MIs Gemelos: Cap. 282; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 19 de Septiembre del 2017

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Capitulo 282

Un paso adelante y dos atrás

Autora: Marambra

• ¡Oh! mi hirpita, aquí estas – sonrió papá acercándose a Iván abrazándolo por fin – ¿estás bien? – pregunto Rubén a su enano conflictivo, lo había pillado sentado en su cama ensimismado, menos mal ya sin llorar pero con una mirada diferente que papá no supo cómo interpretar – ¿tienes alguna cosa que contarme? – murmuro cogiéndole el mentón, a estas alturas del partido se había vuelto un experto en darse cuenta cuando Iván quería decir algo pero se callaba por temor y por conveniencia – ¿mmm? – le beso la frente – ¿nada? – pregunto apretando su nariz suavemente – ... ¿estás seguro?, o prefieres contarme y sacarte la espina ya no más – agrego sentándose a su lado y colocando su brazo protector sobre el hombro del muchacho e Iván acepto conversar con su padre
• Oí lo que dijo mi hermano – murmuro y Rubén elevo la ceja interrogante ante el silencio que siguió a aquello, eso implicaba un montón de cosas, ¿oyó todo?, ¿oyó solo una parte?, ¿no le gusto lo que oyó?, pero antes de que papá diga algo al respecto en el último minuto Iván se animo a hacer un extraño pedido – no quiero ir de nuevo al médico y que me de otras pastillas – le pidió a su padre con pánico en la voz, realmente eso le asustaba, ya era horrible tener que tomar pastillas para dormir, pastillas para reír, pastillas para no llorar como las había bautizado él
• ¿Crees qué necesitas más pastillas? – pregunto su padre mirándolo a los ojos e Iván no supo que contestar – o mejor dicho ¿por qué crees que te voy a llevar de nuevo al médico y que éste te de nuevos medicamentos?, ¿por qué piensas eso hijo? …¿mmm? – inquirió mirándolo con ternura y acariciando su rostro, entendía el miedo que tenía
• No lo sé… Es que Lex dijo que… – y bajo la mirada avergonzado, analizándolo bien parecía una estupidez, una niñería, pero esa niñería le asustaba y dolía a la vez
• Iván – murmuro papá para llamar su atención – Iván mírame, no te escondas – ordeno su padre buscando sus ojos pero Iván volvió a rehuir de su padre – mírame un momento – e Iván alzo los ojos cristalinos – nadie te va a llevar a ninguna parte porque no hay un motivo – le dijo e Iván frunció el ceño – ¿o lo hay? – presiono un poco e Iván negó con la cabeza – o realmente ¿crees que necesitas ir de nuevo al doctor? – volvió a preguntar para estar seguro, e Iván volvió a negar rotundamente con la cabeza

Los controles por psiquiatría se habían espaciado cada tres semanas en la última temporada, e iba a sesiones con el psicólogo semanalmente en vista a que sus actividades escolares incrementaron y él se enganche en ellas con mayor compromiso, un punto  muy a favor de su recuperación y una de las condiciones que él psiquiatra había puesto para ir disminuyendo las dosis de los fármacos prescritos; es que  la medicación por vía oral no fue un asunto turbio e incomodo solo para Iván sino para él mismo como padre, Rubén no había querido en un inicio que su hijo tenga que estar medicado sobre todo cuando le habían explicado que el consumo de ellos iba para larga data, pero cuando Iván mostro mejoría estuvo de acuerdo con eso más cuando Iván al cortar la medicación sin consentimiento médico empeoro, ahí entendió del todo que sin eso no habría avance y más al contrario empeoraría el cuadro, algo que no quería que se repitiera por ningún motivo.

