lunes, 4 de junio de 2018

Mini historias: Entrega Nº 7; Autora Cath Blue Red

Mini Historias
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 4 de Junio del 2018. 
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La traición

Autora: Cath Blue Red

Hola soy Mauricio y hoy fue mi primera salida con mi nueva novia y para presumir, le pedí  a mi padre que me prestara el auto de mi madre, total ella estaba en otra ciudad visitando a la abuela, pero no me lo prestó, porque mi licencia solo me permite conducir con la vigilancia de un adulto y porque según él tenía problemas mecánicos, pero estoy seguro que eso era una mentira más de mi papá a quien por cierto no le hace gracia tener a Irina como su nuera, pero conociéndolo me lo pensé mejor y no insistí, y con toda la madurez que me dan mis 17 años cumpliditos, le dije que comprendía la situación y que pediría un taxi, Ricardo, mi papá, seguro de eso fue a su trabajo sin sospechar lo que tenía tramado de antemano.
Luego de media hora que se fue mi papá,  tomé las llaves del auto mamá y salí rumbo a casa de Irina, el auto no dio ningún problema, lo que realmente me enfureció ya que confirmó lo “malo y egoísta” que es Ricardo, pero decidí no pensar en eso sino concentrarme en mi cita que dicho sea de paso fue viento en popa;  Irina y yo pasamos muy bien y cuando termino su permiso la dejé en su casa y me apresuré por llegar a la mía, antes de que lo hiciera Ricardo.
Nosotros vivimos en las afueras de la ciudad y al pasar por un bosque ya cerca de casa perdí el control del auto, la dirección dejó de funcionar y por poco me estrello contra un árbol, por suerte no pasó de un gran susto, pero casi de inmediato entré en pánico, faltaba poco tiempo para que Ricardo regresara a casa y esa era la única vía de acceso; bajé  del auto y revisé mi billetera, lo que tenía no alcanzaba para pagar un mecánico y lo peor es que no había tiempo, ¡estaba muerto!.

  • Noo, no, no, no, no, no, ayyy nooooooo – repetía una y otra vez desesperado con las manos en la cabeza y caminando de un lado a otro – y  no tengo ni un rasguño…… estoy muerto…… bien muerto, papá va a matarme –  dije dando un suspiro de resignación cuando vi el ver el auto de Ricardo acercándose, estaba de ida a nuestra casa, ¡diablos! que tarde era,

Con los nervios que tenía sentí como revoloteaban mariposas en mi estómago y como siempre tuve la boca seca, además los latidos de mi corazón se aceleraron y empecé además a transpirar… no debería sentirme así, no tengo de que preocuparme, pensaba tratando de calmarme,  ya soy grande, es más ya soy mayor de edad, Ricardo ya no tiene derecho a castigarme, seguro solo tenemos una conversación y ya, total los dos somos adultos, me dije a mí mismo dándome ánimos cuando vi el auto  de papá estacionarse detrás del mío.

  • ¿QUE RAYOS TE PASA A TI?, ¿ES QUE ACASO NO ESCUCHASTE LO QUE TE DIJE? – preguntó Ricardo indignado, gritando desde ya, fiel a su maldita costumbre de perder la calma por nada
  • Cálmate Ricardo te va a dar un ataque – respondí usando su nombre para que se dé cuenta que debemos dialogar como los adultos que somos
  • ¿Cómo me llamaste? – preguntó indignado, como si ese no fuera su nombre
  • Ya, ya no es para tanto, solo tomé el auto de mamá un rato, tranquilízate ¿si? – le respondí cansado, además tenía hambre, comer galletas no era merendar
  • SOY TU PADRE NO UNO DE TUS AMIGOTES, A MI NO ME HABLAS DE ESA FORMA, ¿ENTENDISTE?
  • Si, si bueno, bueno – estaba harto ya del escándalo que estaba armando
  • ¡SUFICIENTE! – rugió Ricardo, mientras se agachaba para coger una vara de las muchas que había en el bosque, luego me tomó de un brazo con fuerza y me giró sin decir ni una sola palabra, la verdad no hacía falta
  • ¿QUE HACES PAPÁ?... ¡PAPÁ! – pregunté o mejor dicho grite asustado, sin querer aceptar lo que sucedía mucho menos lo que iba a suceder
  • PAPÁ, EXACTO MUCHACHITO, PAPÁ
  • NOOO PAPÁ, NOOO… SOY UN ADULTO NO PUEDES TRATARME ASÍ YA NO TIENES DERECHO – le dije indignado, no podía creer que pretendía tratarme como a un mocoso y azotarme con esa ramita de pacotilla, no podía creer que me daría un castigo de bebé, ya soy un adulto, pensé, aunque papá no quiera aceptarlo y se lo demostraré, pero lo que hice terminó de hundirme, prácticamente firme  mi sentencia de muerte… bueno la muerte para mi trasero
  • ZWASS
  • AAAAAAA – mi instinto fue tirarme al piso, pero no lo hice
  • ZWASSS, ZWASSS, ZWASSS, ZWASSS, ZWASSS
  • NOOOOOO PAPA AAAAUUUUU AYYAAAYY AUUUU – maldita sea, esa cosa duele increíblemente, no era para nada un castigo de bebé, por suerte se detuvo pero terminé llorando como un mocoso, es que de verdad dolió y mucho

