Hirpitas
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 8 de Mayo del 2017
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Capítulo 3
Picotazos al corazón
Autora Marambra
- Buuuu buuuu – Lorenzo lloraba como si no hubiera mañana, asustado y paradito como estaba frotándose el culito, su padre acababa de golpearlo… bueno a darle su primera paliza oficial pero esta vez con un motivo muy grande
- Discúlpate de tu hermanito – ordeno el rumano agarrando con una mano a Lorenzo que lloraba y con la otra a Yhanku que no quería ver a los ojos de su hermano y se aguantaba el puchero de la boca por puro orgullo, el poco que le quedaba tras lo que dijo Lorenzo… Yhanku era un niño especial desde que naciera, muy sentido cuando herían su tierno corazón
- Noooo – contesto muy decidido Lorenzo sin dejar de frotar sus ojitos rojos, tenía la cara un poco sucia de sudor y tierra, y la nariz con algo de mocos verdes, se había resfriado la noche que Jacinto nació – … él se comió mi galletita – contesto inocente Lorenzo metiéndose un dedito a la boca, sin darse cuenta del verdadero daño hecho a su hermano mayor
Y a Illien padre
solo le quedo dar un suspiro y alzar a ambos niños en su regazo y acunarlos sin
saber cómo explicar lo que estuvo mal porque al fin y al cabo Lorenzo apenas tenía
5 años cumplidos, aun mojaba la cama de vez en cuando sin sentir nada hasta que
era tarde y Yhanku era extremadamente sentimental, tierno y sobreprotector…
algo así como un niño ángel; y se quedo así, con ambos pequeños sentados sobre
sus rodillas y sus sucias cabecitas llenas de tierra y sudor apoyadas en la
amplitud de su rubio pecho, mientras él subía y bajaba las rodillas simulando
dos caballitos de carrusel, como esos a los que él subía siendo niño en su
amada Dobrogea, la ciudad donde nació en Rumania mirando el mar negro que
besaba sus pies cuando de travieso corría a la playa solo por sentir la
frialdad del agua en sus dedos… algún día los llevaría, pensaba ajeno a lo que
sus hijos hacían sobre su regazo hasta que el llanto de uno exploto… acababan de pelear de nuevo de la nada y nada
menos que en su delante.
- Buaaa maaaalo – grito Lorenzo, Yhanku le propino un manotazo e hizo volar sus galletas lejos, desgraciadamente sobre el agua sucia donde su padre lavo la ropa de ambos antes de que todo empezara
- Pero qué demonios – murmuro Illien padre incapaz de creer lo que Yhanku hizo – ¿Por qué hiciste eso Yhanku? – le pregunto frunciendo el ceño, antes había querido la misma galleta y Lorenzo no quiso invitarle y ahora que le invitaba una, ni siquiera la rechazaba, la aventó con rabia – Yhanku – insistió sacudiendo un poquito a su hijo para que responda, como si quisiera darle una oportunidad para explicarse y es que Yhanku simplemente se quedo callado y bajo la mirada apretando sus deditos y empezó a morderse el labio, hasta ahora se daba cuenta de lo tremendamente callado que era Yhanku con él… durante todo este tiempo, una semana en sí desde que Jacinto naciera y Narda siga en el hospital, Yhanku había cruzado solo el saludo con su padre a diferencia de Lorenzo que le contaba todo, desde que descubrió que las hormigas rojas pican feo hasta que encontró unos gusanitos en la tierra – ¿por qué tiraste la galleta Yhanku? – volvió a preguntar pero esta vez mirándole a los ojos y vio en ellos toda la culpa que pueda albergar un niño, porque sus ojos estaban cuajados de llanto y si no lloraba era claro porque aun le restaba algo de orgullo – Yhanku – insistió poniéndose más serio, pero dando un beso en la frente de Lorenzo que empezó a cabecear de sueño mientras se limpio los moquitos con el dorso del brazo… una imagen muy interesante que despertaba ternura, justo lo que sintió Illien que no pudo resistir darle un beso, gesto que sin querer lastimo profundamente a su hijo mayor, vulnerable e inseguro de su amor paterno, pero en vez de llorar Yhanku golpeo a Lorenzo en la cara con toda la mano abierta, como si quisiera darle un sopapo haciéndole llorar y asustar además porque Lorenzo se había quedado dormido
