El amor hace a una familia, 2ª Temporada: Cap. 24; Autor Adán

El amor hace a una familia

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 4 de Mayo del 2018.

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Segunda temporada

Capitulo 24

Autor: Adán

• ¡Juan! – casi grito Lucia del susto – yo… yo no quería que te enteraras así – murmuro al ver la reacción de su marido, Juan estaba furioso, y temía su reacción, no era habitual verlo así pensó ella
• ¿¡Y cómo querías que me enterara si se puede saber!? – pregunto irónico en respuesta él – ¿¡igual que como me entere de que estabas embarazada de Cat!? – gritó lo que capta la atención de sus hijos Kosaki Peter y Adán que acuden a ver qué pasaba quedándose parados en la puerta del cuarto  de sus padres
• Estaba buscando el momento de decírtelo – respondió Lucia mirando a su hija con pena
• ¿Cuándo te enteraste? – pregunto para luego arrepentirse de decir aquello – Mejor no respondas… está claro que sabias desde antes que yo – dijo resentido dando la espalda a Lucia y Cinthia dispuesto a marcharse, topándose de frente los niños – ¿¡Y ustedes que!?  plaf plaf plaf ¡A sus cuartos! Plaf plaf plaf –  gritó dando a los dos más chicos tres azotes con la mano en el trasero, mientras Kosaki corrió a su cuarto esquivando a papá
• ¡Ya vez Cinthia! ¡Ahora si se enojó tu padre! Y lo peor… conmigo, pero si es un bruto, ¡un bruto! – le dijo Lucia enojada a su hija
• Tu llegaste gritando mamá – se defendió Cinthia ya atemorizada
• ¿Y te justificas? ¿No te das cuenta que nos has decepcionado? – contesta su madre muy enojada lo que hace llorar a Cinthia – ¡ya deja de llorar, ya no eres una niña tus lágrimas no sirven de nada! – agrego Lucia antes de salir  del cuarto dando un portazo, dejando a Cinthia totalmente perdida

Ella sentía que no era para que su madre le dijera así de feo y no lo era, pero Cinthia desconocía el verdadero significado de las palabra de su madre, no conocía la dimensión exacta del tamaño del pedestal en el que estaba puesta sobre todo por su padre, aunque Juan no era del tipo sentimental, tenía su corazoncito y ella era su orgullo privado, su estrella y para su madre era la oportunidad de ver muchos de sus sueños realizados, sueños que en ella se frustraron por los estrecheces que paso en su vida, tanto ella como su marido querían ver a su hija entrar a la universidad, sacar una carrera, verla de novia de alguien responsable, casarse de blanco, y conocer a sus nietos en el nido de un hogar formado, no como ahora, despreciada por su novio y a tan temprana edad.

• Creo que está vez mamá se pasó, no tenía por qué decirte eso – la consola Eva abrazándola, había oído todo y entro al cuarto de su hermana apenas su madre se fue
• ¿Por qué me pasa esto a mí? No merezco esto – Cinthia estaba desesperada y explota llorando abrazando a Eva

Mientras tanto Lucia decide coger a toro por  los cuernos y se va al patio donde pillo a Juan fumando como loco del enojo que tenia, del enojo y el coraje además.

• Juan… – murmuro Lucia sentándose a su lado, pero Juan ni siquiera se voltea a mirarla – La noticia tampoco me tiene muy feliz y entiendo tu enojo, yo también estoy enojada pero debemos apoyar a la niña – habla queriendo dialogar con el, pero sin recibir respuesta de Juan – ¡dime algo!... ¡repróchame si quieres! o no se dame un golpe, pero no me dejes así – Lucia prefería que Juan estalle con ella, discutir siempre era más fácil que soportar la indiferencia de Juan, ella no sabía como manejar eso, nunca pudo hacerlo, se sentía inútil
• Dime cuando te enteraste – responde Juan sin mirar a Lucia
• Ayer
• Si claro – sonríe irónico Juan apagando su cigarro antes de reclamarle a su mujer – Mira Lucia tu y yo no tenemos nada que hablar – le dije parándose de donde estaba y señalándole con un dedo – tu igual me mentiste debiste decirme todo AYER, pero pues no – se gira bruscamente y se va

Dejando a su mujer con la palabra en la boca, y no regreso hasta la hora de la cena, y la cena bueno, parecía mas un funeral que una cena familiar, Cinthia se sentía tan abatida que de ser por ella no hubiera ni aparecido, pero su madre no la dejo estar sin comer.

• ¿Hablaste con Fernando? – le preguntó por fin su padre, una pregunta que no quería responder por obvias razones –   Espero que si – sentencia Juan enojado, quería saber si el muy dichoso que se burlo de su hija ya sabía la buena noticia y que iba a hacer al respecto, esperanzado de que por  lo menso tenga las agallas de dar la cara sino seria la comidilla de la comarca, su hija… SU HIJITA preñada y abandonada
• Bueno si hable con el – respondió Cinthia sin mirar a su padre, incomoda con su mirada
• Y que dijo el feliz padre? – pregunto para luego cambiar de idea – mejor no me lo cuentes, ¡hablare con él! lo llamaras y le dirás que venga ¡Ahora! – indica golpeando la mesa con los dedos, era una horrible orden y Lucia prefirió no meterse, total Juan la ignoro todo el día
• Es que… termine con Fernando – respondió Cinthia lo que hizo enojar aún más a Juan
• Ah pues ¡que bien! lo que faltaba ¿no? – responde Juan con sarcasmo – Como se han propuesto a arruinarme mi día – Declara tirando sus cubiertos, Juan estaba muy decepcionado de Cinthia, la cena se acabo para él y prefiere irse a la calle a cualquier lugar lejos de casa a ahogar sus penas en alcohol

Lucia solo se pone las manos en la cara desesperada y se dirige al teléfono, piensa en si llamar a su madre o no pero decide llamarla.

