Un vago, ¿sin remedio…?, ¡en serio!
Capítulo 4
Examen teórico reprobado
Autora: Nicole
Nota
de autora: Este capi es bastante
sencillo, espero les guste, para el quinto veré si le meto algo de emoción, la
línea de tiempo no la manejo muy bien, pero estos acontecimientos son después
de los exámenes chunnin para el que vio la serie sabe que el único que lo ascienden
a ese nivel es a Shikamaru. Pero en el antes y el después hubieron misiones,
los ninjas del mundo de Naruto ven de todo tipo sean estas sencillas, medias o
difíciles; las clasifican por grados y
además hacen exámenes escritos, se ve en el inicio, pero yo lo coloco acá
porque a veces los entrenadores les gusta refrescar conocimientos y también
para fastidio de mi personaje principal jajaja. Sugerencias y comentarios son
bienvenidos. Sin más disfruten la lectura.
- ¡Problemático! Definitivamente,
no puedo mostrar está calificación a mi mamá, se va a poner histérica apenas la
vea – mencionó el vago jovencito volviendo
a mirar el papel con su usual semblante de aburrimiento – Que mierda me
importa este estúpido examen ¡Mejor lo boto! – lo achurró haciendo
una pequeña bola y lo aventó al aire, pero no contó que alguien estaba justo
detrás de él y con gran agilidad atrapó aquello y sin perder el tiempo lo abrió
empezando a leer en voz alta.
- Veinticinco puntos sobre
cien, para alguien que fue promovido a
chunnin es una vergüenza esta nota – dijo la atractiva rubia en forma despectiva y agregó – en lugar de estar
quejándote todo el tiempo, deberías esforzarte más.
- Devuélveme eso, problemática – dijo molesto.
- ¿Y que, sí no lo hago? – preguntó desafiante.
- Por favor, no me gusta discutir
y menos con una niña – extendió su
mano hacia ella.
- Yo tampoco estoy interesada
en reñir
con un bebe
llorón – añadió y se lo
entrego
Después que la rubia se marchó, él por su parte, se
fue a contemplar las nubes; estando en
su lugar favorito, recordó la última no
agradable conversación con su agresiva madre cuando lo volvió a pillar dormido
encima de los libros.
- ¡Qué demonios te
pasa a ti, grandísimo perezoso! – gritó ella dándole un coscorrón en la cabeza.
- ¡Ay! – Se quejó él con
ambas manos en la cabeza parándose de la silla inmediatamente.
- Eres un descarado
– volvió a regañarlo con la correa en la mano, es que
conociendo a su hijo había ido
por ella a la
habitación que compartía con su esposo antes de pasar al cuarto de
Shikamaru.
- Mamá no, no por
favor – dijo el muchacho nervioso alejándose de ella con la
intención de alcanzar el borde de la ventana para saltar y salir huyendo como
otras veces, pero la señora al ver sus intenciones decidió sin previo aviso soltarle
unos buenos correazos, y como su trasero estaba adolorido, tenía menos ganas de
lo normal por lo que no pudo esquivar ni uno y al ver que su señora madre iba
dispuesta a propinarle la tunda completa ahí mismo, por un momento le cogió el
cinturón con ambas manos cosa que enfado más a Yoshino.
- ¡SUELTALA!
¡SUELTALA! – el Nara que no quería hacerlo acabo cediendo y tuvo
que aguantarse cuatro buenos cuerazos en la mitad de los muslos mientras su
madre continuaba retándolo.
- NO, ZAASSS, VAS ZAAAASSSS A METER
ZASSS LAS MANOS,
ZAS,
ZAS Y ZAASSS, ZAASS, PONTE ZAASS, ZASSS, A ESTUDIAR ZAAASS, ZASS – y el chico empezó a moverse en círculos y terminó
corriéndose para evitar los siguientes sobándose desesperadamente – VEN PARA ACÁ – siguió la
señora Nara sin soltar la correa.
El mocoso tembloroso no se
atrevía a regresar a su cuarto.
