sábado, 30 de noviembre de 2019

Halloween: ¿De verdad son todos los santos? (Los Th) ; Autora Marambra

Halloween
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 30 de Noviembre del 2019.
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¿De verdad son todos los santos? 

Autora: Marambra

  • ¿Vas a seguir llorando ahí debajo de la cama? – pregunto Ethan a un abatido Nathan de 7 años que no había querido salir de aquel seguro escondite desde hace más de 15 minutos
  • Es que la mamá es mala conmigo – gimió haciendo un puchero de corazón con los labios regordetes conmoviendo a su joven padre
  • La mamá no es mala Nathan – contesto Tano poniéndose de rodillas al pie de la cama, haciendo a un lado los faldones del colchón para poder mirarlo mejor, aguantando una risa, Nathan  ni siquiera se había subido la ropa interior, pero eso no era lo gracioso sino el disfraz que llevaba encima
  • ¡Es! – afirmo enojado – no solo me ha pegado mucho sino que por su culpa se han reído de miiii BUAAAA – volvió a llorar – reñiiile – demando llorando cada vez más fuerte
  • Ya, ya pequeñajo, no llores – Tano logro sacarlo de su escondite y alzarlo dejando su pequeño trasero asentado sobre sus brazos cruzados mientras Nathan se abrazaba a su cuello – ¿quieres contarme lo que paso? – le pregunto, sin dejar de mecerlo en brazos

Y fue cuando Mikel y Miranda que habían ido a ver al según ellos revoltoso, decidieron quedare en la puerta y oír que era lo que Nathan iba a inventar.

  • La señorita dijo que… – y la cara de Miranda se fue transformando, sintiendo una punzada de culpa en el estómago, ¿cómo pudo confundirse tanto?
  • ¿De verdad leíste la nota? – pregunto Mikel poniendo su manos sobre su hombro
  • No recuerdo, creo que leí partes – contesto mientras ambos oían la infantil queja de Nathan

Era vísperas de Todo Santos y en el colegio de Nathan que a propósito era netamente católico decidieron celebrar aquella fiesta patronal recordando a todos los santos de la Iglesia Católica y para que los niños tomen parte de esa celebración y entiendan de que se trataba, debían ir al colegio disfrazados de un santo en concreto y obviamente habían enviado a las casas una nota escrita, Nathan debía ir disfrazado del famoso Santo Tomas de Aquino.
Al mismo tiempo en el kinder al que iba Uther que entonces tenía 4 años y que era parte del mismo establecimiento, las maestras decidieron celebrar más bien el día de Halloween como un evento recreativo y también enviaron una nota en la que decía que tenían que ir disfrazados y Uther debía ir de abejita, que no podían ir de otra cosa porque iba a haber un concurso de disfraces.
Miranda había leído la nota de Uther y rápidamente encargo el disfraz pero no leyó la de Nathan y cuando oyó a Nat hablar de la fiesta de disfraces, dio por sentado que era similar a la fiesta del kínder, así que horneo un montón de diversas masitas típicas de día de difuntos para llevar al cementerio y una gran cantidad de galletas para que ambos niños lleven a sus fiestas de disfraces y compartan, encargando a Mikel que meta la ropa a la máquina que ella no tenía tiempo.
Mikel solícito, metió además la mochila de Nathan en la lavadora sin revisar los bolsillos mientras Miranda fue apurada a comprar flores para la mesa de difunto del día siguiente, rescatando parte de la nota cuando hizo secar la ropa, dándose cuenta que era la nota escolar del que Nathan hablo sin cesar día antes, creyendo que se perdió, logrando leer solo parte de ella: su niño debe venir al colegio el día lunes 31 de Octubre disfrazado de Santo… y eso dio pie a la confusión.
Miranda movió la cabeza pensando que aquel disfraz era horrible para un niño y se lo hizo saber a Mikel.