• Mamá… – dijo Lucia al saber que ya agarró el teléfono en el otro lado
• Hija ¿Qué pasa? – respondió Piccarda al notar rara a Lucia
• Te necesito mamá, necesito que vengas las cosas están mal aquí – Lucia intenta no llorar
• ¿Porqué hija? ¿Qué ha pasado? – Piccarda se paró de golpe alarmada
• Cuando vengas te cuento mamá – Y con eso Lucia corta

Mientras Piccarda colgó el teléfono angustiada se acercó Ana con el ceño fruncido, el semblante de su madre era serio.

• ¿Paso algo mamá?
• Era Lucia… Dijo que necesitaba que fuera para allá me necesita – y sin decir nada más entró a su cuarto seguida de Ana
• Pero mamá recuerda que Juan advirtió que si ponemos un pie en esa casa nos saca a patadas
• Pues que se joda Juan, mi hija me necesita y voy a ir – Piccarda sigue haciendo sus maletas sin parar lleva mucha ropa por si es necesario que ella se quede semanas allá, la verdad no dijo eso por insultar a Juan si no que se refería a que iba a ir donde Lucia a toda costa, Lucia la necesitaba
• Bueno igual si es raro que haya llamado, quizás se trate de algo muy fuerte – Comento Ana sentándose en la cama
• Pues si… quizás le haya pegado o haya descubierto que hablamos o algo peor – responde Piccarda numerando casos, aunque Piccarda puso cara de extrañeza
• ¿Y porque le iría a pegar? Ósea Juan puede ser machista, bruto, pero nunca golpearía a Lucia – responde Ana
• Solo son suposiciones hija… además tu igual deberías aprovechar de ir ¿no me comentabas que estabas arrepentida de lo que le hiciste a Peter todos estos años? ¿Sobre todo en navidad? – responde Piccarda buscando lo indispensable
• Si mamá tienes razón pero me da vergüenza, no sé cómo hacerlo ¿Lo podrías hacer por mí? – pidió Ana, como siempre buscando arrancar de los problemas escudándose en otros
• Ana tienes 39 años no siempre te voy a solucionar la vida, ya debes madurar y enfrentar tus problemas tú eres la que debe disculparse no yo, yo estaba bien con Peter todos estos años y la agarraron conmigo cuando hiciste tu estupidez allá en navidad, la vergüenza la debería sentir yo al ver a mis hijos gritarse y que me haya tocado regañarte – respondio Piccarda cerrando su maleta – Ahora iré a hablar con Antonio y cuando vuelva quiero ver tu maleta hecha – le dijo Piccarda saliendo de su casa

Mientras Juan hablaba con su compadre Pancho en la casa de Pancho fumándose un cigarro junto a él como siempre.

• Pues si compadre, le di ¡todo!... educación, comida, ropa… nada le faltaba su único deber era estudiar y ser profesional – se quejo Juan enojado
• Te entiendo compadre, pero parte de esto es tu culpa… hiciste mal en querer vivir a través de tu hija y encima consintiéndola en todo por eso estás así – responde Pancho ya que Juan siempre le comentaba que quería que Cinthia fuera profesional, todo lo que él y Lucia no eran
• No compadre eso es lo que quiere todo padre para su hijo, que sea profesional estudie y trabaje y después pensar en formar una familia… yo le di de todo a Cinthia nunca la presione con el estudio por eso digo ¿Qué le falto? – Pregunta Juan enojado
• Nada compadre ¿qué le va a faltar? entiendo que tienen las oportunidades que nosotros nunca tuvimos pero… – Respondió Pancho pero es interrumpido por Juan
• Yo sé lo que le falto… falto la madre ¡Lucia! ella no debería estar trabajando, ella debería estar en la casa con sus hijos y hacer las cosas de la casa como debe ser – Juan sacó su lado machista un lado que no había sacado en años
• ¡Compadre! no puedes culpar a Lucia ella lleva años trabajando y esto ocurrió ahora – respondio Pancho apagando su cigarro
• Ella desde que salió a trabajar descuido todo lo que era su deber – Se defendió Juan aunque estaba exagerando las cosas, era su rabia lo que le hacía – Pero juro que eso se acaba ¡ya!, Lucia en casa como debe ser y yo trabajando como debe ser
• Está bien no te discutiré, como siempre tú quieres tener la razón de todo – Al final Pancho se enojo
• Es porque la tengo compadre Lucia debía hacerse cargo de eso, que encima son cosas de mujeres… debió hablarle a Cinthia algo – Juan ahora mismo no iba a ceder, estaba cegado por su enfado
• Juan mi madre trabajaba todo el día fuera y yo estoy aquí con un trabajo estable y felizmente casado igual que mis hermanos, solo me gustaría que ella hubiera estado aquí para verlo – respondió Pancho con tristeza, su madre había muerto hace más de 20 años

AL final Juan ya no dijo más nada, y se despidió de su compadre, dejando a Pancho sumido en sus pensamientos.