lunes, 30 de enero de 2017

Mis Gemelos: Cap. 261; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 30 de Enero del 2017
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Capítulo 261
Bullying… ¿en serio?
Autora: Marambra

El anaranjado ocaso cedió su paso prematuramente a la noche y no porque sea su hora sino porque un conjunto de negras nubes asomo su fiera cara por el horizonte, aun así en aquel monumental cambio de temperatura que cayó precipitadamente de 34 grados centígrados, los 25 que se registraban ahora en los termómetros se agradecía en la piel, ante ese panorama Rubén había encendido las luces de toda la casa quedando la vivienda envuelta en un espectáculo de minúsculas lucecitas parpadeantes que de no ser porque definían claramente el capricho de las líneas, dibujando sea el umbral de la puertas, los arcos del patio, los marcos de las ventanas, hubiesen simulado perfectamente un cúmulo de curucusis revoloteando en el frescor de la temprana noche, pero no fue solo eso lo que  hizo, sino que también hecho un mirada al horizonte desde el balcón de su alcoba en el segundo piso buscando con sus ojos el paradero de sus hijos y al resto de los jóvenes invitados y vio a lo lejos a los chicos acercarse a  la casa, eso lo tranquilizo, es que al fondo del monte que rodeaba el poblado como en todo verano, se desato una tormenta y el inigualable olor a tierra mojada venia como un ola arrastrada por el viento en una invisible marea, así… de rato en rato en un acompasado ir y venir que coincidía con el movimientos de las hojas; después de eso, de observarlos encaminando sus pasos con dirección a la vivienda, más tranquilo ya, recién bajo al patio trasero y los espero como siempre hacia estén solos o con visita al pie de las escalera… era su rutina.
Al poco rato el murmullo de voces y risas anuncio que los muchachos estaban en casa, los gemelos se miraron entre sí al ver a papá en las escaleras pero no dijeron nada, era como si se esperaran aquello, conocían muy bien los hábitos y manías de Rubén como para pronunciar un reclamo pero cuando papá empezó a acercarse a donde estaban ellos, Iván se apuro en ayudar a Lex a apear su montura y a esconder la férula en una de las macetas disimuladamente, aprovechando que su padre se giro para contestar a Illien que pregunto por su tata, una treta para distraer obviamente porque Illien no estaba ni ahí para apersonarse a su tata en el estado en el que estaba, con huellas de río en todas partes.

  • ¿Todo bien? – pregunto papá, matrero en descubrir secretos, el se había dado cuenta de la sospechosa mirada de sus tojos y la diligencia de Iván en ayudar a Lex, cosa que no haría si no esconderían algo
  • Si pa… todo bien – contestaron al unísono hechos los inocentes

Alexander había sido el único que regreso montado debido a su tobillo y Rubén lo sabía por eso no dijo nada, en cambio se los quedo mirando un rato, no solo a los gemelos sino a todos los chicos…  se los notaba muy acalorados y sedientos pues regresaron supuestamente del potrero a donde fueron a dejar los potros en los que montaran para pasear por los alrededores de la hacienda, pero a papá le basto una mirada para saber que no fue solo eso lo que hicieron, los chicos no solo pastaron los potros sino que desobedecieron y entraron al río, imposible tratar de engañarlo, bastaba ver que llevaban algo húmedo y bultoso en los bolsillos (el calzoncillo) y no solo los gemelos sino el resto de los muchachos y que a diferencia de cuando salieron de paseo su piel no olía a colonia sino a simple sudor y monte, además de eso había algo de arena en la base del pelo y las orejas y los calzados estaban con musgo fresco.

