El amor hace a una familia 2º Temporada: Cap. 29; Autor Adán

El amor hace a una familia

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 13 de Agosto del 2018.

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Segunda temporada

Capitulo 29

Autor: Adán

• ¿Por qué estas con ese hombre? – volvió a preguntar Peter enojado mientras Lucia entraba a la casa
• Es solo un amigo Peter – respondió Lucia mirando a Peter frunciendo un poco el ceño, ¿quién se creía que es para pedirle explicaciones a su madre? pensó para sí misma, pero era verdad, Brian al menos por ahora eran solo amigos, aunque Peter pensaba otra cosa
• Mamá necesito que leas esto… – apareció Cat con la libreta de anotaciones, Cat después de leerla no quería mostrarla, pero decidió mostrarla porque entendía que era por su bien, aunque ¿cómo iba a reaccionar Lucia?
• Cat ahora no, estoy hablando algo con mamá – se entrometió Peter y Cat se enojó, últimamente Peter y Adán la habían estado molestando ya que ella quería ver a Juan y como ellos estaban enojados con su padre no dejaron de molestarla, tanto que incluso Cat deseaba que papá les diera unas nalgadas a sus hermanos por molestosos
• Cállate tonto, contigo no hablo – respondió Cat como nunca agresiva, lo que le sorprendió y molestó a Peter que olvidándose de quien se trataba levantó el puño para pegarle y claro, Cat corrió a esconderse detrás de Lucia
• ¡Basta los dos! – gritó Lucia – ¡Peter tu y yo no tenemos nada que hablar! – le advirtió mirándola enojado – ¡No te tengo que dar explicaciones sobre quien es cada hombre con quien hablo, soy tu madre y como te vea levantándole así el puño de nuevo a tu hermana te dejare el trasero tan rojo que no podrás sentarte en una semana! ¿¡Entendido? – lo amenazo y Peter recién se dio cuenta de lo que estuvo a punto de hacer, claro que entendía eso, pero lo que no comprendía era porque hablaba con otro hombre, en su mente como en la de Adán, su m adre y su padre no podían hablar con otras personas
• Si mamá lo siento… – respondió Peter y Cat solo mostró una sonrisa como burlándose de Peter, aunque Cat sabía que su madre no cumpliría, ella solo era de advertir y a veces daba las nalgadas por eso quería que papá se hiciera cargo de eso, en fin, Peter se va a su cuarto y Lucia se gira a mirar a Cat
• Bueno veamos esa libreta de anotaciones… – Lucia leyó la libreta mientras caminaba a la sala seguida de Cat, obviamente no le hizo mucha gracia leerla y se giró a ver a Cat que estaba sentada en el sillón con cara de desgracia… la misma que venia arrastrando de largo tiempo – ¿¡Que significa esto!? – pregunto confundía primero y enojada después –  ¡Malas calificaciones, cambio de conducta! – repetía como si no creyera lo que leía
• Mamá lo siento la profesora por eso mismo quiere hablar contigo y con papá… mañana después de clases – respondió Cat algo asustada, era la primera vez que su mamá la regañaba así, además era la primera vez que alguien se quejaba de ella
• ¡Dame un motivo para no darte nalgadas! – le preguntó Lucia y Cat solo se quedó en silencio sin saber que decir o si llorar, estaba muy confundida
• Mamá por favor… no le pegues – para suerte de Cat se apareció Kosaki

Acababa de bajar las escaleras una de las hermanas que siempre defendía a Cat cuando estaba en problemas y como que, se puso delante de su pequeña hermana.

