Amor sin barreras: Cap. 2; Autora Marambra

Amor sin barreras

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 20 de Febrero del 2017.

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Capitulo 2

Autora: Marambra

• Creo haberte dicho que vayas a mi habitación Dominic – hablo Parker en el umbral de la puerta del dormitorio del niño haciendo que el pelirrojo de un respingo del susto dado
• Y yo creo haberte dicho que ni cagando – respondió entre dientes, Dominic no era de los que se guardaba nada, excepto un pequeño secreto, el resto de la travesura que lo metió en este lio que seguro si se enteraba Parker, Dominic no dormiría en su espalda el resto de la semana
• No es necesario ser grosero Dominic, te lo he dicho un montón de veces, así que no tientes al destino porque una mas y vas a comprobar si el jabón de menta sabe igual – amonesto papá cambiando ligeramente el tono de voz, ya estaba hasta el gorro de repetirle que hable mejor, entendía que se criara como un ciervo salvaje en el bosque, pero de igual manera se comportarían Angus y Anir, en cambio ellos no hablaban malas palabras, por lo menos no delante suyo
• ¡Soy como me da la gana! – grito de pronto parándose de la cama queriendo volar al baño para encerrarse en el cómo estaba acostumbrado y quedarse ahí dentro hasta que Parker se marchaba al trabajo

Siendo honestos, hasta ahora, esa técnica había dado buenos resultados cuando su galanura había fallado, es que Dominic tenía algo en el aurea que convencía a la gente de su inocencia y terminaba siendo adorado y perdonado por el resto, quizás, eran sus diminutas pecas regadas como una constelación de estrellas de chocolate en su pequeña nariz, o el tono anaranjado encendido de su pelo que lo hacía particularmente llamativo, o la picardía de su mirada, como sea siempre se libraba de un castigo en el orfanato, pero Parker parecía inmune a eso, cuando decidida que merecía una sanción se la daba y adiós televisión, adiós audífonos, adiós tablet o todo lo lúdico y de interés para los muchachos, sobre todo para él, y hasta el momento el castigo más fuerte que se llevo fue tener que leer un horrible Manuel de comportamiento, Urbanidad y Buenas costumbres y tener que recitárselo como se recita el Padre Nuestro, en resumidas cuentas hasta ahora solo fueron sanciones morales y no físicas y el hecho de que ahora lo amenace con una paliza era grave, es que Perker no soltaba amenazas que no cumplía, una amenaza era lo mismo que una promesa para él, en el sentido que estaba dando su palabra de honor… consecuencia lógica de su formación policial.

Grrrr gruía Dominic de solo recordar las palabras de su padre, y no paraba de preguntarse lo mismo a medida que volvían a casa, ¿no podían haberlo adoptado un par de psicólogos que creían que el dialogo era la mejor manera de educar?, o mejor un par de hippies con la onda de: a tu ritmo muchacho, amor paz y rock and roll… no pues, eso era para los suertudos, y el no podía tener tanta suerte, por eso le había tocado un par de policías que tenían la maldita manía de exigir el cumplimiento de las órdenes dadas o se atenían a las consecuencias y ya había visto lo que pasaba sino obedecía, Anir había acabado llorando con el trasero como una fresa y acostado dos horas antes de tiempo.

¿Pero a quien mentía?, Dominic estaba consciente de que papá era muuuuuuy pero muuuuy paciente con él, quizás un poquitín más que el resto de sus hermanos, concesión que justamente le fue dada por su edad, y sabía la razón, papá había sido muy claro con él a la primera oportunidad que tuvieron de conversar sobre las reglas de la casa… UUUUFFFF de paso un chorizo de ellas que colgada en el refrigerador, el baño y su dormitorio con letras gigante, reglas que eran comunes entre los 3 hermanos mayores aparte del conjunto de tareitas extras que eran muy diferentes unas de otras, es que Parker y Sara habían deliberado que cada uno de los chicos se ocupe de un trabajo en concreto en la casa y no hacer rotaciones, así no se tiraban la bolita entre los tres y gracias a eso, Angus ya se había llevado algunos tortazos en el trasero… nada grave.

• ¡Soy como me da la gana! – y se paro como un rayo cuando vio a Parker acercándose a él con el ceño fruncido queriendo encerrarse en el baño hasta que las cosas se calmen, lo que no imagino fue que Sara estuviera detrás; Dominic se había olvidado por completo de mamá que estaba ahí terminando de poner orden en su alcoba, enojada porque estuvo toda la semana repitiendo que arregle su alcoba y el mocoso lo único que hizo fue meter ropa sucia, limpia y a medio uso en el ropero y llenar la basura en un solo basurero sin reciclar
• Plaf plaf plaf – aquello tomo por sorpresa tanto a Dominic como a Parker – pues te aguantas señorcito, que no estamos criando un rebaño de ovejas sino niños – le dijo y la cara de Dominic se encendió tan roja como su pelo, era una llamarada a punto de estallar, pero no de enojo sino de vergüenza
• Ya Sara – dijo papá – de ahora en adelante me encargo yo – agrego en voz baja y Sara miro al muchacho con el ceño fruncido avanzando a la puerta
• Cuando termines con papá y el te lo indique bajas a la cocina Dominic, que tu y yo vamos a repasar algunas normas que parecen no están siendo claras contigo – dijo y se giro, no quería ser testigo de aquello, es más, mejor llevarse a Jasir al parque – voy a llevarme a Jasir a dar una vuelta – agrego con un suspiro, cuánto le hubiera gustado decir que se llevaba al resto más, pero tanto Angus como Anir estaban haciendo los deberes
• Ve a traer el cepillo de mamá – ordeno Parker con mucha paciencia sin gritar porque sabía que esto no iba a ser fácil y no lo fue, Dominic se puso tenso y los ojos se le llenaron de lágrimas, estaba asustado pero aun así manifestó su disconformidad
• NOOOO – chillo yéndose al garete toda su bravura
• Dominiiiic 

