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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Mayo del 2018.
Etiquetas: M7m y M/f
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Capando clases
Capando clases
Septima parte
Autora: Nicole
Nota de autora: Recuerden que en la historia todavía es miércoles, aquí también recién el
padre de los chicos Piedrahita está con ellos, para que no se pierdan, las
reglas cambiaron, pero los sardinos parecen no haberse enterado. Bueno espero
les guste. Una cosa que les quería informar, después explico cuando le toque
cobrar al Brian, que es en el próximo capítulo como es que fueron descubiertos
haciendo lo indebido, no quería liarme por eso no lo coloqué en el presente
capi, recuerden que manejo muchos
personas y escenas, pero lo importante es no dejar cabos sueltos y darle
participación a todos, por lo menos un par de líneas.
- AUUUUU
SOLTAME, ME LASTIMÁS – Chilló
Mauricio, pero su padre lo apretó más fuerte mientras tenía cogido a Brian con
su otra mano
Alexander estaba que echaba chispas por las orejas, con serias
intenciones de despellejarles la piel de las nalgas a ese par, Brian lucía
indiferente, le daba igual que hiciera su progenitor, no se dejaría cascar por
nada del mundo. Mauro estaba quejándose, con harto mal genio, pero a la vez tenso con leve dolor de
estómago más bien psicológico, pues el cucho tenía un semblante muy adusto,
hacía tanto tiempo que no lo había visto así desde la última fuetera con la
correa de cuero italiano que se llevó no más un par de meses por volarse sin
permiso a una fiestecita organizada por Jessica una de las peladas del barrio
amiga de Marce y Martina, el sardino llego amanecido y borracho razones por las
cuales el señor Piedrahita le dio aquel duro escarmiento; una de los peores que
ha recibido el muchachito en su corta vida y ahora estaba en una situación
similar esperando para ser ejecutado quien sabe con qué cosa le irían a pegar
ahora. Eran pasadas las diez de la noche, Sandra seguía en casa de su amiga, no
regresaría sino hasta el viernes en la mañana. Alexander tampoco pretendía
llamarla, no quería preocuparla iba a enderezar a sus hijos por su cuenta, ya
luego le contaría a ella, y ahí estaba él que acaba de soltar a ambos mocosos
indicándoles que fueran a la pieza, se ducharan,
colocaran ropa de dormir y lo esperaran, pero ninguno se inmuto; Brian corrió a sentarse en los sillones de la
sala, cruzado de brazos y el menor se metió en la cocina. Don Alex se acercó a
su primogénito y seriamente volvió a repetir lo mismo.
- Brian
Alexis me hace el favor – esperaba que
esta vez acatara la orden, pero el sardino siguió en lo mismo, y para molestar
más a su progenitor encendió el
televisor – Escúcheme
bien señor, sí no está listo como le dije, se atiene a peores consecuencias – advirtió
severo, el muchachito lo miró con harta rabia e insultó mentalmente, empecinado
en no hacer caso.
Alexander
se retiró a la cocina a tratar con su otro hijo que
encontró nervioso y lloriqueando, lo mando para la habitación señalando nuevamente
lo mismo, pero Mauro se puso histérico e hizo una pataleta de niño pequeño, su
padre no se lo esperaba, ya tenía catorce años, no estaba para esos shows sin
sentido, por lo que el señor se sacó la correa y lo levantó del piso a punta de
correazos, Brian se estremeció en su asiento, Paolita salió del cuarto de sus
padres angustiada por su hermanito, trato de intervenir, pero Alexander la
corto regañándola que si no regresaba dónde estaba, le iba a tocar otra tunda
está vez de gratis, ella por su puesto se esfumo encerrándose en el sanitario
mientras Alex arreaba a su hijo a cuero limpio hasta la pieza, tremendos
berridos que salieron de la boca de ese muchacho, los vecinos se enteraron del
escándalo, principalmente el Macario y la Petra quien estaba satisfecha de
escuchar que finalmente el padre de esos culicagados los estaba corrigiendo
como Dios manda.
