Un vago, ¿sin remedio…?, ¡en serio!
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 9 de Diciembre del 2019.
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Capitulo 1
Capitulo 1
Al perezoso todo le cuesta
doble
Autora: Nicole
Nota
de autora: Shikamaru y el resto de
los personajes de Naruto no me pertenecen. Son propiedad de Masashi Kishimoto,
los he tomado prestados para escribir esta pequeña historia con el afán de
divertirme un poco. Espero les guste, me costó escribirla porque al ser anime
no es fácil aunque es bastante sencilla,
no me gusta complicarme con tanto detalle, amo lo simple, así de simple, eso
sí conservando la esencia de los
personajes aunque de repente lean un toquecito personal mío, espero eso no los
incomode.
Primero que todo, tenía muchas ganas de
escribir de este personaje desde hace un tiempo, pero no recordaba cómo era,
así que tuve que, re observar, re leer y re investigar un poco sobre este niño.
Amo a Shikamaru Nara. Me encanta todo de él incluso su personalidad porque es
un personaje de evolución, bueno el que vio la serie debe saber lo que estoy
escribiendo (Igual no la he terminado XD) Actualmente en la serie de Boruto
tiene un precioso hijo que es tan kawai (Una ternurita de lindo igualito a sus
papas) una mezcla de la personalidad de ambos progenitores, ya no más spoiler
porque no tiene sentido adelantar los acontecimientos a los que se animen a
leer el manga (Que no he empezado XD) o ver el anime.
Un dato importante para que comprendan al
leer un fic sobre manga o anime (para aquellos que no han leído o visto este
tipo de series) como su mayoría son japonesas, van a leer acá la palabra Kami
(que significa Dios) cuando a un personaje varón le sangra la nariz, es porque
está muy excitado al ver a una despampanante mujer XDXD. La gotita de agua que aparece repentinamente
(puede significar que se decepcionó o que le pareció que algún compañero dijo
algo estúpido, depende siempre del contexto y más que todo es para ponerle
humor a la serie) Esta también lo de los ojos grandes blancos, la vena que
sobresale por enojo, bueno después se los iré explicando.
Volviendo al protagonista de este
fanfic les cuento que me parece uno de los personajes mejor
trabajados de la serie (obvio, esto fue al conocerlo mejor claro está, primero
ni fu ni fa) Pero no se crean me gustan
muchos otros personajes de Naruto, aunque la verdad él es uno de los más completos además
considero que es en sus doce y trece años (primera temporada) que estaba más
flojo su carácter en muchos aspectos a
pesar de todas sus ventajas sobre el resto de personajes por eso creo que debió ser conveniente que
recibiera un castigo de aquellos que estamos acostumbrados a leer acá sea
por sus padres o tutores. Hasta
hubiese sido más interesante la verdadera historia, pero lastimosamente no paso
de una que otra regañina fuerte. Ò_Ó
Otra cosita,
yo Kishimoto si le hacía su propia manga ¿No creen? O tal vez sería algo
problemático =P
..........
Era una mañana resplandeciente en Konoha, los pájaros
cantaban cual hermosa melodía y allá
dentro de una nublada habitación en su
cálida y confortable cama yacía medio despierto un apático muchachito
que se debatía entre apagar el despertador que había en la mesita justo a su
lado y seguir durmiendo otro rato más o bien resignarse a apagarlo, levantarse y prepararse para ir al
entrenamiento con Asuma-sensei.
