Seres Mágicos
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 2 de Febrero del 2017
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Capitulo 11
“Solitaria tarea”
Autora: Mary C.
Julio
Había tenido
un mes bastante
ocupado, cuidar de cuatro niños no había sido fácil, no me molestaba trabajar
al cuidado de los niños pero tener que ser interceptor e ir de un lado a otro
me dejaba agotado.
Los cuatro niños son hermanos, huérfanos a los que
estoy buscando algún familiar que quiera hacerse cargo de ellos o el gobierno
los dejaría en una casa de adopción y tal vez los fueran separando el uno del
otro.
Después de dos semanas de haber estado cuidando de
ellos e ir buscado algún familiar que tal vez se pudiera hacer cargo, ya que
los de protección infantil estaban tardando muchísimo para poder encontrar a
los familiares, por fin pude dar con algunos parientes de los niños, pero
estaba viendo quien era el más indicado para que esos pequeños tuvieran una
vida feliz, así entre observar y vigilar es que pude encontré a una pareja… la mujer era tía de los chicos
de unos 38 años que tenía un hijo de 16 años, su marido una muy buena persona y el chico estaba
centrado en una vida calmada y común, Lourdes y Carlos estaban muy bien
económicamente, un factor a su favor, pero no solo eso era lo que estaba
buscando sino la forma en se trataban y trataban al resto, descubrí que eran
cariñosos y a la hora de educar sabían marcar la frontera de la amistada y el
ser padres.
Estuve una semana vigilando a esa familia todas sus
acciones sus convivencias y sus problemas. Era una familia bastante común, sus
conflictos se limitaban a los propios de una pareja que cuida a un adolescente
de edad del chico que tenían, el cual quería estar más libre de restricciones
como horarios y ordenes como la de tomar
un baño, recoger el cuarto o lavarse los dientes, irse a dormir a la hora y
todos esos detalles con los que lidiar día a día, es más fui testigo de uno de
esos eventos.
- Omar: pero papáaa no tengo 5 años, las 8 es una hora en la que los niños se van a dormir
- Carlos: te quiero aquí a esa hora, si quieres salir adelante sino te puedes ir a tu cuarto – dijo con calma el hombre sentado en su silla
- Omar: ¡papáaaa!... no seas así
- Carlos: ya te dije, si quieres salir… adelante, pero a las 8 te quiero aquí
- Omar: ¡mamáa! – chillo mirando a su madre en busca de ayuda
- Lourdes: tu papá ya te ha dicho hijo, es una buena hora, es temprano
- Omar: yo no quiero llegar a las 8, mis amigos se van a burlar de mí – y se cruzo de brazos indignado, era gracioso verlo así porque era una versión muy joven de su padre y su enojo
- Carlos: pues entonces no vayas – dijo como si fuera lo más obvio
- Omar: pues no voy
El chico con todo y el mal humor se fue a su cuarto
estampando la puerta, no me quede mucho rato pues tenía que seguir con mis
chicos que alguna travesura estaban haciendo.
- Julio: ¿a dónde van ustedes?
- Diego: hola señor fantasma – me saludo el niño de 3 años, se notaba que no me tenía miedo… y poco respeto
- Tony: vamos a salir ¿a ti que te importa? – contesto el de 12 años muy valientes con Diego y Jaime de 6 años tomados de la mano
- Josué: no lo hagas enojar – le pidió Josué muy serio y luego se dirigió a mi – señor fantasma solo vamos a ir a nuestra casa – se veía tan lindo aquel niño de 8 años
- Julio: pues lo siento mucho, ustedes al único lugar al que van es a dormir – les dije bajito y señalando los dormitorios pues era tarde ya
- Tony: no, señor fantasma no haremos lo que tú quieras, nosotros nos vamos a nuestra casa, así que esfúmate – y no sabía si reírme o que, porque Tony chasqueo los dedos como si con eso bastara para que yo los deje
- Julio: grrrr, a dormir
- Tony: ¡nooo!