• No papá, no lo necesito, pero es que Lex dijo que de nuevo estoy llorando y que seguro tu me llevaras de vuelta al médico y de nuevo me darán pastillas – por fin soltó su miedo abrazándose a su padre, sintiéndose seguro ahí, con el tiempo había aprendido a confiar en el criterio de la gente sobre su estado de salud y últimamente todos le decían que estaba yendo muy bien, que se lo veía bien; pero de quien tomaba la opinión muy en serio sobre el resto porque nunca le doraba la píldora era de su hermano y la queja de Lex hoy, pues puso en duda todo
• Iván, Iván, Iván – murmuro papá arrullándolo en su abrazo así sentados como estaban – ¿quien dijo que no podías llorar? – le dijo sorprendiendo con eso al muchacho – ¿nadie verdad? – le pregunto e Iván por primera vez reparo en ello – el que tomes medicación no significa que no puedas estar triste alguna vez – explico su padre
• Pero es que… – era claro que tenía que una confusión
• Es que nada Iván, no le des vuelta al asunto, no pasó nada y nada pasara – aseguro y volvió a abrazarlo esperando que el chiquillo diga algo al respecto – o hay algo más de lo que quieres hablar – quiso saber e Iván pensó que si no lo decía ahora no lo diría nunca
• Ya no quiero tomar pastillas – murmuro y Rubén se puso tan serio como Iván tenso y se hizo un largo silencio entre los dos – quiero dejar la medicación papá – agrego y Rubén esta vez frunció el ceño de disgusto e Iván iba a decir algo a favor de sus argumentos, algo que hasta ahora se daba cuenta estuvo fermentando por largo tiempo, pero Rubén prefirió cortar aquello por lo sano
• Si estás dispuesto a pasar por todo lo que pasamos cuando te lleve al hospital a internar, entonces tienes mi permiso para dejar de tomar tu medicación – dijo sin emoción alguna – yo voy a levantar mis manos – lo amenazo
• Papaaaa – murmuro en un quejido, eso no se lo esperaba
• No Iván, frenála acá – ordeno separándose de su hijo y poniéndose de pie frente suyo, el lenguaje corporal era contundente, iba a dejar en claro su punto de vista – tu cortas la medicación sin permiso del médico y te llevo de cabeza al hospital después de darte una paliza como esa vez, así que piénsalo muy bien – dijo y dio la vuelta dispuesto a salir de la alcoba de su hijo para que sepa que no estaba para negociaciones improductivas
• No te enooojes por favor – Iván se abrazo por detrás apretando su abrazo y pegando su cara a la espalda de su padre
• No me hagas enojar entonces – respondió Rubén volviendo sobre sus pasos sujetando los hombros del muchacho con firmeza y aun con la mirada acerada, este tema lo enojaba muchísimo – sabes muy bien que no puedes cortar la medicación sin permiso del medico
• Es que yo no quiero estar como dijo Lex ¡drogado!
• PLAF PLAF PLAF – y tres manotazos en el trasero fueron la respuesta – Importa un carajo lo que diga tu hermano o el resto respecto a este asunto Iván y ¡lo sabes muy bien! – e Iván solo atino a morder su boca sin poder evitar que sus ojos se carguen de lágrimas – y ¡deja de llorar! que nadie se ha muerto
• Se ha muerto Raqueeeeel – dijo sin querer y se puso rojo de vergüenza – mentira papá… mentira… mentira, ya la he olvidado, la olvide del todo, no sé quien es – empezó a decir de pronto como si quisiera borrar aquello que dijo sin sentido, queriendo escapar de su padre, pero Rubén fue más rápido
