La Vida no es un sueño
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 12 de Enero del 2017
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Capitulo 24
Tu también tuviste adolescencia
Autora: Chany
Ed estaba con el cinturón en la mano, pensando en lo que haría a
continuación, esta vez Ignacio se había pasado de la raya, cuando por fin las
cosas estaban en calma hacía algo así, acababan de pasar dos semanas de lo que
se suponía iba a ser un buen año y después de lo que había sido un agradable
almuerzo en familia, el chico había desaparecido durante todo el día sin
explicación alguna, dejando una vez mas a Ed con el corazón en la boca. Lo
había buscado como loco sin entender los motivos ya que no hubo una palea o
algo que justifique la repentina huida, además no estaba en los lugares en los
que podría haber ido ya que cuando salió de casa toda la familia estaba ahí por
lo que estaban descartados y en casa de Nadia tampoco estaba.
Ed intuía que el detonante
de toda aquella catástrofe habían sido dos simples silabas, dos silabas que
harían a cualquier hombre la persona más feliz de la tierra y en su caso así
había sido, pero para Ignacio las cosas fueron distintas y con justa razón. Es
que cuando estaban haciendo la sobremesa, después de haber comido helado los
mayores se quedarían a conversar y los chicos aprovecharían para jugar
videojuegos como era la costumbre, pero Mateo cambio los planes de todos.
- Papa – había pronunciado con una claridad increíble para los diez meses que tenia. Al parecer la insistencia de Nacho para que hable habían dado su fruto, pero el problema fue que esas silabas iban dirigidas a Ed
Cuando Ignacio detuvo su
partida a causa de la palabra, se giro contento y emocionado, como todos en
aquella cocina pero cuando se dio cuenta de que Mateo estaba hablándole a Ed el
mundo se le vino encima dejando caer todo su peso en él. Y para colmo la
felicidad de Ed en ese momento le nublo el juicio por lo que fue fácil para
Ignacio desaparecer del cuadro, todos estaban emocionados insistiendo para que
Mateo repita la palabra pero eso no paso y cuando por fin el alboroto paso
Edgar se dio cuenta de la ausencia de Nacho.
Y ahora estaba ahí, a las
siete de la mañana, después de dieciséis horas de búsqueda con un Ignacio
finalmente despejado del alcohol, esperando en su habitación, pero el hombre
aun no sabía cómo actuar, entendía que aquel acto de Mateo no le haya hecho
bien pero ni el bebe ni él tenían la culpa. Tenía que explicarle al chico que
Mateo lo había escuchado llamarlo papá demasiadas veces y de ahí la confusión,
aunque la verdad Ed no quería que Mateo lo llamara de otra manera. Había mucho
trasfondo sentimental en esta trastada de Nacho, pero beber y desaparecer todo
un día no era algo que podía pasar por alto, el problema era por donde
comenzar.
Ed suspiro, tal vez si veía
a Nacho a la cara podría decidir bien como actuar y por eso decidió dejar su
estado inmóvil para al fin actuar. Paso su mano por la cara con algo de
desespero y finalmente empezó a caminar rumbo a la habitación del chico, pero
cuando estaba por entrar la luz del recién amanecido sol le golpeo los ojos
haciendo que al mismo tiempo que se encandilaba, un recuerdo asalte su mente…
Sentía los labios
adormecidos… los labios, las mejillas, la lengua y las manos. Pensaba en que
ahora no creía esas historias de los que dicen no recordar nada, él no creía
poder olvidar esa sensación nunca y ahora estaba enfrente de la motocicleta,
una enduro 200, con unas nauseas horribles, tratando de auto convencerse de que
no estaba taaaaan ebrio como para no poder manejar ¿o si? Mierda!, pensó, ¿justo
en este momento el vehículo se tenía que poner tan pesado?
Edgar camino como pudo, no
se sabía si él sostenía la moto o la moto a él, y cuando logró salir del garaje
de la casa donde había sido aquella gloriosa fiesta los primeros rayos del sol
le dieron en los ojos, justo como en el presente, haciendo que en un acto
reflejó se cubra la cara, pierda el equilibrio y la pobre Zanella sufra las
consecuencias, una luz de giro, un
retrovisor, la patita de apoyo y unos claros rayones, todo del lado izquierdo.