  • ¡AY NO! – grito en su dormitorio – ¿ahora de donde voy a sacar esta cosa? – murmuro mientras su marido se echaba en cama a descansar, tuvieron un largo día
  • ¿Qué pasa cariño?
  • Las profesoras de Nathan ¡están locas! – aseguro batiendo la nota en su delante – han mandado una nota para Nathan donde dicen que debe ir disfrazado de Santo
  • ¿De Santo? – murmuro Mikel y ambos por alguna razón pensaron en lo mismo, un mítico personaje de lucha libre de la época de oro del cine mexicano: Santo el enmascarado – uuff te lo pusieron difícil – comento Mikel besando la cien de su esposa seguro de que se rompería el coco pensando en cómo hacer un disfraz de ese estilo
  • Ni me lo digas, ¿de dónde voy a conseguir eso? – contesto Miranda acostándose a su lado pero con la mente en otro lado

Pero como Mikel lo supuso, Miranda se puso en marcha a la primera hora de la mañana logrando tener el famoso traje listo para el día lunes.
Y el lunes llego lleno de excitación y emoción para ambos niños, el disfraz significaba para ellos diversión, risas, helados, dulces y pastel; como era de esperarse ambos hermanitos se levantaron temprano sin hacer renegar a nadie, incluso Nathan en un descuido metió a Uther a la ducha aprovechando que Ethan estaba en clases y que los abuelos los estaban cuidando, dado que Griselda se fue de viaje por un asunto familiar ese fin de semana y no volvería hasta después del feriado, menos mal Mikel se dio cuenta antes de que los chicos hagan alguna barbaridad o se caigan, después de eso los llevo a desayunar mientras Miranda empaquetaba los pasteles, ella había mandando a hacer dos tortas infantiles para llevar al colegio, convencida de que era una mañana de fiesta, con eso y bien vestidos acudieron al colegio a la hora prevista, pero antes ambos niños fueron retratados por la cámara de papá Mikel.
Los inocentes fueron en el asiento de atrás en sus respectivas sillas de niño en el carro del abuelo, mientras Miranda iba delante con los dos pasteles de colores decorados con fantasmas y las galletas horneadas; como aquello no era obligatorio, ella prefirió entrar a la dirección y entregar las dos tortas allá ya que fue su idea la de hacer un regalo a los niños de ambas clases, mientras que Mikel acompaño a los niños a la puerta de sus clases, obviamente Nathan se soltó antes, corriendo con su capa plateada de héroe mexicano y su máscara a juego y sus leotardos celestes de Santo el enmascarado así que no vio lo que sucedió en el aula del pequeño, porque se distrajo tomando fotos de Uther disfrazado de abeja al lado de una linda margatira y otra mariposa, encontrándose con Miranda a la salida sin ninguno asomarse al aula de Nathan y cerciorarse de que todo estaba bien cuando en realidad fue un fiasco para el pobre niño y aprovechando la hora y el no tener otra actividad se fueron al mercado a comprar flores para la mesa fúnebre del medio día y estaban en eso, apenas hora y media de abandonar el cole cuando un estresado Ethan los llamo angustiado.

  • ¿Papá?... Papá… ¡por fin! – casi grito al otro lado del móvil apenas Mikel oyó
  • ¿Hola hijo que pasa? – respondió aparcando a un lado de la carretera, apagando el motor y silenciando a Miranda que estaba riendo – ¿cómo? – pregunto con sorpresa – ¿cuándo?... ¿esta mañana?, pero no pudo ser si…
  • ¿Qué sucede? – Miranda frunció el ceño al ver que Mikel cambiaba la expresión – ¡dime! ¿qué sucede? – insistió pero Mikel levanto la mano en señal de stop
  • Está bien hijo – respondió – ahora mismo regresamos – contesto y colgó el móvil
  • ¿Qué paso?, ¿Quién llamo?
  • Es Ethan, Nathan tuvo un inconveniente en el cole, está llorando y no hay poder que lo calme, se ha encerrado en el baño – declaro y claro Miranda se preocupó mucho, preguntándose qué pudo suceder si su niño mimado estaba tan feliz y tan ilusionado con fiesta de disfraces