• Iván… Iván – repetía ante los esfuerzos del muchacho por soltarse asustado como estaba – ¡basta Iván!, ¡BASTA! – lo sacudió con moderada fuerza y mirándolo fijamente y bajando la voz, relajando el semblante, lo que tenía que decir era cierto y no podía enojarse por aquello, él no podía caer en el error de Alexander – no importa si quieres llorar por ella hijo, es parte del proceso de superación – agrego e Iván solo apretó sus labios atento a los gestos de su padre, quien decidió por el lado amable del asunto – ¡ven aquí! – ordeno abrazándolo nuevamente pero esta vez de pie
• Perdooon AGGGGGJJJ – y un sonoro gemido acompaño a aquella frase
• No hay nada que perdonar Iván, queramos o no tu madre, tu padre tu hermano y yo sobre todo, Raquel ha existido no solo en el mundo sino en tu vida – agrego – has tenido una historia con ella – le dijo acercándolo a su pecho y acariciando su espalda con cariño – todos tenemos que aceptar que en su momento sentiste muchas cosas por esa mujer y no estoy ciego para pretender que lo que tú estás haciendo por salir de la depresión la borrara de un plumazo de tu mente – le dijo escogiendo bien sus palabras y usando un lenguaje modulado y suave – eso nunca sucederá Iván, y si tu hermano o el resto de la familia pero sobre todo TU estas pensando que las pastillas o la terapia es para eso, estamos muy mal, estamos equivocados de objetivo, porque la finalidad no es esa… no es borrar el archivo de tu memoria como si fueras una computadora – le explico mientras Iván sollozaba abrazándolo – el objetivo es que tu estés en paz con tu pasado, que lo asumas como una experiencia y que no te tortures más por eso
• Es que Lex se enojo porque estaba llorando – se quejo
• Y ¡qué!, el tiene que aprender a vivir con eso – contesto su padre y luego se volvió a sentar con Iván a su lado – llorar es parte de la catarsis Iván, es saludable en la medida que te permite desahogar, amar o recordar – le fue explicando con sus propias palabras lo que en su momento el médico le había explicado a él sobre el tema Raquel – si quieres llorar por su muerte, ya, eso solo muestra que tienes sentimientos… sentimientos que tú en su momento sabrás jugar como buenos o como malos, no nosotros, que nosotros lo tenemos claro hijo – agrego apretando su hombro en signo de fuerza, de empatía, de apoyo – y para que eso suceda tú tienes que trabajar duro en tu terapia y no dejar la medicación… ¿entiendes ahora la importancia de que cumplas con tu tratamiento? – le pregunto a modo de reflexión, de repaso y de paso para él mismo estar seguro de que lo que hacía estaba bien – las tableta que tomas solo ayudan a tu mente a acomodarse y volver a ser como antes sin que eso signifique que pierdas tus emociones o sentimientos hijo, solo a no sobredimensionarlos, ¿me comprendes? – pregunto e Iván solo asintió con la cabeza, más tranquilo, más relajado, era lo mismo que le había dicho el médico y el psicólogo, pero que se lo diga su padre era realmente importante porque para él era una verdad absoluta y no un engaño – bien, eso es bueno saber, porque yo de verdad Iván, de verdad… no quiero que vuelvas a tener una recaída, no creo que pueda soportarlo – murmuro y antes de que papá siga diciendo eso Iván tomo la iniciativa
• Eso no pasara, yo… yo voy a seguir con mi tratamiento y seguiré con mis medicamentos, promesa – le dijo y abrazo a su padre con amor dejando que las emociones fluyan entre ambos y el consuelo supere el mal momento