Se apuró a levantarla pero ya no había arreglo, el sol y la moto dañada eran
agravantes para lo que era una muerte segura.
- ¡Juan! – pensó en voz alta, Juan podía salvarlo
Tal vez si iba a su
departamento, que de paso quedaba más cerca que ir a su casa, lo podía
convencer de que hable con papá y mamá para que las cosas salgan mejor para él
o aunque sea menos peor, después de todo para algo acababa de recibirse de
abogado no? Además no sería la primera vez, después de todo Juan le llevaba 9
años y Ed era su hermanito así que lo defendía. ¡Si! definitivamente tenía que
ser Juan porque desde que Gustavo se caso con Gabi se había convertido en un
mandón y lo retaba todo el tiempo, tal vez
estaba practicando porque desde que cumplió 28 Luci no lo dejaba en paz con eso
de que quería nietos. Pensando es eso y como pudo manejo, no era momento de
hacerse el loco así que con mucha prudencia llegó a destino.
- ¿Dónde estabas? – fue lo primero que dijo Juan tras la sorpresa de ver a su hermano en la puerta mientras lo abrazaba con urgencia – Llevamos toda la noche buscando – agrego separándose un poco para contemplar a su hermano cuando noto algo en su aspecto – ¿estás borracho? – preguntó retóricamente y la felicidad de encontrarlo a salvo dio paso al enojo por la actitud del menor
- Auuu no Juan suelta – fue lo único que atino a decir Ed – solo fui a una fiesta – agrego respondiendo a la primera pregunta del mayor como queriendo decir que no había hecho nada malo – es que papá no me dejaba aaiish suéltame – se justifico, las cosas no estaban saliendo precisamente como las había planeado, Juan sabía de su escapadita y apenas lo vio lo metió de la oreja al departamento – Por favor Juan entiende, tu también lo hiciste una vez – acusó.
- Noo – corto Juan soltando a Ed en medio de la sala – Yo una vez tomé un poco de más pero no me había escapado – aclaró señalando – además YO tenía 20 años no 16 y eso no evitó que papá me diera una reverenda paliza – a este punto Juan había perdido los estribos agarrando a Ed por los brazos para sacudirlo un poco, se atrevía a compararse con él el mocoso, pero si se quería comparar el le quitaría las ganas – así como yo no voy a evitar que te la den a ti, ahora lo llamó para que te pase a buscar – y saco el teléfono para marcar pero estaba demasiado enojado para hablar – Mierda Ed ¿que no piensas? mamá está histérica pensando que pudo haberte pasado y tu de fiesta – y fue directo a la oreja de nuevo
- Wuuaa suelta Juan que me duele – y por fin Juan soltó su oreja y lo abrazó, habían estado toda la noche buscando al desaparecido bebé de la familia con el corazón en la boca y ahora por fin lo tenía en sus brazos – por favor noo dejes que papá me peeeegue.
- Puuff – como podía negarse a eso – voy a tratar de calmarlo si – prometió – pero tranquilo ya no llores – suspiro, por más duro que Juan quisiera ser, ver a su hermanito llorando y asustado lo ablandaba
Marisa, la novia que tenía
Juan es ese momento le preparó un café a su cuñadito aunque no había mucho que
componer, entre el sermón y el tirón de oreja de Juan y el miedo a que papá
venía en camino no le quedaba ni rastro de borrachera, cuando la puerta se
abrió Ed casi se prende del techo del salto que dio, pero no era papá era
Gustavo que se había adelantado mientras su padre buscaba estacionamiento.