- QUE ZAAS, VENGAS, ZAAS, TE ESTOY ZAAAS, ZAAS, HABLANDO ZAASS, ZASSS, ¡DESOBEDIENTE! ZAAS, ZASS, ZASS – aprovechando su estado de estupor, que mostraba cada vez que ella lo
reprendía, con fuerza tironeo de él
mientras a cuero limpio lo encaminaba a su destino, entre forcejeos cada
vez más decididos, porque quedaba claro que el pre-adolescente no estaba en condiciones
de recibir otra paliza como la que su madre tenía planeada – QUEDATE ZAAS, ZAAS, QUIETO ZAAS
O ZAAS, ZASS TE ZAAS DOY ZAAS,
CON ZASS, ZAS, LA ZAAS, HEBILLA ZAAS, ZAAS
No sabía cuánto más podría aguantar, tenía los ojos
húmedos, sentía arder la piel debajo de la ropa, rogaba a Kami que de alguna
forma lo librara de esa situación tan problemática y para su suerte cayó la
ayuda del cielo.
- ¡Basta mujer! – dijo el
papá llegando justo a tiempo, poniéndose en medio de los
dos – Le has pegado suficiente, dame
eso – pidió
amablemente, pero la señora no quería soltar el cinturón por nada del mundo.
- TU NO TE METAS EN ESTO.
- Sí, me meto
porque Shikamaru también es mi hijo y ya lo castigaste, además es mi cinturón
nuevo, quiero probármelo – con eso su mujer acabo cediendo y le entregó la
correa, pero añadió – Mejor cállate,
este vago salió igual a ti, hoy duermes en la sala – dijo y salió de la habitación
todavía enojada.
- Gracias papá, mi
mamá se volvió loca – mentó el muchacho todavía frotándose los lugares dónde
se había marcado la correa.
- Tranquilo hijo – Shikaku lo cubrió en un abrazo – Ya hablaré con tu madre luego.
- Se nota que te…
que te tiene domado – Su padre bajo la cabeza ante tal comentario.
El jovencito Nara siguió ensimismado en sus
pensamientos hasta que su ruidosa amiga y compañera de equipo lo sacó de ahí.
- ¡¿Pero en que estabas
pensando?! ¡Vago sin remedio! – Lo cogió por el chaleco táctico y empezó a sacudirlo
con vehemencia – Hemos estado muy preocupados por ti, eres un idiota,
como te atreves a preocupar así a Asuma-sensei. ¿Quién rayos te crees eh?
– Continuó
gritándole Ino y Chōji tuvo que
ponerse en medio para que dejara a su amigo quieto.
- Ya cálmate quieres, eres muy
escandalosa – Shikamaru se levantó y acomodó la ropa – Ya conversé con Asuma, le dije que tuve que retirarme antes por motivos personales – El joven decidió no
presentarse al entrenamiento que se
realizó después que le entregaron la evaluación, le había mentido a Asuma que
estaba indispuesto del estómago.
- Pensamos que te habían hecho
algo malo ¿Por qué no nos dices nunca nada? Somos tus amigos y nos preocupamos
por ti – Ella estaba muy sentida, aunque solía ser gritona,
mandona o estar medio loca, realmente quería mucho a ese chico mientras
el gordito sabía
lo que su amigo ya había
decido aun sin
que este se
lo hubiera comunicado todavía. De
todos sus amigos, era el que mejor lo conocía. No hacía falta tener un jutsu de
posesión de mentes como Ino para conocer
lo que le
pasaba en aquellos
momentos.
- Voy a tomarme un mes de
descanso – anunció acomodándose en el pasto nuevamente – No iré a los entrenamientos y tampoco asistiré a las clases teóricas
que han incluido las últimas semanas, espero que respeten mi decisión y les
pido el favor, que no me cuestionen.
- Ya lo sabía – aseguró Akimichi que lo tomo con tranquilidad, pero
Ino no estuvo de acuerdo, lo sintió como traición, abandonar el equipo cuando
tendrían varias misiones que aunque no eran tan complicadas, de todas maneras
no era justo no contar con su apoyo, así que le volvió a recriminar, pero al
ver la apatía del muchacho decidió no gastar más saliva y se fue a su casa
molesta dejando a ambos chicos solos.