Cuando llegaron, ambos hablaron con la profesora quien no supo que decir, no tenía idea de que fue lo que sucedió, solo que Nathan y una niña se pelaron y ambos se cerraron en banda sin explicar nada, el único inconveniente fue que Nathan al ser niño, tenía más fuerza que su compañera y al empujarla hizo que se golpee la cabeza y se haga un chinchón por lo que Nathan iba a ser castigado mirando la pared por 6 minutos, lo que ocasiono que corra fuera de la clase al patio de los niños más grandes encerrándose por dentro en el baño sin darse cuenta, poniéndose a llorar sin consuelo, por lo que los maestros tuvieron que llamar a sus padres... sin mencionar en ningún momento lo del disfraz.
Cuando terminaron de oír las escuetas explicaciones, ambos, Miranda y Mikel fueron al baño acompañados de la maestra y la directora, pero Nathan se negó a hacer caso a su madre y solo salió cuando Mikel que se lo pidió pero solo porque su abuelo uso aquel tono de voz mimoso que usaba a modo de consuelo.

  • ¿Qué le paso a pollito peshosho? – murmuro sin sentir pizca de vergüenza de la maestra que lo miraba sin decir nada, ansiosa porque el niño salga y confirme lo que sucedió, que ellos también querían saber de qué pelearon con Laura, la niña
  • Paaaapi – lloro más fuerte Nathan – quiero irme a caaasa por favooor, por favor – le rogo con voz desgarradora y papá frunció el ceño, Nathan no era un niño que llorara por nada, algo muy malo tuvo que pasarle
  • Ya mi cielo, nos vamos a casa, pero primero hay que abrir la puerta – le respondió girando la perilla por fuera, pero sin lograrlo, lo que hizo que Nathan se ponga más nervioso, porque él también había querido hacerlo cuando su maestra fue a llamar a la directora del colegio para contarle lo sucedido  
  • No se abre papi – gimoteo haciendo un puchero
  • No llores hijo, tu tranquilo ya lo abro yo – prometió tu padre, mientras la portera del colegio traía el juego de llaves del baño de los niños – no toques la perilla Nathan, yo tengo la llave – le advirtió mientras Nathan oía como su padre probaba una y otra llave sin éxito hasta que la que por fin calzo, de tanto forcejear termino rompiéndose en la cerradura – ¡Mierda! – grito frustrado asustando a Nathan
  • BUAAAA – lloro sobresaltado, el sueño lo había venciendo y se había quedado dormido sentado sobre la pequeña taza del baño, golpeándose la cabeza con el grito de su padre
  • ¿Qué paso? – pregunto Miranda cuando todos oyeron el golpe que se dio Nathan
  • ¿Estas bien hijito? – le pregunto papá, tratando de calmarse mientras le mostraba a Miranda la llave rota
  • No puedo abrir papito BUAAAA – Nathan empezó a hiperventilar y Mikel supo que estaba entrando en pánico, a Nathan no le gustaba estar encerrado
  • Nathan hijo, no llores… no llores, estoy aquí – dijo papá en voz alta para que Nat se calme – te voy a sacar de ahí, pero necesito que vayas al fondo por favor – pidió, y no por nada, Mikel derribo la puerta con el hombro rescatando a su nieto del pequeño gran drama

NAthan se abrazó al cuello de papá, mojando su camisa por el llanto y no quiso desprenderse de él ni contestar nada, al final la directora decidió que regrese a casa, que total ya habían tomado la foto del curso.