• ¿¡Y qué quieres Kosaki!? ¿¡Que la felicite o algo por esta citación!? – respondió Lucia quitándose los calzados, los tacones la estaban matando
• No, pero dale una oportunidad… debe haber una razón para esta citación – dijo Kosaki abrazando a su hermanita
• Está bien por esta vez le perdonare el castigo – la verdad era que nunca tuvo intención de ellos, pensándolo bien le preocupo la nota, nunca imagino que le dieran una citación por su pequeña hija, cosa que solo esperaba de Peter o de Adán – Pero eso si Cat después de cenar quiero ver todos tus cuadernos y la libreta de calificaciones ¿Está claro? – respondió Lucia y Cat solo asintió con la cabeza viendo a su madre ir a su cuarto seguro a cambiarse de ropa
• Gracias hermana… – Cat abrazo a Kosaki, con ganas de llorar
• De nada hermanita – Kosaki beso su cabeza con cariño pero también preocupada, su hermanita ya no era feliz – pero tienes que prometer que te portaras bien y que ahora subirás tus calificaciones ya me imagino porque estás así – se animo a decir decidiendo tocar el tema – pero una niña como tú no debe estar triste porque el papá te quiere mucho aunque no esté con nosotros – le explico y Cat hizo un puchero pero valientemente aguanto
• Pero extraño al papá – murmuró Cat aguándose sus ojos
• Y yo… – respondió Kosaki suspirando, ella también echaba de menos a su padre
• ¿Y tu sabes porque mamá lo echo de la casa? – preguntó Cat, tenía la impresión que fue su culpa y no sabía porque

Kosaki no supo que decir, pero prefirió negar con la cabeza en silencio, no confiaba en su propia voz, ella sabia cual era la razón pero jamás… jamás le diría a su pequeña hermana que papá lastimo a su madre aun cuando fue un accidente, en cambio le abrazo y le susurro al oído que cuando lo pesa se lo contaría.

Cat conforme con esa promesa fue a su dormitorio a cambiarse de ropa, mientras su madre hacía una llamada que no quería realizar, viéndose interrumpida por Eva.

• Mamá… – Lucia estaba por realizar una llamada a Juan para informarle lo de Cat
• ¿Si hija?
• Voy a la casa de una amiga… Para un proyecto escolar – mintió Eva
• Pero ya vamos a cenar ¿no puedes ir mañana? – pregunto  Lucia mirando fijamente a Eva
• Es que quedamos de juntarnos hoy… Mientras antes empecemos con el proyecto mejor, allá cenare… – Eva trago saliva esperando que la interrogación de su madre termine ya, porque no sabia como sostener su mentirilla
• Está bien solo porque es de la escuela… Pero aquí antes de las nueve

La verdad Eva había mentido iba a ver a Cinthia pero no solo  a escondidas claro de su madre pensando que si Lucia se enteraba la castigaría, por suerte Lucia estaba distraída y preocupada por lo de Cat, armándose de valor para llamar a Juan y avisarle lo de la citación.

• ¿Lucia? – contestó Juan desde el otro lado
• Juan… Necesito decirte algo… nos citaron en la escuela de Cat para mañana, sobre las cinco de la tarde, es por la conducta y sus calificaciones – murmuro Lucia
• Está bien… Ahí estaré mañana y dime… – Juan se quedo con la palabra en la boca y Lucia cortó sin darle tiempo a  nada

Mientras Eva iba en el transporte público hacia el departamento de Cinthia, la extrañaba tanto, tenían lindos recuerdos juntas que no pudo evitar soltar unas lágrimas de emoción, que felices éramos pensaba para sí misma.

• ¡Hermana! – grito Cinthia al abrir la puerta y ver a Eva
• Hola Diablita – murmuro usando a propósito su apodo de infancia  –  te traje algunas cosas para que comas bien – dijo  Eva entrando y dejando la bolsa con los alimentos en la mesa
• Ayy Eva no era necesario… – Cinthia se sintió un poco avergonzada viendo los alimentos, pero también agradecida
• ¿Qué no es necesario? Cinthia tendrás un bebé tienes 2 meses de embarazo y ese bebé debe nacer sano y fuerte y para eso tú debes alimentarte bien
• Lo sé… Pero no lo decía por eso… Mamá puede regañarte si se entera que sacaste comida de la casa – lo último que quería Cinthia era que su hermana se meta en problemas por su culpa
• No te preocupes… Ni cuenta se dio, estaba distraída porque hubo un problema con Cat y mamá está más preocupada por eso – le conto, sentándose en una vieja silla – ¿Y cómo vas con Fernando?
• Pues bien, tiene trabajo a medio tiempo, pero gana poco, encima ya se acerca fin de mes y tendremos que pagar el arriendo, pero no tenemos mucho dinero y este departamento es lo más económico que pudimos encontrar, apenas alcanza para comer – respondió Cinthia  suspirando, con la única que podia quejarse era con Eva
• Ojalá pudieras reconciliarte con papá o con mamá y ellos te puedan ayudar – Eva estaba preocupada por su hermana
• A mí también me gustaría, pero mamá no me quiere ver ni en pintura y papá no se donde vive y seguramente seguira enojado conmigo – sin quererlo Cinthia se puso triste y su hermana solo la abrazo, nada podia hacer por el momento

