Mis gemelos: Cap. 299; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 10 de Agosto del 2018.

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Capitulo 299

Rompiéndose el coco

Autora: Marambra

• ¿Qué tienes? – pregunto Ginger acercándose a Logan, irrumpiendo en el despacho, sacándolo de sus pensamientos, unos pensamientos que nada tenían que ver con el trabajo que dejo en suspenso; Logan estaba mirando literalmente el vacío por la ventana y solo suspiro antes de girarse lentamente para mirar a su novia, era un hecho que estaba demasiado ensimismado con lo que este girando sobre su cabeza y eso que apenas eran las 10 de la mañana
• ¿Qué crees que le quiso decir Iván a su hermano la otra noche? – le pregunto mirándola con los ojos ausentes, la verdad es que no podía dejar de pensar en eso desde hace 4 noches, es más la noche en cuestión no pudo conciliar el sueño desde que se acostó con aquellas palabras girando en su cabeza aun cuando el cansancio del día lo vencía; Ginger frunció el ceño apenada, era obvio que Logan estuvo comiéndose el coco desde que puso la cabeza en la almohada pero prefirió callarse, había aprendido que no era bueno especular sobre los sentimientos de los gemelos, menos con los sentimientos o pensamientos de Iván porque nunca atinaba a nada con él y decidió que mantener la boca callada le evitaba conflictos con el muchacho
• MMM, no se a que te refieres… yo no converse con Iván, ¿te dijo algo? – prefirió responder, empezando a dudar de sus suposiciones, quizás en el transcurso de la mañana cuando Logan llevo a sus hijos al colegio, Iván le había dicho algo
• No, no me dijo nada, solo que no puedo quitarme las palabras de Alexander desde esa anoche – y Ginger frunció el ceño haciendo memoria

Después de todo el gemelo feliz como solía llamarlo ella, había hablado mil por hora en su intento de disculparse, siempre disperso y siempre restando importancia o aumentándola según le convenga lo que tenga que decir o contar hasta que recordó lo primero que dijo después de empezar su discurso.