- ¡Qué fastidio! – exclamó como siempre el genio flojo sentado
en el borde cama
sin decidir todavía qué
hacer – Porque demonios tenía que amanecer tan pronto – añadió
con cara de cansancio y con molestia
hizo que el reloj dejara de sonar, se metió a la ducha, se alisto con la
calma que lo caracterizaba y bajo a sentarse a desayunar junto a sus padres
- Buenos días – dijo con desgano dando luego un largo bostezo; con
lentitud se acercó a la mesa, después se ubicó en su silla mirando con
aburrimiento su desayuno sin atreverse a probar nada, su madre que lo observó
detenidamente no pudo evitar regañarlo
- ¡Shikamaru, termina de comerte
eso de una vez y apresúrate que se te hace tarde! ¡Todos los días es lo mismo
contigo! ¡Siempre tan lerdo! – El muchacho solo contesto con un apático
sí, sí a su madre
quien gruño más
aun y siguió hablando
No se le quitaba esa mala costumbre heredada de su
padre, con un solo sí bastaba, estaba
harta de repetirle lo mismo ¡Cuánto le
incomodaba la actitud
de ese niño
que aunque no le gustaba discutir
con las mujeres por considerarlas unas problemáticas a todas sin excepción, les
daba la razón, pero al final terminaba haciendo lo que se le venía en
gana, todo le entraba por una oreja y le salía por la otra. La señora Nara buscó
apoyo en su marido, que prefirió quedarse callado, total ese día no tenía
muchas ganas de dar su punto de vista, pensando solamente que ser padre era un
verdadero fastidio, el chico no lo ayudaba
mucho pues no mostraba motivación
alguna por nada en la vida.
Shikamaru Nara despreocupado la mayor parte del tiempo
aunque desde que era alumno del profesor Iruka ya presentaba un
coeficiente arriba de doscientos, además de ser considerado un gran estratega
por ninjas superiores gracias a su criterio y pensamiento frio en la batalla
contra Temari que le valió para ser promovido a chunnin antes que el resto de
sus colegas, pero aun con todas esas ventajas estaba manteniendo un rendimiento
pésimo debido a su negligencia.
- Por una vez en tu vida, dile
algo a tu hijo, ¿que no vez cómo se comporta? – dijo ella cada vez más enojada
¡Qué ruidosa es! Desde que amanece no para de hablar ¡Qué aburrido!, pensó el pre-adolescente rodando los ojos y haciendo
una leve mueca, al m.enos su madre no se percató del gesto pues estaba enfocada
en su marido.
- Pero mujer que quieres que le
diga, es joven todavía, ya aprenderá con el tiempo además Shikamaru no es de
esos niños que a menudo se meten en problemas, de hecho casi nunca hace nada – Shikaku, padre del jovencito todo se lo tomaba con
diplomacia – Pienso que debes relajarte y… – Aquello
fue la última gota que derramo el vaso, se puso más histérica
- ¡No los aguanto! – fue lo último que dijo y salió de la casa quizás a
caminar un rato por las calles de la Aldea para relajarse estaba tan enfadada
Mientras Shikamaru preguntaba a su padre porque había
escogido como esposa a una mujer tan gruñona como su mamá, el mayor sonrió y
respondió con su habitual charla, que los hombres sin las mujeres no pueden
estar, que sin ellas van a la quiebra, que hasta la más difícil de todas
muestra su lado tierno al hombre que ama y respeta, después de esas breves
palabras se levantó de la silla y se despidió de su hijo.
- Nos vemos más tarde, tengo una misión muy importante que atender, suerte en tu entrenamiento
- Hasta pronto papá – se despidió también apresurándose pues estaba ya
atrasado – ¡No puede ser, voy a llegar tarde de nuevo! en esta
semana han sido cuatro veces para ser exactos, seguro Asuma me vuelve a
castigar con flexiones ¡Odio las flexiones! ¿Cuántas serán está vez? La última
vez fueron doscientas y me
había advertido que sería el doble
si tenía una tardanza más ¡cuatrocientas flexiones y consecutivas! ¡Me cansa
solo de recordarlo, los entrenamientos de Asuma son un fastidio!
Mientras tanto Chōji e Ino seguían practicando
técnicas de taijutsu y otras de genjutsu bajo las órdenes de su profesor que
estaba algo molesto, ¡¿cómo era posible que uno de sus pupilos se comportara de
esa forma tan de: no me importa nada?! Estaba ya cansándose de lo mismo con ese
muchacho, pero hoy sería el día que hablaría seriamente con él.
