Amor sin barreras
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 30 de Julio del 2019.
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Capítulo 46
Capítulo 46
Autora: Marambra
- NOOO, no quieeero, NO LO VOY A HACER – grito acaloradamente Angus apretando aún más fuerte
sus puños hasta casi blanquear sus nudillos, estaba claro que llevaba un enojo
monumental, lo mismo que su contrincante
- No es lo que tú quieras jovencito, ¡es lo
que te estoy ordenando! – respondió
enfadado su padre sin intención de dar su brazo a torcer, pero llevando la
cuenta regresiva mentalmente, rogando para que su pequeño diablillo ceda a su
demanda y para ello tuvo que hacer uso de su arsenal intimidatorio parándose en
toda su altura y cruzando sus brazos sobre su pecho, desde donde observaba el
bajo bufido que ambos muchachos se daban lanzándose miradas que de ser dagas
habría un gran derramamiento de sangre sobre su alfombra – ¡última oportunidad! – agrego
elevando un poco la voz para que el mensaje no tenga grietas, pero Angus estaba
en un punto de no retorno lo mismo que su rival
- NOOOO… NO ME VOY A DISCULPAR DE ESTE MIERDA
– chillo mirándolo a la cara desafiante, esperando la
reacción de su hermano
Hasta
ahora Angus había logrado con éxito relativo evitar una confrontación con Dominic
por el bien de Anir y la paz de toda la casa, pero ahora estaba sintiéndose
cada vez más y más acorralado y estaba harto de tener que aguantar la invasión
a su espacio personal y que lo usen de tapadera y de esto ya hace un par de
meses, desde que tuvo la mala suerte de hacer algo que a los ojos del mundo iba
contra sus principios y las normas de la casa… tener en sus manos un pequeño
porro que ni siquiera era suyo y dejarse pillar por sus hermanos, ¡maldita
sea!, por lo menos hubiera terminado de fumar, así el chantaje hubiera valido
la pena, pero como todo en su vida parecía que el destino le volvía a poner una
zancadilla para hacerlo caer de la peor manera.
Y claro esto tuvo altos y bajos y muchas fricciones
en su relación con sus hermanos que no fueron detectados por sus padres porque
delante de ellos guardaron los dientes y mantuvieron la calma por una sola
razón, todos tenían algo que perder pero parecía que ninguno se daba cuenta que
el que más arriesgaba en todo este asunto era Angus, que era su cuello el que
siempre estaba en riesgo cuando Anir se metía en problemas, problemas que a
cada minuto que pasaba crecía como una gran bola de nieve que tarde o temprano arrasaba
y eso lo estaba volviendo loco por así decirlo, porque de pronto se vio con la
libertad que gozaba cuartada sin más excusa que los apuros de su hermano menor…
Vamos que no era bonito que cada que sus padres le negaban
salir a Anir, éste le suplique que invite a Gregory a casa so pretexto de tener
tareas en conjunto como ahora, o cuando desgraciadamente ambos tenían que hacer
algo juntos fuera de la casa como ir al odontólogo o al supermercado, Anir
aprovechaba la oportunidad para darse una de sus famosas “vueltitas” o
“saltaditas” con Gregory y se tardaba siglos en volver y Angus se veía en la
obligación de inventarse una excusa para salvar no solo su pellejo sino de paso
el de su hermano; inicialmente mamá o papá no cuestionaron su palabra y menos
cuando regresaba a casa cargando no solo el mandado sino a Anir y a Gregory
porque la excusa era que se encontraron de casualidad y como eran compañeros de
curso se quedaron a discutir una tarea, un examen, un ensayo o un trabajo de
investigación, porque dadas las ironías del destino, el supermercado al que
iban de compras quedaba justo al frente del edificio donde vivía Gregory, pero
como era de esperarse nada dura para siempre y mamá empezó a enfadarse no tanto
porque salga constantemente a casa de Gregory o lo traiga, que ante sus ojos el
chico era un dechado de virtudes con todos esos exquisitos modales, sino porque
nunca tenía tiempo para hacer sus obligaciones como limpiar su dormitorio,
poner el lavavajillas, acomodar su ropa o recoger el pan; y de no haber sido
porque Gregory venía cargado de cuadernos a casa hubiera empezado a dudar de
las múltiples tareas asignadas en el colegio dejando de lado las que le
correspondía en el hogar.