- YAAAA,
YAAA, DEJÁME…. DEJÁME – Grito a todo
pulmón el peladito, intentando correrse, pero era inútil su cucho lo zarandeaba
como quería
- Quieto
carajo, ni se te ocurra moverte – anunció liberándolo por fin, y salió del cuarto, Mauro empezó a sobarse
desesperadamente las piernas y la nalga izquierda que fue donde se marcaron los
cuerazos, y es que el pobre mocoso al igual que Brian andaban en pantaloneta de
tela delgada que no ofrecía mucha protección, bueno tampoco la iba a necesitar,
la paliza iba a ser a calzón quitao como era lo tradicional cuando eran hechos
graves. Alexander se puso el cinto en los pantalones nuevamente y fue hasta a
su habitación, luego abrió el armario de par en par y saco una vara larga y
flexible, mientras la sostenía en sus manos empezó a recordar todo lo que había
hablado con la madre de esas chicas
- Usted
no puede permitir que esos muchachos le falten el respeto de esa manera, ¡No
señor!, tiene que actuar y ya – dijo Carmen muy seria y agregó – Mire no es que yo quiera entrometerme en la educación
de sus hijos, pero me parece que ustedes han sido muy permisivos con ellos.
¡Dios mío Bendito! Cómo es posible que tres mocosos que no llegan ni a
dieciocho años se comporten como… – se contuvo de decir lo que
realmente quería, pero con su lenguaje corporal lo dio a entender muy bien – de esa manera
tan reprobable y bochornosa
- Comprendo
lo que me dice doña Carmen, yo soy el responsable de todo lo que ha pasado,
pero le aseguro que esto lo voy a solucionar, mis hijos no volverán a portarse
de esta manera tan irresponsable – dijo convencido Alexander
- Sí,
es lo mejor que puede hacer y no es por mis hijas, ellas ya recibieron su
castigo, además nadie las obligó a ir, también sé que Catalina estuvo muy
involucrada desde el principio y sus hermanas la siguieron – hablo Carlos y añadió – pero le digo esto porque sus hijos han
actuado igual de mal que las nuestras, además son unos niños todavía y está a
tiempo de corregirlos como es debido y no me mire así, es necesario que lo
haga, haga pues uso de la correa o la vara; en estos casos es inevitable,
póngale cuidao pues; castigue bien duro el sentadero de esos muchachos; ellos
se lo van a agradecer después, pero sí usted no lo hace, los condena
llevándolos por el camino de la perdición
- Mi marido tiene razón pues a lo que le decimos, está es una situación seria
- Sí,
no se preocupe, me ocuparé de disciplinarlos a los tres, y hablaré con mi
hermano para que corrija a mi sobrino, ya que considero que es a él que le
corresponde esta vez – anunció el
señor Piedrahita y ambos padres quedaron tranquilos con esa decisión, pero
también sugirieron que era importante que alejaran a sus hijos de los gemelos
Jaramillo, que habían escuchado cosas no muy gratas de ese par, Alex asintió
porque era más que claro que después de escarmentar a sus hijos, no les
permitiría tener contacto con ese par de delincuentes
- Hasta
aquí llego mi complacencia con estos mocosos, les voy a dar una pela que no van
a olvidar en su vida – aseguró en voz
alta volviendo al presente
Y se fue directo a la pieza que compartían sus hijos,
encontrando a Mauro acostado en la cama, con la espada pegada al colchón, solo
verlo ahí lo enojó harto, que mala actitud mostraba ese chiquillo, estaba igual
o peor que el primogénito, ni siquiera se había metido a la ducha, que niños
tan desobedientes tenía, pero a partir de hoy las cosas iban a cambiar, le comunicó que se levantara e inclinara en
el viejo escritorio para estudiar que tenían en la pieza, pero el adolescente
se negó rotundamente ya había parado de llorar, solo sollozaba y hablaba
entrecortado, Mauricio estaba en plan berrinche; ese era su mecanismo de
defensa, más cuando sabía que no tenía argumentos, era siempre la última
estrategia, no le importaba comportarse como un crío de parvulario a sus
catorce; lo único que quería era salvar su retaguardia de la fuetera que se
aproximaba, cosa imposible, Alexander no lo iba a dejar salir ileso está vez,
eran muchas faltas gordas y como no
estaba para perder el tiempo tiro de él con fuerza para hacerlo levantar, pero
el peladito no se la puso fácil, así que Alex descargó tres varazos en la
espinilla derecha, que le hicieron estremecerse en su sitio, pegando un grito
desgarrador, sobándose desesperadamente.