  • ¿Qué crees que pudo haber pasado? – pregunto preocupada Miranda viendo como Nathan seguía llorando abrazado a Mikel mientras se dirigían al garaje
  • No tengo idea, pero sea lo que sea ya no los contara cuando se calme – y saco sus llaves entregándoselas a su esposa y Miranda no tuvo más remedio que conducir hasta la casa porque Nathan no quiso sentarse en su silla, durmiéndose al final en el regazo de su abuelo

Ambos sabían que Nathan no despertaría de su forzada siesta, siempre ocurría lo mismo, después de llorar dormía profundamente y era mejor no despertarlo porque cuando lo hacían estaba de mal humor y volvía a llorar como si no hubiera mañana, por eso papá Mikel decidió acostarlo en su dormitorio para que nadie lo moleste, seguro que dormiría hasta el medio día; pero se olvidaron de un pequeño detalle de 15 kilos… Lothar ¿quién podría detener al pequeño terremoto?.
Lothar acababa de despertar y como de costumbre cuando lo hacía y no había nadie a su lado, alzaba su mamadera de la mesita de noche y con el culito cubierto de un pesado pañal mojado bajada de la cama de su padre y corría descalzo buscando a sus hermanos o sus abuelos; Ethan estaba en casa de sus padres mientras Griselda había viajado por un asunto familiar al interior del país, ambos estaban tratando de superar los baches de su matrimonio aunque por diferentes razones, Tano por los niños y ella por el estatus, porque no era secreto que al enterarse que Mikel estaba moviendo cielo y tierra para que Tano se vaya a Boston a terminar su especialidad, ella desestimo continuar con el divorcio, por eso ahora estaban los chicos en casa al cuidado de los abuelos mientras Tano continuaba sus prácticas en el hospital.

  • Tuty… Tuty – llamo a su hermano mayor buscando debajo de la cama cuando no lo vio dormir a su lado y al no pillarlo corrió al baño, mientras Alicia la niña que venía a ayudar a Miranda semanalmente, le comunicaba a Miranda que Lothan aún no había despertado – Tuty… TUTY – grito y salió disparado al pasillo buscando en el dormitorio de sus abuelos, subiendo a la cama como mejor podía y sonrió alegremente cuando vio a Nathan dormir y se abalanzo sobre su hermano mayor llamarlo por el apodo con el que él lo bautizo – Tatin – musito depositando un húmedo beso aliento a leche sobre los labios de su hermano, mientras Nat se giró sin hacerle caso limpiándose la boca y frunciendo la nariz como si un molestoso mosquito fastidiara su sueño – abre el ojo Tatin – Lothan empezó a jalar los párpados de su hermano, pero Nat volvió a girarse y cubrirse la cara con la almohada, pero Lothar siguió insistiendo – ¡Tatin! – elevo la voz lo sacudiéndolo del hombro
  • Nouuu – respondió Nathan medio dormido mirándolo borroso, lo que arranco a Lothar una sonrisa confiada, su hermanito estaba despertando para jugar con él, pero cuando Nat empezó a chupar su pulgar mientras cerraba los ojos, Lothar entendió que su hermano estaba con sueño, entonces se quitó el chupón de los labios y se lo encajo a la  boca de Nathan, asustándolo, obviamente Nat reacciono y lo empujo de la cama haciéndolo caer menos mal sobre la mullida alfombra que su abuelo había insistido poner en su dormitorio, pero igual eso no impidió que Lothar llore a todo pulmón alertando a Miranda
  • BUAAAAAAAAAAAAA – y eso si hizo que Nathan se incorpore de un salto

Pero no solo él se sacudió del sueño sino mamá también, Miranda entro a su dormitorio como un tornado, asustada porque Lothar no dejaba de gritar, pero no porque algo le doliera sino porque Nathan se quitó el chupón y lo arrojo al otro lado de la cama.

