La vida no es un sueño: Cap. 26; Autora Chany

La Vida  no es un sueño

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 30 de Enero del 2017 

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Capitulo 26

 Sinceridad...

es el nombre que encontré para ti

Parafraseando a Ricardo Cocciante

Autora: Chany

La hora de la verdad había llegado, después de 16 horas de ausencia en las que se hundió literal y físicamente en el alcohol, Nacho estaba ahora mismo no en su habitación ni en la alcoba de Edgar donde se suponía debía esperarlo, en cambio sus piecitos como autómatas lo habían conducido hasta la habitación de Mateito a donde se fue a refugiar antes de dar la cara a papá… ¿o debería decirle simplemente Ed?... con todo la mala racha que venía pasando, quizás hasta Ed le prohíba decirle papá, después de todo Mateito había hecho su elección al decirle papá a Ed y no a él.

Eso le molestaba y lastimaba, debió desaparecer, mmm tirarse del puente, bajo un carro o lo que sea pensaba funestamente abatido, sin dejar de contemplar al objeto de su tristeza mientras se animo a tocar la pequeña manito de Mateo agachándose tan cerca de él para besar sus dedos; su cabeza estaba llena de turbias sinrazones y su corazón destrozado, pero  la idea de la muerte fue apartada de su corazón, él no podría morir, no, sabiendo que tenía un bebé que en algún momento quizás quiera conocerlo.

Suspiro y se dejo caer derrotado en la mecedora que había en aquella habitación, estaba agotado aunque había dormido lo suficiente para recuperarse de la farra así que cerró los ojos tratando de descansar antes de lo inevitable, pese a que la orden dada había sido que lo espere en la habitación de Ed, pero Nacho no estaba para esos trotes, solo quería tumbarse un ratito mas para ver si eso le quitaba un poco el monumental dolor de cabeza que arrastraba desde que abriera los ojos, pero estaba seguro de que aun si descansara, eso no le quitaría la sed, UFFFFFF… traía consigo una resaca de mierda que se pegaba su lengua al paladar y la idea de un vaso de agua con hielo lo obligo a moverse, en la habitación de Mateo había siempre una jarra hermética con agua fría para entibiar su mamadera y giro la cabeza para ver si estaba llena cuando una nueva punzada lo hizo cerrar los ojos de golpe, de solo girar la cabeza, el pobre estallo en un abrumador dolor, mejor no moverse, suspiro mientras contemplaba la carita redonda y dulce de su angelito dormir placido en su cunita, ojala el pudiera hacer lo mismo a su ladito encogido solo que él tenía que enfrentar a Edgar y no tenía idea de cómo lo haría, pero eso sí, de una cosa si estaba seguro, aquello seria mortal y no tanto por su trasero quede carbonizado, sino porque no aguantaba siquiera parpadear y no creía que pudiera hacer frente a una paliza completa y menos con el cinturón, ya había visto a Ed buscar esa horrible cosa en el armario de la sala.

Definitivamente fue una mala idea ir de borrachera, porque eso fue lo que hizo, no fue a ninguna fiesta, a ningún evento social para compartir, celebrar, reír bailar y disfrutar, noooo, pago a unos chicos más grandes para que le compren una botella de ron y se embriago con eso, era un milagro que no haya muerto por intoxicación alcohólica, seguro era su Ángel guardián que trabajo horas extras para que aquello no pasara y en cambio lo cuido con esmero  porque tras beberse casi media botella de ron perdió el sentido y no tenía ni puta idea de que hizo después de eso ni cómo acabo en casa de Ed y en la cama que le prestara desde que llego, era un desastre total pensaba mirándose sus manos llenas de raspones, suspendiendo su pijama que no recordaba haberse puesto para ver su pierna que traía un moretón horrendo, al parecer se diluyo en el alcohol a tal punto que falto poco para desaparecer del mapa lo mismo que un cubo de hielo, que desgracia…

Pero si tenía claro una cosa, debió ir a casa de sus abuelos o mejor dicho entrar a casa de ellos, no quedarse a contemplar la vivienda como lo hizo, total tenia la llave de la puerta principal, signo y sello  de confianza y cariño que le dio Paul en su papel de abuelo postizo, pero no lo hizo, se quedo contemplando la puerta quizás porque en aquel momento de locura temporal, recordó que los abuelos no estaban ahí sino en casa de Ed, cómo le hubiera gustado que estén en casa, ellos sabrían bien que hacer, aun cuando a veces Luci torcía la realidad y él pagaba los platos rotos por las pasadas travesuras de Ed… la mayor parte de esas veces disfrutaba un mimito extra y se sentía amado por una madre de verdad pero otras le reñía por un supuesto mal comportamiento cosa que también era graciosa, pero hubo un evento que no fue nada agradable, y que Nacho tenía muy presente, fue cuando Luci no solo lo confundió con Ed, sino que lo castigo pero aparte de eso, fue el evento que le hizo darse cuenta de la magnitud del problema de salud que su adorada abuela padecía…

• Edgar Jesús Santini – había dicho la abuela apenas vio a Nacho cruzar la puerta

