lunes, 24 de diciembre de 2018

Regalo de navidad: Un asunto prioritario; Autora Marambra

Regalo de Navidad
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Diciembre del 2018.
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Un asunto prioritario
De: Marambra
Para Musse
Lucius Malfoy era un hombre aristocrático y de alta alcurnia en el mundo de la magia, además de ser un mortifago, tenía dos grandes debilidades, su gran obsesión con la pureza de sangre por lo que no dudaba en adoctrinar en tales principios a su precioso hijo: Draco, al que muchos consideraban el heredero de su dinastía que en realidad lo era y la segunda era la obediencia absoluta sin distinción alguna; para él su palabra era ley y todos le debían obediencia y el primero que debía someterse a esa disciplina era Draco quien con 11 años estaba listo para ser incorporado en la escuela de magos más grande de la historia Hogwarts.
Por dicho motivo toda la casa estaba en éxtasis, el heredero de los Malfoy iba a ingresar por fin a la escuela de magos que por pedido expreso de su madre Narcisa Malfoy sería a Hogwarts así que Lucius haciendo gala de su estatus y su fortuna, fue casi uno de los primeros en hacer las compras de los útiles escolares que aquel año iba a utilizar Draco, entre ellos una escoba voladora, para ello se dirigió a la empresa donde las fabricaban y tras seleccionar un grupo de 5 de ellas, llevo a Draco a escoger la suya y hacer la prueba; como buen padre que quería que su hijo sobresaliera en todo, le había estado enseñando a dominar el arte de volar en una vieja escoba voladora de su casa, una escoba que a propósito heredo de su familia desde tiempos inmemoriales.

  • ¡Esta papá!, esta es perfecta – declaro Draco muy excitado después de probar una escoba Magnun último modelo
  • No lo sé hijo, me parece un poco inestable… su mango es muy delgado – critico con severo ojo el objeto en sus  manos sopesando el peso, la longitud, la calidad de la paja
  • Si me permite Lord – le dijo uno de los elfos que los atendían interrumpiendo la discusión padre hijo – el mango está diseñado para manos de niño, es por eso que usted la siente delgada, pero podemos personalizar el mango a su gusto señor, ustedes pueden escoger la que más os agrade de una gran variedad que tenemos en nuestra planta o si su bolsillo lo permite podemos hacer un mango de cualquier árbol que usted escoja – y una enorme sonrisa se dibujo en la boca chueca de aquel verdoso elfo, esa era una de las particularidades de su empresa familiar de escobas de élite, y claro esa información no solo llamo poderosamente la atención de Draco sino de su propio padre
  • ¡Entonces vamos! – grito con entusiasmo el niño, algo que no le gusto para nada a su padre, Lucius era enemigo de los albortos sobre todo de los que demostraban emociones como alegría o tristeza, para él era importante mantener a raya los sentimientos, así que no dudo en escarmentar a su hijo delante de cualquiera
  • PLAF – y un poderoso manotazo llego a su trasero, haciendo que Draco se sonroje – modales, modales ante todo Draco, no estás en un mercado de pulgas y menos eres una pulga – regaño en voz alta haciendo que Draco baje la mirada avergonzado – y deja de bajar la mirada, no eres un sirviente sino un amo
  • Si señor – contesto Draco haciendo acopio de valor por controlar su vergüenza, mientras su padre volvió su atención al elfo
  • ¿En qué quedamos? – pregunto al elfo testigo del regaño como si lo que acabara de hacer fuera limpiar el polvo del pantalón de su hijo en vez de darle un manotazo de advertencia – a si... mangos personalizados, ¿podemos verlos ahora mismo?

Y eso como bien supuso, ilumino el rostro de su hijo pese al pequeño incidente y guiados por el elfo, ambos se adentraron al corazón de la fábrica a través de un singular portal que había justo en una copa de vino, como era de esperarse Lucius tras negociar con el artesano se aseguro de contar con el mejor mango de escoba tallado a mano de todos, que según él no podía ser otro que aquel que se tallara del mismo árbol de olmo de su varita mágica, cosa que no era coincidencia y solo Lucius y el elfo sabían la razón, aquel detalle le permitiría a Lucius saber dónde estaba su hijo y evitar que algo malo le pase, algo así como un GPS incorporado solo que mágicamente y para finalizar la finura del trabajo y su obvia personalización hizo grabar a fuego el nombre de su hijo sobre el lomo del mango con el aliento de un dragón negro cuyo nervio de su corazón, también era el corazón de su varita mágica.