- Mocoso yo te matoo – dijo dando largos pasos para agarrar a Edgar – ¡¡¿qué hace mi moto destrozada abajo si yo la deje con candado en el garaje de casa hace meses?!! – exigió una respuesta sin poder atraparlo ya que cuando Ed vio que se le acercaba corrió de nuevo a los brazos de Juan
- Heu ¡alto ahí! intervino Juan protegiendo al pequeño. Que paso? – pregunto porque lo de la moto era algo que no sabía
- Que este pendejo no sólo se escapó para ir de fiesta y emborracharse sino que de paso se robó mi moto – escupió furioso, esa motocicleta era una reliquia para él
- Pero…pero… – tartamudeo Juan – tú también para que la dejas en casa de los papá – y el recién recibido abogado no tenía mucho con que defender al acusado, era caso perdido
- No defiendas lo indefendible Juan que por eso es un malcriado – y Juan no pudo evitar la cara de indignación, si él que más lo malcriaba generalmente era Gustavo
- SI – interrumpió una voz – pero ahora me encargó yo de eso – dijo papá hecho un toro – y de paso le voy a quitar las ganas de hacer estupideces – ganando tiempo se había sacado el cinto en el camino y lo tenía en la mano llamando la atención de los tres hermanos que se giraron y no pudieron evitar clavar la vista en el objeto
- Papá – musito Juan como previo a un ruego que Paul corto de raíz
- NO JUAN – dijo terminando de entrar – ahórrate el esfuerzo porque esta vez se pasó – esta vez Paul estaba decidido a darle una lección a su hijito y no dejarse convencer por los defensores
- ¿Te lastimaste? – dijo Gustavo pensando en lo que había pasado con la moto – cuando te caíste de la moto te lastimaste? – repitió más calmado después de unos minutos de guerra de miradas entre Juan y su padre
- ¿Qué moto??!! ¿¿Cuando te caíste Edgar?? – de repente su padre se asustó, él se había retrasado porque no había donde aparcar y cuando entró estaba ensimismado y no vio la moto al pie del edificio
- ¿Eres un buchón, porque le dijiste a papá? – dijo Ed enojado saliendo de la protección de Juan y saltando sobre su hermano mayor quien se cubría tratando de no golpear a su hermanito, pero Paul al ver a su hijo con semejante comportamiento y de paso libre de protección filial lo tomó del brazo y le estampó un solo azote en los muslos con el cinto que hicieron aullar al muchacho
- Aaiiiaa papi nooo – de repente se acordó que estaba en falta y se aferró a lo que tenía más cerca que era su hermano mayor olvidándose del enojo de hacía unos segundos y de inmediato el otro correspondió tomando el papel de defensor y es que el mocoso tenía el poder de convencer a sus hermanos de entregar la cabeza por él con sólo una mirada y eso era precisamente lo que lo había vuelto tan escandaloso, malcriado y consentido
Paul decidió calmarse porque
antes de arreglar cuentas con su hijo el escapista tenía que asegurarse que
estaba bien.
- A que moto subiste Ed, ¿que pasó? – preguntó tratando de separar a su hijo menor para verlo de frente – sólo quiero saber si no te hiciste daño – agregó ante el silencio de su hijo pero nada, bueno nada no, porque Ed se largó a llorar con ganas en el ancho pecho de su hermano a pedir disculpas y protección
- Nunca más lo hago Gus, perdón pero no dejes que me peguee, menos con eso – rogó dramático
- Ed estoy hablando contigo, ¿que pasó? – viendo que ante la insistencia de su padre el chico no hablaba Juan respondió
- Sacó la moto de Gustavo del garaje de casa y se cayó – informo para no hacer esperar más a Paul
- No me caí yo!! – reclamó enojado Ed – se cayó la moto sola – él tenía que defenderse, no quería que pensarán que no sabía manejar
- ¿Entonces estas bien? – insistió papá y el chiquillo sólo asintió con la cabeza – bien eso era todo lo que necesitaba saber – dijo y tomó el brazo de su "bebé" para apartarlo del mayor
- Papá espera, con eso no – intervino el mayor – estas nervioso – Gustavo estaba tan angustiado que parecía que era a él a quien iban a castigar y es que en realidad él habría preferido eso
- Si pá nos calmemos, al menos tiene derecho a contar su versión – agregó Juan Carlos
- Muy bien – respondió molesto – me voy a calmar y es verdad tiene derecho a hablar y ya veo que uso su derecho a un abogado o dos – dijo con sarcasmo tratando de respirar profundo, de verdad que si le ponía un dedo encima a su hijo en ese momento le iba a dar una paliza
Ed no era tonto así que sin
separarse ni medio de su hermano contó su versión remarcando lo injusto de su
padre al no dejarlo ir sólo por un simple aplazo de una prueba e insistiendo en
lo “poco” que había bebido en un monólogo digno de un Óscar, pero que
desgraciadamente no conmovió ni un pelo de papá.
