Halloween
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 9 de Diciembre del 2019.
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Una fiesta de susto
Una fiesta de susto
Autora: Terry
- ¡Yaaaa, suéltame! Está fría – le decía Chus a su papá
- Lo sé que está fría. A ver si así se te
pasa la taja que has traído encima – Sabía
perfectamente cómo estaba el agua, ya que él estaba dentro con Chus para que no
se saliera
Luís empezó a quitarle la ropa. Le
daría un baño ahora con agua caliente para que entrara en calor y de paso quitarle
la pintura del disfraz de Drácula que uso para ir a la fiesta.
- ¿Qué haces? – pregunto medianamente coherente al darse cuenta que
su padre empezó a quitarle la ropa mojada – ¡¡No!!... No me la quites
- Ya, Chus, ¡estate quieto!
- Nooo, deja quiero ir a mi cama, tengo sueño
- ¿Ahora te da sueño?
Pregunto Luis haciendo relucir su mal humor, lo que
hizo que su hijo callara; algunas horas antes, Chus estaba tranquilamente con
sus hermanos y su papá viendo la tele cuando recibió una llamada.
- Pastelito
– Le dijo Noelia, la novia de Chus. Éste, al escucharla,
salió al jardín para que nadie los molestara
- Dime,
muñequita – Dijo con una sonrisa que se le caía la baba
- Mi
amor, una amiga nos invitó a una fiesta de halloween – Chus
se puso contento, pero esa alegría se le fue cuando se dio la vuelta y vio a su
papá por la cristalera que daba al jardín. Sabía que no le iba a dar permiso
para ir a una fiesta hasta horas altas de la noche
- No lo sé
- ¿No
quieres venir conmigo?, ¿acaso no te apetece pasártelo bien los dos juntos? – Noelia casi se atraganta preguntando aquello creyó
que Chus diría si sin más
- No,
no es eso… lo que pasa es que mi papá no me va a dar permiso – Noelia
rodó los ojos como si Chus pudiera verla
- ¿Es
que acaso tu papá quiere que te metas a monje?! – Chus
se quedó callado. Si seguía así, no saliendo con su chica porque su papá no lo
dejaba, al final ella se iba a cansar y lo iba a dejar
- Está
bien. ¿A qué hora te recojo? – Contesto, pensando cómo iba a
salir de casa sin que su papá lo viera
- La
fiesta empieza a las diez y media, ¿puedes venir a las diez? – pregunto con voz coqueta
- OK,
allí estaré – Y colgó el móvil y en ese momento se golpeó la
cabeza, ¡¿cómo demonios iba a salir sin que su papá se diera cuenta?!
Pensando en eso, entró y sonrió cuando escuchó a sus
hermanos convenciendo a su papá para que los llevara a comer pizza, y más se
alegró cuando su papá accedió.
- Vale,
está bien. Le compraremos un ramo de rosas para llevárselas mañana a la tumba
de la abuela y después comeremos pizza – Luis
se dejó convencer y sus dos hijos más chicos saltaban de la alegría –
- ¡QUE
WUAY! – chillaron ambos
corriendo a cambiarse
- Cámbiate,
Chus, que vamos a salir – sugirió
Luis a su hijo al verlo parado en el umbral, vistiendo una sudadera vieja a la
que le tenía cariño, pero estaba algo gastada y Luis no iba a dejarlo salir con
ella
- Papá,
yo no tengo ganas de ir – Sus hermanos que estaban de
vuelta lo miraron de mala manera, ellos no querían que su papá cambie de
opinión
- Pero Chus, tus hermanos quieren salir a cenar fuera y yo de todas formas tengo que salir a comprar flores para la abuela.
