La llegada de un ángel: Cap. 6; Autora Terry

La llegada de un ángel

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Mayo del 2019.

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Capitulo 6

Autora: Terry

El nuevo abogado de Raúl Mayer Fritzer después de hablar personalmente con Raúl y ponerse al tanto sobre lo sucedido en el centro de acogida donde tuvieron a Aaron y revisar todos los documentos médicos que constataban el estado en que el niño llego a la consulta de emergencia y discutir los términos de la adopción, redacto una demanda de tuición temporal y adopción definitiva a favor de Raúl que prácticamente obligaría a firmar a quien se requiera considerando lo que se había enterado respecto a este caso y con eso en malo se fue al día siguiente para reunirse con la encargada de aquella casa  hogar, sin dudar en usar la información que tenia para evitar que Raul sea denunciado por rapto de menor.

• Hola buenas tardes – le dijo el hombre a la mujer que le abrió la puerta
• EErr buenas tardes señor ¿en que puedo ayudarlo? – le  contestó devolviéndole el saludo
• Soy Mayer Fritzer abogado del señor Raúl Ponce, ¿puedo hablar con la directora de este lugar? – la chica que abrió la puerta se quedó asombrada cuando escucho el nombre del aquel hombre, todo el mundo conocía a aquel hombre… era un tiburón de las leyes
• Un momento señor le diré que está aquí, mientras tome asiento por favor

Y ante las dudas y no queriendo meterse en problemas por falta de cortesía, lo hizo pasar y le ofreció una vieja silla que siempre estaba en pasillo y se apuro a buscar a Claudia.

• Señora Claudia, ¡señora Claudia! – le dijo un poco alterada
• Calma muchacha te va a dar algo – respondió ella pensando que la chica subió corriendo una vez más las escalera y le entrego un poco de agua para que se calmarse – ahora cuéntame que te hizo correr así
• Señora Claudia, el abogado del hombre que se llevó al niño está aquí – la directora frunció el ceño
• ¿Y por eso tanto barullo? – la chica la miró
• Es que su abogado es Mayer Fritzer – y Claudia  cambio el semblante, producto de su nerviosismo, Fritzer era un abogado tajante y si no querían tener problemas tendría que ir con cuidado
• Hágalo pasar 

Le dijo arreglándose la ropa y acomodando los papeles que tenia sobre su mesa, todas solicitudes de adopción incluido el de Raúl que rápidamente rompió y tiro al basurero.

• Buenas tardes, ¿la señora Sandoval? – le pregunto tendiéndole la mano
• Sí… Claudia Saldoval, ¿a qué debo su visita señor Frizter? – respondió señalando la silla delante de su escritorio –  pero siéntese por favor – se vio obligada a ser amable
• Bueno, mi visita en netamente laboral y en este caso vengo en representación del señor Raúl Ponce, ¿lo conoce no es cierto? – la mujer se puso a la defensiva pero astutamente quiso torcer la situación a su favor
• Si claro, Raúl Ponce… al que por cierto no le puse una denuncia por llevarse a uno de nuestros niños, pero dejare que los ánimos disminuyan y hablare con él con más calma y por hablar me refiero a que espero una disculpa de su parte como mínimo además de que nos entregue al niño que se llevo, si no me veré en la obligación de denunciarlo por rapto ya que se lo llevó a la fuerza – el abogado guardo silencio oyéndola atentamente antes de sacar unos papeles
• Pues no creo que sea el caso ya que mi cliente segun me ha contado, vino de visita para cerciorarse sobre la salud de Aarón además de conversar sobre la adopción solicitada cuando se encontró con el niño en mal estado y que usted no solo se negó a hacer algo por el niño…
• ¡Eso NO es cierto! – elevo la voz y se paro de su asiento sintiéndose acorralada – el niño estaba en perfectas condiciones
• Pues no es lo que dice el parte médico – le corto Fritzer empezando a leer el certificado médico – según el hospital al cual mi cliente llevo a Aaron de emergencia, redactaron en su historia médica que el niño presentaba una herida infectada fiebre alta y deshidratación por lo cual fue internado, además por propia voz del menor que no había comido por tres días, así que comprenderá que quien quiere poner una demanda por maltrato y abandono de un menor es mi cliente, y si no lo es él, con solo hacer llegar esto a la fiscalía, usted estará siendo objeto minimante de una auditoria – Claudia abrió los ojos por la sorpresa no creía que le iban a pillar por ahí
• Pero eso no pasó, nadie en ningún momento maltrató al niño – el hombre le enseñó los informes del hospital
• Maltrato no es solo golpear, no darle a un niño atención sanitaria y no darle alimentación es maltrato, pero mi cliente esta dispuesto a dejar de lado este asunto con una condición – Claudia se levantó y se asomó a la ventana dándole la espalda al abogado para que no le notara el nerviosismo
• Y cual sería esa condición? – Mayer sonrió triunfante la tenía en la palma de su mano, e iba a entrar por el aro
• Mi cliente no quiere causarle problemas, solo desea adoptar al niño que a propósito está recibiendo los cuidados que se merece y antes de que alguien se anime a denunciar un rapto, el juzgado del menor esta en conocimiento  sobre esto y deja en sus manos la aprobación de la adopción – le explico mientras Claudia pensaba y analizaba cada palabra oída, admirando secretamente al abogado, el tipo no habia dejado ningún cabo suelto
• Pero eso no puede ser – respondió aquella horrible mujer
• ¿NO puede ser?, ¿o no quiere que sea? – le dijo clavándole una mirada dura cuestionando su buena voluntad, dejando dos papeles sobre la mesa, la solicitud de adopción que había llenado Raúl a puño y letra que Mayer saco del cubo de basura que estaba a un lado del escritorio y la nueva solicitud redactada por su persona previendo la casual desaparición del documento, pero jamás que lo rompan y pongan en la basura tan descaradamente –  Tiene tiempo hasta mañana… o le da la adopción a mi cliente, o nos vemos en los tribunales y ni se le ocurra negar esto – le dijo mostrándole la solicitud rota – que voy a pedir las cintas de vigilancia – Claudia palideció, nunca pensó en esa posibilidad – regresare mañana y según su decisión actuaré, un placer haberla conocido – le tendió  la mano  con una sonrisa y salió de la casa de acogida