- BUAAAA – y lloro de verdad porque el golpe de Yhanku no fue una caricia y menos sin intención, tenía toda la intención de lastimar, si hasta tenía un brote de sangre en la boca porque Lorenzo se magullo el labio con sus propios dientecitos – BUAAAA BUAAAAA – grito peor al ver su sangre en la mano e Illien en un rápido reflejo puso a Lorenzo en el piso limpiándole la boca y cogió a Yhanku antes de que el niño escapara, que no era su intención, es mas Yhanku se quedo parado donde lo puso su padre al bajar a su hermano mirando como lloraba Lorenzo y sin sentir nada más que su corazón golpear su pecho cuando vio la sangre, golpeándole de prepo el recuerdo de su madre tirada en el piso y la ropa teñida de rojo… algo que en su vida olvidaría; pero de pronto sin saber que estaba sucediendo Yhanku se vio alzado del piso como si volara para aterrizar sobre las rodillas de Illien y por si fuera poco el harapiento pantaloncillo corto que llevaba encima sin siquiera vestir ropa interior fue arrebatado por las manos de su padre
- Plaf plaf plaf – y tres horribles picaduras cayeron sobre su piel descubierta precipitando su asustado corazón a latir con fuerza como si un gorrioncillo quisiera volar de su pecho, pero en vez de eso solo voló su queja
- buaaaaa – era un hecho, Yhanku no era insensible al dolor pese a su intención de no quejarse, más que por arrepentimiento por miedo a su padre y su enojo para con él… quizás no era tan bueno que le preste tanta atención, quizás era mejor que lo trate como antes, con indiferencia pensaba el pequeño mientras procuraba soltarse sin lograrlo
- Plaf plaf plaf – pero su padre ajeno a los pensamientos del pequeño volvió a repetir la dosis una vez mas
- Buaaa auu auuu – lloro más fuerte Yhanku llevando la manita atrás, pero papá la atrapo con facilidad y la sostuvo a la altura de la espalda baja
- Eso plaf no plaf se plaf hace plaf – punteo cada palabra con una nalgada de moderada intensidad – PLAF – y corono la paliza con una más firme a nivel de la unión del pequeño trasero con las piernas dejando esta área particularmente roja
- BUAA DUEEELE – se quejo con todo su corazón y con la cara llena de lágrimas ajeno a lo que Lorenzo hacia… llorar junto con él, asustado paradito como un mini soldado al lado de su padre sin animar a moverse, estaba como paralizado, para él también era no solo nuevo sino raro todo esto que empezaron a vivir con Illien aquellos días en que Narda estuvo ausente… de pronto papá estaba en casa con ellos y los llevaba a todas partes
- Así le duele a tu hermanito – recalco papá sin gritar y sin ira en sus palabras, sino con cariño, Illien estaba aprendiendo a tratar con sus hijos como debió hacerlo desde siempre, aprendiendo paso a paso a ser padre sobre todo para Yhanku – ahora discúlpate de él – ordeno poniendo a Yhanku sobre sus propios pies y parándolo frente a Lorenzo, besando al pequeño que todavía relamía el labio herido y lloraba con mucho sentimiento por la suerte de su hermano mayor, pero Yhanku no lo hizo, no quería y solo atino a encogerse sobre sí mismo y tratar de buscar su ropa e Illien padre dejo que lo haga, quería ver la reacción de Yhanku – Yhanku – repitió papá al ver que éste se giraba para marchare aun sin terminar de vestirse, lo que sentía era muy intenso – hijo, te estoy hablando, discúlpate de tu hermanito – volvió a decir papá agarrando sus manitos para que deje de lado la ropa, pero aquel gesto fue la gota que como el vaso y Yhanku empezó a llorar con amargura, pero no era el mismo llanto arrancando por el dolor de la paliza, era algo más hondo y más profundo que solo de adulto supo identificar que era