  • ¡Tatin tiro mi chipon! BUAAA – lo acuso apuntándolo, mientras corría a los amorosos brazos de mamá Miranda en busca de consuelo y justicia, quien se apuró en alzarlo mientras miraba a Nathan
  • Pásame su chuponcito hijo – dijo entendiendo que Lothar lo despertó, pero Nathan lejos de obedecer levanto los hombros en señal de desdén mientras se abrazaba a sí mismo, quedaba claro que estaba de muy mal humor – Nathan por favor – insistió Miranda sin levantar la voz considerando que Lothar seguía llorando en su hombro y que Nathan estaba con los ojos velados
  • NO quieeero agss aggsss buaaa – y se largó a llorar
  • Ya, ya, duerme cariño… duerme

Miranda se acercó al niño con el otro bebé en brazos y lo volvió a acostar, no estaba Mikel porque apenas acostó a Nathan se fue al mecánico, así que lidiar con dos pequeños llorando no era grato porque Lothar tendía a llorar sin motivo cuando Uther o Nathan lloraban, digamos que por simple compañerismo.
Pero la cosa no quedó ahí, Nathan no pudo conciliar el sueño y estuvo dando vueltas y vueltas en cama de papá y al final salió en busca de mamá y de Lothar pero no para jugar, sino para fastidiar como mejor podía: haciendo llorar al pequeño Lothi quitándole su chupón.
Como era de esperarse ambos niños estuvieron grita y grita a cual mejor, poniendo los pelos en punta de mamá, que al final decidió intervenir…

  • ¡Nathan! – grito desde el ventanal de la cocina que tenía vista al pequeño parque infantil que estaba en el patio trasero de la casa en el cual estaba Lothar y Nathan
  • ¿Mamiiii? – contesto todo descarado con el chupón de Lothar en la mano
  • ¡Ven aquí! – lo llamo mientras se secaba las manos y apenas el niño entro lo advirtió – ¡deja de molestar a tu hermano!, te estoy viendo Nathan
  • No estoy haciendo naaada – contesto tratando de parecer sorprendido
  • ¡Si seguro! – Miranda volvió a sus actividades
  • Maaa, el llora porque es llorón
  • Mira Nathancito – dijo mamá dejando a un lado el tomate que picaba – Lothar grita una vez más y te voy a castigar – advirtió y volvió a su tarea dejando a nathan sin más advertencia

Como era de esperarse Nathan enojado se salió al patio y se puso a jugar solo, pero Lothar quería jugar con él y empezó a exigir atención, es que el pequeño al ver a su hermano aun disfrazado con su traje de Santo el enmascarado que queda aclarar le gustaba a Nathan; Lothar quería lo mismo así que Miranda le ato una toalla en el cuello para alegría del más chiquitito quien se autodenomino Superman, y contento con su chupon en mano salió tras su hermano gritándole a todo pulmón.

  • ¡BATAM!... ¡BATAM! – y se lanzó sobre él para provocar una lucha de super héroes, llamándole Batam en vez de Batman, pero con tan mala suerte Nat perdió el equilibrio y cayó de bruces golpeándose la nariz

Y fue suficiente, Nat se giró gritando asustado por la sangre que le salió (unas pocas gotas) y empujo a Lothar trenzándose los dos entre pequeños puñetes, patadas y mordidas, obviamente mayor ventaja tenia Nathan por su edad y su tamaño, pero Lothar tampoco era un conejito manso, mordió a su hermano en el trasero y Nathan en venganza le quito el chupón y de un mordisco lo rompió causando que Lothar llore amargamente y grite como si no hubiera mañana.