  • ¿Dónde han estado? – pregunto atajando a Lex e Iván sin necesidad de levantar la voz, llevándolos a un lado de la sala lejos de la vista de los invitados cuando ya ingresaron a la vivienda; el permiso fue supuestamente para dar unas cuantas vuelta al potrero a paso lento y no debían tardar más de una hora, y sin embargo estaban apareciendo después de 2 horas y algo más, los chicos se habían apurado a subir a su alcoba era obvio lo que querían hacer, bañarse y cambiarse rápidamente no solo para despistar al enemigo sino porque habían descubierto que montar sin calzoncillos no fue buena idea… estaban escaldados – Han ido al río ¿no? – dijo acusadoramente ante el silencio de ambos cuando ya estaban en la planta alta, no los había dejado subir solos; si solo faltaba verlos para saber aquello, además su traza los denunciaba sin necesidad de hablar y ambos bajaron la cabeza siguiendo intuitivamente la mirada de papá, contemplando sus calzados llenos de barro, dándose cuenta de la primera pista que dejaron a la vista de todo el mundo – te dije que no podías entrar al agua – reclamo a Lex cogiéndolo del brazo y girándolo, regalándole un señor palmetazo en el culo ahora solo cubierto por el delgado pantalón de tela, ni siquiera un wrangler como estaban acostumbrados, peor cuando vio la férula húmeda con restos de lama de las orillas de la acequia que conducía al río  – PLAF
  • AUUU PAA – se quejo Lex metiendo la mano al poto, cosa que aprovecho Rubén y saco el calzoncillo mojado del bolsillo y con eso lo volvió a sonar tres veces más… mas bombo que platillo como solía decir Clara porque aquello hacia más ruido que otra cosa y no dolía como todos pensaban
  • PLOP PLOP PLOP ¡vaya a cambiarse! – ordeno reteniendo el grito entre los dientes porque estaba muy consciente de que tenían invitados y Lex corrió a su alcoba a paso de tortuga mientras Iván se mantuvo a una distancia prudente de su padre caminando por detrás de ambos y no precisamente porque quiera ver el espectáculo, sino que papá y Lex le bloqueaban el paso a su alcoba, sino hace cuanto ya que hubiera entrado a la redera – carajo desobediente, estando con el pie enfermo todavía – lo iba riñendo casi pisando sus talones, es que Rubén por si acaso se fue tras suyo para evitar que corra y se lastime, había que cuidar el tobillo – ¿acaso no entiendes lo que te dijo el doctor? – pregunto, pero Alexander en vez de mantener la boca cerrada se le ocurrió discutir
  • Pero hice lo que el doctooooorrr me diiiijo, me puse la tobillera auuu a AUUU u yaaa paaaapi – y esito fue todo, Rubén lo levanto del piso de la patilla lo que provoco que Alexander quiera correr
  • ¿Todavía me vas a discutir? – le reprocho papá y lo cogió de la cintura suspendiéndolo sin dificultas sobre su rodilla apoyando el pie al borde de uno de los sillones que había en la salita del segundo piso a unos pasos del dormitorio de Lex y soltó tres manotazos mas evitando así que haga fuerza en su tobillo por no perder el equilibrio o por tratar de correr – plaf plaf plaf –  definitivo no era el día de Alexander – vaya a bañarse, cochino – ordeno en voz alta tras soltarlo y se dio la vuelta antes de que le tente la mano y lo coloque en sus rodillas como Dios manda – estos son el colmo …encima que desobedecen, ¡discuten! – iba protestando
  • Eres un injuuuusto – se defendió Lex mirando malo a su padre desde el umbral de su dormitorio, sobándose el trasero, la mano de papá ardió un poco – el doctor me dio permiso para entrar a la piscina – tuvo la ocurrencia de decir, bueno aquello era cierto, el traumatólogo le dijo que podía usar una tobillera semirrígida en el agua, pero que no saltara ni hiciera esfuerzos y sobre todo no dijo que podía ir al rio
  • ¡El doctor no es tu padre! – grito asomándose a la puerta y Lex se quedo callado, dando un paso corto hacia atrás, acababa de hacer enfadar a su padre, menos mal Rubén parecía haberse dado cuenta de la situación y donde y con quien estaban, cosa que Lex agradeció sino ya era hora – Mira Alexander – dijo después de una breve pausa – no quiero pelear contigo, tenemos invitados, así que ve a bañarte y no quiero más tonterías el resto de la noche, porque desde ya te advierto, voy a sonarte en el pelado este quien este y donde te pille – advirtió y cerró la puerta tras suyo dejando al mocoso con la palabra en la boca, no iba a discutir con él sino terminaba con dolor de cabeza; ¡que muchacho! pensaba… justo ahora tenía que ser desobediente – ¿y tú? – dijo mirando fijamente a Iván quien por curioso se había quedado fuera de la alcoba de su hermano en vez de ponerse lejos de la campimetría de su padre, cosa que lo enojo porque era evidente que quería saber si castigaría o no a Lex….  pero ya vería, pensaba Rubén cogiéndolo del brazo y descargando su mano sobre el asiento de sus pantalones ploop plopp plop ¡¿qué carajos estás haciendo aquí?! – pregunto enfadado sintiendo un poco de cosquilleos en la cara, secuela del AVC padecido y que se exacerbaba cuando se ponía tenso, pero a diferencia de otras veces no quiso que aquello se entrometa en su papel regulador de disciplina; desde que se enterara de los pormenores de la huida de Iván, las circunstancias del regreso de Logan a la hacienda y otras cosas que sucedieron frente a sus narices y le mintieran descaradamente, Iván había dejado muy en claro que la única persona con derecho a reprenderlo era papá y ese era Rubén, así que no podía quejarse ahora, fue su voluntad conceder ese derecho a su abuelo –  les dije que se vayan a bañar y cambiar ploop plopp plop reprochaba mientras lo conducía por el pasillo, para ese momento Lex había abierto la puerta asomando la cabeza con cuidado, es que la voz de papá empezó a perderse a lo lejos  apenas Rubén cerró la puerta de su hermano, y al igual que él creyó que lo castigaría, pero no, Rubén metió a Iván a la ducha entre tropezones y manotazos sobre la ropa, iba a zarandearlo un poquito, total le había recomendado no dejar que Lex haga tonterías, vamos que no podían ir al rio – yo no sé a quién diablos hablo, si les dije bien clarito que no vayan al rio y lo primero que hacen es desobedecerme – le reclamaba mientras le soltó dos manotazos mas en sobre el pantalón –  PLOP PLOP
  • Auuuch yaa pa, yaa, deja me haces doleeeer – se quejaba Bambi mientras su padre aprovecho para tironear el pelo cuando lo ayudo a sacar la camisa – ya me baño soooolo no necesito que lo hagas tu – grito sujetando su pantalón, no quería que su padre se lo quite, es que Iván estaba ahora mismo como arbolito triste de navidad… con solo dos bolitas al aire
  • Más te vale Iván, los quiero listos en 3 minutos – sentencio

