lunes, 9 de abril de 2018

Aventuras de Ranma Saotome: Cap.3; Autora Nicole

Aventuras en la vida de Ranma Saotome y sus amigos
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 9 de Abril del 2018.
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Capítulo 3     
Distraido Ryoga salva su pellejo

Autora; Nicole

Ranma Saotome se había despertado y levantado de la cama. «Maldito dolor», dijo sobándose su trasero. ¿Por qué a su padre se le había ocurrido castigarlo de esa manera?, si él jamás le había tocado un pelo en todos estos años, ciertamente el chico todavía no lograba comprender lo que motivo a su padre a tomar tan extraña decisión ¿será que fue una broma de mal gusto, con el fin de hacerlo enfadar?, se detuvo un momento a pensar y no daba con la respuesta a sus preguntas. A pesar que el muchacho se había disculpado con su padre en el momento que estaba recibiendo la paliza, ahora se encontraba bastante confundido y algo nervioso que no quería ni salir de la habitación por vergüenza, sabía que algunos habían escuchado sus gritos.
La cabeza le daba vueltas por la preocupación y empezó a cuestionarse nuevamente. ¿Será que Akane oyó algo? ¿O bien Nabiki? ¿Cómo podré mirarles a la cara?, eran algunas de las preguntas que rondaban en la cabeza del adolescente mientras se colocaba una toalla en la cintura. Después de tanto analizar la situación, entró su padre a la habitación que compartían ambos y le recordó que el fin de semana le tocaba hacer la limpieza completa de toda la casa. El muchacho se rehusó amablemente, pero su padre insistió.