No había nadie,
era tarde así que agarre a Tony haciéndole soltar a los pequeños,
cargándole con una sola mano… era chico aun así que fue fácil manejarlo, así le
baje el pantalón y el calzoncillo y deje caer mi mano.
- Julio: PASSSS, PASSS, PASSSS – eso no se lo esperaba
- Tony: aaiiiauuuu yaa – grito y se llevo las manos atrás
- Julio: ¿te vas a ir a dormir? – le pregunte aun con mi mano levantada a punto de soltar otra palmada
- Tony: siiii, siiii – insistía pero yo no lo solté todavía – si señor fantasma, me voy a dormir… ya déjame – tras eso le subí la ropa y lo deje en el piso frotándose el trasero – eso me dolió – Se quejó
- Julio: a dormir – le dije muy bajito pero resonando cada letra para que la escucharan
- Josué: ya vamos, no se enoje… ya ves, te dije que él iba a seguir aquí – le reprocho a Tony
- Jaime: él dijo que nos iba a cuidar mientras llegaba alguien por nosotros – le recordó Jaime
- Tony: eso no es cuidar, eso es pegar a alguien más
- Josué: eso es castigar… mamá y papá también hacen lo mismo
- Tony: pero él no es papá.
- Julio: no, pero si siguen hablando y no se duermen me los voy a nalguear a los cuatro, no me importa que no sea su papá – los amenace porque seguían discutiendo sin intención de ir a la cama
- Diego: no, no señor fantasma, no me castigues yo soy buenito – murmuro Diego llevándose las manos atras
- Julio: yo sé que eres bueno… todos los son – asegure – ahora a dormir pequeño, ven – le di una sonrisa y lo cargue llevándolo a su cama arropándoles a los cuatro – a dormir ¿entendido?
- Jaime: ¿señor fantasma??
- Julio: ya les dije que no me digas así – les dije con calma y poniendo cara de pena, es que de verdad no me gustaba, era de los nombres que menos me agradaba que me dijeran
- Jaime: amigo… ¿fantasma?
- Julio: déjalo solo en amigo si… ¿qué paso?
- Jaime: cuéntanos un cuento ¿sí?
- Julio: un cuento… ¿el de los niños que no se duermen pronto y se pierden por salir de sus cuartos?
- Tony: si tú, nos tragamos tus tonterías
- Julio: bueno pues les diré una historia, si, es de unos niño pero no ustedes… es de unos chicos que se fueron de viaje a buscar un tesoro perdido
Me pase una hora con ellos inventándoles una
historia y si bien Tony trataba de ignorarme se puso atento a todo aunque
giraba la cabeza cuando le veía a los ojos, deje a los niños dormidos y regrese
a la casa de la tía de los chicos.
Eran las 11, no era muy tarde pero el padre estaba
enojado, el muchacho se había salido de casa desobedeciendo, me quede a
esperar, ver a qué punto podía llegar a
enfadarse eres hombre y esa madre que no dejaba de caminar de un lado a otro,
me quede parado esperando por largo rato, solo veía como la cara del padre
cambiaba a cada minuto, mandando mensajes o tratando de llamar pero el hijo no
contestaba, a las 12:18 se abrió la puerta con toda la calma del mundo mientras
un adolescente asomaba la cabeza viendo si había alguien.
Su padre que ya le esperaba le tomo de la oreja
jalándosela hasta dejársela roja y el muchacho diera un muy buen grito..
- Omar: aaaauuuuuu papáaa
- Carlos: ¿porque te saliste?
- Omar: fue un ratito… no, no papá, nooo – chillo y no era para menos, el señor tenía el cinto en manos, desde hacía rato lo traía y lo apretaba de paso
- Carlos: ¡te saliste por la ventana! – vaya mago, me dije moviendo la cabeza – VE la hora que es Omar – dijo mostrándole el reloj antes de sonarlo – ZASSSSS
- Omar: aaaiiiii – grito ya no mas el chico frotándose el trasero que fue donde aterrizo aquel cintazo
- Carlos: ZASSSSS ZASSSSS ZASSSSS
- Omar: PERO FUE UN RATIIIITO, UN RATIIIITO – gritaba
- Lourdes: ¡un ratito! ve la hora que es y tú afuera
- Omar: mamii
- Lourdes: nada de mami.