Después de aquello Clara que había estado espiando por fin decidió interrumpir, estaban Alexander y ella esperándolos en el comedor para almorzar y ya era demasiado tarde.

• Rubén – musito – ¿van a bajar ya?, los estamos esperando para almorzar – les recordó por si acaso quieran seguir con aquella charla
• Si mamá, ya vamos a bajar – respondió Iván limpiándose la cara, queriendo dejar el asunto de lado y mamá no se inmiscuya y por ende Logan
• Entonces ve a lavarte las manos hijo – sonrió ella abrazándolo con mucho amor y besando su cabeza para luego salir con su marido a su dormitorio
• ¿Todo bien? – pregunto cauta Clara, aun en el semblante de su marido había algo que no le gustaba
• Me dijo que quiere dejar la medicación – murmuro mientras se lavaba la cara y las manos también para ir al comedor
• ¿Y ahora qué? – susurro Clara atenta a su marido con el ceño fruncido, ella no quería ni imaginar aquello, todos lo pasaron muy mal
• Nada – respondió Rubén con calma – solo tenemos que prestar más atención nada más, aunque me ha prometido que seguirá tomando sus pastillas – agrego besando su frente
• Pero ¿y si no lo hace? – pregunto con mucha duda
• No vale la pena romperse el coco ahora mismo Clara – le respondió cogiendo su cara entre sus manos – tomaremos cartas en el asunto cuando sea el momento – tras aquello ambos bajaron al comedor donde pillaron a Lex e Iván abrazados, era claro que estaban haciendo las paces entre los dos, por lo que decidieron aguardar unos minutos antes de entrar.

Después de aquello cada quien atendió lo suyo, Clara se llevo a los chicos al cine sola, Rubén no quiso ir, tenia sueño pues había madrugado a atender unos asuntos relacionados con el ganado y aunque se acostó a tomar la siesta no pudo quitarse el asunto de la cabeza y una cosa llevo a otra: el miedo a la recaída… una recaída como aquella tan fiera que le había dado al mes de iniciar tratamiento sobre todo cuando el médico y el psicólogo insistieron sobre los conflictos con su padre, inicialmente parecía que todo estaba sobre ruedas pero pronto los fantasmas habían regresado e Iván empezó a apagarse, dejo de comer y de hablar y lo peor empezó a tener síntomas de regresión, estaba esquivo aburrido, mal humorado, desafiante a veces, no dormía con tranquilidad y se cerró en banda, y lo peor de todo… dejo de tomar su medicación haciendo que los síntomas empeoren cada día más, los médicos sugirieron internarlo pero Iván se fugo del consultorio y Rubén prefirió no presionar y buscar la forma de llegar a su hijo pero Iván no quería tocar el tema con nadie menos con el psicólogo, para él el tema estaba zanjado y se negó a volver a la consulta externa por temor a ser encerrado con engaños así que a duras penas acepto que sea el psiquiatra venga a su casa…

Visitas domiciliarias que costaron una buena pasta pero que valía la pena; el médico y el psicólogo fueron descubriendo poco a poco por si mismos sea revisando las evaluaciones previas, los dibujos que le hicieron hacer, las grabaciones que tenían de algunas sesiones, las charlas profundas o superficiales con Rubén o con su hermano y con todos los involucrados incluso Adela y los rumanitos, además claro está de Logan, que todo el conflicto con su padre se debía única y exclusivamente al hecho de no sentirse prioridad para Logan pero no de ahora no mas, no a raíz de su depresión que le hacía ver fantasmas donde no debía sino desde su infancia… que eso era la raíz de todo y que desgraciadamente había ido creciendo como una bola de nieve cuesta abajo, adhiriendo más y más nieve a su alrededor congelando su amor, a eso se sumaron los celos naturales que todos los hermanos sienten que recrudecieron o mejor dicho los vislumbro como tales durante la adolescencia y el hecho de tener un gemelo altamente competitivo como lo era Alexander que siempre se robaba el millón de miradas por su sonrisa y su carácter despreocupado y alegre hizo que su inevitable comparación con él per se y por otros, abra más y más la brecha teniendo a Logan como el origen de todo.

A esto, se sumaron otro conflictos, como el hecho que Logan haya rehecho su vida a espaldas de los gemelos y el tener un nuevo hijo precipitan peor el conflicto, confirmando erradamente dentro de Iván la poca importancia que creía que su padre sentía por él, un punto que llego a un callejón sin salida, para Iván no había vuelta atrás y cuando lo confrontaron con esa suposición Iván en vez de negarlo lo confirmo, fue un momento cargado de mucho dolor y desamparo para él, para Iván fue tocar fondo en su depresión y en un momento totalmente errático y de enfado decidió que a Logan no lo necesitaba en su vida porque había encontrado un padre de verdad en su abuelo y cuando la familia entera incluso Rubén quiso persuadirlo de trabajar en esto, Iván dejo de hablar con todos con la idea paranoica de que el mundo estaban en su contra.