Y salió a ver a los invitados quienes también estaban en un apuro, Ethan estaba riñendo al cuarteto a su regalado gusto, es que Lothar al regresar se había dado un porrazo de esos ensuciando las rodillas en la bosta de las vacas, porque se fue hacia los corralones donde tenían prohibido ir… al parecer los chicos no habían escogido mejor lugar para portarse mal y hacerlo quedar en ridículo, pensaba Tano con ganas de sacudir al menor y al mayor, en todo caso Nathan debía sino cuidar, echarles un ojo a sus hermanos menores.

  • Pero que mierda tienen en la cabeza ustedes – oyó Rubén decir a Tano entre dientes, mientras jalaba la oreja de Lothar que lloraba bajito mientras su cara se ponía roja de vergüenza, sobre todo cuando sus hermosos ojos celestes se cruzaron con los azules de Rubén quien se apiado del muchacho
  • ¿Ocurrió algo malo Ethan?, ¿hicieron algo que no debieron los gemelos? – pregunto pensando que algo hicieron sus enanos
  • No, no... solo que mi hijo se fue a meter donde no debía y se cayó sobre la bosta y no tiene ropa ahora – dijo sin evitar regalar a Loty una mirada dura y otra a Nathan, que se suponía tenía que vigilar a sus hermanos mientras Nat relamía los labios enfadado, no era justo que él tenga que ir en calidad de niñero
  • ¡Oh! bueno, pero no te hagas líos Ethan – dijo Rubén mirando su reloj – aun es temprano, que se den una duchadita y que Adela les ponga la ropa a la lavadora  o mejor a la…
  • Pero no me quiero quedar sin roooopa – dijo Lothan asustado de aquella sugerencia – auccch paa – se quejo es que Tano no dudo ni un segundo en volver a jalar su oreja
  • ¿Ni para entrar a la piscina? – pregunto Rubén antes de que Tano le dé otro jalón… el reflejo del agua acababa de darle a los ojos y se lo pensó mejor, quizás era mejor que los chicos se diviertan donde podían verlos – detrás de aquella cerca de flores hay un vestidor para la piscina, ahí hay varios bañadores de todo tamaño, colóquense eso y métanse al agua, que está haciendo calor y la ropa la ponemos en la lavadora, si eso se hace solo – murmuro sonriendo a Tano
  • ¡Qué vergüenza! – no pudo evitar decir aquello
  • Oh, deja eso hombre – murmuro Rubén – son chicos sanos, lo normal es hacer tonterías, o que creías ¿que mis tojitos son una taza de leche? – comento quitándole el hierro al asunto y volvió su atención a los muchachos – vamos, que la piscina espera

