jueves, 1 de junio de 2017

Tonino; Cap. 20; Autora Marambra

Tonino
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 1 de Junio del 2017
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Capítulo 20
Linchen al acusado
Autora: Marambra

La otra tarde… hace una semana más o menos, mi hermana y yo salimos a dar un pasero; hacia mucho que ninguno de los dos caminábamos como antes por el mero placer de disfrutar de la tarde y sus encantos, creo que desde que Tonino y todos nosotros despertamos a la pesadilla que se convirtió vivir en Austria.

  • ¡Qué hermosas flores! – murmuro mi hermana cogiendo en sus manos un ramo de tajibos blanco y tenía que darle la razón, aquello parecía un hermoso copo de nieve gigante de lo blanco que era – me gustaría hacer un bouquet con estas flores para Romina – comento pensando en la chica que pronto seria su nuera, la novia de Moritz
  • Probablemente no funcione – murmure pensando en la fragilidad de los pétalos que sostenía mi hermana en sus manos
  • Bueno, eso también dijeron Hanna y Chiara de Tonino y Moritz y  míralos ahora – me respondió con una sonrisa y yo no tuve más remedio que darle la razón

Cuando ella decidió dar el gran paso y adoptar a Moritz tras lo sucedido en el parque, ambos tropezamos con un montón de obstáculos en el camino para hacer aquello realidad y digo ambos porque mi hermana acudió directamente a mí para poder iniciar los trámites de adopción sea cual sea la situación de Moritz después de la cirugía, es decir salga ileso o con alguna secuela y yo pues, tras conversarlo largamente con ella y darle un tiempo para meditar seriamente sobre aquello, recordándole una y otra que no era fácil  después de todo hacerse cargo de un niño minusválido, decidí ayudar a mi hermana, yo iba a hacer lo que esté en mis manos para ayudarla con aquel proyecto y que mi hermana sea feliz; fue entonces  cuando acudí a Hanna y Chiara, total, ambas me habían hecho en gran favor de agilizar los documentos de Tonino para tenerlo en mi poder antes del año obligatorio, claro que todo eso no fue por influencias, sino porque ambas estaban con la necesidad imperiosa de que Tonino salga del circuito por el riesgo que corría dentro del sistema de ser nuevamente retirado del orfanato bajo circunstancias sospechosas y puesto de nuevo en las calles obligado al robo sistemático como estaba ocurriendo con otros pequeños.
Desgraciadamente no pude contar con ellas desde la primera instancias por un asunto meramente burocrático, pero seguimos adelante con los planes con la esperanza de que en algún momento pueda contar con la orientación de Hanna o Chiara y cuando por fin pudimos hablar con ellas las cosas se complicaron por el impacto que tuvo este asunto en la prensa y todo a raíz de las declaraciones de un médico que ni siquiera era el médico de cabecera de Moritz, sobre la salud de Moritz que implicaban y de hecho acusaban a Tonino como autor del hecho; cosa que trascendió a instancias superiores del colegio, pues hasta ese momento y en pacto con el director del colegio se trato de mantener el caso como un asunto propio del establecimiento y dar tiempo para investigar un poco más allá y estar seguros de donde apuntar el dedo acusador, pero la torpeza de aquel hombre que estaba claro solo buscaba notoriedad afecto y comprometió la investigación, pues los implicados usaron aquel pretexto para apartarme de la investigación y encima presionar al director del colegio el Sr. Müller para expulsar no solo a Tonino sino a Oliver o caso contrario renunciar a su cartera… para todos los que seguíamos la investigación de la red de traficantes de niños, estaba más que claro que no era más que un intento de entorpecer la investigación y evitar ser descubiertos.
Pero este asunto no solo estaba afectando la investigación que si bien me preocupaba no me quitaba el sueño, total la policía tenía la obligación moral de seguir con el curso de las investigaciones de forma imparcial y tarde o temprano la verdad mostraría su fea cara a la luz del sol y todos se enterarían de cómo fueran las cosas en realidad, tampoco me impaciente cuando me suspendieron de la investigación, yo sabía que mis colegas seguirían adelante conmigo o no dirigiendo aquello, pero otra cosa era este asunto en el plano familiar, que era lo que realmente me preocupaba porque Tonino se vio muy afectado a tal punto de no querer ir al colegio, de pronto el cole que inicialmente fue su refugio emocional cuando empezó a reintegrarse socialmente, ahora pasaba a ser un lugar desagradable a causa del repudio del que fue objeto.
Desgraciadamente la presión social fue tan grande que lo único que quedaba por hacer era esperar que Moritz despierte del coma inducido al que estaba sometido y pueda por propia boca dar su declaración y resolver el misterio para blanco o para negro, solo que las cosas no salieron como yo esperaba… como mi  familia esperaba, Tonino sobretodo, porque Moritz cuando por fin abrió los ojos y el médico tratante su neurólogo el Dr. Jones dio luz verde para que Moritz de su declaración una vez superadas las pruebas neurológicas… no aclaro el asunto; Moritz no recordaba mucho de lo sucedido complicando la vida de Tonino para mal… aun recuerdo su rostro después de oír a Moritz hablar con la psicóloga y la policía, lo peor era que nada podía hacer por eso, no podía obligar a Moritz acordarse de lo ocurrido, después de todo recién despertaba después de estar una semana de estar sedado, excepto correr tras de mi hijo y abrazarlo con fuerza y prometerle que todo saldría bien.

