La fuerza del corazón: Cap. 1: Autora Estrella

La fuerza del corazón

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 22 de Septiembre del 2017.

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Capitulo 1

Autora: Estrella

Eli se encontraba caminando en una de esas abarrotadas calles mirando tiendas para distraer su mente, aunque en realidad no miraba nada, estaba ensimismada en su soledad de la cual a veces quería escapar, el no tener hijos a veces hacia que se sienta incompleta y era cuando pensaba en lo errado de los comentarios de la gente que solía decirle que tanto ella como Peter tenían el matrimonio perfecto; sentimiento que solía recrudecer cuando se veía forzada a la soledad largas temporadas como estaba ocurriendo ahora, es que Peter últimamente se pasaba tardes enteras metido en su oficina buscando cabos sueltos para atrapar al famoso estafador de todos los tiempos y por si eso fuera poco se llevaba el trabajo a casa, así que las noches de Eli estaban empezando a volverse pesadas.

¿Pero quién podría acusar a Peter?, él estaba a cargo de la investigación de cualquier pisa que sirva para atrapar a Neal Caffrey el estafador que tenía a medio mundo en jaque y al ella puesto de cabeza, pero no podía juzgar a su marido era un profesional y tenía años dando vueltas y vueltas en las pistas falsas que dejaba el chico ya que era muy astuto, pero aun así le gustaría que Peter saliera de esa oficina de vez en cuando y la invitara a salir más seguido; con esos pensamiento flotando en su mente Eli que caminaba sin rumbo fijo choco de frente con una heladería en la cual se desarrollaba una escena muy interesante que llamo poderosamente su atención y no sabía si era por el enojo de la ventera o por el berrinche que estaba armando un singular muchachito que rogaba por  un helado de chocolate.

• Señoraaa ya le dije que no es posible que mi tarjeta no pasé, eso es falso – dijo haciendo pucheros y cruzando los brazos el apuesto joven de ojos azules
• Pues yo ya te dije que tu tarjeta dice que no tiene fondos suficientes – respondió la mujer que atendía la heladería
• Peeero yo – y lo interrumpió la señora
• Haga el favor de retirarse niño o paga con efectivo – dijo sería la mujer
• Me puede dar dos helados grandes por favor – dijo Eli sacando su tarjeta y dándosela a la señora la cual le dio su recibo de pago y procedió a preguntar de que sabor serían – el mío de vainilla y el tuyo le preguntó a Neal
• Chocolate – respondió con esa sonrisa que conquistaba a todos, bueno menos a la heladera que no estaba dispuesta a darle un helado gratis a Neal

Eli se sentó en los sillones que estaban en la heladería y con un gesto invito a que Neal haga lo mismo, quien acepto de buena ganas diciendo un tímido “gracias” por el helado que le compró;  durante ese tiempo ella se dedico a observar detenidamente al chico pues le hizo gracia ver como un niño de 16 o 17 años alo mucho hacía pucheros por conseguir un helado, y tras mucho observarlo algo hizo click en su cabeza… era él,  el ladronzuelo que su marido buscaba por años y que hiciera que ella pasara varias noches sola en casa, y sacudió la cabeza, su marido no podía estar más equivocado, según Peter el famoso estafador Neal Caffrey tendría unos 23 años y para ella estabamás claro que el mentado Neal ni en sueños podría ser mayor de edad a lo sumo era un adolescente de 17 años, un adolescente que vivía del robo, solo en las calles y su corazón se aceleró, ¡tenía que llamar a su marido!, la policía lo tenía que detenerlo…. pero mm ¿porque su corazón se negaba a hacer lo que su cerebro le decía que era lo correcto?, ¿porque le nacía protegerlo sin siquiera conocerlo?, además ahora mismo era el causante de que ella estuviera sola caminando sin rumbo fijo.