Sin soltar ni un poquito la presión en de mi brazo y sin decir una sola palabra, papá me subió a su auto, sin importarle mis lágrimas ni mis quejas y me obligó a sentarme en el asiento del copiloto.
Quedaban menos de dos Kilómetros para llegar a la casa y en el auto solo se escuchaban mis sollozos, aunque trataba de controlarme, era imposible, me sentía como cuando tenía 12 años, y necesitaba el perdón y el abrazo de mi papá, había olvidado lo mal que me ponía cuando papá se enojaba conmigo, ¿pero en qué estaba pensando cuando desobedecí deliberadamente, y hablarle así?, ¿con total falta de consideración y de respeto?, pues bueno, ahí estaban los resultados, el viajecito me sirvió para recapacitar en lo tonto que había sido.
Maldita cosa, nunca habría imaginado que algo tan simple como una vara doliera tanto, y menos que papá utilizara eso para castigarme, si en mi vida jamás había pasado de unas buenas palmadas, eso de verdad lo considero como una traición de su parte, nunca me advirtió que podía castigarme con eso, ni que no le gustaba su nombre, pero eso no es mi culpa, el abuelo fue quien le puso Ricardo, además debería haberme advertido en algún momento de mi vida, creo yo.

  • Te espero en el estudio – fueron las órdenes secas de papá en cuanto llegamos a  casa y salió del auto sin ni siquiera esperar una respuesta, hice un supremo esfuerzo por contener las lágrimas, que para entonces ya habían cesado, lo seguí como un  cachorrito castigado, con la cabeza baja y con los ojitos llenos de lágrimas. Ni siquiera noté que un auto se estacionó frente a la puerta de mi casa, y antes de llegar a la puerta de la sala, escuché que me llamaban por mi nombre.
  • Mauricio, hijo, déjame entrar – giré la cabeza al escuchar mi nombre y cuando vi quien era corrí a abrir la puerta
  • ¡Abueliiiiitooo! – no podía creerlo, estaba salvado, seguro mi abuelito Antonio no dejaría que mi padre siguiera torturándole, así que apenas entró me abracé a él y no pude contener las lágrimas
  • Que pasa hijo ¿por qué lloras? – me preguntó el abuelo muy preocupado
  • Mi papá me pegó abuelito – me queje sin que me importara sonar como un nene, total soy el único varón de la nueva camada de los Oviedo, por lo tanto su favorito
  • ¿Qué hiciste hijito?
  • ¡MAURICIO!¿QUE DIABLOS ESTAS ESPERANDO? – se escuchó de pronto el grito de papá que estaba impaciente por continuar con la masacre
  • Entremos mi niño que tu papi sigue enojado
  • No dejes que me pegue otra vez, por favor abuelito
  • Vamos, vamos adentro – dijo mi abue sin comprometerse con nada, sabía obtendría si no hacía caso, así que obedecí, y entré a la casa bajo el ala protectora del abuelo, total aunque era muy probable que estuviera de acuerdo con el castigo, seguro lograría que mi padre no fuera tan severo y mucho menos lo dejaría utilizar esa cosa de nuevo, uy sentí un escalofrío como cuando vi a papá en medio de la sala con esa maldita vara en la mano
  • Qué demonios haces con esa cosa Ricardo, acaso castigaste a mi nieto con eso? – preguntó el abuelo, sin siquiera saludar a papá
  • ¡Papá!... Hola papá – lo saludó y dio un lago suspiro – me faltó al respeto, me desobedeció, me mintió y casi se estrella contra un árbol, casi se mata? – exagero mi padre
  • ¿Tuvo un accidente?, ¿eso quieres decirme? – pregunto mi abuelo cambiando el tono de voz
  • Si papá, Mauricio casi desaparece tu apellido de la faz de la tierra – esa respuesta no me gustó para nada, el abuelo tenía la cara roja de furia y de un empujón me entregó a mi padre, así de fácil, ¡una traición!
  • Es todo tuyo Ricardo, ensénale a no jugar con su vida nunca más – sentenció
  • No abuelito, no papi, ya aprendí de verdad no hace falta seguir con esto – empecé a retroceder – les juro que nunca más usaré un auto dañado, ni te faltaré al respeto ni te llamaré por tu nombre ni te desobedeceré, por favor, por favor POR FAVOOOR – grité cuando mi papá me giró y levantó la vara
  • ZASSSS – esa sonó peor que las otras
  • AAAAAAA – grité por reflejo, pero no sentí nada, papá golpeó el suelo, me giró nuevamente y me envolvió en un abrazo que yo respondí de inmediato, acababa de llevarme horrible susto
  • Creo que ya aprendiste – dijo acariciando mi cabeza, yo solo lo abracé más fuerte y seguí llorando, mientras sentía las caricias de mi abuelo en la cabeza, cuando me tranquilicé del mega susto, escuché reír a mi abuelo
  • De que te ríes abuelo, no fue gracioso, me asusté mucho – le reclame haciendo un puchero, el abuelo me abrazó de inmediato y me dio un beso en la frente, pero yo giré mi rostro, estaba molesto
  • Hijo, si no es por la silenciosa súplica del tu abuelo, en verdad te doy una dosis igual a la que recibiste en el bosque, así que deberías darle las gracias – me dijo papá con una sonrisa cómplice a mi abuelo
  • Abuelito, gracias, muchas gracias, sé que siempre puedo contar contigo – le dije abrazándolo con fuerza
  • Eres un sinvergüenza – respondió él alborotando mi pelo como siempre lo hace…
ADORO A MI ABUELO...