- Carlos: muévete – ordeno papá, pero Omar se quedo quieto – Omar no quiero seguir todo la noche aquí, así que MUÉVETE hijo – hablaba sin gritar pero enojado llevando a su hijo a su recamara
El padre se llevó a palmadas al muchacho, ya en su cuarto el cinto se estampo varias veces con un poco
más de fuerza y al final quedo un chico llorando acostado en su cama, si bien
el padre le había castigado fuerte no había ocasionado ningún daño, lo único
que me quedaba era saber si podrían querer a esos cuatro niños pues la
responsabilidad era mucha y no todos aceptan a niños que no son suyos, pero
hasta el momento eran mi mejor opción, eran ellos u otros dos parientes pero y
por mucho ambos eran mi mejor opción.
Apenas amaneció, hable con la señora Lourdes claro
no frente a ella pero si estaba viéndole, ella
solo escuchaban mi vos por un teléfono.
- Lourdes: ¿bueno?
- Julio: buenas tardes hablo con la señora Lourdes Escobar?
- Lourdes: si ella habla
- Julio: solo quería informar que su hermano Derek y su esposa murieron hace tres semanas, los niños han quedado huérfanos y se espera que alguien pueda hacerse cargo de ellos de lo contrario se quedaran en un orfanato – le dije sin rodeos
- Lourdes: ¿eee?? Mi…mi… ¿mi hermano? – murmuro sentándose en una silla, acaba de llevarse un gran impacto – ¿pero cómo?
- Julio: sufrió un accidente de coche él y su esposa, perdón por darle así la noticia – me disculpe, pero no podía presentarme en persona, lo tenía prohibido
- Lourdes: disculpe… es que son 14 años que no veía a mi hermano…mm – la mujer se veía quebrada como si fuera a llora pero tratando de mantener la conversación – ¿dejo niños, dice? … cuántos? ¿Cómo están?
- Julio: son cuatro niños, uno de 12, otro de 8 y otros dos más pequeños de 6 y 3 años. Queremos saber si usted puede hacerse cargo de ellos o tal vez tiene en mente algún pariente suyo que quisiera resguardar a los niños, porque sino ellos pasaran a un orfanato para ser adoptados y separados – ella tenía que saber lo que iba a pasar con sus sobrinos
Tarde un rato hablando con la mujer le dije el
lugar donde los podía encontrar y que tenía que llevar algo que la identificara
como tía de los chicos o como pariente cercano. La mujer se quedó mucho rato
sentada en la misma silla, supongo que se estaba planteado todo, “cuatro niño”
no le desagradaba la idea, tenía una sonrisa cálida pero algo la aquejaba, tal
vez lo que sus esposo dijera o tal vez el rechazo de su hijo pues tener que
compartir de pronto con una mini tropa siendo hijo único no siempre era sencillo.
Menos mal, fue su esposo el que saco el tema a colación cuando la vio tan
extraña a su llegada y ella lo puso al día con la situación.
- Carlos: vamos por ellos amor, son tu familia, no les puedes dejar solos – dijo el cogiéndole las manos y apretándolas con una sonrisa sincera en la boca
- Lourdes: ¿de verdad?
- Carlos: ¡claro!, aquí no les faltara nada, podrán vivir muy bien lo podrán tener todo – y ese de poderlo tener todo era porque de verdad ellos tenía dinero suficiente para una buena vida – tu sabes que siempre quise tener una familia grande – murmuro ilusionado, cosa que a mí me gusto demasiado
- Lourdes: oH amor, ¡gracias! – dijo ella con los ojos brillantes, estaba por llorar mezcla imagino de dolor y alegría al mismo tiempo, abrazando con fuerza a su marido – pero… y ¿que le diremos a Omar?
- Carlos: yo hablare con él.
