Aventuras en la vida de Ranma Saotome y sus amigos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 2 de Abril del 2018.
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Capítulo
2
Una
difícil decisión
Autora:
Nicole
Mientras Ryoga salía del Instituto Furinkan hacia las calles de
Nerima sin rumbo fijo persiguiendo a Ranma para matarlo, Genma acababa de
llegar a casa en su forma humana, algo molesto por la actitud de su hijo, la
verdad no entendía ¿Por qué Ranma tenía que ser tan cabeza dura y discutir por
todo?, ciertamente era un chico inteligente y franco, pero también bastante
terco e impulsivo, y su padre ya no sabía qué hacer para controlarlo, ya que
este lo manejaba a su antojo.
Prácticamente él
había sido la madre y el padre
del chico desde que tenía seis años, ya que con Nodoka (madre de Ranma) se
acordó que su padre se quedaría con él para ayudarlo a perfeccionar las
habilidades en las artes marciales. Genma quería que el muchacho llevará una
vida lo más normal posible, pero nunca contó con las circunstancias por las
cuales iban a tener que pasar. Por ello desde que regresaron a Japón su padre
había decido esforzarse más y tratar de llevar la fiesta en paz con su hijo. Es
decir evitar las constantes discusiones y peleas, que lo único que hacían era
distanciarlos más.
Saotome se tiró en el piso de la parte de afuera de la
casa y cerró los ojos, mientras Soun se quedó mirándolo fijamente.
- Señor Saotome párese de ahí ¡Tenemos que hablar! — dijo seriamente
- Ahora no Tendo, estoy muy cansado – respondió sin muchos ánimos dándole la espalda
- Pues no me interesa su cansancio, lo que tengo que decirle es de suma importancia
- ¿Así? No me diga, y ¿de qué se trata eso tan urgente de lo que quiere hablar?
- Es sobre su hijo Ranma
- ¿Qué diablos pasa con mi hijo ahora?
- ¿Qué, que pasa? Y todavía se atreve a preguntar – dijo levantando un poco la voz – Su hijo es un grosero, altanero y busca pleitos que no respeta a mi hija, se la pasa insultándola por todo y eso, escúcheme muy bien señor Saotome no lo voy a permitir, porque si él es así de novio, no quiero ni pensar cómo será cuando se case con mi Akane – hace exactamente veinte minutos había visto a su pequeña llorar de rabia dentro del Dojo mientras lanzaba golpes y patadas a un muñeco de paja
- Mire señor Tendo, no le permito que hable así de mi hijo y además que yo sepa esa muchacha no es tan fácil de tratar. ¡Usted sabe muy bien que tiene un carácter de mil demonios! – exclamó algo irritado parándose finalmente, dedicándole un severa mirada
- Cuide muy bien sus palabras cuando se dirige a mi hija, sino lo lamentará – le respondió de igual forma y tampoco le quito la vista de encima
- Yo no fui quien empezó la discusión, pero está bien me disculpo
- Bueno… pues yo también siento mucho haberme referido así de su hijo, lo siento Saotome, sin embargo le diré algo, me parece que ese muchacho suyo necesita un correctivo. ¡En serio! Ya le está haciendo falta
- ¿Correctivo? pero ¿de qué está hablando? – Genma se detuvo a pensar un momento, tenía un leve presentimiento sobre de que iba el asunto – Usted no pretenderá que yo maltrate a Ranma.