Obviamente los chicos aceptaron aquella propuesta más que encantados y al ver la alegría en la cara de aquellos chicos pensó en sus pitufos, así que después de terminar de convencer a Tano de que aquello era lo mejor para todos porque los tendrías a la vista, sin flojera volvió sobre sus pasos a buscar a sus enanos, Alexander estaba sentado en la cama con el cuerpo húmedo tratando de ponerse una media delgada, vistiendo con solo calzoncillo cuando su padre irrumpió en la alcoba.

  • Deja eso – le dijo quitándole la media y el pantalón – esto se quedara aquí un rato – hablo suavemente y Lex lo miro sin entender – toma ponte esto – le dijo sacando un bañador nuevo que había comprado hace una semana y aun no lo habían estrenado
  • Pero tú has dicho que… – empezó Lex, pero papá se sentó a su lado mirando la férula sucia, imposible usar aquello, menos mal compro todo doble
  • Lo sé hijo – respondió papá – lo sé, pero ahora quiero que te pongas esto – le sonrió de nuevo, besando su frente – está haciendo calor y acabo de invitar a un grupo de chicos a la piscina y no es justo que mis muñecos se queden sin diversión en navidad – agrego ayudándolo con la ropa, sin hacer caso a las vagas protestas que Lex manifestaba, es que papá le estaba subiendo el bañador como si él no pudiera – ¿dónde está tu férula? – pregunto y Lex trago saliva, la férula estaba mojada y escondida en la maceta, el médico había cambiado el yeso hace dos semana atrás y le puso una férula corta Walker y esa mañana le había dado luz verde para poder entra a la piscina pero con una tobillera semirígida y recomendando nada de saltos ni rebotes por lo menos una mes mas hasta que inicie la fisioterapia adecuada
  • Está en la maceta papá – confeso y Rubén solo dio un suspiro y fue a traer otra que compro por si acaso y lo ayudo a vestirse, en eso entro Iván todo cambiado y perfumado buscando a su hermano
  • ¿Ya estas Lex? – dijo a tiempo que abría la puerta –  ¿vamos?, no quiero que el ogro me coma por no llegar a tiempo – dijo con la voz fastidiada, asustándose cuando vio a su padre sentado al lado de Lex poniéndole la tobillera – ¡papáaaaaaaa!
  • Bueno el ogro quiere que vayan a la piscina, ve a ponerte bañador – le dijo sin dejar de sonreír e Iván avergonzado por el comentario se acerco a papá a darle un abrazo que fue bien recibido por él
  • No quería decir eso… yo… yo Te quiero mucho papi – le dijo a manera de disculpa
  • ¿Incluso si te como, cómo un ogro?– reprocho jugando Rubén, besando su mejilla haciendo que Iván se avergüence del comentario dado – anda, no pasa nada, estoy jugando… ve a cambiarte más bien, es temprano – dijo mirando una vez más su reloj – está haciendo calor y prefiero tenerlos cerca donde pueda mirarlos hasta la hora de la cena – dijo pensando en eso, así evitaba fatigas…

