Formando una pequeña manada
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 9 de Junio del 2018.
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Capítulo 11
Autora:
Marambra
- ¡Bestia! – oyó Sebastián gritar a alguien desde lejos,
pero se giro y continuo durmiendo como si la cosa no fuera con él, estaba tan cansado
que ni se soportaba, como si hubiera caminado leguas enteras o participado en
un maratón, pero en realidad eran los efectos secundarios de la borrachera que
se pego lo mismo que el dolor de cabeza que le daba cuando giraba su cuello,
así que procuraba moverse poco, además cada que lo hacía le atacaba un tremendo
estirón en el hombro resultado de la caída dada, menos mal parte de su público
amortiguo aquello sino hubiera terminado definitivamente en coma o muerto – ¡aquí esta muchachos! – volvió a oír otro grito, pero ahora de lejos
y eso le confirmo que la cosa no era con él, pero que desubicados pensó, gritar
de esa manera en el hospital y fue cuando se sentó de golpe pese al dolor al
darse cuenta que él estaba en un hospital… inconscientemente había reconocido
un montón de cosas como familiares debido a la profesión de su padre
- ¡Mierda! – Sebastián despertó del todo mirando a todos
lados, viendo por primera vez la vía en uno de los brazos, el otro con un
cabestrillo algo incomodo y lo más horrible un largo tubo que salía
sospechosamente debajo de sus sábanas y caía al vacio dentro de un colector de
plástico, trasladando en su interior un líquido amarillo paja muy familiar…
orín, su orín – ¡mierda!... ¡mierda!... ¡mierda! ¿QUE
ES ESTO? – chillo cuando
descubrió de donde salía aquel tubo, tapándose de inmediato asustado a darse
cuenta que parte de su anatomía estaba comprometida
- Eso es una sonda urinaria macho – respondió
uno de los chicos que entro a su dormitorio… Carlos, justo cuando levanto de
nuevo sus sábanas para convencerse de lo que sus ojos miraban – que duro ¿he?,
¡que duro! – le guiño un ojo
sonriendo del ataque de pudor que le dio a Sebastián que inmediatamente se
cubrió hasta casi el cuello – ¿cómo estás? – le
saludo poniéndole su puño en su delante para que lo choque y Sebastián devolvió
el gesto tímidamente más por temor que por otra cosa, recibiendo el mismo
saludo de los otros 3 muchachos que entraron vestidos de negro con las greñas
despeinadas, era el cuarteto infernal con los que había cantado a voz en cuello
en aquel concierto al que fueron clandestinamente con Luis, obviamente al calor
de las copitas subidas a la cabeza, porque si no, ni pagado hacia aquello
- ¡Bestia! ¡mírate! – fue el turno de Andrés, otro de los chicos
con una simpática sonrisa en los labios que también se acerco para chocar su
puño – un brazo roto,
no está mal ¿he? – agrego
palmeando el cabestrillo
- Nada mal, sobre todo tras la volada que te has dado, macho…
nunca vi a nadie tan loco como tú, lo juro – esta vez fue Javier, quien se sentó al pie
de su cama con total confianza
La confianza que solo se forma en años de amistad, el detalle era que él prácticamente acababa de conocerlos 24 horas antes y no se atrevía si quiera a contradecirlos ni mirarlos, estaba tan tímido como cuando los conoció.
- Por lo visto te comió la lengua el gato, Bestia – se
burlo Carlos, pero no con maldad, la verdad es que venían a proponerle un
negocio
- Por… aggg agg aggrr – carraspeo
al oír su voz chillona, tragando saliva – por… ¿por qué me llamas Bestia? – se animo a preguntar Sebastián incomodo con
la presencia de los chicos y apenas termino de decir aquello todos soltaron tremenda
carcajada
- ¿Cómo que porque?, te presentaste así en el escenario… ¿no
te acuerdas? – le respondió Alfredo, el último de los
chicos y Sebastián negó rotundamente con la cabeza
- Mi nombres es ¡Bastián… LA BESTIA!... Jajajja jjja – rieron
de nuevo tras imitar su presentación y Sebas recordó el incidente, aquel
momento le llego como un flechazo a la memoria
- Por lo visto la cruda fue ¡bien cruda! – Andrés
movió la cabeza quitándose la gorra, él era el único que vestía diferente, con la
gorra y los pantalones rojos y desencajaba con el fúnebre estilo de los otros
tres que parecían un trío de sepultureros
- Yo no me acuerdo de nada – contesto tímidamente Sebastián
Y una nueva carcajada estallo en el recinto que llamo la atención de una de las enfermeras que entro enojada al dormitorio seguida de Joaquín; Joaquín venía a ver a su hijo después de hablar con los médicos que trataron a su pequeño, por su posición había podido tener total acceso a su historia clínica y los resultados de laboratorio, enterándose que ingreso no por la luxación del hombro como le dijo Juan Carlos, sino por intoxicación alcohólica como lo sospechaba él, también pudo ver las tomografías que descartaron posibles traumas internos en la cabeza raíz del golpe dado, por tal razón Sebastián iba a quedarse un día más en observación para que el traumatólogo y el fisioterapeuta lo evalúen y concreten una cita en conjunto en pocos días.