- ¡No sea tonto señor Saotome! No se trata de maltratar a nadie, esto es… haber ¿cómo le explico?, ¿acaso su padre nunca lo castigo cuando se portaba mal? ¿o es que usted era de esos niños mimaditos, a los cuales sus padres contemplan con un caramelito, para que dejen de hacer berrinche? – pregunto burlándose
- ¡Cierre la boca Tendo! – Exclamó ofendido y luego añadió – Yo siempre fui un niño obediente, nunca mi padre me dio un castigo de esos a los que usted se refiere
- Ay pero que buen chiste – dijo riéndose a carcajadas, para luego ponerse serio – De verdad, piensa que le voy a creer ese cuento Saotome
- Está bien, está bien, usted gana y sí, mi padre me daba unas palizas horribles, que no conseguía sentarme por varias semanas, por eso no estoy de acuerdo con este tipo de castigos, es mejor dialogar con los hijos como personas civilizadas
- En verdad, usted no comprende nada, que dialogar ni que nada, su hijo es un adolescente y los adolescentes siempre creen tener la razón de todo, por tanto hablar no ayuda mucho, hay que tomar acción – dijo entregándole un libro de tamaño mediano, que contenía ciertos consejos para ayudar a los padres a tratar con sus hijos. Genma se quedó observando el libro por un momento y luego leyó el título en voz alta:
- ¿Cómo tratar con adolescentes rebeldes?, ¿de dónde sacó este libro Tendo? – pregunto Saotome algo confundido y poniéndose muy cerca de su amigo – Ahora sí que no estoy comprendiendo nada
- Realmente, usted desespera a cualquiera – suspiró – En primer lugar, el libro me lo regaló Yamane (Un vecino) y ya lo he leído hasta el cansancio, encontré muy buenos consejos y sé que le pueden servir de mucha ayuda. Tiene que leerlo para comprender y luego me dice que tal le pareció. ¿Estamos?
- Bueno, si lo leeré y espero que me ayude a solucionar los problemas con mi hijo. La verdad ya no sé qué hacer con él – dijo dando un gran suspiro
- Yo le garantizo, que eso ahí, le va ayudar mucho. ¡Créame!
- Eso espero, me voy a mi habitación – dijo mientras se iba caminando hasta el cuarto que compartía con su muchacho
- Oiga, no se olvide de devolverme el libro en cuanto lo termine – le grito su amigo desde la entrada principal de la casa
- Descuide, yo leo rápido, no me tomara más de media hora – respondió el señor, en lo que entraba a su habitación
En otro lado de la ciudad se encontraba Ranma sentado en
las bancas de un parque muy concurrido en Nerima, algo cabreado mascando un
chicle cuando de pronto se le acerca alguien por detrás y le tapa los ojos.
- ¡Pero qué demonios! – exclamo sorprendido – ¿Quién rayos eres? ¡Suéltame de una vez! – La chica que le tapo los ojos, finalmente dejo de hacerlo para luego presentarse
- ¡Nihao Ranma! – Shampoo se abrazó a él – ¿A dónde vas? – Ranma se sentía tan incómodo por la insistencia de la muchacha China que ahora no paraba de besarlo
- Mmmg Sham… Shampoo suelta… suéltame – trataba de liberarse pero le era imposible, estaba pegada como goma de mascar
- Te amo y quiero que me acompañes – Ahora lo jalaba del brazo derecho consiguiendo ponerlo de pie, Ranma puso cara de fastidio, pensando ¿Qué rayos quería esa mujer ahora? – Vamos a mi casa, te preparare unos ricos tallarines con mariscos – el artista marcial casi cae en la tentación y es que la comida eran uno de los placeres que lo volvían loco, pero decidió cortarla, no quería más líos
- Cálmate Shampoo, ahorita no puedo acompañarte, tengo asuntos más importantes que resolver primero – se soltó finalmente y la chica de cabellos azul-celeste puso sus ojos aguados
- ¡Qué cruel eres!
- Disculpa no quise decir eso, es que bueno – ver a una chica llorar a veces lo ponía sensible – Deja de llorar por favor – la amazona ya había derramado un par de lágrimas
- ¡No, no lo voy a hacer! – Que caprichosa es esta niña pensó el heredero de la dinastía Saotome y aceptó salir con ella un día del fin de semana – Está bien saldremos el sábado en la tarde, pero tranquilízate quieres – terminó mirándola fijamente lo que la jovencita aprovecho para rodear su cuello con ambos brazos y robarle otro beso
- Oye ¡No vuelvas a hacer eso!