  • BUAAAAA PAAAAPIIII PAAAAAPI – gritaba buscando a Tano obviamente, agarrando su chupón roto tratando de colarlo pero sin dejar de quejarse – EL TATIN ROMPIO MI CHIPOOOON BUAAAAAAA – grito
  • ¡NATHAN! – Miranda salió limpiándose las manos en una servilleta – ¿por qué hiciste eso? – le pregunto
  • Porque es un toooonto – respondió jalándole el pelo a su pequeño hermano, arrancando un nuevo grito con decibeles cada vez más altos, Miranda quiso darle un palmetazo en el trasero, pero Lothar se prendió a la pierna de su abuela como si fuera un grillete demandando que lo alce
  • Ve a tu cuarto Nathan estas castigado, no hay dibujos animados para ti, ni galletas – bueno era lo único que podía hacer ese momento con Lothar en brazos que inmediatamente se calló metiéndose el dedo pulgar en la boca
  • ¡Malvaaada! – chillo propinándole un nuevo golpe a la pierna de Lothar, pero esta vez mamá no iba a aguantar tonterías, bajo a Lothar pese al llanto dejándolo sobre el césped sentadito mientras iba tras el pequeño bribón que ya se dispuso a correr
  • Nada de malvada – y lo agarro de pura suerte colocándolo ya no más sobre su regazo – me has hecho renegar todo el rato – y el leotardo junto con la malla del Santo fue retirada de su sitio
  • No mamiiita, noooo… NO ME PEEEGUES – grito llevando las manitas atrás, pero de nada sirvió, mamá venció su defensa como si nada, antes de terminar de quitar el pequeño calzoncillo con figuritas de superherores para pena del pobrecito y todo delante de un sorprendido Lothar que abrió sus ojitos como platos sin deja de chupar su pulgar, hasta ese momento nunca vio a ninguno de sus hermanos siendo castigado
  • Plaf plaf plaf plaf plaf – y las primeras cinco palmadas llegaron de lleno a su parte más gordita arrancando un terrible grito de dolor como si lo estuvieran desollando vivo, cuando en realidad apenas tiño de rosa el culito del pequeño
  • BUAAAA MAAALA malvaada aaaahhh – lloraba mientras se retorcía sobre el regazo de mamá
  • Plaf plaf plaf plaf plaf plaf – y cinco más repitieron el ciclo en el mismo lugar
  • NOOOOOO AGGGGG – lloro más fuerte asustando a Lothar quien se paró dubitativo haciendo un puchero
  • Nada de mala Nathan hasta en el colegio te has portado mal PLAF PLAF PLAF – mamá apunto en las flexuras del pequeño e iba darle dos más pero alguien vino en su rescate – auuu – chillo Miranda no por dolor sino por sorpresa, Lothar acababa de pegarle un pequeño puntapié mientras gritaba a todo pulmón
  • NOOO; NOOO HACES CHICHIU AL TATIN BUAAAAAA – y se puso a llorar a la par o peor que su hermano obligando a Miranda a soltar a Nathan para calmar a Lothar, es que cuando lloraba muy fuerte o por mucho rato ocasionalmente le daba espasmo del sollozo y a Miranda se le erizaba el cuerpo porque a Lothy se le pintaban los labios de azul

Nathan aprovecho la oportunidad de escapar a medio vestirse sin dejar de llorar y se metió bajo la cama donde lo encontró Tano.

  • La mamá es mala – volvió a repetir acunado por su padre mientras Tano le bajaba la polea para tapar su trasero
  • Pero te portaste mal, golpeaste a tu hermanito y me han dicho que te peleaste en el cole con una niña – la verdad es que Tano estaba impresionado, Nathan era de naturaleza dócil y la idea de él peleando con alguien sobre todo de una niña
  • Buuuu – volvió a llorar de nuevo
  • Sin llanto Tatin
  • Eso también es culpa de la mamá – se amargo ocultando su carita en el cuello de su papi – si ella hubiera leído la nota y me hubiera vestido de Santo Tomas, Laurita no se hubiera reído de mí y yo no le hubiera empujaaado, ahora seguro me odia BUUUAAAA
  • Ya mi vida, vamos a hablar con ella para que nos disculpemos

Y con esa promesa, papá acurruco a su primer bebe entre besos y abrazos hasta calmar su llanto.

3 comentarios:

  1. Vaya Miranda con sus descuidos ,pobre Nathan siempre termina en segundo plano

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  2. Algunas veces me cae mal Miranda, pero bueno que le vamos a hacer. Tan lindo Nathan lo amo a cualquier edad!

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  3. Jajajajajaja si que me hiciste reír mucho!!!
    Pero que descuido de la Miranda si que se pasó de lanza...
    Pobre Nathan le arruinaron su día y todavía terminó castigado u.u
    Ya extrañaba leer de ellos!! Me gustó mucho!!...

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