- ¿Le pasa algo Asuma-sensei? – preguntó Ino algo preocupada jamás lo había visto así.
Él no era de los que se enojaba con facilidad, y debía estar muy molesto porque
no había fumado ni un solo cigarro y usualmente el fumaba dos paquetes de
cigarrillos al día, solo rompía ese hábito cuando algo le molestaba
- Sí, no se ve nada bien – comento Chōji también pensativo – si es por
Shikamaru, ni se apure por ahí debe de
venir, ya sabemos cómo es de flojo
ese niño, lo más probable es que
se haya quedado dormido de nuevo – añadió el gordito sonriendo para
luego coger la bolsa de papas que tenía en su mano, abrirla y empezó a comerla
con desesperación ante la mirada de asco de Ino
- Tranquilos chicos, no me pasa
nada, mejor continúen con su entrenamiento – dijo el hombre sentándose en un tronco, a los veinte minutos llegó el
susodicho agitado, se paró en una esquina con su cuerpo doblado apoyando las
manos en los muslos, intentando recuperar aire, su profesor lo miró
detenidamente dándole algo de tiempo, como si ya no se hubiera tomado el
suficiente, después se levantó y se dirigió a él todavía con un semblante
adusto, estaba decidido a dejarle las cosas bien claras a Shikamaru. Por su
parte Ino y Chōji intentaron continuar con su entrenamiento, pero la vista era
necia
- ¿Por qué llegas a estas horas?
Y más te vale que tengas una explicación convincente que justifique esta y las
demás tardanzas de esta semana – Aquello si sorprendió al jovencito. Asuma lo estaba
sermoneando, pero ¡¿qué bicho le pico?! Pensó y no pudo evitar cuestionar con
algo de soberbia.
- ¿Qué pasa viejo? ¿A qué viene
todo esto? ¡Está peor que mi mamá, que fastidio! – se cruzó de brazos y se puso muy serio
- Pasa que no estoy contento con
tu actitud, pero vamos a resolver este problema de una vez por todas. Lo
primero que quiero es que me digas ¡¿qué razones de peso has tenido para llegar
tan tarde los últimos días?! – insistió Asuma-sensei, está vez no iba a dejar pasar las cosas así nada
más, pero en lugar de obtener una respuesta sensata, el vago muchachito se
limitó a decir lo siguiente:
- No sería menos problemático que
me regrese a la academia y así no le doy tantos dolores de cabeza, mejor me
retiro a mi casa y nos olvidamos de todo este asunto tan aburrido porque el
hecho de solo pensar que tengo que contestarle todas sus preguntas me da
flojera – dijo bostezando con las manos
metidas en los bolsillos, dándole la espalda a su entrenador listo para
marcharse ante la mirada atónita de sus amigos y compañeros de equipo quienes
definitivamente perdieron la concentración
en las técnicas que estaban practicando por estar
más pendiente de lo que ocurría con aquel vago.
- ¡Alto ahí Shikamaru Nara! No te
atrevas a dar un paso más o te meterás en más problemas de los que ya estás
metido, así que por tu bien creo que te conviene hacer caso – El Nara no se movió un milímetro por alguna razón la
voz de Asuma Sarutobi le resultó intimidante y para él lo más importante era
evitar los conflictos más con la gente cercana. El entrenador al ver que su
subordinado acato la orden procedió – Bien, sabia decisión, no por
gusto tienes el coeficiente más alto en la aldea – le reconoció su
talento de paso, realmente quería a ese chiquillo como si fuera su hijo y haría
lo que fuera por ayudarlo tanto a él como a sus compañeros a superarse – Pero es importante que recuerdes lo siguiente, no es correcto perder
el tiempo de la manera como tú lo has estado haciendo los últimos días, tienes
que cumplir con tus responsabilidades como un shinobi que eres, si no haces
eso, en el futuro vas a ser un fracaso,
no solo como ninja sino en todas las áreas de tu vida, mira como tus amigos se
están esforzando por mejorar sus habilidades
- Sí como no, mientras ven como me está sermoneando, ¡Qué
fastidio! – no pudo evitar
reclamar al ver que tanto el gordito como la rubia no paraban de
mirarlos como si se les fuera a salir los ojos. Asuma se dio
cuenta y no solo
los regaño además les dijo que se retiraran a sus casas
que el entrenamiento había culminado por el día de hoy porque
quería tratar el asunto con el pre-adolescente en privado sin ninguna
interrupción, los dos hicieron caso y una vez, se marcharon prosiguió dónde
había quedado
- Mira Shikamaru todos los equipos están dando lo mejor de sí. Por ejemplo: Rock Lee a pesar de no tener ningún talento cada día se levanta a poner su esfuerzo para superar sus límites, lo mismo ocurre con los estudiantes de Kurenai y Kakashi, quienes han estado entrenando mucho
- ¿Sí? – pregunto irónico y luego agregó – ¿Y a mí que me
importa?