- SWICH
Te estoy diciendo que te parés SWICH, hacé caso cuando te hablo SWICH,
SWICH – repitió repartiendo dos en el mismo sitio y los otros en la pierna
izquierda
- AU,
AUU, AUUUUUUU, NO MÁS, NO MÁS, YA VOY, YA VOY – se paró mientras volvía a sobarse ambas piernas dónde
inmediatamente se formaron los moretones, pensó que a lo mejor en un par de días no podría usar pantaloneta,
también paso por su cabeza porque mejor
no se colocó blue jeans, pero quizás eso lo hubiera lastimado peor, de
repente recordó lo ingenuo que era, ya Brian le había explicado todo una y otra
vez y terminó embarrándola, en medio de sus reflexiones se apresuró a colocarse
dónde le ordenaron, su padre lo mando a quitarse la ropa, sí la paliza era a
cola pelada. Lo que había hecho no era solo una pilatuna común y corriente, era
un delito que pudo haberle echado a perder el año (preso, o perder
la vida) tenía que aprender la lección,
así tocara por la mala. Alexander se lo prometió él mismo, a los
consuegros y a sus sardinos
que iba a
dar un escarmiento
severo. Mauro por su parte no
estaba de acuerdo, no quería ser corregido con aquella cosa, era horrible, la
última vez pasaron semanas para que la piel de las nalgas volviera a su color
original
- ¡Así
no papi, así no, juró por mi vida que no vuelvo a mentir, ni intentar robar a
nadie, pero no me pegué sin la ropa papito no, no, no por favor! – empezó a rogar con las manos juntas
como solía hacer siempre que el castigo era con correa o vara, más
cuando sabía que no llevaría protección alguna,
pero su cucho no le paro bolas y cansado de la desobediencia de Mauricio
Alexander, terminó entre forcejeos de sacarle todo, dejándolo solo con la
camiseta puesta. Le colocó un par de chanclas para evitar que le diera gripa,
después lo ubicó donde quería y sin más miramientos inició con el castigo.
- SWICH,
swich, swich – marcó de manera pausada, pero áspera los primeros en el mero centro de la
cola, Mauro sacudió todo su cuerpo, había iniciado con mucha intensidad – SWICH, SWICH, SWICH
– la siguiente tanda cruzaron en
forma de equis, ardiendo como el diablo y eso que no iba ni por la mitad de la
tunda.
- AGS,
AGS, AGS, AGHHHHHHHH, AGHHHHHHH, AGHH – Soltó varios alaridos e involuntariamente llevó las manos para proteger su
sentadero, a Brian se le aceleró el corazón al escuchar aquello y Paolita
nerviosa no se atrevía a salir del baño
- Apartá
esas manos – Mauricio quería
obedecer, pero el dolor no lo dejaba tenía la impresión que no iba a aguantar – SWICH Te dije, SWICH que saqués SWICH las manos – y
esos tres varazos besaron los dorsos de ambas, el niño no paraba de lamentarse,
pero las apartó, si no lo hacía podría lastimárselas seriamente – Levanta las
nalgas SWICH, SWICH, SWICH – dijo al tiempo que soltaba tres en la unión
del culo con los muslos, Mauro se medió agachó intentando esquivar nuevamente,
su progenitor lo enderezó, volviéndolo a sujetar sobre el escritorio y
retándolo – Que
levante las nalgas señor SWICH, SWICH, SWICH… o es
que yo hablo en chino, levante pues esas nalgas ¡CARAJO! SWICH, SWICH,
SWICH… SWICH, SWICH, SWICH – seis
se calaron con fuerza considerable, las tres primeras otra vez en las flexuras,
las siguientes en el cachete izquierdo y el resto en el derecho, Mauro intento
contenerse, pero se le escapo otro gemido e intento salirse de allí, agitándose
sin mucho éxito
– Quieto
pues SWICH
– lo tenía bien cogido, podría hacer lo que quisiera, que
cobraría la azotaina completica, sí o sí, no habían más opciones, así pues con
el culito un poco más levantado dos
más cayeron en los pliegues – más vale que
colaborés por las buenas SWICH – añadió porque el sardino no se rendía, su
padre pensó que era demasiado testarudo,
¿para que luchar ya? Se preguntaba mentalmente, eso solo empeoraba más
las cosas, aquellas dos seguidas zumbaron
en el mismo sitio que ya mostraba algunas líneas y puntitos rojos a
punto de estallar, alrededor de eso lucia hinchado con los típicos verdugones
que iban apareciendo.
