viernes, 12 de enero de 2018

El amor hace a una familia 2ª temporada: Cap 14; Autor Adán

El amor hace a una familia
一一一一一一一一一一一一一一一
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 12 de Enero del 2018.
一一一一一一一一一一一一一一一
Segunda temporada
Capitulo 14
Autor:Adán

Al llegar la noche y en vista a lo tarde que era y la tremenda tormenta que caía Piccarda y Ana se quedaron a dormir en casa de Juan a regañadientes, bueno Piccarda tenía planeado quedarse dos días en casa de su hija, pero Ana no y deseaba irse para no tener más problemas con su marido, pero tampoco puede irse casa con aquel temporal, así que llamo a la hacienda y sabiendo que su hermano tenia a las niñas bajo su ala se quedo mas tranquila de esa parte.

  • Amor – murmura Lucia acercándose a su marido a la cama, ya era hora de acostarse y era el momento de la intimidad no solo sexual sino de aquella en que puedes hablar de lo que quieres sin ser interrumpido ni nadie que se entere, así que era un buen momento para abordar aquel tema – ¿Maximiliano era peleador cuando era niño? – le pregunta y Juan frunce el ceño ¿a qué viene todo esto? – ¿así cómo Peter? – tarde o temprano iba a salir aquello, Juan suspira ya que no le gustaba hablar de eso, habían quedado en que no mencionarían el pasado hasta que sea su momento, pero Lucia tenía que armar algo en su cabeza no solo para tranquilidad suya sino para defender a su hijo
  • Pues… ¿como Peter?, no que yo recuerde – responde Juan
  • ¿Pero era? – insiste, ella, estaba cansada de que todos le digan que no se parecía a ellos
  • Bueno cuando niños si era de los que se agarraba con todos en el campo casi igual a Peter, un poco menos quizás – Juan achico los ojos como si mirara su pasado y era cierto, Max el padre biológico de Peter era de la lucha no siempre con los puños pero era un luchador
  • Es que hay muchas personas que dicen que parecieran que Peter no es nuestro hijo – eso era algo que le preocupaba cada vez más a Lucia
  • Lucia ya – Juan alzo una mano en señal de alto – por favor no quiero seguir hablando del tema – agrego algo molesto – quedamos en que no hablaríamos de eso
  • Amor creo que esto hay que hablarlo – insiste Lucia –  Peter puede descubrirlo en cualquier momento –  y para Juan fue suficiente, no quería pelear con Lucia y menos por Peter, así que se paró de la cama para salir de la habitación
  • Pues se va a enterar si sigues hablando de eso en la casa –  responde Juan agarrando su cajetilla saliendo a fumar al patio, dejando a Lucia, en eso entra Cat agarrada de su oso de peluche
  • Mamá ¿Puedo dormir acá? – Cat se frota los ojos subiéndose a la cama como siempre haciéndose la consentida
  • Ay mi niña – sonríe Lucia y abrazando a Cat –  mira tu padre acaba de salir a fumar y cuando vuelve viene con olor a cigarro así que hoy no además está tu abuela y tu tía
  • Está bien – responde Cat poco satisfecha pero muy intuitiva – ¿por qué se enojó papá? – Cat había aprendido con el tiempo ue su padre fumaba en el patio cuando estaba enojado
  • Ya conoces a tu padre – responde Lucia acariciando el rostro de su hija –  él es así se enoja como pretexto para salir a fumar lo conozco muy bien – le dice guiñándole un ojo  –  no por nada llevamos 18 años casados –  y Cat sonríe ante los gestos cómicos de su madre – ahora ve a dormir cariño es tarde, y yo quiero ver mi novelita

Al día siguiente Juan de sorpresa se fue al colegio de sus hijos, hablo con todos los profesores y con el consejero escolar, quien le informo lo que estaba sucediendo, algunas cosas eran propias de Peter, pero con el tiempo todos empezaron a verlo como el problemático del colegio y apenas surgía algo al que primero miraban con malos ojos era a su hijo, eso no le agrado en absoluto a Juan por lo que decidió cambiarlo de colegio de inmediato, solo que nunca le dijeron a Peter que fue por esa animosidad que su padre sintió de todos, el rechazo global, sino que lo cambiaban porque estaba a un  pelo de ser expulsado y que no querían que tenga un rojo en su expediente.
Peter aun cuando su padre le juro que no era un castigo, él lo sintió de esa manera y decidió cambiar su actitud. Le costo mucho hacerlo, le costó controlar su mal genio pero lo logro gracias a la profesora de religión de su nueva escuela quien tenía un titulo en psicología, así que Peter fue haciendo méritos, peleaba menos cosa que la maestra advirtió a los padres pero no como algo negativo sino como parte del avance del niño, explicándoles que no podían cambiar completamente el carácter del niño y que era normal meterse en alguno problemas como el resto, es que Juan y Lucia andaban como traumados con la idea de que su hijo sea un abusivo desde la infancia; obviamente como Adán se llevo algunas buenas nalgadas por diversas situaciones, incluso las calificaciones pero era parte del día a día, tenia nuevos amigos y empezó a sentirse cómodo sin el estigma de antes.
Pero no solo el hizo avances y cambios, sino Pedro y Piccarda quienes estaban por formalizar su relación, le costo mucho a Pedro pero lo consiguió.