  • Ranma tienes que cumplir con tus responsabilidades – sentenció serio – Recuerda lo que hablamos hace un momento
  • Nunca hablamos de limpiar nada – respondió el chico – Tu solo hablaste de respeto y obediencia. Además para eso está Akane, ya que va a ser mi futura esposa, pues que empiece por aprender a ser una buena ama de casa. ¿No crees?
  • Creo que estas equivocado hijo, en esta casa todos tenemos obligaciones y tú no serás la excepción y si no lo haces sería desobedecer la orden que te estoy dando – Ranma lo miro serio, pero no entro en discusiones
  • Está bien, entiendo; solo que no va a poder ser este fin de semana porque tengo un compromiso muy importante – de pronto Ranma recordó su encuentro con Shampoo
  • ¡¿Compromiso?! – exclamó sorprendido su padre, arqueando una ceja
  • Sí, tal como lo escuchaste en un principio y ni me preguntes de qué se trata – respondió el adolescente con tono un poco irrespetuoso
  • Ranma Saotome, no me contestes así, mira que ya empiezas;  luego no te quejes de las consecuencias, yo solo te hice una simple pregunta, pero si no quieres responder tampoco te voy a obligar – le dijo su progenitor – No estés siempre a la defensiva muchacho
  • Lo siento discúlpame – el joven bajo la cabeza apenado por su comportamiento – Prometo que haré todos los oficios bien temprano antes de irme
  • Buena idea hijo, ¡Qué gran cambio de actitud! Nunca pensé que esto se diera tan pronto – habló orgulloso de su único hijo el señor Saotome
  • Gracias papá, bueno me voy a bañar, para salir a caminar un rato, me encuentro muy tenso – informó mientras se dirigía al cuarto de baño
  • Espera un momento – su padre le detuvo poniendo una mano en su hombro
  • ¿Y ahora qué ocurre?
  • Pasa que no me has pedido permiso jovencito  y es lo primero que tienes que hacer antes de poner un pie fuera de esta casa. Recuerda que no te mandas solito – respondió seriamente Genma, Ranma suspiró
  • Aquí vamos de nuevo, perfecto mi querido padre lo que tú digas – dijo medio altanero todavía no estaba del todo convencido, pero no tenía más alternativas – ¿Será que el señor me puede dejar salir aunque sea unos miserables minutos? –  Bueno por lo menos, se digna en pedir permiso; antes solo se iba sin decir nada, parece que los métodos de Soun están funcionando a la perfección, pensó el padre – ¡Oye! y ahora ¿Por qué tan callado?, ¿Me darás el permiso sí o no? – volvió a insistir Ranma, quien a estas alturas ya se estaba cabreando que lo trataran como a un mocoso de parvulario
  • Bien, te dejaré ir, pero con una condición; la cual será que regreses antes de las veinte horas – le indicó
  • ¡Lo que me faltaba! Ahora resulta que tengo que cumplir con el toque de queda – replicó con total fastidio
  • Hijo no me lo tomes a mal, pero lamento comunicarte que desde ahora vas a tener que cumplir con ciertas reglas; las cosas no serán como antes porque desde este preciso instante se acabaron las insubordinaciones – terminó la frase mirando al muchacho fijamente a los ojos
  • ¿Ah sí? Enserio te encuentras bien, no tienes fiebre – colocó el dorso de su mano derecha en la frente de Genma
  • Estoy perfectamente, deja de hacerte el gracioso – respondió, bajándole la mano a su hijo
  • ¡Está bien, lo que digas! – se resignó – Aunque me cuesta asimilar vivir bajo reglamentos, pero debo admitir que es mejor a estar dentro de cuatro paredes
  • Me alegro que lo tomes así, al principio va hacer difícil, pero luego te acostumbrarás
  • Tienes razón no será nada fácil, pero hare mi mejor intento, eso sí, no se te ocurra volver a pegarme como lo hiciste hace un momento porque no respondo, además estoy grande para ese tipo de castigos
  • Escúchame bien hijo, no disfrute nada castigarte, pero tú no me diste más opciones y  desde  ya  te  digo,   si vuelves a   faltarme  el respeto o algún miembro de esta familia, no voy a titubear y volveré a darte un escarmiento como este que recibiste hoy o más severo – Trató de sonar estricto, pues tenía que darse a respetar aunque  se  sintiera  raro hablándole  de  esa  manera, la mayor parte del tiempo Genma se comportaba con poca seriedad frente a su muchacho, pero ahora más que nunca tenía que rectificar las cosas  antes que fuera demasiado tarde – Así que no me estés provocando y sí de verdad te crees muy grande entonces no te comportes como un niño y te aseguro que no volveremos a tener ese tipo de charlas – el chico chupo sus dientes al  tiempo  que  rodaba  los ojos, su  padre  ante  tal  gesto le lanzó una de esas miradas que hacen temblar, el joven se tuvo que disculpar en un abrir y cerrar de ojos
  • Ya tranquilízate, lo siento – alejándose un poco de su padre – Yo solo me refería a que te pasaste y todavía me duele, pero ya entendí y aprendí la lección, te aseguro que no serán necesarios ese tipo de castigos porque no soy de las personas a quienes hay que repetirle las cosas varias veces – Quiso sonar maduro – ahora te dejo me voy a bañar.
  • Bueno, espero que aquella conversación se te haya gravado en la cabeza – insistió, antes que su hijo cruzara la puerta, tenía que dejarle todo claro, sabía que en unos días olvidaría todo y volvería con sus acostumbrados arranques y malos modos, lo conocía muy bien así que,  tenía que asegurase que entendiera el mensaje
  • Sí, clarísimo como el agua, adiós padre – se fue finalmente hacia el cuarto de baño

Ranma tardo poco en bañarse y alistarse para salir, mientras iba por el pasillo de la casa se topó de frente con Akane, quien le pregunto hacia donde se dirigía, pero este se negó en responderle, ella se fue molesta a su habitación y él  salió por la puerta delantera hacia la calle a caminar sin rumbo fijo.
Mientras tanto en casa de Los Tatewaki…