- AGS, AGS, AGS, MMMMMGG, ME… ME
DUELEE, NO MÁS, NO MÁS, TE LO SU… SUPLICO – Era lo único que sabía repetir ronco ya de tanto chillar, moviendo con
dificultad su cadera hacia adelante mientras azotaba ambos pies contra el piso,
aquello era terrible, sentía demasiado ardor, como si le estuvieran quemando la
piel, en una ocasión intento tirarse al suelo para terminar con el castigo pero
su papá al ver sus intenciones, lo agarró con más fuerza y se acercó con él a
la cama, lo puso en sus rodillas y empezó a nalguearlo, el mocoso terminó
berreando como una completa magdalena.
Brian en la sala de la casa tragó saliva, apago el
televisor y se fue a la cocina por un vaso con agua, pensando que quizás por su
culpa su hermanito estaba recibiendo severa paliza, pues en esta ocasión le
aconsejo cosas malucas que los metieron en un grave lio, pero también maldijo
la estupidez de su hermano que se dejó coger tan fácil por ese tipo.
- ¡Vida
hijueputa ome! – vocifero
pateando la nevera con fuerza – y encima esos cuchos de mierda tan sapos – añadió
acordándose no solo como fueron pillados por la policía sino también de los
suegros mientras su padre repartía rígidas palmadas en la cola de su hermano
- Así
que PLAS, PLAS, PLAS
el niñito PLAS,
PLAS, PLAS estaba enfermito PLAS,
PLAS, PLAS con dolor de estómago y fiebre PLAS,
PLAS, PLAS
¿cierto? ¿Le pareció muy bonito capar clases eh? PLAS,
PLAS, PLAS ¡GRANDÍSIMO MENTIROSO! PLAS,
PLAS, PLAS ¡DESCARADO! PLAS,
PLAS, PLAS
¡IRRESPONSABLE! ¡DESHONESTO! PLAS, PLAS, PLAS ¡VOY A PARTIRTE LAS NALGAS HASTA QUE SE ME
CANSE EL BRAZO! PLAS,
PLAS, PLAS ¡PARA QUE NUNCA MÁS EN LA VIDA, PLAS, PLAS, PLAS, SE TE PASE POR LA CABEZA VOLVER A ENGAÑARNOS
DE ESA MANERA, SINVERGUENZA! PLAS,
PLAS, PLAS
- AY
AYYY AYYYAUUUAAUBUAAAAAAA, PER… PERDÓN, PERDÓN, NO, NO, LO VOLVERÉ A HACEER,
LO, LO PRO… PRO… PROMETO – La pela culminó
con un Mauro con la cara llena de lagrimones, jipiando como un nene chiquitico,
con el traste completamente rojo escarlata amoratado con marcas en los glúteos y los pliegues, Alex espero a que se calmara, era otra de las
pocas veces que castigaba tan duro a su hijo menor, pero se la merecía debido a
los errores cometidos, cuando el llanto se convirtió en sollozos lo ayudo a
incorporarse, lo colocó de espaldas en la esquina indicándole que no se
moviera, ni se tocara; no porque quería que siguiera sufriendo, pero hacerlo
acrecentaba más el dolor, era buen conocedor de aquello, pues a él le dieron
juete del bueno en sus tiempos.