- ¿No te gusto acaso? ¿Me odias?
- No… este… claro que no, bueno lo que quiero decir es…. No debes hacer eso, estamos en un lugar público alguien podría vernos y…
- No me importa mi amado Ranma – se pasó la lengua por ambos labios de forma seductora – saldremos TODO el fin de semana precioso – escribió algo rápidamente en un papel pequeño y lo doblo en dos – ten este es mi teléfono llámame e infórmame en que sitio me esperarás – metió aquello en el bolsillo del pantalón del joven ante su mirada de perplejidad – Mas te vale que lo hagas sino lo lamentaras – fue lo último que dijo, se subió a su bicicleta y se marchó en medio de la multitud dejando a un Ranma con la palabra en la boca
- ¡Oye! Espera… porque tu… ¡Rayos! y ahora tendré que salir con una ella, no tengo más alternativas – pensó en voz alta el chico y seguidamente exclamó – ¡Definitivamente lo hare, conociendo a Shampoo es capaz de hacer cualquier locura! – Imagino todas las veces que lo metió en problemas sobre todo con Akane. ¡Diablos! ¿Por qué tenía que pensar en ella? era la única chica que lo confundía, intentó ordenar sus pensamientos y añadió – Creo que ya es hora que regrese a casa
Se fue caminando tranquilamente al Dojo Tendo.
- Tendo acabo de terminar de leer todo el libro y me pareció muy interesante, pero no creo que pueda aplicar estos consejos en mi hijo – habló Saotome
- ¿Cómo que no puede? ¿Acaso tiene miedo? – Respondió retándolo – Déjese de tonterías y por primera vez asuma su papel de padre y no de amigo o es que cree que no me he dado cuenta ¿todas las burlas y maltratos que recibe de ese ingrato? Ya va siendo hora que lo ponga en su lugar – Espeto el señor, golpeando a la pared con los puños cerrados
- ¡Por Kami! ¡Cuánta agresividad! – Exclamo estupefacto – Cálmese Tendo, entienda que para mí es muy difícil tomar este paso. Jamás le he puesto un dedo encima a mi hijo, bueno solo en los entrenamientos, pero trato de medir mi fuerza para no lastimarlo y pues lo que dice este libro y lo que usted me propone no lo puedo asimilar de buenas a primeras – intento explicar
- ¡Ja! Tal como me lo imaginaba, ha estado malcriando a su hijo todo este tiempo, ahora si comprendo el porqué de su comportamiento, mire señor Saotome yo no le voy a obligar, ni a insistir más, sigua siendo el hazme reír de su niño adorado, pero eso si le digo, luego no venga llorando donde mí cuando le vuelva a faltar al respeto y diciendo que no sabe qué hacer con él, porque le aseguro que me convertiré en una estatua – dijo mientras salía en dirección a la cocina
- ¡Espere Tendo! – Le llamo algo desesperado – De acuerdo lo haré, pero dígame ¿cómo empezar? Soy algo torpe
- Bueno, la verdad de eso me había dado cuenta hace tiempo – dijo haciendo mención a la última frase de su amigo
- ¡Quiere dejar de fastidiarme un momento! Esto es un asunto serio – habló Saotome casi gritando
- Relájese señor Panda, le explicare lo que vas a hacer – le decía, en lo que lo empujaba hasta la parte de afuera del Dojo, ya estando ahí ambos se sentaron en el piso y el padre de Akane procedió a profundizar más en el tema
- ¿Quee? ¿Quiere decir que usted hizo eso con sus hijas?
- Sí, pero solo fue con Nabiki y Akane, ya que Kasumi nunca me dio problemas, y se las di fuerte a ambas para no tener que repetir porque tampoco me gusta ver sufrir a mis hijas y mira que funcionó. No he tenido que volverlo hacer. Así que ya sabe Saotome tome el toro por los cuernos. Ármese de valor y enfrente a su hijo
En lo que hablaba apareció Ranma enfrente de ellos, pero
no alcanzó a escuchar la conversación de su padre con el suegro.