- NOOO agss aaaags aaagsss aggss NOO noo – se negó y se lanzo a llorar como si le doliera el pecho, su padre quiso alzarlo al darse cuenta que algo estaba mal, pero Yhanku no se dejo, no quería nada de él – es cieeerto tu no me quieeeres – lo acuso e llien padre se pudo blanco al asimilar aquellas palabra, pero antes de que pueda preguntar porque decía aquello Yhanku se soltó y le grito dolido – a mi no me diste un besito como le das a él, él tiene razón… tú no eres mi papá
Y
en vez de correr como tuvo intención, se acurruco en su sitio de rodillitas abrazándose
a sí mismo proyectando a los ojos de todos la más conmovedora imagen del
desamparo y del dolor, a tal punto fue la impresión que causo en su padre que
Illien creyó sentir un puñetazo en la boca del estómago, peor que el golpe que
le dio Rubén la noche que Jacinto nació…
Desde
aquel día, desde que se le pasara la borrachera y toque fondo y vea el estado
en que estaba y las condiciones en que vivía y condenara a sus hijos y todo por
el enojo que tenia contra Narda, Illien padre se hizo una promesa… “cambiar”,
eso mismo, cambiar para bien y había empezado esa misma noche que arrepentido
alzo a Yhanku y lo acuno en sus brazos y froto el moretón que le causara con el
cinturón sintiéndose una mierda misma por haber hecho aquello nada menos que
inmerso en la embriaguez y la ira, y aunque le duela tenía que reconocer que
debía agradecer la oportuna intervención de su mortal enemigo: el maldito
alemán como solía llamar a Rubén, sino solo Dios sabe lo que le hubiera hecho a
su propia criatura… y pensar que el pequeño de rencor no sabía nada, y apenas
le costó un beso para que su niño lo perdonara, el mismo beso que ahora le
reclamara y con justa razón.
Eran
las 4 de la tarde y acababa de volver con sus hijos a casa de la casa del nazi
como solía llamar a Rubén algunas veces y aunque no quería admitir, tenía que
reconocer que no tenía a quien más acudir en una situación como esta, con esa
confianza de que cuidarían a sus hijos como si fueran propios que no fueran
Clara y Rubén, no solo por la comodidades que ofrecía la casa en si, sino por
el amor que les tenían a los chicos; un amor que bien sabía no era porque
Yhanku fuera su hijo o porque los niños sean crías de Narda y Rubén aún babeara
por su mujer, sino porque Rubén era un hombre agradecido y tenía buena ley con
Arturo su suegro, era por el viejo que Rubén quería a sus hirpitas, sino quien
sabe nunca más hubiera dado la vuelta y ver de palco lo que pasara con su familia,
pues quiera o no Arturo, Narda y los niños, era su familia, la única que tenía
en estas tierras de Dios.
Así
que él como todas las mañanas de aquella primera semana en que Narda aun
estuviera en el hospital tan delicada, llevo como siempre muy de madrugada a
los chicos a casa de los Hanssen y se paso por el hospital el tiempo justo y
necesario como venía haciendo desde su ingreso, para comprar lo que hacía falta
y hablar con el médico y enterarse de cómo estaba Narda y de paso ver a su
pequeño Jacintito en la incubadora, él peladito no estaba muy bien, a causa del estrés del parto en el que casi
ambos cruzan la línea de la vida y su prematurez, el bebé se había tragado un
montón de meconio (caquita de recién nacido) y no tenia buena tolerancia a la
leche, además se le subió demasiado la bilirrubina y necesitaba estar bajo fototerapia
unos días, así que él entraba a ver a su pequeño luchar por su vida entre
movimientos reflejos torpes, totalmente desnudito con un enorme pañal que le
llegaba hasta las axilas, una piel toda arrugada y seca que daba miedo tocar,
lleno de lanugo dorado en el cuerpo, pero sin poder ver su cara, ya que la
máscara que pusieron para cubrir sus ojitos y la luz no lesione su retina y lo
deje ciego, prácticamente le tapaba todo, así que el rostro de su niño aun le era
ajeno; pero Illien había asumido que era suyo, tenía sus mismos dedos de los
pies pensaba mientras lo observaba y se quedaba dos horas a su lado
acariciándolo a través del guante de látex que tenia la incubadora para
manipularlo y no contaminarlo oyendo su llanto diminuto a través del cristal, a
veces como si le reclamara que lo tome en brazos y se lo lleve a casa.
