Mini Historias
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Abril del 2017
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La
varita mágica
Autora: Cath
Blue Red
Era Noviembre
y en este mes se celebran las fiestas del pueblo en el cual mi padre tenía sus
tierras, todos quienes se habían ido hacia la ciudad en busca de un mejor
fututo regresaban con sus mejores galas a ser partícipes de la celebración
anual que duraba una semana completa.
La
mayor parte del año pasábamos en la ciudad ya que mi padre es sicólogo y mi
madre enfermera, y mis hermanos y yo estudiábamos allá. Me encantaba estar en
el pueblito en esas fechas, la pasaba genial… me reencontraba con mis amigos de
la infancia, algunos primos y bueno siempre disfruté el pasar con mis abuelos
que vivían allí.
El
primer fin de semana de farra llegó mi tía con una amiga de Miami en donde
vivía actualmente y su hermosísima hija, se llamaba Lorena y se hospedaron donde
mis abuelos. Los jóvenes de la familia
teníamos permiso para ir hasta el pueblito al baile que se celebraba esa noche
y fui declarado por mi padre como conductor designado, lo que quería decir que
yo no podía beber licor, ya que tendría a mi cargo la furgoneta en la que
iríamos todos, así se aseguraba mi padre de mantenerme castigado por llegar
ebrio a casa hace dos fines de semana.
La
pasamos genial y baile toda la noche con Lorena, la verdad no nos despegamos ni
un minuto, desde que llegó fue flechazo de cupito directo al corazón, así que
como ella tenía que regresar a su Universidad en Miami debíamos aprovechar todo
el tiempo que pudiéramos estar juntos para disfrutar de nuestro amor, le
encantaba bailar y lo hacía muy bien y yo pues para que negarlo también lo hago
muy bien, pero compartíamos otra afición y era beber a ella le encantaba y
entre baile y baile insistió en yo también lo hiciera y lo hice claro que lo
hice no sé ni cómo llegamos a la hacienda de mi abuelo en la madrugada, solo sé
que cuando tuve conciencia de todo tenía un gran dolor de cabeza y una sequedad
en la garganta que me indicaba que la resaca era fuerte, debí beber mucho.
Cuando
me levanté el sol brillaba en lo alto así que asumí que era pasado el mediodía,
el silencio era sepulcral, estaba asustado no había nadie en casa y se suponía
que todos deberían estar entrando y saliendo por todos lados. Cuando llegué a
la sala mi padre estaba sentado leyendo un libro de sicología, eso solo
significaba que estaba en graves problemas, pero bueno yo ya no era un crío soy
un hombre estoy por cumplir 20 años, voy a la universidad. Así que me di ánimos
y me acerqué hasta él y le salude con un beso en la mejilla como es la
costumbre en mi casa.
- Hola papá – dije como si nada tratando de sonar lo más natural posible
- Hola hijo – respondió con voz calmada
- ¿Que lees? – le pregunte curioso
- Una historia muy interesante – respondió sin mirarme para captar mi atención
- Aaah y ¿de qué se trata?
- Es el cuento de la Varita Mágica
- ¿Lees una historia para niños?
- No
- ¿Entonces?
- Se trata de un chico que lo tenía todo – dijo papá mirándome a los ojos de una forma rara – unos padres amorosos, hermanos, abuelos, hasta una linda chica con quien pasar el tiempo – eso sonaba familiar pensé – pero tenía un gran problema del que ni siquiera estaba consciente, y que podía hacer que todo lo hermoso que tenía se transformara en una pesadilla – continuo mi padre – …Su padre que era una persona de gran experiencia y sabiduría, tenía algo que había pasado de generación en generación para protección de los miembros de su familia – continuo y yo tontamente lo oía como cuando era un crio – pero solo debía utilizarla como último recurso, después de que agotar cualquier otra posibilidad y cuando ningún otro recurso imaginable haya fallado… solo ahí podía utilizar la varita mágica
- Vaya suena interesante y ¿cuál era el problema del chico?
- La bebida – dijo papá volviendo a mirarme
- Ahh papá…. – le dije fastidiado
- ¿Qué?