….El podía recordar ese encuentro como si fuera ayer aunque ya habían pasado meses, ese entonces Nacho tuvo una discrepancia con Ed por el que Ed lo mando a su alcoba, pero él no quiso quedarse y le dejo una nota, “Me voy a dar unas vueltas hasta que se te pase" había escrito porque no quería estar en el rincón mirando la pared y se marcho a casa de Paul y Luci, así que cuando llego, Nacho tuvo la impresión de que Ed lo siguió hasta la casa de los abuelos como en otras ocasiones y por eso antes de entrar, lo primero que hizo fue girar a ver si Ed estaba detrás suyo, pero no había nadie. Ahora que lo analizaba seguro Ed debió enojarse mucho cuando leyó la notita que le dejo, pero es que ese momento tenía muchas cosas en la cabeza, primero no quería ser castigado como un mocoso y encima quería evitar hablar sobre las notas del colegio, que era la verdadera causa de aquella discusión.

Pero no fue solo eso lo que recordó, sino el peculiar recibimiento que le hizo la abuela que justo este día tuvo una laguna mental con un recuerdo fijo como presente, y el ver a Nacho en la puerta todo nervioso no hizo más que reforzar lo que ella creía era real… que Edgar lo había desobedecido.

• ¿Dónde estabas? – pregunto ella con el ceño fruncido y el chico se dio cuenta de lo que pasaba, ya una vez se había perdido su programa favorito porque la abuela recordó que Ed estaba castigado sin televisión así que respiro profundo y se debatió unos segundos entre seguirle la corriente o explicarle la cosas a la nona pero ya le había pasado una vez que por explicar la abuela se había puesto muy triste al tomar conciencia de su enfermedad, así que solo agacho la cabeza y con otro suspiro hondo respondió
• Salí a pasear – se arriesgo a decir y luego agrego algo que ya lo había salvado con la abuela e incluso con Ed – usted me dio permiso – y puso su mejor cara de niño bueno, a ver si así no lo retaban
• ¡A mí no me mientas! – se enojo Lucí, evidentemente ya tenía un recuerdo exacto por el que estaba navegando en estos momentos – estabas castigado – dijo y agito una ramita de apio delante de los ojos de su nieto, al parecer la abuela estaba haciendo sopa – y encima estas todo mojado! – se alarmó por el estado de Nacho, que por andar bajo la lluvia, apenas tenía la remera un poco húmeda ya que la lluvia le había dado una tregua como para llegar a destino, pero el pantalón era otra historia, estaba empapado por sentarse en un banco mojado antes de decidir ir a la casa de los abuelos – yo te advertí lo que iba a pasar la próxima vez – dijo sellando el destino de Nacho y antes de que este pueda reaccionar la abuela lo agarro de la oreja y sobre el mojado trasero le dio un azote con la ramita que tenía en la mano, Nacho jamás se imagino que aquel vegetal podía doler tanto, al parecer cualquier cosa en las manos de Luci era un arma mortal, tanto así que no pudo evitar frotarse con la mano que tenía libre ya que con la otra intentaba mantener la mano de la abuela cerca de su oreja para que no tire mas. Maldita suerte la suya llegar cuando nadie podía intervenir para ayudarlo, ahora no sabia que hacer.
• AUUUU – se quejó antes de que su mano vuele a mitigar el dolor y frunció el trasero por las dudas la abuela quiera repetir, pero eso no paso

Ella como toda madre preocupada mando a Nacho a darse un baño de agua caliente para que no vaya a resfriarse, pero sentenciando muy firme que tenia quince minutos para estar cambiado de nuevo en la sala para "hablar bien un asuntito" según las palabras de la abuela. Claro que Nacho no espero mas invitaciones, tenía por suerte algo de ropa en esa casa, como todos los nietos que a veces se escapaban con permiso claro, a dormir con los abuelos sabiendo que además de sobre alimentación tendrían libertades en el horario del televisor y camas extras como para haber una campamento, tal vez cuando termine de ducharse la abuela ya se haya calmado y lo reconozca, pensó apurándose de todas maneras por las dudas.

Cuando terminó de bañarse, Nacho bajo las escaleras con cautela, quizás  sus ruegos se habían oído se dijo antes de entrar a la cocina donde Luci efectivamente estaba haciendo una sopa, Nacho solo esperaba que no haya usado el apio con el que lo azoto sino sería muy incomodo comer aquello pensando en donde había estado. La abuela lo miro por un segundo y Nacho trato de leerle la mente a través de los ojos pero ella estaba hermética.