- Hola papá, hola tío – saludo
- Buenas tardes muchacho – contestaron al unísono
- Hijo, podrías esperarme en nuestra habitación, necesitamos conversar un poco – le informo su progenitor de una manera muy cordial
- ¿Eh…? – Ranma frunció el ceño – ¿Qué te pasa papá? ¿Para qué quieres hablar conmigo?
- Ya luego te darás cuenta – Contestó el señor
- Bueno, entonces dejémoslo para después, ahora estoy muy aburrido como para oír tus conversaciones, me voy a ver televisión – dicho aquello se disponía a entrar a la sala, cuando el señor Tendo le toco el hombro
- ¡Alto ahí jovencito!, no iras a ninguna parte, que no sea a tu habitación – le hablo seriamente – Tú padre necesita aclarar ciertos temas contigo.
- ¡Oiga! ¡¿Quién demonios es usted, para hablarme así?! – Ranma le cogió del cuello de su traje de entrenamiento, pero Soun reacciono bajándole el brazo
- Escúchame muy bien, muchacho desobediente – se le acercó y le apuntaba en el pecho con su dedo índice – Estás viviendo en mi casa y bajo mis reglas, así que te guste o no vas a hacer lo que te he dicho, de lo contrario me vas a conocer enojado y eso no te lo recomiendo
Ranma retrocedió unos pasos y luego tragó saliva, por
algún motivo algunas veces el padre de Akane le resultaba intimidante.
- Está bien, escucharé a mi padre, pero eso sí, que sea rápido porque tengo cosas que hacer
- De acuerdo hijo, vamos – y ambos se fueron directo a la habitación
Ya dentro, el padre del chico se dispuso a hablar.
- Muy bien Ranma, la razón por la cual estamos aquí, es para dejar claro, algunos asuntos
- ¿Asuntos…? ¿Cuáles asuntos? – dijo el chico confundido – No sé qué te traes en mente, pero me imagino que debe ser otra de esas locas ideas tuyas.
- ¡Silencio! ¡Estoy hablando yo! Ese es el primer problema, nunca te puedes quedar callado, siempre reclamando por todo, cuando ni siquiera sabes lo que te voy a decir.
- No lo sabré, pero me lo imagino. ¿Quieres terminar de hablar de una vez? – recargo su cuerpo en la pared y se cruzó de brazos – ¡Mierda! ¡Cómo odio cuando te pones con tus sermones! – Exclamó manteniéndose desafiante para intimidar a su padre
- Ranma Saotome cuida esa boca, recuerda que soy tu padre y me debes respeto – Trato de sonar firme, pero no le dio resultado
- ¿Si cómo no? ¿Respeto dices? – Dijo enojándose un poco –¿Cómo demonios exiges algo, que tú no eres capaz de dar? – se acercó un poco más para estar lo más cerca de Genma y acorralarlo como solía hacer la mayor parte del tiempo
- Hijo baja la voz. Yo estoy cerca de ti, no hay necesidad de gritar – Ranma lo miró molesto – Rayos! esto, no será fácil – pensó el señor Saotome
- Y ahora me mandas a callar, pero claro ¡Cómo no soportas que te diga la verdad en tu cara! Siempre has sido un cobarde que no reconoce sus errores, te pasas la vida echándole el muerto a los otros, pobre imbécil, la verdad no sé ¿cómo un tipo como tú puede ser mi padre? no eres más que una vergüenza.
El padre de Ranma se quedó pasmado, al oír cada una de
las hirientes palabras que le dedico su hijo, estaba apuntó de salir huyendo y
llorar; tenía los ojos aguados, pero le dio la espalda a su hijo, trago saliva
y se contuvo, luego se acercó al chico que en aquel momento estaba mirando el
techo de la habitación distraído, lo que Genma aprovechó y entonces tomándolo
por sorpresa le engancho su pie derecho, consiguiendo derribarlo en un dos por
tres le apresó ambas manos, teniendo cuidado de no lastimarlo, solo quería
asustarlo un poco.