Por la noche el muchacho recibió la noticia, tenía
cara de no entender mucho, sabia de su tío al solo había visto fotos pero no lo
conocía personalmente como tampoco lo conocía Carlos; y como él estaba al tanto
de que su tío había peleado de muy mala manera con su abuelo y se había ido de
casa con solo 17 años para nunca más volver, aquel entonces Lourdes 5 años
mayor trato de buscarle pero no supo por dónde empezar, lo que no significaba
que tenía la ilusión de volver a verlo, pero bueno.
- Omar: ¿Y van a vivir aquí?
- Carlos: Sí. Sé que será difícil acoplarnos pero los niños están solos y no tienes a nadie más – le respondió acariciando su espalda como tratando de calmar cualquier reclamo
- Omar: ¿Y porque no se van con el abuelo?
- Carlos: tu abuelo no puede cuidarlos hijo, además sabes que no es muy paciente y ellos son niños pequeños, ¿qué piensas?, te gusta la idea
- Omar: Pues lo que piense de todos modos no importa ustedes van hacer lo que quieran.
- Carlos: no seas celoso hijo que aún no los conocemos – el chico solo se puso rojo viendo a otro lado – eeyy que nunca te vamos a dejar de amar, tu eres nuestro hijo… anda – le dio un beso en la frente y después salieron hablar con Lourdes
Quise quedarme un poco más y saber qué opinaba Omar
de los niños, confiado en que Tony los cuidaba muy bien, él no dejaba que
ninguno de sus hermanos se alejaran, era el mayor y era muy sobreprotector con
ellos, los niños parecían patitos atrás suyo, pero tuve que regresar antes pues
mi alarma se activó, era como una campanita especial que te decía si tus
protegidos se movían de lugar o algo les podía pasar.
Señal que nunca fallaba, ahí estaban ellos, mis
cuatro niños huyendo otra vez, ya habían salido del lugar, me preguntaba ¿cómo
era que vigilaban los del servicio social a esos niños?, ellos tenían como
tarea la protección de los infantes y bien gracias ni enterados que los niños
ya no estaban, nosotros somos sus guía los cuidábamos pero no podíamos
interferir en todo, teníamos que dejar a los vivos hacer su parte, de ellos
también dependía que nuestro trabajo fuera más fácil o más complicado.
- Julio: Ustedes cuatro se van de regreso pero ya – les dije sin alzar la voz pero dándole indicaciones
- Diego: Señor Fantasma no te enojes
- Josué: Es que hemos escuchado que encontraron padres adoptivos para nosotros pero nosotros no queremos ir con ellos, no los conocemos – me informo con un puchero en la boca
- Diego: yo quiero ir con mamá – empezó a gimotear
- Jaime: yo también – dijo triste mirando a sus hermanos
- Tony: nos vamos a ir a casa – dijo Tony más decidido y firme, no solo mirándome a mí, sino a sus hermanos como si les diera alguna orden – yo los voy a cuidar, no necesitamos a nadie
- Julio: A ¿si¿… y quien va a pagar la comida? – le pregunte inclinándome para estar de su tamaño
- Tony: Yo voy a trabajar – dijo decidido
- Julio: ¿Y la escuela?
- Tony: No importa trabajare
- Julio: Mmmm y ¿cómo piensas cuidar a tus hermanos?
- Tony: No se, solo sé que YO los voy a cuidar, ¡lárgate! – me grito enojado
- Julio: no, regresaremos de una buena ves – les informe y me puse detrás de ellos – ahora caminen
- Josué: nooo
- Julio: ya – eran chicos así que siempre les hablaba despacio para no asustarles, a pesar de que mi vos era fuerte era como si la mayor parte del tiempo les hablara en susurros
Como ninguno quería camines les di una palmada en
el trasero a cada uno lo bastante fuerte como para que se lo pensaran.
Los tres más chicos lloraron enseguida mientras
Tony solo se tragaba los mocos enojado y no por el palmetazo en el
trasero, apenas llegamos deje a los
niños en el dormitorio era un cuarto con seis camas pero solo ellos cuarto estaban
ocupando la habitación desde que llegaran.
