Amor sin barreras Especial Navidad: El colmo de los colmos; Autora Marambra

Especial Navidad

一一一一一一一一一一一一一一一

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Diciembre del 2018.

一一一一一一一一一一一一一一一

El colmo de los colmos

Autora: Marambra

• Noooo, no, no… ¡no puede ser!, ¿en serio? – repetía Sara a manera de respuesta a quien estaba al otro lado de la línea sin poder dar crédito a lo que oía – ¿estás seguro de lo que me estás diciendo? – le pregunto pero esta vez busco insistentemente la mirada de su marido quien apenas se percato frunció el ceño y dejo de hacer lo que estaba haciendo… preparar la cena navideña

Era la tarde - noche del 24 de diciembre y esta sería la primera fiesta navideña que Parker y Sara lo pasarían como una verdadera familia en casa en Los Ángeles justamente y como anfitriones además, es que habían decidido que navidad sería el evento perfecto para que los padres ambos conozcan por fin a sus nietos; ellos no habían tenido la oportunidad de ver a los niños y no porque no quisieran sino porque Parker y Sara quisieron tener a los chicos para ellos solos aquellos 8 primeros meses que transcurrieron desde su adopción, así que esta sería una cena muy especial.

Como era de esperarse los abuelos habían llegado con varios días de anticipación desde Alabama trayendo un montón de regalos para los chicos sobre todo para el más pequeño de la casa y tanto ellos como los padres de los chicos coincidieron en un fin común, hacer de estas festividades un evento especial para los niños; sobre todo de Parker quien se había prometido a sí mismo que ellos olviden su pasado lleno de penurias y estrecheces y disfruten de todo lo que él y Sara les podían dar y como símbolo de aquel nuevo inicio en la vida de los niños Parker y Sara habían colgado en el árbol de navidad cuatro pequeñas campanas a las que hicieron grabar los nombres de sus hijos.

Fuera de eso Parker y Sara que ahora mismo gozaban de vacaciones colectivas decidieron sacar el máximo provecho al tiempo con el que contaban y junto a los abuelos programaron varias salidas en familia  a diversos lugares pese al mal clima y como era de esperarse también planificaron la cena, Parker quiso que aquello también sea una tradición por eso fueron en familia a hacer las compras para prepararla a lo que Sara añadió algunos otros ingredientes, ella tenía pensado sorprender a los chicos con algunos postres típicos escoceses e irlandeses considerando las raíces de sus hijos que hornearía justo el 24 para poner en la mesa de navidad.

Y en eso estaban justo ahora, en medio de la algarabía de preparar la cena navideña mientras esperaban la llegada de Angus quienes a propósito había salido con un permiso especial concedido por la presión que ejercieron los padres de Sara, es que él se había negado rotundamente a dejarlo salir debido al mal tiempo, pero su suegro quien tenía especial debilidad por el muchacho fue quien prácticamente obligo a Parker y a Sara dejarlo salir, algo de lo que se arrepintieron cuando Sara le conto a Parker lo que estaba pasando.

• ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo? – Sara no salía de su asombro y su rostro fue cambiando claramente del asombro al enojo – ¡no puedo creerlo! – prácticamente grito disculpándose ya no más de su interlocutor y eso definitivamente capto la atención de Parker
• ¿Qué sucede? – pregunto Parker dejando a un lado la bandeja de galletas recién horneadas, acababa de poner el último detalle en la mesa dejándola impecable y acababa de entrar a la cocina donde Sara estaba en el afán de los postres, un riquísimo pan navideño con frutas abrillantadas, y aun quedaba glasear las galletas de jengibre  
• Es Marc – respondió Sara sin saber cómo decir lo que tenía que decirle, al final se dijo que no podía tapar el sol con un dedo así que simplemente soltó lo que tenia, total, de todos modos se iba a enterar tarde o temprano  – tienen a Angus arrestado
• ¿Cómo? – pregunto Parker limpiándose las manos en el delantal que tenía puesto regalándole a su suegro una dura mirada como diciendo ¿ve? Si yo no quería que salga
• Que una de las patrullas tiene detenido a Angus – respondió sin poder oír bien lo que le estaba contando Marc
• ¿Pero qué fue lo que hizo? – pregunto quitándole ya no más el teléfono – hola Marc, dime que paso – exigió y fue cuando pego el grito al cielo – ¿QUE DISPARO UN REVOLVER?

Fue decir eso y Sara dejo caer el paquete de mantequilla para salir corriendo de la cocina camino a su dormitorio con una sola cosa en mente…    su revólver y bueno, el de Parker también.

