La familia
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 5 de Marzo del 2019.
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Capitulo 6
Autor: Adán
Viernes 27 de
abril de 1973
Aquella mañana Mónica se despidió de sus hijos y su marido antes de ponerse en sus quehaceres domésticos, actividad que le toma algo de tiempo, tanto que cuando termina se pilla con la travesura de Andrea, su hija menor que esta en el pasillo rayando la pared.
- ¡Niña! ¿¡Pero qué haces!? – grito Mónica enojada
- Mamá hice un dibujo – Andrea le muestra lo que hizo toda inocente sin sentir el
enojo de su madre
- ¡Las paredes no se rayan! – reprende Mónica enojada quitándole los lápices y le
soltándole 2 nalgadas algo suave pues sea lo que sea se trata de una niña de 3
años – Plaf… ¡Para eso
tienes tu cuaderno! Plaf
- BUAAAAAAAA – Llora Andrea Mónica la carga y la va a dejar en su cuarto
- ¡Ahí te quedas castigada! – Mónica sin querer levantó la voz despertando a Brisa – Ahí mi bebé te desperté – Mónica
levantó a Brisa cargándola
Pensando en que acababa de arruinar su oportunidad de
tomar un descanso antes de empezar a cocinar y se sienta meciendo a su bebé
tras preparar su biberón cuando empezaron a tocar su puerta insistentemente lo
que la pone de mal humor.
- ¡Hermano!... hola – Mónica
saludó a su hermano Aurelio II (se llama igual que se padre) con un gran abrazo
- Ufff menos mal, pensé que vine en vano
– Aurelio la saludo con un beso
– no interrumpo ¿verdad?
- Ayy hermano pasa, es que tu sobrina
acaba de rayar la pared – aquello arranca
una sonrisa de su hermano
- Bueno Mónica, es una niña de casi 3
años está aprendiendo – Aurelio le guiño
un ojo a la pequeña niña que apareció por las gradas escondiéndose de mamá
- Pero las niñas buenas dibujan en su
cuaderno – agrego Mónica mirando las
escaleras también lo que hizo que Andrea corra a su dormitorio
- Bonita casa – murmuró Aurelio después de eso
- Gracias… Y ¿Cómo están los papás?
- Bien extrañándolos – dijo Aurelio
- Era de esperarse, pero iremos en
cuanto podamos, cuando nos establezcamos mejor – respondió Mónica
- ¿Sabes? yo también he pensado en
mudarme a la ciudad – le comenta Aurelio –
vine a ver viviendas, y hay unas casas en venta a unas cuadras de aquí
Y antes de que su hermana le pregunte en que parte de la
ciudad, tocan nuevamente la puerta interrumpiendo la charla…
- Cuñada – saludó Mónica abrazando a Cat
- Hola Moni – sonríe Cat devolviendo el abrazo – venia a pedirte prestada tu máquina de coser necesito hacer unos vestidos de danza
- Claro ahora lo busco pero pasa
Cat y Mónica ingresaron juntas y mientras Mónica sube a ver la máquina, Aurelio y Cat se
reencuentran después de muchos años.
- ¿Cat? – Aurelio se sorprendió mirando a Cat
- ¿Aurelio? Wow no te había reconocido –
ambos sintiero autentica
alegría al reencontrase
Ya que compartieron un bonito romance adolescente casi al
mismo tiempo que Adán y Monica tenían planes de boda, desgraciadamente su romance
fue algo breve ya que al tener que mudarse Aurelio con su familia tuvieron que
terminar y obviamente al ser muy niños no pudieron casarse como Adán y Mónica.
- Qué bueno verte pues… ¿recuerdas
cuando éramos novios? – pregunto Aurelio
algo nervioso, recordando aquella época
- Claro que si – respondió Cat sonrojándose
– fue bonito y sufrí cuando tuvimos que terminar – le confeso
recordando que la última vez que se vieron fue en la boda de Mónica justamente
- Yo también sufrí… Sobre todo, porque
no me escribías como acordamos y no atendías mis llamadas… – reclamo Aurelio
- No podía, no paraba de llorar y tuve
una gran depresión – Cat bajo la mirada
recordando aquello
- Lo siento mucho no lo sabía – Aurelio no supo que más decir aunque…
– ¿qué tal si nos vemos algún día? Debemos hablar, ponernos al día – propuso
Aurelio
- ¿Y porque otro día? – Cat frunció el ceño dándole la dirección de la academia
de baile – hoy mismo ven a buscarme a las 7
y media, tenemos mucho de qué hablar
- Ahí estaré – sonrió Aurelio
- Te espero
Cat le devolvió la sonrisa mientras Mónica por fin
aparece con la máquina de coser en las manos.