- ¡Pues debería importarte, es el
camino que elegiste! – dijo elevando
el tono de voz, ese mocoso de verdad cuando quería podía desesperar a cualquiera.
Todo le valía un comino
- ¿Qué rayos quiere que haga? Ah,
no me diga, ya sé ¿cuatrocientas flexiones no? detesto hacerlas; me da flojera,
pero ya que, sí después de esto no tengo que escuchar más nunca sus estúpidos
regaños, las empiezo a hacer ahora mismo – dijo colocándose en posición para hacer las lagartijas, pero antes que pudiera
intentar hacer la primera su maestro lo
agarró fuertemente del brazo haciendo que se parara inmediatamente causando con
esto que le doliera un poco, nada escandaloso pues Sarutobi solo quería captar
su atención
- ¿Qué demonios pretende? – Eso si no se lo se lo esperaba – ¡Suélteme! – empezó
a forcejear para librarse, pero aquello fue imposible su maestro tenía más
fuerza que él y mientras lo seguía reprendiendo verbalmente lo encaminaba hacia
una cabaña suya que había cerca del lugar sin prestar atención a las quejas del
mocoso que no estaba cómodo con la situación – quédate quieto,
tu y yo tendremos una larga conversación – anunció y siguieron
caminando hasta que finalmente llegaron a aquella casa vieja, ya dentro lo
soltó y le dio una última oportunidad
- ¡¿Qué diablos quieres que te
diga?! – preguntó con un tono irrespetuoso,
tuteando a su entrenador, no era que no
lo hiciera de vez en cuando, pero aquel momento su jefe sintió que lo hacía
para provocar
- Primero modera tu vocabulario,
segundo te doy veinte minutos para que respondas porqué motivo llegaste tarde
estos días – se repitió
- Otra vez con lo mismo, no tengo
ganas de decirte nada, tampoco me interesa ser responsable ni realizar tus
estúpidos entrenamientos, la razón por la que me hice ninja fue para hacer lo
que yo quisiera hacer, sin tener que esforzarme. Que aburrido tener que estar
dando explicaciones solo porque me retrasé un poco estos días – dijo mirando hastiado a su sensei a quien esta vez le
toco hacer lo que venía evitando desde hace ya varias semanas cansado ya del
desinterés, arrogancia y constantes faltas de respeto del jovencito. Lo quería
mucho sí, pero no iba a tolerar ese tipo de comportamientos tan reprochables
- Bien resultaste ser más
testarudo de lo que pensaba, creo que ha llegado el momento de enseñarte un
poco de disciplina – mientras decía
esas palabras tiró de él y lo hizo doblar en su propio cuerpo colocándolo en
una mesa que allí había
- Déjame… déjame maldito imbécil
– intento escabullirse de las manos del robusto maestro,
pero le fue en vano cuanto más lo intentaba más difícil resultaba, tenía mucha
fuerza aquel hombre
- Deja de moverte solo
conseguirás lastimarte – dijo al tiempo
que le daba una fuerte nalgada en el centro del trasero, eso lo dejo blanco
como papel, sería posible que Asuma sería capaz de castigarlo de esa manera tan
humillante cuando hacía tiempo que eso no
le pasaba por Kami casi tenía
trece, ya no era un niñito pequeño. Iruka-sensei solía reprenderlo de aquella
forma cuando estaba en sus primeros años en la academia cada vez que se fugaba de las clases a hacer