Pero
cuando oyó las risas en el dormitorio de su hijo, prefirió quedarse en la
puerta y ver quiénes eran, ya que aquellas risas no pertenecía a ningún amigo
de Sebastián que el conozca, así que le hizo una seña a la joven enfermera para
que no lo delate, por eso solo entro ella con el ceño fruncido aparentando
enojo.
- ¡Jóvenes! – les dijo alzando un poco la voz para que le
hagan caso
- Perdón – contesto uno de ellos sonriéndole y sin
dejar de abrazar a Sebastián por el hombro, aquel cuarteto había venido a
visitarlo cuando se enteraron que lo internaron raíz de la caída sufrida en el
escenario
- Les ruego compostura, estamos en un hospital no en una plaza
pública – agrego mirándolos feo, pero uno de los
chicos se le acerco con una hermosa sonrisa, irresistible y se disculpó
- Oh, perdone, no se enfade señorita – le
dijo al ver lo joven que era, joven y guapa – nos portamos bien, solo queríamos ver como estaba nuestro
amigo, ¿sabía usted que es un artista? – le
pregunto sonriéndola, haciendo que la joven se relaje
- No, no tenía idea – contesto arreglándole la almohada a
Sebastián y maniobrando en el dispositivo de aquella cama para que Sebas se
siente
- Mire, mire – dijeron los chicos sacando una tablet – esta es nuestra
presentación de anoche y ¡ÉL! fue la estrella –
dijo señalando a Sebas mientras subía el volumen para que todos
oigan, hasta Sebastián se sorprendió de la voz que cantaba en aquel aparato, no
podía creer que fuera él; ¡estaba cantando en ingles! imitando a Scorpio como
siempre lo había soñado y con una multitud ovacionándolo, igual que cuando
cantaba en la ducha, no entendía ni jota del inglés, pero tenía una increíble
memoria auditiva y aquel grupo era su favorito y a raíz de oírlo se había
aprendido todas las canciones de sus héroes musicales aunque no sabía qué era
lo que cantaba
- ¡Vaya! – murmuro la enfermera
mirando de reojo el video casero, de veras que el chico tenía buena voz – tu papá debe
estar muy orgulloso, ¿ya se lo mostraste?
– comento la joven enfermera, que
sabía quién era el padre de Sebastián
- Nooo – salto prácticamente Sebastián a la sola
mención de su padre – él no sabe naaada – confeso,
creyendo sinceramente que su padre aun estaba en Montevideo en su conferencia, ¡oh
Dios!, estaba metido en tremendo problema pensó de repente, ahora solo quedaba rogar
a su abuelo por su silencio, lo último que quería era fastidiar sus planes con
su padre y ponerlo en aprietos solo porque él estaba en el hospital, cosa que a
su vez le genero estrés, no tenía idea de lo que había pasado, ni quien lo
trajo ni cuantos días estaba allí, lo único que tenía claro era que debía
hablar con su abuelo y rogarle que por favor, por favor por lo que más quiera,
no le diga nada a su papá, sino nunca más lo dejaría solo (bueno con su abuelo)
y estaba dispuesto a aceptar que sea él quien lo castigue, aunque eso lo mataba
de vergüenza
- ¡Uff! Bestia, vas a tener que decirle porque si no, no
podrás participar con nosotros – y dejaron caer la bomba – queremos que cantes con nosotros en
el coliseo, en el concurso de talentos de la Alcaldía
- ¿Yo? – murmuro Sebastián
- Sí tu, pero antes debes contarle a tu papá
Fue cuando Joaquín decidió entrar en escena, ya había oído gran parte de la conversación, incluso la voz de su hijo cantando y se sorprendió de aquello, nunca ni en sus mas locas pesadillas hubiera imaginado que su hijo tenía dotes de cantante y menos que le guste ese tipo de música, además quería ver quiénes eran aquellos chicos tan bulliciosos y de donde los conocía Sebastián, porque una cosa era clara, Sebas casi siempre estaba con los mellizos y segundo eran muy pocos los chicos del curso que él consideraba amigos y venían a casa, así que esto tenía que ser obra de Luis.