  • Looooo sss sssien ssiento – musito Moritz siseando apretando con una de sus manos la mano de su médico tratante el Dr. Jones – peeero no mmm mmm – se trababa pero no porque tenga una lesión cerebral que comprometa el habla, sino porque el golpe que había recibido en la cara y fisuró el maxilar, por lo que Moritz apenas podía abrir la boca y su lenguaje era un poco confuso – nooo me acuerdo que paso – agrego con cara de susto, le habían dicho que iba a venir dos personas a hablar con él y sin embargo había un bollo de gente ahí a parte de su médico de cabecera, de Gerhard, de la enfermera de turno y Chiara que aunque estaba presente no podía intervenir 
  • O sea no te acuerdas que te ataco Antonio Küffer – pregunto la supuesta psicóloga del estado, una bruja que nada tenía que hacer con el trabajo de Hanna o de Chiara
  • Disculpe, pero usted no puede conducir las preguntas a su conveniencia – le llamo la atención el colega que estaba supliéndome en esta parte del trabajo investigativo por como dije antes: conflicto de intereses debido a que Tonino era el otro implicado
  • ¿Antonio qué? – murmuro Moritz y no es que no recordara esa parte, él desconocía mi apellido y aun sabiendo que lo habían adoptado, él solía llamarlo Edvije, por el apellido paterno que Tonino tenía antes; ahora, no es que en el orfanato se nombre a los chicos con sus apellidos reales, sino que Antonio y Moritz, en algún momento del pasado antes de que Tonino fuera sacado del orfanato en circunstancias sospechosas, él y Moritz ingresaron a la oficina del director a jugar y sin querer leyeron sus expedientes, folders que en su momento no dieron importancia hasta que vieron sus fotos en la portada, una foto que cambiaban cada dos años de los niños que se quedaban sin ser adoptados y fue ahí que ambos conocieron sus apellidos reales con los que nunca fueron nombrados
  • Antonio Küffer, quizás lo conoces como Antonio Edvije – murmuro la famosa y tonta psicóloga mirando con aburrimiento al pobre de Moritz, quien hizo memoria a la sola mención del apellido biológico de Tonino
  • AAA Tooo Toniiiino – murmuro sonriendo al recordar a su amigo – no creo, no creeeo que ssss ssea él – agrego frunciendo el ceño como si se esforzara en recordar, Gerhard y el neurólogo de Moritz, nos habían advertido que podía haber quizás secuelas por la hemorragia y eso incluía la pérdida total o parcial de la memoria, cosa que parecía ser el caso, detalle que me puso francamente nervioso porque de su memoria dependían muchas cosas, entre ellas la reputación de Tonino
  • ¿No crees? – pregunto uno de los policías – o no recuerdas
  • No recuerdo todo – murmuro mirando a su médico que le sonreía y apretaba su mano para tranquilizarlo, es que Moritz realmente se estaba poniendo nervioso
  • Tranquilo Moritz – intervino el doctor – no pasa nada si no recuerdas mucho o nada – le dijo con una sonrisa sincera en los labios como diciendo está bien – ya te acordaras más adelante
  • ¿Y si nunca lo recuerda? – pregunto el ayudante de la tonta psicóloga que abrió su boca para semejante cosa, como si quisiera causar un trauma en el pequeño, de verdad que me dio ganas de pegarle un puñetazo a ese par de brujas
  • Pues nada, eso tampoco es malo – contesto el médico apretando la mano de Moritz con cariño, pensando obviamente en el bienestar del niño y no en la investigación
  • Noo es que no recuerde – contesto Moritz a manera de disculpa, realmente afectado por no poder tener aquello claro en su cerebro – es decir, recuerdo a Tooonino conmigo en el paa paaa parque, pero nnn nnn no recuerdo que me  laaastimaaara, no creo que sea aaasí, peeero noo estoy seguro lo sieeento – tartamudeo queriendo llorar, se notaba el esfuerzo que hacía por exprimir literalmente sus neuronas y querer recordar ese trozo de su pasado que parecía estar en blanco