- Pero… ¡¿Qué demonios te pasa?! ¡No seas cobarde! No es válido atacar por los costados IDIOTA – Ranma empezó a revolcarse en el piso, para soltarse del agarre de su padre, pero le era imposible
- ¡Quédate quieto Ranma! – dijo su padre levantándolo del piso, sin soltarle los brazos
- Déjame, me lastimas, me duele – se quejó el muchacho
- Siéntate ahí y escucha lo que tengo que decirte – le indico, pero ese muchacho era demasiado terco, que volvió a desobedecer
- NO escucharé nada me oyes y puedes irte a la MIERDA BASTARDO – El señor Saotome dio un largo suspiro y le dijo:
- Acabas de cavar tú tumba Ranma – el jovencito lo miro desconcertado, luego cambio su mirada por una de fastidio pensando que las amenazas de su progenitor eran estúpidas – Yo no quería hacer esto, pero tú me obligas – Genma ya no aguanto más y cogió una silla que había en el cuarto la puso en el centro, luego agarro del brazo a su grosero hijo y rápidamente lo coloco sobre sus rodillas
- Ya estoy cansado de lo mismo Ranma
- ¡Oye! ¡¿Qué pretendes hacer?! – El adolescente se movía desesperadamente algo avergonzado por la posición en la que se encontraba
- Creo que es muy obvio hijito – Ranma trataba de librarse de su padre, pero le fue inútil, ya que este lo tenía bien agarrado y acomodado en su regazo, mientras la ira del chico aumentaba
- NI UNA MIERDA… TÚ NO ME VAS A PEGAR COMO A UN MALDITO MOCOSO DE DIEZ AÑOS, NO TIENES DERECHO A HACERLO – volvió a protestar Ranma
- Pues lamento informarte, que estas muy equivocado, mi querido Ranma. Te guste o no recibirás unos buenos azotes para que aprendas a respetar a tus mayores gran insolente y por supuesto que tengo todo el derecho del mundo porque soy tu padre – dicho esto Genma empezó a dar una azotaina a su hijo encima de sus pantalones. Los primeros azotes sonaron duros sobre el trasero del chico, que no quería aceptar estar en esa posición
- ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! – Ranma sintió subírsele e calor a la cara y comenzó a estremecerse con mucha desesperación como si quisiera salir huyendo – Ranma deja de moverte. No hagas esto más difícil – recomendó su padre que ahora le apresó las piernas con las suyas
- ¡BASTA, ESTO ES HUMILLANTE! YA ESTUVO BUENO… ¡YA SUÉLTAME! – insistía Ranma utilizando un tono altanero
- No he acabado todavía, y no voy a terminar hasta que hayas aprendido bien la lección – volvió a hablar su padre
- ¡QUÉ LECCIÓN NI QUE MIERDAS! ¡TE EXIJO QUE ME DEJES IR! – protestó de nuevo
- Al parecer, estaremos aquí por mucho tiempo – su padre suspiró con resignación – ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! – Saotome continuo con su trabajo azotando las posaderas del chico, esta vez con mucha mayor intensidad, provocando que el chico empezara a quejarse por el picor que ya estaba sintiendo a pesar de conservar aún sus pantalones. Ranma era demasiado orgulloso para admitir algo que lo hiciera ver débil, jamás daría su brazo a torcer por lo que se aguantó y en lugar de disculparse, comenzó a refunfuñar de la impotencia y rabia de estar en tan vergonzosa posición
- TE HE DICHO, QUE ME SUELTES – siguió utilizando el mismo tono insolente. Genma conocía muy bien lo obstinado que podía llegar a ser su muchacho, por lo que pensó que debía ser más severo e ignorando las protestas, comenzó a tirar de los pantalones del chico, bajándoselos hasta las rodillas junto con los calzoncillos y empezó a aplicar su mano, ahora sobre el culo desnudo.
- ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! – cayeron otra tanda de nalgadas, de izquierda a derecha y luego al centro del trasero del chico
Los ojos de Ranma se tornaron húmedos, ya no podía
contenerse más y saltaron las primeras lágrimas mientras movía sus caderas con
gran ritmo para tratar de librarse de la mano de su progenitor, pero lo único
que conseguía era que le dieran más duro y a pesar que le dolía, no quería
admitir sus errores, su orgullo y soberbia eran más grandes que él, su padre lo
sabía y por ello pensó que tal vez un par de palmadas no eran suficientes, por
lo que puso de pie a su hijo, este pensaba que todo había terminado y
llevándose ambas manos a su culo, empezó a sobarse con ganas mientras su padre
sin mirarlo se dirigió al armario de la habitación para buscar algo más, algo que sirviera de mayor
efecto en el chico y para suerte de él y desgracia de jovencito,
hallo lo que buscaba, una gruesa correa de cuero con hebilla de metal, la cogió
y doblo en dos y seguidamente tomo nuevamente a su hijo que aún continuaba
resistiéndose.
- Ay suéltame… no de nuevo, ya he tenido suficiente – Ranma gritó lo más fuerte que pudo. Su padre lo puso por segunda vez en sus piernas y empezó a descargar la correa cinco veces seguidas sin descanso sobre las ahora coloradas nalgas del muchacho
- ¡ZWASS! ¡ZWASS! ¡ZWASS! ¡ZWASS! ¡ZWASS! – Los azotes sonaron duro, y el joven solo apretaba los dientes para no chillar, sintió que aquello le quemo la piel de la parte baja de las nalgas que fue el sitió dónde fueron a parar los correazos – Muy bien Ranma Saotome, dime ahora mismo ¿Por qué te estoy castigando? y terminemos con esto de una vez – Su padre quería finalizar todo allí, pero como su hijo era testarudo, prefirió proferir insultos en lugar de humildemente contestar la pregunta de su padre
- ¡Porque eres un maldito sádico, imbécil y enfermo mental!
- Perfecto Ranma, sigues comportándote como un mocoso insolente, te tratare como a uno – Genma marcó cinco seguidos en el mismo sitio
- Papá por favor déjame – suplicó Ranma llorando a lágrima viva
- Hasta que al fin está empezando a comprender el asunto, la verdad no disfruto verte llorar hijo – pensó Genma
- Ya déjame papá, me duele mucho – a estas alturas el orgullo de Ranma se había ido a la porra
- No te dejare, hasta que me contestes, ¿Por qué estas recibiendo estos azotes? ¡ZWASS! ¡ZWASS! ¡ZWASS! – tres más cayeron nuevamente en los pliegues haciendo que el chico pegara un gran grito, que se escuchó por toda la casa. Ranma no contesto a la pregunta no porque no quisiera, el asunto era que el dolor se estaba volviendo insoportable y comenzó a hipar a causa del llanto. Lo cierto era, que lo único que el chico quería ahora sí, era que todo terminara de una vez por todas – a ver Ranma responde inmediatamente ¿por qué te castigo? – volvió a repetir su padre en tono severo, dejando el cinturón de lado y volviendo a aplicar su mano dándole seis nalgadas seguidas sin hacer ninguna pausa – ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS!
