“Dear… ¿Daddy?”
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Abril del 2017.
Etiqueta: A/a (adulto mayor, adulto joven)
Advertencia: Spank homo
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Capitulo especial 1
Regalo de Cumpleaños
Regalo de Cumpleaños
Autor:Pablo
De
repente sus pensamientos fueron cortados por el sonido de la ducha cerrándose,
Lautaro había terminado de bañarse y en un momento estaría en la habitación
inundando el ambiente con su testosterona y dejando a la vista su trabajado
cuerpo que seguramente tendría pequeños rastros de humedad desprendiendo ese
aroma a jabón que solía impregnarse en su cuerpo como si del más fino perfume
se tratara. Seguramente caminaría sin pudor, con la confianza que da el hecho
de conocer el cuerpo propio y ajeno desde hace tiempo y buscaría en los cajones
ropa limpia porque tenía la costumbre de bañarse y recién después pensar en
cómo se vestiría.
Pensar
en Lautaro caminando despreocupado con el vaivén natural de sus firmes nalgas
expuestas para ser observadas por él hacía que su cuerpo reaccione con
excitación como si no lo estaría imaginando sino viendo. Es por eso que no pudo
evitar la prominente erección entre sus piernas sorprendiéndose a sí mismo de
estar tan dispuesto cuando acababan de tener una sesión de sexo fogoso y
desenfrenado como hacía tiempo no tenían, normalmente estaría cansado y eso que
no era viejo, pero aun con sus veinte años una tarde/noche tan movida dejaría
out a cualquiera, sobre todo teniendo en cuenta la hora, además solo había
almorzado un sándwich y aun no cenaban, pero al parecer ese “pequeño factor
diferente” le daba más aguante, otro descubrimiento que lo hacía dudar entre el
gusto y el disgusto con respecto a lo que acababa de pasar.
Ahora
Gilbert estaba acostado, totalmente desnudo y boca arriba, solo ligeramente
inclinado hacia la izquierda en expectativa de la puerta del baño con la pierna
derecha doblada de tal forma que habrían tal vez escasos veinte centímetros
entre su nalga y su talón. Una posición un tanto incomoda cuando su miembro
empezó a crecer debido a las imágenes que lo acosaban, pero una posición casi
obligada para evitar presión en su flexura donde ahora mismo tenía un terrible
magullón que empezaba a pasar de tinto a oscuro y que resaltaba en el fondo
rojo producto la paliza que se había llevado y pensando en eso llevo su mano
lentamente para acariciar la zona y sentir la pequeña diferencia que aun
quedaba en la temperatura y la textura de su piel, una piel ahora tan sensible
al tacto que de solo rozarla suavemente disparaba en su mente un millón de
sensaciones que fluctuaban entre dolor y placer.
Él
no era un pervertido ni un fetichista, se dijo así mismo convencido de que en
su momento había sido una pésima experiencia pero a la vez no podía retirar la
mano que ahora inspeccionaba los daños, notando como Lautaro había dibujado la
silueta de su mano en relieve casi como un artista que firma una obra maestra…
claro el hecho de que su trasero haya sido el lienzo escogido era hasta morboso
y solo se sonrojo ante su analogía.
Como
estuvo esperando Lautaro salió del baño y era todo tal cual lo imagino, conocía
muy bien a su amor, sus mañas y ritos, sus gustos y facetas y al parecer ese
mismo día había confirmado un gustito oculto que descubriera en su cumpleaños
pero que no había podido dimensionar hasta ese día.
El
día empezó como cualquier otro, se despertaron temprano, se dieron una corta
ducha juntos y desayunaron casi en silencio pero de muy buen humor para salir
después cada quien a hacer sus actividades. Se despidieron con un apasionado
beso sabiendo que no se verían para almorzar porque Lautaro tenía un almuerzo
de trabajo, algo que el hombre odiaba profundamente porque no podía ingerir
bocado cuando nuevos negocios eran el plato fuerte y discusiones los
entremeses, pero no le quedaba otra así que prometieron verse para cenar
directamente ya que Gilbert tenia clases por la tarde también justo ese día.
