahora que se sentía vulnerable y desamparado como un niño travieso que hizo algo malo, malo muy malo y que tiene que dar la cara a papá, un papa que lo espera con el ceño fruncido y una mueca de disgusto en los labios y en la mano el poder de hacerlo llorar y el único consuelo que le queda es la promesa de mamá: que papá aún lo ama, pese a todo lo ama y lo perdonara y que ella estará ahí para apoyarlo e interceder de ser necesario.

• Mami – murmuro con el tono de voz un poco ahogado y no dijo nada más, no era necesario su madre sabía lo que estaba sintiendo, es mas… ella sentía su miedo como propio
• No te preocupes hijo – dijo Clara desprendiéndose de su abrazo para coger la cara de su hijo en las manos, mirándolo fijamente alzando ella el rostro y obligando a Logan a mirarla a los ojos, ¡mierda! cuando había crecido su hijo desde la última vez que lo abrazara justo en ese mismo lugar al regreso del cole con una herida en la rodilla y un chinchón en la cabeza, aquel entonces el encajaba perfectamente en su pecho pequeño y mullido, y el mentón de ella se apoyaba sobre la corona de su hijo e incluso tenía que agacharse un poco para estar a su altura y sus brazos aquel entonces daban una vuelta entera sobre el cuerpecito menudo y flaco de su niño mientras que ahora, apenas podía contener su cintura, pero eso no importaba, sino lo que ella pudiera hacer por él en nombre del amor materno – … todo saldrá bien, todo se arreglara, te lo prometo

Prometió no con susurro ni con un titubeo, ni siquiera con una lágrima en la cara pese a las inmensas ganas de llorar que la asfixiaban, comprendiendo que ahora no podía darse ese lujo, ella tenía que sacar fuerzas de donde fuera y de donde pueda y ser el bastón para su esposo y el pilar para su hijo y Logan dejo escapar un gemido sin ninguna vergüenza de que su madre lo vea llorar, desnudando en ese surco de lágrimas su alma entera, confesando sin palabras su miedo, mostrando sin pudor alguno su vulnerabilidad o sus puntos débiles, en fin siendo lo que siempre fue para su madre… su hijo, su niño, su bebé.

Mientras eso pasaba a unos cuantos metros, Rubén ajeno a lo que su mujer y su hijo conversaban en el umbral de la hacienda se incorporo de golpe y avanzo a paso lento a la piscina, al baño del patio donde había una ducha y un mueble donde Clara guardaba todos los trajes de baño de la casa, los suyos, los propios los de Logan que no tirara pese a su muerte y los de sus gemelos y vestido con eso, subió a paso lento al trampolín, hipnotizado por su altura, él había hecho colocar dos trampolines uno de juego y diversión y el otro profesional para que Iván practique en sus horas libres y subiendo a este, desempolvo sus viejas habilidades y sin pensar en el riesgo de aquel acto se impulso y se lazo a la parte más honda de la piscina obviamente sin dar un salto mortal… el recuerdo de sus habilidades no iban tan lejos, así que solo hizo un clavado simple teniendo a Iván y a Alexander en sus pensamientos mientras el agua lo acariciaba con aquella mano tan suave y tan grata que lo relajo entero, saliendo a flote con la cara hacia el cielo y los ojos abiertos mirando a tras luz la inmensidad del azul infinito, de pronto libre de sí mismo, recordando la travesura de Iván y el llanto escandaloso de Alexander después de la paliza que se ganaran…

Aquella noche, él y Clara tenían una cena en casa de un empresario y les había dejado a los gemelos al cuidado de Adelita… definitivamente mala idea, pero después de la discusión al medio día con Iván y tras la advertencia dada a Alexander en el potrero su padre creyó sinceramente que estaba claro el panorama, pero al parecer no había sido de esa manera, ellos igual hicieron de las suyas, habían estado desde la tarde sospechosamente cuchicheando en los rincones, callando convenientemente cuando su madre o él se acercaban, así que Rubén estuvo todo la tarde con los ojos puestos sobre ellos queriendo hacerse con algún plan, pero de nada se entero, así que a la hora de salir a cenar no se midió en las recomendaciones queriendo confiar en la madurez de ambos muchachos.