Viernes 10 de diciembre de 1976

  • Pedro – Piccarda saludo con una sonrisa a su marido, en poco tiempo había sido conquistada por Pedro como la primera vez
  • Hola Piccarda – Pedro había comprado unas hermosas flores y los dulces favoritos de Piccarda, era cerca del medio día y no tenia nada mejor que hacer que compartir el almuerzo con su dama favorita en su rancho
  • ¡Ayy mis dulces favoritos! no puedo creer que aun los vendan  – los ojos Piccarda se iluminaron como de una niña al recibir aquel manjar
  • En México ya no pero en Francia aun – contesto Pedro entrando y cerrando la puerta – Hace unas semanas estuve allá por la boda de Andrea como te conté
  • Ahh si – suspiro Piccarda recordando que Pedro le insistió para ir con él, cuando le hubiera gustado sinceramente volver a Europa – hubiera ido pero no sé, me daba un poco de vergüenza… tú ya tienes tu familia yo ya tengo la mía… bueno la nuestra pero bueno ya sabes – responde Piccarda sentándose en el sillón
  • Pero mis hijos te quieren, les he hablado de ti desde niños – le dijo Pedro sentándose a su lado en el sofá
  • ¿Y tú esposa no se ponía celosa? – quiso saber ella, después de todo Pedro le había hablado de su vida sin reparos
  • Pues no, ella ya sabía de mi historia y me apoyo… y pues una cosa llevo a otra y nos enamoramos, fue cuando nacieron mis hijos; fue una buena esposa lamentablemente murió muy joven a los pocos años de casarnos – le contesto Pedro
  • Ahh lo siento… oye ¿Recuerdas que teníamos planeada nuestra vida? –  la nostalgia pico a Piccarda y no pudo evitar tomar las manos de Pedro quien sonrió feliz
  • Teníamos planeado tener varios hijos… después de que volviera de la guerra – murmuró Pedro recordando aquella época y aquella promesa cuando subió al camión que lo llevaría al campo de batalla mientras Piccarda lloraba con uno de sus hijos en brazos, habían planeado tener muchos hijos y vivir en una casa grande
  • Después y antes lo teníamos planeado – responde Piccarda y todos se quedo en silencio
  • Oye sé que no me incumbe pero ¿tuviste otro embarazo? – de pronto la curiosidad y los celos picaron a Pedro
  • Si tuve pero lo perdí por culpa de ese hombre que ahora gracias a dios está 3 metros bajo tierra – respondio Piccarda recordando a Juan José que murió en prisión hace 15 años  – No me acuerdo de cuando fue pero creo que hace 32-33 años –  agrego y Pedro solo podía imaginar cómo le rompería los huesos uno por uno a ese desgraciado
  • Ya paso – Pedro abrazo a Piccarda al darse cuenta de su reacción, han pasado mucho años pero aun le afectaba  – Oye pasare a ver a Ana antes de irme le traje algunas cosas –  le dijo Pedro mirando su reloj, no quería pero era hora de marcharse
  • Bueno pues nos vemos – Piccarda lo acompaño a la puerta y se despidió de él dándole un beso en la mejilla
  • Nos vemos

Pedro llego a la hacienda de Ana cargado de unas grandes bolsas, había comprado cosas para la despensa pensado en sus nietos y los problemas económicos de su hija a causa de Benjamín.

  • Hola Pedro – lo saludo Ana un poco nerviosa, Benjamín estaba por llegar a casa
  • Hola Ana – Pedro no pudo evitar ver los moretones de su hija pese a que ella quiso esconderlo – ¿Te ha vuelto a pegar verdad? – aseguro con la voz molesta
  • Si, pero yo lo provoque – se justifico ella como si realmente fuera su culpa mientras Pedro entro con las bolsas
  • Pues si sigue así, menos va a encontrar trabajo – respondió él, dejando las bolsas sobre la mesa, él había estado buscando empleo para su yerno aun cuando no era de su agrado – les traje algunas cosa que pensé te faltarían  
  • Ayy no… no debiste hacerlo – la voz Ana se tiño de pánico, si Benjamín lo descubría la molería a palos, no le gustaba recibir de otros y para su mala suerte acababa de llegar
  • ¿Y este que hace aquí? – Benjamín tiro la puerta groseramente apenas entro y vio a Pedro en su casa
  • Vaya – Pedro respondió echándole una mirada desprecio de arriba abajo, tratando de ver qué diablos su hija vio en un tipo tan corriente como ese – Así que tu eres desgraciado que toco a mi hija – eso desconcertó a Benjamín ¿su hija?
  • Usted no sabe con quién está hablando – respondió Benjamín todo parador – LÁRGUESE DE MI CASA antes que haga algo de lo que me pueda arrepentir – amenazo acercándose a Pedro desafiante mientras Ana se quedo petrificada
  • No le tengo miedo a sus amenazas, usted sí que no sabe con quién está hablando – responde Pedro como advertencia y Benjamín se frena, nadie lo había desafiado
  • Pues mire para que vea que yo no tengo miedo – y Benjamín le planta un puñetazo a Pedro
  • ¡BENJAMÍN! – grito Ana alarmada corriendo donde su padre
  • ¡Tú te callas! – le contesta jalándola para que no se acerque
  • Ja ¿Crees que me dolió? – respondió Pedro arrugando la nariz – un puñetazo no es nada para mí pero hare que lo lamentes sobre todo el pegarle a Ana –  responde Pedro y de su bolsillo saca una placa –  Pedro Espinoza Ortiz militar retirado –  1969 se leía en ella, su año de retiro –  y aun director de escuela militar –  se presentó Pedro, él entro a la milica con 18 años sirviendo por 37 años hasta 1969 y en 1971 fundó una escuela militar mexicana, cabe destacar que sus hijos son de Francia pero al poco tiempo después del nacimiento de Andrea decidieron mudarse a México y dicho eso se dio la vuelta con intención de retirarse de la hacienda
  • ¿DÓNDE VA COBARDE? – grita Benjo volviendo a darle un golpe por la espalda