Tareas que se iban acumulando porque como norma,
primero estaban las obligaciones escolares y luego las asignadas por sus padres
como tender su cama, acomodar su ropa, guardar la vajilla, etc.; en un
principio no fue problema porque Anir y Gregory con su inicial miedo a ser
descubiertos no se arriesgaban a tener encuentros más allá de lo que hasta ese
momento vivían, los minutos del recreo, los kilómetros compartidos en el bus
escolar y una que otra escapada a casa cuando no había nadie más, pero esta
coartada que Angus les otorgaba casi obligatoriamente… el pretexto de las
supuestas tareas de por medio, era mucho más creíble que todos los enredos
inventados por Dominic, y una cosa sumo a otra, estar juntos también se hizo
adictivo y la hora o dos compartidas no bastaban para satisfacer todo lo que
sentían, exigiendo cada vez más a Angus concertar las citas con Gregory e
inventarse una sarta de mentiras cada vez más elaboradas, complicando su
existencia a tal punto de no poder tener vida propia, como ahora que termino
discutiendo con su madre, ¡Dios!, hasta tuvo que aguantarse callado mordiéndose
la lengua, la insinuación que él y Gregory parecían una pareja de enamorados
que no puede hacer nada por separado ¿y cómo no pensar aquello si el susodicho
aparecía hasta en la sopa de Angus? y todo por una estupidez… no tener las
agallas para contarle a su padre su versión en su debido momento dejándose
chantajear por Dominic y Anir.
Pero… ¿quién podría?, él por supuesto que no, no
cuando sabía que su trasero estaba en juego, él estaba convencido que su padre
nunca se enojaría con Anir por ser homosexual, pero se le apoderaría el demonio
si supiera que él estuvo con un porro en la mano, se lo había dicho clarito: ni de chiste quiero ver u oír que tienes drogas
en tu poder; pero ahora era tarde para retractarse de su contrato con sus
hermanos, había pasado mucho tiempo ya, tiempo que confirmaría que realmente se
fumó marihuana, ¡demonios!, pero no podía culpar a nadie más que a si mismo por
abrir su bocota, si tan solo hubiera fingido que no vio nada, no estaría metido
en este lio.
Era un maldito viernes por la tarde, sus padres
habían salido al festival deportivo del kínder de Jasir; su pequeño hermanito
iba a bailar de conejito y sus padres no quisieron perderse el evento,
solicitando permiso con anticipación, Dominic y Anir tenían entrenamiento de
natación para las finales del distrito y él, bueno él como de costumbre no tenía
nada mejor que hacer, que adelantar las tareas escolares, pero como en todo
adolescente el aburrimiento no era menos y decidido a matar el tiempo se fue al
polideportivo donde se encontró con Paola, la chica de sus sueños más salvajes
que como de costumbre no estaba sola, estaba con su tropa de amigotes cuya
amabilidad consistía en invitar una pitada de lo que estuvieran fumando, sea
cigarro o porro y él, diplomático como siempre y temeroso de la reacción que
pudiera tener aquel grupo de chicos si se negaba, sonrió y empezó a juguetear
con aquello en la mano tratando de distraer al grupo cambiando de tema, pero
los chicos esos, todos mayores insistieron sutilmente en que de una calada al
porro, y no le quedó otra que aspirar y expulsarlo de inmediato por la misma
boca, ni en sueños haría pasar aquel humeante trago a sus pulmones, dando luego
un gran sorbo al yogurt que había comprado rogando que aquello neutralice el
olor impregnado seguro en su boca pero lo más importante neutralice cualquier
reacción en su cerebro y todo sin
percatarse que su hermano Dominic lo estaba filmando con la nueva cámara de
largo alcance que le compro su padre y que llevaban con Anir para filmar sus
salidas en la piscina para revisar su errores.