• Quiero hablar con Ginger – oyó ella desde el otro lado de la puerta, había entrado a tirar un pañal sucio en la cesta del baño y no supo si era Lex o Iván y frunció el ceño moviendo la cabeza, imposible que fuera Iván, el chico la odiaba intensamente y lo último que haría sería ir a buscarla para conversar – ya sabes… disculparme por lo que paso – agrego Lex con los ojos cargados de expectativa mirando por encima del hombro de su padre al pararse de puntillas y eso sorprendió a Ginger
• ¿A esta hora? – y vio a Logan alzar el reloj de la mesita del pasillo – es casi media noche Alexander – y ahí iba su confirmación, ojala ella pudiera identificarlos con tanta facilidad pensó – mejor ve a dormir – ordenó Logan, pero Ginger no estaba de acuerdo con eso, no iba a perder una oportunidad como esta
• Déjalo entrar Logan, Bencito ya lo ha oído – respondió ella alzando a su pequeño hijo que empezó a girarse en la cama al oír la voz de su hermano mayor empezando a reír y jalar la manito buscándolo – si mi amor, es tu hermano – murmuro a su oído justo cuando Lex ingresaba al dormitorio matrimonial un poco cohibido, era la primera vez que entraba a ese lugar estando su padre y su mujer juntos en la cama con ropa de dormir, se le hizo tan raro verlo en esos menesteres cotidianos de pareja, quizás porque ellos no vieron a ninguna mujer dormir a su lado en Londres y hasta donde sabía solo Verónica se quedo en algunas oportunidades a pasar la noche, pero solo hasta ahora se preguntaba si llegaron a compartir intimidad
• Hola bonito – murmuro Lex frenándose en el último minuto; como siempre quiso cogerlo de inmediato, pero al recordar la razón por la cual estaba en esa habitación desistió de alzarlo pese a que el bebé estiraba la mano buscándolo con ansia, el pequeño prácticamente saltaba del regazo de su madre – aaam yooo – murmuro mirando de reojo a su padre y Logan decidió salir al pasillo y sentarse en la hamaca dando a su hijo y su novia el espacio que requerían para conversar, pero no se llevo al bebe convencido de que hacerlo Lex sacaría conclusiones erradas como que ya no quería que este con su hermanito, algo que Ginger también pensó por eso se lo ofreció a Lex
• ¿Quieres cogerlo? – le pregunto prácticamente poniendo el bebe en brazos del gemelo feliz, aún cuando éste ahora mismo no tenía una sonrisa en la boca como siempre
• Creí que no me dejarías cogerlo – murmuro apurándose a agarrarlo y apenas lo tuvo consigo lo abrazo con mucho amor y le beso la pequeña cabecita como siempre, sentándose al pie de la cama apoyando su espalda en el pilar de los pies – ya sabes… por lo que paso – agrego sintiéndose un poco avergonzado, saltaba a leguas que esto le estaba costando muelas y guardarse el orgullo, pero en fin fue su decisión – pero en serio Ginger, te juro… nunca en mi vida haría algo para lastimar o enfermar a mi hermanito – y Ginger y Logan no dudaron de su sinceridad; pero no era sinceridad solamente lo que cuajaba en sus palabras, sino también miedo, un miedo que nacía de la posibilidad de que Ginger no le crea y eso arruine su relación con su padre y con sus hermanos, porque en esta ecuación no solo entraban ellos (Logan y Giner) sino sobre todo Iván,  y él no podía arriesgarse y romper el precario equilibrio que apenas lograron establecer su padre y Bambi, porque no era un secreto que por cada paso avanzado dos retrocedían en ese sentido, por eso era importante disculparse  –  siento mucho que hayas pensado eso, pero como te dije, te puedo jurar sobre una biblia que no se cómo apareció eso en su boca – volvió a repetir sintiendo el intento de beso húmedo de su hermano en toda la cara, lo que provoco una genuina sonrisa y la mejor de las promesas – nunca, nunca, nunca le daría cigarros a mi hermanito favorito, solo chocolates y helados y papitas fritas ¿no ve? MUACK – y un sonoro beso resonó desde el cuello olor a leche de su hermano menor antes de volver su atención a Ginger – y que dices, ¿me vas a disculpar? – pregunto ahora cómodo y liberado, había dicho lo que se propuso muy seguro porque lo que dijo era verdad, su verdad, ahora solo quedaba esperar que Ginger lo perdone
• Bueno Alexander – respondió Ginger, dispuesta a darle un pequeño sermón sobre los riesgos de fumar pero Lex era Lex e interpreto aquello como caso oficialmente cerrado e hizo algo que no pensó hacer, darle un beso en la mejilla solo para sellar el acuerdo, jamás confesaría que era por el alivió vivido, entendiendo por primera vez que ser diplomático no hacía daño a nadie, al contrario sumaba puntos a su favor y no necesariamente de ella o de Logan, sino al que finalmente siempre rendía cuentas: su tata Rubén su papuchi querido

Logan que estuvo viendo todo desde la hamaca a la que se fue a tumbar, decidió entrar a la alcoba pensando que aquel mal episodio por fin concluyo y con buen final además, lo que le daba la oportunidad de preguntar por el gemelo gruñón como califico Ginger en alguna oportunidad a Iván, aunque en el fondo de su corazón pensaba que más que gruñón era agresivo pasivo, es que siempre parecía estar entre la línea de defensa y el ataque, en una constante guerra de nunca acabar cuando de Logan y ella se trataba, muy diferente a cuando estaba solo con Rubén; con el patriarca el muchacho se dejaba llevar como hoja al viento, suavemente sin necesidad de dar pelea incluso cuando de un castigo se trataba, simplemente se portaba como una seda y siempre parecía sonreír aunque sus ojos jamás brillaban con el resplandor que desprendía la mirada de Alexander…