- Muy bien ya escuche – dijo al final del relato – ahora, tu a tu casa con tu mujer – señalo a Gustavo – tu a la cama con la tuya – casi ordeno a Juan – y tu a casa conmigo – finalizo hablando a Ed que empezó a sudar frio con esa orden – ya escuche suficiente y no hay nada que cambie el hecho de que me desobedeciste, escapaste, bebiste y condujiste una moto robada y sin licencia – enumero Paul haciendo que su hijo se encoja con cada cargo en su contra
- Pero papá – intento alegar una vez más el hijo del medio pero no tenía mucho que decir
- Nada Juan – refuto papá, no podían negar que estaba más calmado pero eso no quería decir que este menos enojado – querían que escuchará y escuche, querían que me calamara y me calme, pero esta vez no van a evitar que lo castigue – advirtió – ya demasiadas veces se salió con la suya y si no le pongo un alto cada vez va a ser peor – intento hacer reflexionar a sus hijos mayores – Si tenía un accidente de verdad y le pasaba algo grave? O más sencillo, si lo atrapaba un policía en el estado en que estaba manejando un vehículo que iban a hacer? – preguntó
Los mayores se dieron cuenta
que esta vez no era una travesura como las anteriores donde lo defendían de una
paliza por no obedecer o una mala nota en el colegio, esta vez era serio y
ellos habían sentido en carne propia el terror de que a su bebé le pase algo.
- Yo voy a llevar la moto a mi casa papá y más tarde voy a visitarlos – dijo Gustavo dando a entender que ya no iba a interferir y le beso la frente a Ed antes de deshacer el abrazó
- No no no – dijo Ed mirando con súplica pero cuando cayó en la cuenta de que no había caso con Gustavo corrió a los brazos de Juan, mientras el mayor se despedía de papá
- Ed vamos a casa que tu hermano tiene que descansar y nosotros también – trato de sonar conciliador pero no hubo caso – Edgar Jesús Santini vamos que no es para tanto
- Eso digo yo pero tú me quieres pegaar snif – papá rodo los ojos ante lo que no sabia si era drama o un intento por hacerse el gracioso. Aunque para Ed no era del todo una actuación, hasta ahora nunca le habían dado con el cinto gracias a la divina intervención de sus hermanos pero ahora llegarían a casa sin ellos y con una mamá muy enojada que ya le había advertido que la próxima si su papá se ablandaba con los alegatos de los mayores sería ella misma la que empuñaría el cinturón
- Vamos – dijo Juan separándose un poco para hablar – no lo sigas alargando que es peor ¿si? te prometo que no es tan duro como parece hermanito – Juan lo consolaba mientras lo sacaba abrazado del departamento y así lo llevo hasta el auto – no seas muy duro ¿si? – le dijo a modo de despedida abrasando a su padre antes se marche que respondió con una sonrisa para demostrarle que ya estaba más tranquilo
El camino para quien no
quiere llegar es siempre corto y esta vez peor ya que vivían a sólo 4 cuadras
que recorrieron en completo silencio, silencio que los acompañó hasta la
habitación de Ed, papá sabía que si empezaban de nuevo a hablar su hijo podía extenderlo
hasta pasado el medio día alegando, tal vez tendrían otro abogado en la
familia. Así que en silencio sin dar lugar a réplicas se sentó en la cama y
tiró de su hijo para ponerlo en posición y recién ahí habló aunque ya de seguro
el muchacho lo tenía bien claro igual repitió los motivos del castigo
remarcando lo que consideraba la falta más importante, PONER SU VIDA EN
PELIGRO.
Ed no era muy bueno
enfrentando castigos así que Paul sobo su espalda hasta que calmó los sollozos
agradeciendo que el menor de sus hijos sea más del drama que de la rebeldía
como le pasaba con los mayores, aunque seguramente el exceso de docilidad se
debía a que ahora iba a usar el cinturón. Recién cuando Ed dejo de estar tan
tenso le bajo el pantalón dejando los interiores ya que su hijo estaba
crecidito y hace un año cuidaba más su intimidad. Se inclinó para atrás para
sacar su cinto pero…no estaba, estaba seguro de que se lo había colocado de
nuevo, pero no tuvo tiempo de seguir pensando en el paradero del cinturón porque
Ed se estaba poniendo nerviosos y comenzaba a revolverse en su regazo así que
improvisó con las pantuflas de invierno que tenía su hijo.