• Hola – se animo a decir y fue como encender la mecha de un barril de pólvora
• Parece que yo hablo chino – fue lo primero que dijo la nona y Nacho supo que ante los ojos de ella él todavía era Ed – cuando estas castigado ¡no tienes permiso para salir! – casi grito eso ultimo mientras se acercaba mas a Nacho que comenzó a retroceder por instinto
• ¿Perdón? – Fue lo único que pudo decir mientras la cabeza y el corazón se le hacían un coctel, es que era feo estar ahí rindiendo cuanta por algo que no hiciste y aun peor por alguien que no eres; pero más feo y triste era ver a la abuela tan confundida, porque aunque algunas veces sus confusiones lo beneficiaban con tratos cariñosos en realidad esos episodios solo le recordaban a la larga que su abuela estaba enferma y eso dolía
• Nada de perdón esta vez se terminó – anunció molesta con el recuerdo de lo que Ed había hecho hace quince años atrás – esta vez cuando llegué tu papá vamos a hablar largo y tendido – y el índice de la abuela reprocho a la par de las palabras sacudiéndose delante de los ojos de Nacho – y te advierto que si él no te castiga lo voy a hacer yo – y esa era una amenaza conocida para Ed pero que Nacho no había escuchado nunca – ahora te quedas aquí – ordeno y por segunda vez en el día y Nacho se vio a si mismo mirando la pared y no pudo evitar que la cólera se apoderara de sus hormonas, ¿qué les pasaba a todos?, ¿acaso se habían propuesto hacerlo sentir como un mocoso? Pensó en ese momento.  Ahora mirando en retrospectiva Nacho se golpeaba mentalmente por ser tan tonto, no era que todos lo trataran como un mocoso, es que él se comportaba así y ese día cruzo los límites de la estupidez cuando decidió revelarse ante la abuela
• Noo – había reclamado – no voy a mirar a la pared, no soy un niño – aclaro pero la abuela no se estuvo con vueltas como Ed
• Si yo PLAF – y agarro nuevamente la oreja de Nacho – digo PLAF – y el segundo llego tan fuerte que lo impulso hacia la pared – que PLAF te quedas PLAF mirando PLAF a PLAF la PLAF PLAF pared PLAF PLAF haces caso carajo PLAF PLAF PLAF – iba diciendo enojada repartiendo palmetazos que por cierto, todos fueron con fuerza
• NOOOO – volvió a gritar Nacho girándose para no mirar a la pared y de paso esconder las nalgas – no voy a mirar la pared – dijo en un tono que se suponía debía ser firme mientras sorbía por la nariz, no estaba llorando pero tampoco estaba muy lejos de eso
• A ¿no? – pregunto Luci y casi parecía una mafiosa, eso seguro no era bueno pensó Nacho cuando ella se giro aparentemente para terminar de cocinar

Pero Luci no iba a dejar que un mocoso la desobedezca de esa manera, menos a aquel a quien creía su hijo menor, porque ya estaba hasta el copete con la actitud de este, había decidido quitarle las ganas de desobedecer a Ed y Nacho iba a ligar el enojo acumulado de su abuela. Cosa de la que se dio cuenta cuando en vez de quedarse cocinando ella volvió empuñando la cuchara de madera.

• No no noo ya miro la pared – empezó a recular sin girarse para no exponerse más – no me pegue – pidió poniendo las manos de escudo recordando cuando la abuela le había dado un paliza con el cepillo suponiendo que la cuchara debía doler lo mismo – ya miro a la pared pero no me pegue – volvió a pedir intentando hacer un trato con Luci pero ella no tenía intenciones de ser diplomática al parecer
• Mirando a la pared – ordeno peligrosamente enojada sin aceptar ninguna propuesta de intercambio ni nada por parte de su nieto – ¡ahora! – insistió y a Ignacio no le quedo mas que aceptar esperando que su colaboración ablande a Luci y no use la cuchara – y mas manos en la cabeza – agrego ella apenas Nacho estuvo mirando a la pared – y de rodillas – eso era el colmo, definitivamente la abuela sabía cómo hacer que se arrepientan de no haberla obedecido a la primera

La posición no podía ser peor, no por incomoda sino porque así Nacho se sentía vulnerable y tonto, era vergonzoso estar ahí, le hubiera salido mas barato obedecer a Ed se lamento, pero finalmente no le quedo mas opción que seguir las ordenes de la abuela. Lo malo es que ella no había terminado y apenas Nacho estuvo en posición le soltó cuatro cucharetazos en el centro de trasero, tan rápido que Nacho no tuvo tiempo ni de reaccionar.

• Plop plop plop plop – sonaron secos, no dolieron tanto porque al parecer Luci no puso fuerza pero Nacho no pudo evitar llorar en silencio, toda la situación era una porquería

La abuela quedo agitada, ya no tenía edad para eso y Nacho no se la puso fácil y solo se quedo quieto después porque no quería que la abuela vuelva al ataque. El chico no podía creer lo que le estaba pasando en ese momento… ¡una burla! del destino, él había salido de la casa de Ed para no mirar a la pared y ahora sin pena ni culpa tenía una pared completa para contemplarla como un mocoso, si eso no era Karma ya no sabía que carajos era. Al final no le quedo otra que obedecer, no quería hacer renegar mas a la abuela así que se chupo el orgullo junto con las lagrimas y los mocos para esperar al abuelo, tal vez el sabría cómo arreglar las cosas, porque él en ese momento estaba enojado, dolorido y no sabía cómo salir de eso donde se había metido. Solo ahora se daba cuenta que lo que realmente le debía asustar era la salud de la abuela, ya que además de la confusión la había hecho agitar por idiota y una vez más actuó según él como un mocoso porque apenas pudo aprovechando un segundo que se quedo solo, saco el teléfono que tenia la abuela sobre la mesada para enviarle un mensaje a Ed…

