Lazos de amistad: Cap. 9; Autora Mary C.

Lazos de amistad

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 19 de Septiembre del 2017
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Capitulo 9

Autora: Mary C.

Los padres de Alondra trataron de hablar con los padres de Salvador pero estos  creyeron que querían responsabilizar a su hijo por algo en lo que no tenía nada que ver,  creyendo aun en la inocencia de su hijo, puesto que este nunca les aclaro que ya había compartido cama con la chica. Francisco el padre de Alondra solo fue una vez a tratar de hablar con ellos ni una más, no rogaría a nadie, eso sí, le dijo a Alondra que no quería que tratara de comunicarse con Salvador, simplemente el chico había decidido que no quería nada que fuera de ella por lo que jamás le dejarían ver al niño.  En la ciudad empezaron a surgir algunos rumores  sobre un posible embarazo y para no tener que lidiar con chismes decidieron partir a la cuidad de sus padres a empezar una nueva vida.

Con los meses el niño de Alondra nació,  un lindo niño que tenía mucho parecido a ambos padres no por ello irían a buscar a Salvador, Alondra no estaba sola, tenía a sus padres, a sus tíos, abuelos y a sus hermanos que no paraban de recordar a Salvador, si, siempre tenían presente al muchacho, sobretodo Mark que decía  “el día que lo vea  lo muelo a golpes” o ese tipo de cosas. 

Braiton llevaba los apellidos de su madre, quedando como madre soltera, al año de que el niño de Alondra naciera llego el cuarto pequeño de la familia, Gabriel acababa de ser padre de una pequeña muñequita de nombre Paula la familia iba en crecimiento. Al año de que naciera la hija de Gabriel este tuvo una visita que no se esperaba.

• ¿Gabriel? – Álvaro se dio de frente con Gabriel en la calle, había cambiado tanto que tuvo sus dudas
• ¿Álvaro? – la reacción fue la misma por parte de Gabriel
• ¿Eres Gabriel? – dudo Álvaro
• No, soy su primo – se burlo Gabriel al reconocer ahora si, a su gran amigo, dejando a Álvaro confundido – sí, soy Gabriel ¡hombre! ¿ya no me conoces?
• SI… realmente eres tu – sonrió al reconocerlo por fin – ¡vaya que cambiaste, estas gordo
• No estoy gordo, estoy más ancho no iba ser flaco toda la vida – se defendió
• Aaa.. ¿y Alondra? – pregunto curioso
• En su casa – respondió de manera natural Gabriel
• ¿Acaso no viven juntos? – no pudo evitar preguntar aquello
• Y según tú, ¿por qué deberíamos vivir juntos? – respondió Gabriel sorprendido de aquella sugerencia
• Tú la embarazaste ¿no sería lo lógico? – dijo Álvaro sin poder evitar sentir asco

Y Gabriel sin pensar dos veces las cosas le soltó el primer golpe, quedando los dos adultos jóvenes trenzados a puñetazos en la puerta de la casa de Gabriel armando alboroto.

• ¿AHHH!… ¿qué le pasa? – dijo enojada Nadia buscando algo con que defender a su marido – deje a mi marido en paz!  o voy a llamar a la policía – amenazo muy decidida
• ¡Así que te casaste y la dejaste! – grito Álvaro enfadado, realmente enojado con la idea
• NO abras la boca si no sabes nada Álvaro – advirtió Gabriel casi escupiendo su enfado
• ¡YA BASTA! – grito  Nadia armada de una escoba que no se quedo en su mano, empezó a repartir escobazos sobre los dos peleadores – CRAAACC CRAACC CRACCC
• Amor pero ¿de qué lado estas? – chillo Gabriel defendiéndose –  Nadia YA
• Pues basta de pelear, ¿qué pasa? y ¿qué le pasa a usted? – le dijo enojada a Álvaro
• ¿A mi? Usted me ha golpeado en la cabeza con la escoba – respondió el aludido
• Le iba a dar con una varilla de metal pero no la encontré – dijo Nadia resuelta
• Menos mal que no la encontraste – hablo Gabriel con mala actitud  y un nuevo escobazo llego sobre él – Ya  Nadia ¡deja eso! – y le quito la escoba y se giro para mirar a su oponente – ¿y tú? ¡pedazo de imbécil!, yo no sé qué mierda te metieron en la cabeza, pero entiende de una vez por todas… Alondra ¡es mi hermana! – le grito muy enfadado y Álvaro por primera vez pensó seriamente en esa afirmación
• Pero Salvador me dijo
• Salvador es un imbécil ¡muy parecido a ti! – lo acuso Gabriel escupiendo a un lado dejando en claro su postura con aquel actor
• Pero el…
• Será mejor que hablen adentro – corto Nadia, ya adivinando de que iba la cosa – que empieza a llegar gente – advirtió Nadie, enemiga de las escenas publicas
• Pasa idiota – invito Gabriel entrando por delante muy enfadado y Álvaro no tuvo más opción que seguirlo, podía irse pero su curiosidad fue más grande

Después de aquello Gabriel se puso hablar con Álvaro de todo lo que había pasado, le conto exactamente lo mismo que les conto a los padres de Alondra y en ningún momento dejo de manifestar su enojo y su resentimiento contra Salvador que no solo dejo embarazada a su prima sino que esparció un rumor tan desagradable al parecer mas allá de las fronteras de la ciudad en que se criaron ellos.