Alexander Alexis cerró la puerta y salió del cuarto con la vara en mano
- ¡BRIAN
ALEXIS! – Nada más escuchar sus dos nombres
juntos, le entro el miedo al verraco, pero sí tenía que esconderlo lo haría
Estaba dispuesto a encarar a su progenitor, él no era
Mauricio, con el las cosas eran diferentes, ya estaba acostumbrado a hacer lo
que se venía en gana y lo seguiría haciendo o al menos eso era lo que pensaba,
mientras el papá se acercaba a tratar con su incorregible hijo mayor, Mia era
consolada por su padre que llegó en el momento preciso para calmarla, de todas
sus hijas la más peque, era la más nerviosa muchas veces incapaz de controlar
sus emociones por ello se le hacía tan difícil mentir, terminaba confesando
todo solo con sus gestos.
- Papi
yo no quiero que castiguen a Mauro, él es un buen niño, por favor hablá con don
Alex, que no le pegué – hablo
desesperada
- Mi
amor, yo no puedo hacer eso, tu amigo se portó mal y si su padre decide
corregirlo pues yo no me puedo meter en eso – Le explicó, llamando a Mauro amigo de su hija cuando en realidad era su
novio, pero Carlos pensaba que su chiquita no estaba para estar en una relación
amorosa por eso para él seguían siendo solo amigos
- Pero
ustedes tienen la culpa si a Mauricio lo pelan porque ustedes hablaron con ese
señor y contaron todo – ella estaba
enterada de la situación, pero de cualquier manera, su noviecito ya había sido
escarmentado de forma que no había vuelta de hoja
- No
señor, nosotros no somos culpables de nada, hicimos lo correcto y ya este tema
se cierra acá, ese niñito se portó muy mal, por tanto que asuma las consecuencias de sus actos – manifestó ya molesto con la actitud de la sardina que
estaba empecinada en defender al mocoso…
- Pero
no es justo – siguió ella, su
progenitor movió la cabeza todavía incomodo, y siguieron argumentando
Mientras en casa de Los Correa-Tabares el ambiente
seguía tenso, por un lado Camilo dormía bocabajo en su pieza, Oliver estaba marcando al teléfono de su
esposa para ponerla al corriente, pero al parecer para suerte del mozabelte
estaba apagado mientras en casa de Marcela, Abdiel Jaramillo había venido por
su carro que había prestado al Brian, nada más irse, paso algo que Marce no se
esperaba llego su padre como sargento de Guerra, los vecinos le informaron del
escándalo, que si su hija era muy recochera, que había invitado a eso
vagabundos, que respetara que nadie tenía que soportar semejantes
inmoralidades, que eran unos viciosos, cínicos, imprudentes entre otras cosas,
el señor no terminó de escuchar lo que le decía aquella vecina, ya que le dio
una piedra; es decir una rabia muy grande que se sacó la correa de una, camino
directo a su residencia, al llegar empezó a llamar a su hijita que estaba en la
cocina, nada más observar toda la casa desorganizada, el vidrio de la ventana
de la sala quebrado sumado a los comentarios escuchados antes, solo tenía en
mente una cosa, quemarle la cola a esa vagabunda, sí porque en eso se había
convertido esa culicagada en una vaga sin ofició, pero ya le enseñaría él. Marcela al verlo le entro harto miedo, es que ser cogida desprevenida
no se lo esperaba, juraba que llegaría el fin de semana, así que lo único que
se le ocurrió fue ponerse grosera,
expresándoles frases como por ejemplo: que no se metiera, que no jodiera, que
ella hacía lo que le daba la gana, situación que el señor no paso por alto, en
dos zancadas la acorraló, la chica trató de huir, pero papá anulo sus esfuerzo
y sin más empezó a soltarle unos buenos fuetazos con el cuero en el pompis y
los muslos, la peladita daba brinquitos metiendo las manos para salvar las
zonas que estaban siendo aporreadas, pero su padre no daba tregua.
