Mis Gemelos: Cap. 263; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 30 de Enero del 2017

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Capítulo 263

Pistoleros, bandoleros… majaderos

Autora: Marambra

• No quiero OIR una sola palabra más Iván – dijo Rubén sentado en el borde de la cama de Iván en su alcoba, eran las dos de la madrugada y algo más y el chiquillo traía ya, mucho fuego en el trasero
• Pero paaaaaaaaaa – aquello sonó más a mugido de guacha abandonada que otra cosa, pero papá no estaba para dar por terminada aquella sesión, lo que hizo no era para dos palmaditas
• Escúchame bien jovencito – dijo Rubén cogiendo la barbilla de su hijo entre su pulgar y su índice para que mirarlo a los ojos, algo que incomodaba profundamente a Iván cuando sabía que papá tenía razón y él seguía negándose a aceptar su culpa por puro capricho la mas de las veces, pero ahora por orgullo neto – O vas y traes lo que te he pedido y haces lo que espero de ti o llamo a Logan y que se encargue del asunto – siiiii fue rastrero, pero de algún modo Iván tenía que dejar esa actitud y obedecer, además no quería amenazarlo con el cinturón porque si no tendría que cumplir aquello y no tenía ganas de fajarle, estaba muy enojado y había decidido hacerle saber cuál era su posición en el orden de jerarquía de la casa pero sobre sus rodillas
• NOOOOO aggs asggss agsss – se puso a llorar, el no quería eso, total la razón por la que estaba metido hasta el cuello en ese lío en parte se debía a Logan, aunque siendo sinceros, Logan no hizo nada esta vez
• Me diste una responsabilidad Iván – dijo papá aunque sonara duro – y tú te comprometiste a portarte como MI HIJO y obedecerme sin rechistar cuando tengo razón – le recordó – ¿ahora qué va a ser?, vas a cumplir tu promesa o rompemos el pacto – desde que se comprometieran a aquello y se dieran su palabra, ambos procuraron por todos los medios cumplir a rajatabla lo pactado, obviamente Rubén sin ningún problema pero a veces Iván flaqueaba las piernas como ahora y era comprensible, total su tarea era más difícil que la de papá, a él siempre le tocaba poner el culito al aire – Ivancito… ¿Qué va a ser? – pregunto una vez más sin enojo en la voz, total su hijo ya estaba llorando duro
• Voy por el cepillo papé – contesto entre sorbetes de mocos al respirar, sintiendo lo que siempre sentía cuando tenía que hacer algo que no era de su voluntad y sobre todo con el previo conocimiento de que pronto dolerá, y era ese estremecimiento en la piel que erizaba incluso los pelos de su nuca y de sus brazos y hacía que respire un poco más agitado y superficial
• Eso es – contesto Rubén con beneplácito – ve por el entonces hijo – agrego y despacho a Iván quien salió a rajatabla sintiendo la mirada de Logan en la espalda, algo que odiaba profundamente y que era la razón por la que estaba ahora mismo en este embrollo

Rubén movió la cabeza con disgusto, no le gustaba lo que iba a hacer, pero su hijo no le había dado más opción… ni él ni Alexander en realidad y eso que iba a suceder, no era otra cosa que lo que papá había prometido antes de la cena, ojala y ambos chicos no hubieran hecho lo que hicieron, pero en fin…

Eran las 9 de la noche ya cuando Rubén acababa de interrumpir su charla y frunció el ceño, acababa de vislumbrar a lo lejos un rayo cayendo monte adentro, dio un suspiro y volcó nuevamente su atención a la amena charla que entablaban, Arturo, Mikel, Ethan y él, mientras Miranda y Clara habían vuelto a la cocina a cerciorarse de la cena, pero el sexto sentido de papá, le dijo que algo no andaba bien, algo faltaba y es que pese a los truenos que sonaban lejos, muy lejos menos mal… la casa estaba envuelta en un incomodo silencio y no porque faltara música, sino porque la risa o la voz de los más jóvenes no se oía por ninguna parte; el sexteto de adultos se había concentrado en una tupida charla de anécdotas, experiencias, recuerdos… emociones que afloraron al calor de la compañía, la buena música y el efecto tranquilizador de una buena copa de whisky en las tumbonas a un lado del patio donde pronto cenarían, bajo una chapapa de flores el lugar favorito de Clara; pero cuando el cielo retumbo a lo lejos y el reflejo ilumino el patio, Rubén achico los ojos como si recordara que le faltaba algo, giro la vista y el atrio que hacía poco estaba envuelto en risas, gritos y exclamaciones de asombro e incluso malas palabras motivadas por la emoción del juego, ahora estaba en completo silencio.