12 comentarios:

  1. Me alegro que estes de vuelta Cat, se que tu vida privada esta a full pero es bueno saber que aun nos sigues y tienes ganas de escribir, ojala pronto puedas continuar con el resto de tus historias...
    Y este mini a estado bueno, de verdad, hasta a mi me dio susto el ultimo varazo, jajaja fuiste malvada.
    Marambra

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  2. jaja muy linda y divertida historia me gusto, ya tenias tiempo que no aparecías un gusto poder leerte y espero que estes bien y que sigas con mas historias.
    MAry

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  3. Tremendo susto el mio y del pobre muchacho, ya dije ahora si que voy a hacer papilla a ese padre en mis comentarios pero Ufff que alivio, fue solo un sustito... bueno un tremendo susto, yo me hubiera orinado encima :( figurativo ;)
    A raiz de este relato leí es resto de tus minihistorias, ojala puedas continuarlas aunque sea de vez en cuando. Escribes muy bien Cat y espero leer mas de ti.

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  4. Me gustó y creo que nos tuviste a todos con el susto en el cuerpo cath espero que hagas aunque sea cortos como este

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  5. Quw bueno encontrar las mini historias de nuevo. Son un buen regalo cuando lees el blog. Esta estuvo genial aunque yo si creo que le debe una docis najjaa

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  6. Yo pienso que debió darle la dosis completa sino no sana, jejej, eso decía mi abuelo, además no fue una simple travesura sino que se salio con un carro en mal estado, todo le pudo pasar, creo que su padre fue muy blando, por lo menos un solitario era. ;-)

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  7. Muy bonito, yo también caí con el ultimo golpe... pobre Mauricio se llevo un muy buen susto.
    Tuvo suerte de que el abuelo llegara para salvarlo del castigo que su padre pensaba darle en casa.

    Erina

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  8. Es tan refrescante leerte, espero que lo hagas mas seguido..por faaaa

    Hanna

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  9. Me encantaron tus mini Historias, las lei todas y son fantasticas. Tienes un estilo unico, me encanta.

    Ojala puedas escribir mas seguido

    Lissa

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  10. Muchas gracias por sus comentarios, espero poder seguir con más entregas

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  11. Ah que chamaquito necio!!
    Debió tocarle la versión completa!!
    Porque fue una total desobediencia ...
    Me gustó mucho encontrar algo tuyo cath

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