travesuras junto a Naruto, Chōji y Kiba, quienes también eran problemáticos,
por ser pillado dormido en plena clase o bien al sacar bajas notas. En casa era
Yoshino, su madre la encargada de los castigos pues su padre prefería el
dialogo y solo utilizaba esos métodos cuando ya no tenía más opciones
El muchacho se quedó quietecito en su posición
mientras el sensei se dirigió donde había un mueble viejo, abrió una gaveta y
sacó un grueso cinturón de cuero con hebilla de metal que le había pedido
prestado a Kakashi, pero que no pensaba utilizar tan pronto, ajusto el largo
del mismo mientras hacia ese terrible chasquido que ocasionó que al Nara se le
aceleraran las palpitaciones del corazón solo de pensar lo que le esperaba en
poco tiempo, recibiría una paliza de aquellas y lo peor con la correa.
Palideció nuevamente, echándose a temblar.
- ¡Shikamaru Nara pantalones y
calzoncillos abajo! – ordenó
esperando que a quien le gusta evitar los problemas todo
el tiempo accediera
de una vez, pero en su lugar
el chico
se dio la vuelta para quedar frente a su maestro y con la cara más roja
que un tomate, empezó a suplicar y a pedir perdón, tenía que evitar el castigo
como fuera aunque implicara poner su ego por el piso
- Por favor Asuma-sensei no me
castigue, le prometo que no llegaré tarde otra vez, ¡Juro que nunca más le
vuelvo a hablar como lo hice hace un momento, lo prometo! – puso su mejor
cara de arrepentimiento para ver sí así ablandaba al hombre, pero
Asuma no se dejó convencer y le dijo:
- Date vuelta Shikamaru por favor, no hagas esto más complicado…
- Pero sensei…
- Nada de peros, se acabaron las complacencias, sabes muy bien que te mereces un castigo porque además de irresponsable haz sido muy irrespetuoso conmigo que soy tu maestro
- Perdón, ya le dije que no lo
volveré a hacer, se lo estoy prometiendo, deme una indulgencia por lo menos – al borde del llanto – si quiere hago el
triple de flexiones, pero no me pegue se lo suplico – A este punto
Shikamaru le broto lo dramático, estaba decidido a eludir el dolor de ese
vergonzoso castigo sí o sí; le daba igual hacer el ridículo frente a su mentor
total ya lo conocía tal cual era, sabía que
le gustaba negociar con él además de los tres, era el
consentido de Asuma, le pasaba muchas veces sus faltas para evitar que
su mamá lo corrigiera porque conocía lo
estricta que era con las normas y lo mal que lo pasaba el mocoso después de una
buena tunda propinada.
- Y sé que no lo volverás a hacer
porque eres inteligente y aprendes rápido las lecciones, también sé que te
gustan los caminos fáciles, pero no siempre son esos caminos los que te
servirán a futuro. A veces lo que más nos cuesta trae mejores beneficios y por
último cada acción trae su consecuencia, así que ahora date la
vuelta y acabemos con esto – dijo más tranquilo, pero aun serio y vio los ojos medio aguados del
niño y este al ver que ya no conseguiría
nada hizo lo que le pidieron; se dio la vuelta y bajó
sus pantalones junto
a los interiores justo donde empiezan los muslos.