• Bueno nos vamos a cenar – murmuró acercándose al salón donde estaban los chicos con una enorme pizza de queso sobre la mesa, una fanta abierta, hielos en dos vasos y la tele prendida mirando una película – estoy dejando los números de la casa de Roger en la puerta de la heladera, pero también hay una copia de la misma en sus veladores
• Ya papá – respondió Iván mirándolo, mientras Lex seguía hipnotizado con la pantalla del televisor
• Leeeex – chasque los dedos a tiempo de pronunciar el nombre del mayor para que le ponga atención
• ¿Papi? – pregunto desviando un poco la mirada, lo suficiente para no perderse lo que se proyectaba en la tele
• ¿Has entendido lo que les he dicho? – pregunto Rubén
• Siii, que los números están en la heladera – respondió Lex sin cambiar de pose
• Y que más – pregunto Rubén armándose de paciencia mientras Iván observaba el duelo de voluntades en silencio queriendo anticipar el momento en que su padre le dé un cocacho a Lex
• Que hay una copia en los veladores – vaya, lo había escuchado pensó su padre contento, pero claro, Lex tenía que fastidiar el momento – no sé porque tanto escándalo, ¿van a ir a cenar no? o es una fiesta – murmuro poniendo pausa al reproductor
• Es una velada – respondió su padre cayendo en la sutil trampa que le tendió su hijo… el saber a qué hora volverían – una velada donde se va a cenar y pasas un buen tiempo entretenido charlando o tomando una copa en un buen ambiente – instruyo su padre acomodándose la hermosa camisa nueva recién planchada, oliendo ya a cierta distancia el perfume de Clara
• Entonces irán a un pub – aseguro Iván pensativo
• No, no creo… aunque dependiendo de cómo este el ambiente los planes pueden cambiar a última hora – como ir a bailar pensaron los gemelos… como regresar a casa de inmediato pensó Rubén sin manifestar en voz alta esa posibilidad – como sea se quedaran con Adela, ella está a su cuidado – les comunico yendo ya a su dormitorio
• ¡OHHH PAAAPIII! – chillaron ambos saliendo descalzos tras suyo – NO NECESITAMOS NIÑERA – reclamaron ofendidos
• Eso lo veremos – respondió calmadamente Rubén armándose con toda la artillería para lidiar con los chicos, pero sin llegar a nada, Clara estaba lista
• Bueno ya estoy, vámonos o llegaremos tarde – apuro a su marido – y ustedes dos… terminan de cenar y llevan sus platos y vasos a la cocina y lo dejan limpio, que Adelita no está para hacer cosas de la casa, les va a acompañar nada más – agrego sin querer mencionar que la muchacha tenía permiso para que el novio venga a la casa a cortejarla, creyendo que si los gemelos no sabían aquello, no fastidiarían a la muchacha con su curiosidad

Y tras algunas recomendaciones más se marcharon ambos dejando claro a Adela que cualquier cosa llame, es más le dejaron el móvil cargado y con crédito para cualquier emergencia, incluso llamar a Arturo o Yhanku si no los encontraba a ambos… Adela sinceramente creyó que estaba demás tanta recomendación, pero después de lo que los gemelos hicieron quedo vacunada contra su inocencia.