- ZAS,
ZAS, ZAAAAS Cuantas veces le hemos dicho que
respete la casa ZAASS, ZASSS, ZAAAASS
Gran atrevida, descarada, inconsciente ZAAASSS…
- AUUU,
AUUUUUUUUUU NOOOOOOO SOLTAME, SOLTAME MALPARIO… – Chillo insultado e intentando liberarse, pero el cucho
la tenía bien sujeta, por la cintura, de modo que las nalgas quedaban a su
vista, le subió la faldita que cargaba
puesta, bajo los calzoncitos con diseños de corazones un poquito más debajo del
inicio de los muslos y sin temblarle el
brazo le zurro bien duro el trasero hasta dejárselo completamente incendiado,
Marcelita pataleaba llorando como una niñita, pidiendo disculpas y jurando que
más nunca faltaría a clases, ni organizaría semejante alboroto tan penoso, ni
sería grosera algo difícil que ocurriera, pero al menos con aquella
advertencia, se mantendría derechita por un par de semanas, cuando terminó de
pelarla como se merecía puso el panty en su sitio y le acomodó la faldita, la
envolvió en un cálido abrazo, le dio un beso en la frente. Finalmente le
advirtió que estaba castigada un mes completo sin salidas. La sardina refunfuño
azotando los pies contra el piso, entre tanto con una mano se sobaba el rabo
con insistencia, su padre, le dijo que cortará el berrinche de una, que
agradeciera que no se la pelaba por una semana como realmente se merecía, que
en vez de estar renegando, se preparará cuando llegara su madre que seguramente
no iba a estar contenta con su comportamiento
- Ah y otra cosita señorita, quiero está casa organizada, bien puede empezar a hacer oficio – le indicó él
Marcela iba a decir
una grosería, pero se contuvo, su cola no estaba para una repasada, por lo que
decidió comenzar a limpiar.
Qué intenso el Capi
ResponderEliminarTerry
Pues necesitas explicar como se llego a esto, porque me quede con la intriga, jajajaj y si, fue intenso... pero es tu estilo y les gusta así a tus lectores, jajajaja
ResponderEliminarUn abrazo guapa y gracias por tu colaboración.
Me olvide mi nombre... Marambra, es que no se que paso que se ccmbio mi nombre de Abril a travesuras, jajajaj un besote
EliminarHola, soy yo de nuevo, me ha reeeencantado todos los capis, me tome el tiempo en esta semana de leer los que me faltaban y reeleí los primeros, amo tu forma tan cruda de escribir, muchos dirán que los personajes son agresivos o que los castigos son muy duros, pero vamos estos muchachos no son unos santos y las chicas tampoco. Mauro se la tenía bien ganada porque no solo mintió, jugo con su salud haciendo creer que estaba enfermo, falto a clases y meterse con el hermano a robar, espero que le revienten el culo al Brian, que le den juete del bueno como dicen en Colombia, me alegro leer que castigaron a la sangrona ofrecidita de Marcela. Ojalá la mamá la repase, disculpa que me exprese así del personaje, pero no me gusta las viejas fáciles.
ResponderEliminarLos castigos en las nalgas al contrario de lo que muchos piensan son muy efectivos, se recuerdan por toda la vida. Y aunque queden morados marcas o lo que sea, se borran con el tiempo además lo mejor para hacer a un mocoso entender son esos tipos de castigo porque la humillación y el dolor los hace reflexionar. Y todo el que la hace la paga jajajajaja.
Amiga me encanta encontar capis tuyos!!!
ResponderEliminarYa era hora que les tocara a todos,.. Digo las flores se portan mal pero les dan una corregida que no entiendo como se siguen portado mal
Jajaja esos señores se pasaron por acusar a los chicos pero es que bueno también ya era hora que le abrieron los ojos a Alexander y les dieran su castigo a sus hijos!!
Y que bueno que le tocó a Marcela pero fue muy leve así que espero que la mamá también se la castigue por todo el desmadre que hizo!!
Y voy a seguir leyendo que quiero encontrar más capis tuyos amiga!!