  • Sin duda muy buenas decisiones mi señor – murmuro el elfo jefe de la unidad refiriéndose al mango de olmo, más que al grabar el nombre del chico en el lomo guardando bajo llave la pequeña fortuna que Lucius pago por aquella singular escoba
  • Solo lo mejor para lo mejor – contesto mirando contento y orgulloso a su hijo quien como era de esperarse abrazo a su padre pese a la prohibición de demostrar sentimientos – vale hijo, vale… supongo que es un ocasión especial – sonrió con sincero amor a su retoño, podría ser un maldito mortifago, pero era un mortifago padre que también tenía debilidad por su hijo

Después de eso se marcharon a casa y como era de esperarse Draco estaba entusiasmado con su escoba, total era la primera escoba que era solo suya y quiso salir a dar una vuelta con ella a los bosques siniestros que protegían su propiedad de la mirada curiosa de los humanos o de otros magos, solo que su padre no podría acompañarlo esta vez, Lucius tenía una impostergable reunión secreta con todos los secuaces de Lord Voldemort, así que no le quedo otra que decepcionar a su hijo por esta vez.

  • Pero papá, puedo ir yo solo – repitió por tercera vez Draco – si ya se volar, ¡tú me enseñaste! – le recordó tratando de convencer a su padre, pero sin obtener respuesta – o es que me has enseñado mal – dijo a propósito cruzándose de brazos en claro signo de rebeldía, sabiendo que a su padre le disgustaba aquello de sobre manera mientras ambos esperaban por su cena sentados en el comedor
  • Creo que he hablado claro Draco, ¿o no sabes oír? – pregunto su padre ya de muy mal humor dejando a un lado su copa de vino
  • Pero papá – Draco estaba con ganas de discutir, le encantaba volar y estaba casi seguro que estrenaría su escoba aquella misma noche, su padre le había prometido aquello hace algún tiempo – ¡me lo prometiste! O eres  como esos sucios muggles sin palabra
  • ¡Suficiente! – grito Lucius parándose de donde estaba con la clara intención de jalarle la oreja a su hijo pero Narcisa intervino
  • Por favor querido, es nuestro hijo y está un poco decepcionado nada más, no te alteres – le dijo regalándole una sonrisa especial que hizo al final desechar su intención pero no aplaco del todo su enojo,  así que volviendo a sentarse continuo
  • Ve a tu habitación Draco y bajas a cenar cuando decidas dejar de ser impertinente a no ser que quieras conversar con el cepillo sobre mis rodillas – Narcisa torció la boca, no le gustaba ese tipo de castigos para su precioso Draco, pero sabía que aquel asunto era entre padre e hijo; Lucius como era de esperarse en busca de la perfección de su hijo también hacía gala de su severidad a la hora de corregir sus errores, y no era un padre como el resto de muchos magos que dejaban la disciplina en manos de la magia, ¡no señor! a él le gustaba hacerse cargo  personalmente del asunto
  • No señor – contesto Draco parándose como un rayo y  subiendo a su alcoba a dar rienda suelta a su enojo pero en silencio, formulando pequeños hechizos que hacían estragos en el bosque siniestro creyendo sinceramente que su padre no se enteraría, pero que Lucius si sabía solo que nunca le decía nada, era una forma de ver como su hijo canalizaba sus malos pensamientos y cuando crecía su poder según su enojo

Después de eso Lucius y Narcisa cenaron solos discutiendo problemas domésticos y cuando termino de cenar se alisto rápidamente para ir a su reunión con el resto de los mortifagos para tratar asuntos relacionados con Lord Voldemort, pero antes mando llamar a su hijo con su elfo sirviente, Dobby.

  • Padre ¿me mandate llamar? – le pregunto tímidamente
  • Si hijo, ve a cenar… saldré con tu madre a una reunión de trabajo, puedes hacer lo que desees en casa, ¡menos salir!,  ¿me has entendido? – le pregunto mirándolo fijamente y Draco hizo un esfuerzo por sostener la mirada de su padre no por miedo sino porque no le gustaba mentir – Draco, ¿me has entendido? – volvió a preguntar su padre – pero esta vez sin esperar que le diga algo, sabía que Draco no iba a contestar ni hacer una promesa vacía, una virtud muy rara en él – porque si lo haces hijo, te prometo que te voy a castigar y no te va a gustar

Y fue decir eso y girarse para salir, no iba a esperar respuesta alguna de parte de su hijo, ya había dejado las reglas del juego claras y solo quedaba esperar que obedezca; solo que Draco no estaba dispuesto a obedecer, no esta vez, había estado en su dormitorio contemplando su escoba, acariciando su lomo, montándose sobre ella y las ganas de dar una gran vuelta sobre todo el valle era demasiado tentador así que apenas termino de cenar considerando que para ese tiempo su padre estaría fuera del radar, abrió su ventana de par en par y monto sobre su flamante escoba deslizándose sobre el jardín, haciendo piruetas para finalmente deslizarse sobre las negras sombras del bosque sombrío olvidándose del tiempo llevado por la emoción.
Mientras tanto su padre acababa de volver a casa no porque terminara la reunión sino porque en sus prisas se olvido de su varita mágica, así que llamo a Dobby para que la trajera.