Ahora no es que Dominic lo estuviera vigilando, fue
una casualidad del destino divisar a su hermano en aquel parque cuando el acortaba
el camino de regreso a casa, es más, iba a acercarse a conversar con él, pero
cuando vio a la chica le asalto la curiosidad sobre el desenvolvimiento de su
hermano con las mujeres, y empezó a filmarlo para apostar con Anir sobre lo que
hizo o no Angus con la muchacha hasta que cayó en cuenta de que se trataba de
Paola, el bocado prohibido de su hermano ante los ojos de su madre sobre todo,
sorprendiéndose no solo del beso que Angus le dio a Paola audazmente, sino de
atreverse a poner un cigarro en la boca y encima fumarlo, y aturdido por
aquella escena, solo atino a esconderse sin dejar de filmar sin saber aún que
hacer con aquello que tenía en su poder.
Angus fijándose la hora que era, se despidió de
Paola con un beso apasionado, su perseverancia de un mes y algo más dio sus
frutos y logro conquistar el corazón de aquella chica rebelde, y con la alegría
desbordando en sus poros se marchó de regreso a casa ajeno a los pasos que daba
Dominic tras suyo; distraído y despreocupado abrió la puerta de la casa sin
pensar en nada más que en el beso de Paola y como traía los audífonos puestos
no se percató del ruido que escapaba de su dormitorio hasta que chocó de frente
con la escena, Gregory y Anir por alguna razón ajena a su entendimiento se
metieron a su dormitorio y estaban sobre su cama uno sobre el otro con el dorso
desnudo y las braguetas desabrochadas comiéndose a besos mientras sus manos
parecían no acariciar sino estrujar la carne en una necesidad hasta ahora
desconocida y ¡cómo no! si era la primera vez para ambos que habían tenido el
valor de ir más allá de un casto beso.
Horas antes, Gregory había estado en su casa solo
mirando unos videos de porno gay que no solo lo habían hecho sonrojar como un
foco cuando se dio cuenta que desconocía un montón de cosas relacionadas con su
cuerpo, sino también de un tipo de excitación que solo podía ser calmada con la
piel, la carne, el sudor, las lágrimas o la saliva de Anir y no solo el placer
solitario de una muda masturbación entre sus sábanas, era en resumen un hambre
que iba más allá de solo tocarse y con la mente febril y la carne insatisfecha
en un impulso apenas meditado, se lanzó a la conquista sin siquiera llamar a
casa de Anir, total, sino estaba en su departamento, el recorrer la corta
distancia que había entre ambas casas podría menguar sus ganas y aplacar el
fuego que de pronto sintió en sus entrañas, sino, quizás podría dar rienda
suelta a sus fantasías y pensando en ello camino como un sonámbulo imaginando
empujar a Anir a la pared más cercana, recreando una de las escenas que más le
gusto del video visto minutos antes, donde el hombre en cuestión, un gigante
vikingo empujaba a su pareja a la pared, mientras con una mana en diestro
movimiento le arrancaba la ropa interior mientras con la otra lo suspendía
sobre sus caderas instando al menudo compañero abrazar su cintura con las
piernas mientras se frotaban desnudos comiéndose literalmente la boca,
imaginándose a ambos recrear aquella extraña escena, preguntándose si era
posible lograr esa acrobática hazaña, planteándose si él era lo suficientemente
fuerte y alto como para sostener su cuerpo y el de Anir mientras no solo sus
bocas sino sus penes se rozaban.