Pero esa declaración solo complico todo, Tonino se enfado con Moritz, entendiendo la repercusión de las palabras vertidas por su amigo, y no es que alguien se las contara, Tonino había venido con Laura muy contento al hospital con la idea de poder por fin ver a su amigo del alma, charlar y  jugar una partida de ludo y dejarle su regalo apenas se enteraron que trasladaron a Mortiz a una sala común y que ya podía recibir visitas, obviamente mi hermana ignoraba que Moritz tenía primero que atender a la policía, así que cuando llegaron la enfermera le explico que estaba con visitas sin fijarse en Tonino que venía con una caja de rompecabezas para Moritz se escabullo del lado de mi hermana, buscando la habitación en la cual estaba Tonino y oyó sin querer la última parte de aquella entrevista.

  • Así que posiblemente Antonio Küffer pudo haberte lastimado, ¿eso lo que quieres decir? – pregunto mi colega y no lo culpo, era su trabajo, tenía que rebuscar hasta en el mínimo rincón o escrudiñar cualquier hueco que se presente para hacerse con pruebas
  • Suuu suupongo – murmuro confundido – no lo sé – agrego y eso fue lo que Tonino oyó y pubescente como era reacciono de mala manera, pero lo que lo comprometió o mejor dicho le complico la vida, fueron sus propias palabras, total, si algo había claro para la policía era que no se podía dar por hecho esta entrevista, y que había que volver a interrogar a Moritz cuando realmente este mejor; porque la investigación no se centraba solo en el hecho de la golpiza, de ser así la policía no se involucraría y obviamente dejaría esto en manos de los interesados: el colegio y mi persona, sino que se quería descartar que esto sea algo planeado por terceros, pero no pude explicarle aquello a mi hijo porque mi hijo se me adelanto, o más bien me sorprendió como al resto
  • ERES UN TOOONTO – chillo con lágrimas en los ojos.

Toda la semana había sido una calamidad para él, siendo acosado por todos sus compañeros del cole que no paraban de llamarlo matón, un rumor que el famoso Alfred había regado como pólvora en el suelo, y nada fuera eso, sino que empezó a presionarlo de mala manera tratando de que Tonino escape de la casa para volver con él a las calles y robar de nuevo, plan del que me entere muchísimo tiempo después; y como imaginaran, Tonino más que nadie estaba aferrado a la idea de que el asunto se aclararía apenas Moritz abra los ojos y les diga a todos que no fue él quien lo golpeo, había soportado toda la semana sin quejarse ni defenderse, repitiendo una y otra vez “Moritz sabe que no soy yo”; pero ahora Moritz echaba por el suelo esa esperanza, solo quería limpiar su nombre, a él no le importaba que se sepa quién fue el atacante, eso al parecer le concernía solo a Tonino porque aun sabiendo quien fue prefirió guardar silencio, Moritz nunca vio la cara de sus verdugos solo vio a Tonino delante suyo siendo sujetado por un encapuchado que le tapaba la boca mientras a él lo golpearon para que Tonino vea aquello como una advertencia; así que entre eso, la presión de la gente a raíz de la torpeza de un médico residente que hablo por demás, la propia siembra de la prensa que hizo público el asunto, Tonino se vio acorralado y su única fuente de paz, era que Moritz sabía que no era él quien lo ataco, y estaba esperando con ansias que diga aquellas simple frase: NO, No fue Tonino, pero Moritz no se acordaba de mucho por no decir nada y condeno a mi niño al repudio público, porque yo siempre creí en su inocencia.

  • Tooniiino – murmuro asustado Moritz al ver a mi hijo en la puerta gritándole aquello, fue un shock también para Moritz porque se sintió fatal al darse cuenta que sin querer había acusado a Tonino de algo que no tenia certeza si ocurrió o no
  • ERES UN TRAIDOR – agrego Tonino, era demasiado tarde para Moritz o cualquier de nosotros aplaque su enojo, estaba furioso y salió corriendo de la habitación, tirando el regalo al piso haciendo volar todas las fichas del rompecabezas a los pies de mis colegas, de los médicos y los psicólogos; ya se imaginaran como me sentí, aquello era como gritar que lo había hecho y que coacciono a Moritz para callarse
  • ¡TONINO! – grite sobre su grito al verlo levantar la mano para arrojar la caja del rompecabezas sin poder evitar que lo arroje