- Plop plop plop plop – no eran como un cintarazo pero si dolían un poco más que la mano de papá – PLOP PLOP PLOP PLOP ploop plooop plllopp PLLLOPP PLOOOP – ninguno las estaba contando pero para papá estaban como a medio camino en cambio Ed ya había empezado a derramar unos lagrimones aunque se negaba a rebajarse a suplicar como un niñito, él tenía que demostrar que papá se equivocaba Ya era grande para eso y tenía edad para ir a esa fiesta así papá no le de permiso
- AUUUU – ¡Carajo! Se quejo para sus adentros, ese quejido se le escapó así que alcanzó la almohada por las dudas se le afloren las mandíbulas de nuevo
- PLOP PLOP PLOP PLOP ploop plooop plllopp PLLLOPP PLOOOP – siguió Paul imprimiendo mas fuerzas en algunos chirlos que otros
- Aaffff – esta vez el sonido salió amortiguado, ¡cómo estaba doliendo aquello!, hacia meses que Paul no pasaba de una “advertencia” esta vez se estaba tomando su tiempo entre chirlo y chirlo
- PLOPPLOPploopploooppllloppPLOOOP
- Auuu yaaa – esta vez los soltó todos rápidos, el chico estaba dispuesto a ser todo un macho pero tampoco era la pasión que seguidos ¡¡picaban!!
- PLOPPLOPploopploooppllloppPLOOOp – el trasero de Ed ya estaba rojo y le dolía pero esos además habían caído en el mismo lugar
- Auu ya noo perdón papi nunca más buuaaa – no miren, no digan nada, no es que no sea machito, es sólo que no quería que su Papito se cansara y le fuera a dar calambres o algo peor
- PLOP PLOP PLOP PLLOPP PLLLOPP – parecía que papá no se detendría nunca y el estoicismo de Ed se había perdido con las primeras lágrimas pero la intención seguía, hasta esos cinco pantuflazos
- Auuu yaaa papi yaaa mee dueelee snif – ok digan lo que quieran esta vez dolió. Por suerte Paul también estuvo de acuerdo en que ya era suficiente y concluyó y lo ayudó a recostarse, obviamente boca abajo
- El exceso de alcohol es algo que yo NO voy a permitir bajo ningún punto – decía mientras sonaba la espalda de su hijo que gimoteaba tratando de disimularlo – pero en tu caso ni siquiera voy a permitir un poco, no sólo es malo para tu salud sino que además es ilegal y te llevo a hacer muchas estupideces – la verdad hasta hace poco Ed era bastante tranquilo pero esta era la tercera vez que se escapaba para ir a una de esas fiestas – Que pensabas cuando decidiste escaparte para ir a la fiesta? – Ed odiaba esos interrogatorios de reflexión, hacían que todo lo que había hecho se vea estúpido y No era así ¿verdad? sabia que tarde o temprano tendría que responder y estaba cansado así que dijo lo primero que se le ocurrió
- No ¡se! Sólo que quería salir – dijo de mal modo
- Muy bien… estamos cansados los dos pero en la tarde vamos a hablar – de verdad que estaba cansado y discutir con un adolescente con resaca, sueño y mal humor no era una decisión acertada, además todavía había algo que debía atender – te amo y me preocupe mucho… todos nos preocupamos
- Uffff… – Ed soltó un suspiro entrecortado para poder hablar porque si estaba de malas pero también reconocía que la había cagado y se arrepintió al ver a todos preocupados y a sus hermanos enojados con él – Yo también te quiero y… no va a volver a pasar
- Eso espero hijo, porque la próxima va con el cinto – y tenía que terminar con la consabida amenaza, que era tan ritual que ya había perdido efecto en Ed, aunque esta vez casi lo hace así que tal vez debía tener cuidado a la siguiente
Paul se quedo con su hijo al
cual no había dejado de acariciar la espalda y no paso mucho hasta que su
retoño quedó rendido, después de todo eran casi las nueve de la mañana y no
había dormido nada, así que papá lo dejó en la cama junto con mamá que recién
había entrado para consolarlo antes de que se duerma y decidió acostarse con su
bebé porque sabía que no le gustaba despertar sólo después de un castigo y
porque después del susto que se llevó no estaba dispuesta a soltarlo. Al hombre
de la casa le habría encantado quedarse ahí también pero tenía una duda que
necesitaba despejar, ¿DONDE CARAJOS HABÍA QUEDADO SU CINTURÓN?.