  • ¡Maldito imbécil! – Exclamó todavía molesto Kuno refiriéndose al director – Está será la primera y última vez que me pones un dedo encima – añadió apretando su puño con fuerza dentro del Dojo de entrenamiento – Pero tengo algo más importante que hacer – Anunció todavía de pie ahora frente a sus dos amores: La hija menor de Soun y la chica de la trenza. Sí, el Rayo Azul del Instituto Furinkan como también era conocido por sus similares  estaba contemplado los dos grandes afiches que tenía pegados en la pared de aquel salón; el hecho de no saber por cual chica decidirse lo tenía  enloquecido completamente – ¿AkaneTendo o la Pelirroja? ¿A cuál de las dos debo elegir? – Se hacia la misma pregunta una y otra vez cuando de pronto fue interrumpido sorpresivamente por su amo
  • Señor Tatewaki…
  • ¿Qué sucede Sasuke? – se giró para míralo
  • Su padre desea hablar con usted – le informo
  • No tengo nada que hablar con ese señor – respondió serio
  • Señor su padre esta delicado de salud – dijo algo preocupado, pero Kuno no se inmuto
  • No es mi problema
  • Pero – iba a insistir, pero fue cortado
  • No me importa…
  • Comprendo señor, me retiro entonces – hizo una reverencia y se fue

Mientras Kuno meditaba en el Dojo de entrenamiento, el joven de cabello trenzado iba tan tranquilo andando por la acera de las avenidas, pensando en todo lo que había vivido hasta el momento con solo dos meses de haber regresado al Japón. Estaba tan concentrado, que no se percató que alguien a lo lejos venia corriendo precipitadamente, pero como el joven seguía pensativo, no se dio cuenta cuando aquella persona en el desesperó que cargaba acabó tumbándolo mientras se disculpaba y continuaba a toda velocidad, de pronto Ranma intento incorporarse, pero más atrás apareció una señora de mediana estatura bastante joven y atractiva,  quien  no estaba de muy buen humor y paso corriendo por encima del muchacho.