Y
así se quedaba todos los días, dos horas que no hacía más que acariciarlo y
quererlo a su manera, después de aquello que coincidía con la finalización de
la visita médica y podía hablar con el médico tratante, el regresaba a su hogar
y se ponía en el arado solo bajo el sol con un sombrero de sao gigante para no
quemarse y al medio día se iba a la pensión a almorzar rechazando de todos la
comida, incluso de Clara aludiendo que iba al hospital a hacer compañía a
Narda, cosa que nunca se dio, pero no era que no quisiera verla, o le guardase
rencor o siguiera pensando que la parida criatura no era suya; era que tenía
que hacer dinero para pagar la cuenta del hospital y guardar el resto para
alguna eventualidad ahora que tenía un nuevo hijo, además quería comprar las
parcelas de tierra aledañas al terreno que usaba ahora, terrenos que pertenecían
al famoso Kikito Antelo, no tenía idea de quién era, del hombre sabía que era un tipo más viejo que el
sentimiento, amargado de tanta soledad y que estaba forrado en dinero y que
aparentemente le vendió las parcelas que ahora usaban a Arturo su suegro, sin
embargo no le había dado ni siquiera los papeles de propiedad.
Inicialmente
ni se intereso por aquello, pero luego en esa semanita que estaba las cosas
como estaban, entre idas y venidas se entero de los problemas legales que
Arturo estaba a punto de enfrentar, antes le hubiera valido un comino, pero
ahora las cosas cambiaban, el quería comprarle el terreno a Arturo y poner en
condiciones la casa, ¿porque no podría? se pregunto, si el maldito alemán había
construido una señora hacienda desde que se casara con Clara, trabajando su
tierra de sol a sol con sus propias manos, ¿por qué no podría hacerlo él?, si
él conocía el negocio de la agricultura mejor que Rubén que estaba empezando a
expandir sus horizontes con la siembra de soya, en cambio él había aprendido en
su Rumania querida todo lo referente al agro y aquí no era tan distinto, además
aprendió de Arturo lo necesario para empezar con reces, pero su sueño siempre
había sido otro… quería ir más allá que Rubén que se limitaba a la venta de
leche a las empresas lácteas del lugar, en cambio el quería producir dichos
productos y tenía el conocimiento y la experiencia, sus 15 años trabajando en
la famosa firma Danone en Francia le picaban las manos, por eso quería hacerse
con dinero antes de que Narda salga del hospital, pero aparte de aquel sueño el
necesitaba hablar con un abogado para averiguar cómo legalizas los papeles del
terreno de Arturo, al fin y al cabo solo le habían dado la minuta, no tenía
nada mas, y poner en orden todos los documentos referentes a la propiedad
tomaría tiempo y recursos, cosas de las que carecia su suegro debido a que era
analfabeto y segundo porque ahora el hombre estaba cuidando a su propio padre
en Portachuelo, el anciano estaba muy delicado y tiraba para largo la estancia
de Arturo en aquellas tierras, así que no le quedaba otra que ser el quien se
inmiscuya en esos asuntos, después de todo no podía ser un ingrato, Arturo lo
apreciaba y el aprecio era mutuo, por aquel agradecimiento, después del almuerzo
él empezaba a peregrinar de un lado a otro cobrando los favores hechos con
dinero, intereses, capital y deudas de juego.