- ¿Estás seguro que quieres
ausentarte durante un mes? – habló el Akimichi sentándose a su lado – No sería mejor reconsiderar las cosas, recuerda ahora tienes más
responsabilidades que antes. Sé que no
te agrada la idea, pero te puede servir para – Chōji no terminó.
- Ya lo hablamos Choji, además no
me interesa lo que venga después, por ahora es lo que pienso hacer, a lo mejor
mejoren sin mi presencia – siguió observando las nubes deseando en su corazón ser
una.
- No digas eso Shikamaru, tu eres
parte del equipo diez y haz sido fundamental siempre, sin ti no hubiéramos
tenido la oportunidad de participar en los exámenes chunnin y a pesar que
ninguno de nosotros pasó la prueba, estoy orgulloso que tú lo hayas conseguido,
no nos abandones amigo – El Nara sonrió y añadió:
- Tienes un gran corazón Choji, gracias por ser mi amigo, pero ya está decidido y ya me conoces, me da pereza cambiar de opinión, dejémoslo así ¿Te parece?
- Comprendo – sonrió mirando tranquilamente a su mejor amigo – Shikamaru podrías prestarme dinero.
- Te invitare a comer – dijo amablemente poniéndose de pie, a Chōji se le ilumino el rostro.
Ya en el restaurante favorito del equipo diez.
- Así que sacaste veinte puntos
en el examen… a ver veamos – tomó el papel de la mesa dónde lo había puesto su
flojo amigo y le dio una rápida hojeada – Lo suponía añadió y luego dijo
– Son preguntas simples, yo
saque ochentaicinco puntos e Ino noventaicinco, te hubiera pasado las
respuestas, total Asuma estaba fumando en el pasillo todo el tiempo, pero
después pensé que a ti te resulta un fastidio hasta copiarte.
- Que bien me conoces – dijo el Nara cogiendo su examen nuevamente, doblándolo
y metiéndolo en uno de sus bolsillos.
- ¿Imagino que no se lo vas a
mostrar a tu madre? – preguntó mientras empezaba a comer su asado.
- Ni que estuviera loco, después de esto, es capaz de matarme y no lo digo en broma, es una mujer muy problemática.
- Sí, lo sé, tu madre siempre ha sido muy dura contigo,
recuerdo la vez que te reprendió en la academia, teníamos cinco años, pero la
broma que hicieron tú y Naruto estuvo bien pesada, se pasaron – Choji cogió cinco trozos de cerdo y se los comió
rápidamente.
- Nunca pensé que mi mamá fuera
ese día a la academia, me tomó por sorpresa – mencionó tomando un trago de su refresco y viendo que
todavía había mucha carne a la barbacoa
frente a ellos, agregó – Ay viejo, no creo que pueda comerme todo esto.
- Ni te preocupes, yo te ayudo
con tu parte, por cierto Shikamaru, ¿te puedo hacer una pregunta? – habló mientras seguía comiendo.
- Sí claro – respondió con tranquilidad.
- ¿Cómo te trata tu mamá en ese
tipo de situaciones? – Ante ese
cuestionamiento el Nara arqueo una ceja
- ¿Eh? ¿Qué me quieres decir?
- No te hagas, eres muy
inteligente y sabes a lo que me refiero – Shikamaru se puso rojo hasta las orejas, el gordito siguió metiéndose
pedazos de cerdo a la boca con pasión desmedida, cuando masticó y tragó el
último de aquella tanda, continuo hablando con su camarada – Vamos, no te
avergüences tanto, no eres ni el primero ni el último que recibe ese tipo de
castigos.
- Es cierto Choji, no soy el único, pero ya casi tengo trece años y para serte honesto me da mucha pena tener que reconocer que mi madre todavía corrige mis faltas de esa manera.
- Habla con ella, puedes decirle
que te castigue de otra manera por ejemplo, quitándote algo que te guste – Volvió a servirse otra porción más.
- Hablar con mi madre, es una pérdida de tiempo, jamás entra en razón, solo sabe gritar, mandar y pegar.
- Oye, ¿y sí te golpea muy fuerte?
- Lo suficiente para que no me pueda sentar cómodo por un tiempo.
- ¿Cuánto tiempo?
