La apuesta: Microcorto 3; Autora Nicole

La apuesta

一一一一一一一一一一一一一一一

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Octubre del 2017.

一一一一一一一一一一一一一一一 

Microcorto 3

Después de la apuesta
2ª  parte

Autora: Nicole

• Pero mujer ¿vos te volviste loca? – le dijo Macario a su mujer mirándola fijamente, había oído todo desde el otro lado de la cortina mientras Sandra conversaba con Petra – ¿cómo se te ocurre prestarle el zurriago a esa jiñora? ¡Qué pecao! Pobre mocoso le van a dejar las nalgas marcadas por una buena temporada – agrego pensando en lo que le esperaba a Brian
• Pues que se lo juetee pa que aprenda – contesto toda tranquila Petra, casi como disfrutando – ¡Ese muchacho es un malcriao! Y Macario frunció el ceño – recuerdo que una vez me contesto que hasta me provoco cogerlo a juete yo misma, ¡gran descarado e insolente! – hablaba mientras seguía atendiendo el fuego de su cocina – pero sabe que mijo… eso es porque toda la vida lo han dejado hacer lo que quiere, pero ya le dije a Sandrita que no se deje intimidar – relataba su charla alzando la cuchara de palo soplando la cena – además unos juetazos bien dados no le hacen mal a nadie o me vas a decir vos que a ti nunca te pelaron la nalga pues
• Si Petra yo entiendo lo que decís pues, pero me da pesar por el pobre pelado – respondía el hombre mientras afilaba su machete, hombre campo acostumbraba cuidar sus herramientas con prolijo – es cierto que es un atravesado – persona ordinaria que no respeta normas – ¡pero esa cosa es terrible! Si te contara como quedaba yo cuando mi apá (papá) me daba con eso
• Me lo imagino, me lo imagino… por eso la juetera en el campo duele mijo y los muchachos son más correctos que los de la ciudad… Ehhhh Ave María qué tiempos aquellos cuando una mirada bastaba para que obedeciera uno pues – recordó sus propios tiempos
• ¡Claro! así era y todavía lo es en algunas familias – le dio la razón completa – pobrecito del Brian aunque no puedo negar que se lo merece como es de plaguita el muchachito ¿no?
• Pues claro; si no obedece, imagináte mijo que la mamá le pego ayer no más y le importo un bledo según me contó Sandra – dijo Petra limpiándose las manos en el delantal bordado que vestía – ¡estaba desesperada esa mujer! que disque ya no sabía qué hacer con él, y  si yo no la aconsejo, esa jiñora se queda varada esperando a que el sardino aparezca por la casa tres días después como acostumbra a hacerlo – y Macario frunció el ceño preguntándose como era eso posible, si el chico no tenía ni 18 años –  y claro como no lo corrige como es debido y le alcahuetea todas sus sinvergüencerías; él hace con ella lo que le da la gana
• Si es cierto la mamá se las dio y al parecer fue una buena hasta acá escuche yo el escándalo, pero que necio ese muchachito, se lo pelaron y sigue con la rebeldía
• Si ves lo que te digo, pero después de esto, ese altanero (grosero) va a quedar como un corderito, espere y verá

Dijo aquello como una profecía y mientras Petra conversaba con su marido Sandra llegó a casa con el látigo de cuero encontrando a su hijo Mauro.