En eso llegó Fernando con un sobre de dinero que dejó en la mesa, estaba cansado y hambriento.

• Esto es todo lo que conseguí hoy… – murmuro Fernando mientras Cinthia abrió el sobre para ver el dinero
• Bueno al menos si lo juntamos con lo que tengo ahorrado para pagar el arriendo nos alcanza – sonrió Cinthia viendo el montón, no quería preocupar a Fernando
• Bien pues… Me daré un baño… Hola Eva – saludo a su cuñada cuando la vio y se dirigió al baño
• ¿Te quedaras a cenar hermana? – pregunto Cinthia parándose para ver la cena que Eva le trajo
• Bueno iba a hacerlo, pero después de ver cómo están viviendo pues me da no sé qué… – respondió Eva apenada, quizás el pobre de Fernando no comió en todo el día
• Vamos quédate no nos vemos hace un mes y tenemos mucho de qué hablar… Y así de paso me explicas como está eso de que citaron a mamá por Cat

Eso animo a Eva quien le contó todo a Cinthia sobre como estaban las cosas desde que se fueron, Juan ni siquiera sabía que Lucia también corrió a Cinthia de la casa, finalmente después de una hora Eva regresa a casa…

Viernes 28 de octubre de 1977

Finalmente Juan y Lucia estaban juntos, era hora de ingresar a la reunión que los habían convocado; después de un frio saludo por parte de ambos, sobre todo de Lucia, ambos esperaron incomodos la llegada de la maestra de Cat.

• Bueno pues Cat siempre ha sido una niña alegre… jugaba con sus amigas y tenía muy buenas calificaciones y buena conducta… Pero desde hace un tiempo la hemos empezado a notar rara, no solo yo si no sus amigos y los profesores y nos tiene preocupados y nos preguntamos qué es lo que le está pasando – pregunto la profesora y Juan y Lucia se quedan callados y solo se miran hasta que Juan decidió hablar
• Tenemos problemas familiares – dijo Juan mirando a la maestra – nos estamos separados… – dijo finalmente  y Lucia lo miró sorprendida
• ¡Juan!… – ella hubiera preferido mantener eso en secreto, ya que en esa época era mal visto separarse, pero la gente en el barrio no era tan tonta y se estaban dando cuenta
• Lucia ¿Quieres ayudar a nuestra hija? Pues hay que decir la verdad – respondió Juan mirando a Lucia sin remordimiento alguno
• Don Juan tiene razón, si ese es el problema Cat necesita  sentirse protegida y no presenciar las discusiones o peleas que seguro tienen como adultos – aconsejo la profesora y luego sacó la boleta de calificaciones de Cat – me atrevo a especular que sus problemas han empezado hace un mes no es cierto? – pregunto y ambos asintieron, y antes de que preguntes como lo sabia ella les aclaro sus dudas – estas son las calificaciones de Cat durante este mes… en septiembre estuvimos bien, pero en este mes bajaron todas

Y Juan y Lucia vieron la boleta de calificaciones, era cierto Cat bajo mucho sus calificaciones, de hecho casi se parecían a las de Adán que no era muy aplicado y se sintieron culpables, por pelear no le estaban dando la atención que requería, a ese paso perdería su beca, así que se comprometieron con ayudar a Cat a superar el  bache y mejorar sus notas, que era lo que quería la maestra, algo que no sabían cómo lo iban a lograr porque no se hablaban, pero Juan decidió que esta era su oportunidad para tocar algunos temas legales con Lucia.