Deshizo el camino andado
hasta el auto pero nada y de repente en un instante supo la respuesta. Se
había colocado el cinto antes de
despedirse de sus hijos y ahora que lo pensaba en frío la despedida había sido
demasiado afectuosa, siempre, casi siempre sus hijos se despedían con un beso y
un abrazo, la única excepción era cuando sabían que iba a castigar a Ed, era
una especie de paro de brazos caídos que sus hijos le hacían, algo que no
hacían ni cuando los castigados eran ellos, pero esta vez lo abrazaron
igual….grrrr ya arreglaría cuenta con
esos dos, al final se salieron con la suya y otra vez Ed se salvó….
Ed recordó aquel evento y
como días después se enteró como se había librado del cinto, pero también
recordó que aquello lo envalentono para la siguiente vez, aquella que había
sido horrible porque las cosas si se salieron de control haciendo que deseara
haber aprendido la lección en aquella ocasión. El no quería dejar que las cosas
con Ignacio llegaran a tanto.
M querida Chany, este capitulo me ha gustado mucho, Ed tiene demasiado en que pensar y comprarse, el no necesitaba hacer demasiados esfuerzos para salirse con la suya, segundo que tenía a casi todos defendiendolo, Nacho no, asi que creo que partiendo de eso puede meditar un poco mas, pues hasta ahora las reacciones de Nacho fueron siempre llevadas por su sentido de abandono que tiene, la inseguridad de ser amado, muy diferente a la vida de Edgar y tiene que considerar que en el mundo de Ignacio, solo tiene al bebe como propio, es lo único seguro... ni siquiera él puede darle ese sentimiento al 100 %, asi que manito de seda sino lo enjuicio yo, jajajja
ResponderEliminarCreo que la bomba ha estallado asi que no nos hagas esperar tanto
Marambra
Creo que comparto mi opinión con la colega abogada defensora de acá arriba señorita Chany,por lo tanto no olvide analizar las evidencias,gracias.
ResponderEliminarYa quiero poder leer mas Chany!!
Muy buen capítulo!
Keny.
De lujo nos haces esperar pero es buena la recompensa y estoy de acuerdo Nacho le falta mucho cariño paternal que nunca lo tubo un abrazo
ResponderEliminarTERRY
Vaya que edgar era mimado! Jaja que hará con nachito ahora, pienso que aunque edgar no quiera fajarlo va a terminar haciendo lo igual porque todos sabemos que Nacho es bajo presión responde muy mal jeje para mi que no hay salvación para Ignacio :)
ResponderEliminarAqui otra defensora de nacho y por el mimo motivo de Marambra, nacho solo tiene a su bebe, su bebe que no lo reconoce como padre, sino a otra persona siendo que el fue que le enseño para que le dijera papa y ahora su unico derecho, una de sus unicas peticiones ha sido robada, asi que lo siento pero me quedo con Nacho y lo defiendo a el al 100%
ResponderEliminarmmmm. Cuantas abogadas, parece que Ed no es el unico con suerte. Jajaka veremos que pasa
ResponderEliminarQuerer castigar a Nacho por un pecado que el mismo cometió de adolescente, me parece sospechoso ^_^ jejej. Asi que ojo, aqui tambien hay alguien dispuesto a derramar sangre por el............ jajajja una exageración, pero no seria dramático como dice el Dr. House.
ResponderEliminarEn fin Chany, esta cada vez mas interesante tu relato, ojala puedas actualizar pronto, es que ya nos has picado el corazoncito aunque tambien debo decir que fue interesante enterarse del pasado de Ed que por lo visto era un pastel con un par de hermanos dispuestos a poner el trasero por él, aunque esta le salio carita.
Un abrazo, y ya sabes mano de seda con Nachito
Ay pobre Nachito, debe haber sido bien feo ver como su bebe lamaba papa a Ed, pero bueno realmente es el papa de los dos, por fa que Ed no sea muy duro con Nacho, no debio desaparecer es verdad....pero tiene una muy buena excusa
ResponderEliminarjajajaja te lo pusieron difícil verdad Chany??
ResponderEliminarmm que bonito que el bebé ya haya dicho su primer palabra... pero me dio penita Nachito porue le partieron el corazón...
jajajaja ese Ed era todo un malcriado... y sus hermanos son geniales