• Ed.. Estoy en casa de los abuelos, por favor papá ven – había escrito…

Nacho recordó ese día enojado consigo mismo, no solo había sido un paso hacia atrás con respecto a su independencia porque no pudo evitar llorar cuando regreso a la vivienda con Ed que estaba preocupado por la abuela, sino porque por primera vez considero la seriedad de la enfermedad de Luci, sintiendo terror de solo pensar que ella estaba empeorando y que no sería eterna. Un llanto que solo menguo cuando Ed prometió en vano que todo estaría bien y que a la abuela le quedaban muchos años mas por delante, haciendo que Nacho se aferre a esas palabras como un niño pequeño que cree que su padre es un héroe que lo va a salvar de todo y es que así era como se venía comportando; dejando que Ed tome el control de su vida, esperando que él solucione sus problemas, que lo corrija y lo consuele, errando y comportándose como un idiota.

Cada detalle de aquel recuerdo de hace meses más los recuerdos de todas las veces en que metía la pata como un pendejo hacían que se siga auto flagelando con turbios pensamientos. Es que ahora mismo Nacho no veía en sí mismo el cambio y la madurez que empezaba a marcar su personalidad y que irónicamente aterraban a Ed al punto de sentirse no necesitado, Nacho solo veía sus supuestas fallas y faltas en comparación de lo que él consideraba era el comportamiento de un verdadero hombre, cosa que a su punto vista lo era Ed, a quien por momentos veía como  enemigo, por momentos como padre, como ejemplo, como un idiota que no entendía nada, pero en ese momento como un molde de padre que él no podía llenar ni ser para Mateo y no necesitaba que alguien se lo diga, su hijo se lo había gritado a la cara…

Y ahora mientras contemplaba a su bebé, en esperaba a que Edgar vaya a buscarlo, para seguramente darle una reverenda paliza por salirse todo el día y encima llegar borracho no podía dejar de pensar en el día en el que Mateo dijo sus primeras silabas y en como él creyó que ese sería el día más feliz de su vida, convencido de que Mateo le diría papá a él, aunque Ed le había explicado que aun faltaba tiempo, pero en cambio ese día termino convirtiéndose en un desastre que no hizo más que empeorar gracias a sus propias decisiones; por cierto decisiones que no paraban de dar vueltas en su cabeza mientras esperaba que Edgar pegue el grito al cielo por no pillarlo en su habitación como se lo había ordenado… ¡oh Dios!, cómo no quisiera volver el tiempo atrás; debió hablar con Ed hace tiempo sobre el futuro de la situación, de cómo tenían que ser las cosas para evitar conflictos y confusiones como las que tenia ahora en las manos, pero no tuvo el valor y ahora era demasiado tarde, la realidad le había dado un golpe de lleno en la cara... bueno la realidad y Mateo

• PAPÁ – había dicho Mateo...

Ojala se hubiera tardado más en decirlo, ojala no lo hubiera hecho todavía o lo que es mejor, debió decirlo cuando solo estaban ellos dos, en sus tardes de paseo o cuando le daba la mamadera, pero no, Mateo tomo su decisión y él no sabía ahora que rumbo tomar, que hacer pensaba compungido al pie de la cuna, había quitado el lateral de la misma y había apoyado su cabeza cerca del bebé para oírlo respirar…

• Te amo chancho – le dijo antes de sentir la presencia de Ed en la puerta
• Necesito que vayas a mi cuarto para hablar Ignacio – anuncio Ed cuando al fin tuvo el valor para interrumpir aquella escena, había oído a Nacho decir aquello como siempre a su bebé y sonrío con ternura, pero no tenía tiempo para sentimentalismos ahora mismo, tenía un asunto que arreglar

Llevaba más de media hora desde que había agarrado el cinturón y todavía no tenía idea de que iba a hacer para enfrentar aquella situación, así que se aparto del camino permitiendo a Nacho salir de la alcoba de Mateo para ir a donde le había indicado y después se quedo unos minutos más observando al bebe, quien dormía ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor. No pudo evitar escudriñar con la mirada cada detalle de sus gestos y facciones, el niño era el vivo retrato de su padre, era una copia exacta de Nacho; seguramente Ignacio era así cuando tenía la misma edad que Mateo, es mas ahora lucían igual, solo la diferencia de edad y los ánimos los diferenciaban.

Los ánimos en Nacho habían marcado su aspecto, ahora que pensaba en eso, Ed tuvo que reconocer que jamás lo había visto tan abatido y demacrado, parecía que llevaba el peso del universo sobre los hombro. Aquello no podía ser bueno, un chico de su edad debía ser la vida y la juventud personificada. Pero la mirada de Ignacio estaba teñida de amargura e incertidumbre. Aun después de la cagada que se había mandado, salir de casa por tanto tiempo para terminar ebrio no era moco de pavo, pero aun así Nacho no tendría que estar tan desolado, lo normal sería un poco de susto, tal vez enojo, incluso la rebeldía sería más positivo que los sentimientos que parecía acarrear. Con todo esto, Ed no podía seguir postergando esta conversación, así que apuro su paso para entrar en su habitación.