Y pensando en ello de pronto se vio tocando el
timbre de la casa de Anir sin pararse a pensar que quien le abra la puerta
pueda incluso ser uno de sus padres, concentrado solo en sus emociones, ansioso
por encontrarse con Anir y besarlo y tocarlo y quien sabe muchas cosas más y
como si el diablo leyera sus primitivos pensamientos y calentara más su febril
entusiasmo quien le abrió la puerta al primer timbrazo fuera nada menos que
Anir, y apenas lo vio lo empujo sin medir consecuencias, tirando la puerta tras
suyo en un golpe que bien pudo llamar la atención de muchos incluso mejor que
la escena vista en el televisor y ciego en su calor atrincheró a Anir contra la pared más cercana
haciendo caer a su paso un montón de cosas mientras su boca se apoderaba de la
boca de Anir en un hambriento beso sorprendiendo a su joven amante que solo
atino a abrir los ojos y sus labios recibiendo de buena gana las ganas de su
amor, quien sin pensar por primera vez y dejándose llevar solo por lo que
sentía metió mano por debajo de una de las piernas de Anir en un afán loco de
suspenderlo a su cadera, pero claro, la imaginación y la destreza eran dos
cosas muy distintas y azarosas y ambos cayeron uno sobre el otro arrastrando
consigo el tapete de la mesa de cristal de Sara que estaba pegada justo en esa
pared que miraba a la puerta principal, volando por los aires, retratos, flores,
y caramelos sin que ello perturbara en lo más mínimo las ansias del siempre
contenido y controlado Gregory.
- Gregory…
Gregory muack – sonó un beso y otro y otro y otro – espera – susurro
Anir sintiendo las manos extrañamente calientes de Gregory metiéndose en la
cinturilla de sus pantalones con el afán de tocar sus nalgas como hace un
momento, en realidad lo que hizo que Anir saltara de sorpresa y ambos cayeran a
un lado de la alfombra donde estaba ahora mismo
- Quiero
tocarte, quiero verte desnudo – murmuro
Gregory sin reconocer sus propias palabras, asustándose de sus pensamientos,
retrocediendo sobre sus actos, como si se diera cuenta por primera vez de lo
que estaba haciendo y diciendo, pero Anir lejos de espantarse como creyó Greg,
sonrió de oreja a oreja pese al tremendo rubor que le tiño la cara ante el mero
pensamiento de verse sin ropa frente a Gregory, sin más barrera entre su piel y
la de Greg que el aire que respiraban
Y sin decir una sola palabra Anir cogió a Gregory
del cuello de su polera apretándolo más sobre su cuerpo acariciando su espalda
y extrañamente como si supiera lo que Gregory quería hacer en la pared, abrazo
la delgada cintura de su mini fogoso amante con sus piernas, apretando sus
talones a las nalgas de su chico atrapando la pelvis de Greg sobre la suya, metiendo
más calda al fuego que de por si quemaba a Gregory y parándose como pudieron
tras el fallido intento de Gregory de llevarlo a cuestas al dormitorio de Anir,
sus ganas pudieron más y se metieron a la primera alcoba cuya puerta estaba
abierta que resulto ser la de Angus, aterrizando ambos sobre la cama,
desvistiendo su mitad superior apenas despegando su boca para respirar mejor en
las obligadas pausas que requería desnudarse, estrujándose, frotándose con las
manos, con el dorso pero sin llegar a tocar su mitad inferior, concentrados en
los tirones de angustia que experimentaban sus genitales con cada beso que se daban, era como si una corriente
eléctrica viajara de sus labios a sus testículos haciendo que sus falos serpenteen
dentro de su ropa interior, ajenos al mundo exterior olvidándose del tiempo y
del resto de los mortales hasta que fue demasiado tarde.
- ¡Pero!...