Rubén frunció el ceño y sus ojos buscaron por los alrededores y se encamino a la sala principal con la esperanza de pillar a sus hijos, pero el recinto que aparte de las lucecitas navideñas que parpadeaban estaba demasiado quieto, desde ahí fijo su vista al exterior hacia la piscina que como nunca denotaba un quietud y oscuridad que daba miedo y eso que no hace mucho albergo los cuerpos calientes y alborotados de una tropa de muchachos que confirmaban lo que los viejos siempre aseguraban: “los críos prefieren andar por docena”; así que encamino sus pasos al piso superior creyendo encontrar al grupito en alguno de los dormitorios de los gemelos o en la sala de juegos que tenia, total los había visto interactuar entre ellos en buenos términos, sin roces aparentes, pero toda la planta alta estaba igual de silenciosa y mucho más oscura que el patio incluso, eso lo empujo a  ingresar a su alcoba y encender las luces de todo el patio, más allá del área convencional y dio un vistazo al exterior, pero definitivo, sus hijos no estaban por ninguna parte y se suponía que no tenían permiso para ir a otro lado, menos de noche.

• ¿Alguien ha visto a los chicos? – pregunto de pronto cortando la charla y mirando a sus invitados apenas regresar, después de todo los chicos estuvieron en el patio no hace mucho – ¿no saben si fueron a algún lado? – pregunto mirando a sus invitados un poco sorprendido por la desaparición de todos ellos en conjunto aunque todavía no estaba preocupado
• No, yo no los vi – contesto Mikel frunciendo el ceño también, ahora entendía esa sensación que desde hace un momentito lo estaba fastidiando y que por las diversas distracciones no tomo en cuenta para no sonar paranoico – ¿tú los viste por algún lugar Ethan?, creo que dijiste que irías a caminar y ver donde estaban – le pregunto a su hijo recordando perderse un rato en el baño y Tano pues no había ido a caminar como lo tenía pensando, porque Lothar trajo noticias del resto
• NO, Lothar vino a tomar refresco y me dijo que estaban jugando con un helicóptero a control remoto en el patio trasero y que vendrían en… media hora – respondió mirando su reloj – ¿mamá viste a los chicos? – dirigió su preocupación hacia Miranda que ese momento entraba con Clara metidas en una tupida charla; acababan de comprobar la cena y estaban más que dispuestas en anunciar que la picana estaba lista y que cuando quieran podían ir pasando al comedor, aun no era las 10 de la noche y tanto Los Hansen como los Van Lauder tenían algo en común… cenar temprano y abrir los regalos justo a la media noche
• No, no los vi por ninguna parte desde que entraron a la piscina – respondió frunciendo el ceño haciendo memoria
• ¿Y donde se han metido entonces? – dijo Rubén cada vez mas quisquilloso – ¿viste a los gemelos Logan? – dirigió su pregunta a su hijo que ese rato entraba con Ginger y el bebe dormidito en su carrito acababan de regresar de cambiarle los pañales al nene y traer ropa para dormir en la vivienda principal
• Ni idea papá, acabo de venir de mi planta – dijo y en eso entro Lothar todo acalorado riendo a carcajadas, venia por dinero; él y sus otros hermanos además de Illien estaban jugando una partida de ludo por 5 pesos por cabeza, Maty, Nathan e Illien, mientras que los otros tres brillaban por su ausencia
• ¿Papá me prestas 10 pesos? – dijo sin aliento de tanto correr
• ¿Y donde están ustedes metidos? – pregunto Tano sacando dinero del bolsillo, distraído en la pregunta
• Nat, Maty e Illien estamos jugando ludo en la cocina – mintió feliz, el mejor lugar para estar para una tropa hambrienta, picando fruta o bebiendo refresco, respuesta que confundió a Tano, se suponía que mamá regresaba de la cocina, lo que no sabia era que Clara tenia dos cocinas en la casa, una enorme y bien equipada en el patio para evitar el calor excesivo que era donde estaban cocinando y una mediana detro de la vivienda que usaban en invierno que era donde estaban los chicos atendidos por Adelita
• ¿Y Uther? – Tano y Mikel pararon las orejas, Uther no necesitaba de compañía para hacer una de las suyas cuando se lo proponía; pero la no mención de los gemelos tampoco era grato de escuchar por parte de los anfitriones, lo interesante es que Clara pensó en que ambos se fueron seguro a mirar tele a su dormitorio dejando a los invitados al palo, mientras que Rubén se imagino que algo tramaban y no se equivocó
• No está con nosotros papá – respondió Lothar
• ¿Y los gemelos? – Logan se adelanto en la pregunta, con algo de temor, una extraña sensación lo invadió
• Se fueron al río desde hace rato con Uther, dijeron que iban a cazar una víbora o no sé que, no quisieron llevarme – contesto sin decir una sola palabra más recordando lo que dijo Iván, que los hombres no se chivan y salió corriendo a la cocina con el dinero en la mano
• ¡Hay que por ellos! – Rubén elevo la voz mirando fijamente a Logan con la cara destemplada, mirada que decía mucho a Tano y Mikel quienes también se pararon decididos a ir por aquel trió de sinvergüenzas, todos sabían lo que podía pasar en el rio sobre todo en la noche, vamos que todo estaba ya oscuro
• ¡Pero qué demonios! – dijo Ethan parándose en el acto guardándose el mierda en la boca, estaba enfadado – le dije que no se separe de sus hermanos y menos que me vaya a algún lugar sin consultar – reprochaba el proceder de Uther – pero me va a conocer este mocoso desobediente – murmuraba buscando las llaves de la movilidad porque no tenía idea de a donde tenían que ir
• No es necesario, ya los traigo yo – contesto Logan, queriendo restar importancia al asunto y mantener la calma, pero ni Rubén ni Tano opinaban lo mismo
• No, no, vamos todos porque ahí está todo oscuro y nunca se sabe lo que puede pasar – prefirió decir la verdad lo que alerto a Mikel  y salieron los cuatro, Mikel y Tano en su movilidad dispuestos a seguir a Logan y Rubén
• Nosotros los seguimos – dijo Mikel subiendo a la movilidad
• Está bien – respondió Rubén, pero antes se acerco al jardín y arranco dos ramitas medio tiernas del sauce hojas y todo, no le llevo ni un minuto hacer aquello
• ¡Papáaaa! – protesto Logan al ver las intenciones de su padre – es navidad – murmuro cuando Rubén monto el carro
• Ni te entrometas Logan, que si realmente están en el río voy a sonarlos a ambos – advirtió quitando las hojas de aquel par de ramas que aun goteaban resina – ellos saben perfectamente los peligros que hay en la banda del rio, peor de noche…