- Julio: no quiero que se vuelvas a salir ¿entendido? – les pregunte, y solo para remarcar bien el mensaje tome a Tony y me lo puse en las piernas bajando el pantalón y el calzoncillo
- Tony: no, no ¡déjame! – grito dijo tratando de zafarse, pese a que gritaba, nadie lo oía porque el guía jefe le echo algo así como una magia para que solo ellos me vieran, me oigan y me hablen y nadie se entere, sino no podría haber hecho aquello
- Julio: no puedes salirse – le dije con paciencia y sin enojo pero con la voz marcada para que entendieran – PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF
- Tony: Buaaaa auu auu
- Julio: PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF
- Tony: Buaaaa auu auu nooo, ya noo buaaa no lo hago maas
Lo pare frente a mí y le subí la ropa los otros
tres lloraban en su lugar, pero solo
agarre a Tony y lo puse mirando a la pared, después cogí a Josué y lo puse en
mis piernas y le di diez nalgadas bajando la fuerza de cada palmada pues era
más chico.
- Julio: plaf plaf plaf plaf plaf
- Josué: nooo AUUU auu ayyy ayyy – lloraba lo que ocasiono que Tony se gire
- Julio: Tony regresa a tu lugar
- Tony: no le pegues a mi hermano – dijo aun con lágrimas en los ojos, queriendo volver a llorar, me pare y deje Josué y fui con Tony a quien lo volví a dejar viendo a la pared con una palmada fuerte en el trasero
- Julio: a obedecer – le dije casi en el oído sin gritarle, ni subir la voz – PLAFF
- Tony: BUUAAA – y continúen con la misma tarea que deje con Josué
- Julio: plaf plaf plaf plaf plaf anda aquí te me vas a quedar por cinco minutos – le dije a Josué llevándolo a un rincón acariciándole el cabello apenas lo deje
Hice lo mismo con los otros dos más pequeños
midiendo mi fuerza sin dar caricias pero
sin dar tan fuerte y tan solo dejando unas nalgas sonrojadas… Los dos más pequeños se abrazaron
a mi apenas termine de castigarlos sin quedarse en el rincón y no porque no los
mandara sino porque gritaban por amor, por alguien que los cuidara y los abrazara,
aunque no lo dijeran, yo como su protector sabía que era lo que necesitaban y
en qué momento, los estuve arrullando por un rato hasta que se quedaron
dormidos, les di un beso en la frente y los acosté en sus camas, tome a Josué y
lo abrace consolándole también hasta que lo deje dormido claro con un poquito
de ayuda de mis dones como guía.
- Julio: ven… – le dije por ultimo a Tony que solo se me quedaba viendo de lejos, los cargue en brazos y lo lleve dejándole sentado en mis piernas – anda llora…. llora niñito, llora – susurre en su oído mientras lo mecía, su llanto se fue intensificándose fuerte mente, aun así nadie a excepción de mi lo pudo escuchar, llevaba cargando mucho peso él solo, la muerte de sus padre y el tener que tomar la responsabilidad de cuidar a sus hermanos – vas a ver que todo va a estar bien pequeño… nada malo les va a pasar a ti ni a tus hermanitos – le prometí
- Tony: buaaaaagg no, no tenemos quien nos cuide buuaaa – esa era su preocupación, su dolor más grande
- Julio: vas a ver que sí, y te prometo que es una buena persona sino no, no dejaría que se acercara a ustedes – le dije acariciando su infantil carita
- Tony: ¿cómo sabes que es buena? ¿La conoces? – pregunto mirándome muy atento
- Julio: sé que es buena por… porque lo sé… para eso está un guía para cuidarte – le dije arrullándolo – buscar quien te quiera y quien de cuide o de que no se metan en líos es mi trabajo y así como no permitiré que una mala persona se haga cargo de ustedes, tampoco dejare que se metan en problemas como ahora – le explique – es peligroso salir y más de noche ¿entiendes hijo? – le pregunte apretando delicadamente su nariz pequeña – yo te prometo que los voy a cuidar pero tienes que poner de tu parte
- Tony: sshhhf eres un fantasma – dijo tocándome, eso era gracioso
- Julio: aaagg… a los fantasmas se les tiene miedo a que no – le dije para que pensara en ello
- Tony: tú eres un fantasma bueno – murmuro
- Julio: a bueno – le dije con una sonrisa
- Tony: ¿de verdad que son buenas personas? – quiso saber
- Julio: si, pero te diré que también saben usar la mano cuando se portan mal, pero no te preocupes, sé que nunca les harán daño
Estuve con él un rato más y también le hice dormir,
le hacía falta dar un buen sueño; solo un día después Lourdes, Carlos y Omar
estaban en el lugar conociendo a los
chicos.