Nacho estaba en la cama de Ed con el rostro inexpresivo, aun cuando noto el cinturón que traía en la mano. El hombre había pensado en las palabras que diría previo a la paliza con la intención de mermar el conocido temperamento de Ignacio, sobre todo teniendo en cuenta que parecía tenerle un especial "respeto" al instrumento de cuero que planeaba usar,pero el chico ni se inmutó.

• ¿Me vas a pegar? – fue lo primero que dijo Nacho como si hablara el clima, con una calma que llego a asustar a Ed, peor cuando noto la mirada perdida de Nacho en algún punto de la pared
• Castigar – aclaro intentando marcar una diferencia que en realidad eran simples eufemismos, pero Nacho no respondió a aquella aclaración más que con un suspiro de resignación y luego bajo la mirada
• ¿Co como t tengo que... mmm... ponerme? – pregunto descolocando a Ed, la frialdad que tenía el muchacho en la mirada no eran propias de él y a pesar del leve tartamudeo que delataba los nervios, podía jurar que Ignacio estaba en otro mundo con sus pensamientos. Seguro en algún momento se arrepentiría de pensarlo pero Ed prefería a la versión de Nacho en plan rebelde y no a este chico sin vida que estaba delante suyo
• Antes quiero que hablemos – pidió Ed dejando el cinturón a un lado y cerrando la puerta. Desde que viera la mirada de dolor que tenia Nacho cuando estaba con Mateo había decidido hablar primero, necesitaba saber que le pasaba a su hijo, ya no soportaba verlo en ese estado y saber donde estuvo todo el día
• ¿De qué? – pregunto sin ánimos y levantando la mirada dejando sin querer a la vista toda su vulnerabilidad; a pesar de haberse jurado comportarse como hombre y ser fuerte no podía engañar a Edgar que supo ver en la mirada que su hijo estaba mal
• Quiero saber qué te pasa – dijo Ed sentándose en la cama y pasando una mano por los hombros de su hijo, a pesar de que quería abrazarlo se contuvo tontamente creyendo que Nacho no lo quería cerca. Después de todo las últimas palabras que le había dicho Nacho antes de quedar rendido por la mamona que traía después de traerlo de la dichosa fiestita fueron "te odio" y según dicen los niños y los borrachos no mienten y en el momento que Ignacio pronuncio esa frase, cumplía con los dos preceptos, era un niño y estaba ebrio – ¿por qué hiciste todo esto? – preguntó después de un suspiro refiriéndose a su desaparición

Ignacio se quedo pensando en la pregunta, ¿por qué había hecho todo lo que hizo?, era algo que no sabía como explicar ya que en un inicio la salida de casa fue por un arrebato, pero a medida que su mente pensaba se dio cuenta de tenia muchas cosas pendientes para hacer lejos del control de Ed, asuntos de los que solo él se podía encargarse, pero a pesar de sus intentos no lo había logrado. La única respuesta que logro tras su introspección fue que había actuado como un mocoso y la idea de no ser lo que creía que todos esperaban y su hijo necesitaba no dejaban de acosarlo.

• Ya no soporto, no puedo más soy un maldito desastre – murmuro con odio a si mismo, había bajado la cabeza para ponerla entre sus rodillas después de subir los pies a la cama, estaba hecho una bola de nervios, tanto que de la desesperación se tiraba solo del cabello – ¿cómo mierda se supone que voy a dar la talla? – pregunto esta vez descolocando a Edgar que no sabía exactamente a qué se refería Nacho, pero antes de hacer suposiciones erradas prefirió preguntar, después de todo Nacho a veces lo sorprendía con las cosas que maquinaba su mente adolescente y esta vez era importante no equivocarse
• ¿Dar la talla con que hijo? – cuestiono tomando la mano de Nacho para que deje de jalarse el cabello
• ¿¿¡¡CON QUE VA A SER!!?? – grito y se puso de pie de repente creyendo que Edgar le tomaba el pelo, pero esta vez papá necesitaba saber todo lo que Nacho se venía guardando y en vez de ordenarle que no grite como solia pedirle, respiro profundo para esperar a que su muchacho termine de hablar – soy un idiota y no sirvo como padre – musito bajando la mirada y sentándose de nuevo cuando se dio cuenta que su provocación no llegaba a ningún lado y que Ed con la mirada seguía esperando una respuesta
• Yo no cuestione en ningún momento la clase de padre que eres – respondió Edgar con el ceño fruncido, repasando mentalmente para asegurarse de que lo que decía era cierto y no pudo encontrar recuerdos donde él dijera tal cosa, evidentemente su memoria estaba de su lado en ese momento olvidando convenientemente la presión que ejercía sobre Nacho y los reproches
• Ni  falta que hace Ed – y ahora si no pudo contener las  lagrimas pero trato de mantenerse firme limpiándolas como si ellas tuvieran la culpa de todo – la verdad es que tampoco crees que sea bueno para Mateo, es sólo que no te queda otra que tenerme acá – dijo algo que pensaba desde que vivía ahí a pesar de que Ed le había dicho muchas  veces que no era así –  las decisiones importantes las tomas tu, las cosa que necesita se las das, yo ni siquiera puedo darle un apellido propio porque el mío me lo dieron por caridad, no sé ni de donde provengo y no lo puedo averiguar – y esta vez su voz se quebró, no podía contener mas los sollozos al recordar el día anterior y todo lo que había pasado cuando intento "resolver sus asuntos pendientes"