Y a Logan no le quedo más opción que permanecer callado, lo que papá decía era cierto, un sinfín de peligros acechaba  la noche, pero prefirió no decir nada y se limito a conducir pensando si esto que hizo Iván era solo una travesura mas o era para provocarlo como siempre, después de todo, se había enfadado con él por insistir con lo de su hermano y así era, solo que Iván nunca lo admitiría en su delante, él se había limitado a llevarse todo por delante como un mini huracán caminando de prisa por salir de la hacienda seguidos por Uther y Alexander más fiel a su causa que a la de su hermano, total Alexander iba con la idea de vengarse de Uther por llamarlo gay pero Iván estaba con otras cosa en la cabeza, el único que se percato del cambio fue Uther.

Él se dio cuenta que la actitud de Iván nada tenía que hacer con lo sucedido en la tarde y aposto a ganador de que aquello que lo agobiaba  nada tenía que hacer con una michi reta de párvulos que sostuvieron en la piscina, sino que era algo más profundo y más complicado que dilucidar y solo bastaba darle una mirada furtiva a su expresión, la cara de Iván y sus gestos manifestaban todo menos amistad, bueno no es que desde un inicio irían en plan joda, iban a resolver un asunto de honor juvenil donde los adultos salían sobrando, pero ante los gestos bruscos  dudo un momento en si seguir adelante o cambiar de rumbo e ir donde papá, ojala lo hubiera hecho no se hubiera llevado la paliza que se llevo antes de cenar, pero ¿quién de ellos era adivino?, ninguno…