- Aquí tienes Cat, la máquina – murmuró Mónica pasándole la máquina a Cat
- ¡Ay qué bien!... gracias mañana te la devuelvo – prometió Cat
- No importa puedes quedártela, me la regalo una vecina pero yo ni la uso
- ¿En serio? – Cat no podía creer su suerte y cuando Mónica le confirmo con asentamiento en la cabeza se despide sonriendo – Oh bueno, muchas gracias entonces
- ¿Recuerdas que Cat y yo éramos novios? – le dijo Aurelio a su hermana mientras iban a la cocina
- ¿De verdad? – Mónica fruncio el ceño al tratar de recordar
Claro, fue antes de irnos- Ahh si, claro… ya recordé… pero eso fue hasta antes de casarme con Adán – Mónica hizo memoria
Si antes de tener que mudarnos, nos separamos por eso y mira, la vuelvo a encontrar – murmuro con nostalgia y su hermana le dio un codazo
Pues no la dejes escapar su aun te gusta – dijo con picardía y suspirando teatralmente – yo me hubiera vuelto loca si me separaban de Adán, por eso nos casamos… él no quería perderme ni yo a él
Y su mente no pudo evitar volar a ese tiempo…
Corría diciembre de 1959 todos estaban preparándose para
las fiestas navideñas entre ellos Adán aunque Mónica no estaba muy feliz.
- Amor
no te veo muy bien ¿Pasa algo? – preguntó
Adán preocupado al ver a Mónica triste
- Mis
padres decidieron que nos mudaremos a otra ciudad… nos vamos en 3 semanas – respondió ella, provocando pánico en Adán
- ¡No
puede ser!... yo no te quiero perder – dijo preocupado abrazándola
- Ni
yo… pero mis padres lo decidieron – para
eso Mónica estaba ya llorando
- No
quiero perderte – murmuro Adán
consternado
– me casaría contigo si eso te deja a mi lado – y Mónica lo miro
confundida
- No
digas tonterías ¿cómo nos vamos a casar? Aun somos jóvenes – bueno era lo que siempre oía, pero para Adán la idea no
sonaba tan descabellada
- No son tonterías… yo te amo, piénsalo, si nos casamos no nos separaremos nunca
- No lo sé – respondió Mónica insegura
Tras aquello se despidieron, pero Adán cuanto más los
pensaba más convencido estaba, iba a casarse con ella y tras contarles a sus
padre decidió pedir su mano en víspera
de noche buena, incluso Pamela le regalo un anillo para que Adán se lo diera a
Mónica era una reliquia familiar que había pasado de generación en generación, con
eso en la mano se fue a buscar a don Aurelio el padre de Mónica.
- Don Aurelio… – se acerco Adán
- Contigo
quería hablar mocoso ¿qué le hiciste a mi hija? – le pregunto enojado tomando por sorpresa a Adán – ha estado
triste hace días y eso desde que volvió de una cita contigo
- Yo
no le hice nada, fue usted con eso de querer mudarse a otra ciudad – Adán respondió enojado y mirando a Don Aurelio
- Sera mejor que te calmes muchacho si vamos a hablar será con tranquilidad civilizadamente
- Seré
directo Don Aurelio – quizás el enojo o
el amor o lo que sea le dio el coraje para hablar – Quiero casarme con Mónica
- ¿Qué?
– Don Aurelio casi se atraganta – ¿Cómo que quieres casarte con ella?
- Yo
la amo y respeto mucho y no quiero estar lejos de ella, ni ella de mi y con su
mudanza…. yo no quiero perderla – Adán
bajó la cabeza
- Graciela
ven un momento – Don Aurelio llama a su
mujer que pasaba por el pasillo con ropa planchada
- ¿Qué pasa?