- ¡AAAAAAAAAAAH! ¡AAAAAAAAAAH! – Sus quejas no cesaban – ¡AAAAAAAH! Porque te… fal… te falte… el respeto… grave…gravemente… dije cosas… que… que no… que no debía… para papá… me… due… duele mucho… – a este punto, el adolescente tenía el final del trasero como fuego, seis más de la misma manera volvieron a impactar aquel vulnerable lugar. Saotome estaba decidido seguir los consejos de su amigo Tendo, el castigo debía ser duro para no volver a repetirlo
- ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! Además, porque siempre estas ofendiendo a tu prometida, por ser grosero con mi amigo Soun, por desobediente y por portarte como un verdadero malcriado la mayor parte del tiempo – luego de haber dicho eso, le dio las últimas seis y dio por terminado el castigo – ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! ¡PLASS! –¡Hijo, siento haber tenido que ser tan duro contigo!, pero tu comprenderás luego, cuando tengas hijos
- Pa… papá… yo real… yo realmente siento… mucho… todo lo…todo lo que te…dije… me… per… me perdonas – aun gimoteando sin quitar las manos de su retaguardia.
- Disculpas aceptadas y espero no tener que repetir este castigo de nuevo.
- Me…due… duele… mucho.
- Ya hijo, ya esta no llores más, ya pasara – le consoló un poco sobándole la espalda, hasta que por fin el chico se tranquilizó y se quedó dormido
Su padre lo cargo y lo coloco boca abajo en la cama,
mientras le sacaba por completo los pantalones y la ropa interior, luego lo
cubrió con una sábana delgada, para después cerrar las puertas de la habitación e irse a reunir
con su amigo a jugar shogi (ajedrez japonés) en la sala.
- Y bien ¿Cómo le fue con el incorregible de su hijo? – pregunto Tendo cuando se reunió con él
- Le aseguro que nada fácil, pero creo que con esto va aprender y será un hijo modelo, de eso estoy seguro, si hasta se arrepintió por lo que me dijo – habló Saotome
- Sí, ¿cómo pudo atreverse? es un deslenguado, bueno pero ya lo puso en su lugar y se mantendrá mansito por lo menos por un par de semanas – comentó convencido Soun
- Espero que sí, porque no me gustaría hacerlo llorar de nuevo – volvió a hablar Genma
- Yo no estaría tan seguro, ese hijo suyo es bastante testarudo, pero al menos con esto se mantendrá al margen por un tiempo – pensó Tendo
- Oiga ¿Por qué tan calladito? En que piensa el señor
- Eh… ¿yo? En nada, mejor vamos a echarnos una partida de shogi ¿le parece mi querido amigo?
- Si claro, pero sin trampas, de acuerdo
- Pero Saotome, si el único tramposo aquí es usted
- Claro que no, yo siempre juego limpio y ya pare de quejarse Tendo – y empezaron a discutir
Pues me parece que Ranma es muy intenso con sus emociones, y muy grosero también, y la novia tonta llorando de todo y nada, creo que esa chica no tiene dignidad porque imagino que sabe que Ranma no la quiere, vamos no se puede querer a alguien que te obligan, que feo eso, pero veremos que pasa, como dije no conozco la historia original así que esta versión es interesante para mi.
ResponderEliminarMarambra
Pobre chico, le han dado duro pero se lo merece, fue muy grosero con su padre pero no creo que haya sido grosero con esa niña que dicen es su novia.
ResponderEliminarVeremos cuanto le dura su promesa de portarse bien.
Ranma no puede quejarse, sus palabras fueron muy ofensivas y se merecia un castigo como ese.
ResponderEliminarY como dice Tendo, a ver hasta cuando le duran los modales.
Si definitivamente le faltaba un castigo a Ranma espero que cambie esa actitud que se carga, que a fin de cuentas esta viviendo en casa ajena.
ResponderEliminarMary
Bueno no recuerdo si lo dije anteriormente en el anterior comentario que puse pero bueno no vi esa caricatura porque no era mucho de mi agrado pero sabiendo que esto lo está escribiendo mi amiga Nicole pues ya con eso me da curiosidad y lo leo!!
ResponderEliminarY pues como todo lo que haces me divierte pues aquí me tendrás siguiendo tu historia!!
Ese papá para no saber y no tener experiencia pues se las dio con ganas a su hijo!!
Y el otro señor pues que metiche eh y todo para que no hagan sufrir a su hija va y se mete en lo que no le importa!!