Asuma preguntó a su alumno si estaba listo, el chiquillo asintió con la cara
todavía roja de la vergüenza al encontrarse en esa posición. Una sola lágrima
recorrió el rabillo de su ojo izquierdo hasta la comisura del labio y
luego de eso no paso mucho tiempo cuando el hombre levantó la correa y
la estrello cinco veces seguidas en el centro de las nalgas del muchachito que
emitió un quejido de dolor, había empezado muy fuerte
- ¡AHHHGGG! No tan duro
Asuma-sensei – intento
correrse, pero fue detenido inmediatamente y cinco correazos más se marcaron en
la parte baja del trasero
Shikamaru se mordió los labios para evitar chillar
pues pensaba que hacerlo era más humillante aun, su trasero lucia rojo pálido y
lo que le esperaba, era seguro que su maestro no pararía hasta vérselo
completamente colorado así siempre eran
los castigos bastante severos para que los jóvenes no volvieran a cometer
la misma falta. Más azotes sonaron en ambos cachetes y en la unión del culo con
los muslos, solo que esta vez Asuma
decidió terminar la tunda con su mano, eso sí;
le dio unas más que buenas nalgadas que lo hicieron patalear con ganas
como niño pequeño en las rodillas de su maestro, aquello era tan duro que le
hizo creer que no podría resistirlo, así que no
pudo evitarlo más y rompió en llanto, rogando y haciendo promesas que
iba a cambiar su actitud. Nara había llegado a su límite además su trasero
estaba ardiente como fuego. Asuma decidió parar la azotaina, el chico seguía
llorando con ambas manos en el culo, cuando el profesor vio que estaba más
calmado lo hizo parar.
- Ya tranquilo, ya paso – dijo Asuma ayudándolo a arreglarse la ropa, luego se
levantó él de la silla donde estaba sentado y lo abrazo, el niño se pegó a su pecho sin parar de
sorber sus mocos todavía afligido y continuo sobándose la retaguardia
- No… lo… lo
volveré a… a hacer – repitió hablando entrecortado
- Sí lo sé, ahora limpia esas lágrimas – le prestó un pañuelo – Mira como me
dejaste la ropa, pero no te preocupes – sonrió tranquilamente al ver
el gesto tan infantil que hizo el
muchacho al escuchar ese primer comentario; lo que
menos quería era
que empezara a lloriquear por esa tontería; vamos que era algo que podía
arreglarse con agua y jabón – ven, te llevaré a casa – decir
eso y a Shikamaru ahora sí, le entro el
pánico de los buenos
- No por favor Asuma-sensei, no le cuente nada a mi mamá, ella es muy malgeniada, la mujer más problemática que pueda existir, usted no tiene idea lo histérica que se pone por la mínima cosa, es un dolor de cabeza básicamente
- ¡Shikamaru no seas insolente! – dijo a manera de advertencia mirándolo con seriedad
- Lo siento, pero no le va a decir nada a mi adorable madre ¿verdad?
- No lo sé todavía, en el camino
decido. Al vago todo le cuesta doble – menciono aquel conocido refrán y Nara capto el mensaje
- No, no es justo usted ya me
pego, me duele mucho, otra paliza más
sería muy problemático, dígame que decidió por favor, el hecho de preocuparme
me aburre. ¡Siempre es lo mismo con
usted, que fastidio! – expresó detrás de su mentor y partieron hasta la casa
del clan Nara
Me ha encantado...es verdad que es muy pasota, pero es muy noble e inteligente
ResponderEliminarFelicitaciones, excelente personaje escogiste, actualiza pronto
ResponderEliminarCathBlueRed
eso no se lo esperaba, espero no Le digan a la madre
ResponderEliminarAuch ese sensei es bastante estricto pero el muchachito se lo buscó no se puede negar!!...
ResponderEliminarMe gustó lo que escribiste y me parece increíble como hiciste tuyos los personajes!!
Tú muy bien amiga!!
Pues claro qué se lo buscó por vago, y ojalá hubiera pasado en el anime lo hubiera disfrutado y mucho! Y bueno siempre trato de mantener sus personalidades aunque no siempre es fácil, ya que el que mejor conoce sus personajes es Kishi jajajaja y más que también me encanta hacerlos ya sabes con mi toque personal, me alegro que te haya gustado.
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