No
podía dejar que Arturo se vea de la noche a la mañana sin nada y con él, ellos
mismos, ¿dónde podrían ir?, la tierra la había cultivado él y tenia entregas
que hacer, había comprado algunas cabezas de ganado y necesitaba lugar para
ellas, todo eso le tenía preocupado ahora, porque había oído a los lugareños
hablar mal del apoderado que ahora llevaba los asuntos de Kikito Antelo tras
que este cayera tan malamente enfermo con cáncer y si el viejito moría muchos
entre ellos Arturo se quedaba sin nada en la calle, porque el tipo no quería
entregar los documentos legales de venta del terreno, venta que se efectuó
justamente cuando empezaron los problemas de salud del antiguo dueño de eso
hace un año justamente, porque antes de eso Arturo vivía en una quinta muy
chica criando animales de corral, vendiendo huevo y aves cada fin de año una
quinta que no era suya, sino que el fungía de cuidante, así conoció a Narda
casada con Rubén y tras que él se la volara pues habían cambiado de terreno y
Arturo se endeudo hasta el cuello para comprar aquellas tierra que quería para
sus nietos en realidad para Yhanku, eso le había dicho cuando se caso con
Narda… el primer nieto que me den será el dueño de este terreno que acabo de
comprar, les había anunciado mostrándoles la minuta de la casa.
Y
en eso estuvo media mañana en ir a cobrar y hablar con un abogado y el resto
del tiempo estuvo en casa pero sin los chicos los había dejado en casa de Rubén
y fue a recogerlos a las 4 de la tarde y como siempre los chicos salieron bien
limpiecitos y cuidados, como solo una mujer puede atender a los niños y como
muchas veces Rubén y Clara lo invitaron a entrar y compartir pero el volvió a
negarse él en redondo y como era de suponer recogió a los chicos de la puerta,
prefería esperar que sus dos enanos salgan y tras cogerlos de las manos y
despedirse con una inclinación de cabeza y un gracias por la ayuda, camino como
si estuviera apurado en alejarse de las garras del infierno.
Normalmente
los hubiera dejado dos horas con doña Jesusa para terminar de sembrar, pero
prefirió no hacerlo, noche antes buscando ropa para salir al hospital se fijo
que el destartalado ropero estaba casi vacío y la cesta de ropa sucia ya
empezaba a trascender, si no hubiera sido Clara y Jesusa la ropa de Narda y el
piso estarían cubiertos de gusanos y un pútrido olor a muerte fermentando en el
ambiente de la hemorragia que le había dado a su mujer, pero ellas habían limpiado todo
mientras él permaneció en el hospital en espera de noticias la primera mañana
después del parto, así que decidió hacer cosas de la casa, dejo toda la mañana la
ropa de sus dos pequeños remojando en enormes bateas de aluminio al sol con
detergente para ir blanqueado como había visto a su mujer hacer cada día, es que dos niños chicos
y un corral cerca a veces era difícil identificar a los chanchitos; también
cambio la ropa de cama de su catre y el catre en el que dormían sus hijos,
quemo la estera que estaba con moho pese a que Clara la lavo, pero sangre es
sangre, apilo todos los platos y tazas sucias en otra bañera con detergente y
limpio la humilde vivienda a fondo, e hizo una lista de cosa por arreglar, y lo
primero en su lista era el techo, pero antes la ropa de sus enanos.
Así
que tras ver al abogado y recoger a los niños aliviado de la comida de los
chicos, los cambio guardando la ropa nueva que llevaban, Clara les había
comprado varias mudas de ropa, en otras circunstancias seguro que le devolvía
todo, pero ahora no podía estar de orgulloso, los chicos realmente necesitaban
ropa, así que guardo lo nuevo y los vistió con ropas viejitas para que jueguen
en el patio de tierra otra cosa de la que tener que ocuparse, cuando llovía
aquello era un lodazal y los niños se enfermaban, pensaba mientras iba
separando su ropa, haciendo a un lado todo aquello que ya no se podía remendar,
seguro serviría de pañales para el recién nacido, luego se puso a lavar ropa
mientras los dos pequeños por primera en su vida jugaban al lado de papá sin
que éste los este riñendo y lo que es mejor, sin que éste este borracho
durmiendo la mona debajo del naranjal.