- Lourdes: hola pequeños – le dijo apenas los miro avanzando hacia ellos y poniéndose de rodillas, a su altura, eso me gusto – mi nombre es Lourdes y soy su tía – le dijo y los chicos fruncieron el ceño – …mm yo… yo soy hermana de su papá Derek, él era.. Es mi hermano menor, ¿él les hablo sobre mi?
- Tony: nos dijo que tenía una hermana pero que no sabía nada de ella, que se alejaron – él era mucho más consciente de aquella platica que los menores – ¿porque no habías venido a vernos?
- Lourdes: porque no sabía dónde estaba tu papá corazón – le dijo Lourdes con pena – yo trate de buscarle pero nunca di con él, y tampoco no sabía que tenía unos muñequitos – dijo con una sonrisa cálida
- Diego: no somos muñecos somos niños
- Lourdes: y son hermosos, ¿puedo abrazarlos?
- Diego: si, a mí me gustan los abrazos – dijo abriendo sus bracitos
- Lourdes: Ahhh que bien porque a mí me gusta mucho abrazar a niños tan hermosos – les dijo con una sonrisa y abrazo a los cuatro niños dejando además un beso sobre sus frentes – tú te pareces mucho a tu papi – le dijo a Tony acariciando su rostro a lo que el niño dio una sonrisa alegre y triste, le hacía falta su padre pero esa mujer se veía muy calidad y muy amable – él es mi esposo, se llama Carlos
- Carlos: hola chicos
- Chicos: hola – dijeron a coro
- Lourdes: y él es mi hijo tiene 16 años y se llama Omar
- Omar: hola
- Chicos: hola
- Omar: mm mi papá les compro esto… es uno para cada quien… yo los escogí – dijo entregando una caja a cada niño dos cajas eran color azul pastel otra verde y la otra era azul fuerte
- Jaime: lo podemos abrir???
- Omar: si.
Los niños con grandes sonrisas empezaron abrir los
regalos, todos eran carritos a control remoto solo que cambiaban sus diseños el
de los más pequeños eran más infantiles, los cuatro agradecieron dieron las
gracias con una enorme sonrisa.
Mi misión con ellos niños había terminado pero así
como con todos mis protegidos los iría ver para ver cómo estaban, eran chiquitos así que les seguiría cuidando.
Me encanto, especialmente lo de "senor fantasma", me parecio tierno
ResponderEliminarJajaja si lo de señor fantasma fue tan gracioso y tierno! Hermoso capítulo, espero que nos muestres más de esta nueva flia
ResponderEliminarCon estas historias siempre se me escapa las lágrimas
ResponderEliminarTERRY
Que niños mas educados, Señor Fantasma, ni siquiera fantasma y ya, sino el señor, que ternura.
ResponderEliminarExtrañe a Nicolas y Saul en este relato, imagino que pronto nos visitaran.
Aaaawwww que lindo capi!!
ResponderEliminarMuy lindo como siempre Mary!!
Que bueno que los 4 pequeños tengan unos tíos geniales que los van a cuidar!!
Y Omar será un excelente hermano mayor!!
hoo me encanto el capi, espero que cuando vuelva a visitar a sus protegidos nosotros nos enteremos que yo quiero saber como les va con la nueva familia. y siii lo de "señor fantasma" fue una monada
ResponderEliminarchany