• ¿Están? – la voz de su marido la sobresalto cuando Sara cerro con llave la caja fuerte de su dormitorio, una pequeña caja fuerte que no  resguardaba otra cosa que no sea las armas de fuego que ambos portaban en el trabajo
• Solo el mío – respondió Sara enojada, pero más enojada consigo misma que con su hijo por no darse cuenta en qué momento Angus había sacado el arma de su padre
• Voy a darle una paliza – declaro poniéndose una camisa y cambiándose los calzados, iba a ir a recoger al chico de la estación policial – ¡ya vuelvo! – grito y salió prácticamente corriendo
• ¡Espera voy contigo! – oh si, Sara no iba a quedarse de brazos cruzados a esperar, ella iría con su marido

Pero al final no fue necesario, apenas abrieron la puerta se encontraron con Marc a punto de tocar el timbre de la puerta, acompañado de un compungido y lloroso Angus que de poder desaparecer, desaparecería ese mismo instante.

• Parker – saludo su amigo y compañero de trabajo menos mal solo
• ¡Marc! – respondieron tanto Sara como Parker, aunque este último extendió su mano a manera de saludo mientras los abuelos prefirieron encerrarse en la cocina y pasar lo mas desapercibidos posible, sintiéndose culpables
• Siento que mi visita no sea de cortesía – les dijo sacando el arma confiscada – pero tampoco estoy en plan enemigo y todo el asunto que vengo  tratar puede quedarse en una amonestación por ser la primera vez – y Angus no pudo evitar un sonoro sollozo
• Ni me llores Angus que aun no te he dado motivos – advirtió papá y Angus se comió prácticamente sus mocos – perdón por la interrupción – se disculpo esperando que Marc tome la iniciativa de continuar
• Bueno, voy al grano Parker – dijo Marc, no podía extenderse más de lo necesario – ¿es esta su arma Parker? – le pregunto mostrándole el revólver y Parker asintió cogiéndola en las manos para revisar el cañon confirmando que fue disparada – miren – les dijo a ambos padres – no voy a presentar cargos por esta vez, aunque debería – dijo mirando a Angus que se moría de nervios y bajo la mirada – y solo por esta vez voy devolverte el revólver Parker, es tu arma oficial y sabes muy bien que este descuido puede costarte la suspensión laboral por algún tiempo e incluso el despido – y Angus de achicarse en su sitio no se achicaba – y voy a confiar en que manejaras este asunto de la mejor manera – y miro al muchacho tragar saliva lo que hizo que Marc sienta simpatía con el niño – ahora me despido
• ¿No hay que firmar nada? – pregunto Sara
• No Sara, como les dije no vamos a presentar cargos, ahora les dejo, tengo que ir a hablar con el teniente Robinson
• ¿Robinson? – y Parker frunció el ceño, Angus había pedido permiso para ir a dar una vuelta a la pista de patinaje con el hijo de Robinson justamente
• SI, es que él también saco el arma de su padre y el revólver de cartucho de fuegos artificiales de su madre

Y fue decir eso y despedirse con un apretón de manos y apenas cerraron la puerta Parker y Sara enfrentaron a su hijo sin decirle nada, con solo una dura mirada.

• Papa yo… – empezó Angus a tratar de justificar sus acciones
• Solo dime una cosa – cortó Parker levantando una mano en  señal de stop, ahora le tocaba hablar a papá – ¿por qué sacaste mi arma? – le pregunto y Angus se quedo callado, ahora que lo pensaba la razón era tan pelotuda como reamente era, pero Angus se quedo callado, quizás por vergüenza, por miedo o porque no sabía que decir o simplemente por las tres razones y claro ese espeso silencio enojo mas a papá – te estoy preguntando – insistió y Angus solo se encogió y no dijo nada, fue cuando Parker caliente ya, se quito el cinturón y cogiendo del brazo a nivel de la axila de su hijo, el calco 5 correazos que por lo fuerte que sonaron, todos supieron que no eran una caricia precisamente – ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS 
• Aaauuu au auuu – se quejo Angus sintiendo la piel esponjarse debajo de los jeans
• Te estoy preguntando – repitió papá sin dejar de blandir el  cinto y Angus prefirió seguir callado – bueno pues podemos estar asi toda la noche zas zas ZAS
• AYYY YAAA PAPA, YAA
• Entonces ¡contesta!
• Quería saber si el ruido de una bala es igual al sonido de un petardo – y si, la razón no podía ser más tonta que la respuesta
• A bueno pues, entonces ahora yo quiero saber si el cinturón hace sonar tu trasero como ahora vestido o tiene otro ruido estando desnudo – declaro haciendo volar el botón de los jeans y bajándole hasta la ropa interior ahí mismo en la sala sujetándolo entre su cadera y su brazo, haciendo circular el cinturón sin pérdida de tiempo
• NOOO PAPA; NOOO NO NO
• Zas zas zass ZASS ZAS
• BUUUUAAAAA….

Y esa fue la primera navidad con los abuelos…