Lautaro
estaba de muy buen humor cuando logró terminar el papeleo que dio de recompensa
aquel almuerzo ya que podría volver a tiempo para buscar a su joven amante a
clases, darle una sorpresa y tal vez ir a casa a prepararse y salir a cenar
afuera como celebración del trato que había cerrado al mediodía, pero el buen
humor de esfumo al instante cuando en el instituto no había rastros de Gilbert.
Al
principio solo lo busco en la salida pero cuando ya no quedaba nadie se
preocupo y entro a la escuela creyendo que algo pudo demorarlo adentro y fue
cuando se encontró con Fabián enterándose de que su muñeco se había retirado a
media mañana y ni siquiera se había presentado a los talleres de la tarde
haciendo que Lautaro ponga el grito en el cielo, total por mas mayor de edad
que sea Gilbert aun estaba dentro del sistema escolar, su sobre edad no era la
gran cosa apenas dos años de diferencia con sus compañeros y por eso no estaba
en un instituto de educación para adultos sino en un colegio normal lo que
significaba que las mismas reglas de todos aplicaban a él, no pudo haber salido
como si nada de ahí.
- Pero tenía un justificante con tu firma – aclaro Fabián a pesar de darse cuenta recién de que aquel papelito debía ser falso – de otra manera no lo hubiera dejado salir – declaro mientras buscaba la carpeta donde archivo el dichoso papelito, seguro de que había comparado con cuidado la firma con otras anteriores, una maña adquirida tras años de recibir notas de permisos con firmas mal logradas de cantidad de adolescentes queriendo salirse con la suya
- Yo nunca firme esto – dijo Lautaro apenas tuvo en manos el permiso, hablo mas para sí que para Fabián porque recién se daba cuenta de que Gilbert había planeado todo con anticipación
El día anterior Lautaro había encontrado al muchacho en su oficina, no tenía prohibido entrar ahí pero tampoco tenía motivos para hacerlo y menos manteniendo una actitud tan extraña como la que tenía ese día en el cual casi se prende del techo cuando Lautaro irrumpió en aquel cuarto haciendo que Gilbert apague la computadora y la impresora de golpe. Claro que ante la sospecha Lautaro revisó el último archivo que había abierto y se encontró con una invitación vieja de una reunión y la última impresión que era su firma que había sido recortada de la dichosa invitación. Ese era un tema que tenía pendiente porque aunque era sospechoso nunca imagino la historia que había detrás de eso y lo había dejado pasar por el tema del almuerzo laboral, pero ahora no hacía falta preguntar, el permiso para salir de la escuela no estaba firmado sino que mirando de cerca se podía notar claramente que “alguien” había impreso su firma en él.
El
chico había pensado en todo, porque hasta se había cuidado de no faltar sabiendo que desde su cumpleaños Lautaro se
quedaba a verlo entrar al colegio haciéndole imposible no entrar, pero haciendo
memoria se dio cuenta que esa misma mañana Gilbert había estado un poco diferente,
algo más callado y él lo achaco al sueño sin imaginar que tramaba, ahora que lo
analizaba el muchacho le había estado esquivando la mirada. Finalmente no le
quedo más remedio que aceptar aquello e ir a casa a esperar con un amargo sabor
en la boca buscando una explicación a la necesidad de mentirle que tenia
Gilbert.
- Holaa – había saludado el chico apenas volvió a casa todo emocionado, las cosas estaban saliendo a pedir de boca.
La mitad de la mañana y la tarde le habían alcanzado para ultimar detalles de lo que prometía ser la fiesta del año, ya que entre su buen gusto y la experiencia de Lucio que tras estar de acompañante de eventos se creía todo un profesional, habían logrado organizar un cumpleaños que tendría de todo para poder agasajar a Marambra, una amiga que tenían en común y habían conocido en la firma de un libro entablando una amistad que se volvió solida en poco tiempo. Pero la emoción de Lucio era sobre todo porque la cumpleañera vendría acompañada de un colega medico, un tal Ethan que se encargaría de llevarla engañada a la fiesta y que los muchachos conocían de antes ya que Lucio se lo había comido con los ojos en una fiesta anterior y Marambra se había negado a presentarle para evitarle un disgusto al hombre ya que conocía las salidas de tono de Lucio y la poca paciencia de Ethan con los muchachitos descarrilados, pero claro el hecho de que sea prohibido había aumentado el deseo del promiscuo muchacho, mas cuando averiguo que el hombre era viudo y en su afán de conquistarlo andaba buscando la perfección arrastrando a Gilbert como cómplice no solo de la fiesta sino de la trampa que quería tenderle al médico para seducirlo.