Pero el médico insistió en el tema, que se debía trabajar en eso cosa que fue muy contraproducente, Iván en rebeldía decidió no colaborar en las sesiones con el psiquiatra y dejo de tomar la medicación a riesgo de una grave recaída y como era de suponer Rubén perspicaz había notado que no estaba tomando la medicación pues encontró los blíster que tenían que estar terminados aun llenos y hablo con él sobre lo que sucedería si dejaba la medicación, que lo iban a internar contra su voluntad.

• ¿Por qué no estás tomando tu medicación hijo? – Rubén había acorralado a Iván en el baño una noche antes de dormir, e Iván ni negó ni confirmo aquello al quedarse callado, le tomo por sorpresa que papá se haya dado cuenta así que se puso todo rojo y con eso Rubén tuvo su respuesta – mira hijo – le dijo haciéndolo sentar a su lado y cogiendo su mentón para mirarlo – tu sabes mejor que nadie lo que puede pasar si dejas la medicación sin orden del médico – le reflexiono – si tú sigues en este tren de desobedecer te voy a dar una paliza de aquella y te voy a llevar así con el culo rojo al hospital hasta que sean ellos los que te den de alta – agrego enojado aquella advertencia que más valía que Iván la tome en serio haciendo que el muchacho agüe los ojos – y no me llores – le ordeno limpiándole los ojos y arreglando de paso el pelo revuelto con las manos – que hemos hablado de esto Iván y te he prometido que voy a hacer TODO por ayudarte a que estés sano y si eso implica tomar medidas serias lo voy a hacer porque es por tu Bien y eso no se discute, así que considérate avisado – le dijo e Iván se largo a llorar sentidamente, el no tener la medicación lo hacía mucho mas voluble y sensible, así que Rubén armándose de infinita paciencia se quedo con él hasta que estuvo dormido y no hablo mas del tema.

Pero claro como padre que era y viejo zorro de largo kilometraje no dejo así nada más en asunto, en cuanto Iván fue al colegio al día siguiente, entro a su alcoba e hizo una requisa de todo con el pretexto de cambiar la posición de los muebles debido al calor, teniendo que hacer lo mismo con la alcoba de Alexander para no despertar sospecha y le dio la orden a Adela que estuviera al tanto de lo que pille en el dormitorio de Iván.

Una temporada no hubo mayores conflictos pero cuando se empezó a profundizar sobre su relación con Logan las cosas se complicaron, Iván no quería trabajar más a fondo en el tema y aparentemente tomaba toda la medicación pero la verdad era que no quería saber nada de ahondar en los conflictos con su padre y menos tener que asistir en compañía suya a terapias de confrontamiento, estaba harto de tomar tabletas, de contarle sus cosas al psicólogo y de sentirse un bicho raro y dejo de tomar su medicación, fingía que lo hacía delante de Rubén porque lo llamaba para tomarla, pero el enano escondía las mismas bajo la lengua y las fue acumulando en un papel higiénico que guardaba en su mochila y las otras que las tenía en un frasco las había cambiado por las miniobleas de chocolate M y M del mismo color dejando unas cuantas encima para despistar al enemigo, tirando el resto por el retrete, hasta que un día se olvido de esconder las evidencias, encontrando el tesoro Adela quien no dudo en dárselo a Rubén porque ella tampoco quería ver a Iván enfermo.

Eso y los cambios de humor que empezó a experimentar sin que Iván mismo se dé cuenta de ellos, era más que suficiente para que su padre tome cartas en el asunto y cuanto antes...

Y eso fue la salida del colegio.