Y es lo que paso, los chicos todos incluido Illien se metieron a la piscina a jugar dando brazadas o con una pelota hasta casi las nueve de la noche, hora en que Lothar había vuelto a casa a buscar a papá para pedirle su antialérgico, el muchacho estaba con alergia por comer papitas fritas sin fijarse en la fecha de vencimiento, y cuando su padre le dio su medicamento, pregunto por sus hermanos y él le aseguro que estaban jugando todavía en la piscina con una pelota, pero Tano los quería ya cambiados, estaba avergonzado de la actitud de sus hijos, dando trabajo extra a la joven que ayudaba a Clara aquella noche, teniendo que plancharles la ropa, es que Adelita había aparecido con la ropa de Uther y Lothar lavada y planchada, pues Maty y Nathan había tenido mucho cuidado en no ensuciar su ropa en el río.

  • Bueno ya es hora de salir del agua Lothar, dile a tus hermanos que los quiero cambiados y listos, es las 9 de la noche ya – recomendó sin dejar de mirar su reloj, eran demasiadas horas en el agua, iban a caer dormidos sobre el plato de picana, se dijo mientras recordaba todas las veces que los chicos tenían sueño después de nadar
  • Pero paaapi – rogo Lothar – un ratito maaaas, estamos jugando lindo – le dijo limpiándose la cara de las minúsculas gotas que escurrían por su pelo, la verdad es que no había visto a todos sus hijos divertirse de tal forma desde hace mucho, casi siempre hacían cosas solos y ahora del grande al chico estaban imbuidos en un mismo juego
  • Ni lindo ni feo Lothar, es hora de salir, han estado ahí casi tres horas, además pronto se hará hora de cenar y van a estar ahí correteando buscando ducha – y Lothar reconsidero aquello y decidió obedecer
  • ¡OOOHH! aguafiestas – lo acuso
  • Loooothaaar – dijo papá con algo de impaciencia, faltaría que ahora se le ocurra hacer un berrinche – estoy hablando contigo ¿no?, no me hagas renegar que ya tienes tu pecado – recordó convenientemente mostrándole la ropa recién lavada y planchada y a Lothar no le quedo otra más que obedecer resignado, mirando a su padre y a la piscina donde estallaba la risa tentado en desobedecer, pero el leve fruncimiento de las cejas de papá lo hizo desistir de la idea
  • Ya vooooy, ya voy – contesto de mala gana, pero aun así y salió disparado a dejar el encargo, total esa orden no solo era para él el resto también se vería afectado…

Pero el problema no fue desobedecer la orden, todos estaban de acuerdo con salir, además con el hambre que traían encima la orden no sonó a orden sino a una buena sugerencia… era en definitiva el preámbulo a la cena, es más ya estaban saboreando todo imaginariamente, sobre todo porque a cada rato la brisa traía el deliciosos olor a la picana que mamá cocinaba estas fechas haciendo que sus estómagos gruñan reclamando un bocado… Pero como decía, el lio no fue desobedecer, el lio fue que durante todo el juego Uther y Lex estuvieron envueltos en un cruce de voluntades, algo que era casi predecible al ser ambos tan dominantes y se fueron picando uno y otro entre broma y broma dejándose llevar por momentos por la vena competitiva que cada cual tenía.
Nada fuera de lo común hasta que volvió a salir la palabra gay a aire mientras se cambiaban después de quitarse el cloro en las duchas del patio; ahora no era que Uther sea homofóbico, sino que era una palabra que usaba comúnmente con sus hermanos y amigos al calor de la broma o del reto, totalmente diferente al contexto que le daban los gemelos a esa palabra, para ellos entraba en el saco de palabras mal sonantes y eran la primera opción del insulto, de ahí que Lex se había irritado tanto cuando Uther pregunto su Illien era gay, para él fue una abierta sugerencia de que Illien sea homosexual y encima de eso con el sutil tinte del bullying, y ahora cuando aquella palabra salió nuevamente a la luz Lex se enfado peor porque se lo tomo muy personal y se fueron del ataque verbal a los topetones y de estos a los puños; ya iban a trenzarse en una lid cuerpo a cuerpo sin importar las condiciones que estaban (en apenas bañador mojado) y lo peor olvidándose de la cena navideña.


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