• Bueno parece que las cosas se han solucionado – se animo a decir Logan mirando expectante a Ginger y ella aunque quisiera decir que no todo estaba concluido prefirió no llevar la contraria, ¿quién era ella además para romper la ilusión que Logan sostenía en la mirada?, nadie, ella no iba a romper el corazón del hombre que amaba por una charla inconclusa, total había admitido abiertamente que no culpaba a ninguno de los muchachos de la descabellada situación una vez que se calmo
• SI papá – respondió Lex con una enorme sonrisa en la cara, el estar seguro de que Ginger acepto su disculpa hacia que el asunto con su padre sea pan comido prácticamente – ya me disculpe con Ginger y ella entendió que no fue mi culpa que Rubencito se meta un cigarro en la boca – dijo sin dejar de mirar y jugar con su hermanito que con pequeños movimientos caprichosamente enroscaba en sus dedos los cabellos de su hermano queriendo llevárselos a la boca; Ginger solo movió la cabeza ante esa declaración y Logan hizo una mueca de disgusto, la sola idea de aquello lo enfadaba – no tengo la culpa que este pequeño diablillo sea tan picaron y ya quiera fumar – murmuro haciendo sonar un soplido en el ombligo de su hermano arrancando pequeñas carcajadas del diminuto cara dura y Logan abrió  la boca para decir algo pero Ginger se adelanto
• Pues espero que esta sea su única experiencia porque si lo hace siendo grande, su trasero se pagara la factura – declaro y Lex frunció el ceño tiñéndose de pronto todo rojo, recordando que él había pagado un precio demasiado alto para una michi pitada dada a un pucho que ni termino de fumar; Ginger se arrepintió de haber dicho aquello cuando vio que Lex cambio la expresión de su rostro y se apuro en entregar a su hermano a su padre, pero Logan decidió cambiar de tema
• ¿Y tú hermano? – pregunto no por que quiera una disculpa suya, sino para saber si ya estaba dormido lo que no era difícil de imaginar, pero Lex con todo el recuerdo fresco de la paliza en la cabeza y los problemas del día y lo declarado por Ginger no supo bien porque pero soltó lo primero que se le vino a la cabeza, que fueron justamente las palabras de su hermano
• El dijo que no vendrá a disculparse – para Ginger eso estaba más que claro y para Logan también después de analizar lo que sucedió y lo que le grito a la cara; sabía que aquella dura acusación quizás nunca se pierda a lo largo de la vida de su hijo o la suya misma, Logan tenía aquello asumido, pero lo que declaro Lex después lo dejo desconcertado por completo, eso si no se esperaba – dijo que no quiere hacer las paces ni contigo ni con Ginger, que si lo hacía seria como si perdiera algo –  elevo los hombros  pero no porque no le importe eso, sino porque no comprendía en lo más mínimo lo que su hermano quiso decir, pero sin darse cuenta del impacto de aquello sobre su padre  y peor lo que agrego – dice que necesita conservar su enojo contra ustedes – y entrecomillando aquella frase… conservar el enojo exactamente igual que hizo Iván
• No importa si no se disculpa, de todos modos no fue tampoco culpa suya y seguro esa enojado por ser castigado – se apuro Ginger a declarar aquello queriendo restar importancia a las palabras de Lex apenas vio el semblante de Logan cambiar ante esa declaración

Y ahora estaba aquí sin saber que decirle al padre de su hijo respecto a Iván o sus palabras, era duro ver que a veces pese a los esfuerzos de Logan el muchacho no apreciaba aquello, aunque para ser sincera, de estar ella en su lugar, tampoco podría poner su brazo a torcer tan fácilmente, debió ser horrible para ambos muchachos verse de la noche a la mañana cruzar el océano de un extremo a otro de la tierra con un par de desconocidos que decían ser sus abuelos, pero seguro nada comparado con la idea de quedarse completamente solos en una institución con la incertidumbre de ser declarados oficialmente huérfanos a disposición del estado y ser incluso separados uno del otro, un tema que nunca toco con ninguno de los chicos y menos con Logan...

• No, no me dijo nada, solo que no puedo quitarme las palabras de Alexander desde esa noche – declaro Logan
• ¡Oh! cariño… no le des tanta importancia, seguro estaba enojado porque lo castigaste,  ya verás que pronto hace las paces contigo, no debes darle tanta importancia al asunto – y le beso la boca cariñosamente

Logan iba a refutar aquello, tenía sus dudas con razones de peso, pero justo ese momento empezó a sonar el teléfono, era una llamada para Rubén Hansen pero del colegio… una llamada que Logan de haber adivinado nunca hubiera contestado y que los chicos de haber podido hubieran impedido a toda costa, pero la Diosa fortuna no estaba de humor para conceder tan grato favor a ninguno de los tres.

Mi querida Eugenia, el tiempo se me hace tan corto que no puedo escribirte, prácticamente estoy presa del trabajo pero te tengo siempre en mis pensamientos y cada que escribo a los gemelos pienso en ti con mucho cariño y nostalgia y esperanza, aun cuando no pueda escribirte siempre tengo un pensamiento dedicado a ti, espero que este capítulo te guste, es solo un pequeño detalle ahora que pronto tendrá una sorpresa.

Con inmenso cariño en la distancia

Marambra