- ¿Contarme que hijo? – Joaquín no pudo tener mejor momento para
hacer su aparición en la habitación de Sebastián quien se puso blanco del susto
- Pa... ¡papá!... ¿cuándo llegaste? – pregunto
prácticamente en un quejido de pánico achicándose sobre sus hombros entendiendo
la frase: trágame tierra
- Nosotros nos vamos Bestia – dijo uno de los chicos, mientras miraba a
sus compañeros, intuyendo que su nuevo amigo estaba metido en problemas… en
serios problemas dedujo tras mirar la acerada mirada del hombre que acababa de
entrar y sobre todo cuando Sebastián hizo pasar un seco trago de saliva
imaginaria que seguro dolió la garganta – estas en buenas manos –
se despidió y de pronto su grupo de fans volvió a apretar su puño
para despedirse de él – que te mejores
pronto – concluyo saliendo
rápidamente
- Si Bestia, que te compongas – sonrió Andrés golpeando su puño de la misma
manera que cuando se saludaron – estaremos en contacto –
grito desde la puerta – ¡ah! hemos pasado el video a tu móvil, disfruta tu fama,
luego hablamos – agrego, pero
volvió sobre sus pasos tras el codazo que le dio Carlos sin disimulo y se
acerco a Joaquín – hasta luego señor – y estiro su mano para despedirse, tomando por
sorpresa a Joaquín, quien no pudo negarse a aquello
- Hasta luego y gracias por la visita – respondió
Joaquín de dientes para afuera, era obvio que la visita no era agradable para
él
Después de eso y el click de la puerta todo se quedo en silencio, Sebastián casi podría jurar que podía oír el latido de su corazón, sabía que su padre querría una explicación y que quiera o no, tenía que dársela tarde o temprano, pero por mucho que abrió su boca no le salían las palabras y empezó a ponerse nervioso porque su padre no se lo puso fácil, y no era que ya no más le exija saber que paso, todo lo contrario, Joaquín opto por el silencio.
Joaquín
espero a ver que iba a decirle su hijo, pero cuando Sebastián se quedo mirando
las arrugas de sus sábanas saco su móvil del bolsillo, el mismo móvil que Sebas
creyó perdido y abrió el whats app
reproduciendo el video que acababan de enviarle aquel grupito de chicos sin
decir absolutamente nada, solo le dio volumen y contemplo la pantalla mientras
por el rabillo del ojo miraba a Sebastián relamerse los labios y cuando
concluyo se lo quedo mirando con una gran interrogante en los ojos que decía:
¿Y bien?.
- Papá, yoooo – murmuro tras carraspear mirando a su padre
con cara de consternación, a punto de llorar – te lo puedo explicar – dijo bajando la mirada, sabía que estaba en
tremendo lío y por la mirada que le daba su padre, ni el hecho de estar en el
hospital lo iba sacar del problema
- No quiero ninguna explicación Sebastián o debo llamarte
Bestia – contesto más bien Joaquín, molesto de aquel
apodito sin hacer el intento de morderse la lengua, creyendo sinceramente que
le decían Bestia por tirarse sobre un grupo de chicos ebrios… la explicación de
Luis de que Sebastián se cayó por borracho quedaba chiquito ante lo que sus
ojos veían, aquello no era caerse, era arrojarse al vacío en un acto suicida;
no tenía idea que en un lapsus de esos, producto de la embriagues, Sebastián se
nombro así mismo como Bastian la Bestia, burlándose de su propio nombre
- Papá – sollozo Sebastián y su padre le puso un
dedo sobre su boca
- Solo respóndeme una cosa – dijo con aspereza al ver que su hijo se
hundió sobre sus hombros sentado como estaba, con el pelo revuelto, los labios
secos, un brazo con yeso, el otro con una vía y una maldita sonda urinaria
debajo de las sábanas – ¿es a ese lugar a donde tenias que ir con el permiso de tu
abuelo?, o es que tomaste la decisión de ir por tu cuenta – le
pregunto mirándolo fijamente, maldiciéndose por dentro, había prometido no reclamarle
nada en el hospital, pero oír aquella charla, oír ese extraño apodo y encima
tener la seguridad que su hijo estaba ebrio al oír aquel supuesto video fue
suficiente para enfadarse
- No fui por mi cuenta, fui porque Luis… – empezó