  • ¡Demonios! en este barrio todos están locos – dijo levantándose por fin, el chico se estaba sobando por todas partes, mientras aquellas dos personas regresaban corriendo uno detrás del otro, pero esta vez estaba atento y no lo aplastaron. Se detuvo a ver quiénes eran, pero solo alcanzo a hablar con el muchacho a quien por supuesto reconoció inmediatamente mientras la señora corría en otra dirección
  • Ryoga ¿QUÉ DIABLOS TE PASA? FÍJATE POR DÓNDE VAS – el chico eternamente perdido se dio cuenta de la voz que le gritaba, se dio la vuelta y recordó el combate sin terminar
  • ¡Así que aquí estabas cobarde! – Se acercó a su rival tomándolo agresivamente  del cuello de la camiseta – ¿Porque huiste de la pelea?
  • ¡Ya suéltame! – Apartó bruscamente ambas manos  – Yo no escape, fuiste tú el que saliste  corriendo  sin rumbo fijo como siempre ¡Desorientado!
  • ¡Cierra la boca imbécil! Estoy cansado que te burles de mi  se colocó en posición de combate – Tu tiempo se acabó – se lanzó a atacar a Saotome
  • ¿Quieres pelea? ¡Pues te voy a dar gusto! – Ranma hizo lo mismo y ambos empezaron a luchar en medio del pavimento
  • ¡Ryoga Hibiki, ya te vi! ¡Ven inmediatamente a recibir tu merecido! – gritó aquella mujer interrumpiendo la pelea, el chico del pañuelo amarillo se paralizo al escuchar su nombre completó y Ranma aprovecho su distracción para lanzarle un buen golpe en la mandíbula, luego otro en el estómago, pero en unos minutos se recuperó e inmediatamente le pidió ayuda a su amigo
  • ¡¿Qué diablos te pasa?! ¡Suéltame! – el chico distraído jalaba a su compañero del brazo
  • Ranma ayúdame por favor – el de la trenza puso cara de sorprendido  mientras el de ojos  marrones sudaba de los nervios
  • ¡¿Pero qué rayos está pasando aquí?! – Saotome vio que la señora se acercaba cada vez más
  • ¡Ryoga vamos a terminar esta pelea ahora mismo! – dijo soltándose e intentando ignorar todo lo que sus ojos habían presenciado hasta el momento – ¡Yo estoy listo! – añadió  retomando la posición de lucha
  • Ranma por favor, dejemos eso para después, ahora necesito salir de este problema – la cara del joven Hibiki reflejaba mucho miedo
  • ¿Ryoga que le hiciste a esa mujer? Se nota que está muy enojada
  • Ranma deja de estar perdiendo el tiempo y salgamos de aquí  El chico-cerdo al ver que la mujer estaba ya solo a centímetros de ellos, salió corriendo y Saotome lo siguió
  • Está bien, te ayudaré, pero mejor sígueme sino nos perderemos ambos – Ryoga acepto que lo guiara y allí iban los dos corriendo y la señora detrás de ellos – Entonces ¿Qué fue lo que le hiciste a esa mujer? vamos cuéntame – insistió
  • ¿Y a ti que te importa eso eh?
  • Pues si no lo sé ¿Cómo voy a ayudarte? No seas malagradecido.
  • De acuerdo te lo diré, esa mujer es mi madre, es que tuvimos una discusión además, me reclamó por otras cosas que no comprendo aún, pero lo peor de todo es que se ha vuelto loca y quiere matarme – Ah sí que esas tenemos – y lo único que quiero ahora es – el grito de su madre lo interrumpió
  • Ryoga ¿Dónde estás? – la joven señora volvió a desorientarse, lo que aprovechó Ranma para esconder a su amigo
  • Por aquí – El joven de cabello trenzado empujó a su amigo hacia unos  arbustos
  • ¡Ryoga cuando te tenga en mis manos, vas a ver! – habló la sra. Hibiki mirando para todos lados a ver si daba con su hijo, pero se cansó y se sentó unos minutos en las bancas del parque dónde se encontraba en aquellos momentos
  • ¿Ya puedo salir? – Ranma negó con la cabeza
  • Espera un momento, ya casi se marcha – Ryoga asintió, pasaron veinte minutos y la señora Hibiki parecía haber abandonado el lugar, el chico de la trenza le informo a su compañero – Ahora sí puedes salir con confianza, tu madre se ha ido
  • Gracias Ranma, eres un buen amigo y yo que siempre he sido tan injusto – añadió dramático
  • Ya cálmate, después arreglamos cuentas, por ahora será mejor que te vayas
  • Está bien – intento partir, pero…
  • ¡Ryoga sinvergüenza, vuelve aquí! – ambos chicos se asustaron al ver a la señora Hibiki a lo lejos
  • Ranma eres un inútil, dijiste que se había ido – reclamó golpeando la cabeza de su amigo con el puño cerrado
  • Pero ¡¿Cómo puede ser posible? – se preguntó atónito todavía sobándose el golpe propinado, Diablos se nota que es la madre de Ryoga, esa familia tiene el peor sentido de orientación del mundo, terminó pensando
  • Ranma muévete que se acerca – Saotome salió de su estado de asombro, reiniciando la maratón junto a su compañero, y  allí iban los tres precipitados, Ranma, Ryoga y la madre de este último uno detrás del otro, tumbando puestos de comida, metiéndose en todos los parques, restaurantes, casas etc., arruinando todo lo que había a su paso, las personas se quejaban por el alboroto que estaban ocasionado aquellos individuos, pero eso a ellos le valía un reverendo comino, en medio de tal desbarajuste la madre del adolescente distraído se detuvo en el Okonomiyaki U-chan para pedir prestado una sartén mediana, después continuo persiguiendo a su hijo, pasaron en medio de otro parque lleno de arbustos frondosos lo que aprovechó Saotome para esconder a su colega
  • ¡¿Dónde demonios estas Ryoga?! ¡Sal de donde estés! ¡Juró que cuando te encuentre, la vas a pagar muy caro! – Decía la señora mientras golpeaba el sartén con la palma de su mano parada justo a tres metros de distancia de dónde se encontraba su muchacho
  • ¿Ranma que vamos a hacer?
  • Tú tranquilízate, no salgas por nada del mundo, veré que se me ocurre
  • Ranma ¿A dónde vas? – Ryoga intento detener a su ahora cómplice al darse cuenta que se estaba incorporando para marcharse
  • Quédate quieto, la voy a distraer – anunció, pero su amigo no le hizo caso, salió  de  su  refugio  permitiendo de esta manera  que  su  madre  lo pillara
  • ¡Así que aquí estabas escondido grandísimo cínico! – se había acercado y ahora  lo tenía acorralado
  • Ma… má puedo explicarte – le temblaba la voz
  • Señora por favor, escuche primero a su hijo – intervino Ranma
  • No quiero oír una sola palabra – dijo  – Y usted no se meta en esto niño
  • Pero, dame la  oportunidad  insistía el chico-cerdo, pero su progenitora no lo dejaba hablar
  • ¡Silencio! Ahora sí vas a ver – la señora levantó la  sartén  ante  la mirada de espanto de Ranma, pero el chico eternamente perdido reaccionó rápido y antes que su madre lo agarra para lincharlo, este le aventó una de sus cintas que él siempre lleva en la cabeza y como estas son afiladas acabó cortándole un poco el antebrazo a la mujer, mientras se disculpaba y salía acelerado, dejando a Ranma mucho más  sorprendido que en el inicio