¿QUE DIABLOS? – grito Angus
quitándose los audífonos apenas su mente registró lo que estaba sucediendo
sobre su cama, ¡su hermano estaba besándose con un hombre!, si, no era con otro
chico, era con un hombre; por alguna razón no registro a Gregory como un
muchacho inexperto, sino como una amenaza y jalo a Anir de los cabellos hacia
atrás separándolo de Gregory, borrando de un tirón el entusiasmo de ambos para
sustituirlos por la sorpresa y luego el miedo, habían estado tan concentrados y
perdidos en sus hormonas que no midieron el riesgo de los que estaban haciendo – ¡¿QUE DIABLOS ESTAN HACIENDO?! – grito mirando a
Gregory como si viera al demonio y como si ese demonio se apoderada de él,
salto sobre su cama, sobre el cuerpo semidesnudo de su compañero de aula y le
pego un puñetazo que le hizo salir sangre de la nariz, iba a molerlo a
puñetazos, iba a destrozarle la cara – TU PEDAZO DE MIERDA, ¿QUE LE
ESTAS HACIENDO A MI HERMANO? – y otro tremendo puñetazo en el
abdomen hizo doblar a Gregory que claramente estaba en desventaja bajo el
cuerpo de Angus, un Angus que a leguas Anir no reconocía como su hermano, nunca
imagino que su hermano reaccionara de esta manera
- NOOOO
ANGUS, ANGUS PAAARA, PARA POR FAVOR – Anir empezó a gritar y zapatear desesperado, sin poder separar a Angus de
donde estaba
Menos mal Dominic acababa de entrar, si bien había
estado siguiendo los pasos de Angus, había guardado su distancia y prefirió
esperar escasos 5 minutos antes de abordar el ascensor y entrar al departamento
de sus padres, pensando que quizás era demasiado pronto, con una angustia en el
abdomen que interpreto como su consciencia por grabar a Angus con Paola en el
parque y seguirlo como si fuera un delincuente, oyendo ya no más una gran
conmoción que identifico provenía de su departamento, apurándose a cerrar la
puerta cuando desde el pasillo oyó los gritos de Anir, y se apuró claro por dos
razones, saber que era lo que ocurría y segundo evitar que los vecinos metan
sus narices porque él sabía que sus padres no llegarían hasta dos horas
después, porque le habían llamado del cine, diciéndole que estaban entrando a
ver una película infantil con Jasir y que pida pizza para la cena, así que
apenas pudo corrió hacia los dormitorios y con los ojos como platos tras dejar
a un lado la cámara filmadora cogió a Angus del tórax y lo alejo del cuerpo de
Gregory antes de que suceda algo realmente malo.
- ¡DEJA…
DEJA!… ¡VOY A REVENTAR A ESTE DEPRAVADO! – chillo sin pensar en lo hiriente de su comentario,
sin pensar en el dolor que aquella palabra podía significar para Anir que
claramente corría sobre el mismo bando, pero no era porque su hermano sea
homosexual, simplemente Angus ni se planteó aquella posibilidad, él solo veía a
un hombre que se estaba propasando con su hermano menor
- ¡Basta
Angus! BASTA – grito a su vez
Dominic tratando de contener a la bestia en la que se había convertido su hermano,
la verdad es que lo desconocía, no tenía idea de que podría reaccionar de esa
manera, lo que metió mucho miedo a Anir
- ¡Este
depravado!... DEGENERADO – escupía
insulto tras insulto queriendo soltarse
- NO
es un depravado – y Anir se
hizo una bola sobre el cuerpo magullado de Gregory, llorando muy asustado, Angus
había alcanzado a pegarle a Gregory unos cuantos buenos puñetazos en los
brazos, la cara, el abdomen y las piernas que seguro se moretearían de lo rubio
que era – es mi novio – gimió sin querer separarse
de Greg, lo que hizo que el enojo de Angus se apaciguara, tomándolo por
sorpresa, aquello realmente no se lo esperaba y miro de un lado a otro
sorprendido de la noticia que acababa de recibir
- Espera,
espera… ¿Qué me estas contando? – le
pregunto tras soltarse de Dominic
- Estamos
saliendo desde hace meses – respondió