a explicarle, pero su padre puso un dedo sobre su boca callándolo
- Ah ah aha ha – atajo su padre – no estoy preguntándote nada sobre
Luis y sus propuestas, sino de tus actos Sebastián – dijo con tal fiereza que al pobre de Sebastián
no le quedo otra que reconsiderar sus palabras y responder lo que creía
esperaba su padre
- Le mentí al abuelo y fui con Luis a ver ese concierto – qué
más daba, no tenia caso dorar la píldora, su padre siempre había recalcado que
tenía que ser responsable de sus actos, que tenía que aprender a discernir que
estaba bien y que no, y que si había dudas le preguntara a él o a su abuelo
- No fuiste a ver ningún concierto, te fuiste a beber – le
dijo su padre molesto – y encima hiciste tonterías poniéndote en riesgo y no es necesario
que alguien venga y me lo cuenta Sebastián, que este video que han enviado tus
nuevos amiguitos, es ¡muy revelador! – agrego
y Sebastián maldijo a Luis mentalmente, si no hubiera sido por él y sus
provocaciones, él ni loco hubiera bebido aquella primera lata de cerveza, pero
también tenía que admitir que la sensación de poder que le dio aquella primera cerveza
fue adictiva y fue él quien pidió la segunda que lo pudo de mejor ánimo, más
bien desinhibido, seguro de su mismo, envalentonado, la tercera le abrió su boca
alcanzando notas altas al cantar, se sentía poderoso solo que dar tantas
vueltas y saltar y girarse mientras actuaba no le sentaron tan bien que para la
cuarta no supo porque carajos se lanzo de cabeza sobre el público, quedando
inconsciente, es más no tenía idea que Luis tuvo que llamar al abuelo desde la
ambulancia en la que lo trasladaban al hospital, y claro ahora todo eso pesaba
e hizo que Sebastián solo se ponga a llorar, no le gustaba que su padre este
enfadado con él
– y No quiero llantos Sebastián, te
recomendé un millón de veces que te portaras bien… ¿lo has hecho?, ¡NO!, así
que no te quejes, sabes muy bien que te has ganado una buena paliza pero como
no puedo castigarte porque te has lastimado en tu debut – dijo su padre irónicamente, sin poder
disimular su enojo y un horrible sollozo salió de la boca de Sebastián – tendremos que
cancelar el viaje a Montevideo, voy a darle los billetes del vuelo a tu tío Marcelo para que vaya con Luis
- BUAAAAAA
Y Sebastián se lanzo a llorar desconsoladamente, eso realmente era peor que ganarse una paliza, pero Joaquín no dio su brazo a torcer… bueno por lo menos hasta el día siguiente, estaba tan enojado con las tonterías de Sebastián que bien podía darle una dura con el cinto, pero a raíz de estar internado y tener lastimado el brazo, decidió escarmentarlo de diferente manera, aunque dolía porque eso era privarle a su hijo y a él mismo de una gran oportunidad de conocer otro lugar, de disfrutar de momentos de ocio y diversión; y aunque se sentía mal por hacerlo llorar cuando más bien debería estar mimándolo iba a ser firme en su propósito y fue así que lo pillo Juan Carlos que vino a ver al nieto junto a Marcelo, el pobre de Luis quedo en casa castigado.
- ¿Qué paso mi hijo?, ¿por qué estas llorando? – pregunto
el abuelo mirando feo a Joaquín, habían
hablado noche antes de lo sucedido y el abuelo interesantemente había sacado
cara por el nieto, quizás porque vio a su hijo demasiado enojado cuando ya
asimilo que Sebastián se embriago al grado de estar intoxicado terminando en el
hospital
- Mi paaapa dice que no vamos a viajaaaar BUAAA – se
quejo y Juan Carlos quedo desconcertado, creyó que Joaquín lo había amenazado
con sonarlo apenas lleguen a casa, pero al parecer su nieto encontró otra
manera de torturar a su bisnieto, pero no era el momento ni el lugar para
decirle nada
- ¡OH mi niño! – consoló
el abuelo abrazándolo y Marcelo miro incomodo a Joaquín, en parte se sentía
culpable y responsable de aquello
Al final la visita en sí, se hizo tediosa, Sebastián se la pasó gimoteando, mirando con cara de pena a su padre y durmiendo la mayor parte del tiempo de aburrimiento, hasta las horas de la tarde que fue cuando por fin le dieron de alta.