Esa
era la verdadera razón de Gilbert para hacer las cosas a escondidas de su amor,
porque Lautaro le había dado una buena colaboración monetaria cuando le hablo
de organizar la fiesta sin saber cuándo sería con la intención de que contraten
un servicio y no descuide los estudios, pero claro el servicio no se podía
ocupar de la trampa para Ethan Van Lauder y seguro a su hombre no le gustaba ni
un pelo que ande en esas cosas, ya le había advertido que no lo quería en líos
por causa de ese pendejo de Lucio.
- ¿Dónde estabas? – Lautaro respondió al saludo con un tono áspero, congelando de inmediato a Gilbert – donde estabas ¡pregunté! – repitió acercándose a pasos lentos y firmes hasta la entrada de donde el otro no había logrado pasar
Y Gilbert creyó que tal vez estaba molesto por la demora, no era algo que le molestara generalmente a Lautaro pero tal vez tuvo un mal día, no quería ni pensar en que el hombre se haya enterado, había hecho las cosas bien, no dejo cabos sueltos así que trató de relajar las facciones y lucir despreocupado.
- En la escuela pero me demore hablando con unos compañeros – dijo todo fresco, odiaba mentirle pero esta vez no había opción, quería que Lautaro estuviera de buen humor cuando le diga que la fiesta de cumpleaños era esa noche y ambos tenían que ir, así que paso hasta la sala dejando su mochila en el sofá
Que le mienta tan fresco fue lo que acabó con la gota de paciencia que el hombre se estaba guardando. Así que el muchacho no se la pondría fácil, ¡bien! se dijo pero le dejaría claro que no estaba para tonterías, Gilbert estaba más que advertido y sin pensarlo mas fue hasta la pared, saco el rebenque que tenia colgado y volvió a la sala empuñando el objeto y dispuesto a usarlo.
- ¿Querés mentirme? Está bien! pero yo soy un hombre de palabra! – y fue una sentencia que Gilbert no pudo evitar ya que antes de salir de la sorpresa Lautaro le había calado aquella maldita cosa justo en la flexura – ZAASS – sonó cortando el aire y el golpe seco calló sobre la piel apenas cubierta por la fina tela de un pantalón de vestir
- AHHHHH!! – grito el muchacho y Lautaro decidió soltarlo, la cara de Gilbert se puso roja y empezó a saltar en el lugar con ganas de rascarse el horrible ardor que le dejó esa cosa pero sin poder tocarse más que los alrededores gracias al mismo dolor – Au au au fuuu – se quejaba con voz aguda como si de un cachorrito se tratara y soltaba aire entre los dientes – aufff auggghh. ¿POR QUEEÉ? – gritó y Lautaro no podía creer el descaro
- Te voy a preguntar una sola vez mas Gilbert así que más vale que me contestés. ¿Dónde mierda estabas? – preguntó y advirtió ya nomas mientras volvía a agarrar el brazo del semi adulto que de un solo azote lloraba como un mocoso – Y decíme la verdad – aconsejó levantando una ceja y la mano con el rebenque mientras que a Gilbert se le fruncía el trasero, ese acento argentino no presagiaba nada bueno
- Nuuu nouu… plase si respondo si respondo – la desesperación lo había hecho preso, no quería que aquella cosa lo volviera a morder y empezó a esquivar el traste como mejor podía
- ¿Dónde estabas? – volvió a preguntar aunque dijo que no lo haría – porque en el colegio no estabas ¿verdad?