- No lo sé, algunas veces el efecto dura un par de días, otras veces una semana, depende de la falta, la intensidad del castigo y esas cosas, vamos tú debes saberlo…
- No, no lo sé – terminando de comerse finalmente los últimos trozos
que quedaban.
- Cómo no, sí Iruka nos castigó muchas veces en la academia y tú no eras un angelito precisamente.
- Sí, Iruka sí, pero mis padres
desde hace tiempo no me dan nalgadas ¿Sí se dice así no? – Shikamaru bajó la cabeza apenado – de hecho mi madre
nunca me ha pegado, mi padre uno que otro azote, pero nunca una paliza de
verdad y cuéntame ¿Aparte de tu madre, tu padre también te ha pegado alguna
vez? – el Nara bostezo, ya se había aburrido de tanto
interrogatorio.
- Bueno me tengo que ir – dijo levantándose preparándose para pagar la cuenta.
- Espera aun no me has dicho todo
lo que quiero saber – dijo detrás de
su amigo que había dado el dinero al dueño del restaurante acompañado de un
gracias y ahora estaba fuera del establecimiento.
- ¿Y qué es todo? – siguió caminando con las manos metidas en los
bolsillos y su mejor amigo al lado de él siguiéndole el paso.
- ¿Me gustaría saber sí te pegan con la ropa puesta o sin nada?
- Choji esos son detalles muy íntimos.
- Bueno está bien, pero creí que éramos amigos.
- ¿Y acaso no lo somos?
- Sí, pero los amigos se cuentan
todo sin tapujos – Shikamaru miró
a Choji con el ceño fruncido e inmediatamente este se disculpó por pecar de
imprudente –Lo siento, no fue mi intención incomodarte con mis
tontas preguntas, solo quise saciar mi curiosidad.
- Relájate – coloco una mano en su hombro y añadió – Está bien, te contaré. A ver dime ¿Qué más quieres saber? – El
Akimichi sonrió tímidamente y volvió a preguntar.
- ¿Cuantos azotes recibes?
- No lo sé, créeme que cuando estoy en una situación así, no tengo tiempo de contar nada, lo único que quiero es que pase rápido.
- Y como te pone tu mamá por ejemplo, sobre su regazo, de pie, en la cama ¿Cómo? ¿Te pega con la mano o utiliza algún tipo de objeto o correa? ¿Aplica chakra en los azotes? ¡Dime! ¿Cómo es?
- ¿Desde cuándo te volviste tan
curioso?, te pareces al tarado de Naruto
– pensó el Nara volviendo a botar el aire – Mira, ya falta poco para llegar a
mi casa, estoy cansado, pero te responderé a lo que me has preguntado para que
te quedes tranquilo. La verdad nunca sé que esperar de mi madre; en un rato está molesta, luego está
contenta y no ha pasado una hora y
está armando un completo
escándalo, siempre quiere obligarme a hacer lo que ella quiere, así que viejo,
nunca la voy a poder comprender, en resumen, Yoshino Nara es una mujer muy
problemática – Terminó de explicarle a su amigo faltándole solo una
calle para llegar a su residencia.
- Gracias por todo Shikamaru, nos
vemos en un mes. Disfruta de tus vacaciones – se despidió el gordito tomando otro camino.
Que divertido pobre, tener que contar sus secretos más intimos al curioso de su amigo, solo falta que sea un chismoso además, lo que claro traería problemas al pobre Shikamura jajajja
ResponderEliminarMarambra
si que es loca la mama
ResponderEliminarPobre Shikamaru con la mamá que le toco, pero ese Choji se paso con las preguntas, también pienso que el chico debe ser más responsable ahora que tiene más rango. En espera de más.
ResponderEliminarJajajaja si que es curioso el gordito 😂😂😂
ResponderEliminarPero no creo que su mamá problemática le de permiso echarse un mes de flojera 🤔
Así que seguiré leyendo para saber que pasa!!
Sí es que Choji es su mejor amigo y se cuentan todo y siempre lo aconseja, pero aquí se paso de curioso jajajajaja. Y también pienso que su mamá no va a estar muy de acuerdo con su mes de flojera, pero es que es un perezoso nivel dios, te lo juro jajajaja.
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