• HEY Iván… que no puedo correr – se quejo Lex con enfado en la voz e Iván se dio cuenta de lo que estaba haciendo y volvió sus pasos a su hermano
• Lo siento – se disculpo mirando el vacio
• ¿Qué te sucede? – pregunto Lex preocupado por la expresión de su par, esa cara solo era resultado de algún encontrón con Logan, ya había aprendido a leer el lenguaje de Bambi
• ¡Nada! – respondió dejando lo que quería decir a continuación en la mirada, y Lex no insistió, total, aquello era algo que no se podía discutir frente a un enemigo
• Bueno entonces vamos sin correr, no hay prisa – sonrió Lex a su hermano
• ¿A dónde?... yo también quiero ir – Lothar apareció de la nada asustando a los tres chicos que en su afán no se fijaron en los rastros y cabos sueltos que dejaban
• ¡NO! – contesto Iván enérgico haciendo dudar a Lothar en seguir avanzando – estamos yendo al río a atrapar una víbora y ahí no van niños como tu – dijo enfadado, en realidad dijo la primera idiotez que se le salió por la boca
• Pero yo no soy un niiiiño – protesto Lothar parándose en toda su altura, bueno era alto pero no tan alto como ellos y al ver que eso no les impresionaba, recurrió a su hermano – Tuuuuuty
• ¡Vete de aquí que no es para niños – repitió Uther enfadado, soltándole un manotazo en la espalda, quizás de no haberle llamado Tutty hubiera insistido en ir con él, pero se enojo porque se suponía que ese era un mote que usaba papá como mimo y últimamente Anabela y no debía salir de las fronteras de la casa, vamos que sonaba pueril y ñoño y quizás sin querer estaba dando una poderosa arma letal a sus enemigos para burlarse de él si las cosas salían mal de su parte
• LE VOY A DECIR AL PAPAAAAA – los amenazo
• ¡¿VES?!... Y DECÍS QUE NO SOS UN NIÑO – grito Iván enfadado con la intromisión – PARA QUE SEPAS, LOS HOMBRES NO AMENAZAN NI SE CHIVAN, ARREGLAN SUS ASUNTOS CON LOS PUÑOS – declaro apretando los puños acercándose a él de forma amenazadora, no le importaba a quien soltaría el golpe, total estaba furioso, menos mal Lex lo detuvo
• ¡HEY!... ¡HEY! CALMA BAMBI – y puso su mano en su hombro – ¡déjalo!... es solo un niño – murmuro – además no queremos terceros problemas
• NO SOY UN NIÑO – volvió a gritar Lothar pegando un golpe a su hermano en el hombro por no defenderlo y se fue enojado con ellos, murmurando improperios a cual más coloridos que causaron la risa de Illien quien al ver que el chico estaba para pocas pulgar, resolvió hacerlo cambiar de opinión invitándolo a sumarse a una partida de poker… “por dinero”, como los grandes; uuufff menos mal no fue idea de Matías, sino también se hubiera llevado un buen jalón de orejas por apostar
• ¿Que fue todo eso? – pregunto Uther con el ceño fruncido
• ¡Nada! – respondió Iván con aspereza
• ¡Nada no!, estas enfadado – dijo Lex – y enfadado las cosas no son claras, así que mejor cálmate y caminemos... total “la víbora” no se va a marchar a ninguna parte – se burlo Lex, entrecomillando la palabra víbora – y a Iván no le quedo otra que hacer lo que su hermano dicto

Es que en términos generales eso era cierto… estaba enfadado, pero la lógica ahora mismo discrepaba con los sentimientos de Iván, pero tenía que darle la razón a su hermano, no había necesidad de correr tan rápido, total nadie los estaba siguiendo ya, así que aminoro el paso por Lex y entre una y otra cosas llegaron al potrero, Uther no dijo nada, él no conocía el lugar así que digamos que confío su trasero a ese par; Iván ajeno a los pensamientos de todos, ensimismado en su enojo prendió la luz trasera para que su padre no los divise en la distancia, luego saco una pequeña llave de su bolsillo, una copia clandestina de la oficina de su padre y tras cerrar las cortinas para que nadie los observe de lejos, busco otra llavecita, más pequeña que la primera pero de igual condición y se acerco a un gran armario que cualquiera creería era para guardar documentos privados, pero no, aquel armario guardaba una cosa que Alexander no había visto nunca… la nueva escopeta de papá junto a dos cajas de municiones, una sin estrenar y la otra abierta a la que le faltaban varios tiros, de los cuales, solo dos fueron dados al aire por parte de su padre y 2 dormían en el cargador…