Ella por supuesto se encontraba como un volcán a punto de hacer erupción; así que  en menos de lo que canta un gallo comenzó a perseguir al chico-cerdo, quien continuaba corriendo  como un loco que acababa de escaparse del manicomio, definitivamente ya no sabía dónde meterse.

  • Ryoga ya colmaste mi paciencia. Más vale que des la cara y afrontes las consecuencias de tus acto – ahora daba vueltas en círculos para ver si lo encontraba, hasta que lo divisó, sin perder tiempo volvió a perseguirlo,  solo que  esta  vez  el muchacho tuvo la suerte de encontrarse con un lago y se tiró al mismo, entretanto la mamá se despisto de nuevo, revisando los árboles, tinacos de basura, hasta por debajo de las piedras lo busco, pero no había rastros de su hijo, quiso meterse al lago, pero se contuvo, ya que no sabía nadar – ¿Dónde estás Ryoga Hibiki? No permitiré que te salgas con la tuya...
  • ERNK ERNK – Fueron los gruñidos que se oyeron de un pequeñito cerdito negro saliendo del agua
  • Y tu ¿De dónde saliste? – La señora lo cogió con ambas manos y partió hacia su residencia


5 comentarios:

  1. Ranma con este capitulo se me hizo un personaje complicado y raro, pero bueno debe ser parte de su caracter supongo, lo que si, ese niño cerdo, que lio con sus despiste.

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  2. A Ryoga le espera una dura paliza por lo visto, pobre niño cerdo, con lo despistado que es, ni siquiera sabe que hizo mal
    Y Ranma tan bien portado, a ver hasta cuando le dura el cuento, pero también puede que sea consecuente.

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  3. Pobre Ryoga, con lo despistado ni debe saber que hizo para que su madre este tan enojada, ojala pueda explicarle de que se trata todo porque sino el destino de su trasero sera malo.

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  4. No me gusta que castiguen a Ryoga me da penita el siempre es mas atento y noble que Ranma. Me gusto el capitulo :)
    Mary

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  5. jajajaja la señora no pudo atrapar a su hijo jajajaja
    Bueno a ver como va el siguiente capitulo!!
    Se me sigue haciendo tan extraño que se conviertan en otras cosas o animales que bueno jajaja ahora ya es un cerdito con que no lo quieran cocinar!!

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