- Papi, sé que ayer no debí tomar pero bueno no pude negarme era una fiesta y bueno tu sabes cómo es – me excuse
- Y pusiste la vida de los tus primos, tus hermanos, tus amigos en riesgo – me reprocho
- Soy excelente conductor – me defendi
- Tuviste mucha suerte hijo… el camino es muy sinuoso pudiste caer por algún barranco – si lo sabia pero bueno
- Pero no pasó nada – insistí
- No, y no pasará nada porque tú y yo nos regresamos a casa ahora mismo – eso no me gusto ni tantito
- Noooo ¡cómo! – mire a papa como si le hubieran salido dos cabezas – ¿por qué?
- ¿Cómo que por qué? – pregunto mi padre enojándose – Hace dos semanas llegaste tomado a casa y aún estás castigado por eso, recuerda te di un oportunidad y llegas nuevamente ebrio – me acuso y con justa razón
- Papá te prometo solemnemente que no voy a tomar ni una sola gota de licor en ninguna de las actividades a las que asista, lo prometo – dije desesperado, vamos hombre es que volver a casa de mis padres sería un gran retroceso en mi vida social
- He probado todos los recursos habidos y por haber para que dejes la bebida, pero no ha funcionado ninguno – me respondió con voz cansada pero cedió solo que con una condición – así que yo también te voy a hacer una promesa solemne hijo, si me fallas usaré la varita mágica
- ¿Qué?
- Lo que oíste hijo, lo que oíste – repitió y se levantó y salió de la casa
No
importaba, seguro que el viejo ya estaba un poco senil, así que sin más me
arreglé y me fui de fiesta pero mantuve mi palabra, durante toda la semana no
probé ni una pizquita de licor y todos en mi familia colaboraban ya que sabían
que di mi palabra y la palabra de un Menéndez vale más que un contrato firmado.
Por
fin llegó la última noche para compartir con mi chica, y esa fiesta sería el
último baile con Lorena, nos besamos apasionadamente, nos juramos amor eterno y
esa misma madrugada partió con su madre al aeropuerto, yo quedé devastado, me
sentía solo y entré a recoger a mis primos que estaban en el local aun bailando
pero ya ebrios, mi primo Juan Pablo se abrazó de mí llorando y con botella en
mano me dijo que Susana, su amor había regresado con su padre a la capital y me
identifiqué con su pena, no puede contenerme y bebí para ahogar mis penas.
Cuando
desperté mi madre estaba muy seria conmigo, estaba en mi habitación, me había
inyectado algo, no sé qué era.
- Te levantas y limpias toda esta porquería, te bañas y bajas a hablar con tu padre que te espera en la sala
- UFF…Si mamá – hice lo que dijo, sin mucho ánimo, el suelo estaba salpicado de vómito y el baño mejor ni les cuento lo limpié todo como mi madre ordenó me duche y baje a ver a papá que seguro tendría un sermón eterno, con el dolor de cabeza que tenía, iba a ser un suplicio
- Buenos días papá – salude consciente de que la había cagado
- ¿No me das un beso?
- Claro papá – me acerqué y le dí un beso en la mejilla como siempre, y me senté
- Hijo ayer volviste a beber – me dijo papa muy serio
- Papá, ya soy grande – si que buena manera de ponerme solito la soga al cuello, si seré tonto
- ¿Ah? Ya eres grande? Y crees que eso te da derecho a conducir ebrio y poner en riesgo tu vida? – y vamos con la misma cantaleta
- ¡Qué exagerado eres!