Y salí corriendo tras suyo sin siquiera disculparme, mi hijo estaba como loco con lo que acababa de oír, salió disparado como una bala y no lo digo por exagerar, realmente estaba corriendo sin mirar nada, solo Dios obro el milagro que no se lo lleve por delante  cualquiera de los coches que a esa hora transitaban de un lado a otro en la amplia avenida, lo que me obligo a correr tras suyo y poner a prueba mi capacidad pulmonar y habilidad física, y solo logre alcanzarlo cuando se tropezó con la canasta de una mujer que salía de un supermercado.
Juro que tenía unas ganas de azotarlo ahí mismo pero sabía que no podía hacer aquello, mi pequeño estaba en un estado de estrés terrorífico, agitado e hiperventilando y lloraba como si no pudiera hacer otra cosa que eso, realmente me desgarro el alma verlo así, pero también renació el enojo que tenía por correr como lo hizo sin medir consecuencia alguna, vamos que estaba con el brazo escayolado, ¿qué quería?... ¿que se lo lleve un auto por delante?, ¿caer y fracturarse de nuevo?, ¡Dios! estaba tan enojado que apenas logre llegar a él lo levante del suelo sin consideración alguna como se levanta un saco de patatas.

  • ¡¿Qué diablos Tonino?!... ¡que te sucede! – lo zarandee pero no espere respuesta, pues lo abrace con fuerza sorprendiendo a todos los que me miraban con cara de loco desquiciado, cosa que no me importaba en lo absoluto excepto calmar a Tonino – Ya hijo, ¡YA!.. ya paso – agregue mientras sus delgados brazos abrazaron mi cintura y su cara se escondía en mi pecho, estaba asustado
  • Pero él ha mentiiiido – lloro entrecortadamente, sin dejar de abrazarme, estaba como temblando de rabia, de pena y seguro de miedo – me ha acusado diciendo mentiras – se quejo seguro repasando en su cerebro las palabras de Moritz, en otras circunstancias se que Tonino no hubiera actuado de esa manera, pero el vivir en las calles habría recrudecido su alma y matado gran parte de su inocencia y el sabia de sobra que hablar con la policía era tener problemas gordos, además en su código de honor no había nada peor que un soplón y encima mentiroso, que fue el cartel con el que él condenó a Moritz
  • No ha mentido hijo, el está confundido – agregue, pero no logre convencerlo, a Tonino se le metió a la cabeza que Moritz quería meterlo en líos, que lo hacía a posta
  • NOOO… El es un mentiroooso, COMO TU – grito con fuerza jalando el cuerpo a un lado, a estas alturas del partido era un hecho que Tonino estaba fuera de sí, estaba enfadado con Moritz y como no lo tenía frente suyo deposito su mal humor en mi
  • BASTA Tonino – me vi en la obligación de cortar el berrinche, estábamos en un lugar público y ambos empezábamos a ser el centro de todas las miradas, nuevamente – te estás portando ¡fatal! – agregue y empecé a jalarlo del brazo para volver al hospital, tenía que disculparse de Moritz mentira o no de por medio, pero Tonino se empaco en el piso y no quiso dar un solo paso más, es más se tiro al suelo y se sentó de rodillas, realmente estaba haciendo un espectáculo de aquello – vamos hijo – dije con una calma que no sentía para nada, estaba enfadado  y quería saber cuándo volverían a interrogar a Mortiz o que iban a pasar – ¡párate de una vez! – le ordene jalándolo del brazo sano hacia arriba
  • NOOO – respondió en voz alta, definitivamente le estaba importando muy poco que la gente nos mire, seguro de que yo no iba a hacer nada en público
  • ¡Párate Tonino!, que vamos a ir al hospital nuevamente y te disculparas con Moritz por tirarle aquella caja a la cara – dije sin gritar

Vamos que no iba a llamar más la atención del público de lo que ya tenía, pero al mismo tiempo cuidando mis espaldas, es que si lo piensan bien, decir aquello en voz alta y sin gritar era como contar lo que realmente sucedido a los que nos miraban juzgándonos, sobre todo a mi sin saber la razón, poniéndome en el papel de padre comprensivo que pese a semejante trastada estaba procurando de que su hijo se calme y haga lo correcto, claro que si bien la gente cambio el semblante y me dedico una media sonrisa de consideración, Tonino se lo tomo del lado errado, se paro como un rayo y me dedico una patada en la espinilla que me hizo ver estrellas.
De aquel evento recuerdo dos cosas puntuales, la cara de la gente que agrando los ojos e incluso hubo algunos que manifestaron su desagrado verbalmente con un “OH por Dios acaba de patear a su padre” y la cara de susto de mi hijo, Tonino se puso blanco como un papel apenas se dio cuenta de lo que hizo, imagino que pensó que yo iba a darle una paliza ahí mismo, ya le había dado en una alguna oportunidad una tunda por lo mismo y le había dejado bien claro que no me levante la mano y viéndose en un lugar público como en el que estábamos, solo atino a correr calle abajo aprovechando mi desventaja a causa del dolor, desapareciendo no solo de mi campo visual, sino de mi vida por una temporada.


1 comentario: