Amor sin medida: Cap. 7; Autora Egly

Amor sin medidas

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 11 de Diciembre del 2017.

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Capítulo 7

Primeros pasos

Autora: Egly

• ¿Qué haces? – pregunto Armando, era más de media noche, hacia horas que todos estaban en sus cuartos dormidos, el como todas las noches desde que se enteró que era padre no podía dormir, estaba meditando sobre los acontecimientos ocurridos durante el día cuando escucho ruidos extraños por el pasillo, por lo que se levantó a ver quién estaba a estas horas merodeando, era Salvador y lo siguió sin que este lo viera hasta la cocina
• Nada, venia por agua – el chiquillo dio un pequeño salto al escucharlo así tan de repente que se asustó y mintió con descaro para que no se enojara, pero su pancita lo delato lanzando un gruñido como el de un tigre, tenía un haaambre que parecían dos, no había probado bocado desde la mañana y por lo mismo no podía dormir, así que se levantó para ver que podía comer pero se sorprendió al ver a su padre ahí 

Armando ignoro la contradicción entre sus palabras y su pancita pero se hizo cargo del asunto.

• Mmm ¿porque no te sientas?, estas descalzo, yo te sirvo –  le pidió al niño guiándolo hasta un taburete, cuando este se sentó no pudo dejar de reparar en la mueca que hizo al tomar asiento aún estaban resentidas las pompas por la tunda que le dio, era la segunda desde que teníasu tutela, pero hoy la tenía más que justificada.

Horas antes

Estaba en su oficina tratando de controlarse para no soltarle un derechazo al imbécil que tenía enfrente y es que siendo hombre de pocas pulgas estaba a punto de partirle la cara a su colega, socio y amigo Gustavo Reyes, un joven arquitecto que junto con Armando al salir de la universidad emprendieron la firma juntos, habían luchado hombro a hombro para hacerse de prestigio y clientes, y en lo personal era su mejor amigo aunque en estos momentos le traía un coraje, dado que el muy canalla tenia media hora riéndose de él.

 

• Jajajajajajaja en serio hermano, me estas tomando el pelo verdad… no lo puedo creer, jajaja – y es que Gustavo siendo un sínico por naturaleza, donde los problemas le resbalan y las complicaciones también, no podía dejar de imaginar a su amigo cuando se enteró que era padre, la cara de sonso que seguro puso debió ser toda una obra de arte sobre todo por e tipo de hombre que era Armando… muy inteligente y que ahora se dejó atrapar como un principiante por una arpía que buscaba una nana para su hijo y de paso ver cuánto sacaba, es que Gustavo creía conocer muy bien a todas las mujeres, tenía la certeza que todas lo que quieren y buscan es un buen tipo con lana para estafarlo, y por los relatos de su compadre este estaba embarcado en tremendo lio – pero hombre no me dejes con la duda ,¿quién es la susodicha y cuando es la boda? – de tanta risa a Gustavo le brotaron las lágrimas, y hasta se agarró la barriga…
• CRAACKK – Armando dio un tremendo manotazo al escritorio que sonó hasta el lobby de las oficinas, Gustavo pego un brinco y dejo de reír de golpe, no esperaba semejante reacción – Quieres por una vez en tu vida tomar las cosas en serio
• Perdón, perdón, ya no te enojes, de verdad no se en que estaba pensando por favor discúlpame – Gustavo comprendió que su amigo no lo tomaba como una gracia, por lo que se obligó a ponerse serio, aunque casi siempre reconocía cuando metía la pata esta vez no comprendía el enojo de su amigo – por favor sigue contándome, ¿quién es la madre del niño, la conozco? ¿Qué piensas hacer?,…
• Melissa, ¿te acuerdas de ella?, fue mi novia en la facultad, resulta que se… –  Gustavo se perdió en sus propias ideas, ¡Melissa! cómo no recordarla si aún la amaba, la conoció cuando ya era novia de Armando, este se la presento cuando la llevo por primera vez a una fiesta de su grupo, era la niña más bella, sencilla, dulce y tierna que conocía, tenía los ojos más hermosos que jamás había visto, ella era de esas mujeres con las que todo hombre quiere formar a su propia familia, a la que respeta y quiere solo para él. Y se enamoró, así de simple, pero nunca se lo dijo a nadie, la idolatro en silencio ya que sabía que Armando la quería en serio y por lo tanto era terreno prohibido, se guardó sus sentimientos para él. El día que desapareció dejo a su amigo sumergido en la desesperación, durante meses lo acompaño a un sinfín de lugares buscándola sin resultados y después en las borracheras de olvido, cuidándolo y consolándolo. Al verlo sufrir de esa manera llego a la conclusión de que ninguna mujer valía la pena así que se convirtió en lo que era hoy en día, un hombre libre que disfruta de ellas y del momento pero nada más, sin embargo nunca la olvido, nunca dejo de amarla – Gustavo, Me estas escuchando….
• Sí – salió de sus recuerdos y se concentró en Armando – que vas a hacer – dicha pregunta no alcanzo a contestar porque el teléfono sonó
• Disculpe señor, le llaman del colegio San Martin, le paso la llamada – era el colegio donde había inscrito a Salvador este era su tercer día de clases y al parecer ya estaba en problemas
• Si pácela por favor…
• Buenos días señor – contesto la trabajadora social de la escuela – nos comunicamos para informarle que su hijo Salvador no se presentó a clases
• Disculpe señorita, eso no puede ser, yo lo lleve personalmente a la escuela lo deje a la entrada – se empezaba a preocuparse, esto no se lo esperaba, él lo había despertado, le preparo el almuerzo y lo llevo a la escuela, lo bajo en la entrada y él se fue la oficina, su error no fue esperar a que entrara a la escuela, si de hecho varios alumnos lo vieron cerca de la escuela, pero no entro, por eso lo llamamos, para que verifique donde se encuentra y que se cerciore de que se esté bien,… este huerco no media consecuencias estaba en medio de esta ciudad tan grande y tan peligrosa, solo y sin conocerla – gracias señorita – y sin más colgó, salió como loco peligroso a prisa y sin informar a nadie, Gustavo tuvo que correr para poder alcanzarlo
• A dónde vas, espera hombre, que pasa explícame – Gustavo lo alcanzo cuando este entro al elevador
• Mi hijo tuvo la brillante idea de ir de excursión por una ciudad que no conoce y solo – contesto al entrar al ascensor, iría a buscarlo, a donde, aun no lo sabía pero lo encontraría
• Te acompaño – le dijo entrando al ascensor, Gustavo no iba a perderse aquello, tenia curiosidad por el hijo de la mujer que amaba y de su supuesto amigo,  pero Armando no quería que interviniera lo conocía perfectamente seria como cuidar de un niño grande
• No, la oficina no se puede quedar sola, mejor quédate a atender lo que se ofrezca aquí y nos mantenemos en contacto – dijo presionando el botón que lo llevaría directamente al estacionamiento del edificio, no pensaba claramente, aun no tenía idea de por dónde empezar a buscar, a pero cuando lo pillara, ahí donde fuera le daría la un escarmiento del que se acordaría toda su vida

Mientras tanto trataba de comunicarse a casa de sus padres para informarles lo que paso y con suerte encontrar a su hijo ahí.

• Hola mamá, ¿oye Salvador está en casa? – pregunto ansioso
• ¿En casa?, no lo sé Armando, salí temprano – respondió – no me digas que me olvide recogerlo – Nicole se angustio, su esposo e hijo llevaban a los chicos al colegio por las mañanas antes de ir al trabajo, y ella se encargaba de traerlos a la hora de la salida, por lo que pensó que había olvidado algo tan importante, sobre todo si Chava tenía tan pocos días de clase
• No mamá, al parecer Salvador no entro a la escuela esta mañana cuando lo deje, pensé que podría haber regresado a casa – encendió el auto, y se puso el cinturón de seguridad
• ¡AY! Dios mío, aquí no llegado, ¿dónde vas a buscarlo?, Armando le puede pasar cualquier cosa – dijo con aprensión, los últimos meses en México se había vivido una ola de inseguridad y Monterrey era una de las ciudades más peligrosas, entre los continuos enfrentamientos de grupos armados y los aumentos en robos y asaltos, era fácil suponer que Chava estaba en peligro
• No se mamá, yo lo deje a la entrada de la escuela así que no debe de andar muy lejos de ahí, me daré unas vueltas por los alrededores y ya veremos… bueno te dejo –  condujo hasta la escuela y recorrió el vecindario varias veces con la esperanza de encontrarlo, pero del chiquillo nada, no había ni rastro, ya habían pasado cerca de dos horas de que se enterara que se fugó y casi cuatro de cuando lo dejo en la escuela, a estas alturas estaba más asustado que enojado

Mentalmente se daba de topes con la pared, entre todo el ajetreo de cambio de casa, la inscripción de la escuela, las compras de ropa, uniformes y útiles escolares no se dio el tiempo de adquirir un celular para Salvador, o bueno lo que había pensado hacer era comprarle uno y dárselo para un motivo o fecha especial, como para cuando sacara un diez en la escuela o en su santo, pero ahora que lo necesitaba para poder dar con él se sintió como un verdadero idiota, como se le ocurría dejarlo para después si estar comunicado era indispensable hoy en día, pero es que jamás imagino que fuera a pasar algo así.

Incluso fue a la escuela con la esperanza de que estuviera adentro de ella pero no asistiera a las clases, como suele pasar en chicos de secundaria. Pero no, no estaba ahí, antes de comunicarse con él, la dirección de la escuela lo mando buscar por todas las instalaciones, precisamente por el mismo motivo, sin embargo, agotando todos los espacios decidieron llamarlo. Se quedó sin dónde buscar, de repente sintió su teléfono vibrar.

• Hola si, papá, no aun nada, ya no sé por dónde continuar la verdad estoy angustiado, ya se está haciendo tarde y no sé dónde más buscar – Augusto acababa de enterarse, se encontraba dentro de un juicio y tenía el celular apagado por lo que no lo pudieron localizar antes, apenas lo encendió se encontró con más de quince mensajes de su mujer y dos de su hijo, donde le pedían que se comunicara inmediatamente pero no daban más explicaciones
• ¿Dónde te encuentras? – apenas termino de hablar con Nicole, Augusto se subió a su coche con la intensión de recorrer las calles como su hijo y tratar de hallar a su nieto – estoy a cinco minutos, espérame ahí

Juntos lo buscaron en un sinfín de lugares, central de autobuses, en hospitales, en la estación policial en donde no les permitieron establecer la denuncia de desaparición dado que no llevaba más que unas ocho horas y aun no podían decir que estaba en peligro, y como no fue un secuestro no se lanzó la alerta AMBER, no hasta que no pasaran como mínimo veinticuatro horas.

• No se preocupe señor, lo más seguro es que es una travesura y en un rato más regresa a casa, deje que se le pase el berrinche vera, vaya a su casa – esa fue la respuesta que obtuvieron de todas las puertas que tocaron

Y por primera vez en su vida Armando experimento la sensación de perder a alguien, eran doce horas en las que no se tenían noticias de Salvador, su desesperación era tal que hasta se atrevió a rezar; aunque incrédulo de que Dios lo oyera, ¿por qué lo haría? si desde que era niño no lo hacía, además de adulto no se había portado tan bien como se esperaba, pero aun así lo hizo

• Señor te lo pido, has que mi hijo regrese con bien, sé que no soy alguien para pedirte más de lo que me has dado, pero tan solo es un niño que perdió a la única persona que conocía, está confundido, y tiene tanto dolor, Dios mío por favor,  por favor señor, te lo ruego, ilumina mis pasos, ayúdame a encontrarlo, por favor – y dos lagrimas escaparon sin querer

No se había dado cuenta de que estaba llorando hasta que su madre lo abrazo por la espalda.