• Que hubo mijo ¿cómo está? – lo saludo
• Bien mamita – contesto Mauro
• ¿Y Paola? – preguntó por su hija mirando la hora
• Llamo y dice que ya viene, que llega como en dos horas
• Bueno ahora la llamo y ¿su hermano? – ahí iba la temida pregunta
• Él no ha llegado y ese ya no creo que aparezca – esa era una manera de alertarla, es que tampoco quería que su madre o su padre piensen que su hijo desapareció
• ¿Cómo así?
• Vos sabés cuando se enoja se aparece como en tres días o una semana – contesto Mauro ayudándole a guardar la verdura, es que de paso su madre paso por el mercado
• Ay Dios mío bendito dame paciencia con este sardino, pero cuando entre por esa puerta va a ver – dijo apretando el látigo con fuerza
• Mami ¿eso pa que es? – preguntó Mauro sorprendido que no se había dado cuenta del objeto que traía su madre en las manos
• Esto mijito es un zurriago; conózcalo porque ya yo no hablo más – y a Mauro se le llenaron de mariposas el estómago, esa no era una amenaza cualquiera – estoy muy cansada que todo el tiempo me desobedezcan y con esto le voy a pelar el trasero a su hermano a penas se digne en aparecer y a usted más le vale que se ponga juicioso porque como me entere que anda metido en un lio también le toca – y listo, entro en la lista negra de su madre sin querer
• Pero mamá que es esa agresividad, que yo soy serio y juicioso – contesto haciéndose el inocente e involuntariamente llevándose una mano al trasero como si quisiera protegerlo con anticipación
• ¡Bueno pues ya sabe! Voy a hacer mis cosas un rato cuando llegue su hermano me avisa de una
• Si mami yo le digo
• Mientras Sandra se iba a su cuarto dejo el látigo en los sillones de la sala
• ¡Hijuemadre! ¡Qué cosa tan fea! – exclamó apenas lo tuvo en sus manos – Tengo que decirle a Brian que ni se aparezca sino lo matan

Y como dijo lo hizo, cogió su teléfono y empezó a marcarle, no podía permitir que su hermano sufra una cosa como esa y seguro que de estar en su lugar, Brian también le haría el favor.

• Brian…el teléfono – grito Ariadna para que Brian se apure
• Ehhh quien jode ahora pues – respondió de mala manera, mirando en su móvil el nombre de su hermano – ¿Qué querés Mauro? que ahora no tengo tiempo estoy con mi novia ¿Pa que me llamás?
• Hermano es urgente; es que mi mamá… es que…
• ¿Qué paso con la cucha? – pregunto rodando lo ojos – ¿Ahora qué quiere?
• Es que, es que… está muy enojada – no sabía cómo explicarle mientras miraba de reojo la puerta de su madre
• ¡PUFF! – Brian hizo un sonido como mostrando incredulidad sarcástica
• Brian es en serio ella no está enojada está RE ENOJADA con vos, ¡Paráme bolas pues! – prácticamente le grito
• Así como raro en ella ¿no? – y el muy bruto siguió con sarcasmo
• Mirá yo te llamo para decirte que... ¡Ay! ¿cómo te explico?…
• Mauricio estoy muy ocupado, ¡hablá de una vez pues!
• Mi mamá te va a fuetiar ome – azotar con un látigo, mejor dicho una pela de padre y señor mío soltó por fin – está que hecha chispitas por las orejas, así que ni vengás a la casa, quédate con Ryan o con Ariadna en su casa o donde sea, pero no llegues acá – y la idea de aquella descabellada idea fue suya
• ¡Ehhh Ave maría ome! ¿tan bravita esta la señora? – Brian se lo tomo a broma – tranquilo papi que cuando no me vea en dos semanas esa rabiecita se va a volver melancolía y allí va a aprender a tratar a un hijo tan bueno como yo – y Mauro rodo los ojos, su hermano alucinaba –  ¡Igual ya sé dónde me voy a quedar ¡No te preocupés parcero! Yo te chateo luego – dijo finalmente algo más serio
• ¡Listo llave!

Dijo Mauro cerrando la llamada con la sensación de haber cumplido con su hermano.

• Papi, ¿tu mami está enojada porque saliste conmigo? – le pregunto Ariadna – si querés llamó a mi papá para que te lleve a casa y mañana nos volvemos a ver mi amor – le dijo toda mimosa, solidaria con su repentina preocupación
• ¿Qué? Yo a mi casa no voy a ir – respondió algo agresivo, de pronto la idea no era graciosa – me voy a dormir a casa de un parcero
• Pero ¿cómo así mi amor?
• Que no voy a volver, por lo menos en dos semanas – le comunico
• ¿Tenés problemas con tu mami?
• Sí, mi mamá está muy cansona – respondió bebiendo su soda pensando en lo que dijo su hermano – y yo estoy libre estos días; quien se cree ella para prohibirme cosas, yo ya no soy un niño – reclamaba
• Brian disculpáme pues lo que te voy a decir, pero ayer te portaste muy mal con ella – le regaño Ariadna, ella se hubiera llevado mínimo una mechonazo de su madre – le contestaste en frente de todos y eso pues… – no la dejo terminar
• Pues pa que me anda regañando si yo no hice nada, yo solo le estaba cobrando a Navid que es un pirobo – y ladeo la cara y cruz los brazos sobre el pecho enfadado sin motivo
• Sí, pero a las mamás no se les habla como vos lo hiciste ayer, si yo le contesto así a la mía uuuufff; allí mismo me da una tunda – confeso batiendo los dedos como abanico – por un momento pensé que mi suegra lo haría, pero como vos decís que a ti no te pegan pues pensé que a lo mejor te dejaría castigado en la pieza sin salir
•  A mí no me pegan y sí, me dijo que no salía – Brian mientras hablaba subía el tono de voz, ni loco confesaría que su madre lo había pelado – pero igual me largue sin su permiso – y su chica lo miro levantando una ceja – no lo necesito ¡yo me mando solo, pa que sepa mamita!  Y ahora en se enrabiete si quiere tan cansona, se va a joder porque ya decidí no llego sino en dos semanas y punto – le hizo oír a ella como si ella tuviera algo que ver
• Brian Alexis, eso no me gusta pues… como puedes ser tan…
• Tan qué… tan qué… ¡decilo! – le medio grito en el local aquel donde estaban y freno su voz cuando se dio cuenta que lo miraban raro – mirá mi mamá tiene que entender; ella es la culpable de todo, si no quería que esto pasara pa que me sale con esas pendejadas que disque no puedo salir
• Está muy mal lo que hacés…
• Ahora resulta que porque defiendo mis derechos está mal lo que hago. ¡Oigan a esta! – dijo buscando apoyo en un montón de extraños que estaban comiendo helados como ellos – Que yo no he hecho sino complacer a la señora Sandra Tabares en todo lo que ella quiere; le doy platica, estoy trabajando, pero claro cuando cometo un error ahí sí me juzgan y hasta vos estás igualita que ella – la acuso molesto, de pronto su enfado nació de la nada – Siempre yo soy el malo siempre yo llevo el bulto. ¡La misma joda siempre! – toda una víctima – y sabés una cosa mamita ya no quiero estar acá, ¡Abrite pues!, que tu cucho te venga a buscar ¡Me tenés es mamado! – y de pronto le broto lo bruto y maleducado que era, enojando a Ariadna porque la estaba poniendo en vergüenza
• ¡Grosero! yo solo trato de ayudarte y mirá como me tratás, no te preocupés yo me marcho – le contesto cogiendo su cartera sacando su móvil
• Papi ya ¿podés venir por mí? – la chica llamo a su progenitor por teléfono
• Listo mi niña, ya voy

Y Ariadna se fue a su casa en la camioneta de su padre, mientras Brian le chateaba a Mauro.

• Que hubo parce. Ahora si contame todo con lujo de detalles pues: escribió Brian ansioso
• Parcero con esto mi mamá quiere darte la muenda de tu vida: dijo sin darle tanta vueltas al asunto el menor de los Piedrahita cuando le envió la foto del zurriago por whatssapp
• ¡Uy no hermano! A la cucha como que le falta un tornillo; donde me pegue con eso me rompe las nalgas, esto no es castigo es maltrato; hay que llamar a la policía de una: le escribía a su hermano mientras enviaba emoticones de sorpresa
• Uy de malas hermano; la policía la apoyaría, ya sabés como son en este país, el mundo avanza, pero el fuete no se detiene. Acá los padres son cerrados. Cuando una idea se les mete en la cabeza no hay nada que los haga reflexionar, vos tenés que portarte juicioso como yo: escribió Mauro
• Si como no: rodo los ojos
• Mi mamá esta como loca, yo igual llego en dos semanas cuando se le haya pasado la piedra, ni loco me aparezco por allá
• Si es lo mejor que podés hacer
• Listo parce, nos vemos en dos semanas, cuida mucho a la cucha y a Paola. ¡Los quiero mucho!: se despidió
• Listo

Brian Salió del centro comercial y siguió caminando sin rumbo fijo por la calle, paró un taxi y pidió que lo llevaran hasta la avenida oriental, allí se fue directo al parque Bolivar y se sentó a pensar en su suerte.

• ¿Será que me voy con Anderson? – pensó un momento – Noooo es seguro que mi mamá va y me busca y allá mismo me pela, no pues…  que pena – se puso rojo de imaginar la escena – ya sé dónde pasaré la noche – se dijo y fue en dirección a la residencia de Alexander. Mientras caminaba el teléfono volvió a sonar.
• Aló ¿qué querés ahora Mauro…?
• Brian ¿dónde estás?
• Estaré en casa de un amigo, pero no es Anderson
• Ah bueno, ¿Sabés quien le metió esa idea a mi mamá que te pegaran con el zurriago? – le pregunto apurado, acababa de descubrir de quien fue la maldad
• No pues ¿Quién fue?
• Doña Petra la vecina
• ¡Uy, pero qué mujer tan hijueputa! – exclamo Brian bravo como el solo, debió habérselo imaginado – Cuando tenga la oportunidad me voy a vengar de ella, le voy a hacer una que no le van a quedar ganas de ser tan metida. ¡Esa señora me tiene tirria Ehhh!
• Ay pa que te dije – pensó Mauro – parce me podés prestar diez mil Luquitas por fa añadió cambiando de tema
• Te vi mal papi, como que te va a tocar esperar hasta dentro de dos semanas, ¡Estoy más arrancao! – sin dinero quiso decir
• Yo que quería sacar a Mia estos días. Voy a tener que volverme empresario; ya estoy mamado que nunca tengo plata y – Mauricio se quedó en estado de estupor cuando su madre le hablo
• Mauricio con quien está hablando tanto pues, que el teléfono no es para hacer visitas – dijo ella arrebatándole el mismo
• Aló ¿quién está al otro lado? – preguntó ella sin obtener respuesta – Mire si no tiene nada que hacer, busque oficio quien sea que esté al otro lado y dese cuenta que estás no son horas para llamar a una casa decente – exagero un poco pues no eran ni las ocho, pero estaba realmente cansada que Mauricio se la pasara todo el tiempo llamando por largas horas. Brian cerró la llamada después de escuchar la retahíla. Sandra igual puso el teléfono en su sitio y se dirigió a su hijo – y usted niño que no lo vuelva a ver más de cinco minutos al teléfono ¿me escuchó? – Mauro en mutismo absoluto – ¿Me escuchó? Oiga le estoy hablando – añadió al tiempo que lo cogía del brazo zarandeando con fuerza
• Ya – dijo medio rezongón
• Ya ¿qué?
• Ya mamá
• Así me gusta, acá van aprender a obedecer así sea a punta de fuete – lo amenazo
• Está bien, está bien, pero mamita cálmese, mirá que luego te da dolor de cabeza, además yo siempre me porto bien
• Bueno ya sabe, voy a tomar un poco de agua para relajarme – dijo ella y se fue hasta la cocina

Al rato sonó el teléfono nuevamente, era su hermana Paola que quería pedirle a su madre algo a última hora como siempre.

• Aló ¿Con quién desea hablar?
• ¡Que hubo hermanito! Pasáme a mi mami por fis
• Ya voy – dijo – ¡Mami! – y llamo a su madre
• ¿Qué paso mijo?
• Que Paola quiere hablar con vos
• Aló mija ¿cuándo piensa venir a casa? – le preguntó ella cogiendo el teléfono
• Mami eso te iba a decir, me puedo quedar hasta mañana por fis, decí que sí – le rogo como siempre con voz melosa
• Bueno está bien, pero mañana temprano acá – le recordó – ya sabe que no me gustan que estén tanto tiempo fuera de casa
• Gracias mamita linda, te amo – dijo contentísima
• Chao mijita, se porta juiciosa
• Claro mamita, chao y gracias pues – cerró la llamada

Mientras esto ocurría Brian ya había llegado a la casa donde Alexander Alexis pagaba arriendo, ahora se había ido a vivir al barrio Villa Nueva comuna La Candelaria, pero antes vio a Camilo que pasaba con una chimbita al lado y no era Cata.

• Ehhh Quiubo… quiubo ya no saluda papi – dijo Brian al verlo
• ¿Qué más mi niño? ¿Qué hacés por acá pues? – saludo Camilo – Ah te presento a Martina, una amiga – añadió
• ¡Hola preciosa! soy Brian Alexis encantado de conocerte ¿cómo estás? – saludo sonriendo y mirándola de pies a cabezas, la chica era muy linda
• ¡Re bien gracias, tan caballero tu primo Cami! – dijo ella sonrojándose – ¡Qué lindo nombre igual que vos! – añadió coqueta – Cami porque no invitamos a tu primo a rumbear, verás que tengo una amiga lo más de chévere que te va a encantar
• Uy me encantaría niños, pero es que tengo algunos trabajitos pendientes
• ¿Sí?, y ahora ¿en qué estás metido llavecita? – preguntó Camilo 
• Unos negocios con un parcero. Camilo tengo que hablar con vos ome – le hizo un gesto como que lo que tenía que decirle era privado
• Marti mi amor… 
• Si Cami dime
• ¿Me podés hacer un favorcito?
• Si, los que quieras papacito
• Podés esperarme un momentico en el carro mientras converso con mi primo y discúlpame ¿sí? – la chica se retiró como se lo pidieron y los sardinos se quedaron hablando un ratico
• ¿Qué pasó ome? ¿Por qué tanto misterio?
• Primo ¡Que vieja más triple mamacita te conseguiste!, a esa le doy mañana, tarde y noche, ¿de dónde la sacaste pues? ¿Qué edad tiene? – preguntó babeándose
• Brian respetá esa chica no es nada de eso que estás pensando, es solo una amiga, además Martina es una linda…
• Una linda y lo buena que esta – interrumpió él
• Si, está como quiere, pero apenas nos estamos conociendo y pues la conocí en el curso de francés, ella es amiga de Marce, ¿Te acordás de ella?, hasta preguntó por vos, Martina tiene tu misma edad dieciséis años – empezó a hablar mientras recordaba a Martina
• Y… ¿entonces qué? Dejaste a Catica por esta grilla ¿o qué?
• Brian no le digás así que es una muchacha decente – le reclamo, algo molesta por su sugerencia y el tono de su voz – te dije que por ahora solo somos amigos y salimos a rumbear casi todos los fines de semana y bueno es que Catalina y yo ya terminamos
• ¿Enserio? ¡Eso nunca lo imagine! Cuente pues que fue lo que paso – y su curiosidad le hizo olvidar la urgencia de su situación
• ¡Pues ya estoy mamado, así de simple! Cada que la invitaba a salir algo pasaba en su casa – le conto haciendo una mueca con la boca – y lo último parce, disque sus cuchos las castigaron por culpa de Mia ¿Podés creerlo? todo el tiempo sale con unas bobadas; que salidas nocturnas no, que solo hasta las 8 de la noche – y le fue enumerando todas las cosas que le disgustaban –  y no pues…¡Qué mamera! parece que ando con una niña de diez años; así que decidí salir con esa belleza a ver qué tal nos va – y señalo a la muchacha de reojo
• Te felicito primito, finalmente no sos tan guevón con las mujeres como yo pensaba