Parker se armo de tremenda paciencia tratando de jalar la liga  a favor del muchacho considerando todos los factores; después de todo llevaban recién dos meses viviendo juntos, era un periodo muy corto para esperar que Dominic o los otros chicos sean un modelo intachable de buenos modales, segundo, era un adolescente de 16 años que no tenia mas pasado que el orfanato sin un ancla que lo encalle en un buen puerto o una brújula para guiar su potencial, nunca hubo relaciones afectivas en su pasado exceptuando Angus y Anir y lo mismo que ellos necesitaba amor, guía y ejemplo, el problema era que si bien estaba hambriento de afecto temía manifestar esa necesidad y procuraba ser rudo, razón por la cual estaba metido en este problema.

Dominic no paraba de pelear en el colegio, la mayor parte de las veces fueron discusiones verbales donde relucía su lengua afilada pero ahora se había ido a las manos y encima se salto la barda y Parker había decidido poner un alto de una vez por todas a las descabelladas salidas de tono del muchacho porque se estaba ganando el mal titulo de matón en el colegio, un cartel que no quería para su hijo porque lo iba a meter en muchos problemas legales… ya habían hablando con los maestros y si bien querían cooperar tampoco estaban dispuestos a pasarles todas sus trastadas, hasta el momento menos mal aquello se limito a los chicos del cole, pero irse a las manos no era algo recomendable.

• A la cuenta de tres Dominic, que si no haces lo que te he pedido subiré la apuesta y en vez del cepillo de tu madre, será mi cinturón – y Dominic se puso blanco como un papel y se largo a llorar
• Pero no quiero estar mirando la pareeed – si no lo decía ahora no lo diría nunca, Parker les había prometido a los cuatro que si había algo que no era de su agrado lo mencionen antes de llevar a cabo una tarea o un castigo y discutir sobre el tema, y hasta ahora no los había defraudado, Parker no era un hombre que saltaba a la primera de nada o era super estricto con ellos por ser policía, no; al contrario trataba de hablar las cosas, solucionar el lio por la vía diplomática, como solía decir y si no había salida recién usaba otros métodos disuasorios, pero si estos fallaban irremediablemente pasaban a la tercera base y eso no estaban en discusión porque Parker era de la vieja escuela, lo que se reducía a una sola cosa… una paliza
• ¿De qué estás hablando? − preguntó Perker desconcertado, pero Dominic no estaba ni ahí, para dar explicaciones, solo rompió con su negativa
• NO soy Angus, no soy Anir y MENOS JASIR para mirar la pared − aseguraba confundiendo a su padre
• ¿De dónde sacas eso?, yo a ninguno de ellos los pongo mirando la pared − respondió Parker sorprendido por el arrebato de Dominic y Dominic se que quedo pensando en esa palabras, ¿sería que Angus le había mentido sobre su método?, pero… luego desecho la idea, Angus también se había llevado su primera paliza oficial hoy a la vuelta del colegio por mentir y no habían tenido tiempo para hablar entre ellos, intercambiar impresiones y cubrirse las huellas, y Anir si bien ya era conocedor del método de papá nunca abrió la boca para confirmar o negar algo, porque tras un lio él siempre estaba de mal humor y últimamente más que otras veces y todo a raíz de la gran confusión emocional que sentía porque estaba enamorado, pero enamorado de un chico, el compañero de curso de Dominic… Alan
• ¿NO? – respondió a su vez Dominic con una clara interrogante en su cara, ¿Angus le había mentido?
• No hijo, yo no hago eso – respondió muy seguro Parker, preguntándose de donde saco Dominic aquella descabellada conclusión, pensando en que seguro fue Anir el que dijo algo para atormentarlo, llevaba días que andaban como perro y gato y hoy quería llegar al fondo del meollo y mientras pensaba en eso, Dominic salto con algo aun mas descabellado
• Pues deberías hacerlo… para que aprendan − agregó Dominic a modo de mala sugerencia, sin saber a ciencia cierta a qué venía todo eso, pero cualquier cosa con tal de retrasar lo inevitable y ahora mismo era imprescindible retrasar la paliza que sabía de antemano se había ganado
• Que interesante que digas eso, justamente ahora – murmuro papá – pero ya basta de perder el tiempo hijo, No hagas las cosas más difíciles de lo que ya son para ti Dominic − dijo todo serio Parker, había que reconocerlo, Parker tenía una paciencia tibetana digna del Dalai Lama – que fugarse del colegio no es algo que me traiga dando tumbos de alegría – dijo con esa seriedad que ponía a los chicos con los pelos de punta –  y no me tientes, porque puede que tu sugerencia sea más efectiva en ti − amenazó

Y obviamente a Dominic le faltaron pies para ir a la alcoba de su padre, pero antes tenía que hacer una horripilante parada en el baño de la suite de sus padres para sacar el horrible cepillo de madera de su madre; Perker, su adorado padre iba a estampar aquella horrorosa cosa en su humilde trasero y todo por culpa de ese par de ratas que ahora mismo estaban modositos en el salón seguramente tertuliando con papá sobre lo que iba a pasar. Lo que no sabía Dominic, era que Parker ahora mismo estaba llevando de la oreja a Anir a su dormitorio para darle una paliza también, la misma que se ganó Angus minutitos antes y todo por culpa de sus mentiras.