- Aque
que este muchacho… Adán quiere casarse con Mónica – le dijo en espera de la reacción de su mujer
- ¿Por
qué? ¿acaso Mónica está embarazada y por eso ha estado triste estos días? – Graciela frunció el ceño empezando a disgustarse con la
idea, en eso aparece Mónica
- No
mamá no es eso… – Mónica apareció
de pronto, había escuchado todo lo que dijo Adán; no creía que Adán hablara
enserio con lo de casarse
- ¿Entonces
por qué? – quiso saber su madre
- No
queremos perdernos… – respondieron a
coro Adán y Mónica y Aurelio y Graciela se miraron de reojo
- Señores…
Yo no seré de mucha plata ni un profesional universitario, pero no me escapo
del trabajo y procurare que no le falte nada a Mónica, porque la amo y sé que ella también me ama y somos felices
juntos… – Adán no pudó evitar
soltar lágrimas igual que Mónica
- Suponiendo
que acepto – murmuro el padre de
Mónica, sabiendo bien que el chico era responsable – ¿sabes lo que implica casarse?, ¿las
consecuencias que traerá eso en tu vida?... tendrás que venir a vivir con
nosotros al Maule lo que implicaría dejar a tú familia, trabajar, buscar donde
vivir a la larga entre otras cosas – explico lo mas claro
- Si
lo sé, y ya lo hable con mi familia y ella me apoya, mis padres estás de
acuerdo… – aquello sorprendió a
los padres de Mónica, por lo visto se vino preparado
- Si
es así, por mi parte los dejo que se casen se ve que se aman y serán felices
juntos – responde Graciela – pero sobre
todo Adán porque tengo fe en ti
- ¿En
serio mamá? – Mónica no podía creer
su suerte
- No
me hace mucha ilusión que te cases muy joven, pero se ve que eres feliz con
Adán y serán muy felices juntos – Adán
y Mónica sonríen con el corazón aliviado
- ¿Y
tú qué dices papá? – quiso saber
Mónica la opinión de su padre
- Pues
si tú madre lo dice pues estoy de acuerdo… solo te pido Adán que la ames tanto
como ahora y sobre todo que la respetes – fue un pedido fácil de cumplir pensó Adán mientras
devolvía el apretado abrazo de Don Aurelio
- Claro
que sí, siempre la amare y respetare – y con eso Adán no dudo de dar un tímido beso sobre los labios de Mónica, un
piquito de cariño
- ¡Gracias
papá! – Mónica se lanzo sobre
su padre llorando de alegría
- ¡Oh
mi niña!... sin llorar – le
sonrió besando su frente, mejor vayan por ahí a charlar, tienen que planear una
boda
Y con ese permiso ambos se fueron a la plaza a caminar
- Amor…
debo ser sincera – dijo Mónica
mientras se acurrucaba a su costado caminando hacia la de la vieja plaza del
pueblo tomada de la mano de Adán – no te creí al principio con eso de casarnos, creí
que fue una locura del momento
- Yo
desde que tuvimos relaciones sexuales por primera vez imagine como sería una
vida juntos – contesto Adán con un
suspiro mientras se sentaban en una banca de madera – formar una familia contigo, pero
quería esperar unos años más para casarnos, más o menos hasta que cumplas 20
años
- Yo
también me imaginaba compartir mi vida contigo – sonrió Mónica acariciando las manos de su amor – y también
quería esperar unos años más, pero ya ves – Mónica se encogió de hombros
sonriendo, de pronto una idea de le cruzo por la cabeza a Adán
- ¿No
estás embarazada verdad? – y
Mónica frunció el ceño confundida – es que como tu madre menciono eso… pues me
preocupe… – Adán hasta ahora solo pensó en que no podía estar
lejos de Mónica, no ser padre todavía
- JAJJJAJJ
JAJJJA – a Mónica le dio ataque
de risa ver a Adán tan nervioso, hasta se piso pálido con la idea
- ¿De qué te ríes?
- De
tu expresión – contesto aun riendo – ya han
pasado unos 3 meses de que tuvimos nuestra primera relación sexual – le
dijo ella medio en serio, medio en broma – ¿y recién te preocupas?, jajajja si pasara algo
así serias el primero en saberlo… además ya se me notaria un poco el embarazo
¿no crees? – sonrió llevando la mano de Adán a su plano vientre
- UUUffff,
es que solo tenía esa duda – contesto
Adán atrapando los labios de Mónica en un beso, imaginando lo hermosa que se
vería embarazada
Me gusta como inician su historia juntos, espero pero además, leer algo de su pasado como hijos, jajajaj
ResponderEliminarUn gran abrazo
Marambra
A los 3 la mocosas está en edad de una buena nalgueada que le deje la colita como tomatito, de hecho hay unos chicotitos de cuerillo de tamaño mediano ideales para calentar las nalgas de los más peques que se entere Mónica porque es cuando están infantes que hay que corregirlos para evitar que se vuelvan adolescentes malcriados y jóvenes. Me gusta la historia, espero la conti.
ResponderEliminarAwww que lindo recuerdo!!
ResponderEliminarLo amé ❤❤❤❤
Ya quiero saber como sigue la historia de cat y aurelio ��
Lila
Que buen capi, apenas me puse al día pero me gusta cómo va la historia y como contás sus inicios como familia.
ResponderEliminarOk, poniendome al dia y la ame!!!! Porfiii conti conti!!!
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