Gregory, sentándose a un lado de la cama, bajando sus pies y cubriendo a Angus
con su polera, de pronto la idea de que lo vieran sin ropa no le gusto, aunque
seguro Dominic, Angus y Anir se vieron en paños menores un montón de veces
porque eran hermanos
- ¡Pero
eso no te da derecho de tocarlo! – el
solo recuerdo de los que sus ojos vieron volvía a picarlo – además si tanto querían hacer esto, ¿por qué diablos no fueron a tu
dormitorio? – acuso a Anir, que no supo que responder mientras
se frotaba la cara – sabes que no me gusta que
entres a mi dormitorio – le recordó – ya te dijo el
papá, que respetes mi espacio – dijo mirando sus cosas cuando
sus ojos se posaron sobre el Ipad que su padre le había regalado, estaba a un
lado en el suelo con la pantalla destrozada, ni Gregory ni Anir midieron sus
actos y solo se tiraron sobre la cama sin importar lo que estuviera encima,
rompiendo la pantalla – oh NO, no NO – grito
alzando e objeto en cuestión enojadísimo, Parker ya le había advertido que si
rompía su pantalla una vez más, se despida de su mesada en lo que restaba del
año – LE VOY A AVISAR AL PAPÁ – amenazo
mirando a Anir, sin pararse a pensar en lo que su padre tendría que tratar con
Anir si esta escena salía a la luz, el solo pensaba en cómo justificar que no
había sido su culpa que el Ipad apareciera roto, nada más… no vender a su
hermano o destapar su homosexualidad
- No,
no, no puedes decirle naaada – dijeron al unísono Anir y Gregory pero cada cual por distintas
razones, Anir porque no quería su padre sepa nada aún y Gregory porque seguro
Prker y Sara no les permitirían verse después de actuar como un salvaje
- Claro
que lo hare y ahora mismo, esto no se va a quedar así – dijo con tal convicción buscando su teléfono,
haciendo que el pánico se dibuje en la cara de Anir, despertando en Dominic sus
instintos protectores
- Tú
no vas a decirle nada – Dominic
le arrebato el móvil de las manos, pensando en que hacer para evitar un mal
mayor
- ¡Cómo
que no!, han roto mi Ipad – contesto
Angus más procurando en recuperar su móvil que otra cosa
- Por
favor Angus, no le digas al papá – rogo
Anir, asustado mientras Gregory se maldecía mentalmente por su imprudencia, si
esto salía a la luz estaría metido en un bien lio, su padre había hablado con
él y le había recalcado que se comporte, si se enteraba seguro lo castigaría
pero lo que más le asustaba no era el castigo sino que los padres de Anir le
prohíban ver a su novio
- Claro
que le voy a decir, ¿acaso no entiendes? ¡rompieron mi Ipad! Y no voy a pagar
por eso – agrego alzando el
teléfono de Anir dispuesto a llamar a su padre no iba a luchar con Dominic por
recuperar su móvil, era inútil, pero Dominic fue más rápido y también le quito
el movil de Anir y de paso el de Gregory – no me importa… puedes esconder
todos los móviles del mundo, siempre puedo decirles lo que paso apenas lleguen
a casa, ahora por favor ¡salgan de mi cuarto! – los echo
abriendo la puerta que Dominic había cerrado sin ninguna razón y Dominic al ver
que nada conseguiría hablando, no dudo en chantajearlo ahora que se daba cuenta
de lo que tenía en la filmadora
- No, no le vas a decir nada, porque si tú hablas sobre Anir y Gregory yo le diré que tú volviste con Paola y que estabas fumando marihuana
Y el rostro de Angus palideció al instante, tal era
la culpa que ni cuestiono a Dominic… lo que claro derivo en un sinfín de
problemas, incluido quedarse sin mesada cuando mamá encontró el Ipad roto en el
fondo de su ropero y la paliza que estaba por darle su padre ahora mismo.
No te lo perdono , no puedes dejarlo así siempre me haces sufrir
ResponderEliminarPor Dios!!!! Pobre Angus siempre pagando x los otros
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