En la casa de Raúl las cosas no estaban muy bien, Aaron no quería tomar el medicamento y Raúl ya estaba frustrado, en cambio Emilio prefirió no interferir y se limito a mirar la batalla entre esos dos desde el sofá de la sala.

• Aaron última vez que te lo digo, ¡tómatelo! – le dijo Raúl con las manos en la cintura mientras Aaron ponía cara de asco
• No quiero sabe mal – se quejo cruzándose de brazos mientras Raúl rodo los ojos
• ¿Como sabes que sabe mal si no lo has tomado? – el niño se quedó por un momento sin saber que decir
• Pero no quiero – e hizo a un lado la cara, por lo que Raúl decidió dárselo a la fuerza cuando recibió una patada por parte de Aaron que además aprovecho salir corriendo mientras Raúl se frotaba la pierna

Pero su huida duro poco,  porque Emilio lo atrapo justo cuando entro a la sala corriendo.

• ¿Donde crees que vas? – le dijo cogiéndolo por el brazo dándole la vuelta para tener acceso a su trasero – plas plas plas eso no se hace plas plas solo quiere que te pongas bien plas plas – Aaron se movía de un lado a otro para esquivar la mano de Emilio 
• Auuu auuuu
• Plas plas ahora te vas a tomar tu medicina y te vas a disculpar con Raúl y mientras yo preparo el desayuno Raúl te ayuda a prepararte para ir a casa de tus abuelos – le dijo dejando al niño confundido
• Sshijj sshijj yo sshijj no sshjj tengo abuelos buaaaaaaa – se puso a llorar, Raúl se acercó a ellos y abrazó al niño subiéndolo en brazos
• Suuu ya ya no llores – lo consoló  besando su cabeza – y si tienes abuelos… desde ahora en adelante las cosas van a cambiar – le dijo sentándolo sobre sus rodillas, mientras volvía a cargar el medicamento – ya nunca más vas a estar solo, porque desde hoy tienes una familia – Aarón enterró su rostro en el hombro de Raúl
• Lo siento por darte la patada – ambos adultos se miraron negando con la cabeza
• Ahora sí bebe el jarabe – Aarón puso una mueca de desagrado pero abrió la boca para tomar no solo el medicamento sino el zumo que Raúl le preparara, después de eso lo acompaño al baño para prepararlo antes de salid, pero antes de subir Emilio volvió hablarle al niño
• Después del desayuno hablaremos de las reglas que hay en casa para ti

Aarón miró a Raúl con un puchero pidiendo ayuda ya que él había sido el poli bueno, Raúl se echó a reír despeinado el pelo del niño

Dos horas después estaban los tres juntos en la puerta de los padres de Raúl rezando ambos padres para que su casi niño se comportará y no formará ningún alboroto.