- Noooo – admitió como crío que está en falta – pero no fuerte para tantooo – es que un rebencazo no era chiste y él creía que el enojo era solo por faltar por la tarde
- ¿Que NO FUE PARA TANTO? – ahora si estaba enojado de verdad y empezó a llevar a Gilbert al cuarto que ambos compartían
Y al otro no le quedo otra que subir porque Lautaro lo llevaba a rastras para luego tirarlo en la cama y cerrar la puerta con llave. La escena era demasiado parecida a una que ya había pasado antes en esa habitación y el presentimiento de que iban a repetir todo de nuevo calo un vacío en el estomago de Gilbert al punto de darle arcadas mientras se apretaba la pierna queriendo confundir las terminaciones nerviosas y que el azote que le habían dado con el rebenque no le duela tanto.
- ¿NO ME QUERÉS DECIR DONDE ESTABAS? – preguntó y no espero respuestas – no hay problema – dijo bajando tétricamente la voz – pero yo te voy a enseñar a vos a no faltar al colegio, a no salir a media clase y sobre todo a no FALSIFICAR mi firma – declaro y a Gilbert se le fue la sangre del rostro y quedo blanco, el muchacho quedo tan pálido y estático que parecía una estatua, cosa que no duro mucho porque Lautaro lo giró y colocándolo boca abajo con tan mala suerte para Gilbert que la mano se le trabó debajo del cuerpo impidiendo que pueda defenderse mientras Lautaro lo desvestía sin consideración
- No no noooo plase nooo joojo – rogaba mientras lloraba temiendo la llegada de un nuevo azote de esa mierda de cuero, esta vez en su piel desnuda
- Plaf plaf PLAFF PLAFF plaf PLAFF PLAFF – todas llegaron seguidas y con la fuerza necesaria para hacer retorcer a un muchacho de veinte años como era Gilbert – PLAF PLAF Plaf plaf PLAFF PLAFF plaf plaf PLAFF PLAFF.
- Auuu auuu nooo plase Lautaroo nooo – gritó desesperado aunque agradecido de que no sea el rebenque lo que le daba en el trasero – solo auu solo fue una fal ta aauuu
- Plaf plaf PLAFF PLAFFPlaf plaf PLAFF PLAFF – y Lautaro decidió aclarar unas cosas – lo que más me molesta Plaff palff noo… molesta no plaf lo que más me duele – aclaró sin dejar de castigar el traserito que ya estaba rojo – es que falsifiques mi firma Plaf plaf PLAFF PLA FFPlaf plaf PLAFF PLAFF – es que no había necesidad, muchas veces Lautaro había firmado permisos solo porque Gilbert decidía no ir a clases porque tenía algo más que hacer, claro sopesaba los motivos pero actuaba bajo la premisa de que Gilbert era adulto y debía ser responsable de sus prioridades y tomar decisiones, por eso le molestaba este asunto, ¿qué era eso que tenía que hacer Gilbert que no podía actuar como en otras situaciones?
- AUUU YAAA Peroo era solo para un permiii soooo AUUUU –Gilbert estaba hecho un desastre entre lagrimas, babas y moco transparente que se confundían en un solo charco que dibujaba en la almohada que había agarrado con la única mano que tenía libre con la intención de morderla y que así los vecinos no oigan
- ¿QUE NO TE DAS CUENTA? Plaf plaf PLAFF PLAFF PLAFF PLAAF PLAF PLAAF PLAFF PLLAAAF QUE A TU EDAD ESO TE PUEDE LLEVAR A LA CARCEL? – él no podía ni pensar en su delicado muñeco en un lugar así y si es que no lo frenaba, si el chico creía que se podía salir con la suya podría encontrarle el gusto a aquello y eso ni pensarlo
- YA NO ME PEGUEES AUUUU AGGG NO IBA A IR A PRISIÓN AUU TU NUNCA ME DEMANDARIAS – se atrevió a afirmar y Lautaro no podía creer tal descaro, claro que no haría algo como demandarlo pero eso no le daba derecho
- Así que como yo no te voy a demandar ¿entonces haces todo lo ilegal que se te plazca? – pregunto Lautaro dejando de azotar las nalgas que igual quedaron apretadas del dolor y el miedo a nuevas represalias – ¿es así Gilbert?– preguntó calmado pero sin aflojar ni un segundo el agarre que tenia sobre la espalda del muchacho
- Nooouuu – ¿qué más podía decir?