• Bueno Adelita – le dijo Clara a la joven – estas al mando, cualquier cosa nos llamas – agrego mirando a los gemelos que para eso habían caminado junto a sus padres so pretexto de despedirse de ellos en el umbral, cuando más bien querían averiguar que recomendaciones le daban a Adela y ver cómo sacar ventaja de aquello, es que Adelita era pan comido – y ustedes nada de hacer renegar – les murmuro a ambos con un beso
• No tiene permiso para salir a ninguna parte Adela – dijo papá en el último minuto y Alexander torció el pico, es que él quería sacar ventaja de la dulzura de Adela y su buen corazón, mientras que Iván llevo a su madre disimuladamente afuera mirando hacia dentro de la casa para ver si su padre se acercaba, es que Rubén se atraso buscando las llaves
• No vendrá Logan ¿verdad? – pregunto muy serio a su madre
• ¿Y tan malo sería que venga? – contesto Clara tentando su suerte, pero al ver el semblante de Iván prefirió no arriesgar, después de todo el muchacho se había marchado de casa después de aquella horrible cena que tuvieron entre los tres y prefirió no jugar con fuego, porque esta vez, Rubén no se lo tomaría con calma – no Iván, no vendrá, así que no te preocupes, estarán solos con Adela, ahora quita esa cara de amargura por favor hijo – musito suavemente, acercándose a Iván y forzando un abrazo sin recibir menos mal, demasiada resistencia de parte del muchacho, aunque sin el calor de siempre pero no dijo nada porque en el fondo de su corazón, sabía que Iván le había puesto una carita triste perdiendo peldaños en el podio de su cariño a raíz de Logan
• ¿Nos vamos? – interrumpió Rubén, después de unos segundos, feliz de que Iván se deje abrazar por su madre y es que desde que llegara las relaciones con ella no fueron muy diplomáticas que digamos
• Nos vamos – dijo más contenta Clara, convencida de que poco a poco lograría ganarse de nuevo el cariño del muchacho
• Pórtense bien, nos vemos más tarde – agrego papá dejando a ambos con un beso en la frente

Tras aquello y después de un prudencial tiempo de media hora en la que recibieron las llamadas de Nino, Pankarita Illien y su proyecto de novia, ambos se apuraron a arreglarse, iban a salir… iban a ir al coliseo, lo malo fue que ambos creyeron que Adela estaría de su lado.