Aquella
noche Joaquín esquivo como mejor pudo no solo a Marcelo y a su padre sino
también de Sebastián que se pusieron en campaña para cambiar de opinión,
teniendo que mantenerse firme en su decisión, al final termino discutiendo un
poco más de lo normal con su padre y Marcelo levanto las manos, entendiendo a
su primo, de estar en su lugar tampoco le gustaría que nadie intervenga
insistentemente en premiar la borrachera de su hijo, al final Juan Carlos y
Marcelo se marcharon y Joaquín creyó que con aquello Sebastián ya no diría nada
más, pero apenas se vio solo con su padre, Sebastián volvió al ataque y no
paraba de ir de un lado para otro tras su padre rogando que no suspenda el viaje,
pero Joaquín empezó a enfadarse de verdad…
- Basta Sebastián, no quiero hablar del tema ya tome la
decisión y no voy a dar mi brazo a torcer – le dijo haciendo un esfuerzo por no perder
la compostura, además quería revisar su correo para ver si le cambiaban el
curso que se perdió a otro similar debido a que cancelo su participación justo
dos horas antes de que empiece el evento – ve a dormir, ya te he dicho hace rato, estas castigado – le
recordó armándose de paciencia
- Pero papi por favooor, me voy a portar bien de aquí en
adelante, no seas maliiiito – rogaba sentándose cerca de él en el comedor
- Me alegra saber que tu intención es portarte bien de aquí en
adelante hijo, de verdad te lo agradezco – respondió Joaquín sin dejar de atender el
correo electrónico – ahora por favor, ve a dormir, es tarde ya
- Pero recién son las nueeeve – gimoteo Sebastián
- Lo sé, pero estás castigado – le dijo y Sebastián se quedo callado sin
moverse de donde estaba, mientras Joaquín se concentro de nuevo a la
computadora, pero sin dejar de mirar de reojo a Sebastián quien no hizo el
intento de moverse – ve a dormir
Sebastián, no te lo voy a repetir, estoy ocupado
- Pero paaapi, por favooor
- He dicho que ¡no!
- Por favor, ¡déjame hablar! – al final Sebastián se armo de valor y decidió
exponer su plan
- Está bien, a ver qué quieres decirme – al
final la perseverancia parecía que iba a dar frutos
- Por favor papá, yo quiero viajar y sé que estoy castigado,
pero ¿porque no me castigas como lo haces siempre? – ni
el mismo creía lo que estaba diciendo, prácticamente estaba rogando por una
paliza, después de aquello la habitación se quedo en silencio y Joaquín suspiro
hondamente antes de decir
- Lo siento hijo, pero ya tome mi decisión, y los billetes
fueron devueltos – y eso lleno de rabia a Sebastián porque en
algún momento oyó a su padre y a su abuelo discutir al respecto y sabía que su
padre congelo el vuelo así que
- Mentiroso – lo acuso molesto con aquello y le jalo
el brazo con fuerza haciéndole perder la página que estaba leyendo
- ¡Sebastián! plaf – elevo la voz y le dio un manotazo en la
mano asustando a su hijo – ¡ve a dormir!, ya te he castigado, ¡no hay viaje!, así que
ve a la cama – repitió, pero a Sebastián se le cruzaron los cables y
en un momento de tonta represalia, le jalo el cable de energía a la computadora
de su padre haciendo que pierda todos sus datos
- ¡Suficiente! – grito su padre jalándolo del brazo sano y
llevándolo a su dormitorio a nalgada limpia
- Papa – murmuro asustando dándose cuenta que esta
vez se paso de la raya
- ¿Quieres una paliza? – pregunto su padre ignorando el susto de su
hijo, pero de verdad estaba harto del tema – PLAF PLAF PLAF, te voy a dar una, PLAF PLAF PLAF pero igual PLAF PLAF PLAF NO VAMOS A VIAJAR
- No papa, no papa – gimoteaba mientras avanzaba tratando de
protegerse, pero en vano, esta vez sí que saco de las casillas a su padre
Y a Joaquín no le tembló la mano, cerró la puerta con tras suyo y condujo a Sebastián hasta la cama y tras sentarse bruscamente le quito el pijama que vestía, porque desde que llego estaba en cama y con el pijama voló el bóxer dejando el trasero de Sebastián a su disposición y empezó a sonarlo usando solo su mano sin decir nada mas, mientras el pobre no hacía otra cosa que rogar que lo deje.
- plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf
- plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf
- Buaaa paaaapiiii – y Sebastián apretó el trasero llorando, no
podía mover sus manos una porque estaba entablillada y la otra porque su padre
la tenia sujeta en su espalda
- PLAF PLAF PLAF plaf Plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf esto es lo que quieres, pues ahora aguante PLAF PLAF plaf Plaf PLAF PLAF PLAF plaf PLAF PLAF plaf Plaf PLAF PLAF PLAF plaf
- NOOO NOOO, POR FAVOR, me dueeele malvado, maaalo auuu auu
- Esto es lo que querías – contesto su padre y
siguió sonandolo – pues aquí lo tienes PLAF PLAF plaf Plaf PLAF PLAF PLAF plaf PLAF PLAF plaf Plaf
PLAF PLAF PLAF plaf PLAF PLAF plaf Plaf PLAF PLAF PLAF plaf – y lo sonó hasta dejarle el trasero de
un rojo intenso, pudiendo ver algunas huellas de sus propios dedos, así que
decidió que con eso era suficiente, además a él también empezaba a dolerle la
mano
- Buaaa aaggs aggs yo solo aaggs aggss queria conocer buaaaa
Montevideeeo agss agss nuuunca fui a otro laaado buuu buuu ni hago nada
diveeertiiiido – dijo con tanta pena y con el corazón
encogido, llorando tan sentidamente que no se dio cuenta que su padre le estaba
subiendo el pijama y que lo estaba metiendo a la cama
- ¡Mierda! – murmuro Joaquín para sus adentros, ¿qué
carajos estaba haciendo?, se pregunto al final se quedo ahí sin decir nada ni
hacer nada, viendo como el cansancio pesaba sobre Sebastián que al final se
quedo dormido de tanto llorar y Joaquín, bueno solo atino a besar la frente de
su hijo y salió de la alcoba con el corazón apretado – te
quiero – murmuro y cerró la
puerta
venga hombre me dio un poco de pena con Sebas es uno de mis personajes favoritos y Joaquín tiene razon el mocoso se lo busco pero Dios hombre es que es un poco fuerte para mi mocochito favorito jajajajaja Marambra muy buen capi besos querida
ResponderEliminarYo creo que juaquin pierde la paciencia rápidamente y Sebastián necesita que le digan que lo quieren aunque el chico se paso yo de Sebastián no iría al viaje para que juaquin se comporte como un Papa que deja que su hijo se explique aquí si se merecía un castigo pero se le salió de las manos como con lo del cole que quería que se disculpara yo estoy muy enfadada con juaquin jajajaja esque todavía no le perdone lo del cole
ResponderEliminarPobre Sebastian pero un poco bestia si es, ya tendria que conocer cuando esta llefando al limite. Al menos si va a viajar jaja asi que si le funciono
ResponderEliminarMe gusto el capitulo, Joaquín tiene que llevar a Sebas al viaje, Sebas se paso con la bebida pero Joaquín ya lo castigo y bien castigado no hay necesidad de cancelar el viaje.
ResponderEliminarErina
Pobre Sebastián, le salio caro su propuesta, pero creo que logro ablandar el corazon de su padre y se lo llevara de viaje, igual, seguro ya aprendió a que beber no es bueno, aunque su papá se llevo una sorpresa, el chico le salio cantante, ejjej
ResponderEliminarBuena actualizacion Marambra
El traguito hace que la gente saque su verdadero yo y el chiquillo pues... artista jejej.
ResponderEliminarPero igual le salio caro la gracia.
SOfia
Pobre chico en todo esto tambien tiene la culpa su padre por no hablar de lo que puede pasar sin se mide con la bebida y darle tips para saber cual es su limite, asi habria quiza evitado todo lo que paso. Pobrecito Sebeas
ResponderEliminarSebas es un chico lindo que se mete en problemas fácil mente, es fácil de manipular y muy ingenuo. Su padre no le tiene ni pisca de paciencia, ademas el no tuvo la culpa y creo que fue bastante severo con el chico. El sabia que Luis no seria tan buena compañía y aun así los dejo...Y para ser peor padre va y dice que les va a dar los volteos para que el chico viaje con su padre... (que padre tan mas I....)
ResponderEliminarJajaja me gusto leer aunque hay días que se me hace subido de escarmiento para este chico...
Mary