Fue
una buena y gratificante experiencia para los tres, lllien saco un poro para
matear, algo que aprendió en el chaco y daba sorbos largos saboreando el amargo
brebaje en tanto sus hijos iban dando
tumbos, saltando y riendo de un lado a otro, corriendo tras las gallinas
mientras les daban maíz para comer, tomando agua de la tutuma que él dejara
cubierta con un viejo trapo limpio para que no se entren los insectos, además
puso también la bañera con agua para que vaya calentando y toque bañarlos como
Dios manda, una tarea que no hizo nunca con Yhanku pero si con Lorenzo… cuando
de pronto todo empezó
Eran
casi las 6 de la tarde, el sol empezó a caer en el horizonte mientras las
gallinas y los pavos entre cacareos y graznidos empezaron a trepar en la
chirimoya para pernoctar, una rutina diaria en el campo; Illien acababa de
colgar el último trapo lavado de su hogar, el aire olía a limpio y no a muerte
después de quemar la estera, ventilar la pequeña vivienda, tirar la basura,
deshacerse de todas las botellas de trago que últimamente bebía en exceso y
lavara toda la ropa dejándose encima lo justo y necesario para bañarse y bañar
a sus hijos y cambiarlos antes de cenar
cuando ya no más oyó gritar a Lorenzo un disparate que seguro oyó de su
propia boca.
- ¡Bastardo! – le dijo a Yhanku quitándole su galleta, mientras Yhanku se quedo seco como si alguien le hubiera quitado las pilas y quedara sin energía; él entendía perfectamente aquella palabra, Adelita la ahijada de doña Clara le había dicho que era una muy muy muy mala palabra y que ningún niño bueno debería repetirla, y significaba que un niño no tenia padre porque este papá no lo quería y pensó en sí mismo, total tenía 7 años ya y empezaba a entender muchas cosas, además siempre se pregunto porque su padre le decía aquello cuando se enfada con su madre…y cerro sus ojos, recordando el asco que el rostro de su padre proyectaba cuando lo veía y le gritaba aquello, siempre que ocurría eso él tenía miedo, no entendía lo que le decían pero sentía lo que le lastimaba, no era como cuando su abuelito Arturo, su tata querido se enfadaba; no, su tatita le daba un golpe en el trasero y luego le daba un beso, pero su padre no lo tocaba ni para castigarlo, solo le escupía aquella frase en la cara, ¿qué significaba todo eso?, ¿que Illien no era su papá?… ¿entonces quien era?, ¿por qué no nunca vino a verlo?, ¿será que tampoco lo quería? o ¿era que se había muerto?
- ¡Lorenzo! – Illien elevo un poco la voz para captar la atención del pequeño, no por enojo ni de sorpresa… la sorpresa acababa de pasar y sabía bien que la culpa era suya, mil y un veces le había gritado aquello a Narda sea en su borrachera o sea en su enfado por cualquier cosa, viendo con rabia y enojo a su propio hijo, haciendo de él el perfecto depositario de su frustración y su malicia, pero nunca se paró a pensar realmente que su pequeño consentido repita aquello como un eco y nada menos que a su propio hermano en plan saña… es que Illien vio que Yhanku le pidió invitada una de sus galletas ofreciéndole la suya a cambio, pero Lorenzo no quiso darle la suya y le dio un manotazo diciéndole algo que no llego a oír, solo la última palabra porque se la había gritado a la cara – ¿qué fue lo que dijiste? – le pregunto Illien cogiendo a Lorenzo de la mano antes de que pegue carrera parándolo frente suyo de donde estaba él, sentado en una vieja mecedora que había en el porche donde solía sentarse Arturo a fumar un charuto en las noches que el calor pelaba – Lorenzo, estoy preguntando, que fue lo que dijiste? – repito papá al ver que Lorenzo se quedo callado sin entender porque su padre reaccionaba de esa manera y todo inocente contesto