Y aquello no era un descuido de Rubén sino de Iván y que papá desconocía totalmente, porque Rubén no era aficionado de la caza deportiva, alguna vez daba un tiro a un montón de botellas cuando nadie lo veía pero con el revólver o el rifle, pero el año pasado cuando hubo sequia y al estar la casa ladeada por el monte y la zanja del río, más de un caimán se entro a la propiedad pegando un susto a muchos, pero lo que realmente les hizo fruncir el culo de miedo, fue la presencia de un jaguar al que todos bautizaron como Tesorito y que increíblemente estaba en el zoológico municipal bajo el cuidado del estado, dicho animal se marco territorio en la hacienda y se comió varias reces sin necesidad de gastar esfuerzo, a lo mucho el mayor esfuerzo que hacía era tronarse sobre los árboles a donde llevaba sus presas más pequeñas moribundas para devorarlas en las ramas más altas, resguardado del calor bajo las frondas a vista y paciencia de todos porque aquel animal perdió el miedo a los humanos, menos mal con el hambre saciada no había atacado a nadie pero eso no era garantía de que no lo haga a futuro, razón por la cual a la cabeza de Rubén y Arturo, se sumaron la agilidad de muchos empleados suyos y de los expertos del zoológico, logrando atrapar a la bestia sin necesidad de matarla, fue entonces que Rubén compro aquella escopeta con municiones de verdad por si algo se salía de lo planeado, el resto llevo rifles cargados con dardos somníferos, que también Rubén usaba alguna vez en los toros ariscos para poder examinar la calidad del semen y apartar a los que iban a ser faenados de los que serian sementales de la hacienda.

Pero aquella escopeta no estaba sola, estaba junto al rifle y al revólver que papá uso para sacrificar a su propio caballo cuando Iván por jugar con el móvil provoco un accidente que se llevo por delante varias vacas en ordeña por una estampida de animales asustados; revólver que papá le enseño a manejar y saco un montón de veces cuando Rubén se iba de viaje y practicaba tiro por su cuenta, hasta que uno de los peones de la hacienda, un mozo que iba y venía de granja en granja y le gustaba más bien llevar ganado de un lado a otro, lo había pescado en dicha faena, pero lejos de acusarlo le había enseñado a manejar su rifle y su  propia escopeta, revelándole todos los trucos habidos y por haber y los cuidados que se tiene que tener con un arma de fuego, pues para él, las armas eran como las mujeres, había que amarlas y mimarlas para no tener problemas e Iván quería llegar a la perfección que tenia Rodolfo que así llamaba aquel mozo de 20 años, cuya vida le había obligado a estar siempre armado pues andaba largos trechos solo llevando ganado y la escopeta era en sus dedos lo que el lazo en los otros… no un instrumento sino una extensión de su cuerpo y para eso tenía que practicar.

Actividad que Rubén jamás le dejaría desarrollar por su cuenta pese a que le había estado enseñando a manejar el rifle y a cargar el revólver al poco tiempo que llegaron de Inglaterra, algo que no compartió de inmediato con Alexander, ¿la razón?: “tu hermano no está aun preparado”, había sido la respuesta de Rubén a la gran incógnita y lo mismo que las lecciones de conducir, Iván aprendió antes que Lex ambas cosas, en cambio su hermano tuvo que hacer méritos para poder conducir y tocar un arma… increíblemente a diferencia del amor que Lex volcó a la velocidad, cuando puso sus manos en el revólver las ganas se le esfumaron y era claro que revólver o rifle no eran santo de su devoción para calma y alegría de Rubén que no se vio en el necesidad de decir nada mas al respecto, como aquel dicho que solía soltar cuando los chicos no querían hacer algo que él tampoco estaba de acuerdo pero que a veces era necesario aprender… “Por mí, mejor si te olvidas de comer”.

Cosa que no ocurrió con  Iván, él a diferencia de Lex no olvido ni lo uno ni lo otro, mas al contrario, con los nuevos conocimientos adquiridos de Rodolfo Iván se enamoro de las armas y disparar una bala resulto tan grato como disparar la cámara fotográfica, así que cuando regreso a casa después de los líos con Logan y Raquel y papá estuvo internado en coma, Bambi se hizo con la escopeta en más de una ocasión para desahogar su enfado y frustración a escondidas de todos, aprovechando que nadie a parte de él sabían del contenido de aquel armario escondido detrás del libreto, de ahí que la escopeta estuviera cargada y su padre no se diera cuenta que faltaban municiones, pues con su amnesia poca o nada de atención le prestó a la cajita abierta a diferencia de su invitado que apenas vio la escopeta las manos volaron por tocarla.

• Esta es MÍA  

Grito entusiasmado Uther y fue el inicio del desastre…