Ed analiza lo que acababa de decirle el chico recordando le vez que le contó que en realidad él era hijo de la hermana del juez y que nunca pudo conocerla porque ella se había ido a vivir a otro lado y jamás supo donde y que tampoco sabia quien era su padre biológico, en ese momento deseó que la vida sea como esos libros o películas en las que por coincidencias de la vida, ese muchacho que despertaba sentimientos paternos en el protagonista era su hijo biológico perdido, pero eso era un sueño y la vida era real, él jamás había estado con otra mujer que no sea Estella.

• Ignacio – lo llamo tratando de que este lo viera a los ojos – si todo esto es por eso, te puedo ayudar a averiguar – se ofreció intentando pasar nuevamente la mano por los hombros de Nacho, pero este lo impidió apartándose molesto para sentarse solo un poco más lejos
• ¡NO! – Corto los intentos del hombre – esto es más complicado que eso, no me puedes ayudarme en todo, en esto el único que me puede decir las cosas es... Ricardo – dijo nombrando por primera vez por su nombre al juez – él sabe quién es mi padre
• Le podemos preguntar – insistió Ed entendiendo que aquello era normal, la identidad y procedencia eran fundamentales para crecer seguro, era algo que él no tuvo que averiguar nunca y daba por sentado, pero para Nacho no era así
• NOOOO, NO PODEMOS ED!! – grito comenzando a llorar de nuevo – no podemos – dijo en un sollozo – ya lo intenté – y tuvo que confesar parte de lo que había hecho el día anterior, cosa que Ed le había preguntado pero cuando estaba borracho solo contestaba tonterías – ayer fui a verlo, me dijo que mi padre era un bastardo irresponsable igual que yo y que  No me iba a decir su nombre, me hecho a patadas de su despacho y me pidió que no vuelva – dijo mirando al piso, las cosas no habían sido así realmente de esa manera, pero estaba enojado y no iba a aceptar su parte de culpa en el proceder de Ricardo
• Porque fuiste, pudo ser peligroso – dijo alarmado Ed recordando las pocas cosas que sabía de ese hombre, un golpeador de niños, corrupto y que abandono a su hijo sin mirar atrás

Realmente Ed hablaba como si Nacho se hubiera ido a nadar con tiburones y recién entonces Ignacio pensó en cómo había "promocionado" a su... al juez, todo lo que había dicho de él era negativo, no podía saber con certeza qué clase de hombre creía Ed que era Ricardo pero de seguro no pensaba cosas bonitas de él. Era verdad que desde que cumpliera los doce años y descubriera a madias la verdad sobre su origen, gracias a unos papeles que encontró hurgando en la oficina de su padre, que las cosas no habían estado bien, pero eso era principalmente por todas las cosas que había hecho, cosas de las cuales se avergonzaba y por eso había preferido contar a media cada historia sobre su relación con el juez. De repente pensó en él, en como se había comportado, colocándose en el papel de víctima en cada relato sobre su padre queriendo quedar como una buena persona ante Ed. Pero la verdad es que antes de ese día en el que temblaron sus cimientos y descubrió que había vivido en una mentira y sobre todo antes de Estella, el juez había sido su pilar, su guía, su papá.

Se había propuesto comportarse como hombre desde que se había despertado y parte de eso era admitir sus propios errores, después de todo el tiempo le había dado la perspectiva para ver el proceder de su padre sin el enojo, rencor y dolor que tenía antes. La manera de actuar de su familia cuando fue en busca de respuestas el día anterior había dolido, pero no como otras veces, sino que había dolido porque se dio cuenta que las cosas no eran en extremos como él las veía, que no habían personas buenas y malas, después de todo él no creía ser una mala persona, ni Ed lo era, pero eso no había evitado que se equivoquen tanto.