• ¿Cuál guevon ome? ¡Oigan a este! Que sea un caballero y deje que las niñas manden debes en cuando no significa que sea pendejo, que yo soy un man con los calzones bien puestos
• Ya pues, no te molestés, solo quería ver como reaccionabas es que como nada te roba la calma. Desearía ser tan paciente como vos – declaro dando un suspiro
• Entonces que primo vamos a echarnos los chorros ¿o qué? – a tomar los traguitos – que Marce irá y está lo más de lindita
• ¡Si, la Marcela está hecha una mamacita! Tenés razón ome, igual que yo también me pelee con Ariadna
• ¿Si? y eso ¿qué hizo mi cuñadita?
• Que no hizo, empezó a reclamarme unas maricadas, pero yo si la puse en su lugar y la mande pa su casa que vaya a hacer berrinches a su cucho. Es que a las mujeres no las entiende ni Dios – dijo como si tuviera una larga experiencia en mujeres
• Pero aún no me decís ¿qué hizo?
• Pues empezó como siempre ha decirme – y se quedo callado cambiando el tema, un poco avergonzado de decirle la verdad – Ve ¿y esa pinta?... ¿y el carro de donde lo sacaste eh?, fue que se me traqueteo ¿o qué?. Porque un pelaito como usted paseándose en carro con esa pinta así de un día pa otro esta como raro ¿no?
• El carro es de mi papá y la pinta la tenía guardada para una ocasión especial, pero no me cambiés el tema que quiero saber es ¿qué hizo Ariadna?
• Después te cuento es una larga historia – prefirió decir a última hora – primo, ¿vos no tenés como ochenta Luquitas que me prestés?
• ¿No que vos sos un hombre de negocios? – le pregunto su primo frunciendo el ceño, Brian sin dinero, eso era novedad – ¡Pa que me andás pidiendo plata pues!
• Es que no he trabajado en toda la semana, y bueno invite a Ariadna al centro comercial y luego tuve que coger taxi y ya no tengo plata, vení prestáme que yo soy serio y no te voy a quedar mal
• Bueno está bien – sacó su billetera y le prestó
• Gracias parcero en la buena siempre, en la buena papá – le dijo y estaba ya por marcharse cuando su primo no pudo aguantarse de preguntar algo que le estaba picando
• Brian no te vayás a molestar por lo que te voy a preguntar
• No… diga a ver…
• Navid me contó que mi tía Sandy te dio una fuetera de esas que no se olvidan en años
• ¿Cuándo te dijo eso?
• Pues ayer mismo apenas llegó a la casa.
• Ese man si es mucha rata – y con eso confirmo lo que su hermano le conto – ¡no le creás!, solo quiere mamar gallo, mi madre se enojó cuando yo discutí con ese pendejo porque me quedo mal, y ella me regaño pues un poquito, pero nunca mi mamá me ha tocado – hablaba como mil palabras por minuto, iba a partirle la cara a Navi cuando lo vea – en mi casa a los varones no nos pegan, esos castigos son solo para Paola que es quien se porta mal – agrego metiendo en el baile a su hermana –  no pues con gente como Navid se forman los chismes de una. Tu hermanito me debe una parcero, apenas termine mis compromisos voy a levantarlo pa que respete
• Bueno eso fue lo que él me dijo – Camilo se rasco la nuca sin saber que pensar, Nadi parecía muy convincente día antes y ahora ya no sabía – pero ya fresco, que mi hermano le gusta montársela a todo el mundo hasta a mi papá, es de lo más bromista
• Pues no se los demás o si al tío Oliver eso le cause gracia, pero a mí no me va coger de payaso y le decís que como no cierre la jeta yo se la cierro
• Ya socio tranquilo…
• Está bien pues
• Parce vas a salir con nosotros ¿o qué?
• Claro llave, vaya a pasear con la chimbita un ratico mientras yo saludo a mi papá
• Vaya pues. Nos pillamos – dijo y se retiró

Mientras Brian con la plática en la mano emprendió su camino, ya sabía dónde iba a refugiarse seguro de que su madre no lo iba a buscar en ese lugar ni pagada… iría a la casa de Alexander, su padre sin saber lo que le esperaba.