- Entonces Plaf plaf PLAFF PLAFFPLAF PLAF MUDO! – y fue una orden – así como mudo hiciste Plaf cagadas Plaf plaf PLAFF PLAFF mudo te aguantás! Plaf plaf Plaf plaf PLAFF PLAFF plaf plaf
- Agggh aghh pero ya no, no auu ya no lo hago ma aas sorry ya ya noo mas ashhh plase – empezó a respirar demasiado agitado y entonces Lautaro decidió darle un respiro, al menos de los azotes porque todavía tenía preguntas que hacer
- ¿Dónde estabas? – preguntó todavía enojado aunque dándole un poco de pena ver como Gilbert apretaba el culito y le temblaban las nalgas contra su voluntad – que era eso tan malo que tenias que hacer que no podías contarme y decidiste mentirme – recrimino dolido. La confianza era la base de todo y él era lo más honesto posible con Gilbert
- Nooo ooo snif si si te di go me vas a pe gar maa aas – aseguro al muchacho y Lautaro torció la boca de disgusto y decidió girarlo – auuuu – chillo Gilbert cuando el culito le dio contra la cama y levanto la pelvis para zafar del roce y fue cuando Lautaro lo levanto y lo puso entre las piernas para que nada le toque el trasero
- No te voy a hacer nada pero quiero que me digás la verdad – y ante el silencio tuvo que preguntar, no es que tenga motivos además de su celos pero no sabía que mas podía ser tan grave para que Gilbert necesite esconderlo tanto – ¿estás viendo a alguien más? – y de solo pronunciarlo el cuerpo entero se le tenso
- Noooo – declaro horrorizado Gilbert abriendo los ojos, el conocía los celos de su amor y lo posesivo que podía ser y eso le gustaba no podía quejarse, pero tenía que dejar las cosas claras, debía hablar por el bien de ambos – es que… es que – que difícil decir aquello – hoy es la fiesta atrasada por el cumpleaños de Marambra y fuimos a ultimar detalles – dijo esperando no tener que dar más explicaciones y eso pareció convencer a Lautaro pero solo por un rato
- Pero yo te di para que contraten a un servicio – dijo frunciendo el ceño – y tú me dijiste que todos su amigos colaboraron también, entonces…. – y dejó la frase inconclusa para que Gilbert se explique
- Es que Lucio… – y fue decir ese nombre y que Lautaro cambie la cara de paciencia fingida a una de enojo total – es que él necesitaba ayuda para preparar una sorpresa, porque se enamoro de Ethan – explicó
Lautaro de inmediato se refregó la cara con la mano, eso era tan absurdo e infantil que lamentablemente encajaba con las cosas que solía hacer ese par… “SE ENAMORO” repasó Lautaro en su cabeza sabiendo que eso significaba que ese mocoso ya estaba encaprichado con otro hombre y peor de un respetado y conocido cirujano que era abiertamente heterosexual y para el colmo tenía hijos casi de la edad del descarado de Lucio. Pensándolo bien ojala Ethan se encuentre con ese mocoso y lo ponga en vereda que buena falta le hacía, claro que no quería a su muñeco metido en esos quilombos.
- Mirá Gilbet, ya sos grande para meterte en estas boludeces pero si es lo que querés adelante, a mi no me pidas ayuda después – advirtió en un tono duro, esto no era algo que podía simplemente prohibirle – ese chico es tu amigo y si pensás que lo estás ayudando, metéle nomas, pero conmigo no contés – y dicho eso levantó a Gilbert de su regazo y se dirigió a la puerta – después de todo parece que no necesitás contar conmigo para nada y te va bien actuando a mis espaldas – agrego destilando el dolor causado por la mentira
- Sniff nooo nno te vayas – se quejó Gilbert mientras se tiraba a la cama a abrasar a su almohada y soltar su llanto
Eso fue más que suficiente para ablandar a Lautaro quien se detuvo en la puerta y volvió sobre sus pasos para sentarse en la enorme cama matrimonial y suavemente acariciar a su muñeco empezando en la cabeza y descendiendo lentamente por la espalda y justo antes de llegar a los pequeños hoyuelos que adornaban tan bellamente la estrecha cadera de su amante hasta que se calmó.