  • ¿Pasa algo Dobby? – le pregunto antes de salir, el elfo no dejaba de frotarse las manos nerviosamente
  • No mi amo… o bueno si, si pasa algo – respondió encogiéndose en su propio cuerpo
  • Habla entonces – ordeno Lucius impaciente
  • Se trata del amo Draco, él lo ha desobedecido señor – le dijo tirándose ya no más al piso en claro signo de reverencia – perdón, perdón, perdón soy un estúpido no supe cuidar de mi pequeño amo, merezco ser encerrado en la mazmorra, merezco la pena de muerte – no dejaba de decir Dobby con el drama que lo caracterizaba

Lucius rodo los ojos, Dobby estaba en su familia desde antes incluso de su propio nacimiento así que ignoro sus tormentosos ruegos y saco su varita de su estuche y tras rezar un extraño conjuro su varita empezó a brillar con una luz verde espeluznante, pero no solo la varita, sino la escoba de Draco que a propósito no obedecía las ordenes del muchacho, regresando a su mansión  por voluntad de su padre.

  • ¿Qué fue lo que te ordene? – pregunto Lucius con la mirada severa, mientras que por arte de magia conducía a su hijo hasta su dormitorio
  • NO PAPA, NOO NO – Dobby afino su oído mientras desde su dormitorio observaba a través de un espejo lo que acontecía en la habitación de su pequeño amo

Los pantalones acababan de desaparecer literalmente del cuerpo, dejando el flaco trasero y las piernas al descubierto mientras en la mano del amo aparecía de la nada un grueso cinturón y Dobby como todo elfo travieso y vengativo inmortalizo en un burbuja la cara de susto que puso Draco cuando comprendió que ahora sí, su papá estaba realmente enojado, después de eso la varita dejo de brillar como siempre, y es que Lucius reunión o no de por medio con el mismísimo señor oscuro o la muerte misma, jamás dejaba un castigo para mañana y esta no era la excepción.
Y por ese fundamento Draco se vio de pronto sobre las rodillas de su padre recibiendo su primera paliza con el cinturón.

  • Paaaadre, paaadre NOOO; nooo NO VUELVO A DESOBEDECEEEERLO – gritaba tratando de liberarse
  • Tarde Draco, TARDE – contesto su padre como siempre sin dar más explicaciones dejando que sea su mano la que grabe el mensaje, bueno el cinturón esta vez – ZAS – cayó el primero y como siempre el primero más doloroso que los que llegaban luego o eso le parecía a Draco quizás más por la tensión del momento que por la fuerza misma y a ese se sumaron 10 más repartidos entre las piernas pálidas y el regordete trasero y claro todos acompañados de los gritos escandalosos que siempre hacían que los cuadros se tapen los oídos – Zaaas zass zas
  • AAAAYYY papaaaaa 
  • zas ZAS ZAS
  • NOOO AAAAUUUU AUUU
  • zas ZAS
  • PEEEERDOOON peeerdooon aggg
  • ZAS ZAS
  • BUUUUAAAAAA COOOOFFF COFF COOF – y así como empezó termino y Lucius lo bajo de su regazo cuando su hijo empezó a toser
  • Ya, ya ya Draco, ya paso – consoló Lucius a su hijo frotándole el trasero
  • Me dolió muuuucho – se quejo
  • Como debe ser – contesto Lucius abrazando a su hijo con amor olvidándose por un momento que era un mortifago y que tenía una importante reunión
  • Amo ha llegado una lechuza de urgencia – interrumpió Dobby tímidamente tapándose los ojos para no ver a su joven amo sin pantalones – es de… usted sabe, del que todos conocen y no debe nombrarse
  • Pues envía otra lechuza y discúlpate de mi parte, diles que estoy atendiendo un asunto de vital importancia…

Y ciertamente lo era, así como la obediencia y la disciplina, el amor y el consuelo a su hijo eran su prioridad.

Mil felicidades queria Musse, que Dios te bendiga y te de mucho amor en tu vida.
Marambra

6 comentarios:

  1. Pues no se a Musse le guste pero a mi me fascino, me lo imagine a Lucius todo soberbio y regio dando un palmetazo a su hijo en el trasero.
    Grandioso relato Marambra
    Feliz Navidad para ti y para Musse y claro para todo el grupo

    Ginebra

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  2. Yo nunca vi las peliculas ni ley las libros pero pude imaginarme todo lo que escribiste

    Terry

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  3. QUe lindo relato, muy bien escrito y sin salirse de la naturaleza de los personajes ;)
    Feliz Navidad a todos, un gran abrazo

    Sofi

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  4. Me a encantado. Ha sido un relato estupendo. Espero poder leer más historias sobre estos dos. Feliz Navidad

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  5. Le pasó por desobediente y con la correa que si duele! bueno la verdad nunca he visto las películas o leído los libros de esta serie o como se le llame, pero me gusto tu versión de los hechos comprendí mucho salvo por los nombres, te luciste como siempre amiga.

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  6. Waaoo que buen regalo!!
    Se lo merece Draco por desobediente!!
    Y si me imagino a ese Lucius así como es de amargado!!
    Jajaja me encantó la actuación de Dobby

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