• Si me crees bien, sino me da igual – dijo al final Gabriel casi seguro de lo que pensaba Álvaro y totalmente arrepentido de darle una explicación que se notaba no creía – No voy a seguir dando explicaciones a nadie
• Pues no culpo a Salvador yo también habría dudado de eso – confeso meditabundo
• Pues que mente tan puerca tienes – respondió Gabriel decepcionado – ya veo donde estaba la amistad – agrego moviendo la cabeza
• Bueno… pero no te enojes que tú tienes la culpa – dijo Álvaro a la defensiva dándose cuenta de su torpeza
• ¿YO? – Gabriel lo miro alucinado – perdón idiota pero yo no tengo la culpa de nada – dijo con énfasis sin dejar que Álvaro diga nada más – ¡dime!... ¿cuándo me viste besar a mi prima?, o ¿cuando me viste tocarla de una manera impropia? – le pregunto con dolor en su mirada, dolor e ira, fue cuando Álvaro se dio cuenta que lo había ofendido de mala manera y ni que decir de Alondra
• Nunca – reconoció – pero… pero ibas mucho a su casa o ella iba a la tuya – y no fue capaz de separar al niño que fue del hombre que hoy era y sus celos infantiles pusieron esas palabras en su boca
• Si ¡tarado! porque es mi prima… o hablábamos o mi madre se la pasaba practicando sus peinados en ella – contesto Gabriel molesto de tener que dar explicaciones – pero ¡que estúpido eres! Álvaro, toda la pinche vida siendo amigos para que tú me salgas con tus pendejadas, ¿no iba también tu hermana a mi casa a que mi madre la peinara?, ¿por qué entonces no piensas que también me acosté con ella – y la cara de Álvaro se transformo de la vergüenza sentida
• Si, pero… sabes que, ya… ya déjalo así – dijo al final dándose cuenta de su error
• ¡QUE! ¿ya entendiste lo idiota que estas?
• Bueno pues ya grrrr – gruño Álvaro al final, cambiando de tema – … ¿y Alondra vive cerca? – quiso saber
• En casa de mis tíos a una cuadra de aquí – respondió sin mirarlo ya, sirviéndose una copa
• ¿Tu crees que estará? ¿Puedo ir a verla? – pregunto con cautela
• ¿Para qué quieres verla?... ¿para ofenderla?, para eso me pides permiso? – con eso le dejo muy claro lo que pensaba de él
• No seas cabrón – reacciono por fin – mejor llévame con ella – le pidió pero luego le asalto la duda – … ¿está con alguien? – quiso saber, sería lógico que haya rehecho su vida
• Con sus padres con quien más – dijo enfadado Gabriel –  ¿que no entendiste nada?
• Grrrrr – gruño Álvaro

Después de aquello Gabriel y Nadia acompañaron a Álvaro a casa de Alondra, Gabriel llevaba a la pequeña Paula en brazos que dormía tranquilamente.

• Hola – saludo Alondra contenta de ver a su primo y su cuñada – ¿qué te paso? – quiso saber el ver el golpe en la cara de Gabriel
• Nada – respondió el restándole importancia al asunto
• Te liaste en peleas, ¿no estás ya grandecito para eso? – sonrió Alondra, dándoles paso aun sin prestar atención al visitante
• No va a cambiar tan fácilmente no es gripa cuñadita – le respondió Nadia moviendo la cabeza
• Jjajaja – Alondra rio de buena gana moviendo la cabeza
• ¡Vaya!... se llevan bien – murmuro Álvaro que estuvo todo el momento callado atento a algo que le diga otra cosa, que Gabriel aun tenia o tuvo algo con Alondra y ponga celosa a Nadia
• ¿Álvaro? – murmuro Alondra reconociendo su voz – si, eres Álvaro, ¿cuánto tiempo sin verte? – le sonrió sincera
• Hola – le dijo abrazándola

Entraron a la casa empezando hablar de los viejos tiempos, de lo que había pasado y de todo lo que podían, a la hora llego Francisco y Sandra con el pequeño Braiton.

• Mami, mami – grito emocionado el pequeño Brainton al ver a su madre
• Oh mi bebe, ¡te extrañe tanto! – dijo ella besando a su hijo – ¿qué hiciste?, ¿te portaste bien?
• Siiii – chillo el saltando a su alrededor
• ¿Tenemos visitas? – interrumpió Francisco al ver no solo a Gabriel y Nadia
• Si, hola tío – saludo Gabriel
• A este joven lo conozco – sonrió Sandra acercándose a Álvaro pellizcando sus mejillas pero sin decir quién era
• Buenas tardes señora Sandra soy Álvaro, mucho tiempo sin verlos – saludo sacándolos de dudas
• Muchacho ¡que grandes estas! – grito entusiasmada
• ¿Se pelearon? – dijo en cambio Francisco mirando la cara de ambos
• Un malentendido de nada – prefirió decir Álvaro avergonzado de sus pensamientos pasados
• ¿Y cómo están tus padres? – quiso saber Sandra
• Bien, siguen… bueno seguimos viviendo allá, solo vine de visita con mis abuelos y me he pasado a buscarlos, ya tenía unos años que no visitaba mi país – respondió nostálgico
• Pues siéntete como en tu casa – sonrió Francisco

Después de aquello los padres de Alondra se retiraron dejando a los más jóvenes y a los niños.

• Se parece mucho a ti, pero tiene muchas facciones del padre – Álvaro no pudo evitar decir aquello después de observar largo rato y muy de cerca al bebe de Alondra cuando esta lo cogió sobre sus rodillas – espero no te ofendas – agrego con pánico, quizás ella no quiera saber nada de Salvador
• No, no me ofende – respondió mirando a su bebe – yo lo quise… aunque las cosas se torcieran de esa manera

Murmuro con algo de pena en la voz.