• Ja – dijo soltando el aire en una risa triste y luego suspiro entrecortadamente – me imagino que debes creer que es un monstruo – dijo haciendo referencia a la impresión que tendría Ed de Ricardo – las cosas que te dije... – iba a decir que eran mentira, pero tampoco era así, su padre si la daba palizas feas y en un par de ocasiones se le había pasado terriblemente la mano, pero tampoco había sido tan mal padre como el se empeño en contar y sobretodo en creérselo – estaba enojado, llevo mucho tiempo enojado con él – y esta vez no solo se lo decía a Ed, sino que estaba asumiendo cosas que había procesado el día anterior antes de tomar alcohol como si no hubiera mañana – y ahora ya no sé si realmente se lo merece – agrego temblándole el labia, estaba tan perdido
• Pero el te... – quiso interrumpir Ed sin poder creerse como es que Nacho estaba defendiendo a ese tipejo
• Si ya se – respondió Nacho sabiendo que iba a decir Ed – él me pegaba – admitió mirando fijo a Ed para agregar – no todo es blanco y negro ¿sabes? – esa era una verdad que acababa de aceptar – él hizo lo mejor que pudo con un niño que le encajaron sin preguntarle primero, cuando su propio hijo acababa de morir, debió ser difícil – era algo que había pensado recién cuando supo de la foto que tenia Ricardo en su billetera, cosa que su hermanita le había contado cuando pudo verlas cuando fue a buscar las respuestas que necesitaba – Me ocultó la verdad para proteger a Su hermana y ni siquiera fue su decisión – decidió que ya era momento de que Ed supiera aquella parte de su vida y de admitir como fueron las cosas – y cuando yo descubrí todo la tome con él y entonces no hubo nadie para ayudarlo. Yo comencé a portarme mal, a desconocer los años que dedicó a criarme, sus noches en vela, sus días en el hospital, sus paseos, los gustos que me daba, y sus intentos por criarme como un hombre de bien – dijo pensando no solo en lo que Moraga había hecho por él sino también en lo que a él le hubiera gustado hacer por Mateo
• Nada justifica que te maltrate – Ed no encontraba justificación en aquello y razón tenía, nada justificaba el maltrato, pero no era que Ricardo tuviera a palos al chico como él se lo imaginaba
• Para algunos tus nalgadas son maltrato – refuto, eso era verdad, en muchos países incluso era ilegal – yo me convencí que lo que él me hacía era maltrato, me convencí de que si yo me escapaba, pasaba de mi hora de estar en casa, reprobaba materias o le faltaba el respeto él no tenía derecho de decirme nada, a pesar de que muchas cosas las hacía para hacerlo enojar, porque no era mi padre biológico – ahora se empezaba a sentir una mierda, no solo estaba viendo las cosas con otra mirada y más calma sino que ya se estaba pasando al otro extremo creyendo que estaba absolutamente en sus manos hacer que las cosas con su padre funcionen – me convencí que era tan mal tipo que yo necesitaba estar emancipado para estar a salvo, me convencí de que mi madre, la única que tuve, era una incompetente que sólo le daba la razón a él y que de seguro no me quería… ¿pero sabes?, la verdad es que al igual que tu, él hacia lo que sabía, hacia lo que su padre hizo con él y que a su parecer dio buenos resultados, después de todo el es juez – era la primera vez Nacho pensaba en eso, había empezado a defenderlo porque al fin y al cabo el juez era el hombre que lo había criado y se sentía culpable por hacer que Ed lo odie, pero después de hablar empezó a pensar que realmente su padre era un buen hombre o al menos no era un monstruo 
• Pero… Porque llegaste hasta este punto – Ed se había imaginado a Nacho viviendo en la casa de los padres como una versión de cenicienta sumado al maltrato físico y a medida que lo conocía y veía que Nacho no sabía ni lavar una taza se quedo con la impresión del maltrato físico y estaba seguro de que esas personas no querían a Nacho
• Al principio si sabía que en realidad no era para tanto y que probablemente si no me hubiera esmerado en ser un dolor de huevos todo estaría bien… supongo – dijo dudando de su propia afirmación, es que las cosas no podían estar bien porque lo que lo llevaba a comportase de esa manera no era solo descubrir que le habían mentido. Nacho suspiro porque había llegado a un punto que él y Ed habían evitado por mucho tiempo – perdón pero la verdad es que lo hice por Estella –  escuchar ese nombre hizo que la respiración de Ed se detuviera, no estaba seguro de querer escuchar eso – ella fue la que me dijo que mi padre ni se podía meter entre nosotros, la que me pedía verme fuera de mi hora, la que me decía que falte al colegio cuando ella no tenía que ir, ella me pedía que haga cosas en la escuela para que me manden al salón de castigos cuando ella estaba a cargo – la voz de Nacho se quebraba mas con cada palabra y recuerdo, hasta que al final hablaba entre llantos – Perdón… de verdad que yo no sabía quién eras, en un principio no sabía que era casada y luego fue tarde, yo la quería – esa era una espina que ambos tenían clavada, mas de una vez el hombre se preguntaba cosas sobre la relación que había mantenido Ignacio con su esposa, pero no era un tema para tratar mientras desayunaban por ejemplo –  perdón – repitió Nacho, el tenia la necesidad de dejar en claro que jamás se habría  metido con esa mujer si hubiera conocido primero a Ed, el hombre se quedo mirando a Nacho… habían cosas que necesitaba saber o jamás podría dar por terminado aquel tema, y aunque parezca masoquista el necesitaba preguntar y tal vez esta sería su única oportunidad.
• Cuanto tiempo estuvieron juntos – pregunto serio y Nacho no se esperaba un interrogatorio, pero aun así respondió, con temor a que Ed se enoje y decida por fin echarlo a la calle
• Cinco meses antes del embarazo, unos días antes de cumplir catorce años – respondió, no necesitaba sacar cuentas, sabía exactamente el tiempo que le tomo a esa mujer poner su vida de cabeza – menos las vacaciones – intento mitigar la culpa con aquella salvedad pero era evidente que eso no disminuyo en nada la mella en Ed