- Pues, ir vosotros, yo me quedo aquí
- Pero
vamos a tardar mucho. Además, qué vas a comer? – Chus
se encogió de hombros
- Puedo
comer lo que sea, fiambre mismo o me lo
podéis traer un pedazo – Luís se quedó mirándolo. No
quería dejarlo solo, pero también sería injusto para sus otros hijos privarlos
de su salida
- Está
bien – Se lo llevó más
retirado para que los chicos no pudieran escucharle – Chus, no quiero
encontrarme con una escena como la de la vez pasada
- No
te preocupes, papá, no volverá a pasar. Lo
prometo – respondió
ruborizándose lo que incomodo a su padre, lo último que quería era que su hijo
se sienta avergonzado
- ¿De
veras prefieres quedarte solo en vez de venir con nosotros?! – Chus
se cruzó de brazos infantilmente jugando su mejor carta
- Joooo, es que así puedo ver lo que quiero en la tele sin que nadie me moleste por un día
- Vale,
vale, ya me quedó claro que no quieres pasar tiempo con tu padre – Le
dio un beso y salió con sus otros dos hijos.
Chus, por su parte, corrió a su cuarto a buscar parte
del disfraz que días antes le regaló su papá a su hermano para la fiesta que
tuvieron en el cole y que menos mal le quedó cabal, con aquello y bien vestido
de negro salió en busca de su novia, de allí se fueron a la fiesta, donde se lo
estaba pasando genial.
Con lo que no contó era que para su padre fue comer
la pizza y convencer a sus otros hijos de volver para casa para que Chus no se
sienta solo y encima pasando hambre, cosa que los chicos aceptaron, total ya
habían comido toda la pizza que quisieron; pero cuando llegaron y no
encontraron a nadie, Luis apretó las mandíbulas al darse cuenta que su precioso
querubín volvió a verle cara.
Ni corto ni perezoso, fue a la casa de esa chica.
Menos mal que sabía dónde vivía porque alguna vez toca lloverla a casa en coche
sea por cortesía o por cuestión de tiempo; así que cuando se vio de pie en la
puerta de casa de la muchacha no se dio cuanta en que momento llego y solo
atino a tocar el timbre y ser atendido por el papa de la chica quien le dio la
dirección de la fiesta, una fiesta de la que acababa de enterarse.
Sin pérdida de más tiempo Luís se dirigió a la
fiesta y buscar a Chus en un mar de adolescentes disfrazados y apenas vio a su
hijo se percató de un pequeño detalle, el vaso que sostenía su hijo lleno de un
sospechoso líquido oscuro mientras besaba con su chica, ojalá no sea alcohol,
pensó Luis.
- Ya
estás tirando para el coche – Ése
grito que retumbó por encima de la música, a Chus le pareció bastante familiar.
Era su padre.
- ¡Papá!
– Respondió, dándose la vuelta.
El mareíto que tenía por culpa de los cubatas que se bebió se le pasó de golpe
- Sí, Chus, papá…. Un papá muy cabreado, así que salgamos de aquí
- Pero
aún no termina la fiesta y estoy con Noelia – A Chus las copas no lo hacían pensar bien, ni ver la
tremenda cara de enfado que tenía su padre.
- Mira,
Antonio Jesús Páez, o sales ahora mismo o mi amigo hablará contigo delante de
todo el mundo – Chus tragó saliva
En ese instante se dio cuenta del verdadero enfado
de su padre. Agachó la cabeza y salió como mejor pudo de todas las miradas,
aunque la única mirada que importaba era la de Noelia, pero ahora lo único que
importaba era evitar el desastre.
- Noooo…. No! No! No me quites la ropa – Pero de poco le servían las protestas, ya que Luís
le estaba quitando la ropa sin mucho trabajo
- Chus, estate quieto de una vez! plas plas plas – Le
dio tres palmadas sobre el pantalón y Chus ya se puso a llorar, todo se le vino
a la mente, la vergüenza, los chicos de la fiesta riéndose de él y sobretodo la
decepción en los ojos de su chica. Luis rodó los ojos porque no le había hecho
daño – A ver ¿qué pasa
ahora?