- Vaya – dijo frustrado – ahora el que exagera soy yo – estaña ofendido
- No te enojes papi, te prometo que no volverá a ocurrir ¿si papito? – le dije como en los viejos tiempos
- Ya me lo prometiste solemnemente la semana anterior lo recuerdo perfectamente y espero que recuerdes que yo también te hice una promesa solemne – me respondió y eso no me gusto para nada
- ¿De qué hablas? – pregunté sin entender a qué se refería, aunque si soy sincero si lo sabia
- ¿Debo recordártelo? – preguntó mientras se levantaba y sacaba de detrás del perchero viejo de madera, una vara larga, no muy gruesa y algo gastada, que no había visto nunca en mi vida
- Pero, pero – estaba realmente asustado hace dos años que no me ponía una mano encima y jamás, jamás en mi vida me había castigado con una vara
- Pero nada muchachito – me respondió serio y decidido
- Paaapii – supliqué como un niño asustado, si bien nunca había recibido un varazo mi tío sí que había castigado a algunos de mis primos con ella y sabía que no era nada bonito, de inmediato di dos pasos hacia atrás estaba asustado, realmente asustado, quise correr pero mis pies no se movían fue como si se hubiesen quedado pegados al piso con cemento, mientras mi padre me tomaba del brazo con mucha fuerza
- Nooo no no ¿qué haces? ¡Qué haces! – grito
- Te voy a enseñar de una vez por todas a no faltar a tu palabra – y lo último que escuché fue un silbido que surcaba el aire
- ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ – no tuvo piedad alguna conmigo
- AAAAAA NOOOO AAAAA YYAYAYAYAYYYYYYY NOOOOO PERDOOOONNNN – chille como si me desollaran – NOOOO PAPIIIII – quise correr desesperado pero ahora iba a hacerlo, imposible mi padre me tenia bien cogido
- ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ – y siguió con el mismo patrón
- AAAAUUUUUYYYAAAAAUUUUU AYYYAYAYAYAY NOOOOO AYAYAUUU MMAMIIIIITAAAAAA
- ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ ZWRAAZZZ
- PERDONNN PERDONNN PAIIIITOOOO PERDONNNN – estaba con pantalones de mezclilla pero no me protegieron ni una mierda, auuu que dolor más grande, papá me soltó el brazo y me abrazó con fuerza hasta que dejé de llorar y solo quedaron sollozos involuntarios – Per per perdón nunca maás voy a beber…uuuuuuu – gemía sin poder creer en el horrible dolor que tenia – Ni ni ni voy a conducir ebriooooo – empecé a jurar y prometer solemnemente como cuando era un niño pequeño – Nii nii voy a faltar a mi pala palabraaaaa – jure dolorido
- Eso espero mi amor, eso espero, porque esto es algo que no quiero repetir en mi vida
- Nii yoooooo paaapiii, niiiyoooo
Volvió
a abrazarme y me lleno de besos,
ayyayyaayy no pude sentarme cómodo en dos semanas. No he vuelto a beber
desde entonces.
Feli con tu regreso Cat, he disfrutado como enano con tu varita mágica, en un inicio pensé que se trataba de algún relato mágico, pero la analogía es fantástica, cualquiera con la magia de esa varita cambia para bien y se obra el milagro.
ResponderEliminarNo te pierdas tanto guapa, pero entiendo, tu vida laboral esta liada.
Marambra
Cat de nuevo con nosotros, te extrañaba mucho, se que no tienes tiempo, pero esta vez te perdiste demasiado, ya estoy casi resignada a no leer a Raulito, pero estos mini son capsulitas de alegría, no nos las hagas faltar te lo ruego.
ResponderEliminarOli
De vuelta en casa Cath, que lindo y con una varita que malvada, pero estuvo divertido el relato.
ResponderEliminarOye no te pierdas, que me gusta mucho tus publicaciones.
SOfi
Genial Cath!!! Regresaste!!!!!!
ResponderEliminarMe encantan tus historias, ojala puedas retomar pronto la historia de Raul, estaba super interesante, pero ya lei que no tienes mucho tiempo, asi que bueno mientras algo de tiempo estas Mini Historias no pueden faltarnos
Un Abrazo
Mimi
Gracias por sus comentarios chicas y tambien por su comprensión, voy a tratar de robarme un tiempo para poder actualizar o mandar algo mas seguido
ResponderEliminarUn beso y hasta pronto
Santo Dios con esa vara uno promete lo que sea y después nadie niega que es mágica!!
ResponderEliminarjajaja pobre chico!!
Que linda forma de aparecer Cath!! Que buen corto!!
CathBlue como siempre un gusto leer tus historia, realmente son lindas las amo, este fue un corto que me gusto mucho, me divertí por el cuento de la varita mágica mas cuando se vuelve realidad en su trasero jeje
ResponderEliminarEspero que estés muy bien y pronto leerte.
Muchas gracias Chicas
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