• Lucia yo creo que deberíamos hablar  
• A ver Juan… ¿sobre qué quieres hablar? nosotros ya habíamos quedado bien claros sobre lo que sentíamos y es mejor para todos que estemos separados – respondió Lucia toda seria sin mirar a Juan
• Bueno entonces juntémonos para hablar sobre las visitas, la pensión alimenticia y esas cosas para quedar claros… Lucia tú y yo estaremos separados pero mis hijos siguen siendo mis hijos y creo que merezco verlos – Juan frunció un poco el ceño mirando a Lucia y fijándose que ya no usa el anillo de compromiso como lo sigue haciendo Juan – Además quiero saber cómo está Cinthia – Lucia se puso incomoda, pero sabía que no debía negarse a esta reunión estaba bien enterada de que Juan como padre tenía derechos sobre su hijos que ella no podía negar
• Mira si quieres hablar y que quedemos claros con eso está bien juntémonos la próxima semana en algún café… y sobre Cinthia te adelanto que ya no vive en casa la corrí – respondió Lucia sin ninguna vergüenza lo que enoja a Juan y no puede evitar gritar
• ¿¡Te has vuelto loca o qué!? ¡Cinthia aun es una niña solo tiene 17 años por Dios! – gritó Juan mirándolo sorprendido, nunca imagino que Lucia sea tan irracional – te desconozco – declaro  
• ¿¡Y que querías Juan!? ¡Ella debe hacerse responsable de sus actos! ¡Además! ¿¡Que tanto hablas!? ¡Tú también te enojaste con ella! – se defendió Lucia elevando un poco la voz
• ¡Pues claro que me iba a enojar, no me iba a poner a saltar de alegría porque mi hija esté embarazada! ¡Pero nunca se me habría ocurrido echarla de la casa! – Lucia abrió la boca sorprendida de la reacción de Juan peor con lo que le dijo luego  – Debí centrarme en ella en vez de pelear contigo y preocuparme de que me perdones – Responde Juan enojado – por lo visto no vale la pena – le dijo como diciendo recién me doy cuenta
• Ja o sea ¿te alegras de haberme levantado la mano? – Lucia insistía en eso, tan inmadura con esos temas bueno que lo era
• Nunca te levante la mano ni antes ni después de ese episodio, fue un accidente del que me arrepentiré toda la vida, ¡pero tu estas malinterpretando todo! ¡Nunca fue mi intención que te pegaras en esa baranda! ¡Te di un empujón, pero no tuve en cuenta que había una baranda…. no me fije en eso!, pero me queda cada vez más claro, que tu solo estabas buscando un pretexto para terminar lo nuestro, la razón no sé – le dijo dolido, aun cuando Juan trataba de calmarse, no iba a mostrarle a Lucia cuando daño le hizo verla sin su aro de matrimonio cuando aun no se habian ni divorciado legalmente
• Bueno puedes decir lo que quieras Juan nos juntaremos el próximo viernes en un café y hablaremos de todo esto ¿Sí? – corto Lucia, también sintiéndose rara, Juan acababa de darle algo en que pensar
• Pues bien – responde Juan cortante y se dio la vuelta, dejándola parada, no iba a rogarle por acompañarla ni insistir en llevarla a casa, y eso desconcertó a Lucia

Estaba más que claro que mientras no se sienten a conversar como adultos, menos posibilidades había de una reconciliación y lo peor era que Juan deseaba reconciliarse más que nunca pero parecía que Lucia no tenía el mismo interés; con eso en mente Juan decidió que después de conversar con su mujer, la única prioridad serian sus hijos, sobre todo Cinthia, su Diablita consentida, no podía creer que Lucia haya hecho algo tan inhumano, tan poco maternal, realmente la desconocía y ante sus ojos se iban cayendo a pedazos la imagen que tenia de ella, a estas alturas sabía que no podía poner sus manos al fuego por ella como en el pasado, pero eso ya no importaba, tenía que encontrar a su hija a Cinthia quizás, era hora de buscarla por su cuenta y no esperar que Lucia colabore o que sus hijos le digan algo, era claro que ella los estaba poniendo en su contra.