El hombre se sintió horrorizado, ¿cuánto tiempo había estado corrompiendo a ese niño?, porque a los trece años apenas si se estaban dando los primeros cambios de la pubertad, era solo un niño. De repente sintió asco, asco por la mujer con la que había compartido la mitad de su vida y por más que Ignacio defienda a sus padres él no podía dejar de pensar que eran un par de negligentes, algún cambio debieron notar al principio y cuando Nacho comenzó a portarse mal según él, lo que debieron hacer era averiguar lo que le pasaba a su hijo no arremeter a golpes contra el chico. A estas alturas no pudo evitar llorar, la impotencia de saber que ya no podía hacer Nada por cambiar las cosas era abrumadora y aun peor la culpa por haber pensado en algún momento que Nacho era solo un adolescente precoz con las hormonas revueltas cuando en realidad solo era un niño que había sido víctima de abuso.

Ignacio seguía esperando la reacción de Ed ante su confesión, no se animaba a levantar la mirada por temor a sentirse juzgado pero antes de juntar el valor para mirar a Ed a los ojos, este salió de la habitación como si estuviera huyendo del él. El muchacho casi podía sentir como su corazón se rompía, había arruinado las cosas al abrir su boca, seguro Edgar no lo quería ver ni pintado y no es que haya tenido esperanzas de que algo salga bien, después de todo ya había arruinado todo yendo a casa de su familia y solo le quedaba una opción, ya no podía seguir fingiendo, había un solo lugar al que él pertenecía en ese momento.

Edgar había entrado al baño a vomitar, se sentía terrible, habían cosas que debieron hablar hace tanto y buscar ayuda de un profesional tal vez. No podía dejar de llorar, era la primera vez que lo hacía en realidad, llorar por sentirse engañado, por haber perdido el único amor de su vida, por no poder tener hijos propios nunca, por no ser buen padre para Ignacio y no ser padre de Mateo, por no haber tenido el valor de hablar las cosas a tiempo y decir en voz alta lo que tantas veces paso por su cabeza, que estaba dispuesto a ceder la custodia de Mateo pero que amaba a Nacho como un hijo, que estaba dispuesto a ser abuelo de Mateo, pero tenia miedo de que  Ignacio lo rechace y haber expuesto su alma y su corazón junto con sus absurdas ideas de cuentos por nada, y lloró, como nunca, como necesitaba, descargando por fin ese dolor molesto que tenía en el pecho sin darse cuenta que había pasado más de una hora encerrado. Al menos ahora sabía lo que tenía que hacer.

Cuando pudo reunir el valor para ir a hablar con Nacho abrió la puesta y se dirigió a su habitación, tenía que jugarse el todo por el todo como Ignacio lo había hecho, Ignacio acababa de mostrarle respeto al contarle todo de frente y se disculpo con él, lo mínimo era decirle lo que sinceramente sentía no de ese rato sino desde hace tiempo ya… pensando en eso, pidiendo a Dios que Nacho le de la oportunidad de por lo menos pensar en su propuesta se dio con un cuarto vacio, al perecer estuvo demasiado tiempo en el baño, creyó que se aburrió y seguro bajo a la cocina o al patio,  así que lo busco por todo lado, pero no lo encontró, hubiera seguido buscando y llamándolo de no ser por Matero que empezó a fatigarse y llorar, así que se acerco al bebé para cargarlo y se fijo en un detalle, Mateo había hecho caer la mamadera que seguro le dio Nacho, y fue cuando se fijo en un simple detalle,  al lado de la cuna Ed, encontró una nota….

De verdad lo lamento, jamás quise lastimarte, no te conocía. De verdad creí que podía hacer esto pero no, amó a Mateo, pero no puedo seguir mintiéndome, yo no soy lo suficientemente bueno para él ni para tu familia. Sólo te pido una cosa, no le mientas, dile a Mateo la verdad porque saberlo por otros medios duele demasiado, dile que fui un bastardo irresponsable como mi padre y que de corazón espero que él no repita la historia. En algún momento tendré el valor de verlo a la cara y voy a admitir mi culpa, le voy a decir que eres un gran hombre y que la culpa fue mía, pero quiero que sepa que no me arrepiento de haberlo conocido y que es lo único bueno que pude hacer. Espero que algún día entienda que esto fue lo mejor. Ustedes merecen ser felices.

Sé que vas a cuidar a los abuelos y espero que la abuela me olvide pronto de mi para no lastimarla, discúlpame de el abuelo, por favor dile que lo quiero mucho pero tenía razón eres un buen hombre y por eso la decisión tenía que tomarla yo.

Perdón…

Ignacio Moraga

En ese momento a Ed lo invadió una mezcla de sentimientos similares a cada vez que Nacho se escapaba de casa, pero lo que nadie sabía es que esta no era como las veces anteriores y que todo el enfado o el enojo momentáneos por la infantil huida… el berrinche, serian reemplazados por la angustia y desolación, ya que a SU muchacho se lo había tragado la tierra apenas cruzo el umbral de la puerta…