- No quiero que me quites la ropa, me da vergüenza
- Vergüenza te tendría que haber dado
cuando me engañaste y te fuiste a esa fiesta sin permiso y encima bebiendo
alcohol – dijo numerando con los dedos
todas sus faltas – y Chus
que tienes quince años
- Pero – Luís no lo dejó terminar
- Pero nada. Ya es muy tarde, te bañas y
terminamos con esto – Luís terminó
de quitarle la ropa y él mismo lo bañó y le quitó toda la pintura que llevaba
en la cara, lo lió en una toalla grande y lo sacó de la ducha
- Suelta, idiota – Le dijo cuándo se vio fuera de la ducha
- ¡¿Cómo?! – Luis lo cogió del brazo y se sentó en el retrete y
puso a Chus en sus rodillas
- Perdón perdón perdón
- PLAS PLAS PLAS PLAS plas plas plas plas plas plas encima que haces de las tuyas plas PLAS PLAS
PLAS plas plas plas plas plas plas ¿me insultas?
- Ya, papi, ya no más… no lo vuelvo a hacer
– Luís estiró la mano y cogió el cepillo que estaba en
la encimera del lavabo
- plop plop plop plop
- Ya, ya shjjss ya, papi – Luís decidió terminar con todo el dolor de su
corazón por oír llorar a su bebé
- PLOP PLOP PLOP PLOP
- Yaaaa buaaaaa papá, ya no más – Luís le dio dos más en las flexuras de los glúteos
- PLOP PLOP Nunca
más vuelvas a beber – advirtió y Chus
al ver que su padre terminó se levantó de sus piernas, se lió en la toalla y
salió del baño de su habitación y se echó en la cama, llorando su amargura
Luís se quitó la ropa que la tenía mojada y se puso
el albornoz de Chus, cuando salió se encontró con Chus llorando y frotándose el
trasero, sin darse cuenta que su papá estaba allí; Luís fue a la cama y se
recostó a su lado.
- Chus, cariño
- ¡Déjame! – Se zarpó del abrazo que le había dado su papá. Luis
no se dejó intimidar y le acarició el pelo
- Entiendo que no te guste que te castigue,
pero primero no me pides permiso para ir a ninguna fiesta, segundo te encuentro
bebiendo y luego me insultas – le
dijo y Chus lloro más sentidamente – Por qué no me pediste permiso? – Chus se destapó la
cabeza que se había tapado con la sábana
- Porque no me hubieras dejado… no me dejas
ir a ningún lado y no te gusta Noelia – Luís
abrió los ojos
- Chus, eso no lo sabes, me hubiera gustado
que me tuvieras confianza – murmuro
su padre sin disimular la decepción que sentía
- Ibas a decir que no y yo no quería que
Noelia me tomara por un tonto por decirle que no nuevamente – Luís
suspiró
- Chus, si me hubieras dicho te hubiera
dado permiso – Chus lo miro con los ojos muy abiertos
- ¿En serio? – Luís Le dio un beso en la frente
- Sí, Chus te hubiera dado permiso, con la condición de llevarte y recogerte y con muchas recomendaciones sobre no beber ni consumir drogas
- Yo no tomé drogas, papá – Luís lo abrazó a su pecho
- Lo sé, pero beber tampoco es bueno a tu edad
- Lo siento
- Lo sé, Chus, lo se… ahora vamos vístete que te traje pizza, no pensaras dormir con el estómago vacío ¿verdad?
Muy lindo adoro a Chus, gracias por escribir de él, me encanta sus reacciones rebelde y luego todo tierno al final, pero creo que sí se la gano como va andar saliendo se sin permiso y todavía tomado.
ResponderEliminarEse Luis se pasa parece que nunca fue jóven!!..
ResponderEliminarHacer pasar tremenda vergüenza a su hijo!! Eso no es de Dios...