Cuándo
dejó de llorar éste se dio vuelta y lo miró con los ojos húmedos, unos ojos
expresivos que ahora parecían ser más grandes que antes y rogaban perdón sin
necesidad de decir una palabra, Gilbert estaba arrepentido y se sentía
culpable.
- No había necesidad de mentir – susurró Lautaro recordándole de nuevo lo infantil de su comportamiento y ante el puchero que dibujo el muchacho con toda la intención de manipularlo agregó señalándolo a la cara – no vuelvas a mentirme – algo en el tono de voz tan firme, casi como si le estuviera dando una orden logro encender a Gilbert sin que este tuviera control, mientras las manos del hombre descendían hasta la frontera donde su piel comenzaba a cambiar de color
- Daddy – respondió girando mas el cuerpo para quedar de frente a su amor – me voy a portan bien pero yo quiero ir a la fiesta – demandó como si de un niño caprichoso se tratara, un juego que solía sacarle una sonrisa a Lautaro y que además funcionaba para conseguir ciertos caprichos pequeños como un chocolate o alguna otra tontería que solo serbia para alimentar su propio ego y comprobar que tenía al hombre comiendo de su palma
Y ése gesto sumado a un afeminado pestañeo descontrolaron a Lautaro quien tomo al muchacho entre sus manos para hacerlo suyo, así que con movimientos bruscos giró a Gilbert y comenzó a besar su espalda siguiendo el mismo camino que segundo antes hiciera su mano pero esta vez traspasando la frontera donde la piel se teñía de rojo y emanaba un calor embriagador, ese chico era su perdición y asumido esto siguió repartiendo besos y caricias como compensando el castigo. Las sensaciones no le permitieron más control y se despojo de su ropa sin dejar de besar la piel de su amante para penetrarlo sin esperar más invitación que un movimiento de caderas por parte del otro que también buscaba el contacto, el vaivén de los cuerpos sincronizados fueron acompañados de gemidos de placer, totalmente diferente a los que habían llenado el cuarto minutos antes y el calor de los cuerpos aumentó con las caricias mutuas hasta que el clímax llego a la cúspide en una explosión de satisfacción.
Aún
así no se separaron, las caricias siguieron aunque ahora a un ritmo más lento y
cariñoso casi como si ahora buscaran acurrucarse en un romántico y platónico
abrazo casi llegando a la quietud, pero la llama seguía encendida y en unos
minutos ambos estaban listos para un segunda y tercer ronda. Para Gilbert no
paso inadvertida la recurrencia de Lautaro para acariciar y besar su trasero
como si de repente el rojo lo atraería como a un toro pero al mismo tiempo le
produciría ternura.
No
hubieron mas palabras de por medio hasta que Lautaro salió de la ducha y
Gilbert no sabía que decir, un poco tarde para el pudor y sobre todo extraño en
él, ya que disfrutaba de los juegos de alcoba y Lautaro se dio cuenta del
extraño silencio, Gilbert era todo menos silencioso.
- ¿Pasa algo? – preguntó girándose mientras se ponía un bóxer negro – estas muy callado – aseguró casi preocupado mientras se acercaba a la cama y Gilbert decidió probar su teoría poniéndola a prueba y se giró provocativo dejando nuevamente su trasero al aire
- No me respondiste si puedo ir – dijo con un gimoteo fingido y Lautaro elevo una ceja incrédulo
- Si es lo que quieres…. – murmuro pero luego decidió que debía aclarar unas cosas – a mi no me tienes que pedir permiso, no me molesto que quieras ir a una fiesta porque eres un adulto – y Gilbert dibujo automáticamente una mueca de indignación porque a Lautaro no le había importado su adultez para sonarlo como a un mocoso y el hombre entendió el gesto – lo de hace rato no fue por la fiesta, fue por faltar a clases, mentirme y falsificar mi firma – y mirándolo a los ojos con seriedad se sincero – quiero que seas un hombre de bien, honrado, quiero que estés preparado para el futuro, este o no este yo en él – y a Gilbert le parecieron las palabras más dulces, desinteresadas y sinceras que escucho en la vida; hasta que Lautaro agregó apuntando con un dedo amenazante justo en su nariz – y si para eso te tengo que volver a sonar con el culo pila (desnudo) no dudés que lo voy a hacer – y Gilbert rodo los ojos porque le había arruinado el momento, aunque tuvo en cuenta la advertencia
- Me duele – murmuró meneando el trasero y con cara de ofendido con un puchero exagerado, para no responder y volver la atención a donde quería
Y no hizo falta más invitación, total Lautaro se podía volver a duchar después y para la fiesta todavía quedaba un buen rato que podían aprovechar y Gilbert se perdió en la pasión pensando en que bien podía valer la pena meterse en líos de vez en cuando.