• Y cómo te llamas cariño? – necesitaba saber de él antes de tomar alguna decisión
• Ne… coff cooff Néstor coff – era él lo supo estuvo a punto de decir Neal
• Ah ok Néstor es un nombre muy lindo – le dijo sonriéndole para darle seguridad
• Gracias mm eso creo y también gracias por el helado no sé porque mi tarjeta no pasó, pero lo solucionaré – también le sonrió ya que nunca había conocido a nadie tan amable con él
• Lo solucionaras tú o tu Papá supongo – vamos pequeño no puedes ser tú pensaba Eli, dime que tienes familia o un hermano mayor por lo menos
• Eehh sabe me tengo que ir – dijo sintiéndose acorralado pero sin ganas de irse ¿por qué ella lo veía así como si quisiera descubrir sus pensamientos? – yo mm bueno si lo solucionaré yo porque no tengo papás – ¿por qué sentía el deseo de explicarle su situación?
• Sabes Néstor necesito hacer una llamada, pero espérame que quiero seguir platicando contigo – dijo Eli sin quitarle la vista a ese ladrón, si ladrón que le había robado el corazón – bueno … si hola
• Hola cariño que bien saber de ti – contestó la voz alegre del otro lado
•  Hola Mamá cómo estás? Sabes necesito un consejo – dijo Eli ya que siempre contaba con su mamá en todo sentido ya que ella ha sido testigo de todo lo que ha pasado en su vida, sin suda era su mejor amiga y quien mejor que ella para ayudarla en este momento que sabía necesitaba escuchar que no estaba traicionando a su marido al ocultarle esta información –  … pero te juro mamá esos ojos azules no mienten, no puede haber tanta maldad a lo más creo son travesuras de un adolescente que no ha tenido ningún tipo de guía para bien o para mal
• Ay hija esto que me cuentas es sorprende y claro que recuerdo al chico, una vez escuché a Peter contar de una pista que tuvo que seguir justo en la cena de año nuevo – su madre no la había interrumpido desde que le empezó a contar la historia de Neal hasta que terminó diciéndole lo que su corazón sentía – Eli yo como madre te lo digo haz lo que tu corazón te dicta, ayuda a ese chico, conócelo mejor y ya después verás cómo se lo dices a Peter… él te sabrá comprender
• Gracias mamá como siempre me ayudas a comprender mi corazón – Eli se despidió de su señora madre y regresó con Neal que estaba entretenido en un juego del celular – perdona cariño hablaba con mi madre
• Si claro – le respondió sonriendo – ¿se siente bien tener una mamá? – pregunto sin darse cuenta y luego se arrepintió al sólo terminar la frase, bajando la mirada avergonzado, no debí decir eso, no debí decir eso se recriminaba una y otra vez
• Cariño lo siento no quise hacerte sentir mal – y lo abrazó sintiendo todo ese amor que tenía guardado durante años, ese amor que era muy diferente al que sentía por su marido porque éste era un amor de mamá y silenciosamente le hizo una promesa, que estaba dispuesta a cumplir a costa de quien fuera… le prometió que nunca más estaría solo y él mismo se respondería si se sentía bien tener una mamá – oye que estás muy flaquito apuesto que no has comido hoy y ya comiste helado mm muy mal jovencito
• Pues si verdad – le sonrió una vez más preguntándose que tenía esa mujer tan atractiva que lo había hecho sentir bien con un simple abrazo pero que hubiera deseado que tardara más
• Vamos te invito a comer, cerca de aquí hay un restaurante que venden unas ensaladas riquísimas – pero vio la cara de horror que puso Neal – no me digas que no te gustan las verduras
• Eehh no la verdad no – se sentía tan bien siendo sincero con ella pero no le podía decir su nombre, eso lo hacía sentir mal porque ella era tan buena con él pero si supiera quién era seguro se alejaría pensó – pero allá en la esquina hay puesto de hamburguesas también muy ricas
• Un puesto de la calle? – le preguntó desconcertada no es que juzgara esos negocios ya que Peter luego le contaba que se compraba comida rápida de esa y era un hábito que le quería quitar – pero cariño eso te puede hacer daño, mejor vamos al restaurante ¿si?
• Si está bien – y quien era él para negarle algo a esa señora ya pediría algo que no incluyera verduras

Ambos se pararon para salir de la heladería y Neal volteó a ver a la señora que lo atendió viéndola con rencor porque no le quiso dar su helado desde un principio, como si ella tuviera la culpa que su tarjeta ya no tuviera fondos y la señora un poco amargada de tanto despachar helados a todo tipos de niños se lo quedó viendo enfadada y cuando vio que Neal le sacó la lengua como si fuera un niño de 5 años le dijo “NIÑO MALCRIADO” y pues Neal se ofendió claro… ¡como que niño!, si él era un hombre, bueno tampoco tanto pero estaba a punto de cumplir 18 años le faltaban 6 meses que no eran nada y pues como el adolescente maduro que era le dio un manotazo al frasco de cucharas de plástico que cayeron al piso, lo que desconcertó a Eli que desde que escuchó gritar eso a la señora vio los gestos del muchachito que iba junto a ella.

• ¡NEAL! ¿ por qué hiciste eso? – pregunto

Y el corazoncito de Neal se aceleró no por lo que había hecho, sino porque ella supiera su nombre…