Pero Pedro esta vez reacciono y de un puñetazo lo hizo caer armando un alboroto, lo que menos mal llamo la atención de Claudia esposa de Antonio quien vino corriendo a ver que pasaba.

  • Suegro ¿Qué ha pasado? – pregunta Claudia después de ver el alboroto que se armo
  • Nada no te preocupes – responde Pedro sonriendo Pedro era un hombre rudo y fuerte con su 1.80 bien marcado él a diferencia de los de su edad no tenía canas tenía muy pocas no era tan arrugado y eran bien parado aparentaba unos 10 años menos de lo que tenía
  • Pero tiene morado – murmura Claudia mirando la cara del hombre
  • Si pero no pasa nada estoy bien, más bien llevate a Ana y a los chicos lejos de ese tipo hasta que yo me haga cargo  
  • Está bien pero ¿No quiere que lo cure en mi casa? –  se ofrece Claudia
  • Mijita mire no se preocupe ¿sí?, yo estoy bien y si digo que estoy bien es que estoy bien… no me dolió el puñetazo y no se nota tanto el moretón –  le dice Pedro palmenando la espalda de la buena mujer pero acercándose donde Ana – mejor váyanse ambas, yo me fijo en este – dijo agachándose para darse cuenta que el tipo estaba bien, respirando
  • Está bien suegro si usted lo dice – Claudia ayuda a Ana a salir de la casa, llamando a Antonio para que recoja a los niños del cole y se vengan directo a casa

Después de unos minutos Pedro llega a su casa y agarra el teléfono para hacer una llamada a su hijo Gabriel, Gabriel siguió los pasos similares al de su padre se hizo policía y estaba trabajando en México.

  • Comisaria del campo ¿En qué le puedo ayudar? – se escucha desde el teléfono es Gabriel
  • Gabriel hijo soy yo – responde Pedro
  • Papá te tengo dicho que no me llames al trabajo puede ser una urgencia – advierte Gabriel
  • Pues obviamente si te llamo es porque es una urgencia y mejora tú lenguaje conmigo que soy tu padre hasta que muera – contesta Pedro pareciéndole una forma insolente la de su hijo al responder
  • Bueno perdón papá ¿Qué necesitas? – pregunta Gabriel
  • Veras tú media hermana tiene un problema – Pedro le explica todo con detalle hasta la parte en que le dio un puñetazo
  • Está bien pues, mañana iré con refuerzos – responde Gabriel
  • Gracias hijo – responde Pedro y corta


Ahora si hare que lamentes todo el daño que le hiciste, murmuro Pedro como una amenaza…



6 comentarios:

  1. Que bien que Peter este en un nuevo colegio sin una etiqueta de matón segundo que interesante se pone la historia de Piccarda y Pedro.
    Me gusta esta historia.
    Oli

    ResponderEliminar
  2. Me gusto mucho el relato Adán, me gusta que Piccarda se de una oportunidad con Pedro y tengo curiosidad de conocer a los otros hijos de Pedro, y que hará ahora Benjamín.
    Marambra

    ResponderEliminar
  3. Amor a la vista, que lindo ojala retomen su vida Piccarda y Pedro.
    Gnebra

    ResponderEliminar
  4. Se agranda la familia!! Al fin vamos a conocer a los hermanos de Lucia.
    Dos cosas me gjstaron de este capi, que al fin alguien puso en su lugar al iimpecil de Benjamin y lo que mas me gjsta es que ahora Ñeter esta en un nuevo cole y tiene una njeva oprtunidad y que al parecer le esta sacando provecho. Bje capi

    ResponderEliminar
  5. Me cargan las mujeres que se dejan golpear y todavía dicen la estupidez de decir "yo lo provoqué"
    Que bueno que ese señor le partiera la cara al tipo abusador!!
    Y pues a ver que pasa con Peter!!

    ResponderEliminar
  6. Me encanta que el tipo ese las termino pagando, es lo justo por haberle hecho todo ese daño

    ResponderEliminar