- Le dije bastardo – respondió mirándolo con sus enormes ojos miel rodeados de largas pestañas y la boca sucia de galletas menudas, a decir verdad lo único limpio que tenían eran las manos porque él se las había lavado para darles aquellas galletitas que Clara pusiera en la bolsa de ropa para los chicos
- Eso no se dice – dijo papá quitándole las galletas y poniendo a Lorenzo en su regazo, iba a quitarle la tontería que el plantara en la boca de su hijo por estúpido – esa es una muy mala palabra – agrego a tiempo de quitarle el pantaloncito que vestía confirmando la información que Yhanku ya tenía, y empezó a soltar un par de bofetadas en el trasero un poco subiditas de tono, tampoco era que iba a nalguearlo con ganas, vamos que Lorenzo ni traserito tenia de tan chico que era – PLAF PLAF – sonó el culito del niño y dos manos rojas se dibujaron de inmediato
- BUAAAAAAAAA – grito soltando la galleta en el suelo
- Plaf plaf plaf – y papá le regalo 3 más de menor intensidad, para dejar una impresión más en la cabeza y el corazón del niño que en su propia piel – eso NO se dice al hermanito – advirtió poniéndolo sobre sus pies, hasta ese momento no se había percatado de que Yhanku seguía parado a su lado, creyó que era porque tenía miedo de él o por ver qué pasaba con su hermano, pero en realidad Yhanku quería preguntarle porque Lorenzo no podía decirle aquello y él si – ahora discúlpate de tu hermanito – había ordenado cogiendo a ambos de las manos
Pero
ni Lorenzo se disculpo, ni Yhanku tampoco, cada cual tenía su razón para estar
herido, Lorenzo porque Yhanku se comiera una de sus galletas sin permiso y
Yhanku porque acababa de descubrir que lo que le dijo Adelita era cierto,
bastardo era una mala palabra y significaba que era un hijo sin padre y el que
Illien no lo bese a él confirmaba aquello, porque además toda esta semana que
iba a casa de don Rubén y doña Clara él había visto como el maldito alemán como
llamaba Illien a Rubén, no era tan maldito, amaba a su hijo, lo alzaba por los
aires aun cuando Logan eran más grandote que él, y le deba besitos en su cabeza
cuando se levantaba de la mesa y no solo a Logan sino también a él, ¿sería
cierto es que a veces decía Illien
papá?, que él no era su hijo, sino hijo del alemán… si eso era cierto ¿por qué
Clara no era su madre?, o ¿es que ellos tampoco lo querían y por eso lo dejaron
en ese rancho sucio donde incluso su madre lo pegaba?.
¡Oh
Diosito!... Diosito, no seas malito y que papá me dé un besito…. Rogaba.
Que hermoso capitulo Marambra... se me ha hecho un nudito el corazon, de verdad... creí que Illien padre iba a ser un monstruo, pero pinta si lado amable.
ResponderEliminarGracias por el capitulo, pero no te olvides de Mi gemelos como los re bautizaste
Ginebra
Marambra por tu culpa no puedo odiar a nadie! Son tan humanos tus personajes que no hay villanos sino personas con errores y aciertos... Y yo quedo con el corazon en el puño 😢
ResponderEliminarHay me estoy enamorando de esta historia de los hipitas chichitos como dicen ustedes pero con las dos me sacas lágrimas esque tiene muchos sentimientos y el rumano pues que aprenda de sus errores me encanta
ResponderEliminarOh Marambra, acabas de hacerme llorar, ya estoy enganchada a esta historia, no se a cual ser mas fiel jejej
ResponderEliminarSofi
Un pañuelo por favor... estoy tan conmovida, Marambra como siempre revuelves mi corazón.
ResponderEliminarChany tiene razón, no se puede odiar o amar por completo a tus personajes, apenas tenemos una impresión perfilando al personaje y de pronto aparece otra versión del mismo, con otros matices que es realmente difícil odiar, amar o catalogar con una etiqueta a las personitas imaginarias que creas.
Eso es lo maravilloso de tus historias, son muy humanas, llenas de errores y cosas positivas.
Oli
uuuff no me imaginaba este capi tan lindo!!
ResponderEliminarPobre Yhanku como sufrió por la diferencia del Papá...