Marambra:
Bueno,
mas que atrasado mi regalo pero fue culpa de problemas técnicos jeje.
No
soy bueno para el sentimentalismo y me cuesta horrores pero toca ser sincero.
Hay muy poca gente a quien considero realmente amigos y de esos más raro aun
que sea una mujer, con una diferencia cultural y generacional, que además vive
a miles de kilómetros, pero en más de un año tu guía en esta aventura, las
charlas de cosas triviales o profundas y sobretodo esas admirables ganas de
compartir tu don y tus conocimientos hicieron que estés en mi lista, sos mi
amiga y mi madrina de letras.
No
podía dejarte sin regalo y espero que sea de tu agrado, decidí devolverte un
trozo de esta historia que rompe los esquemas pensando en que no sería malo que
se vuelva una tradición, creo que a nadie le molestaría… ¿o me equivoco?
No
puedo desearte FELIZ CUMPLEAÑOS porque ya paso y sé que la pasaste bien pero si
puedo desearte buena vida y que disfrutes la lectura.
TQM…
Pablo
El honor es mio Chany, fuiste una de la primera persona que se embarco al proyecto a ciegas y me confiaste a tu bebé "Nachito" descubriendo que mas allá de la afición de escribir tenemos muchas cosas en común como otras disparejas, pero eso hace interesante nuestra amistad
ResponderEliminarY, este regalo tuyo merece tener una segunda parte, es que esta tan bueno, tan bueno que me imagine todos los detalles... creo que deberiamos dedicarnos a escribir YAOI con spank, jajajaj
Muchas gracias por tus deseos amiguita
yo también te quiero mucho.
SIIII yo tambien quiero leer la segunda parte de este regalo, no puedes dejarlo asi Chany, es delito contra las emociones de la gente.
ResponderEliminarOli
Quiero MAAAAAAAS, no puedes dejarlo asi inconcluso Chany, tenemos que ver la fiesta. bueno yo por lo menos y quiero ver a Ethan siendo abordado por un mocoso, jejejje no me imagino a Tano siendo acosado por un chico yaoi,jeje.
ResponderEliminarSofi
Te quedo increíble Chany cuando Marambra escribió de ellos yo quería que siguiese haber si no regaláis unos cuantos mas
ResponderEliminar¡Genial Chany!
ResponderEliminarMuy buen regalo,a sido un placer leerlo.
Y como ha dicho Marambra "yaoi con spank",¡excelente combinación!
Saludos,Kenny
Hola Chany hace poco que encontre el blog y me gustan tus historias pero esta te quedo fantastica, me encanto
ResponderEliminarMimi
Seguro será interesante saber como reacciona un macho heterosexual consumado como Ethan al ser acosado por un mocoso
ResponderEliminartienes que completarla Chany, seguro te queda genial
Me alegro que les haya gustado el ragaloto y para complacerlas les cuento que surgió en el grupo de wp la idea de hacer un coesvrito con marambra para continuar esto a ver que sale. Eso si, cuando desaprueve los finales de mayo es culpa de ustedes jajajaj.
ResponderEliminarjajajaja pobre chico por andar ayudando como termino!!
ResponderEliminarChany no importa nos culpas a nosotros si repruebas jajaja pero también quiero ver como acaba esta historia!!!