• ¡WA!, ¿a dónde estás yendo chulla asta? – le pregunto al ver a Lex todo arreglado y perfumado
• Nos vamos Adelita, iremos un ratito al coliseo – le dijo acercándose a ella con una sonrisa encantador, cogiéndola de los hombros como solía hacerlo en confianza y cariño – volveremos en una hora así que necesitamos que nos hagas un favor
• Bueno dos favores Adelita linda – agrego Iván tras suyo, igual de majo que su gemelo – que nos prestes suelto para el taxi y que si mi mamá te llama para el cambio de planes, nos des un timbrazo al fono – dijo con una sonrisa kilométrica
• Ya, “aurita” – contesto Adela soltándose de ambos diablillos, entendiendo sus intenciones – yo no voy a hacer nada, ¡wa!, locos están, su tata me pega un tiro si les pasa algo estando a mi cuidado – les dijo como si ellos fueran bebés, aquello era indignante y los hermanos se sintieron ofendidos, solo que no tuvieron tiempo para reclamar, tenían que negociar su salida – así que mejor se van a ver la tele changos – le dijo decidida a marcharse, además ella quería ponerse bonita para la llegada de Armando y el par de mocosos estaban perjudicándola
• ¡¡¡OOHHH ¡ADELIIITA – chillaron ambos tras suyo apenas ella se hizo el quite – no sea malita, déjanos salir y se nuestra campana – le rogo Lex cogiéndola de la mano como solía cuando su padre le negaba algo
• Si nos vamos a venir tempranito – prometió Iván – no vamos a ir a beber, solo vamos a ir a bailar un ratito – agrego haciendo un espacio pequeño entre sus dedos como cuando su padre lo amenazaba diciendo estas a este tantito de una paliza
• NO, no insistan… no quiero problemas – respondió Adela caminando al patio con dirección a su alcoba creyendo que los chicos la dejarían en paz, pero no, ellos la siguieron sin dejar de rogar
• Ya pues, no seas ¡CRUEL! – le acusaron sin descaro, sus planes por lo visto no estaban saliendo como querían, no creyeron que Adelita se atreva a negarles algo, y sin embargo estaban rogando peor que a santo sin milagro – promesa Adelita, promesa, solo ser una hora – y Adela peor con eso, una hora era una utopía, porque con solo ir al coliseo se tardaba quince minutos
• No, no y no, no me molesten más – dijo ya enojada
• Mira Adelita – dijo Iván resuelto y muy serio – está bien, no vamos a molestarte, pero nosotros vamos a salir, así que tu no viste nada – agrego y Adelita se asusto de eso e hizo lo peor que podía… amenazarlos
• A no, ni se atrevan porque yo voy a llamar a tu mamá – les dijo caminando de nuevo a la casa y ellos pues nada, a situaciones extremas medidas desesperadas, agarraron entre ambos a Adela casi alzándola de las axilas, pues eran más grandes que ella y la metieron a su alcoba cerrándola por fuera, acababan de encerrarla en su propia habitació  – ¡AAABRAAN no sean diaaablos! – grito enojada ya, golpeando por dentro cuando se dio cuenta de la diablura de ambos, pero ellos hicieron caso omiso, habían tomado una decisión y no había forma de dar vuelta atrás, era digamos algo a así como un pacto raro, ninguno cuestiono al otro, no lo planearon, solo se dio
• No Adelita… no vamos a abrir, volveremos en una hora, promesa y no te enojes con nosotros por favorcito, recuerda que nosotros te queremos y tu también – le dijeron con dulzura para ablandar su corazón
• YA ESTOY ENOJAAADA – grito ella sin esperanzas de que alguien la oiga
• Bueno, ya, entonces te enojes taaanto, solo será un ratito, promesa – dijo Iván
• No es culpa nuestra Adelita, tu no quisiste colaborar – dijo Lex manipulando el pensamiento de Adela, creyendo hacerle creer que era su culpa – además no es para tanto, de todos modos no tienes nada que hacer, solo ver la tele – agrego antes de despedirse
• ¿Y SI TU PAPÁ LLAMA? – Adelita también quiso cogerlos por ese lado, pero no funciono
• Te inventas pues, una mentirita piadosa – respondió Lex – te vamos a recompensar Adelita  
• SI Adelita linda, te vamos a premiar – prometió Iván –  ahora nos vamos, regresaremos  en una hora – se despidieron los dos
• ¡NOOO!... ¡MIERDA… CARAJO! – grito ella y ambos tojos se despanzaron riendo, era la primera vez que oían despotricar a Adelita y sobre todo gritar malas palabras – ABRAN CHANGOS DEL DEMONIO, ABRAAAN, SINO VOY A LLAMAR A TU TATA – amenazaba desesperada la pobre porque cambien de opinión
• ¡AY! Que malcriada Adelita – dijo Lex riendo a carcajadas al oír por vez primera a Adelita soltando lisuras, ella que siempre se cuido en sus comentarios mal hablados
• NOOO, tu no harías algo así Adelita, si tu eres buena gente con nosotros – endulzo su oído Iván
• Además no tienes los teléfonos de la casa de sus amigos – dijo Lex por si acaso
• Pero tengo el de tus padres – respondió Adela y ambos se quedaron un rato pensando
• ¡¡¡Ñaaa!!!, ¡mentirosa!... si siempre buscas en la agenda el número de los dos, no te los sabes de memoria. Así que adiós bonita, esteremos aquí antes de que cante el gallo, jajajajja

Y ambos mocosos sin remordimiento alguno se marcharon de la hacienda, dejando a Adelita gritando tango dentro de su habitación, enfadada y asustada además, porque se dejo el somó hirviendo en la cocina… ¿chullas astas?... que va, de par en par ¡diablos mismos!, pero ambos se olvidaron del elemento sorpresa, el móvil que Rubén le dio a Adelita con los números programados por si acaso.

Y ¡esta!... era una situación de emergencia.

Pd: Los cinco capítulos están dedicados a Eugenia...

 no pude escribirte esta semana, ya te contare

un abrazo guapa:
Marambra